domingo, 24 de mayo de 2015

MINÚSCULOS: EL VALLE DE LAS HORMIGAS PERDIDAS Orcos y elfos diminutos

Título original: Minuscule: La vallée des fourmis perdues
Francia 2013 82 min.
Guión y dirección Thomas Szabo y Hélène Giraud Música Hervé Levandier Animación Estreno en Francia 29 enero 2014; en España 8 mayo 2015

Minúsculos: La vida privada de los insectos es una serie de la televisión francesa de la pasada década en la que en apenas cinco minutos se cuentan las divertidas peripecias de estos animalitos en situaciones cotidianas de su existencia. Su traslación a la gran pantalla por sus propios creadores, prácticamente entregados en cuerpo y alma a este invento, tiene la desventaja de tener que estirar la trama hasta la casi hora y media de duración convencional de un largometraje, con resultados no del todo satisfactorios. Sobre fondos reales, espléndidos paisajes de la campiña francesa, se desenvuelven los bichos generados por ordenador, con una banda sonora sinfónica omnipresente subrayando sus comportamientos y pensamientos. Prescindir de diálogos con el fin de evitar eso que al cine americano siempre se le ha reprochado, humanizar a los animales, no consigue el efecto deseado, por cuanto no impide a sus artífices otorgarles comportamientos y actitudes más propios de nuestro entendimiento que del de los propios insectos, a los que apenas examina ni analiza. Choca por lo tanto lo ingeniosas que pueden llegar a ser las hormigas a la hora de imitar el armamento humano para combatir el ataque enemigo, o la fuerza inexplicable que puede llegar a tener una mariquita para trasladar una caja de cerillas a través de todo un bosque que a ella misma y sus compañeras las hormigas les había costado atravesar con anterioridad toda la mitad del metraje de la película. Cuestiones menores si no fuera porque su ritmo y liviano argumento no alcanza para completar la duración, provocando desinterés y aburrimiento. Peor aún es la persecución y batalla emprendida entre nuestras protagonistas y otras hormigas de mayor tamaño y color encarnado, finalizando en una batalla encarnizada, poco recomendable para públicos infantiles, que no disimula su tendencia a imitar los mundos imaginados por Tolkien y Jackson para sus orcos, elfos y demás criaturas en guerra permanente. Por todo ello, y a pesar del aplauso unánime y los premios y reconocimientos conseguidos en los César o los Premios Europeos, tenemos que confesar que nos ha decepcionado considerablemente el producto final.

No hay comentarios:

Publicar un comentario