domingo, 31 de mayo de 2015

IT FOLLOWS El desencanto

USA 2014 100 min.
Guión y dirección David Robert Mitchell Fotografía Michael Gioulakis Música Disasterpeace Intérpretes Maika Monroe, Keir Gilchrist, Daniel Zovatto, Jake Weary, Olivia Luccardi, Lili Sepe, Linda Boston, Caitlin Burt, Heather Fairbanks, Aldante Foster, Ruby Harris, Christopher Hohman, Bailey Spry, Rich Vreeland Estreno en Cannes 17 mayo 2014; en Estados Unidos 27 marzo 2015; en España 29 mayo 2015

Tras pasar por certámenes internacionales como el de Cannes o Sitges sin arañar premio alguno, y sí hacerlo en otros especializados de poca categoría, el segundo largometraje del joven cineasta David Robert Mitchell parece haber deslumbrado a crítica y público con un film en el que busca denostadamente encontrar un estilo propio a fuerza de nada elocuentes planos circulares y préstamos de otros maestros del género fantástico, desde George Romero y su Noche de los muertos vivientes a David Lynch y su Terciopelo azul o la serie Twin Peaks, pasando por el más evidente de todos, John Carpenter, al que incluso copia la música. Su historia de presunto terror arranca bien, creando intriga y desasosiego, pero pronto va cayendo en una serie de incongruencias y anormalidades que poco ayudan a sumergirse en esta especie de pesadilla en la que el sexo parece ser la puerta a través de la cual se pasa de la inocencia a la madurez, y por lo tanto, como se empeñan en querer convencernos, al desencanto. Quizás por eso Mitchell insiste en rodar en Detroit, paradigma del fracaso y la decadencia, y que en esta época de crisis en que la ingenuidad se ha perdido a marchas forzadas, está siendo escenario de muchas propuestas. En este no lugar Mitchell juega también a la no época, y mientras algunos detalles nos invitan a jugar a la nostalgia con reminiscencias de los ochenta, otros nos sitúan en la actualidad sin criterio fijo. Lo malo de todo esto es que entre tanta pretensión y búsqueda estéril de estilo, el ejercicio acaba aburriendo y desinteresando; sus propuestas convencerán a los más inocentes y proclives a creer en el tópico, y para los demás caerá en el olvido, por mucho que al final quienes reivindican convertirla en obra de culto lo consigan.

TOMORROWLAND: EL MUNDO DEL MAÑANA Un baño de optimismo

Título original: Tomorrowland: A World Beyond
USA 2015 130 min.
Dirección Brad Bird Guión Damon Lindelof, Brad Bird y Jeff Jensen Fotografía Claudio Miranda Música Michael Giacchino Intérpretes Britt Robertson, George Clooney, Raffey Cassidy, Hugh Laurie, Tim McGraw, Thomas Robinson, Pierce Gagnon, Matthew MacCaull, Kathryn Hahn, Keegan-Michael Key, Judy Greer, Lochlyn Munro, Chris Bauer, Paul McGillon, Raiden Integra Estreno en Estados Unidos 22 mayo; en España 29 mayo 2015

De la televisión (Los Simpson) al cine de animación tradicional (El gigante de hierro) y digital (Los increíbles, Ratatouille), Brad Bird se ha forjado una carrera muy satisfactoria como creador de ilusión a través de la creatividad y la imaginación. Su paso al cine de acción real con la cuarta entrega de Misión Imposible logró convencer también a público y crítica, haciéndonos ahora entrega de un producto tan bien acabado formalmente como estimulante en su mensaje de optimismo y esperanza frente al caos en el que el siglo XXI está sumiendo al planeta Tierra. Naturalmente como producto Disney que es insiste en la existencia de un más allá que manipula nuestro destino y comportamiento, un Dios con forma de realidad alternativa, una apariencia de futuro en una dimensión paralela generada a partir de las mentes más privilegiadas de éste, generalmente científicos y artistas. No es mala idea, y da qué pensar, sobre todo al público joven al que indisimuladamente va dirigida. Somos testigos pasivos de en lo que se está convirtiendo nuestro mundo, entre guerras, intrigas de poder y corrupción y catástrofes no tan naturales como cabría pensarse. Bird y un inmejorable equipo técnico, entre el que se encuentra una segunda unidad española, consiguen dar al film un acabado tan luminoso y optimista como el futuro que propone, en un ejercicio de nostalgia que recuerda al cine ochentero, con guiños a Speilberg y Star Wars incluidos, y nos aleja de la estética siniestra y pesimista en la que nos ha sumergido la vorágine de acontecimientos experimentados en lo que llevamos de milenio, y que refleja las profecías deslizadas por autores literarios como Orwell, Huxley o Bradbury. Disney reivindica aquí a visionarios como Verne, Tesla, Eiffel o Edison para lanzar un mensaje de optimismo y contagiar a las nuevas generaciones, desencantadas y resignadas, para que tomen partido y ayuden a construir un futuro mejor. Con estos ingredientes está claro que la propuesta recupera el verdadero espíritu de la ciencia-ficción, con postulados y teorías científicas quizás poco probables pero en cualquier caso estimulantes. Y lo más brillante, dentro de un ejercicio conmovedor y altamente emotivo, es que confía esa misión a gente de la cultura, las artes y la ciencia; no hay políticos naturalmente, aunque sí se cuelan jueces y juezas, así que Manuela Carmena se salva... y lo dicen los americanos, ¡cómo estará el patio! Deslumbrante en su puesta en escena, con una Ciudad de las Ciencias y las Artes de Valencia, obra del polémico Calatrava, inspirando todo el resto del diseño de producción, combinado con una referencia inequívoca al mundo de Oz, Bird consigue un producto trepidante con ocasionales caídas de ritmo e interés que podrían haberse salvado en la mesa de montaje, aligerando su metraje y sacrificando secuencias inútiles. Acierta en el viaje nostálgico a los sesenta con el que arranca la película, exhibiendo el encanto de la ingenuidad del momento y homenajeando el origen de esos parques temáticos que desde entonces han proliferado a todo lo ancho y largo del planeta. Sus intérpretes, salvo alguna estridencia en la protagonista, una Britt Robertson actualmente en pantalla también con El viaje más largo, cumplen eficazmente. En el guión se cuelan matices que han hecho de las comedias del Canal Disney un paraíso de alegría y jocosidad, donde la pedantería de los niños convence con más naturalidad que la que exhiben los de esta película. Por supuesto los efectos visuales coronan un producto impecable en el que la luminosa y colorista fotografía y la melódica y enérgica música ayudan considerablemente a transmitir ese mensaje de esperanza que informa la empresa, aunque en su discurso algunos detalles queden sin resolver o no lo hayan hecho convenientemente.

sábado, 30 de mayo de 2015

TOSCA EN EL MAESTRANZA, ¡ESTO ES ÓPERA!

Ópera de Giacomo Puccini con libreto de Giuseppe Giacosa y Luigi Illica. Pedro Halffter, dirección musical. Paco Azorín, dirección de escena y escenografía. Isidre Prunés, vestuario. Pedro Yagüe, iluminación. Con Hui He, Jorge de León, Ambrogio Maestri, Joroboám Tejera, Enric Martínez-Castignani, Francisco Vas, Alberto Arrabal, Jorge de la Rosa y Leonor Bonilla. Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Coro de la A.A. del Teatro de la Maestranza, dirigido por Íñigo Sampil. Ecolanía de Los Palacios, dirigida por Enrique Cabello y J. Manuel Busto. Coproducción del Teatro de la Maestranza y el Gran Teatro del Liceo de Barcelona. Teatro de la Maestranza, viernes 29 de mayo de 2015

Ambrogio Maestri al frente del Te Deum del final del primer acto
Queremos dejar constancia libre y sencilla de lo mucho que nos ha convencido esta producción de Tosca de Puccini parafraseando la traducción al castellano del título en inglés de un atractivo programa de televisión, dirigido por el carismático barítono y presentador Ramón Gener, y cuyo capítulo dedicado a esta emblemática ópera tuvo el acierto de facilitarnos el impagable y generoso colaborador de los medios José Rafael. Curiosamente en él se aprovechaba la representación en el Liceo de Barcelona de esta misma producción, coincidiendo Ambrogio Maestri en el elenco, quien entrevistado por Gener dejaba claro lo lejos que se encuentra de la perfidia del Scarpia al que da vida, demostrando el enorme trabajo de caracterización y transformación que ha realizado con su personaje, como evidenció la flamante noche del estreno en el Maestranza.

Jorge de León y Hui He ya coincidieron como Cavaradossi
y Tosca en el Lyric Opera de Chicago
El director de escena Paco Azorín propone una escenografía adaptada a un ajustado presupuesto pero con tal alarde de imaginación, inteligencia y creatividad que no deja entrever carencia alguna. Un mismo escenario para los tres actos, transformado ante los ojos del espectador para ir adoptando un significado y una intención distinta y nueva en cada uno. No obstante los escenarios originales son respetados a través de su referencia en los subtítulos, y así pasamos de un respetuoso y tradicional primer acto en una lúgubre Iglesia de Sant'Andrea della Valle, en el que Azorín sólo se permite la licencia de proyectar cuadros cuyo contenido cambia en función de las emociones de los intérpretes, a un segundo en el Palacio Farnese, en realidad entre bastidores para exhibir los entresijos del poder, las intrigas, crímenes y traiciones presentes en esta sanguinolenta ópera; para terminar en el Castillo Sant'Angelo con un vuelco literal del escenario, alarde técnico incluido con el que pudimos apreciar la enorme profundidad del escenario maestrante, en el que la libertad, la cultura y el espíritu revolucionario sucumben frente a la omnipotencia del poder establecido, algo muy sintomático en estos inciertos y sólo recientemente esperanzadores tiempos. Una excelente iluminación, con momentos sublimes como el final del segundo acto, redondean una propuesta que aúna equilibradamente drama pasional y político con tanta eficacia como ingenio. En el camino acabó resultando más difícil de interpretar el cambio de vestuario en el tercer acto, con soldados italianos de principios del siglo XX dialogando con unos protagonistas aún vestidos con ropas napoleónicas; quizás un simple guiño a la época en que Puccini estrenó la ópera.

Una ejecución algo rocambolesca en el tercer acto
Desde aquella memorable Fanciulla del West, Pedro Halffter ha ido moldeando en cada nueva temporada su visión de Puccini, compositor ideal para su estética y sensibilidad, especialmente dotada para el romanticismo exacerbado, dirigiendo Turandot, La bohème, Madame Butterfly y así hasta la temporada pasada con Manon Lescaut. Tosca completa su repertorio de títulos imprescindibles del autor de Lucca, pues la anterior convocatoria de la heroína decimonónica data de 2007 y entonces la dirigió musicalmente Bruno Aprea. Como no cabía esperar de otra forma, la suya fue una lectura apasionada, detallista y paladeada hasta el extremo; un regalo para el oyente y para la orquesta, que junto al Coro del Maestranza y la Escolanía de Los Palacios revalidaron su dominio de la partitura, volviéndonos a sobrecoger en el Te Deum con el que finaliza el primer acto. La apuesta segura que siempre supone la excelsa y revolucionaria música de Puccini - no olvidemos lo mucho que contribuyó junto a Wagner y Strauss a moldear el sonido Hollywood importado en los años treinta desde Austria, sobre todo en relación al uso del leit motiv – sobrepasó todas las expectativas, traduciéndose en un espectáculo operístico de primerísima categoría, capaz de hacer palidecer, como ya ha ocurrido otras veces, las propuestas más ambiciosas de los coliseos más poderosos. Pero naturalmente una magnífica función de ópera no lo es sin la contribución definitiva de los cantantes, y los de la ocasión son de los que sólo convergen en los sueños de los aficionados más exigentes. Hui He debutó curiosamente en este papel emblemático de su carrera, junto a Lorin Maazel y la Filarmónica de Nueva York en 2007, el mismo año en el que aquí disfrutábamos de la legendaria puesta en escena de Luca Ronconi, con Maria Guleghina en el papel titular. Su Tosca es apasionada y a la vez contenida, sin aspavientos ni salidas de tono, sensible y emotiva, tanto desde el punto dramático como del estrictamente musical, con una fuerza arrolladora y una fluidez sencilla y natural, como si no le supusiera esfuerzo alguno, deslizando sus emociones a través de una voz de amplios registros que modula a placer y que es capaz de ofrecer un Vissi d'arte estremecedor. A su lado, el tenor canario Jorge de León se mostró algo por debajo de su nivel, muy evidente en el dúo del primer acto Mia gelosa!, y aún así el suyo fue un Cavaradossi competente, de poderosa y segura emisión, salvo algún atisbo de vibrato, con una voz en todo momento potente y bien colocada, de hermoso timbre que cinceló con muy buen gusto y sin estridencias. Quizás le faltara una mayor dosis de sentimiento a E lucevan le stelle, sobrada sin embargo de técnica. Recelosos del accidente sufrido por Ambrogio Maestri, que hizo peligrar su participación en esta producción como hace dos temporadas cuando tuvo que ser sustituido por Juan Jesús Rodríguez en Rigoletto, nos sorprendió muchísimo la calidad ofrecida por el barítono italiano en un papel, el del villano Scarpia, que tan bien conoce. El suyo justificó la célebre frase que pronuncia Tosca tras asesinarle: ¡Y ante él temblaba toda Roma! Terrorífico y amenazante, así transmitió con su caracterización y su línea de canto profunda, segura y homogénea, las características fundamentales del personaje, exhibiendo además una envidiable naturalidad. Su contrapunto al Te Deum, Tre sbirri, una carrozza, fue antológico. El resto del elenco a un excelente nivel, y el milagro, la consecución del arte total, satisfecho, cerrando una estupenda a pesar de corta temporada lírica, que ha ido de menos a más, siempre dentro de un excelente nivel y con dos puntos álgidos, Doctor Atomic y este Puccini de rigor. Si seguimos así, y a poco de presentarse la nueva temporada, nos atreveríamos a decir que quizás el año próximo podamos disfrutar de El tríptico. Chi lo sá?

viernes, 29 de mayo de 2015

ESTRENO EN SALAS DE DOS PELÍCULAS VISTAS EN EL SEFF'2014

El camino más largo para volver a casa
Estreno en el Festival de Sevilla 12 noviembre 2014; en salas comerciales 29 mayo 2015

Una paloma se posó en una rama a reflexionar sobre la existencia
Estreno en el Festival de Venecia 2 septiembre; en Noruega 24 octubre; en el Festival de Sevilla y en Suecia 14 noviembre 2014; en España 29 mayo 2015

martes, 26 de mayo de 2015

LA SERVA PADRONA: CLUB DE LA COMEDIA SIN ARTE

“La serva padrona” de Giovanni Battista Pergolesi. Vanni Moretto, dirección musical. Rafael R. Villalobos, dramaturgia y dirección escénica. Maria Keohane, Furio Zanasi y Verónica Moreno, intérpretes. Teatro Lope de Vega, lunes 25 de mayo de 2015

La soprano sueca Maria Keohane
Sin duda la posibilidad de programar óperas de la mano de nuestra Orquesta Barroca resulta atractivo y conveniente, pero si ésta es la carta de presentación quedará mucho camino por recorrer. Para empezar, insistir en este título clásico de la ópera bufa italiana, sólo cinco años después de haberlo representado semiescenificado en la Sala Joaquín Turina, resulta aburrido por reiterativo, con tanto repertorio donde elegir. Se trata en realidad de un entremés musical y cómico, y optar por una escenografía de saldo es imprescindible dada la penuria presupuestaria a la que estamos expuestos; pero es ahí donde la imaginación y la creatividad tienen que aflorar con mayor ímpetu y convicción para no devenir en un espectáculo tan decepcionante como éste, que ni estamos en la Alameda ni en ningún teatro alternativo, por mucho encanto que en esos contextos puedan tener sus particulares propuestas.

El joven Rafael R. Villalobos, al que ya parecen haberse rendido varios teatros y certámenes con cierto prestigio en Europa, debuta en su ciudad natal con esta producción de la emblemática orquesta, y para ello echa mano de un recurso habitual del Centro Andaluz de Teatro, largas cortinas blancas ocupando y limitando espacio, en este caso la habitación de la casa del rico Uberto que la sirvienta Serpina quiere dirigir como señora. Poco hay que gobernar aparte de un sillón encontrado en un contenedor y una pomposa lámpara, único atrezzo con el que el escenógrafo pretende ilustrar el hastío de unos personajes condenados a repetir hasta la saciedad los mismos diálogos durante siglos. Sus abundantes recitativos resultan casi incomprensibles para un público que no cuenta con subtítulos aunque sí con un libreto imposible de seguir en la oscuridad. Villalobos hace que la pareja protagonista se comporte como esposos aburridos de sí mismos y de su relación, y consigue que ella actúe de manera acertada con arrogancia y mucho descaro. Lástima que no relajara esos atributos ni para encarar con mayor gracia y delicadeza sus arias, un apenas paladeado Stizzoso, mio stizzoso y un menos expresivo A Serpina penserete.

Vanni Moretto
Furio Zanasi sólo esbozó dramáticamente su sosías de Pantaleone, mientras su voz se perdía en el registro más grave hasta resultar inaudible. Maria Keohane, aparte lo ya apuntado, lució una voz un punto estridente pero definió con soltura el carácter valiente y audaz de su modelo Columbina. El arlequín Vespone fue sustituido por una criada objeto de empujones y maltrato en plena Sevilla contemporánea (el presupuesto alcanzó para una camiseta de la Expo 92 que lució Uberto), y que en el entreacto dejó de ser muda y sorprendió con un monólogo en castellano al estilo club de la comedia, infectado de tipismo sevillano y trianero, que tuvo no obstante su gracia. Pero Moretto dirigió sin brío y sin la agilidad y la seducción que reclama la partitura. La orquesta tocó sin el brillo acostumbrado y por momentos sonó incluso lánguida. Más nos convenció el director italiano cuando hace unos meses dirigió a la Barroca con música de Jaime Balius para la Catedral de Córdoba. Como relleno se optó por una sinfonía atribuida discutiblemente a Pergolesi que funcionó como acertada obertura dado su título alternativo de Sinfonia da un‘opera non conosciuta. Y el Presto del Concierto nº 2 de Francesco Durante, maestro de Pergolesi, obró como preludio al acto segundo, destacando el duelo entre el violín de Alexis Aguado y la viola de José Manuel Navarro.

domingo, 24 de mayo de 2015

MINÚSCULOS: EL VALLE DE LAS HORMIGAS PERDIDAS Orcos y elfos diminutos

Título original: Minuscule: La vallée des fourmis perdues
Francia 2013 82 min.
Guión y dirección Thomas Szabo y Hélène Giraud Música Hervé Levandier Animación Estreno en Francia 29 enero 2014; en España 8 mayo 2015

Minúsculos: La vida privada de los insectos es una serie de la televisión francesa de la pasada década en la que en apenas cinco minutos se cuentan las divertidas peripecias de estos animalitos en situaciones cotidianas de su existencia. Su traslación a la gran pantalla por sus propios creadores, prácticamente entregados en cuerpo y alma a este invento, tiene la desventaja de tener que estirar la trama hasta la casi hora y media de duración convencional de un largometraje, con resultados no del todo satisfactorios. Sobre fondos reales, espléndidos paisajes de la campiña francesa, se desenvuelven los bichos generados por ordenador, con una banda sonora sinfónica omnipresente subrayando sus comportamientos y pensamientos. Prescindir de diálogos con el fin de evitar eso que al cine americano siempre se le ha reprochado, humanizar a los animales, no consigue el efecto deseado, por cuanto no impide a sus artífices otorgarles comportamientos y actitudes más propios de nuestro entendimiento que del de los propios insectos, a los que apenas examina ni analiza. Choca por lo tanto lo ingeniosas que pueden llegar a ser las hormigas a la hora de imitar el armamento humano para combatir el ataque enemigo, o la fuerza inexplicable que puede llegar a tener una mariquita para trasladar una caja de cerillas a través de todo un bosque que a ella misma y sus compañeras las hormigas les había costado atravesar con anterioridad toda la mitad del metraje de la película. Cuestiones menores si no fuera porque su ritmo y liviano argumento no alcanza para completar la duración, provocando desinterés y aburrimiento. Peor aún es la persecución y batalla emprendida entre nuestras protagonistas y otras hormigas de mayor tamaño y color encarnado, finalizando en una batalla encarnizada, poco recomendable para públicos infantiles, que no disimula su tendencia a imitar los mundos imaginados por Tolkien y Jackson para sus orcos, elfos y demás criaturas en guerra permanente. Por todo ello, y a pesar del aplauso unánime y los premios y reconocimientos conseguidos en los César o los Premios Europeos, tenemos que confesar que nos ha decepcionado considerablemente el producto final.

sábado, 23 de mayo de 2015

Mª ESTHER GUZMÁN Y UNA BÉTICA DE CÁMARA QUE VA LEVANTANDO EL VUELO

8º concierto de abono de la Orquesta Bética de Cámara. María Esther Guzmán, guitarra. Michael Thomas, director. Programa: Suite nº 1 de las Antiguas Danzas y Arias, de Respighi; Concierto para guitarra Op.99, de Castelnuovo-Tedesco; Cinco danzas gitanas Op.55, de Turina; Ma mère l'oye, de Ravel. Sala Joaquín Turina, viernes 22 de mayo de 2015

La sana proliferación de nuevas orquestas aparecidas en el panorama sevillano está naturalmente ampliando el repertorio de música al alcance del melómano para ser disfrutada en directo, con programas tan exquisitos y estimulantes como los que diseña Michael Thomas para una recuperada Orquesta Bética que, inexplicablemente, aún no ha encontrado el público que garantice su conveniente estabilidad.

Tras el precioso programa en torno a la poesía y la guerra con el que despertó la Sala Joaquín Turina tras su rescate por el ICAS, no menos hermoso fue el de este viernes, con músicas raramente programadas de Turina, Respighi y Castelnuovo-Tedesco. De éste, maestro de maestros de la música de cine, de Rózsa a Williams pasando por Mancini, se interpretó el Concierto para guitarra que le inspirara su encuentro con Andrés Segovia. Para ello se contó con una solista de lujo, Mª Esther Guzmán, que salvó con destreza sus líneas melódicas y con maestría sus íntimas y muy expresivas cadencias, mientras como propina ofreció un delicado arreglo en estilo Tárrega del Tema de Lara de Maurice Jarre.

Thomas, que siguió a la solista con respeto y atención, ofreció antes unas sólidas y robustas Arias y danzas de Respighi recopiladas del renacimiento italiano, menos populares pero más vivaces que las de la suite nº 3, con mención especial para el primer chelista. Menos lograda estuvo la segunda parte, con unas Danzas gitanas de Turina rutinarias y poco sensuales, a pesar de las buenas prestaciones de la concertino en la Danza de la seducción. A una abreviada Mi madre la oca, sin interludios, le faltó vuelo lírico y carácter onírico. No obstante la orquesta está alcanzando un nivel técnico impecable, por lo que quizás vaya siendo hora de enfrentarla a otras batutas, sin menospreciar a su director artístico, que vayan moldeando su necesaria flexibilidad. Prueba de sus escasos recursos fueron ese piano y clave sintetizados y a pesar de ello muy convincentes.

Artículo publicado en El Correo de Andalucía el domingo 24 de mayo de 2015

DANDO LA NOTA: AÚN MÁS ALTO Dirty dancing and singing

Título original: Pitch Perfect 2
USA 2015 115 min.
Dirección Elizabeth Banks Guión Kay Cannon, según el libro de Mickey Rapkin Fotografía Jim Denault Música Mark Mothersbaugh Intérpretes Anna Kendrick, Rebel Wilson, Hailee Steinfeld, Brittany Snow, Anne Camp, Skylar Astin, Ben Platt, Adam DeVine, Alexis Knapp, Hanna Mae Lee, Chrissie Fit, Birgitte Hjort-SØrensen, Flula Borg, Elizabeth Banks, John Michael Higgins, Katey Sagal, Freddie Stroma
Estreno en Estados Unidos 15 mayo 2015; en España 22 mayo 2015

La actriz y ocasional realizadora Elizabeth Banks y el director Jason Moore se intercambian los papeles y ahora ella figura como directora y él como productor, y en el camino se pierde la frescura y hasta la compostura de la cinta de 2012 que encumbraba el discutible éxito de los concursos de grupos musicales universitarios a capella. Ahora los sitúan, aún más discutiblemente, en Europa, y el producto acaba resultando algo que ni ha sido escrito ni mucho menos dirigido, sino dejado absolutamente a la improvisación de sus protagonistas, perdidos como el público en una maraña de situaciones ridículas y esperpénticas. Sin apenas alguna aportación nueva más allá de la incorporación al reparto de Hailee Steinfeld, la niña de Valor de ley de los Coen, en el doblaje se han apeado gran parte de sus posibles chistes, cameos incluidos de Snoop Dogg, Rosie Pérez, Rosie O'Donnell, Christina Aguilera o la voz de Pharrell Williams, mientras las exquisiteces que salen de las bocas de sus protagonistas, especialmente de la voluminosa Rebel Wilson, apenas resultan graciosas. Para colmo la mejor baza de su predecesora, los números musicales, apenas consiguen ser estimulantes y están directamente mal rodados; y el duelo con el conjunto alemán, único chiste posiblemente divertido, por aquello de la canciller Merkel y el nuevo intento germano de dominar el Mundo, ni convence ni tiene ingenio. Todo predecible y aburrido, sin rumbo ni estilo. Los únicos que se han esforzado, y tampoco mucho, son los arreglistas y ensambladores de las canciones.

POLTERGEIST Innecesaria revisión de un clásico

USA 2015 93 min.
Dirección Gil Kenan Guión David Lindsay-Abaire, según la historia de Steven Spielberg Fotografía Javier Aguirresarobe Música Marc Streitenfeld Intérpretes Sam Rockwell, Rosemarie DeWitt, Jared Harris, Jane Adams, Kennedi Clements, Kyle Catlett, Saxon Sharbino, Nicholas Braun, Susan Heyward Estreno simultáneo en España y Estados Unidos 22 mayo 2015

Si algo ha demostrado el aluvión de remakes que ha sufrido el cine americano en los últimos años es que son innecesarios y no logran hacerle sombra a los originales. Ni Conan, ni Robocop ni Desafío total por citar algunos ejemplos, han logrado enturbiar ni tan siquiera acercarse a los ya clásicos títulos de los ochenta. En el campo del cine de terror, con ser digna, La profecía no cosechó ni de lejos el éxito de su referente, y ahora Poltergeist corre el peligro de tener la misma suerte. No es exactamente un bodrio pero no interesa. La principal originalidad de la cinta dirigida por Tobe Hooper y producida por Spielberg en 1982 radicaba en combinar historia de fantasmas con efectos visuales tipo La guerra de las galaxias, lo que unido a su buena realización y conjunción de elementos, lograba una especie de fascinación en quien la contemplaba, con momentos estéticamente sublimes y una espectacular sensación de respeto y temor por el más allá y el descanso de los muertos. En plena era de los efectos digitales esta revisión del clásico apenas consigue emular los de su predecesora, de hace más de treinta años, sin aportar nada nuevo y jugando con constantes que a estas alturas están archivistas y resultan cansinas, armarios misteriosos y muñecos diabólicos incluidos. El guión apenas incluye un par de novedades, más con el fin de aligerar el metraje sin ahorrar información, imaginamos que por respeto al poderoso Rey Midas de Hollywood; mientras a pesar de ser mejores actor y actriz que sus referentes, Rockwell y DeWitt no consiguen alcanzar la convicción de Craig T. Nelson y JoBeth Williams, más sufridos y entregados que éstos, que parecen perdidos en un producto en el que naturalmente no creen. La consecuencia es un film tan aburrido como innecesario. La original no ha perdido ni frescura ni capacidad de seducción e impacto, por lo que es más aconsejable seguir refiriéndose a ella y recomendar su visionado antes que descubrir esta historia de fantasmas a través de este grisáceo remake. No por hacer patria, pero quizás lo más conseguido sea la fotografía de Aguirresarobe, que logra revivir las texturas y colores de Matthew Leonetti, operador responsable de la cinta original. Ni las dos secuelas cinematográficas ni la serie de televisión que le siguió lograron eclipsar aquella película que precedió en un par de meses al estreno de E.T. El extraterrestre, y en la que el sueño americano se hacía patente a través de la familia feliz en una casa bonita de un barrio tranquilo. Esta revisión tampoco la eclipsa, y apenas sirve para comprobar que aquella ingenuidad de los ochenta se ha convertido treinta años después en desesperación de parados con un futuro incierto y amenazados por el desahucio y el desencanto.

jueves, 21 de mayo de 2015

UNA NUEVA AMIGA De entre los muertos con tacones

Título original: Une nouvelle amie
Francia 2014 105 min.
Guión y dirección François Ozon, según el relato “The New Girlfriend” de Ruth Rendell Fotografía Pascal Marti Música Philippe Rombi Intérpretes Anaïs Demoustier, Romain Duris, Raphaël Personnaz, Isild Le Besco, Aurore Clément, Jean-Claude Bolle-Reddat, Bruno Perard Estreno en el Festival de Toronto 6 septiembre 2014; en Francia 5 noviembre 2014; en España 15 mayo 2015

Dos películas de Claude Chabrol, La ceremonia y La dama de honor, y una de Almodóvar, Carne trémula, además de una serie de televisión sobre su personaje favorito, el inspector Wexford, reflejan fundamentalmente en la pantalla el universo humano y temático de la recientemente fallecida, apenas hace unos días, escritora británica Ruth Rendell, a las que ahora se suma esta nueva película del director de En la casa y Potiche. De Almodóvar, con quien su cine siempre ha sido comparado en estilo y forma, parece tomar prestadas más referencias e influencias, no tanto de la película citada como de Tacones lejanos, con la que comparte incluso diseño publicitario, además de secuencias calcadas como la que tiene lugar en un club de travestis; también hay un poco de Todo sobre mi madre, y todo ello aderezado con unas gotas de Hitchcock, especialmente Vértigo y esa fascinación por encontrar el o la doble perfecta con quien exorcizar el dolor de una pérdida inconsolable y lograr una segunda oportunidad. De lo que quizás no fuera consciente Ozon es de lo mucho que su film comparte con un título incomprendido y maltratado del cine español, Todo lo que tú quieras, en la que Juan Diego Botto superaba con creces la muy amanerada interpretación de Romain Duris, y cuyo punto de partida es muy similar, aunque luego deriven hacia tramas muy distintas. Lástima que con todos estos atractivos ingredientes apenas alcance a reflejar el análisis que sobre la identidad sexual, la atracción por el sexo propio y la represión burguesa, parece apuntar su referente literario. Por el contrario nos tenemos que conformar con una puesta en escena elegante y atractiva, unas interpretaciones tan convincentes como convencionales y un flujo narrativo entretenido, sumando unas necesarias e inquietantes aunque discretas dosis de escabrosidad y turbación que hacen que el film se disfrute con interés aunque acabe convenciendo menos de lo deseable.

LA PROFESORA DE HISTORIA Educación y motivación en democracia

Título original: Les héritiers
Francia 2014 100 min.
Dirección Marie-Castille Mention-Schaar Guión Marie-Castille Mention-Schaar y Ahmed Dramé Fotografía Myriam Vinocour Música Ludovico Einaudi Intérpretes Ariane Ascaride, Ahmed Dramé, Geneviéve Mnich, Xavier Maly, Martin Cannavo, Noémie Merlant, Stéphane Bak Estreno en Francia 3 diciembre 2014; en España 15 mayo 2015

La crónica del profesor o profesora que tiene que lidiar con un alumnado imposible, generalmente de barrios periféricos y marginales, ha servido de trama en muchas ocasiones, desde Rebelión en las aulas a Diarios de calle o Mentes peligrosas, pasando por dos de las mejores cintas que se han hecho sobre el tema, La clase y Hoy empieza todo, francesas como ésta. La cuestión cobra en estos momentos especial interés y relieve por cómo quienes nos gobiernan se han cebado especialmente con la educación, así como con la sanidad, con pretexto de la crisis económica, justamente los dos pilares de cualquier sociedad avanzada, civilizada y moderna que no deberían sacrificarse bajo ningún concepto. Quizás si como en la Grecia antigua nos gobernasen maestros y sabios, y no esta pandilla de incompetentes, corruptos y ambiciosos que minan nuestra moral, las cosas serían muy diferentes. Y para probarlo aquí encontramos el personaje real de una profesora pertinaz y entregada a su profesión, responsable y obstinada que logra a través de un sutil y muy eficaz trabajo de motivación, más sobre el guión que sobre la práctica, sacar a sus rebeldes y reacios alumnos y alumnas de la mediocridad y la desesperanza en la que se encuentran inmersos. Quizás lo peor de esta emotiva y necesaria película sea precisamente esa falta de una mayor dosis de naturalidad y convicción a la hora de plasmar la evolución de unos chavales de los que en principio pareciera imposible sacar algún provecho, a pesar de estar basada en hechos reales y tener entre sus principales artífices a uno de sus protagonistas auténticos, el actor y guionista emergente Ahmed Dramé, en cuyas propias vivencias se basa el film. Y no sólo como denuncia de los criminales recortes en educación resulta conveniente la película, sino también por la oportunidad de enriquecimiento que para las nuevas generaciones supone la multiculturalidad y la diversidad en que se han convertido nuestras sociedades, y que sin embargo se ha vuelto en nuestra contra, fomentando racismo, xenofobia y el surgimiento de nuevas formas de fascismo. No deja por ello ser interesante que el instrumento para motivar al alumnado sea un concurso en torno a los niños y adolescentes, fundamentalmente judíos y gitanos, que fueron víctimas del nazismo. En este punto queda claro el papel imprescindible que juega la memoria histórica, evitar a toda costa que esa barbarie caiga en el olvido, como atestiguan las emocionantes palabras de uno de los testigos del genocidio, presente también en un sobrecogedor pasaje de la película. Con todo este material no es de extrañar que el producto derive fácilmente hacia lo lacrimógeno y sentimental, ayudado por la música del italiano Ludovico Einaudi y los exquisitos fragmentos seleccionados de Debussy y Ravel; pero ante tanta emoción un poco de conmoción viene bien para consolarse.

miércoles, 20 de mayo de 2015

AGUAS TRANQUILAS Naturaleza espiritual

Título original: Futatsume no mado
Japón 2014 110 min.
Guión y dirección Naomi Kawase Fotografía Yutaka Yamazaki Música Hasiken Intérpretes Nijiro Murakami, Jun Yoshinaga, Makiko Watanabe, Hideo Sakaki, Tetta Sugimoto, Miyuki Matsuda, Jun Murakami, Fujio Tokita Estreno en Cannes 20 mayo 2014; en Japón 26 julio 2014; en España 10 abril 2015

Activa desde hace un par de décadas, la directora japonesa Naomi Kawase se caracteriza por realizar un tipo de cine muy espiritual y visualmente impactante, lo que le ha valido ser muy valorada y reconocida en determinados circuitos cinéfilos y críticos. Dedicada habitualmente al documental, Aguas tranquilas o Still the Water supone una de esas pocas ocasiones en las que se adentra en la ficción sin por ello abandonar del todo el lenguaje que mejor conoce y que le invita a observar con detenimiento y atención todo aquello que le rodea, especialmente lo relacionado con la naturaleza. En esta ocasión se centra en los habitantes de una pequeña isla, enraizados en las creencias religiosas, influidos por deidades que se pueden encontrar en cualquier detalle del paisaje y su entorno, el agua, los árboles, los animales, sacrificados quizás para completar ancestrales rituales en los que la danza y la música ayudan a paliar el dolor y enfrentarse a la muerte como si de una puerta al paraíso se tratara. Rodeados de tifones y aguas bravas, los isleños exhiben orgullosos una templanza y un carácter relajado que se convierte en objeto de envidia para los habitantes de interior. En ese contexto dos jóvenes enamorados descubrirán el lado amargo de la vida a través de la muerte y el abandono, y a la vez experimentarán por primera vez los gozos más primigenios, rodeados siempre de un esplendor exuberante de luz, color y fresca atmósfera veraniega. Cine por lo tanto para disfrutar con los cinco sentidos, pero no con carácter pasivo sino entregándose a una propuesta que exige complicidad y esfuerzo por parte del espectador. Si no se logra entrar en la personal y muy espiritual propuesta de la realizadora, el espectáculo acaba resultando tedioso y hasta insufrible, por su ritmo pausado y un argumento escasamente desarrollado, a lo que hay que añadir el inexpresivo e inerte protagonista, en ocasiones enervante. Pero si se consigue conectar con el universo de Kawase la experiencia puede llegar a ser muy gratificante.

martes, 19 de mayo de 2015

LA DEUDA (OLIVER'S DEAL) Provocando un devastador efecto mariposa

Título original: Oliver’s Deal
USA-España-Perú 2015 99 min.
Guión y dirección Barney Elliott Fotografía Bjorn Stale Bratberg Música Jesús Díaz y Fletcher Ventura Intérpretes Stephen Dorff, Alberto Ammann, Carlos Bardem, Elsa Olivero, Amiel Cayo, Marco Antonio Ramírez, David Strathairn, Brooke Langton, Nidia Bermejo, Lucho Cáceres, Javier Valdez, Liliana Trujillo, Delfina Paredes, Paco Varela Estreno 15 mayo 2015

Otro esfuerzo de producción española que no encuentra apoyo en nuestro país, tan proclive a machacar el producto interior mientras se muestra indulgente con toda la basura que nos llega de fuera. En esta ocasión se reúne al director debutante norteamericano Barney Elliott con un plantel internacional de actores y actrices provenientes de los tres países que colaboran en la gestación del film, Perú, Estados Unidos y España. Rodado en inglés, quechua y castellano, utiliza en cierto modo el lenguaje y estructura patentados por González Iñárritu en cintas como Amores perros y Babel para narrar una historia en la que tiempo y espacio se alían para afectar de una manera u otra a personas y castas de muy distinta índole y naturaleza. Una mujer desesperada por no poder ofrecer a su madre anciana y enferma la atención sanitaria que precisa, un campesino que se resiste a vender las tierras con las que tan justamente le compensó el gobierno peruano años de labranza, y un ejecutivo americano decidido a saldar la deuda contraída por el país andino con los grandes bancos llegando a un acuerdo que sea provechoso y lo menos corrosivo posible con los campesinos afectados, aún a costa de potenciar esa nueva forma de colonización del rico sobre el pobre, son los ejes sobre los que se teje una maraña de acontecimientos, despropósitos e incidentes abocados sin remedio a la tragedia y la opresión siempre del más débil. En la trama un antiguo terrateniente, un jefe sin escrúpulos y un compañero y amigo del americano, más interesado por la verdad de lo conveniente, ejercerán de bisagras para abrir y cerrar los capítulos dolientes que habitan esta crónica del mundo hostil y moderno en el que se ha convertido un planeta invadido por la especulación y la desigualdad creciente. Puede que se resienta su calidad de ópera prima en algunas obviedades de guión, ingenuidades y fallos perdonables, pero domina en el conjunto la sinceridad, la nobleza y la pasión de quien tiene claro lo que quiere contar y, sobre todo, lo que pretende denunciar. A ello hay que añadir una holgada producción, patente en unos bellísimamente fotografiados paisajes, unas estupendas y cómplices interpretaciones y una sensación general de desolación muy acorde con lo que se nos quiere transmitir. Ya se sabe, recortes en la sanidad, deudas requeridas a costa de todo y de todos, y grandes desigualdades sociales cada vez más reflejo de una estructura social y económica de corte medieval. Aún así son discutibles sus dos premios en Málaga, el de guión por no estar completamente depurado, y el de actriz de reparto por recaer en una estrella de la televisión peruana, Nidia Bermejo, cuya insignificante intervención en la película apenas roza un par de minutos.

MAD MAX: FURIA EN LA CARRETERA Adrenalítica y frenética persecución sin fin

Título original: Mad Max: Fury Road
Australia 2015 120 min.
Dirección George Miller Guión Nick Lathouris, Brandan McCarthy y George Miller Fotografía John Seale Música Junkie XL Intérpretes Tom Hardy, Charlize Theron, Nicholas Hoult, Hugh Keays-Byrne, Zoë Kravitz, Angus Sampson, Rosie Huntington-Whiteley, Riley Keough, Nathan Jones, Abbey Lee, Josh Helman, Courtney Eaton Estreno en Australia 14 mayo 2015; en España 15 mayo 2015

El universo creado por George Miller a partir de las películas de carretera tan frecuentes en la década de los setenta, desde Easy Rider a El diablo sobre ruedas, combinado con un paisaje desolador y desértico con ínfulas apocalípticas, ha inspirado a generaciones de realizadores de cine fantástico que desde entonces han generado mundos muy similares al imaginado por el director australiano con escasos medios y mucho entusiasmo. Las dos primeras entregas de Mad Max, en torno a la venganza y el viaje desorientado de un ex policía a quien una banda de criminales de carretera se lo ha arrebatado todo, han pasado a la historia del cine como génesis de un género singular y diferente, mientras en su vocación de espectáculo para todos los públicos, la más depurada técnica y artísticamente Mad Max Más allá de la cúpula del trueno, se mantiene como una eficaz y espectacular maquinaria de aventuras con mecanismo de relojería. Siguiendo un planteamiento parecido y una estética deudora de esta última, el septuagenario realizador de películas tan dispares como Las brujas de Eastwick, El aceite de la vida, Babe el cerdito en la ciudad y Happy Feet, recupera la saga comenzada a principios de los ochenta, y en un proceso creativo muy distinto y absolutamente superior al empeñado en resucitar otros éxitos ochenteros como Robocop o Desafío total, cuya puesta al día consistió casi exclusivamente en ponerse al servicio de la última tecnología, consigue la mejor cinta de la serie y un espectáculo endiablado, furioso y épico como hacía mucho tiempo que no se veía en pantalla. No es que se haya prescindido de la tecnología digital, pero sus costuras se notan menos que en otras producciones de ciencia-ficción recientes, y confía más su espectacularidad y descarga de adrenalina en especialistas, grúas, montaje, diseño de producción e interpretación, hasta conseguir un producto de primerísima calidad en su género. Magníficos paisajes y un sentido del ritmo frenético e incansable, unido a una utilización inteligente y por fin satisfactoria del 3D, logran dos horas de diversión sin pausa, en las que lo de menos son las pretensiones filosóficas y pesa más su mera intención de divertir y entretener con un acabado perfecto. No son ajenos a sus méritos sus intérpretes, destacando una esforzada Charlize Theron sobre el heredero del papel que encarnara Mel Gibson, Tom Hardy. Muy matizado también el joven emergente Nicholas Hoult (Un niño grande, Jack el cazador de gigantes, X-Men Primera generación, Memorias de un zombie adolescente), mientras Miller recupera al villano de la primera entrega de la saga, Hugh Keays-Byrne y lo convierte en secundario al servicio del malvado de turno, echa mano de un luchador profesional para encarnar al esbirro musculado, Nathan Jones, y a un buen ramillete de hermosas modelos en la línea de Victoria’s Secret, entre las que se encuentran la hija de Lenny Kravitz y la nieta de Elvis Presley, para dar vida a un harén que huye de la tiranía, mientras agua y petróleo siguen siendo los tesoros codiciados de un mundo devastado y destinado a la primigenia más alarmante. Quizás en este punto de crisis económica y resurgimiento de gobiernos absolutistas maquillados, sea donde la película encuentre más anclaje con la coyuntura actual, pero sólo con carácter anecdótico.

jueves, 14 de mayo de 2015

LA CANCIÓN DEL MAR Precioso cuento sobre la fraternidad responsable

Título original: Song of the Sea
Irlanda-Francia-Bélgica-Dinamarca-Luxemburgo 2014 93 min.
Dirección Tomm Moore Guión Will Collins Música Bruno Coulais y Kila Voces (en versión original) David Rawle, Brendan Gleeson, Lisa Hanningan, Fionnula Flanagan, Lucy O'Connell, Jon Kenny Estreno en el Festival de Toronto 6 septiembre 2014; en Francia y Bélgica 10 diciembre 2014; en España 8 mayo 2015

El realizador irlandés Tomm Moore está especializado en un cine de animación muy singular a través del cual nos cuenta historias directamente relacionadas con el mundo de la tradición y la mitología de su país. Después de obtener un notable éxito, sobre todo de crítica, con El secreto del libro de Kells, su nueva película, bendecida también con numerosos reconocimientos, entre los que se encuentran nominaciones al Oscar y el Cesar y el premio a la mejor película de animación en el Festival de Gijón, vuelve a sumergirnos, nunca mejor dicho, en un mundo de fantasía y leyenda dominado por una rica iconografía mitológica celta. Cuesta trabajo implicarse en la historia; su diseño de trazo sencillo y fondos enroscados, muy en la línea de la estética ilustrativa de cuentos de los años setenta y tan alejada de la sofisticación que impera en la animación digital actual, no ponen fácil la inmersión en tan sugestivo cuento. Pero poco a poco emerge su capacidad de seducción y su tendencia al cuento universal, para acabar imponiendo su estética y su filosofía a un público que asiste maravillado a un alarde de imaginación sincera y pura, que culmina con una emocionante apoteosis y que deja claro su sano mensaje sobre la fraternidad humana, el amor por la naturaleza, el respeto y la responsabilidad.

SUITE FRANCESA El dolor filtrado con papel celofán

Título original: Suite Française
Reino Unido-Francia-Bélgica 2015 107 min.
Dirección Saul Dibb Guión Saul Dibb y Matt Charman Fotografía Eduard Grau Música Rael Jones Intérpretes Michelle Williams, Kristin Scott Thomas, Matthias Schoenaerts, Sam Riley, Ruth Wilson, Lambert Wilson, Margot Robbi, Alexandra Maria Lara, Harriet Walker, Tom Schilling, Deborah Findlay Nervión Estreno en Reino Unido 13  marzo 2015; en España 8 mayo 2015

Durante la Segunda Guerra Mundial muchas fueron las mujeres que viviendo en los territorios ocupados por los nazis sucumbieron al posible encanto de los invasores, dejándose engatusar por cumplidos, regalos y promesas de futuro. Generalmente pertenecían a los estratos sociales más bajos y desesperados, y cuando terminó la conflagración fueron humilladas y sometidas a escarnio público. De este tema se ha hecho eco el cine en varias ocasiones, siendo quizás la más célebre Cinco mujeres marcadas, que dirigió Martin Ritt en 1960 con Jeanne Moreau, Vera Miles, Silvana Mangano, Barbara Bel Geddes y Carla Gravina en el reparto. Suite francesa es una novela que escribió Irène Némirovsky, escritora de origen judío y ucraniano que vivió en Francia, escribió en francés y murió en Auschwitz en 1942. La dejó inacabada y no se publicó hasta 2004, cuando su hija Denise Epstein la encontró en una maleta cerrada. El cine se interesó entonces en su adaptación, encargándose la adaptación a Ronald Harwood, si bien finalmente fueron Saul Dibb y Matt Charman quienes escribieron el guión, con resultados seguramente más tibios que si lo hubiera hecho el guionista de El pianista. Epstein por su parte fallecería poco antes de empezar a filmarse la película. Saul Dibb tuvo un prometedor debut en la dirección con Bullet Boy, que se tornó en decepción con su siguiente película, La duquesa, un folletín histórico y lujoso tan académico como impersonal, y cuya impronta caracteriza también este aseado melodrama en el que una joven francesa de clase acomodada mantiene un idilio imposible con un oficial alemán con el que comparte la pasión por la música. En sus primeras tomas la cinta transmite credibilidad y provoca el horror inherente a la invasión de Francia por los nazis, especialmente en una espectacular escena de bombardeo contra civiles que huyen de sus casas. El tono se va dulcificando paulatinamente hasta derivar en una especie de impostura en la que la postal bucólica, los buenos sentimientos frente a la injusticia y la opresión, y la escasa capacidad para profundizar en un tema tan espinoso como el tratado, van lastrando las posibilidades de un film respecto al cual su referente literario seguramente tiene más que decir. Estupenda como siempre Kristin Scott Thomas y correctos Michelle Williams, Matthias Schoenaerts (Rundskop, De óxido y hueso y una nueva adaptación de Lejos del mundanal ruido) y en un registro más dramático Sam Riley (Control, On the Road, Maléfica). Todo lo demás, decorados, vestuario, fotografía, música… ahondando en ese tono académico y pulcro que caracteriza al conjunto. Pero al menos se le puede agradecer que sea entretenida y que recupere cierto sabor a ese cine de aventuras relacionado con la guerra que solía cultivarse especialmente en la década de los sesenta.

domingo, 10 de mayo de 2015

ORQUESTA BARROCA DE SEVILLA CON ÓRGANO: ENSALADA GOURMET CON "TROPIEZONES"

Orquesta Barroca de Sevilla. José Enrique Ayarra, órgano. Sylvan James, directora-concertino. Programa: Sonatas de Iglesia K. 212, 145, 224, 244 y 336 y Obertura K. 399, de Mozart; Concierto Op.8 nº 4 “El invierno” de Vivaldi; Concerto Grosso Op.6 nº 11 de Haendel. Iglesia de los Venerables, domingo 10 de mayo de 2015

Patrocinado por la Fundación Focus-Abengoa, el Padre Ayarra y la Orquesta Barroca de Sevilla unieron fuerzas en un concierto en el que participaron otros suculentos ingredientes, como son una serie de sonatas di chiesa compuestas por Mozart entre 1772 y 1780, una concertino excepcional, la canadiense afincada en Sevilla Sylvan James, el extraordinario y majestuoso órgano de la Iglesia de los Venerables; como ensaladera el magníficamente restaurado templo, y participando como comensales un público incondicional y elegante, ávido de disfrutar con cualquier manifestación de esta estupenda formación y encantados de responder con gratitud a las impecables prestaciones de los músicos convocados. Lástima que en este plato gourmet se colaran algunos tropiezones, como los lamentos de dos niños pequeños (qué manía de traer criaturitas a estos eventos), la grabación de una parte del concierto que saltó de un indiscreto móvil justo en una pausa entre sonatas, o el error de entrada del insigne organista en la última sonata programada, que tuvo que ser repetida por este motivo da capo; menos mal que esta última intervención de Ayarra se alivió con la propina, un fragmento de un concierto para órgano de Haendel.

Que el canónigo es quien mejor mima los monumentales órganos de la ciudad quedó demostrado en su pulso firme y decidido, su buen gusto y elegancia en las ornamentaciones y su delicado fraseo, por más que en alguna ocasión evidenciara algún leve atasco y pérdida de ritmo sin mucha importancia. En dos sonatas tuvo parte de solo obligato, y en las otras tres sólo de bajo continuo que compensó con una majestuosa interpretación solista en estilo absolutamente haendeliano de la Obertura en Do Mayor K. 399, extraída en realidad de una suite para clave. El acompañamiento de la cuerda, situada en el balcón junto al organista y bajo el instrumento, disfrutó de una especial acústica con efecto de reverberación muy adecuado a la estética aterciopelada que debía dominar la representación.

Ya sin órgano, bajo el altar, pudimos apreciar el entusiasmo con el que los integrantes de la Barroca acometen generalmente sus trabajos, con tanta complicidad como ánimo de juego y diversión. Un espíritu que se plasma en unas interpretaciones llenas de energía y vitalidad y que bajo la dirección de Sylvan James, en estado de buena esperanza, se convirtieron en un rotundo placer para el oyente. A destacar el arranque progresivo, como si de un tren antiguo se tratara, del Allegro non molto de El invierno de Vivaldi, con continuos cambios de ritmo y registro, una decisión muy saludable para dar un toque algo distinto y original a una pieza tan divulgada como ésta. El largo, por otro lado, se benefició de un disciplinado y muy expresivo ostinato de Anastasia Baraviera al cello, mientras el clave de Alejandro Casal potenció el color y la magia de la pieza. En el Concerto Grosso de Haendel, que curiosamente proviene del Concierto para órgano nº 11, destacó el allegro final y su enorme sutileza rítmica, apoteosis de esa enérgica jovialidad a la que hemos hecho referencia, y que se hizo especialmente notoria en el contrabajo de Ventura Rico, el violín de Alexis Aguado y la viola de José Manuel Navarro. Por su parte James resolvió con gran belleza melódica y virtuosismo su parte solista.

HIPÓCRATES Trabajar con el dolor y en precariedad

Título original: Hippocrate
Francia 2014 102 min.
Dirección Thomas Lilti Guión Pierre Chosson, Baya Kasmi, Julien y Thomas Lilti Fotografía Nicolas Gaurin Música Jérôme Bensoussan y Nicolas Weil Intérpretes Vincent Lacoste, Reda Kateb, Felix Moati, Jacques Gamblin, Marianne Denicourt, Carole Franck, Philippe Rebbot Estreno en el Festival de Cannes 22 mayo 2014; en Francia 3 septiembre 2014

El cine francés, al contrario que el nuestro, no pierde oportunidad de plasmar la realidad social, política y económica del momento, caracterizada por una crisis en la que muchos se han escudado para destruir el estado de bienestar social que con tanto esfuerzo y dedicación se ha ido construyendo durante décadas. Hace apenas unos años en Sicko, Michael Moore ponía como ejemplo de sanidad competente y bien remunerada a la francesa. Hoy un médico hijo de médicos denuncia esa misma sanidad seriamente adulterada tras pasar por el filtro de los intereses mercantilistas, descuidar a sus facultativos, con la desmoralización y desmotivación que ello conlleva, y convertir al enfermo en mera estadística al que mantener con vida simplemente para disfrazar un sistema que no resuelve los problemas que se le presentan de forma científicamente depurada y humanamente aceptable. El resultado, como en nuestro país, depara un descontento general y la sensación de habernos convertido en meras fichas de un tablero de juego en el que lo de menos es mantener un nivel mínimo de dignidad y eficiencia. Con una puesta en escena ágil y comprometida, Lilti maneja todos los resortes de este drama con magisterio y profesionalidad, contando para ello con unas esmeradas interpretaciones, especialmente la muy matizada y detallista del argelino Reda Kateb, galardonado con el César al mejor secundario, y un argumento en el que convergen diversos historiales clínicos, algunos de los cuales se hacen francamente duros de seguir por su realismo y su compromiso sentimental y humano. Un film por lo tanto necesario y contundente, que se pudo ver en el Festival de Gijón y con el que la cinematografía gala vuelve a demostrarnos su seria tendencia a erigirse en portavoz de los desfavorecidos.

GÜEROS Lejos de casa (2)

México 2014 107 min.
Dirección Alonso Ruizpalacios Guión Alonso Ruizpalacios y Gibrán Portela Fotografía Damián García Música Tomás Barreiro Intérpretes Tenoch Huerta, Leonardo Ortizgris, Sebastián Aguirre, Ilse Salas, Sophie Alexander-Katz Estreno en México 20 marzo 2015; en España 8 mayo 2015

Galardonada con los premios a la mejor ópera prima Berlín y película latinoamericana San Sebastián, además de mejor fotografía y nuevo director en Tribeca y 12 nominaciones a los Premios Ariel de la Cinematografía Mexicana, la película en blanco y negro de Alonso Ruizpalacios pretende elevar una voz original, distinta y muy personal en favor de una juventud cada vez más perdida y desorientada. Caemos así en la cuenta de que el problema no es ni local ni continental, sino que recorre y abarca el planeta, provocando la huida de nuestros jóvenes y adolescentes en busca de un nuevo horizonte y una esperanza que les permita ver la salida del túnel. En este caso, otro niño víctima de un fracaso familiar visita a su hermano, estudiante en Veracruz, para comprobar que el suyo es un desencanto aún mayor y que sólo la inercia podrá hacerle avanzar hacia alguna parte. A partir de ahí la búsqueda de una antigua leyenda local del rock se convertirá en motor de otro presunto viaje de descubrimiento y aprendizaje. Pero en realidad el espectador apenas es invitado a un anecdótico cuaderno de viaje marcado por protestas universitarias, decadencia y obsesión de todo un pueblo por un programa de televisión en el que una serie de personas se encierran en una casa a modo de experimento psicosocial (¿les suena?). Hay momentos inspirados, otros intrascendentes y continuos altibajos en su deambular y en la apreciación del sufrido espectador, todo ello aderezado con un continuo homenaje y referencia al Buñuel de la etapa mexicana, especialmente Los olvidados.

A CAMBIO DE NADA Lejos de casa (1)

España 2015 93 min.
Guión y dirección Daniel Guzmán Fotografía Josu Inchaustegui Intérpretes Miguel Herrán, Antonio Bachiller, Luis Tosar, María Miguel, Antonia Guzmán, Felipe García Vélez, Patricia Santos, Miguel Rellán, Fernando Labizu, Manolo Caro, Luis Zahera, Roberto Álvarez Estreno 8 mayo 2015

Tras ganar un Goya con su cortometraje Sueños y atreverse con el documental en El provincial: Recorrido de un tren sin vías, el actor Daniel Guzmán, popularizado en la serie de televisión Aquí no hay quien viva, salta al largometraje con todos los honores, ganando cuatro premios en el Festival de Málaga, incluida la Biznaga de Oro y el Premio de la Crítica. Y es que el joven realizador demuestra que sabe manejar la cámara, dosificar los recursos y dominar la estructura y la narración. Lástima que todo eso lo empeñe en ilustrar una vez más un tema tan manido en el cine y el arte español como es el de la picaresca, aún en el siglo XXI. Dice basarse en experiencias personales, y no sabemos si eso es o no motivo de orgullo, pues que la motivación del adolescente protagonista para delinquir y meterse en todo tipo de problemas de pillaje, robo y timo sea una familia desestructurada y una lucha encarnizada entre sus padres separados no nos parece suficiente para justificar un tipo de comportamiento que desprecia cualquier regla del juego y a toda persona con la que se relaciona. Entretenida y lograda en cuanto a ofrecer tensión y algún destello de emotividad, en conjunto se nos antoja una empresa ya muchas veces vista, desde los tiempos de José Antonio de la Loma y Eloy de la Iglesia, pasando por Fernando León de Aranoa y Alberto Rodríguez. Son estos personajes que nuestro cine se empeña en encumbrar como víctimas de una sociedad enferma, pero que no reflejan la realidad de otros que, con las mismas dificultades que ellos, logran sobrevivir a través del esfuerzo y la edificación, y que quizás fueran mejores candidatos para compartir sus experiencias. Con todo acierta también Guzmán en la elección de sus intérpretes, incluida su propia abuela, que da vida a una octogenaria con la que el descarriado protagonista mantendrá una bonita relación como familia postiza.

sábado, 9 de mayo de 2015

PREGUNTAS CON RESPUESTA EN EL TERCER CONCIERTO DE LA TEMPORADA DE LA SINFÓNICA CONJUNTA

Orquesta Sinfónica Conjunta. Jesús Pineda, guitarra. Juan García Rodríguez, director. Programa: Obertura “La consagración de la casa” Op.124; Concierto para guitarra y orquesta, de Castillo; The Unanswered Question, de Ives; Sinfonía nº 4 “Trágica” de Schubert. Auditorio de la ETS de Ingeniería, viernes 8 de mayo de 2015

Debe ser una enorme satisfacción para Juan García liderar un proyecto tan emocionante y agradecido como éste, a la vez que constituir un esfuerzo extraordinario frente al cual nos aventuramos habrá pensado más de una vez en tirar la toalla. La desidia habitual de los jóvenes, más preocupados en otros menesteres que en atender a sus obligaciones y responsabilidades, y la aún peor desidia e incomprensión de las instituciones habrá desmotivado en más de una ocasión a este todavía joven director sanluqueño, enamorado y estandarte de la música contemporánea, siempre presente en los bellísimos programas que ofrece en estos conciertos de la Sinfónica de la Universidad y el Conservatorio Manuel Castillo de Sevilla.

Y precisamente de Manuel Castillo fue el concierto con el que disfrutamos del docto dominio a la guitarra de Jesús Pineda, doblemente vinculado a las dos instituciones que patrocinan la orquesta. El del compositor sevillano es un concierto deliberadamente conservador, de estructura y gramática tan tradicionales que evocan al referente habitual que es Joaquín Rodrigo, aunque sus líneas son más simples y se permiten alguna que otra deconstrucción. Poca sorpresa en la orquestación, y mucho abuso de las escalas en la parte solista, que Pineda controló con buen gusto y mucho equilibrio, arropado por una siempre atenta cuerda, la familia mejor controlada de la noche. Porque en La consagración de la casa (Die Weihe des Hauses) de Beethoven, última de sus obras escénicas, los metales reminiscentes de Haendel tuvieron sus más y sus menos, contribuyendo a algunas caídas de tensión, pero la cuerda logró exhibir el brillo y la majestuosidad que informa la pieza.

El toque más vanguardista, aunque date de principios del siglo pasado, lo puso La pregunta sin respuesta del norteamericano Charles Ives, una evocadora y hechizante pieza que se ha convertido con el tiempo incluso en inspiración para bandas sonoras de películas de ciencia-ficción, como atestigua la compuesta por James Horner para Wolfen en 1981, auténtico plagio de la pieza de Ives. Con trompeta y vientos dialogando de balcón a balcón, fuera del escenario como ordena la partitura, García mantuvo la cuerda sostenida en perfecto equilibrio, controlando dinámicas y logrando esa atmósfera inquietante e irreal que precisa su carácter metafísico y existencialista. Pero la joya fue sin duda la Trágica de Schubert. Tan frecuente es despojarla de su carácter trágico que se ha llegado a decir que el título no es más que una impostura, de forma que lo habitual es enfrentarse a ella con un espíritu más alegre y desenfadado que el intencionado. No ocurrió así con García y los jóvenes integrantes de la Conjunta, logrando una lectura de tempi brevi pero contundente, violenta y desasosegante, inspirando sin enfatizar un clima desconsolado, una huida desesperada y una intensa y febril desazón. Metales y maderas no funcionaron tan bien como en otras ocasiones, pero al margen de algún pequeño desequilibrio, la cuerda se deslizó de forma sensacional, gracias a un director entusiasta, entregado y con las ideas tan claras que sabe dar respuesta a cualquier demanda.

QUÉ EXTRAÑO LLAMARSE FEDERICO Doble declaración de amor, de amigo y de hijas

Título original: Che strano chiamarsi Federico!
Italia 2014 96 min.
Dirección Ettore Scola Guión Ettore, Paola y Silvia Scola Fotografía Luciano Tovoli Música Andrea Guerra Intérpretes Vittorio Viviani, Sergio Rubini, Antonella Attili, Tommaso Lazotti, Giacomo Lazotti, Sergio Pierattini Estreno en Italia 12 septiembre 2014; en España 30 abril 2015

Aunque de estilo y forma de trabajar muy diferentes, la trayectoria profesional de Ettore Scola y Federico Fellini anduvo a menudo paralela, no en vano fueron extraordinarios amigos y compartieron aficiones e inquietudes así como una imperturbable amistad con Marcello Mastroianni, al que cada uno dirigió en diversas ocasiones, Fellini como atractivo alter ego y Scola como paradigma del italiano medio. Con estos precedentes no es extraño que a sus ochenta y tres años, y coincidiendo con el vigésimo aniversario del fallecimiento del autor de La dolce vita, el director de Una jornada particular, La familia y El salón de baile le rinda un emotivo y muy personal homenaje, con ayuda de sus hijas en el guión. Tenemos así una doble declaración de amor, la de un compañero y amigo y la de unas hijas, juntos los cuales han forjado este emotivo y singular tributo. No podemos calificar la cinta exactamente como un documental, pues combina ficción y material de archivo para construir el perfil de un genio desde el punto de vista de alguien que lo conoció muy bien y lo quiso como un hermano, hasta tal punto que a los realizadores de jóvenes los interpretan los hermanos Tommaso y Giacomo Lazotti. Presta una especial atención a la época en la que el cineasta se enroló en la revista satírica Marc’Aurelio como viñetista, aprovechando para analizar el espíritu flexible y voluble del italiano típico, personificado en el director de la publicación, un Sergio Pieranttini que presume de comunista mientras evoca un perfil más bien fascista. Tanto dedica Scola a este episodio que descompensa la estructura del film, siendo esto quizás lo único reprochable a una película en la que el actor Vittorio Viviani va recorriendo los míticos estudios Cinecittá mientras narra los acontecimientos que Scola ha seleccionado de entre los muchos que podrían tejer este sentido, original y entretenido homenaje. Los hipotéticos viajes en coche de la pareja de cineastas con una prostituta (Antonella Attili), personaje recurrente en ambas filmografías, y especialmente con un artista callejero (Sergio Rubini), que sirve para destacar el papel del azar en la construcción del genio y el mito, se erigen en dos de los momentos más ingeniosos de una película en la que el material de archivo depara joyas como Orson Welles opinando de forma esquemática y contundente sobre Fellini, el conmovedor adiós de los romanos al genial cineasta el 31 de octubre de 1993, o el inevitable collage final con secuencias de su filmografía al ritmo de Nino Rota y su Passarella di addio de Ocho y medio. Por cierto, el encargado de la banda sonora, Andrea Guerra, fue el autor de la música incidental de Nine, la adaptación al musical de aquel mítico título felliniano, que en esta ocasión acierta en imitar a Nicola Piovani en su faceta de compositor de las bandas sonoras de las últimas películas de Fellini siguiendo a su vez el estilo del imprescindible Rota. En fin, un trabajo imprescindible para incondicionales del cineasta, que completa su propia Intervista.

viernes, 8 de mayo de 2015

13º CONCIERTO ROSS: CLASICISMO PARA DESPEDIR A LA SRA. BEKTEMIROVA

13º concierto de la XXV Temporada de Conciertos de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Enrico Onofri, director. Programa: Obertura de Orfeo y Eurídice, de Gluck; Apollon Musagète, de Stravinski; Obertura de El barbero de Sevilla, de Paisiello; Sinfonía nº 88 de Haydn. Teatro de la Maestranza, jueves 7 de mayo de 2015

Tamara Bektemirova fotografiada
para El Correo de Andalucía
El decimotercero programa de esta temporada ha sido el último para la violinista Tamara Bektemirova, que merced a la jubilación cambia los atriles por un merecidísimo descanso. Nosotros le echaremos de menos y se nos hará raro no verla en primera línea a la izquierda del director, pero nos alegraremos porque dejará atrás sacrificios y sinsabores, por mucho que hayan sido más las satisfacciones en estos veinticinco años como pilar fundamental de una orquesta que es un orgullo para la ciudad. Un ramo de flores, unas palabras entrecortadas por la emoción de la violonchelista y amiga Nonna Natsvlishvili y la música de Chaikovski evocada a través de su Serenata para cuerdas, en la que ella también intervino visiblemente emocionada, marcaron un sentido homenaje en un concierto que tuvo como impronta la música del Clasicismo.

Enrico Onofri fue el encargado de dirigir un programa en el que volvió a destacar Haydn, como ya lo hiciera en la anterior comparecencia del maestro italiano frente a la Sinfónica, a finales del 2013. Quien tantas veces ha colaborado con la Barroca aparcó en esta ocasión su violín para ofrecer, con una sorprendentemente generosa plantilla, versiones ágiles y desenfadas de las oberturas de Gluck para Orfeo y Eurídice y de Paisiello para El barbero de Sevilla.

Enrico Onofri
Estrenada también, como Dumbarton Oaks, en el seno político de Washington, el ballet Apolo conductor de las musas no es precisamente una de las páginas más inspiradas de Stravinski, pero Onofri puso empeño en extraer lirismo y belleza de sus impersonales líneas melódicas, por más que la suya acabara resultando una lectura estéril y apagada. Ni siquiera supo sacar provecho de la espléndida cuerda grave del conjunto, si bien los solos de violín y violonchelo lucieron espléndidos. Acertó la batuta en plasmar el vigor y la energía de la Sinfonía nº 88 de Haydn, conjugando perfectamente instrumentación moderna con criterios de interpretación historicista. Pero abusó de contrastes y golpes de efecto a cargo de una sobredimensionada percusión, especialmente en un segundo movimiento demasiado brusco y poco elegante. Un minueto ampuloso, como de gran salón, dio paso a una aceleradísimo allegro final al que apenas supo imprimirle delicadeza y comicidad más allá de un inapropiado mickeymousing que impidió que la música respirase apropiadamente.
 
Artículo publicado en El Correo de Andalucía el sábado 9 de mayo de 2015

Entrevista de Ismael G. Cabral a Tamara Bektemirova en El Correo de Andalucía el 15 de febrero de 2015