miércoles, 29 de febrero de 2012

LOS OSCAR (2) La Ceremonia

El regreso de Billy Crystal a la gala de los Oscar como presentador y maestro de ceremonias, sumando así hasta nueve comparecencias en este mismo rol, coincidió con una de los espectáculos más austeros que recordamos de los ofrecidos por la Academia de Hollywood. Es curioso porque hace ya tres años Hugh Jackman, que hizo una espléndida labor no sólo como presentador sino además como magnífico cantante y bailarín, introducía los Oscar con un número musical presuntamente económico porque el país estaba en recesión. Esta vez no han hecho falta excusas, la austeridad ha brillado por sí sola, sin avisos ni sorpresas.

Apenas un número musical, el ofrecido por el Circo del Sol, al ritmo de la música compuesta por Danny Elfman para el espectáculo Iris, aunque el ofrecido la noche del 26 de febrero era un espectáculo genuinamente creado para la ocasión. Acrobacias y contorsiones con fondos cinematográficos para disimular su origen desligado del celuloide - si al menos hubieran nominado en algún apartado Agua para elefantes -, mientras la operación olía inevitablemente a márketing de la compañía canadiense. Es decir, un único número musical y sin costarle nada a la organización, sino más bien puede que incluso cobrando del Circo en concepto de enorme publicidad.

Por su parte, Crystal hizo el tradicional numerito de introducción con los habituales juegos de palabras para referirse a las películas nominadas en la categoría reina, con los arreglos de su amigo y colaborador Marc Shaiman, autor del musical Hairspray y varias bandas sonoras de películas protagonizadas o dirigidas por el protagonista de Cuando Harry encontró a Sally. Nada nuevo y nada original, con un humor difícil de captar para nuestra sensibilidad, pero que una vez sí logró captar la de un patio de butacas invadido una vez más de las estrellas más rutilantes de la constelación cinematográfica. Quizás por esa incompatibilidad con nuestro sentido del humor nuestros cronistas se han apresurado a tildar el espectáculo de aburrido. Cierto que no tuvo la espectacularidad de otras ediciones, pero no se le puede negar ritmo y agilidad, y desde luego por poco que se esté familiarizado con el cine americano y se haya dejado uno llevar por sus propuestas de temporada, imposible será aburrirse con una sucesión continua de alguna de la gente más guapa y famosa que concoemos, con continuos momentos para la emoción, entre discursos acertados y grandezas varias.

Echamos en falta esos portentosos montajes con recuerdos y momentos estelares, sustituidos por unas declaraciones de grandes intérpretes con aires de trascendencia, quizás lo menos logrado de la oferta. Por otro lado destacó la elegancia y enorme sensibilidad con la que fueron presentados los fallecidos del año, incluyendo algunas intercalaciones sonoras con sus voces y un estremecedor fondo blanco sobre los que sus nombres se elevaban quizás hacia un hipotético cielo, el mismo del que nunca han bajado porque, no lo olvidemos, nos estamos refiriendo a auténticas estrellas. Todo ilustrado con una conmovedora versión del What a Wonderful World compuesto por Bob Thiele y George David Weiss e inmortalizado por Louis Armstrong, a cargo de la cantante afroamericana Esperanza Spalding y un coro espiritual.

Quizás esta vez podamos presumir sin ánimos chauvinistas que nuestros Goyas fueron más espectaculares, pero los Oscar siguen siendo los patriarcas, y los de este año demostraron la seriedad y la sobriedad que demandan los tiempos. Jackman avisó hace tres años de la recesión, pero es ahora cuando más patente se ha hecho en una gala que al menos no ha renunciado al glamour. Y mientras esperamos tiempos mejores seguiremos disfrutando de los sueños que nos regalan un puñado de privilegiados y privilegiadas que eran como nosotros y acabaron acariciando el Olimpo. Y si no que se lo digan a Penélope Cruz, venerada en Estados Unidos, como demuestra el hecho de que la sentaran en primera fila, junto al equipo de The Artist, o como se comprueba en el vídeo de presentación de la Alfombra Roja en la cadena ABC. Aún no puedo comprender por qué aquí, en su país, no ocurre lo mismo, con la excelente embajadora que nos ha salido.

martes, 28 de febrero de 2012

MI SEMANA CON MARILYN La princesa melancólica

Título original: My Week with Marilyn
USA-Reino Unido 2011 99 min.
Dirección Simon Curtis Guión Adrian Hodges, según los libros “My Week with Marilyn” y “The Prince, the Showgirl and Me” de Colin Clark Fotografía Ben Smithard Música Conrad Pope y Alexandre Desplat Intérpretes Michelle Williams, Eddie Redmayne, Kenneth Branagh, Judi Dench, Emma Watson, Dominic Cooper, Toby Jones, Derek Jacobi, Dougray Scott, Julia Ormond Estreno en España 24 de febrero de 2012

Dirigida con buen oficio y sentido de la mesura por un realizador proveniente de la televisión británica, esta crónica sobre el rodaje de El príncipe y la corista, película que Marilyn Monroe rodó en Inglaterra a las órdenes del coprotagonista Laurence Olivier en 1957, se centra en la figura de la controvertida actriz para analizar su figura y su alma. A partir de las experiencias personales con la estrella de un ayudante de dirección, Colin Clark, un estupendo, perplejo y con cara de decir “¿esto me está pasando a mí?” Eddie Redmayne, a quien hemos visto en una coproducción española protagonizada por Julianne Moore que se titula Saving Grace, la cinta nos cuenta los días pasados en la campiña inglesa por Marilyn junto a su recién estrenado marido y ya en crisis Arthur Miller. El principal mérito del film es que Michelle Williams logre, a pesar de su escaso parecido con la estrella y sus limitaciones en belleza, que acabemos viendo a la Monroe y convencernos con su estupenda interpretación. También Kenneth Branagh logra con matices y gestos que olvidemos que Olivier tenía mejor porte que él, con quien curiosamente comparte su apasionada dedicación a Shakespeare. La melancolía de la actriz, sus caprichos, su inestabilidad y su inseguridad están bien retratadas y magníficamente recreadas en la interpretación de Williams, con un guión sincero y detallista que no permite que ninguna de las situaciones descritas prescindan de la presencia de su narrador. Tono bucólico y romántico en esta película que deviene no exactamente en una crónica de rodaje, sino en una historia de amor y atracción devoradora como vehículo para reflexionar sobre una de las personalidades más atormentadas y complejas del celuloide de leyenda. Hermoso el tema principal de Alexandre Desplat, que Conrad Pope desarrolla convenientemente a lo largo de una partitura que cuenta con la participación inestimable del pianista chino Lang Lang.

lunes, 27 de febrero de 2012

LOS OSCAR 2011 (1) Los premios


Los detallistas dibujos del musical "Chico y Rita"
Desde que en España la gala anda secuestrada por un canal de pago, hace ya más de veinte años, hay que verla a duras penas (bloqueos, mala señal...) por Internet si se quiere seguir en directo, o a través de la radio si se tiene paciencia y buena voluntad para soportar los comentarios permanentes, mezquinos, cretinos, inoportunos, mal informados e irrespetuosos de nuestros/as cronistas. Así que lo mejor es esperar a tenerla disponible y verla en buenas condiciones de imagen y sonido, aunque sea en diferido.

La pasarela de "Pina"
A falta por lo tanto de poder comentar la ceremonia, que nuestros entendidos ya se han apresurado a calificarla de aburrida (¿cuándo no lo hacen?), empezaremos por los premios. Como siempre, o casi, unos previsibles - los cinco de The Artist - y otros no tanto (hubiésemos deseado que la Academia no hubiese dejado la oportunidad de premiar dos obras de arte como la española Chico & Rita y la alemana Pina, a falta por supuesto de ver el documental agraciado, Undefeated; Rango nos sigue pareciendo una película antipática). El Oscar al guión de Midnight in Paris era tanto o no previsible, pero nos llama la atención que no lograra el Goya en favor de No habrá paz para los malvados, lo que haciendo una regla de tres querría decir tanto como que tenemos mejores cintas que premiar en nuestro cine que los propios americanos. De todos modos, con permiso del Sr. Allen, la frase del año, y la que mejor define esta penosa era, la contiene el guión de Margin Call, cuando Zachary Pinto mira a través de la ventana del coche a la gente de la calle y comenta apesadumbrado lo inocentes que parecen sin sospechar lo que se les viene encima (la dichosa crisis económica). 

Michael Fassbender en "Shame"
Es cierto que The Artist es una producción francesa, pero no olvidemos que tiene una factura muy americana, en personal técnico y artístico, y que homenajea el cine mudo hecho en Hollywood, y en inglés (rótulos y un pequeño diálogo). Se le han escapado los premios a la mejor dirección artística y mejor fotografía, que han ido a parar muy merecidamente a La invención de Hugo. Para Robert Richardson supone su tercer Oscar, tras haberlo conseguido por JFK y El aviador; sin duda se trata de un maestro de la iluminación y las texturas, cuyos trabajos nunca pasan desapercibidos. Por cierto, nuestra querida TVE le ha endosado a la película de Scorsese los ¡tres! Oscar de sonido: Mezclas, Efectos y Montaje. Existen los de mezclas y montaje, pero los únicos efectos a los que actualmente se puede acceder son los visuales, que también ha logrado Hugo. Por su parte, si se referían a montaje a secas, ha ido a parar al muy estimulante remake de Millennium: Los hombres que no amaban a las mujeres. Otra perla de nuestros informantes televisivos ha sido endosarle dos Oscar a Christopher Plummer, el logrado por Beginners y otro que no se sabe de dónde se lo han sacado. El señor von Trapp (Sonrisas y lágrimas) sólo fue nominado en una ocasión anterior, hace dos años por La última estación, donde daba vida a Tolstoi. Tampoco han estado muy finos los comentaristas españoles cuando se han referido a la cinta de Scorsese como la gran derrotada. Cinco oscars ya los quisieran para sí muchas películas; les recuerdo a estos ¿profesionales? que es el mismo número de premios logrados por Doctor Zhivago, En busca del arca perdida o El rey y yo, y también en apartados de los discutiblemente denominados menores. Por último muy merecidos los dos premios de La dama de hierro, ambos por la magnífica recreación de Margaret Thatcher, ya se trate de la incontestable Meryl Streep o de su soberbio maquillaje; aunque la película en general no sea gran cosa, esos dos apartados brillan por sí solos. Lo que no tiene nombre es el premio a la mejor canción. Con cosechas tan generosas en el cine yanqui en esa categoría, resulta inadmisible que sólo concurrieran dos canciones, y en absoluto merecedoras de ningún reconocimiento. Pero puestos a premiar a una de las dos, nos parecía más coherente reconocer el talento de artistas tan consagrados e incluso míticos como Sergio Mendes o Carlinhos Brown (Rio) que a Bret McKenzie, que a buen seguro apenas se habrá trabajado el galardón y ni se esperaría no ya el premio sino ni siquiera la nominación.

Ryan Gosling en "Drive"
Como siempre son muy sonadas las ausencias, muy especialmente este año los dos actores de moda, Michael Fassbender y Ryan Gosling, con películas como Shame o la excelente Drive. Quizás la primera sea demasiado radical para el gusto de los académicos, en cuanto a sexo casi explícito, mientras la opinión hebrea debe haber pesado mucho a la hora de despreciar Melancolía, tras las desafortunadas declaraciones de su director, Lars von Trier, en Cannes, haciendo poco menos que una apología del nazismo. Una vez más tenemos que lamentar que nuestra Academia no seleccionara La piel que habito para representarnos en el apartado de Mejor película de habla no inglesa. Estamos seguros de que una nominación la habría arañado, aunque el premio a Nader y Simin, una separación estaba cantado.

domingo, 26 de febrero de 2012

BULLHEAD Toro marcado

Título original: Rundskop
Bélgica 2011 124 min.
Guión y dirección Michael R. Roskam Fotografía Nicolas Karakatsanis Música Raf Keunen Intérpretes Matthias Schoenaerts, Jeroen Perceval, Jeanne Dandroy, Barbara Sarafian, Tibo Vanderborre, Frank Lamers, Sam Louwyck Pendiente de estreno en España

Su paso por el Festival de Austin, donde logró el premio a la mejor película, quizás haya propiciado que esta cinta, ópera prima de su realizador y también proyectada en el pasado Festival de Sevilla, se haya colado entre las nominadas este año al Oscar a la mejor película en habla no inglesa. Se trata de una crónica sobre las secuelas que deja de por vida un desafortunado incidente infantil en un corpulento granjero metido en más de un problema de carácter mafioso, en concreto relacionado con carne de ganado hormonada. Un personaje caracterizado por un fuerte autismo, traducido en su imposibilidad para relacionarse socialmente con un mínimo de satisfacción. Una trama compleja y no muy bien desarrollada trata de rellenar sus dos horas largas de metraje, para desesperación de un público al que no llegarán a convencer las vicisitudes existenciales de su protagonista, y al que únicamente sorprenderá la revelación del origen de su controvertido y difícil carácter. Envoltorio de clásico producto violento y duro para un análisis poco atractivo de un personaje atormentado, esquivo y poco congraciado con su propio entorno, con el que apenas se logra complicidad ni empatía.

POLISSE La (mala) conducta ejemplar

Francia 2011 127 min.
Dirección Maïwenn Guión Maïwenn y Emmanuelle Bercot Fotografía Pierre Aïm Música Stephen Warbeck Intérpretes Karin Viard, JoeyStarr, Marina Foïs, Nicolas Duvauchelle, Maïwenn, Emmanuelle Bercot, Frédéric Pierrot, Sandrine Kiberlain, Karole Rocher, Arnaud Henriet, Naidra Ayadi, Jérémie Elkaïm, Riccardo Scarmacio, Wladimir Yordanoff, Louis-Do de Lencquesaing Estreno en España 24 de febrero de 2012

Una mujer realiza un reportaje fotográfico sobre la rutina diaria de una brigada policial de protección de menores; la misma mujer rueda esta película para que el público observe el día a día de este cuerpo de hombres y mujeres entregados a velar por la salud e integridad física y moral de pequeñas criaturas sometidas a vejaciones, abandonos y penosas experiencias vitales en general. Esa mujer es Mäiwenn Le Besco, posiblemente inspiradora del personaje que en Leon, el profesional de Luc Besson (padre de su hija) interpretara Natalie Portman. Con éste su tercer film como realizadora, tras Perdonnez-mois y Le bal des actrices, ha obtenido el mayor éxito de su carrera en su país, Premio del Jurado en Cannes y trece nominaciones a los César incluidas (siete para algunos de sus numerosos intérpretes), de los que ha logrado dos (actriz revelación, Naidra Ayadi, y montaje). Cuesta entrar en la dinámica de un grupo en el que lo mismo hay un tremendo mal rollo (gritos, acusaciones, reproches) que reina el mejor de los ambientes (la secuencia de la discoteca). Precisamente a partir de esa mágica secuencia comenzamos a empatizar con sus personajes y a entrar de lleno en sus propuestas, aunque para entonces ya ha pasado casi la mitad de la película. Hasta ese momento hemos asistido a una crónica insufrible de lo intrascendental, tal es la frialdad con la que se nos exponen los triviales devenires existenciales de los y las policías, así como los numerosos casos que se exponen en una sucesión mecánica en la que ni siquiera se nos pide implicación emocional. Sin embargo, una vez presentadas las premisas, repetimos quizás muy tarde, logramos enganchar con un proyecto más que interesante y envolvente en el que destaca la incapacidad de los vigilantes del decoro y las buenas costumbres para llevar una conducta ejemplar en sus relaciones personales, con familia, amistades, compañeras y allegados. Con un espléndido JoeyStarr, una estrella del rap en Francia, y la actuación autista de la propia realizadora como catalizadores del universo humano que esta crónica coral propone, la cinta va poco a poco ganando derroteros y convirtiéndose en una propuesta tan inquietante como sobria y sólida.

sábado, 25 de febrero de 2012

LA INVENCIÓN DE HUGO La vieja y entrañable fábrica de sueños

Título original: Hugo
USA 2011 128 min.
Dirección Martin Scorsese Guión John Logan, según el libro “La invención de Hugo Cabret” Fotografía Robert Richardson Música Howard Shore Intérpretes Asa Butterfield, Chloë Grace Moretz, Ben Kingsley, Sacha Baron Cohen, Emily Mortimer, Jude Law, Christopher Lee, Helen McCrory, Michael Stuhlbarg, Frances de la Tour, Richard Griffiths, Ray Winstone
Estreno en España 24 de febrero de 2012

Coincide la nueva película de Scorsese con una ola nostálgica en el cine que podría venir determinada, como tantas otras cosas en esta penosa época que nos está tocando vivir, por la crisis económica, origen también de otros tipos de crisis, como la ideológica, la cultural o la de las ilusiones. Va dejando de parecer casualidad que la película triunfadora del año sea un film mudo (The Artist), que Spielberg fije su mirada en la épica clásica de los años 60 (Caballo de batalla), o incluso, permítanme que la incluya en el lote, que José Luis Gª Sánchez (con mucha menos fortuna y talento) desempolve un guión de Azcona y lo ruede al más puro estilo del Berlanga también de los 60 (Los muertos no se tocan, nene). Miradas puestas en un pasado al que Scorsese hace una emocionante declaración de amor. Dejando una vez más la violencia de lado, como ya hizo en otras ocasiones (La edad de la inocencia, Kundun, New York New York, ¡Jó, qué noche!), Scorsese se reinventa a sí mismo y logra que todos sus habituales lo hagan, incluida su sempiterna montadora Thelma Schoonmaker, para regalarnos un extraordinario cuento sobre el cine como captador de sueños, como generador de ilusiones, como vehículo para la más maravillosa de las magias. Y para eso nada mejor que recurrir a la más sofisticada y moderna tecnología, incluido un muy estimulante e intencionado uso del 3D. Sin ser de animación, los retoques digitales son tan abundantes que casi lo parece, lo que ayuda enormemente a dar al conjunto ese aire de ensoñación casi infantil, con una dirección artística (del ya mítico Dante Ferretti) y vestuario (la no menos prestigiosa Sandy Powell) apabullantes, una banda sonora de Howard Shore que se adapta como un guante a la ambientación e intención del film, en la que es su quinta colaboración con el director, y un elenco de personajes e intérpretes entrañables. Atención porque pasan desapercibidos Dalí y James Joyce entre los figurantes, y un Django Reinhardt interpretado por un actor (Emil Lager) de enorme parecido con Johnny Depp, curiosamente productor de la cinta. Una declaración de amor en toda regla a ese cine mudo del que parten las ilusiones, la magia y los sueños que en muchas ocasiones hemos perdido. Buster Keaton, Charles Chaplin, Harold Lloyd, D.W. Griffith, Douglas Fairbanks y sobre todo Georges Mélies, son objeto de esta emocionante declaración de amor, a través del emotivo y encantador viaje físico y emocional de dos niños, con una nostálgica y bulliciosa estación de trenes en el París de los años 30 como escenario principal. Homenaje pues de un cinéfilo empedernido, como ha demostrado en sus películas, documentales y trabajos dedicados a genios como Hitchcock, a un mundo de fantasía y efectos especiales, que no efectistas como lamentablemente suele ser habitual en el cine frenético de hoy, del que la cinta de Scorsese huye recreándose más bien en sus secuencias y su excelente puesta en escena. Una delicia en toda regla, de obligada visión para todos y todas los que seguimos creyendo en el cine como fábrica de sueños y espectáculo de pura magia; un espectáculo al que se accede con una llave con forma de corazón, porque sin él no hay magia.

viernes, 24 de febrero de 2012

SOBRIEDAD Y LUCIDEZ EN EL 10º PROGRAMA DE ABONO DE LA ROSS

10º Concierto de abono de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Isabelle van Keulen, violín. Howard Griffiths, director. Programa: Concierto para violín y orquesta en Mi menor Op.64 de Mendelssohn; Serenata nº 1 en Re mayor Op.11 de Brahms
Teatro de la Maestranza, jueves 23 de febrero de 2012

Con un premio "Sevillanos en la Onda" bajo el braco, pero a la vez coincidiendo con la fuerte polémica suscitada por un controvertido e inoportuno artículo en el diario ABC que empaña aún más la delicada situación por la que pasan nuestras orquestas y la cultura en general en nuestra comunidad, el pasado jueves la ROSS celebró su décimo programa de abono de la presente temporada bajo la batuta de un director al que ya conocen sobradamente, el inglés Howard Griffiths.

Desconocemos hasta qué punto Griffiths les hace trabajar o no duro a los músicos de la orquesta, si es receptivo a sus propuestas e inquietudes, tanto como parece lo era Lombard (hasta ahora siempre habíamos creído que el tiempo en el que la formación estuvo bajo el mandato del francés fue su época más desastrosa y llena de incertidumbres, con sorpresas continuas, pero a la vista del citado artículo parece que estábamos equivocados), pero lo cierto es que sobre el escenario el director inglés derrocha gracia y simpatía, y su trabajo frente a las partituras resulta convincente, atractivo y sumamente adecuado. Desde el patio de butacas muchos y muchas hemos celebrado el progreso continuo de una orquesta que admiramos con orgullo y satisfacción, por eso nos apena que sus integrantes estimen que se encuentran estancados artísticamente; a no ser que se refieran a las posibilidades en giras y presupuestos que les está negando esta terrible y tan cacareada crisis.

El celebérrimo Concierto para violín en Mi menor de Mendelssohn destila clasicismo y romanticismo, quizás por encontrarse su autor en esa encrucijada, encontrando en la batuta de Griffiths una muy adecuada visión densa, lírica y melancólica cuando procede, así como vivaz y mordaz en sus momentos más vigorosos, algo a lo que el violín de la intérprete holandesa Isabelle van Keulen se adaptó perfectamente, en una lectura que como suele ser habitual en otros violinistas no fue buscando sólo el brillo y la gloria propia del virtuosista, sino captar la esencia de la música, sus aspectos más sutiles y su estilo refinado. Continuando con la integral orquestal de Brahms que está ofreciendo la presente temporada, Griffiths volvió a destilar sobriedad en su interpretación de la sorprendente y majestuosa Serenata nº 1 de Brahms, logrando una gran sintonía en todos los instrumentistas, con excelentes momentos de lucimiento para las secciones de madera y metal.

jueves, 23 de febrero de 2012

LO MEJOR DE EVA Thriller de manual

España 2012 93 min.
Dirección Mariano Barroso Guión Mariano Barroso y Alejandro Hernández Fotografía David Omedes Música Arnau Bataller Intérpretes Leonor Watling, Miguel Ángel Silvestre, Nathalie Poza, Helio Pedregal, Josean Benegoetxea, Adriana Ugarte, José Luis Torrijo, Isabel Mata Estreno 10 febrero 2012

Tras varios años sin dirigir – Hormigas en la boca la hizo en 2005 – Mariano Barroso (Mi hermano del alma, Éxtasis, Los lobos de Washington) demuestra con thriller de manual que es un realizador sobrevalorado, sin apenas talento ni siquiera para digerir géneros y títulos que ya hemos atisbado en otras ocasiones. Drama judicial de investigación, corrupción y ridículo sexo en la línea de un trasnochado Instinto básico, con una puesta en escena sobria y elegante, un logrado y sofisticado trabajo de imagen en el que como tantas otras veces falla su guión. Giros convencionales, comportamientos poco creíbles en sus personajes y acontecimientos que apestan por absurdos e incoherentes. Leonor Watling se esfuerza por contenerse pero acaba no pudiendo reprimir gestos y mohines mecánicos e irritantes, mientras Miguel Ángel Silvestre no da la talla en un personaje que requiere sobre el papel una mayor complejidad y ambigüedad para dar consistencia a la trama.

LA MUJER DE NEGRO Cuento de fantasmas

Título original: The Woman in Black
Reino Unido-Canadá-Suecia 2012 95 min.
Dirección James Watkins Guión Jane Goldman, según la novela de Susan Hill Fotografía Tim Maurice-Jones Música Marco Beltrami Intérpretes Daniel Radcliffe, Ciarán Hinds, Janet meter, Liz White, Shaun Dooley Estreno en España 17 febrero 2012

No se trata exactamente de la recuperación del estilo de la mítica productora británica Hammer, responsable también de esta cinta, sino más bien del aprovechamiento de un tipo de cine de terror gótico que curiosamente ha sido en nuestro país donde ha vivido una nueva oportunidad, a través de títulos como Los otros o El orfanato. Un clásico cuento de fantasmas y casas encantadas con Harry Potter de protagonista (puede que el chaval esté demostrando que se puede quitar el sanbenito del personaje, pero lo cierto es que en más de una secuencia parece que va a terminar haciendo magia). Tiene el mérito de encerrarnos en una mansión y envolvernos en su misterio fundamentalmente a través de la oscuridad, pero sin renunciar a los dichosos golpes de efecto y sonido tan socorridos en estos casos. Con una correcta ambientación, un ritmo adecuado y un equilibrado sentido narrativo, la cinta se deja ver pero en ningún momento logra elevar el nivel por encima del mero y discreto entretenimiento, tras aprovechar unas premisas muy frecuentadas en el cine de género.

INFIERNO BLANCO La materia gris

Título original: The Grey
USA 2012 115 min.
Dirección Joe Carnahan Guión Joe Carnahan e Ian Mackenzie Jeffers, según el relato “Ghost Walk” del segundo Fotografía Masanobu Tayakanagi Música Marc Streitenfeld Intérpretes Liam Nelson, Dermot Mulroney, Frank Grillo, Joe Anderson, James Badge Dale, Dallas Roberts, Nonso Anozie, Ben Bray Estreno en España 17 febrero 2012

La mayor virtud de esta película producida por Ridley Scott y dirigida por el realizador de Narc, Ases calientes y El equipo A es generar una tensión y ambiente irrespirables incluso en sus momentos más relajados, ciertas largas conversaciones entre los sufridos protagonistas en las que se cuece el verdadero trasunto de esta historia de supervivencia. Versión sesuda de aquella película sobre el accidente aéreo en los Andes que obligó a sus supervivientes a comerse a los muertos, trama aquí sustituida por el acoso de unos lobos asesinos, Infierno blanco analiza el refugio del ser humano en la memoria, los traumas y recuerdos que suscita verse en una situación límite, de incertidumbre total ante todo, la vida y la muerte, que se resume en una muy significativa frase repetida varias veces a lo largo del metraje: “Vivir o morir hoy”. La materia gris (The Grey del título original) es el protagonista de esta odisea de un grupo de supervivientes de un accidente aéreo en una gélida y salvaje Alaska. Flaco favor le hace a esta encarnizada propuesta el título que le han colocado en español, que trivializa el verdadero drama de unos hombre escogidos entre lo menos granado de la sociedad, que se tendrán que plantear más de una cuestión filosófica en un viaje hacia el abismo en el que el miedo y la sinrazón se irá apoderando de cada uno de ellos. “No tengas miedo” es el otro apunte que resume la idiosincrasia de esta película de ritmo a veces pausado, más cruda de digerir de lo que en un principio pudiera parecer bajo su apariencia de mero entretenimiento de horror y aventura.

miércoles, 22 de febrero de 2012

CUENTA ATRÁS Género francés

Título original: À bout portant
Francia 2010 87 min.
Dirección Fred Cavayé Guión Fred Cavayé y Guillaume Lemans Fotografía Alain Duplantier Música Klaus Badelt Intérpretes Gilles Lellouche, Ruschdy Zem, Gérard Lanvin, Elena Anaya, Mireille Terrier, Claire Pérot, Moussa Maaskri
Estreno en España 17 febrero 2012

El cine galo ha cultivado desde siempre el thriller policiaco, con estrellas como Jean-Paul Belmondo y Alain Delon a su servicio, siempre a la zaga de los modelos importados de Norteamérica, en aquellos tiempos con Eastwood y Bronson como referentes, pero otorgándoles también un sello propio francés. Esa es exactamente la fórmula utilizada en este trepidante film, seguir modelos americanos pero con cierto sello autóctono, que en esta ocasión podría traducirse en un importante protagonismo femenino. En su segunda película Fred Cavayé repite el género que le dio fama un par de años antes con Pour elle, que protagonizaron Vincent Lindon y Diane Kruger, y que tuvo remake americano con Russell Crowe dirigido por Paul Haggis (Los tres próximos días); y repite además trama familiar, por cuanto de nuevo tenemos a un hombre corriente haciendo lo indecible por salvar a su mujer, un rol que el protagonista, Gilles Lellouche, ya abordó en la película de Guillaume Canet Ne le dis a personne, en cuyo cartel publicitario también aparecía a la carrera. El afán de los guionistas por acumular giros de guión ayuda a mantener la tensión tanto como su excelente montaje y buena planificación, pero hay detalles en el libreto que resultan poco creíbles o demasiado convencionales, como el estupendo estado físico de quien ha sido sacado a la fuerza del hospital donde permanecía ingresado después de sufrir un aparatoso accidente, un eficaz Ruschdy Zem, actor fetiche de Rachid Bouchareb, o la aparente facilidad como se provoca toda una cadena de delitos para generar el caos propicio para el clímax final del film. Los intérpretes están bien, incluida una sufridora Elena Anaya y el malvado con cara de malo Gérard Lanvin, contribuyendo junto a todos los ingredientes, entre los que también destaca la omnipresente y angustiosa banda sonora de Klaus Badelt (Piratas del Caribe), a un producto eficaz y entretenido.

lunes, 20 de febrero de 2012

EL BUEN GUSTO Y SENTIDO DEL ESPECTÁCULO TRIUNFARON EN LOS GOYAS 2012

Eva Hache, divertida y glamurosa
Habrá que felicitar a la Academia, a la realización y a la presentadora Eva Hache por el buen espectáculo que ofrecieron la noche de los Goyas. Por fin una gala de gran altura, adecuado ritmo y excelente buen gusto, a pesar de los "ojetes" de Carlos Areces y Santiago Segura; claro que hasta para decir esa palabra hubo gracia e ingenio.

Dejando al margen lo poco atinadas que estaban unas nominaciones que ningunearon el cine arriesgado (La mitad de Oscar de Manuel Martín Cuenca y Los pasos dobles de Isaki Lacuesta, ganadora de la Concha de Oro en el Festival de San Sebastián) y los grandes éxitos comerciales de la temporada (La cara oculta, Lo contrario al amor y Torrente 4 en 3D tenían cada una, en sus modalidades, aciertos considerables), y encumbraron en exceso las cinco películas más nominadas, sin hablar de las sempiternas candidaturas de estrellas de Hollywood que se van de vacío (una cuestión sobre la que Segura estuvo sobrado de gracia). Caso flagrante el de Woody Allen como aspirante al mejor guión por Midnight in Paris, a propósito de la participación en su producción del catalán Jaume Roures y Mediapro; si había que considerar esta magnífica película, mejor hacerlo en varios apartados, y si no mejor obviarla, al final para que un guión tan ingenioso y original como ese perdiese ante el más convencional y clásico de Enrique Urbizu, sin menospreciar las considerables virtudes de su película, No habrá paz para los malvados.

Ana Wagener recogió un merecidísimo
Goya por La voz dormida
Apenas sorpresas en el palmarés, si exceptuamos que José Mota no recibiera el galardón al mejor actor revelación del año, en favor de Jan Cornet, más coherente con la filosofía e intención del premio, por La piel que habito. También el Goya al mejor guión adaptado deparó alguna sorpresa, al recaer en los responsables de adaptar el cómic de Paco Roca Arrugas al cine de dibujos animados. Benito Zambrano por adaptar a Dulce Chacón en La voz dormida y Pedro Almodóvar por hacer lo propio con la novela Tarántula de Thierry Jonqet en La piel que habito, parecían apuestas más seguras. Pero lo cierto es que los galardones estuvieron muy bien repartidos entre todos los títulos importantes aspirantes, y ni siquiera Blackthorn se fue de vacío, de lo cual nos alegramos por tratarse de un título arriesgado y muy bien manufacturado.

Pero vayamos a la ceremonia, la mejor sin duda y con diferencia de estos 26 años de recorrido. Porque han habido buenos presentadores, especialmente Rosa Mª Sardá, aunque también Buenafuente ha hecho trabajos dignos. Pero a la excelente y divertida labor de Eva Hache, en el escenario y en los elaborados e ingeniosos clips de presentación de las películas nominadas, hay que añadir el buen trabajo también de Cayetana Guillén Cuervo en unos simpáticos clips sobre consejos para llevar la gala a buen término. Y mención especial para unos numeros musicales espléndidos: el de arranque con nuestro star system animándose a cantar y bailar con envidiable profesionalidad, Victoria Abril incluida, y con algunos y algunas de los candidatos participando desde sus butacas; y el de presentación de las canciones nominadas a ritmo de estupendo rap con El Langui de maestro de cermonias y unos divertidos secundarios, especialmente Juan Diego, a excepción de un soso y desentonado Antonio Resines.

Espléndida Alfombra Roja, como
demuestra la guapísima Belén Rueda
La indumentaria y el comportamiento de presentadores y galardonados también fue encomiables. Primó la elegancia absoluta y por extensión la belleza. Agradecimientos en su mayoría escuetos y muy bien dichos, con emotivos recuerdos para las familias, los equipos y los compañeros y compañeras de candidatura. Muy buen ambiente y mucha profesionalidad, y si alguien se pasó de tiempo, lo hizo con respeto y teniendo cosas interesantes que decir. Kike Maíllo, al recoger el premio al mejor director novel, estuvo muy acertado al levantar a la joven protagonista de Eva, Claudia Vega, y aconsejarle públicamente que estudiara mucho para alcanzar una buena meta en la vida. Muy celebrada también la comparecencia en el discurso oficial no sólo del Presidente de la Academia, Enrique González Macho, productor y distribuidor muy concienciado con la versión original, y las dos vicepresidentas, Marta Etura y la realizadora Judith Colell (Elisa K), aunque el discurso del primero fuera excesivamente largo y redundante, aunque acertado.

¡Qué talento tiene este tío!
Emotivos los aplausos a la recuperada Silvia Abascal y a la ausente, por una gripe, Josefina Molina, Goya de Honor, cuyo video de reconocimiento estuvo muy acertado y sentimental. También el recuerdo a los desaparecidos del 2011 fue muy emotivo, sin olvidar a nadie en la profesión, incluidos críticos y la fundadora de Fotogramas. Genial e hilarante la intervención de Santiago Segura, y necesaria la reivindicación de Isabel Coixet del Juez Garzón.

Al final que Anonymous y El Muletilla se colaran en la fiesta fue lo de menos. Melanie Grifith parece que se lo pasó muy bien, a pesar de los inconvenientes idiomáticos, y dimos muy buen espectáculo y una excelente imagen. Está claro que el nuevo presidente de la Academia y su equipo son personas muy inteligentes, porque si seguimos así le vamos a hacer un gran favor a nuestro cine.

domingo, 19 de febrero de 2012

MAHLER RECREADO POR THOMAS HAMPSON: UNA NOCHE PARA RECORDAR

Recital lírico. Thomas Hampson, barítono. Wolfram Rieger, piano. Programa Lieder de Gustav Mahler: Lieder und Gesänge aus der Jugenzeit, Kindertotenlieder, Lieder eines Fahrenden Gesellen y Vier Rückert Lieder
Teatro de la Maestranza, sábado 18 de febrero de 2012

Avisados de que Hampson ya no era la voz que nos ha encandilado durante tres décadas, nos sorprendió encontrarnos con el barítono de hermosísimo timbre y poderosísima proyección en plena forma. Y lo mejor de todo es que al contrario que otros que perpetúan las claves de su éxito como si fuera una gallina de los huevos de oro, sin preocuparse por renovarse ni analizarse, Hampson ha reflexionado tanto a lo largo de estos treinta años sobre un repertorio que ha cantado tantísimas veces, que la suya es una interpretación insólita e inédita de los irrepetibles ciclos de Lieder de Mahler.

Programado para noviembre pasado, cuando aún nos encontrábamos sumergidos en las celebraciones del centenario de la muerte del compositor, Hampson llegó por primera vez a Sevilla con tres meses de retraso sobre la fecha prevista, pero con toda la carga emocional y todo el poderoso torrente de una voz para la que el generoso espacio del Teatro de la Maestranza se le queda pequeño. Perfecto conocedor de las ilimitadas posibilidades de su voz, de todos los registros de los que es capaz, de su equilibrio y su modélica modulación, buen gusto indiscutible para las transiciones y los cambios de color y tono, Hampson recreó, como hace cada vez que se enfrenta a ellas, las hermosísimas canciones del músico austriaco, buscando siempre nuevas expresiones, matices y detalles que hacen que no tengan parangón con grabaciones o interpretaciones previas. Lo que en un principio podía resultar un programa monótono, a pesar de la excelencia de las composiciones, dejó de serlo en manos de tan sabio y hábil hombre de espectáculo, cuya capacidad para acaparar la atención logró reprimir hasta nuestro más mínimo gesto, lo que no impidió algunas, menos que en otras ocasiones, toses, y sobre todo que los entusiastas aplausos interrumpieran más de una vez la magia y la respiración de los conmovedores finales. Llegó a cortar literalmente el aire con su prodigiosa interpretación de la obra maestra indiscutible Ich bin der Welt abhanden gekommen (He abandonado el mundo), donde como en otras piezas Hampson sorprendió con unas formas de apianar que suponen en sí mismas toda una recreación artística, novedosa y sensacional. 

Wolfram Rieger, excelente acompañamiento
Desventuras amorosas, exaltaciones de la Naturaleza, reflexiones dramáticas, contención, profundidad, implicación y devoción... todo eso tuvo su lugar en una noche para el recuerdo, con la impagable complicidad del pianista Wolfram Rieger, compañero de fatigas y emociones en más de un recital de la última década, de prodigiosa atención al detalle y excelente capacidad expresiva, protagonista de unas interpretaciones cargadas de intención y de emoción... un guante perfecto para la extraordinaria voz del barítono americano.

Sin explicación alguna para dejar fuera, como suele hacer, el primero de los cinco Rückert-Lieder, acabó ofreciéndolo como propina, no sin antes bromear ante el entusiasta y agradecido público, advirtiéndole que si queríamos bises tuviésemos cuidado, porque "Mahler ha escrito unos cincuenta Lieder y sólo hemos interpretado la mitad". Quedó claro, el protagonista era el compositor, él sólo un medium, y no iba a empañar esa intención obsequiándonos por ejemplo con algún clásico americano, de esos de los que es excelente embajador, como Porter, Kern o Berlin. Cualquier tipo de lucimiento tendría que venir sólo a través de Mahler. Esa sí que es actitud humilde y comprometida, ajena a cualquier divismo, al menos de cara al público, que es lo que importa, porque las miserias, si las hay, se tienen que quedar en casa.

SHAME Moralina disfrazada de audacia

Reino Unido 2011 101 min.
Dirección Steve McQueen Guión Steve McQueen y Abi Morgan Fotografía Sean Bobbitt Música Harry Escott Intérpretes Michael Fassbender, Carey Mulligan, Hannah Ware, James Badge Dale, Amy Hargreaves, Nicole Beharie
Estreno en España 17 febrero 2012

Una de las películas más esperadas del año, aclamada en Venecia, donde obtuvo la Colpa Volpi al mejor actor y el Premio Fipresci; y sin embargo una decepción, no exactamente como producto cinematográfico, ya que juega bien sus cartas en cuestiones como el ritmo, la narrativa, el gancho de sus protagonistas y las elegantes localizaciones, todo lo cual contribuye a que se trate de un producto entretenido y sumamente atractivo. Pero decepcionante por su doble moral. Por un lado nos encontramos ante un producto presuntamente audaz, que muestra escenas de sexo explícito, desnudos generosos y situaciones que rozan la pornografía; y sin embargo por el otro lado esgrime una tesis absolutamente reaccionaria, puritana y sorprendentemente moralista. El realizador Steve McQueen, descubierto con Hunter, nos presenta en un principio a un treinteañero independiente, atractivo y triunfador en los negocios; además se confiesa contrario al compromiso y vive su sexualidad de forma promiscua, abierta y expansivamente. Hasta ahí todo va bien, hasta que el guión y la manipulación lo castigan enviándole una responsabilidad, frustrando su filosofía de vida, obligándole a replantearse su mundo y pervirtiendo lo que sólo debiera ser sexo variado, alegre e inofensivo. La familia y el orden son el único refugio posible, la adaptación social es imprescindible y las relaciones con los demás están sujetas a reglas y estereotipos. Psicología reaccionaria y terriblemente conservadora, aunque se practique bajo parámetros de falsa modernidad y descarada audacia formal. Finalmente hemos conocido a un enfermo, un desequilibrado hambriento de redención, que se asquea de lo que hace, y como resultado de la manipulación a la que hemos sido sometidos, no nos queremos parecer a él, y por supuesto nos compadecemos de quien ha provocado la carga que se le ha venido encima. Se nos viene a decir que las responsabilidades son buenas, nos hacen madurar y ordenan nuestras costumbres e ideas. Alcohol, drogas, sexo… todo en el mismo saco de la depravación y la humillación moral. Por ahí empieza la censura, y luego sigue por políticas castradoras en épocas de crisis, que para eso tiene que haber de vez en cuando alguna, para controlarnos y meternos en vereda, sin que nos demos cuenta y sigamos creyendo que tenemos pensamiento libre y progresista. Su protagonista obtuvo galardón también en Sevilla.

Artículo recuperado de las crónicas del Festival de Cine Europeo de Sevilla 2011

sábado, 18 de febrero de 2012

YOUNG ADULT Un engañabobos

USA 2011 94 min.
Dirección Jason Reitman Guión Diablo Cody Fotografía Eric Steelberg Música Rolfe Kent Intérpretes Charlize Theron, Patton Oswalt, Patrick Wilson, Elizabeth Reaser, Jill Eikenberry, Richard Bekins, Collette Wolfe Estreno en España 17 febrero 2012

No faltarán quienes consideren el nuevo trabajo del director de Up in the Air, que vuelve a colaborar con la guionista Diablo Cody tras los buenos resultados obtenidos con Juno, un análisis inteligente, puntilloso, sarcástico y amargo de la dificultad para madurar y de paso de esa América profunda que llevan intentándonos vender desde hace muchos lustros. Por lo que a nosotros respecta no se trata más que de un producto realizado para engañar precisamente a esos ingenuos e intentar arañar unos cuantos premios, objetivo no logrado, porque lo de pretender llegar a un amplio sector del público creemos que han renunciado hasta sus propios artífices. Lo cierto es que aquí Charlize Theron interpreta a una escritora incapaz de madurar que regresa a la localidad provincianísima en la que creció para recuperar un amor de juventud, un simplón de cuidado, y en el camino tropieza, de forma forzada y continuada, con el típico friki inevitable de la función. Puede que Diablo Cody se identifique con su personaje, incluso que lo haya basado en ella misma, pero resulta difícil para cualquier soltero o soltera que haya optado por un modelo de vida alternativo al común denominador identificarse con esta zombi perdida y desorientada. Todo acaba resultando anodino e intrascendente, y sólo algunas líneas de diálogo, comportamientos alucinados y expresiones faciales acaban divirtiendo un poco y haciendo que el engendro se sobrelleve sin dificultad. Huella no deja, incómoda tampoco es.

viernes, 17 de febrero de 2012

MÜLLER-SCHOTT DE NUEVO ACOMPAÑADO POR LA SINFONICA DE SEVILLA

9º Concierto de abono de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Daniel Müller-Scott, violonchelo. Marina Rodríguez-Cusí, mezzosoprano. Francisco Vas, tenor. José Antonio López, barítono. Josep Pons, director. Programa: Sinfonía nº 27, de Mozart; Variaciones sobre un tema rococó, de Tchaikovsky; Pulcinella, de Stravinsky
Teatro de la Maestranza, jueves 16 de febrero de 2012

Josep Pons
Cuando sólo le quedan unos meses para afrontar la dirección musical del Liceo en la que es su peor crisis desde el famoso incendio que lo devastó en la década de los 90, y recién desembarcado de una fructífera labor frente a la Orquesta Nacional de España, con la que ha diseñado unos muy atractivos programas en los últimos años, Josep Pons asumió de nuevo la batuta de nuestra Sinfónica como director invitado.

Siendo éste el único programa que ha sufrido modificaciones de la actual temporada concertística, aplaudimos el diseño final, una coherente y sugerente visión del clasicisimo a lo largo de tres siglos y de la mano de tres autores diferentes. Girando alrededor de Mozart, el homenaje a la sencillez del pasado desde el habitual gusto romántico de Tchaikovsky, y la recuperación de un estilo que simplificaba la escritura y el ritmo, de la mano del ecléctico Stravinsky.

Abordado desde unos prismas que seguramente pretendían reflejar el estilo sencillo de la época homenajeada, Pons exhibió quizás unos modos de dirigir demasiado austeros, sacrificando las posibilidades tímbricas de una orquesta generalmente aterciopelada y brillante, y prefiriendo unos tonos ásperos y hasta toscos. El excelente violonchelista alemán Daniel Müller-Schott volvió a hacer gala de un prodigioso dominio técnico y un virtuosismo fuera de toda duda, además de atinar a la hora de acometer los diversos estados anímicos que exigen las Variaciones Rococó de Tchaikovsky. Suyos fueron los momentos más sublimes de una noche en la que las otras dos piezas interpretadas evidenciaron su endeblez ante una interpretación correcta y justa pero no apta para levantar pasiones.

En la segunda parte, en la que se ofreció en su versión completa el ballet Pulcinella, Marina Rodríguez-Cusí y José Antonio López acertaron con unas voces magníficamente colocadas, de sobrada proyección, equilibrada modulación y satisfactoria emisión, mientras Francisco Vas sufrió ciertos inconvenientes en una voz que se antojó de insuficiente alcance y con más de un apuro en el endiablado Una te fa l'nzemprece. Pons acompañó con mucho respeto y sumisión, mientras la orquesta aprovechó su oportunidad para brillar en secciones que otras veces no han logrado convencernos, como los metales. Y de esta forma, en general el espectáculo resultó cohesionado, sencillo y amable, como el Clasicismo al que se tributaba.

CRISTOBAL HALFFTER Y EL FUTURO DE ESPAÑA

3er programa Orquesta Sinfónica Universidad de Sevilla-CSM Manuel Castillo. Óscar Martín, piano. Juan García Rodríguez, director. Programa: Elegías a la muerte de tres poetas españoles, de Cristóbal Halffter; Concierto para piano y orquesta nº 3 en re menor Op.30 de Sergei Rachmaninov. Auditorio E.T.S. de Ingeniería. Miércoles 15 de febrero de 2012

Si ya disfrutamos mucho con las dos anteriores comparecencias de la orquesta universitaria, la del pasado miércoles las superó. Gente joven en el escenario y una mayoría de jóvenes también en un auditorio a rebosar, exhibiendo un extremo respeto y una exquisita educación, atentos a la desgarradora interpretación que Juan Gª Rodríguez frente a su imponente conjunto hicieron de las tres Elegías de Halffter.

El desarraigo del exilio de Machado edificado sobre notas sostenidas, golpes de efecto y enorme pesar en el ambiente, la cárcel de Hernández ilustrada con angustia y rabia, y la sangre derramada de Lorca descrita con dureza y un inmenso grito de dolor. Unas páginas estrenadas hace veinticinco años en Granada y poco frecuentadas en nuestra geografía, que nuestros maestros leyeron con energía, emoción y mucha disciplina. Unas palabras del propio Cristóbal Halffter frente al público, elogiando la juventud de sus intérpretes y la esperanza que representan para el futuro del país, acabaron por convertir el evento en acontecimiento y de paso empañar nuestros ojos.

Óscar Martín, que ya nos había embelesado en otras ocasiones, ofreció una lectura enérgica y apabullante del complicado Concierto No. 3 de Rachmaninov, acompañado de enorme lirismo y poesía en los movimientos extremos, si bien paradójicamente fue el segundo, el adagio, el que peor resultó, algo enmarañado y desequilibrado. La orquesta respondió impecablemente, y Martín nos evocó en la propina el estilo del Glenn Gould de sus maravillosas grabaciones de Bach en su interpretación de una obra de Scarlatti.


Artículo publicado en El Correo de Andalucía el viernes 17 de febrero de 2012

EL JOVEN PIANISTA FRANCISCO FIERRO: UNA ACTITUD HEROICA

Ciclo "Jóvenes Intérpretes" del Teatro de la Maestranza. Francisco Fierro, piano. Programa El piano romántico : 5 preludios de Scriabin; 5 preludios y 3 estudios de Rachmaninov; Le Vallee D'Obermann y Funeráilles de Liszt; Polonesa "Heroica"de Chopin. Sala Manuel García del Teatro de la Maestranza. Martes 14 de febrero de 2012

Tras el concierto que en diciembre dio la malagueña Sara Requena, proveniente del Conservatorio de Torre del Mar, el pasado martes cerró el mini ciclo de jóvenes intérpretes Francisco Fierro, un ambicioso, talentoso y muy joven madrileño que combina interpretación y composición entre sus actividades.

Autor de monumentales páginas sinfónicas, Scriabin se caracteriza por la brevedad de muchas de sus obras para piano, algo así como un miniaturista del género, sin por ello prescindir de un alto nivel de ensoñación e intensidad emocional, lo que exige una mayor atención al detalle y perspicacia que la manifestada por el ejecutante. Su tendencia al forte, sin apenas contraste entre una bravura técnica que domina y un lirismo espiritual casi poético del que carece, malograron las posibilidades temáticas y melancólicas de las piezas de Rachmaninov, evidente por ejemplo en el Preludio Op.23 número 5 Alla marcia.

Más acertado en la segunda parte, donde exhibió una más adecuada capacidad de reflexión en El valle de Obermann, perteneciente al primer volumen de los Años de peregrinaje de Liszt, dedicado a paisajes suizos. También la más famosa de sus Armonías poéticas y religiosas, la elegíaca Funerales, encontró en Fierro un especial cuidado por combinar habilidad técnica e intimismo espiritual, aunque siempre desde una tendencia obsesiva por el forte, con una actitud no siempre adecuadamente heroica, y exhibiendo en todo momento mucho cuerpo y vigor, algo que le vino muy bien para ofrecer una satisfactoria lectura de la célebre Polonesa Op.53 de Chopin.

Artículo publicado en El Correo de Andalucía el 16 de febrero de 2012

miércoles, 15 de febrero de 2012

PROGRAMAS DE ALFOMBRA ROJA EMITIDOS EN RADIOPOLIS - FEBRERO 2012

7-2-2012 Una de las galardonadas en los premios ASECAN del 2011 fue la Semana de Cortometrajes de San Roque (Cádiz), con cuyo responsable, Esteban Gallego, mantenemos una conversación en este programa en el que también repasamos los estrenos de la semana, entre ellos War Horse, Declaración de guerra, Lo mejor de Eva, Three, The French Kissers y Papá soy una zombi.


Descarga http://www.archive.org/details/AlfombraRoja2012CortosSanRoque

domingo, 12 de febrero de 2012

DECLARACIÓN DE GUERRA El aceite del amor

Título original: La guerre est déclarée
Francia 2011 100 min.
Dirección Valérie Donzelli Guión Valérie Donzelli y Jérémie Elkaïm Fotografía Sebastien Buchmann Intérpretes Valérie Donzelli, Jérémie Elkaïm, César Dessix, Gabriel Elkaïm, Brigitte Sy, Eline Lowensohn, Michèle Moretti, Philippe Laudenbach, Bastien Bouillon
Estreno en España 10 febrero 2012

La joven actriz francesa Valérie Donzelli hace con ésta su segunda película como realizadora (la primera fue La reine des pommes en 2009) un análisis y exorcismo a corazón abierto de sus propias vivencias como madre protagonista de una dramática experiencia, con ayuda de su ex pareja Jérémie Elkaïm y aparición de su verdadero hijo autointerpretándose en edad real (el bebé de dos años es otro). Inevitable al ver esta película no referirse a aquella espléndida película de George Miller, El aceite de la vida, protagonizada por Susan Sarandon y Nick Nolte, con la que comparte la crónica de unos padres coraje sometidos a la presión y la vorágine de la lucha por la supervivencia de su pequeño hijo. Pero al contrario que aquélla Donzelli opta por una mirada amable, dulce y tierna, con el acierto de no quitarle gravedad al asunto pero echarle encima una capa de optimismo y jovialidad muy saludable en estos casos. Por eso resulta sorprendente que determinadas secuencias estén resueltas a partir de una sobreactuación y un dramatismo histérico impropio de unas intenciones y coordenadas tan agradables como las que la directora propone a lo largo de gran parte de su metraje. Lo más sorprendente de la cinta es cómo le da la vuelta a las películas románticas, en las que dos personas se conocen, tontean, superan dificultades y al final comen perdices; aquí la historia de amor está asentada desde el principio, y el nubarrón que se les coloca sobre las cabezas se convierte en un motor para contarnos una historia de complicidad, compañerismo, solidaridad, sinceridad y ternura, en definitiva una historia de amor, las de sus propios arquitectos y sus aledaños (familiares, amigos), sin embargo ya extinta. Una declaración de amor en respuesta a otra de guerra. Con un aspecto desaliñado y desenfadado que nos hace recordar y mucho el estilo de la nouvelle vague de los años 60, a lo que contribuye una banda sonora ecléctica y algo pastiche, en la que cabe Delerue, Morricone, Bach, Vivaldi, Offenbach y los propios protagonistas, que hacen sus pinitos como cantantes en una muy afrancesada secuencia musical al estilo del Demy intimista, sin coreografías. La sinceridad de sus artífices, el mensaje de optimismo frente al sufrimiento y la lucha permanente en que consiste la vida desde que nacemos, se erige en lo mejor de una cinta agradable incluso en su imperfección, pero en la que se echa de menos una mayor capacidad para emocionar y pellizcar las entrañas. Triunfó en el pasado Festival de Gijón logrando los premios a la mejor película, actriz y actor, y ha sido la gran sensación del cine francés del pasado año en su país, candidatura a ser nominada al Oscar incluida.

THREE La insoportable levedad...

Título original: Drei
Alemania 2010 114 min.
Guión y dirección Tom Tykwer Fotografía Frank Griebe Música Tom Tykwer, Johnny Klimek, Reinhold Heil y Gabriel Mounsey Intérpretes Sophie Rois, Sebastián Schipper, Devid Striesow, Annedore Kleist, Angela Winkler, Alexander Hörbe
Estreno en España 10 febrero 2012

Director alemán de fama internacional, con títulos como Corre, Lola, Corre, El perfume y The International, Tom Tykwer se caracteriza por hacer un cine pretencioso, tendente a la grandilocuencia y la trascendencia, no siempre satisfactorio. En esta ocasión la intención es analizar los comportamientos humanos en una sociedad decadente en busca constante de la regeneración y la exploración de nuevas vías para la supervivencia y la ilusión. Promocionándose con un argumento que no hace aparición hasta más de la mitad de su metraje, mientras tanto ofrece ambiciosos discursos sobre la nadería, la levedad de nuestras supuestas existencias, pretendiendo sentar cátedra y quedar como crónica para la posteridad de una sociedad hastiada de sí misma. Para no soliviantar lo hace bajo apariencia de desenfadada crónica urbana, aunque se le hubiera agradecido que hubiese optado por la comedia de enredo abierta y sin complejos. Sometida a una dictadura de modernidad estética, pantalla inútil e irritantemente fragmentada incluida, y con unos intérpretes intencionadamente no tan atractivos como suele ser habitual en estos estudios de comportamientos sexuales, lo más llamativo sin embargo es cómo retrata una comunidad impersonal y ajena a sus propios valores culturales, a pesar de enmarcar a sus personajes en un ambiente sofisticado e intelectual. Nada funciona con la fluidez y convicción necesarias, pero se agradece que sea capaz de proponer modelos alternativos de convivencia, ternura y emotividad, si bien adoptando ese estilo frío y tan poco afectivo del espíritu alemán.

sábado, 11 de febrero de 2012

WAR HORSE (CABALLO DE BATALLA) Un film épico, hermoso y monumental

Título original: War Horse
USA-Reino Unido 2011 148 min.
Dirección Steven Spielberg Guión Lee Hall y Richard Curtis, según la novela de Michael Morpurgo Fotografía Janusz Kaminski Música John Williams Intérpretes Jeremy Irvine, David Thewlis, Emily Watson, Toby Kebbell, David Kross, Peter Mullan, Niels Arestrup, Eddie Marsan, Benedict Cumberbatch, Tom Hiddleston, Celine Buckens
Estreno en España 10 febrero 2012

La principal virtud de la última película del mago Spielberg es que es imposible que a uno no se le salten las lágrimas sólo al pensar o referirse a ella. Como si le hiciera falta, supone la confirmación absoluta de un realizador enorme, magistral. Y supone además otra confirmación, la de que nos encontramos en un momento en el que impera el ejercicio nostálgico y la mirada al pasado. Sólo así se comprende que títulos como El artista o La invención de Hugo se estén convirtiendo en los más reconocidos de la temporada, además de Super 8 o Promoción fantasma (sí, también, dentro de nuestras fronteras pero igualmente mirando hacia el cine más comercial americano). Pero mientras otros imitan con ideas más o menos sorprendentes y originales, Spielberg echa mano del homenaje tradicional, del tributo a sus grandes maestros y referentes. Por eso no es difícil para cualquier cinéfilo encontrar en las poderosas imágenes de War Horse el espíritu de Kubrick, Lean y sobre todo John Ford, a quien Spielberg ya había hecho guiños en algunas de sus anteriores películas, como ese desplome de la madre que ve llegar un coche oficial presumiblemente con malas noticias en Salvar al soldado Ryan. En esta ocasión Spielberg ha optado por adaptar una emotiva novela de Michael Morpurgo, también en ocasiones guionista, generalmente de sus propias novelas, como Cuando vuelvan las ballenas, un film protagonizado por Paul Scofield y Helen Mirren en 1989, y con la ayuda de los guionistas británicos Richard Curtis, especializado en comedia romántica (Bridget Jones, Cuatro bodas y un funeral, Notting Hill, Love Actually) y Lee Hall (Billy Elliot), ha tejido un monumental fresco sobre la 1ª Guerra Mundial, visto a través de la lucha por la supervivencia de un caballo, y con la epopeya de su joven dueño y amigo recorriendo los cruentos campos de batalla en Francia para lograr su recuperación. En el camino, como le ocurriera al coche de aquel Rolls Royce amarillo dirigido por Anthony Asquith en 1963, el caballo va pasando de mano en mano, y vamos conociendo a distintos personajes involucrados en la infamia de la guerra, con la particularidad de que el equino es capaz de sustraer de cada uno y una lo mejor de su condición, lo que convierte el drama en  un emocionante ejercicio de sentimiento y sensibilidad. Hace muchos años, desde finales de los 60, que no veíamos un film con esta apariencia por momentos ingenua y hasta infantil, porque hace mucho que el cine dejó de mostrar sentimientos sin complejos, a favor de una vorágine de violencia, ritmo desenfrenado y descarga continua de adrenalina. No sabemos si esta maravillosa película conectará con el público de hoy, el joven, que es el que siempre ha llenado las salas. Pero desde luego que conectará con los que crecimos con esas extraordinarias historias contadas con el corazón y realizadas con el alma, las que no se confían a la tecnología (aunque técnicamente sea impecable) sino al hombre. Todo lo que acompaña va en la misma línea: personajes entrañables incorporados por excelentes intérpretes, una fotografía extraordinaria reflejo de ese cine al que homenajea, especialmente el de David Lean de sus grandes epopeyas, tipo Lawrence de Arabia y La hija de Ryan, sin renunciar a su incontestable individualidad spielberiana, y una sensacional banda sonora del octogenario pero incombustible John Williams, quizás demasiado omnipresente pero no por ello menos hermosa, también en sí mismo un tributo a ese gran ilustrador de los inmensos parajes que fue Aaron Copland. Si la Academia de Hollywood, en uno de esos golpes de efecto que da de vez en cuando, premiara a ésta como la mejor película del año, sorprendería pero estaría plenamente justificado, porque representa la plena madurez de un cineasta con mayúsculas que nos ha regalado algunos de los mejores momentos cinematográficos de las pasadas cuatro décadas, y va por la quinta.