Dirección David Ilundain Guión Jordi Casanovas y David Ilundain, según la obra “Ruz-Bárcenas” del primero Fotografía Ángel Amorós Intérpretes Pedro Casablanc, Manolo Solo, Enric Benavent, Patxi Freytez, Eduardo Recabarren
Estreno 18 septiembre 2015
Curtido en la televisión, David Ilundain debuta en el largometraje con una adaptación de la obra que Jordi Casanovas escribió para el Teatro del Barrio de Alberto San Juan, a partir de la declaración de Luis Bárcenas ante el juez Pablo Ruz en la Audiencia Nacional el 15 de julio de 2013. En realidad se trata de una transcripción literal de aquella célebre declaración en la que el extesorero del PP se desdijo de todo lo anteriormente declarado, tras dieciocho días de reclusión, implicando en un escándalo de financiación ilegal y fuga de efectivos sin precedentes a altos mandatarios del partido como Rajoy, Cospedal, Acebes o Arenas, y empresas tan solventes y respetadas como Mercadona o Sacyr. Cine político cien por cien, pero también criminal y de intriga, que en una cinematografía como la nuestra tan poco proclive a denunciar la miseria y sinvergonzonería que nos rodea, sólo ha sido posible mediante el socorrido recurso del crowdfunding. La consecuencia es una película modesta formalmente, aunque ni se le noten las costuras ni necesite mayores costes de producción para lucir digna y brillante; y sobre todo, y esto sí que es preocupante, una limitación en la distribución que hará que uno de los títulos más convenientes y sobresalientes del reciente cine español apenas sea disfrutado por unos pocos y pocas, entre los que por una vez nos encontramos los y las residentes en Sevilla. Sorprende que unos hechos tan conocidos y asumidos por el pueblo aún sean capaces de generar sorpresa e indignación entre quienes asistimos como si fuésemos espectadores in situ a la referida declaración. Para eso Ilundain maneja con inteligencia y precisión los comentarios y gestos del personal presente en la sala de la Audiencia Nacional en la que se desarrolla el duelo, periodistas, abogados o incluso el Presidente de la ONCE. Pero el material dramático y la fuerza de la narración recaen en exclusiva en el trabajo actoral de Pedro Casablanc y Manolo Solo, repitiendo los papeles que interpretaron en el escenario. El algecireño Manolo Solo da vida con convicción y sobriedad al juez Ruz, pero es Pedro Casablanc quien más ocasiones de lucimiento disfruta gracias a un personaje carismático que el actor, nacido en Marruecos pero formado en Sevilla, borda con una precisión genial y absoluta, declamando testimonios rápidos, largos y contundentes con una naturalidad extraordinaria, por todo lo cual esperamos que el reciente Premio Ceres obtenido en el Festival de Teatro Clásico de Mérida no sea más que el aperitivo de una larga serie que debería recibir por el trabajo desempeñado en esta singular película. Un film necesario que debería despertar nuestras conciencias para hacernos asumir como pueblo que vive en democracia el papel decisivo que tenemos ante la mafia que nos gobierna, elegidos por nosotros para que acaben dilapidando nuestro esfuerzo en su favor, abandonando emergencias sociales y aplicando el recorte y la austeridad en nuestras humildes economías. Lo peor es que sigamos confiando en ellos. Ilundain no se posiciona sobre si las declaraciones de Bárcenas son o no ciertas, pero nosotros sabemos que algo, o mucho, apesta, y aun así recaemos. Sólo se permite una concesión final, una secuencia documental en la que volvemos a ser testigos de la satisfacción y el vitoreo que estos ladrones de guante blanco ejercen con impunidad y desagradable descaro.
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