Dirección Angus MacLane Guion Jason Headley, Angus MacLane y Matthew Aldrich Fotografía Jeremy Lasky e Ian Megibben Música Michael Giacchino Voces (en versión original) Chris Evans, Keke Palmer, Peter Sohn, Taika Waititi, Dale Souler, James Brolin, Udo Aduba, Mary McDonald-Lewis, Isiah Whitlock jr., Angus MacLane Estreno en Estados Unidos y España 17 junio 2022
Una empresa destinada a hacer taquilla a partir de un éxito del pasado, puede llevarse a cabo con total despreocupación y sin más interés que sacar partido a la idea, o se puede realizar poniendo todo el corazón, ofreciéndole un guion consistente y proporcionándole alma, eso que tanto escasea últimamente, especialmente en las películas de acción y aventura. Aunque a priori pudiera parecer que este era un vehículo destinado a aprovechar una vez más el tirón de Toy Story, el primer largometraje de Pixar y título que encumbró a sus creadores, John Lasseter, Peter Docter y Andrew Stanton, sorprende encontrarnos con una cinta tan bien elaborada, magnífica a nivel técnico y lo que es mejor, depurada a nivel expresivo y emocional.
Para ello sus artífices, con Angus MacLane a la cabeza, curtido en la saga desde hace tiempo a fuerza de cortometrajes, han elaborado un cuidado guion, divertido a fuerza de continuos gags marca de la casa (Pixar, no Disney, que aquí se mantiene en un segundo plano), y estupendo a nivel dramático, proponiendo aventuras inquietantes, capaces de enganchar y entretener. Aquí hay magia y fantasía, que tantas veces echamos de menos, y sobre todo emoción. Seguro que nunca estuvo en el planteamiento de Lasseter y su equipo imaginar la historia de la que provenía el juguete Buzz Lightyear, compañero inseparable de Woody en las cuatro entregas de Toy Story. Pero cuela a la perfección que el muñeco fuera objeto del merchandising de una aventura galáctica cinematográfica en la línea de Star Wars, que es en definitiva, y como se anuncia al inicio de esta satisfactoria película, lo que constituye el film que nos ocupa.
No faltan personajes carismáticos, como el gato robot Sox, un auténtico descubrimiento, y valores en distintos campos, desde el trabajo en equipo a la diversidad y las familias alternativas, lo que le ha valido su censura en países retrógrados que impiden que la humanidad avance como sí lo hacen los habitantes de esta hermosa y divertida película, y del planeta en el que construyen su verdadero hogar. Y es que ya lo decía Burt Bacharach en su canción: una casa no es un hogar si no la habitan nuestros seres queridos.
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