Foto: Luis Pascual |
Una breve reseña para dejar constancia de la impresión que nos ha dejado el segundo reparto de Turandot, ayer martes 12 y mañana jueves en el Maestranza. De nuevo fue el personaje de Liú, esta vez encarnado por la soprano catalana Laura Brasó, el que suscitó mayor entusiasmo en el público, con su canto amplio, flexible, bien proporcionado y conmovedor. Brilló en Signore ascolta, con notables dosis de sentimiento, haciendo gala de una voz bien entonada y un timbre más en el rango agudo que su alternante, pero igualmente holgado y perfectamente proyectado. Y lo hizo también en Tu che di gel sei cinta, con una estética conmovedora y a la vez llena de fuerza y rabia contenida.
El veterano tenor mexicano afincado en nuestra tierra, Héctor Sandoval, fue un Calaf forzado, no tan natural como hubiera sido deseable, pero lo peor es que evidenció falta de volumen y proyección, algo que además se encargó de potenciar todavía más la batuta vehemente del director italiano Jacopo Brusa, que aunque dotado teatralmente, no escatimó en decibelios y puntuales faltas de sutileza, a pesar de lo cual su dirección resultó en términos generales satisfactoria, y el trabajo de la ROSS de nuevo magnífico. En lo dramático, Sandóval estuvo también endeble, monótono y falto de carisma, sin matices. Se quedó corto en agudos en un Nessun dorma que sin embargo entonó con mucho sentimiento.
La soprano croata Kristina Kolar mantuvo una línea de canto homongénea, de timbre aterciopelado y considerable potencia y proyección, un registro más grave que Oksana Dyka, pero una zona de paso insuficiente que hizo que algunas de sus estrofas resultaran inaudibles. En lo dramático, su Turandot dejó que desear, monótona y sin apenas registros, como su pretendiente. También el bajo gallego Alejandro Baliñas fue un más que competente Timur, de voz profunda y potente, con matices y colores en su justa medida para encarnar con solvencia su atormentado cometido.
Lamentamos no haber asistido al Certamene Nuevas Voces Ciudad de Sevilla el pasado lunes día 11 de noviembre, por coincidir con el Festival de Cine Europeo, pero nos alegramos sobremanera del triunfo de la onubense Soraya Méncid, primer premio y premio del público, por las veces que hemos disfrutado de su hermosa y cálida voz, así como de su buen gusto expresivo, en musicales del Liceo de Moguer como Germinal, El fantasma de la ópera o El médico. Ahora tendremos más oportunidades de disfrutarla en nuestro principal coliseo y junto a la Sinfónica, y mucho que lo celebraremos.
Soraya Méncid acompañada al piano por su habitual colaborador Manuel Navarro Bracho |
Fotos: Guillermo Mendo, excepto la indicada
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