Francia-Filipinas-Reino Unido-Alemania 2012 120 min.
Dirección Brillante Mendoza Guión Brillante Mendoza, Patrick Bancarel, Boots Agbayani Pastor y Arlyn de la Cruz Fotografía Odyssey Flores Música Teresa Barrozo Intérpretes Isabelle Huppert, Kathy Mulville, Marc Zanetta, Rustica Carpio, Ronnie Lazaro, María Isabel López, Ángel Aquino, Sid Lucero
Estreno en España 26 de julio de 2013
El cine asiático tiene poco predicamento en España. Nos llega con cuentagotas, al contrario que en otros países de nuestro entorno, como Francia o Italia; por eso no es de extrañar que aunque con una filmografía abundante, entre largometrajes, cortos, documentales y trabajos para la televisión, Brillante Mendoza no haya logrado encajar en nuestras pantallas ninguna película anterior, y eso que en 2009 ganó en Cannes el premio al mejor director por Kinatay. El relativo peso de Isabelle Huppert en el reparto debe haber sido definitivo a la hora de estrenar esta crónica sobre el secuestro real de un grupo de turistas y cooperadores en 2001 en Palawan por el grupo islamista Abu Sayyaf, seleccionada en los festivales de Berlín y Gante. Sorprende sin embargo que no se haya reparado en el libro In the Presence of the Enemies que escribió una de las supervivientes, Gracia Burnham, a la hora de escribir el guión de esta película. Tenemos por el contrario un trabajo deslavazado, sin estructura dramática y sin rumbo narrativo. Una mera sucesión de acontecimientos violentos y situaciones de peligro, rodadas con recursos y pericia casi documental, en las que las víctimas se encuentran en permanente encrucijada entre sus raptores y las fuerzas militares que luchan contra ellos sin aparente estrategia. Se habla de negociaciones pero nada se nos cuenta acerca de su progreso, apenas sabemos nada de los personajes y apenas, en consecuencia, logramos empatizar ni con los sufridos secuestrados ni con las posibles motivaciones, por supuesto de carácter religioso, de los secuestradores. Recuperar su país y someterlo al dictado del Islam es todo lo que sabemos, al fin y al cabo también lo que sabíamos antes de acercarnos a ver el film. La continua agitación de la cámara, la fotografía pegada a los personajes, su sufrimiento y su continua huida, no ayudan a engancharse con los acontecimientos narrados, como parece a todas luces ser la intención del director, resultando en conjunto un film fallido y cansino.