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jueves, 26 de febrero de 2015
NUEVO ENSEMBLE CONTEMPORÁNEO: DISCURSOS SOBRE PINTURA, FAMILIA Y POESÍA
Ciclo de Música(s) Contemporánea(s). Nuevo Ensemble Contemporáneo. Juan Luis Pérez, director. Programa: Freundschaft, de Rafael Soto; Versos y ecos sonoros para conciencias dormidas, de Rafael Cañete; Cacho-I de Veras-Solo, Items 1 y 2 y Música para “Cave paintings of our time”, de Jesús Sancho. Teatro Central, miércoles 25 de enero de 2015
Rafael Cañete
Al margen de puntuales incursiones en sus conciertos de cámara, hacía tiempo que no escuchábamos música de hoy en los atriles de la Sinfónica, y mucho más en calidad de estreno. El concierto con el que un nutrido grupo de sus miembros inauguró al ciclo de música contemporánea de este año, rebautizado para dar cabida a propuestas más plurales, sirvió para quitar esa espinita al conjunto hispalense con el estreno absoluto de tres autores andaluces, uno de ellos estrechamente vinculado a los intérpretes, como es el caso de Jesús Sancho, violinista de la formación desde su fundación.
Confieso que acudí a la cita con prejuicios, esperando encontrarme con obras complacientes, amables y alejadas de la experimentación. Pero no fue así, y aunque tampoco podemos afirmar que rompieran moldes, lo cierto es que sus propuestas encajaron en lo que se espera de una estética canónicamente contemporánea, incluso con tímidas dosis de audacia. Freundschaft de Rafael Soto articula sus líneas en torno a un lenguaje atonal previsible y transitado, destacando en su capacidad para envolver gracias a una muy cuidada orquestación que los maestros y maestras del conjunto mimaron al detalle. Rafael Cañete por su parte presentó una obra ecléctica y convencional, vehículo para exhibir la indignación social de la actualidad a través de acordes rabiosos a fuerza de staccati, trémolos y glissandi, sobre poemas impecablemente recitados por Fernando Massía. El funky hizo también aparición hasta derivar en la joven Marta Fernández rapeando sobre un ministro de cultura que no se sabe de qué se ríe.
Jesús Sancho
Muy interesantes resultaron las obras de Sancho, que aunque frecuentemente instaladas en la tonalidad, deja espacio también para elocuentes sugerencias que parten de la pintura del artista murciano José Luis Cacho, ilustrada con un solo de flauta de Juan Ronda de estética debussyana, o de Fernando Velázquez, que comparte nombre con el autor de bandas sonoras pero se trata del hermano del propio Sancho, artista sevillano reconocido en Inglaterra, donde reside. Dirigidos por Juan Luis Pérez, el conjunto dosificó perfectamente los planos sonoros y diálogos propuestos por su compañero, mientras la combinación con efectos electrónicos diseñados por Benjamín Sancho Talbot, hijo del autor y de la violonchelista de la ROSS Gretchen Talbot, contribuyó a crear una atmósfera inquietante. Lo mejor no obstante fueron los breves tríos Items 1 y 2, construidos con elegancia y sobriedad sobre un elocuente y fluido diálogo entre el violín de Ute Kerner, el violonchelo de Juan Diego Sánchez Mingorance y el clarinete de Piotr Szymyslik, quien tuvo un pequeño despiste que no empañó la esmerada interpretación.
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