martes, 20 de mayo de 2025

BONHOEFFER, EL ESPÍA Resistencia clerical

Título original: Bonhoeffer: Pastor, Spy, Assassin
Irlanda-Bélgica-USA 2024 132 min.
Guion y dirección
Todd Komarnicki Fotografía John Mathieson Música Antonio Pinto y Gabriel Ferreira Intérpretes Jonas Dessler, August Diehl, Flula Borg, Moritz Bleibtreu, Nadine Heidenreich, David Jonsson, Phileas Heyblom, James Flynn Estreno en Estados Unidos 22 noviembre 2024; en Irlanda 6 diciembre 2024; en España 16 mayo 2025


El cine rescata con frecuencia personajes notables de la Historia, especialmente de cara a quienes no cultivamos ciertas disciplinas, como la teología o el ideario pacifista luterano, como es el caso. Dietrich Bonhoeffer fue un destacado teólogo y sacerdote, que dejó un generoso legado en torno a su particular ideario religioso y político, y que ejerció una fuerte y extremadamente valiente oposición la nazismo antes y durante la Segunda Guerra Mundial, especialmente en relación a la deportación y aniquilación sistemática de judíos. Todd Komarnicki apenas se destaca como guionista de Sully de Clint Eastwood. Otros trabajos suyos son Seduciendo a un extraño, con Halle Berry y Bruce Willis, y Entre la razón y la locura, con Mel Gibson y Sean Penn, mientras sólo hace veinte años con Resistencia, ambientada en la Segunda Guerra Mundial y protagonizada por Julia Ormond y Bill Paxton, y ahora, se ha encargado de la dirección. Su estilo es aseado y academicista, casi más propio de un trabajo para la televisión. Tampoco es que haya contado con un presupuesto demasiado holgado para llevar a cabo el periplo existencial de este héroe de la Resistencia.

Echando mano del flashback, la narración arranca cuando es un niño repelente y algo fantasioso, se salta su formación en Berlín y Barcelona, y pasa directamente a su experiencia en Nueva York, donde entra por primera vez en contacto con un pueblo marginado, el de los afroamericanos, y ocupa el grueso en su lucha contra el nazismo desde postulados eminentemente pacifistas, actuando incluso como espía al servicio del Reino Unido. Por eso, lo del asesino del título original no encaja, por cuanto el único crimen que podría achacársele, y si podemos considerarlo así, es haber participado en la Operación Valquiria, con la que se intentó matar a Hitler, si bien esto no está demostrado.

Con una caligrafía sencilla y una galería de personajes bastante amplia, el film se estrena en un momento muy oportuno, justo cuando nos han torpedeado durante días con la muerte y sucesión del Papa Francisco, y el empeño generalizado de considerarlo progresista y fuertemente implicado en causas sociales. Quizás para demostrar que la Iglesia, aunque en este caso sea la protestante, también se preocupa por los marginados y avasallados, llega esta película que casi podríamos encajarla en esa ola de cintas dedicadas a santos y gestas religiosas que tanto proliferan desde hace ya un buen puñado de años, otro síntoma del auge reaccionario y extremista que nos invade y que se traduce en episodios tan dramáticos como la reciente participación y casi triunfo de un Estado genocida como Israel en Eurovisión. Precisamente, en los títulos finales del film se hace hincapié en la oleada de antisemitismo que asola el Mundo, quizás confundiendo ese sentimiento con una reacción sana y necesaria ante la barbarie que el país está llevando a cabo sobre el indefenso pueblo palestino, con el único fin de expandir territorio y genera mayor riqueza propia.

Y lo hacen justamente quienes sufrieron el genocidio nazi, y sin que nadie de la misma religión o condición de la comunidad internacional con capacidad de influencia exhiba su opinión al respecto, refiriéndonos en el campo estrictamente cinematográfico a los Spielberg, Streisand o Allen que tanto nos han hecho disfrutar y tanto nos decepcionan ahora en términos humanitarios y sentimentales. Aunque la mayoría de los intérpretes son alemanes, se expresan en inglés con un fuerte acento nativo, una práctica muy frecuente en las coproducciones en las que participa Estados Unidos. Como curiosidad para quienes amamos la Música, Bonhoeffer tuvo mucha relación con grandes clásicos, desde Liszt y Clara Schumann, que fueron profesores de piano de su abuela, hasta el compositor Erno y el director Christoph von Dohnányi, padre e hijo respectivamente de Hans Dohnányi, amigo y colaborador en estas gestas anti hitlerianas, y esposo de Christine, una de las hermanas del biografiado, y por extensión madre del famoso director de orquesta.

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