domingo, 30 de marzo de 2014

4ª CRÓNICA FeMÁS/31 De lo alternativo a lo riguroso

31º Festival de Música Antigua de Sevilla

Artefactum: Artefactum in Black, alter ego. Salón de actos Cajasol, domingo 30 marzo 2014.
The Hilliard Ensemble: Medieval English Music, Perotin and the Ars Antiqua. Santa Iglesia Catedral, domingo 30 marzo 2014.

Para celebrar su veinte aniversario, Artefactum repuso su espectáculo Artefactum in Black, alter ego. Ocuparon así el lugar que habitualmente el festival dedica a espectáculos alternativos y que reserva a la Sala Chicarreros, donde el año pasado actuó Uri Caine y hace algunos años se celebraba un singular festival de jazz. Alegres melodías y danzas extraídas de las Cantigas, los Carmina Burana y otras fuentes y manuscritos sirvieron de base para su correspondiente transformación en blues, canción francesa, bossa nova y rock, con instrumentos eléctricos – sensacionales David González e Ignacio Gil en Gahetta - y espíritus como el de Janis Joplin, Felipe Campuzano y el rock alternativo, flamenco y sinfónico, que tanto triunfó en Sevilla en la década de los setenta flotando en un ambiente amable y distendido. Agua Santacruz, Emma Alonso y Michelle Nickerson pusieron la voz, mientras Alberto Barea se atrevió con un irrepetible Stand by Me en perfecto estilo soul acompañado con instrumentos antiguos. Pura demostración de amor incondicional a la música, sin complejos ni prejuicios.

Cualquier amante de la voz humana tuvo una cita ineludible con The Hilliard Ensemble en un marco incomparable, especialmente para la ocasión, como es el coro de la Catedral; con ellos el certamen llegó a su ecuador. Celebrando su cuarenta aniversario y anunciando retirada, el cuarteto demostró que experiencia y buen gusto son un valor añadido a una presencia que va más allá de lo puramente testimonial. Por mucho que algunos de ellos acusen deterioro en la voz, es indiscutible que poseen unos timbres sedosos y sobrecogedores, dominando las gradaciones armónicas y dinámicas de forma sorprendente. Todo ello aplicado a un exquisito programa que deambuló entre la polifonía litúrgica inglesa del Renacimiento, la monodia y la Escuela de Notre Dame, sobresaliendo el exquisito Quam pulcra est de John Pyamour, el sensacional Viderunt omnes de Pérotin, todo un tiovivo de colores y sensaciones, y el fascinante Beata viscera del mismo autor, que el contratenor David James entonó con un seductor efecto teatral. Puro y singular deleite para el recogimiento y la relajación.
 
Artículo publicado en El Correo de Andalucía el 31 marzo 2014

No hay comentarios:

Publicar un comentario