viernes, 12 de septiembre de 2025

EDDINGTON Covid y crisis como caldo de cultivo para la extrema derecha

USA 2023 145 min.
Guion y dirección
Ari Aster Fotografía Darius Khondji Música Bobby Krlic y Daniel Pemberton Intérpretes Joaquin Phoenix, Pedro Pascal, Deirdre O’Connell, Luke Grimes, Michael Ward, Emma Stone, Austin Butler, Amélie Hoeferle, Clifton Collins jr., William Belleau, Cameron Mann, Matt Gómez Hidaka Estreno en el Festival de Cannes 16 mayo 2025; en Estados Unidos 18 julio 2025; en España 12 septiembre 2025

De la estrella luminosa y llena de esperanza que atisbamos en las excelentes Hereditary y Midsommar, pasamos al desconcierto con Beau tiene miedo, agudizado ahora con este último trabajo de Ari Aster, tan difícil de encasillar como de digerir. Parece presentarse como una comedia negra, pero cuesta reírse de la avalancha de espejismos dolorosos que plantea, toda una acumulación de males a los que nos hemos acostumbrado en el cuarto que llevamos de siglo. La pandemia surge aquí como caldo de cultivo para espantos como 
el MAGA (Make American Great Again), tratado en forma de sátira sobre, a lo que se une una crónica de todo aquello que venimos sufriendo la humanidad, de las guerras genocidas a los bulos mediáticos, pasando por ataques con drones, crímenes policiales de carácter racista o el negacionismo sistemático a tantas cuestiones que nos acucian y degradan.

Cuesta trabajo tomarse a risa cada una de las barbaridades de este nuevo western contemporáneo en el que se ilustran temas como la anti-inmigración o esas recomendaciones gubernamentales relativas a males endémicos como la pandemia, fenómeno reciente en el que se ambienta esta cinta que vira progresivamente hacia la inevitable violencia a la que no parece querer renunciar el cine estadounidense. Con todo, cabe apreciar personalidad e intencionalidad en un cineasta a quien nos resistimos retirar nuestra confianza.

El tono épico que ha sabido impregnar a esta terrible historia de poder, incompetencia y violencia, en parte logrado por un descomunal reparto, especialmente el extraordinario trabajo de Joaquin Phoenix, protagonista indiscutible frente al resto de un elenco que casi le sirve de comparsa. Si a esto añadimos un cuidado trabajo de dirección artística y la maldad sibilina que sabe impregnar Aster al conjunto, queda probado el talento de un director a quien no parece pesarle su fama de renovador, aunque con sus dos últimos films está consolidando la incómoda etiqueta de pretencioso. No ayuda a disfrutar más y mejor con su propuesta su excesivo metraje, mientras su presunto mensaje crítico y deslegitimador se nos antoja algo más indefinido de lo conveniente.

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