USA 89 min.
Dirección Jake Schreier Guión Christopher D. Ford Fotografía Matthew J. Lloyd Música Francis & The Lights Intérpretes Frank Langella, James Marsden, Liv Tyler, Susan Sarandon, Jeremy Strong, Jeremy Sisto, Peter Sarsgaard Estreno en España 24 mayo 2013
La relación entre el realizador Jake Schreier y el guionista Christopher D. Ford se remonta al 2005, cuando trabajaron juntos en el cortometraje Christopher Ford Sees a Film; antes, el segundo dirigió, escribió y actuó en otro corto, I Love My Cat, mientras el primero ha estado tocando el teclado en el grupo Francis & The Lights, responsable de la hipnótica banda sonora de este debut en la dirección de largos del joven músico y cineasta. Casi un año ha tenido que esperar nuestra cartelera para ver estrenada esta pequeña y humilde joya sobre la fragilidad humana, mientras la excelente interpretación de Frank Langella ha pasado desapercibida para los grandes galardones cinematográficos del año, como los preciados Oscar. La película sí logró en cambio premios en Sundance (uno especial) y Sitges (el del público). Ahí se ha parado la discreta carrera de un film que no dudamos pasará a engrosar la lista de películas de culto, muy nutrida especialmente de títulos que acarician la ciencia-ficción, como ésta, o directamente se zambullen en ella. Un amigo para Frank (o Robot y Frank como reza su título original) podría haber sido una de esas empalagosas crónicas del egoísmo humano, traducido en la eterna denuncia de la desatención de nuestros mayores, a los que cuando ya no consideramos más que una carga recluimos en residencias o contratamos a sufridos inmigrantes para que se hagan cargo de ellos. Pues bien, tiemblen estas sufridas y sufridos extranjeros porque en un futuro próximo podría ser un robot quien se encargara de tan ingrata labor. Pero la cinta de Schreier y Ford no va exactamente por ahí. Conviene que sea cada espectador y espectadora quien descubra de qué nos habla esta sencilla y conmovedora película, en la que la mirada siempre elocuente de un Langella en estado de gracia es responsable de un elevado porcentaje del éxito de su propuesta. Sin embargo no nos resistimos a apuntar algunas pistas sobre las que se sustenta a nuestro juicio la estructura de esta bellísima película. Quien pierde la memoria frente a quien sólo desprogramándose puede hacerlo. Nuestras frágiles mentes frente a la capacidad cada vez más ilimitada que tienen las máquinas para almacenar recuerdos; y quien es consciente de su condición humana y de la de quienes le rodean frente al mero artificio de una máquina, por mucho cariño que se le profese. Pero sobre todo Robot y Frank nos habla del papel que hemos venido a desempeñar en la vida, al margen de consideraciones éticas, morales y por supuesto legales, y manteniendo siempre en primer término nuestra responsabilidad con el resto del mundo, especialmente el que tenemos más cerca. Y todo esto sin estridencias ni ostentaciones, con una narrativa sencilla y efectiva, unas interpretaciones ajustadas y unas intenciones ciertamente lúcidas y directas.
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