Francia 2023 115 min.
Dirección Stéphane Brizé Guion Stéphane Brizé y Marie Drucker Fotografía Antoine Heberlé Música Vincent Delerm Intérpretes Guillaume Canet, Aklba Rohrwacher, Sharif Andoura, Emmy Boissard Paumelle, Lucette Beudin, Gilberte Bellus, Hugo Dillon Estreno en el Festival de Venecia 8 septiembre 2023; en Francia 20 marzo 2024; en España 3 julio 2024
No es la primera vez que Brizé encara un proyecto netamente romántico. Ya lo hizo en Madmoiselle Chambon con Vincent Lindon como protagonista, su actor fetiche en títulos de contenido social con el que más asociamos su filmografía, como La medida del hombre o En guerra. Algo más joven que su actor preferido, Guillaume Canet se responsabiliza del rol principal en esta película nuevamente romántica pero con un tono y un contenido manifiestamente distinto al de su anterior incursión en el género. Arranca de forma irritantemente sospechosa, en el ambiente de un hotel spa algo fantasmagórico, animado por un hilo musical poco convincente y con encuentros desafortunados como el que protagoniza el improbable entrenador personal en una bucólica playa de la Bretaña que será atmósfera recurrente durante todo el metraje.
Aparece entonces Alba Rohrwacher y la función se ilumina. No recordamos verla tan radiante, y menos si ha de interpretar a una mujer conforme con su destino aunque no fuera el que años atrás deseara y que motiva ese reencuentro con un amor del pasado. A partir de aquí la narrativa se torna morosa y surge inevitablemente el recuerdo de otra forma de hacer cine, décadas atrás cuando Lelouch encandilaba al mundo con su particular versión de una relación en la cumbre del romanticismo, Un hombre y una mujer. Largas conversaciones, a veces trascendentales, otras sencillamente coyunturales, largos paseos por la playa nebulosa e invernal… todo largo, demasiado para lograr atrapar nuestro entero interés.
Sólo lo capta la sincera interpolación del testimonio de una mujer ya anciana, engañada por las convenciones sociales durante toda la vida, y finalmente redimida por el amor verdadero, el que buscan los protagonistas de esta triste historia en la que se cruza el miedo escénico de uno, actor popular en el cine, con la ruptura no superada de quien tanto sufrió en el pasado y parece destinada a volver a hacerlo. Dos depresiones y un amor a ritmo muy pausado. Hasta la música de Vincent Delerm parece estar invocando, a su modo, el recuerdo de aquel título mítico de los años sesenta al que la cinta de Brizé y Drucker como guionistas y voces en off, parecen estar queriendo homenajear.
No hay comentarios:
Publicar un comentario