martes, 4 de febrero de 2025

MEMORIAS DE UN CARACOL Ternura con estética timburtiana

Título original: Memoir of a Snail
Australia 2024 94 min.
Guion y dirección
Adam Elliot Fotografía Gerald Thompson (Animación) Música Elena Kats-Chernin Voces (en versión original) Sarah Snook, Kodi Smit-McPhee, Eric Bana, Magda Szubanski, Dominique Pinon, Tony Armstrong, Paul Capsis, Jacki Weaver Estreno en Australia 17 octubre 2024; en España 31 enero 2025


El creativo animador Adam Elliot ganó un Oscar en 2003 por su cortometraje Harvie Krumpet. El salto al largometraje lo dio en 2009 con Mary y Max, y ahora perpetúa la aventura con esta agridulce crónica de la marginación y la incomprensión, que guarda muchas similitudes con su trabajo anterior, dando al conjunto una coherencia muy apreciable. Como si de un niño eterno se tratara, y con sus películas exorcizara malas experiencias vividas aún en proceso de crecimiento, por tratarse posiblemente de un outsider, como lo llaman los angloparlantes, hay en sus películas una ternura teñida de acritud que se vislumbra no sólo en sus apesadumbrados argumentos, sino especialmente en una estética harto deudora del universo de Tim Burton, sobre todo en el diseño de personajes y en el amplio abanico de objetos, sobre todo los que tienen forma en espiral, y el caracol del título es un ejemplo de ello.

Coinciden sus historias en la voz de un narrador o narradora, la supuesta desdicha de quienes cruzan su infancia marcados por la marginación y la pérdida, convergiendo en tragedia, y el retrato de un ambiente familiar a menudo entrañable, otras veces terrible. En este contexto nos encantan detalles como la afición a la lectura del papá francés y sus dos queridos hijitos, o la viveza y el optimismo del personaje que encarna Pinky, la vieja enérgica que cautiva a la protagonista.

Destaca una minuciosa y muy artística animación stop motion, junto a un guion milimetrado y jalonado de episodios, algunos de ellos poco recomendables para pequeñas audiencias, a pesar de que en su conjunto, su contenido se revele más que conveniente para todo tipo de edades, con el fin de proscribir el desprecio y el dolor con el que a menudo se despacha a quien se considera diferente. Celebrado en todos los festivales en los que se ha proyectado, incluyendo el Premio al mejor largometraje de animación en Sitges, opta al Oscar en su categoría.

lunes, 3 de febrero de 2025

DIÁLOGO DE CARMELITAS: TANTA AUSTERIDAD NO AYUDA

Ópera de Francis Poulenc, con libreto del compositor y Emmet Lavery basado en la obra de Georges Bernanos y la novela “La última del patíbulo" de Gertrud von le Fort. Riccardo Minasi, dirección musical. Robert Carsen, dirección escénica. Michael Levine, escenografía. Falk Bauer, vestuario. Robert Carsen y Cor van den Brink, iluminación. Philippe Giraudeau, coreografía. Orquesta de la Comunitat Valenciana. Coro de la Generalitat Valenciana (Jordi Blanch Tordera, director). Con Alexandra Marcellier, Sandra Hamaoui, Doris Soffel, Ambur Braid, Valentin Thill, Nicolas Cavallier, Michèle Losier, Marina Rodríguez-Cusi y Michael Colvin. Producción de la Ópera Nacional Holandesa y el Ballet de Ámsterdam. Palau de Les Arts Reina Sofía de Valencia, domingo 2 de febrero de 2025


Motivados fundamentalmente por la puesta en escena del reputado y casi siempre eficiente director artístico canadiense Robert Carsen, asistimos a la última representación de Diálogo de carmelitas, uno de los platos fuertes de la actual temporada lírica de Les Arts valenciano, vírgenes de cualquier consideración crítica que se haya podido hacer con anterioridad. Y acabamos algo decepcionados, ya que conscientes de que siempre merece la pena acercarse a esta monumental página musical, y no lo hacíamos desde que hace décadas se representara en Sevilla, no terminamos de aceptar ni encajar la extremadamente sobria y austera propuesta escénica de Carsen. Un escenario completamente vacío, lo más próximo a una versión de concierto, con sólo dos paneles elevadizos permitiendo la entrada y salida de figurantes. Ellos y ellas, más una acertada iluminación, revelándose como atrezzo exclusivo, cuyo movimiento escénico permitía la extracción y colocación de nuevos elementos decorativos, apenas unos bancos, un suntuoso sillón o la cama en la que postrarse la madre superiora en su lecho de muerte.

Doris Soffel en primer término

Puesta en escena que poco ayuda a involucrarse en los trágicos sucesos que experimentan las monjas de Compiégne en medio de una revolución que en manos de Carsen parece doble, la de 1789 y la posterior de mediados del siglo XIX, a juzgar por los figurines dieciochescos de los aristócratas y más modernos de esa plebe tan necesaria como a veces peligrosa, capaz de votar democráticamente regímenes tan inconvenientes como los que hoy asolan el mundo. El carácter más declamado que cantado de una partitura que a pesar de escribirse a mediados del siglo XX, no disimula su compromiso con una gramática musical más propia de los estertores del siglo anterior y muy relacionada con la música cinematográfica que ya en aquel momento tenía tanto comedimiento, exige una dramatización que contenga elementos que la hagan más llevadera al público, con el fin de que sus casi dos horas y media de función no se conviertan en un lastre. Carsen tuvo una última oportunidad de redimirse con el impactante final, que en sus manos no lo fue tanto, toda vez que ni siquiera hizo coincidir la fortuna individual de cada hermana con el estremecedor efecto que hace sonar la caída de la guillotina en el Veni Creator final.

Riccardo Minasi

Más identificado con el barroco que con la música posterior a la que sin embargo viene dedicándose con mayor ahínco en los últimos tiempos, Riccardo Minasi hizo un buen trabajo de recreación de tan suntuosa y hermosa partitura, incidiendo en sus pasajes más sensuales y melodiosos, y acentuando aquellos que ayudasen a provocar una mayor inquietud y desasosiego, con especial mención a los más místicos, generando cierta sensación de éxtasis en momentos muy puntuales. Sin embargo, y con la complicidad de una siempre atenta y espléndida Orquesta de la Comunidad Valenciana, tendió a tapar con frecuencia las voces convocadas, si bien tampoco ayudó a éstas cantar tan a menudo desde muy atrás del escenario.


Así las cosas, disfrutamos sobre todo con la voz bien proyectada, de espeso pero aterciopelado timbre, de la canadiense Ambur Braid, incorporando a la nueva priora. Y por supuesto gozamos también con la impagable presencia de Doris Soffel como la anterior priora, sobre todo como testimonio de su valía y veteranía, haciendo un notable esfuerzo canoro y físico en la terrible escena de su muerte, aunque como en otras voces del elenco, sus habilidades quedaron eclipsadas en los extremos más graves de su tesitura. Algo que también sucedió con la protagonista, una Blanche algo meliflua en la voz de la joven soprano francesa Alexandra Marcellier. Mejor resultó Sandra Hamaoui como la alegre Constance, si bien sólo el papel ya ofrece oportunidades para lucirse y simpatizar con un público que nos pareció tan complaciente y poco exigente como para extenderse en aplausos y vítores, a nuestro juicio no tan merecidos.

Fotos: Luis Pascual

LA ACOMPAÑANTE Divertida combinación de géneros

Título original: Companion
USA 2024 97 min.
Guion y dirección
Drew Hancock Fotografía Eli Born Música Hrishikesh Hirway Intérpretes Sophie Thatcher, Jack Quaid, Lukas Gage, Megan Suri, Harvey Guillén, Rupert Friend, Marc Menchaca Estreno en Estados Unidos y España 31 enero 2025

Interesante debut en el largometraje del director Drew Hancock, para contarnos una original historia que mezcla el tradicional cine negro con la ciencia ficción y la comedia, sin estridencias ni salidas de tono, manteniendo en todo momento un prodigioso equilibrio para que no se convierta en un producto indigesto y en cierto sentido excesivo. Construida como fábula sobre el machismo y el control del hombre sobre la mujer, tema siempre en la cuerda floja merced a nuevas políticas reaccionarias que están minando todo lo conseguido con tanto esfuerzo y tiempo sobre la materia, La acompañante se disfruta también como un mero entretenimiento en el que giros inesperados e inflexiones dramáticas van sorprendiendo conforme avanza un metraje justo y bien medido.

A la claridad de las ideas expuestas y la economía bien dosificada en su luminosa y atractiva puesta en escena, se suma la certera implicación de un reparto en el que sobresalen Sophie Thatcher, a quien aún podemos ver en Heretic, y Jack Quaid, hijo de Dennis Quaid y Meg Ryan que gracias a ésta y sus incursiones en el reboot de Scream, se está especializando en el género. Pero al margen de su indiscutible vocación de divertir y sorprender, la cinta mantiene también la de plantear cuestiones y hacernos reflexionar, sobre todo en relación al avance de la tecnología y de cómo ésta se acerca cada vez más a controlarnos, no sólo complicándonos la vida sino también condicionándola.

La diferencia entre las relaciones sentimentales entre parejas hetero y homosexuales se exponen también con claridad meridiana, mientras ritmo e interés no decaen en ningún momento, lográndose con este título otra gozosa excusa para acercarse al cine y dejarse llevar por tan suculenta e inteligente propuesta.

SEPTIEMBRE 5 Rigor periodístico

Título original: September 5
Alemania 2024 95 min.
Dirección
Tim Fehlbaum Guion Moritz Binder, Tim Fehlbaum y Alex David Fotografía Markus Förderer Música Lorenz Dangel Intérpretes Peter Sarsgaard, John Magaro, Ben Chaplin, Leonie Benesch, Zinedine Soualem, Georgina Rich, Corey Johnson, Marcus Rutherford Estreno en el Festival de Venecia 29 agosto 2024; en Alemania 9 enero 2025; en España 31 enero 2025

El trágico asalto a la ciudad olímpica en los juegos de Munich de 1972, que se saldó con la muerte de once integrantes de la delegación israelí a manos de Septiembre Negro, una facción de la Organización para la Liberación de Palestina, ha sido ya llevado en otras ocasiones al cine, la más reciente y reconocida Munich de Spielberg. Pero mientras en aquella se narraban los hechos para después centrarse en los tejemanejes del Mossad para llegar hasta los ideólogos del atentado y ejercer sobre ellos una particular administración de justicia, la cinta del alemán Tim Fehlbaum se centra en el seguimiento que de los acontecimientos llevó a cabo un equipo periodístico de la norteamericana ABC especializado en deportes.

La operación de antoja como un salto de trampolín del joven director a la industria hollywoodiense, si no no se explica que coja como eje alrededor del cual gira la trama una plantilla estadounidense, ruede consiguientemente en inglés con actores en su mayoría anglosajones y le de al conjunto un carisma eminentemente estadounidense, especialmente visible en el esmerado aspecto estético que la película guarda con precedentes de esos mismos años setenta como Network o Todos los hombres del presidente. Pero a Septiembre 5 le faltan estrellas del cine que potencien su atractivo, tampoco logra insuflar al conjunto esa atmósfera de thriller asfixiante, con intriga máxima, que pretende recrear, y menos acierta a sentar las bases para una crítica contundente a un sistema de comunicaciones en el que prima el sensacionalismo y la carnaza, como rezan sus títulos finales cuando aseguran que la emisión logró una altísima cuota de audición.

Con todo, la cinta cuenta con las solventes interpretaciones de Peter Saarsgard, John Magaro, Ben Chaplin y Leonie Benesch, a quien vimos en Sala de profesores y veremos pronto en La tutoría. Se beneficia también de un montaje frenético y un guion nominado al Oscar, que combina con habilidad acción real, especialmente en las pantallas de televisión, y recreación, poniendo énfasis en la torpeza con la que se gestionó el asunto y en cómo Alemania perdió la oportunidad de resarcirse de un pasado todavía reciente en el que predominó el antisemitismo como nunca antes se había experimentado en el planeta.

domingo, 2 de febrero de 2025

A DIFFERENT MAN La belleza mató a la bestia

USA 2024 112 min.
Guion y dirección
Aaron Schimberg Fotografía Wyatt Garfield Música Umberto Smerilli Intérpretes Sebastian Stan, Renate Reinsve, Adam Pearson, Neal Davidson, Lawrence Arancio, Billy Griffith, John Keating, Miles G. Jackson Estreno en el Festival de Sundance 21 enero 2024; en Estados Unidos 4 octubre 2024; en España 31 enero 2025

Con tan sólo tres películas en su haber, el director Aaron Schimberg parece especialmente concienciado con la neurofibromatosis, una enfermedad degenerativa que provoca graves deformidades, cuyo principal divulgador a nivel mundial es Adam Pearson, un actor británico que sufre dicha enfermedad rara y que desde que a los cinco años comenzó a sufrirla, ha experimentado acoso en todos los ámbitos en los que se ha desenvuelto como ser humano. Él fue el protagonista de la anterior película de Schimberg, Chained for Life, y vuelve a protagonizar ésta que parece diseñada especialmente para sacar a la luz el personaje, su enfermedad y su ansiada aceptación e integración social.

La trama se centra en un aspirante a actor con ese handicap, al que presta su físico Sebastian Stan, maquillaje nominado al Oscar mediante, al que una fantástica operación le convierte en el atractivo hombre que hubiera sido de no sufrir la enfermedad. Sus frustrados devaneos románticos con una vecina a la que presta su presencia la joven noruega Renate Reinsve, protagonista de La peor persona del mundo y La tutoría, se verán solucionados con un nuevo aspecto que también le ha abierto la puerta del éxito profesional, aunque sea en otro ámbito. Pero la incursión del personaje incorporado por Pearson le abrirá otra perspectiva y desear recuperar su vida anterior, intentado así demostrar que la belleza mató a la bestia y frustró lo que verdaderamente importa, modificar nuestra psicología, aceptarnos e intentar mejorar nuestra simpatía y empatía con los demás, procurando felicidad más a través de la mente que del cuerpoUna idea un tanto naif, ingenua e inocente, al que el director da ese trato surrealista y un poco disparatado que nos trae a la memoria aquellas películas de Charlie Kaufman y Spike Jonze que proliferaron a finales de los noventa y principios de este siglo, como El ladrón de orquídeas o Cómo ser John Malkovich.

Hay también algo identificable con el cine de Wloody Allen, en su ambientación farandulera neoyorquina y la incontinencia verbal que aflora en gran parte del metraje, logrando una cinta no exactamente fascinante, pero  al menos entretenida y diferente, como su título. Stan logró el Oso de Plata al mejor actor en el último Festival de Berlín, así como el Globo de Oro en la categoría de comedia, que no ha cristalizado en una esperada nominación al Oscar, sólo conseguida por su recreación de Trump en The Apprentice.