sábado, 30 de junio de 2012

SONRISAS Y LÁGRIMAS La emoción de la música recala en Sevilla

Sonrisas y lágrimas (The Sound of Music) de Rodgers y Hammerstein
Dirección Jaime Azpilicueta Dirección musical Julio Awad Intérpretes Silvia Luchetti, Carlos J. Benito, Noemi Mazoy, Loreto Valverde, Jorge Lucas y Yolanda García
Teatro de la Maestranza. Viernes 29 de junio de 2012


De los once musicales que compusieron Richard Rodgers y Oscar Hammerstein entre 1943 y 1959, incluidos Oklahoma, Carrusel y El rey y yo, The Sound of Music es el último - Hammerstein, el letrista, falleció unos meses tras el estreno - y más popular. Mary Martin impulsó su composición impresionada por las legendarias historias de la familia Von Trapp, austriacos acosados por los nazis, y Julie Andrews la inmortalizó en celuloide, entrando desde entonces en la memoria colectiva. Ahora se ha convertido en el segundo musical clásico, tras My Fair Lady, que se produce en nuestro país; e imitando una práctica frecuente en Estados Unidos, se ha estrenado de gira antes de debutar en la Gran Vía.

El tema central de esta tragicomedia no es sino la misma música, cómo influye en nuestra vida y emociones; música que abre corazones y resuelve conflictos. Estas partituras ya nostálgicas se concebían para gran orquesta, mientras hoy se defienden con pocos músicos y mucho teclado electrónico. El resultado perjudica a las magníficas orquestaciones originales de Richard Rodney Bennett, a pesar de lo cual Julio Awad se las ha ingeniado para respetarlas al máximo con gran solvencia por parte de un excelente equipo de profesionales, a los que la acústica del Maestranza, donde es la primera y quizás única vez que se programa un musical, no ha hecho sino beneficiar. Azpilicueta, quien cuenta ya con amplia experiencia en el sector, ofrece por su parte un espectáculo dinámico y desprejuiciadamente deudor del imaginario creado para la película de Robert Wise. Apuesta por una puesta en escena poco arriesgada y muy conservadora, pero sacando el máximo provecho de todos sus recursos, incluidos los muy eficaces efectos con los que se recrea la tormenta. Quizás en los momentos más dramáticos falte tensión y los aspectos más almibarados estén potenciados, pero la alegría, fundamental en el género, está sobradamente lograda.

Silvia Lucheti, definitivamente afincada en nuestro país tras protagonizar varios musicales, luce una bonita y muy bien modulada voz, además de dar buena cuenta de ese dinamismo escénico, mientras Carlos J. Benito borda el carácter melancólico del capitán pero ofrece registros vocales más bien limitados. Noemi Mazoy sin embargo destaca con una voz de potente emisión y generosa en sobreagudos, algo que estremeció en el conmovedor himno Escala cada montaña (Climb Every Mountain) - Something Wonderful de El rey y yo, y You'll Never Walk Alone de Carrusel son los otros dos grandes himnos del tándem Rodgers y Hammerstein -. El contrapunto cómico lo dieron Loreto Valverde, encasillada en papeles de mujer sofisticada y distante, Jorge Lucas, que potenció la vena gay de Max Detweiler, que en el original sólo se intuía, y la no tan niña María Osuna y su voz pitona. Los niños, entre ellos los sevillanos elegidos para la ocasión, especialmente la pequeña María Ales, hicieron las delicias de un público entregado y participativo; padres que descubrieron la emoción de esta maravillosa historia y su exquisita música cuando eran niños, y que hoy traen a sus hijos para que también ellos descubran la magia.

EL MUNDO ES NUESTRO Sano combinado de Berlanga y Tarantino

España 2012 87 min.
Guión y dirección Alfonso Sánchez Fotografía Daniel Mauri Música Maravilla Gypsy Band Intérpretes Alfonso Sánchez, Alberto López, Alfonso Valenzuela, Joserra Leza, María Cabrera, Daniel Morilla, Olga Martínez, Francisco Torres, Antonio Dechent, Maite Sandoval, Sergio Domínguez, Antonia Gómez, Pepe Quero, José Rodríguez Quintos, Miguel Ángel Sutilo Estreno 22 junio 2012

Mucho arriesgaban el Cabesa y el Culebra con su salto al cine, tras la expectación creada con sus sketches en Internet a costa de típicos y tópicos personajes sevillanos. Y la empresa se ha resuelto con mucha satisfacción. Plantear el atraco a una sucursal bancaria en la calle San Vicente de Sevilla y en plena Semana Santa es desde luego un magnífico punto de partida. Pero que vaya derivando a todo un esperpéntico espectáculo sobre la fauna hispalense, con todas sus miserias y constantes, y que poco a poco se convierta en paradigma de todos los problemas políticos, económicos y sociales que nos acucian, como si la hubiera producido el movimiento 15M, tiene un mérito extraordinario. Nadie sin el talento de estos dos jóvenes que ya no son promesa, sino rotunda realidad, podría atreverse con un material tan explosivo, y salir tan airoso del empeño. Con un guión modélico y una planificación meticulosa y rigurosa, se ríen de todos y de todo lo relacionado con la idiosincrasia sevillana y sin molestar. José Luis García Sánchez lleva toda la vida queriendo emular sin éxito a Berlanga y llegan estos dos talentos y lo consiguen de sobra, y sin guión de Rafael Azcona. Y además lo logran con un producto fresco y moderno, en las antípodas de lo rancio, y una puesta en escena deudora de una cinefilia evidente, especialmente con los ojos puestos en Tarantino, a quien es fácil identificar desde los títulos de crédito a determinadas tomas fotográficas y el uso de la banda sonora a lo Bregovic y Kusturica. Memorable en sus numerosos gags, desde las desventuras de la reportera intrépida a los detalles de desorganización municipal, la falta de sintonía de una inspectora burgalense con la cultura hispalense, o el acierto con el que son retratados todos y cada uno de los personajes. La sobreactuación se convierte también en una herramienta de trabajo para lograr ese aspecto de esperpento ibérico que invade toda la función. No tiene desperdicio el prólogo y el epílogo, la crítica ácida y acertada que hace de la corrupción y el desorden, y la naturalidad con la que introduce temas como la solidaridad y la conciencia social. Cuidada también en el montaje, que no deja que decaiga en ningún momento la acción y resulte distraída de principio a fin, tan sólo su inflada fotografía en video se resiente de un acabado que podría haber sido modélico. Si siguen por este camino, nos quedan muchas horas de sano y conveniente divertimento, carcajadas incluidas.

martes, 26 de junio de 2012

TRÍO ARBÓS Tríos franceses evocados en los Jardines del Alcázar

XIII Noches en los Jardines del Real Alcázar. Miguel Borrego, violín. José Miguel Gómez, violonchelo. Juan Carlos Garvayo, piano. Programa: Premier Trio en Sol de Debussy y Trio con piano de Ravel. Lunes 25 de junio de 2012


Desafiando un calor insoportable aún a las once de la noche, y a pesar de eso elegantemente trajeados, el Trío Arbós alivió el pasado lunes dos carencias acumuladas en nuestro reciente panorama musical, escuchar música de cámara y de calidad. Con más de quince años de historia, el conjunto vino a corroborar porqué está considerado uno de los más interesantes de la actualidad; quizás por su dominio técnico, su intachable musicalidad y su generosa expresividad, considerados cada uno por separado coquetean con la excelencia, y en conjunto destacan por su complicidad. Su repertorio abarca desde el clasicismo y el romanticismo hasta la música contemporánea, en la que son auténticos especialistas. Esta vez, enmarcado dentro del homenaje que las Noches en los Jardines rinde este año al 150 aniversario de Debussy, el conjunto ofreció una página rara del compositor francés. Una obra de juventud, primeriza, recuperada hace poco y lejos del impresionismo que le caracteriza, además de muy influida por Massenet y Franck, aunque no por ello exenta de interés. Ligera y transparente y sin desaprovechar las posibilidades en ritmo y color que ofrece su scherzo, es como la presentaron estos impecables músicos.

El Trío de Ravel es sin embargo una obra maestra de madurez, cuyas influencias provienen de danzas y folclore del País Vasco. Se trata de cuatro páginas independientes con las que Garvayo triunfó en su compleja parte pianística, mientras junto a la agilidad de Borrego y el sonido compacto de Gómez consiguieron marcar el carácter agresivo del Pantoum y los deslumbrantes trémolos del Final, logrando una interpretación exuberante que completaron con una vertiginosa La muerte del ángel de Piazzolla.

Artículo publicado en El Correo de Andalucía el miércoles 27 de junio de 2012

sábado, 23 de junio de 2012

EL LLANTO DE GAUTIER CAPUÇON Y LA RABIA DE PEDRO HALFFTER MARCARON LA DESPEDIDA DE LA TEMPORADA 2011-2012 DE LA ROSS

16º concierto de abono de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla.
Pedro Halffter, dirección; Gautier Capuçon, violonchelo.
Programa: Fanfarria de la 4ª Sinfonía de Brahms, de Frühbeck de Burgos;
Concierto para violonchelo Op.85 de Elgar; Sinfonía nº 4 Op.98 de Brahms.
Teatro de la Maestranza, 22 de junio de 2012

Acudíamos con el ánimo predispuesto en lo político y lo musical para no disfrutar mucho con el concierto de despedida de la presente temporada; contribuyeron a ello los desmedidos emolumentos del director, aireados en la prensa, y el poco entusiasmo que la noche anterior el mismo programa había despertado en compañeros de profesión. Sin embargo ante la excelencia con la que nos pareció se acometieron cada una de las tres páginas ofrecidas, llegamos a un par de conclusiones. Primero, que algún día conoceremos la verdad sobre la supuesta confrontación que dicen existe entre los integrantes de la orquesta y su titular, toda vez que a nuestro parecer son muchas las ocasiones en las que el maridaje entre unos y otro han dado tan buenos frutos, y ésta no fue la excepción. ¿Es posible entonces tal grado de insatisfacción en la plantilla, por mucha profesionalidad que deban derrochar en el ejercicio de su trabajo? Y en segundo lugar, que la avaricia es mala compañera y que con los tiempos que corren los gestos de generosidad son tan bien recibidos como los de excelencia artística, aunque el público sevillano siga pareciendo harto complacido con las labores del titular de su joya de la corona. Pero esto lo aplicaría primero a nuestros ineptos políticos, que nos hacen la vida cada vez más difícil, a pesar de que fueron puestos ahí no para exhibir la sonrisa de la complacencia y el poder, sino para ofrecer soluciones eficaces con humildad y dignidad; y después a estos otros gremios, que funcionan según leyes de mercado y al menos nos regalan más de una satisfacción, a pesar de lo cual, repito, nunca les han de sobrar los gestos de discreción, moderación y generosidad.

Las tres fanfarrias que han precedido a cada una de las tres anteriores sinfonías brahmsianas interpretadas en esta temporada se estrenaron por la Orquesta Nacional de España en enero de 2011, igualmente como preludios a esas páginas sinfónicas y dirigidas por el veterano Rafael Frübeck de Burgos, quien para la Sinfonía nº 4 eligió entonces la fanfarria compuesta por Alejandro Yagüe, ahora sustituida por la suya propia en los atriles de la ROSS. Se trata de una obra de inspiración imperial, robusta y descomunal que descansa naturalmente en los metales, cumpliendo esta sección con holgada solvencia y evidente sentido del espectáculo, a pesar de alguna que otra entrada imprecisa. Para Capuçon creo que ésta era la tercera vez que actuaba junto a la ROSS. Precisamente en ese mismo enero de 2011 hizo el Concierto nº 1 de Saint-Saens con Víctor Pablo Pérez a la batuta, y en noviembre de 2007 interpretó junto a su hermano Renaud el Doble concierto de Brahms. El de Elgar es un concierto tan asociado a Jacqueline du Pré y John Barbirolli que parece que cualquier propuesta que se aleje de los presupuestos estéticos que ellos impusieron deba ser forzosamente errónea o caprichosa. Prejuicios fuera, la de Capuçon y Halffter fue una visión nueva, original y válida de tan hermosa partitura. Etérea en los violines hasta parecer pura ensoñación, y de marcadísimos acentos nostálgicos y románticos, la de Halffter fue una dirección meticulosa, cristalina y muy atenta a todos los detalles de orquestación, color y sensibilidad; mientras Capuçon prácticamente hizo llorar al violonchelo, prescindiendo de ese arranque desesperado al que estamos acostumbrados y prosiguiendo con una lectura arrebatada, dolorosa y sufriente de la pieza. No hubo nada que se resintiese en esta lectura personal del concierto, y la emoción fue tan evidente que a muchos llegó a dejarnos sin aliento.

Más ortodoxa fue la interpretación de la Sinfonía nº 4 de Brahms, esa que marcó definitivamente el rumbo a tomar por el sinfonismo europeo a partir de entonces, y la que más influencias acusó al mismo tiempo de épocas pretéritas, especialmente el Clasicismo. Esta partitura, que alguno bautizó como Sinfonía de otoño, refleja perfectamente el carácter huraño y solitario, a la vez que fogoso y atormentado, del compositor. Todo eso pareció entenderlo Halffter al abordar su inquieto y anhelante primer movimiento con el ímpetu de una batalla campal, resaltando su enorme fuerza narrativa en el segundo, su carácter desenfadado pero a la vez irónico en el tercero, y así hasta llegar a la rabia tumultuosa del cuarto, la mejor página de variaciones jamás acometida por el autor del Réquiem Alemán. Y para que todo eso fuera posible las prestaciones de la orquesta tuvieron que ser una vez más impecables y exuberantes, más propias de quienes admiran que de quienes detestan a su director.

LA BARROCA DE SEVILLA DESEMPOLVA LA MÚSICA DE JUAN MANUEL DE LA PUENTE

Concierto del Día Europeo de la Música. Solistas de la Orquesta Barroca de Sevilla. Enrico Onofri, violín y dirección; María Espada, soprano. Programa: Sonatas Prima y Quinta Op.1 de Francisco José de Castro; 3 Cantatas y 1 Tonada de Juan Manuel de la Puente; Sonata Op.2 nº 1 de Corelli; Sonata Op. 1 nº 8 de Vivaldi.
Iglesia de Santa Ana, 21 de junio de 2012

Dentro de los eventos programados para celebrar el Día Europeo de la Música – el concierto de la ROSS y el eclipsado y muy atractivo de Ángel Luis Quintana y Carmen Martínez-Pierret en los Jardines del Alcázar, no formaban parte de ese paquete especial aunque se celebrasen el mismo día – el más singular fue sin duda el ofrecido por la Barroca. Se trataba de completar los conciertos con los que el pasado otoño se exhumaron de la mano del Proyecto Atalaya y del musicólogo e historiador Javier Marín obras de quien fuera maestro de capilla de la Catedral de Jaén, Juan Manuel de la Puente. Entonces fueron villancicos y un miserere y ahora una serie de cantatas y una tonada de carácter castellano y popular.

Bastó la propuesta para constatar una vez más que se trata de música menor, sobre todo al combinarse con obras de autores mayores para enmarcarlos en espacio y estilo, destacando la sensacional Sonata Op. 1 de Vivaldi, de quien también se ofreció un Aleluya como propina. En este sentido es asombroso el parecido de la Sonata Prima de Castro con el estilo de Corelli. No por eso deja de ser conveniente y placentero conocer las inquietudes y bondades musicales de nuestros antepasados, muy en consonancia con las corrientes imperantes, y con resultados bastante satisfactorios.

Claro que con la excelencia de la OBS, esta vez en formación reducida, estas recuperaciones de la música de nuestros maestros del Barroco acaban resultando una empresa muy feliz. Contar frecuentemente con Enrico Onofri y María Espada no es tanto un lujo para la orquesta, que se merece éstas y más ilustres colaboraciones, como para el público. El primero volvió a seducir con su elegante, sensible y expresivo toque, dominando en las piezas instrumentales y dejando que fuera ella quien lo hiciera, con su canto dulce, de emisión clara y fraseo preciso, en las vocales. Mientras, Mercedes Ruiz, Alejandro Casal, Miguel Rincón y Ventura Rico proporcionaron una base perfecta en cuerpo y seguridad.

Versión extensa del artículo publicado en la web de El Correo de Andalucía el 23 de junio de 2012

jueves, 21 de junio de 2012

LOOKING BACK Andreas Prittwitz y sus clásicos descafeinados

XIII Noches en los Jardines del Real Alcázar. Andreas Prittwitz, clarinete, saxofón y flauta. Daniel del Pino, piano. Programa: Ständchen, de Schubert; Vals Op. 69 nº 1, Estudio Op. 10 nº 3 y 3 Preludios, de Chopin; Selección de Children’s Corner, de Debussy; Gymnopedies 1 y 3, de Satie; 3 Preludios, de Gershwin. Miércoles 20 de junio de 2012


Hace tiempo que el músico alemán afincado en España Andreas Prittwitz viene experimentando con la música clásica y llevándola a un ámbito más popular y presuntamente cercano al público, algo que parece haber conseguido a juzgar por el entusiasmo con el que su propuesta fue recibida por los asistentes a este singular concierto en los Jardines del Alcázar.

Bien fuera versionando clásicos del Renacimiento, del Barroco o más recientemente Chopin, Looking Back es un proyecto de Prittwitz centrado en esos presupuestos estéticos e ideológicos. El pianista Daniel del Pino, ya un veterano de nuestros escenarios, ha sido su acompañante en esta última empresa chopiniana y ahora también en otra dedicada a compositores impresionistas y contemporáneos. Pero a juzgar por los resultados, más que enriquecer u ofrecer una alternativa a las lecturas ortodoxas de las páginas homenajeadas, más bien las reblandece y trivializa a fuerza de ornamentaciones previsibles y típicas en un estilo jazzístico discreto y poco arriesgado. En este punto preferimos las versiones que de Satie, Debussy, Ravel o Milhaud grabó el saxofonista Bradford Marsalis a principios de este siglo, donde se limitaba a sustituir los instrumentos originales por aquél en el que es un genio consumado.

Mientras del Pino logra que su piano suene con algo más de expresividad de lo que es habitual en él, disfrutando incluso de algún momento de lucimiento en solitario, los esfuerzos de Prittwitz al clarinete, saxofón, incluida una versión miniaturizada, y flauta, se antojan estériles y harto convencionales para no ofrecer más que unos clásicos descafeinados más apropiados para crear ambiente que para ser degustados en plan gourmet. Queda esto dicho desde el respeto que por supuesto brindamos al público que disfrutó con la velada, y el que merece el indudable entusiasmo y cariño con el que Prittwitz aborda su proyecto, y que tradujo incluso en las amables y simpáticas palabras en perfecto castellano con las que ilustró cada pieza interpretada.

HYSTERIA Buenas vibraciones

Reino Unido 2011 103 min.
Dirección Tanya Wexler Guión Jonah Lisa Dyer, Stephen Dyer y Howard Gensler Fotografía Sean Bobbitt Música Cast Waltzing Intérpretes Hugh Dancy, Maggie Gyllenhaal, Jonathan Pryce, Rupert Everett, Felicity Jones, Gemma Jones, Sheridan Smith, Ashley Jensen Estreno en España 15 junio 2012

El caso de la realizadora de esta película es curioso, por cuanto apenas ha dirigido tres películas y ésta lo ha hecho diez años después de la anterior, sin que durante todo ese tiempo parezca que se haya dedicado a otra cosa en el medio audiovisual. Esta agradable comedia sobre una supuesta enfermedad que atacaba a las mujeres en la Inglaterra Victoriana, y los remedios que un grupo de científicos pusieron en práctica para “consolarlas”, tiene todo el aroma de esas comedias británicas que tratan con guante blanco temas supuestamente escabrosos para convertirlos en piezas de porcelana tan simpáticas como correctas. Aunque sus personajes y su argumento romántico acaban resultando demasiado previsibles e impuestos, el espectáculo se ve con agrado y sonrisa permanente, lo que en estos tiempos de comedia burda y grosera no es poco. Siguiendo la estela en estilo visual y dramático de cintas como El discurso del rey, y un tanto alejada de aquel tipo de comedias que se realizaban en el Reino Unido en los 50, donde curiosamente esta película no se estrena hasta el próximo septiembre, Hysteria se beneficia de ese buen hacer británico y de unas interpretaciones impecables, a la vez que invita a la solidaridad con los más afligidos y necesitados sin tener que viajar a África y utilizando argumentos convincentes aún en su modestia. Sumen sonrisas, buen gusto y sanas motivaciones, y aunque la realización no sea muy incisiva ni ingeniosa, lograrán un producto nada deleznable.

lunes, 18 de junio de 2012

I CICLO DE MÚSICA ANTIGUA EN LA MACARENA (2) Nuevos valores muy a tener en cuenta

Antonio José Barragán González, flauta de pico; Marta Barragán González, canto y flauta de pico; Ángel Emilio Barragán González, guitarra; Mª Elena Santaella Morales, clave; Arnau Rodón Sadurni, flauta de pico. Programa: Bach y la moda musical de su época y Bach en la Historia (obras de Telemann, Bach, C.P.E. Bach, Regondi y Villalobos); Dulce guerra del tiempo: Flauta de pico y voz en la Historia (obras de Morton, Desprez, Monteverdi, Ciconia, Matheson, Badings, Scherer, Hindemith, Bach, Couperin y Maute). Iglesia de San Gil, domingos 10 y 17 de junio de 2012

Tanto nos gustaron la semana anterior los hermanos Barragán y sus colaboradores, entre los que se encontraban la soprano Cristina Bayón y el guitarrista Aníbal Soriano, que repetimos e incluso asistimos al tercer encuentro con las propuestas comandadas por Antonio José Barragán, completando así este mini ciclo que han bautizado como de Música Antigua, y que en realidad ha girado en torno al papel de la flauta de pico a lo largo de la Historia de la Música.

En la segunda entrega del ciclo llamaron la atención tres cosas, la habilidad y buen hacer de Marta Barragán al canto, que además corrigió las imprecisiones con la flauta de pico que habíamos detectado en el primer concierto. La segunda fue la emotividad y exquisitez con que Ángel Emilio Barragán tañó la guitarra en piezas tan estimulantes como el Nocturno Rêverie de Giulio Regondi; y la tercera fue la expresividad emocional y perfección técnica de la también joven Elena Santaella al clave, logrando junto a la flauta de pico unas sonatas de Telemann, Bach y su hijo Carl Philipp Emanuel excelentes en sonido y articulación.

La sorprendente voz de Marta, de tesitura aguda con acertadas tendencias al grave, destacó aún más en el tercer concierto, donde evidenció una emisión tan poderosa que podría superar la mítica prueba de los cristales rotos. Magníficamente educado y trabajado, su canto dio forma a una serie de arias profanas del S.XV, mientras en formación de trío de flautas, junto a su hermano y Arnau Rodón, acertaron en un exquisito programa en el que se combinaron sonatas barrocas y obras contemporáneas, como un muy avanzado Trío de Hindemith, otro de Henk Badings generoso en color y fantasía, o la muy minimalista Les Barricades de Matthias Maute a partir de las compuestas por Couperin en el S. XVII. 

Una vez más hemos de lamentar la escasa asistencia de público, así como constatar que ha sido un placer descubrir a estos jóvenes valores a los que llamamos  a tener muy en cuenta.

Artículo expandido del publicado en El Correo de Andalucía el 19 de junio de 2012

domingo, 17 de junio de 2012

MOONRISE KINGDOM Un guiso insípido

USA 2012, 95 min.
Dirección Wes Anderson Guión Roman Coppola y Wes Anderson Fotografía Robert Yeoman Música Alexandre Desplat Intérpretes Jared Gilman, Kara Hayward, Bruce Willis, Frances McDormand, Bill Murray, Edward Norton, Tilda Swinton, Jason Schwartzman, Bob Balaban, Harvey Keitel Estreno en España 15 junio 2012

Wes Anderson se confirma definitivamente con esta película como el rey de los marcianos cinematográficos del momento. Perteneciente a esa pandilla entre pedante y a menudo insufrible que forman otros cineastas contemporáneos como, entre otros, Soderbergh, los Coen, o Clooney, Anderson se rodea por lo tanto por sus amiguetes para ofrecernos una suerte de cuento infantil alrededor del amor adolescente, naturalmente primer amor, a la francesa (“fou”) y con estética de casa de muñecas desplegable y sesentera. Como la Guía para jóvenes de iniciación a la orquesta de Benjamin Britten con la comienza la cinta, Anderson propone una serie de ingredientes de primera calidad que han de ensamblarse y mezclarse convenientemente para que surja un cocido suculento e interesante. El problema es que acierta con los ingredientes pero fracasa con la cocina. Ahí está la espléndida selección musical, no sólo la simpática y original compuesta por Alexandre Desplat, sino los clásicos pop y country de Hank Williams o Françoise Hardy, y sobre todo la música de Britten, entre la que también destaca su ópera infantil El diluvio de Noé, que según confiesa Anderson fue el verdadero detonante inspirador de esta película, debido a sus propios recuerdos infantiles. La estética es otra de las grandes preocupaciones del realizador, patente en títulos como Fantastic Mr. Fox (animación stop motion), Viaje a Darjeeling (colorista fábula, también vacua, ambientada en la India) o Life Aquatic (un descafeinado Capitán Nemo que se mueve en decorados a lo Meliés), y este título no es una excepción; cada encuadre está milimétricamente diseñado, y en más de una secuencia es evidente la influencia-homenaje a la iconografía de Edward Hopper, ahora que está tan de moda en nuestro país (el faro y la caseta de policía, el uniforme de la trabajadora social, la telefonista…). Otro suculento ingrediente es el atractivo y nutrido reparto, eso sí lleno de marcianos incondicionales de este selecto y pretencioso grupo aludido (atención a Tilda Swinton reconvertida en Greer Garson). En fin, elementos que hacen que el espectáculo sea entretenido y disfrutable, pero qué nos cuenta, dónde quiere llevarnos. Ahí es donde falla este guiso insípido y vacío. Al final se experimenta con la música de Desplat lo mismo que se había hecho al principio con la de Britten, deconstruirla, pero se antoja una empresa estéril, toda vez que no hemos conseguido construir nada durante la proyección con los lujosos ingredientes empleados por el sobrevalorado Wes Anderson, siempre preocupado por la vida en comunidad (la madriguera de Fantastic Mr. Fox, la familia cómo no disfuncional de Los Tennenbaum) y la necesidad de un núcleo familiar… en fin.

sábado, 16 de junio de 2012

CLASICISMO ESPAÑOL DE LA MANO DE CARMEN VENERIS

XIII Noches en los Jardines del Real Alcázar. Cuarteto Carmen Veneris
Miguel Romero y Rafael Muñoz-Torrero, violines. Pablo Almazán, viola
Guillermo Martín, violonchelo. Programa: Cuarteto op.5 nº 3 de Manuel Canales y Cuarteto nº 1 de Juan Crisóstomo Arriaga. Viernes 15 de junio de 2012

Otro fruto de la espléndida y fructífera cosecha de jóvenes músicos formados aquí, el Cuarteto Carmen Veneris (El canto de Venus) se presentó ante el público fiel de las noches en el Alcázar con un atractivo programa basado en el clasicismo español coincidente con la Constitución de 1812.

Más contemporáneo del espíritu reformista del reinado de Carlos III que del liberalismo que impulsó la creación de las Cortes de Cádiz, Manuel Canales gozó en vida de un reconocimiento que el devenir de los tiempos le ha negado. Su música es amable, elegante y bien definida, pero carece del genio y la frescura que le harían merecedora de mayores elogios. El sonido necesariamente amplificado y el carácter abierto de la velada no ayudan pero tampoco justifican el sonido impreciso y desentonado del conjunto, fundamentalmente en el largo. Afortunadamente a partir del presto final alcanzaron un mayor nivel de equilibrio no exento de saludable ímpetu, que se mantuvo el resto de la noche.

El aire de café orquesta que predominó con la partitura de Canales dio paso a una exhibición más depurada y comprometida con la música de Arriaga. Su Cuarteto nº 1 no es el más interesante de los tres que compuso con sólo 18 años, dos antes de fallecer, pero contiene suficientes puntos de interés y así se demostró con una cuerda no siempre tersa y afinada, pero sí ágil y expresiva en todo momento. Una acertada propina para la propuesta constitucionalista del programa, la Introducción de Las Siete Últimas Palabras de Cristo en la Cruz de Haydn, reducida a conjunto de cámara, puso punto y final al agradable concierto.

viernes, 15 de junio de 2012

EL GRAN AÑO Respirando aire fresco (contaminado)

Título original: The Big Year
USA 2011, 100 min.
Dirección David Frankel Guión Howard Franklin, según la novela de Mark Obmascik Fotografía Lawrence Sher Música Theodore Shapiro Intérpretes Steve Martin, Jack Black, Owen Wilson, Brian Dennehy, Anjelica Huston, Rosamund Pike, Rashida Jones, Dianne Wiest, Jobeth Williams, Anthony Anderson, Kevin Pollock
Estreno en España 8 junio 2012

La idea de partida de este nuevo film del realizador de El diablo viste de Prada resulta atractiva. Es como si volviéramos a una de aquellas películas de carreras y competiciones a gran escala de los años 60, como La carrera del siglo o El mundo está loco loco loco loco, pero no como lo intentó hace unos años Ratas a la carrera, sino añadiendo algo de épica romántica, análisis generacional y consejo doméstico a la hazaña que pretenden realizar sus protagonistas. Para eso Howard Franklin, autor de los guiones de El nombre de la rosa, La sombra del testigo y El ojo público, título que también dirigió, se ha encargado de adaptar una novela sobre una competición americana muy poco o nada conocida en estos lares: La gran observación. Se trata de avistar cuantas más especies distintas de aves sea posible a lo largo de todo un año. Tres personajes de distinta condición y origen recorrerán Norteamérica de cabo a rabo en busca del tan ansiado récord. Los paisajes más extraordinarios están garantizados, fotografiados con una precisión y sentido del espectáculo propios de National Geographic, mientras los protagonistas van descubriendo en su ir de aquí para allá, con retornos continuos al hogar familiar, el sentido de sus propias existencias. Por eso lo de menos en su dramaturgia son los logros experimentados en su empeño por cada personaje, sino las relaciones entre ellos y con sus allegados. Esto podría haber dado lugar a un producto más que interesante e inteligente, pero pronto se descubre que no va más allá de clichés y lugares comunes mil veces llevados a la pantalla, con un detestable mensaje final incorporado, tan conservador como condenatorio para quien no comulgue con principios convencionales y supuestamente correctos para afrontar la vida. Interesante mientras proponía una escapada sabática a sus aguerridos protagonistas, acompañada de una mayor comunión con la naturaleza, alejada de las necesidades artificiales que nos hemos impuesto; deleznable cuando su propuesta deriva hacia el conformismo y la felicidad más convencional. Pero con todo resulta simpática, brinda una oportunidad única para disfrutar con parajes extraordinarios de la vasta geografía americana, y todo con el atractivo añadido de recuperar a la protagonista de Poltergeist, Jobeth Williams en una espléndida madurez, y de una terriblemente operada Anjelica Huston, que la ha dejado inexpresiva, como a tantas otras actrices.

SUEÑO Y SILENCIO Diferencias irreconciliables

España-Francia 2012 112 min.
Dirección Jaime Rosales Guión Jaime Rosales y Enric Rufas Fotografía
Óscar Durán Intérpretes Yolanda Galocha, Oriol Roselló, Jaume Terradas,
Laura Latorre, Alba Ros Montet, Celia Correas Estreno 8 junio 2012

A estas alturas a nadie debe sorprender el estilo narrativo y visual de Jaime Rosales, que con su cuarta película, tras las ya muy radicales Las horas del día, La soledad y Tiro en la cabeza, nos propone ahora un nuevo viaje al interior de nuestra propia alma, pero solicitando de nosotros no sólo paciencia sino también implicación y complicidad. Sólo así es posible involucrarse en una propuesta tan extrema como ésta, pero si se consigue la recompensa es generosa. Contando con intérpretes no profesionales, Rosales deconstruye la que podría ser la idílica vida familiar de uno de esos personajes que envidiamos en el programa de Canal Sur Andaluces por el mundo. Somete esa convivencia armónica y aparentemente sin problemas a un choque frontal con una desgracia descomunal y a partir de ahí exhibe la dificultad de encontrar almas ni siquiera parecidas. La suya es una película sobre dos formas tan antagónicas de afrontar una misma situación dramática, y a la vez condenadas a encontrarse y entenderse. Ella de Andalucía, él de Cataluña; hasta que todo iba bien no había problema, pero cuando surge el inconveniente, surge también la diferencia insalvable. Oriol Roselló y especialmente Yolanda Galocha consiguen unas interpretaciones conmovedoras y auténticas en este sentido. La cámara busca, se detiene (a veces largo rato), persigue, se ensimisma en detalles en principio superfluos mientras la acción principal está fuera de campo (lo que a estas alturas ya podemos considerar una marca de casa) y, si nos prestamos al juego, nos pega en el estómago, nos asombra y nos sobrecoge. En este sentido hay secuencias difíciles de olvidar, como el consuelo que ofrece una abuela, la conversación entre dos personas maduras casadas que no logran comprenderse, o el inenarrable final. Rodada en un blanco y negro desolador, buscando soluciones formales y estéticas que sean tan elocuentes como los diálogos, por ejemplo desenfocando a un perdido padre que deambula por el parque buscando un fantasma, la cinta logra insuflar dolor e incomprensión, y si uno está perceptivo le conmocionará. En medio del blanco y negro, una ráfaga de color que parece indicar esperanza; y enmarcando el conjunto, dos pinturas realizadas en directo por Miquel Barceló, que parecen querer hablarnos del hombre como depredador y como criatura que sufre y muere.

CARACOLES EN LA CALLE SINAÍ

Además de ser el monte en el que Jesús sermoneaba a sus fieles, Sinaí es el nombre de una calle de barrio de Sevilla, concretamente mi barrio. Desde hace décadas es famoso en la ciudad por los caracoles que en sus numerosos bares, especialmente en El Cateto, se pueden degustar.

Pues bien, cualquier día de la semana sus bares registran llenos absolutos. Da gusto ver familias enteras, con los chiquillos y los abuelos incluidos, sentarse alrededor de mesas en las que abundan estos moluscos además de una variada oferta de típicas tapas sevillanas, no precisamente a precios populares. Bueno, no es que sean caros como el Oriza, pero tampoco se diferencian de los bares del Centro o Los Remedios, generalmente más elitistas. Hasta aquí perfecto, el problema es cuando uno piensa en la crisis que estamos atravesando, el nivel de paro que hemos alcanzado y la procedencia de este público que abarrota estas terrazas bullangueras, la Huerta de Santa Teresa y fundamentalmente el Polígono San Pablo. Gente obrera, y seguramente la mayoría de ellos en paro.

Es entonces cuando surge la indignación, porque los números no salen, y sólo una sociedad que se nutre de economía sumergida, donde se pone la mano para cobrar sin recibo ni comprobante y por lo tanto sin pagar impuestos, justifica el rendimiento de estos bares. En este país sólo pagamos impuestos quienes estamos en nómina, y nuestra economía no puede mantenerse con un sector de la población cada vez menos numeroso. Pero ni a nuestro gobierno ni al que nos controla en Europa parece importarle este asunto. No interesa, por lo que sea, intervenir nuestro sistema fiscal.

La verdadera ruina de este país, que va abocado al abismo, lo provoca esto y las escandalosas estadísticas que demuestran la ineficacia de nuestros políticos y el enorme e injustificado gasto que genera la clase política.

miércoles, 13 de junio de 2012

PROGRAMAS DE ALFOMBRA ROJA EMITIDOS EN RADIOPOLIS - JUNIO 2012

05-6-2012 En este programa repasamos los estrenos del viernes 8 de junio, escuchando sus músicas, como Las chicas de la 6ª planta, Proyecto X, Four Lovers y Rock'n'Love. Hacemos nuestras habituales críticas a la política económica y social del país, defendemos una vez más la película Los niños salvajes y presentamos a Tom Cruise cantando un tema en la banda sonora de Rock of Ages.


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12-6-2012 Con esta emisión llegamos a los cien programas y lo celebramos invitando a nuestros oyentes a pedir canciones de cine que les hayan marcado de alguna u otra manera. En la selección destacan temas de Desayuno con diamantes, Tacones lejanos, La chica de rosa, Grease, Casino Royale y Mary Poppins. Repasamos además los estrenos de la semana y escuchamos música de Desplat para Moonrise Kingdom.



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19-6-2012 Retomamos la estructura habitual del programa con los estrenos de la semana, escuchando temas de El mundo es nuestro, La cueva de los sueños olvidados, Orson West y Red State. Además comentamos la programación del CICUS y de la Cinemateca de Sevilla.



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26-6-2012 Despedimos esta temporada del programa presentando los estrenos de la semana, con películas como Marley, Dylan Dog, El enigma del cuervo e Ice Age 4. Repasamos la programación del CICUS para el mes de julio, así como el Festival de Música de Cine de Córdoba. Y dedicamos un homenaje al recientemente fallecido Juan Luis Galiardo.



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BERNARD HERRMANN, DIRECTOR

Cualquier aficionado a la música de cine que adore a Bernard Herrmann, que hoy sigue siendo el indiscutible número uno entre los compositores que dedicaron su arte al llamado séptimo, conoce la frustración que vivió a lo largo de su vida el temperamental autor de Vértigo y Con la muerte en los talones por no ser considerado lo que él verdaderamente quería ser, un gran director del repertorio de música clásica. El milagro de Internet se encarga de regalarnos de vez en cuando satisfacciones a las que en muchos casos prácticamente habíamos renunciado, y casi siempre de la mano de la generosidad de algún melómano.

Un coleccionista de antiguos vinilos Decca grabados con tecnología 4Phase ha puesto a nuestra disposición los inencontrables de Herrmann en los que hacía gala, y cómo, de su magnífico saber hacer a la batuta. Grabaciones en algunos casos inmejorables, con ese sello particular suyo especialmente ralentizado, extremadamente matizado y visceralmente pesimista y sarcástico, según el caso, de piezas tan imprescindibles como Finlandia de Sibelius, Los preludios de Liszt, La creación del Mundo de Milhaud, Pastoral de verano de Honegger o la Sinfonía nº 2 de Ives. Del registro en el que dirige a la Filarmónica de Londres con obras de Liszt, Dukas, Sibelius y Saint-Saens y del que dedica a obras de los llamados impresionistas da buena cuenta en su blog mi amigo Fernando López Vargas-Machuca, por lo que a sus artículos me remito.

Quienes decidan adentrarse en el particular modo de dirigir que tenía Herrmann pueden hacerlo pinchando aquí

domingo, 10 de junio de 2012

LAS CHICAS DE LA 6ª PLANTA Regreso al futuro de una infamia española

Título original: Les femmes du 6ème étage
Francia 2010, 104 min.
Dirección Philippe Le Guay Guión Philippe Le Guay y Jérôme Tonnerre
Fotografía Jean-Claude Larrieu Música Jorge Arriagada Intérpretes Fabrice Luchini, Natalia Verbeke, Sandrine Kiberlain, Carmen Maura, Lola Dueñas, Berta Ojea, Nuria Solé, Concha Galán Estreno en España 8 junio 2012

Aunque la música de Jorge Arriagada, colaborador habitual de Raúl Ruiz, justo en el arranque de la película, hace presagiar lo peor, mucho tópico y más folclore, lo cierto es que las chicas del título, mujeres españolas que en la década de los 60 tuvieron que emigrar a Francia para trabajar en el servicio doméstico, son tratadas con mucho respeto e incluso cariño en esta amable cinta. Es verdad que definir un personaje como el que interpreta Fabrice Luchini como un gestor financiero con buenos sentimientos es poco menos que un insulto en los tiempos que corren, y que el argumento alrededor del cual giran las anécdotas del grupo de mujeres en cuestión es tan endeble como poco verosímil, dentro de un guión además plagado de ingenuidades. Pero lo más emocionante de esta película es que esta historia ya la habíamos contado en España justo cuando ocurría, en aquella mítica Españolas en París de Roberto Bodegas, con Laura Valenzuela y Ana Belén entre sus protagonistas, y que ahora son quienes las acogieron los que cuentan su particular visión de la historia. Y es fácil identificar situaciones y personajes con las que hemos estado conviviendo desde hace algunos años aquí en nuestro país con mujeres llegadas de países como Ucrania. Detrás de ellas hay verdades como puños, tragedias, familias abandonadas; se reúnen en congregaciones religiosas, pasean por parques en comunas para contarse sus chascarrillos… exactamente igual que el retrato que ofrece esta simpática película pero allí en Francia, hace cincuenta años y con españolas como protagonistas. Europa nos tutelaba y justo ahora nos lo recuerda esta cinta, cuando aunque sea desde otro prisma Europa se dispone a tutelarnos de nuevo, pero esta vez chupándonos soberanía e imponiéndonos injustas condiciones. Con todas sus irregularidades y sus lugares comunes, la función se ve con agrado, sin molestar, y se beneficia de un buen plantel de actrices que parecen sacadas de Almodóvar (con Berta Ojea sustituyendo a Rossy De Palma y Natalia Verbeke a Penélope Cruz). Sólo el inmenso cariño que en Francia le tienen a Carmen Maura justifica un César a la mejor actriz secundaria, ya que su actuación no es precisamente de referencia. Pero lo que no tiene justificación es que en nuestra ciudad nos impidan verla en su versión original, disfrutando de los continuos cambios idiomáticos de los personajes, de modo que no nos queda más remedio que acudir a la perseguida pero consolante opción del pirateo a través de Internet si se quiere disfrutar de la película como es debido.

ORQUESTA DE LA ACADEMIA DE ESTUDIOS ORQUESTALES DE LA FUNDACIÓN BARENBOIM-SAID

Concierto de la Orquesta de la Academia de Estudios Orquestales. Guillermo García Calvo, director. Programa: Serenata en mi bemol mayor op.7, de R. Strauss; Preludio a la siesta de un fauno, de Debussy; La creación del mundo op.81ª, de Milhaud; Suite Pulcinella, de Stravinsky. Teatro Central. Sábado 9 de junio de 2012

Otro feliz acontecimiento musical tuvo lugar anoche en la ciudad, y de nuevo protagonizado por nuestros jóvenes valores, los que han surgido de la excelencia demostrada por los conjuntos orquestales que les preceden y de la especial atención que les han dispensado los proyectos de colaboración entre nuestras academias y la fundación que preside Daniel Barenboim.

Hubiéramos agradecido que el programa ofrecido se hubiese coordinado mejor con lo que llevamos escuchado esta temporada. Tanto Pulcinella, aunque en su versión del ballet completo, como el Preludio a la siesta de un fauno los tenemos recientes, especialmente el segundo, apenas hace unos días y también en una versión reducida a cargo de la Bética de Cámara. La oferta musical en Sevilla, aún contando con numerosos conjuntos y escenarios, sigue siendo lo suficientemente limitada como para permitirnos a los melómanos seguirla casi en su totalidad, por eso se agradecería una programación más coordinada y menos repetitiva.

Con la garantía de la batuta de García Calvo, que ha conocido sonados éxitos operísticos en su corta trayectoria y se ha consagrado tanto en nuestro país como frente a la Orquesta de la Ópera Estatal de Viena, se trataba ahora de exhibir los resultados de la indudable preparación de lujo que han recibido estos jovencísimos estudiantes. Resultados que incluyen un alto nivel interpretativo aunque salpicado de evidentes deslices y faltas de depuración. Puede que el ánimo de muchos de los asistentes no acompañara; acabábamos de recibir la funesta noticia del rescate europeo a nuestro sistema financiero, sin que el presidente del país diera ni siquiera la cara por ello; quizás por eso aún nos pareciera más mortecina y alicaída la interpretación que trece de los músicos hicieron de la Serenata para instrumentos de viento de Richard Strauss, en la que no apreciamos apenas entusiasmo ni en la dirección, por otro lado depurada y elegante, ni en los músicos, más allá de su intrínseca musicalidad y melodiosidad.

Pero en esto de las apreciaciones las sorpresas son continuas, y tras esa irrelevante Serenata nos llegó una sensacional reducción, realizada por Benno Sachs en 1920, para sólo once instrumentistas del Preludio para la siesta de un fauno de Debussy. Sensual e hipnótica, inflada con trémolos en la cuerda y arpegios en el piano, en el que pudimos atisbar toda clase de detalles y matices, y en la que brilló especialmente la joven Beatriz Vallejo a la flauta. Algo más que correcta fue la exhibición de la jazzística Creación del Mundo de Milhaud, con puntuales imprecisiones en los metales pero sin decaer en ningún momento la estructura interna de la pieza y destacando la agilidad y elegancia con la que se acometieron los numerosos y repentinos cambios de tono y estilo que aglutina la pieza. La de Pulcinella fue sin embargo una interpretación menos satisfactoria y afinada que las anteriores, con mayor confusión e imprecisión en las familias instrumentales y movimientos desinflados como el Vivo. A pesar de ello acertaron en el aire rococó del conjunto y brilló particularmente la primera violín, Alicia Ruiz Jurado.

Merece destacarse la elegante puesta en escena de este concierto, con cortinas evitando que presenciásemos los latosos cambios de sillas y atriles, y fondos de color iluminando el escenario. También cabe destacar el precioso diseño del programa de mano, incluyendo el elenco completo de los y las jóvenes intérpretes que participaban en cada obra. Puede que los ánimos remonten esta noche si España gana su primer partido en la Eurocopa de fútbol – estas cosas funcionan como cortina de humo -, aunque la presión que supone la presencia oportunista y desafortunada del presidente del gobierno en el campo no favorecerá mucho a la selección.

miércoles, 6 de junio de 2012

MADAME BUTTERFLY EN SEVILLA Melodrama lírico en Cinemascope y Technicolor

Ópera de Giacomo Puccini. Producción del Teatro Real de Madrid. Dirección musical: Pedro Halffter. Dirección escénica: Mario Gas. Iluminación: Vinicio Cheli. Vestuario: Franca Squarciapino. Escenografía: Ezio Frigerio. Director del coro: Íñigo Sampil. Reposición de la puesta en escena: José Antonio Gutiérrez. Intérpretes: Svetla Vassileva, Héctor Sandoval, Ángel Ódena, Marina Rodríguez-Cusí, Mikeldi Atxalandabaso, Fernando Radó, Fernando Latorre, Inmaculada Águila. Real Orquesta Sinfónica de Sevilla y Coro de la A.A. del Teatro de la MaestranzaTeatro de la Maestranza, martes 5 de junio de 2012

No resulta descabellado que en su propuesta escénica del célebre melodrama de Puccini Mario Gas haya recreado el rodaje de una película en la década de los 30, cuando la música empezaba a asumir una posición destacada dentro de la estructura dramática de un film. Suele aceptarse unánimemente que en el origen de la música sinfónica cinematográfica está Wagner, pero poco se ha reparado en la ilustración melódica con la que Puccini adornaba sus excelentes partituras, germen sin duda de una constante en el cine sentimental y romántico.

Svetla Vassileva
La producción escénica de Gas podría haber resultado dispersa porque aglutina en escena soluciones teatrales, con bambalinas y personal de producción velando por el buen funcionamiento del conjunto, soluciones cinematográficas, con pantallas donde se proyecta lo que ruedan con grúas los técnicos también sobre el escenario (y alguna cámara más), y puramente operísticas, con un vestuario y escenografía clásicos y fieles al libreto. Pero si en pantalla vemos una película en blanco y negro con técnicas y texturas de cine mudo, en escena una prodigiosa iluminación nos hace creer que estamos disfrutando de uno de esos grandes musicales de Minnelli en Cinemascope y Technicolor, con Franca Squarciapino convertida en Edith Head y Ezio Frigerio en Cedric Gibbons. Sólo hubiera faltado que el sueño del intermezzo, que junto al coro a boca cerrada constituye la escena de la vigilia entre el segundo y el tercer acto, se hubiera ilustrado con una coreografía de Agnes de Mille; aunque la excelsa dirección de Halffter y la escalofriante interpretación de la ROSS no necesitaban ningún otro añadido. A Halffter se le da bien Puccini; ésta es la cuarta ópera suya que dirige en nuestro coliseo y ya no cabe duda de su destreza para recrear grandes pasiones románticas.

Es la tercera vez además que el drama de Cio Cio San asoma en el Maestranza. La segunda, en 2005, contaba con una soprano oriental, una práctica habitual contemporánea. Pero Butterfly es una mujer que canta con temperamento italiano sin por ello dejar de emular toda la coquetería y femineidad de una geisha, tal como logró hacer una espléndida Svetla Vassileva. Su voz, algo contaminada por el vibrato, goza sin embargo de excelente proyección, bellísimo timbre y sensacional modulación. Su Un bel dì no fue de antología pero sí muy solvente. Fue capaz de transmitir, en voz y acto, todo un abanico de agotadoras emociones, desde la inocente ilusión a la mortificación, siempre desde una visión de gran entretenimiento global por encima de la introspección por la que apuestan otras producciones más intimistas y minimalistas.

Todo el elenco ofreció un espectáculo digno de canto e interpretación. También Marina Rodríguez-Cusí cumplió ejemplarmente en voz y actuación, mientras Héctor Sandóval construyó un Pinkerton con el toque perfecto de truhán e insensible fanfarrón, con voz satisfactoriamente moldeada y timbrada, a pesar de algunos agudos tirantes. Ódena adornó su papel con nobleza y sobriedad y una presencia escénica de nuevo imponente, mientras Atxalandabaso encontró el punto bufonesco exacto en voz e interpretación. De haber conocido Puccini la Escolanía de los Palacios le hubiera dado unas líneas de canto al niño silente y a menudo inerte, aunque esta vez logró ser más emotivo. El coro triunfó allí donde en muchas ocasiones otros hacen el ridículo entre suspiros y mohínes. Suyo es el mágico momento en el que la casa de la sufrida protagonista, al más puro estilo kitsch y glamuroso de los musicales aludidos, gira con todos los invitados a la boda dentro... todo un ejemplo de gran teatro, cuidado al detalle y fruto de un esfuerzo considerable.

Artículo publicado en El Correo de Andalucía el 6 de junio de 2012

PROGRAMAS DE PANTALLA SONORA EMITIDOS EN RADIOPOLIS - JUNIO 2012

3-6-2012 Este año se cumplen 20 de la muerte de Georges Delerue, por eso queremos recordarlo a través de cuatro programas especiales en los que repasaremos algunos de sus títulos más celebrados. En este primero nos centramos en sus colaboraciones con François Truffaut, con películas como Jules y Jim, Las dos inglesas y el amor, La noche americana, El último metro La mujer de al lado.


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10-6-2012 Continuamos repasando algunos de los títulos más emblemáticos de la filmografía de Georges Delerue, en esta ocasión recorriendo la década de los 60 con temas de El desprecio, Cartouche, Los pianos mecánicos, Viva María, Un hombre para la eternidad, A las nueve de cada noche, Paseo por el amor y la muerte Ana de los mil días, entre otras películas.


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17-6-2012 En este tercer programa dedicado a la música de Georges Delerue repasamos fundamentalmente la década de los 70, con títulos emblemáticos de su filmografía como Promesa al amanecer, Mujeres enamoradas, El conformista, Chacal, El día del delfín, Lo importante es amar, Julia, Un pequeño romance, Confidencias de mujer, Ricas y famosas, Confesiones verdaderas y A Little Sex.


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24-6-2012 Terminamos nuestro particular repaso por la música de Georges Delerue, cuando se cumplen veinte años desde su desaparición, escuchando música de Un hombre, una mujer y un hijo, Silkwood, Agnes de Dios, Crímenes del corazón, Salvador, Su coartada, No somos perfectos, Magnolias de acero, Manto negro y el Concerto de l'adieu de Diên Biên Phú.


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lunes, 4 de junio de 2012

I CICLO DE MÚSICA ANTIGUA EN LA MACARENA

Clave Arcadia (Cristina Bayón, soprano; Antonio Barragán y Marta Barragán, flautas de pico; Isabel Gómez-Serranillos, violonchelo barroco; Aníbal Soriano Martín, teorba y guitarra barroca). Programa: Amor y dolor en la Edad de Oro, Cantatas del Barroco tardío (Obras de Telemann, Scarlatti, Corelli y Bach). Iglesia de San Gil, domingo 3 de junio de 2012

Cristina Bayón
A tan sólo unos días de que comiencen los conciertos estivales en el Alcázar, la oferta musical en la ciudad sigue multiplicándose, ahora a iniciativa de los hermanos Barragán, que a lo largo de los tres primeros domingos de junio irán combinándose en distintas formaciones para ofrecernos un interesante ciclo de música antigua en la Iglesia de San Gil.

No deja de sorprendernos la cantidad de grupos y solistas fascinados por la música antigua que han proliferado en Sevilla en torno a dos felices fenómenos, la Orquesta Barroca y el Femás. Y aún nos sorprende más el nivel de calidad y seriedad que suelen ofrecer estos artistas con nombre propio. Así en este concierto pudimos de nuevo constatar la exquisitez y delicadeza con que Aníbal Soriano tañe su guitarra, siempre desde el respeto y la seriedad, además de alegrarnos porque la última y decepcionante sensación que tuvimos de Cristina Bayón en el pasado Festival de Música Antigua se hubiera tornado ahora en gozo absoluto ante una voz de emisión clara, control perfecto de la respiración, exquisita y justa ornamentación y modulación en acertado estilo, imprescindible para salvar con éxito arias tan sensacionales como Clori mia, Clori bella de Alessandro Scarlatti o la emblemática Schafe können (Aria de Pales) de J.S. Bach.

En funciones de bajo continuo, junto a Soriano, Isabel Gómez-Serranillos al chelo dio buena muestra de saber hacer y precisión, mientras Marta Barragán acometió con solvencia la difícil tarea de hacer sonar la enorme flauta baja. Como solistas Antonio Barragán dio un recital de musicalidad y buen gusto, sin embargo su hermana Marta vaciló en algunos pasajes, perdiendo tono y acoplándose a veces con dificultad al primero, siempre dentro de un nivel sobradamente aceptable y al servicio de un programa precioso.

El público sevillano

Está comprobado que al público sevillano le encanta una cola. Sólo así se comprende que asista incondicionalmente a cualquier espectáculo que se ofrezca gratuitamente, formando interminables colas, corriendo el peligro de no entrar o teniendo que conformarse con asientos inadecuados; y que cuando la entrada supone un gasto mínimo, como era el caso, de tres euros, no haya ni mucho menos lleno absoluto, aunque esta vez puede que influyera también el amistoso de fútbol entre España y China en el Estadio de la Cartuja. Eso sí, aunque el recinto no estuviera lleno, no faltaron los fastidiosos móviles: ni uno ni dos sino hasta tres sonaron en esta ocasión, aunque uno era de unas señoras extranjeras.

domingo, 3 de junio de 2012

BLANCANIEVES Y LA LEYENDA DEL CAZADOR No hay revolución sin violencia

Título original: Snow White and the Huntsman
USA 2012 128 min.
Dirección Rupert Sanders Guión Evan Daugherty, John Lee Hancock y Hossein Amini,
a partir del cuento de los Hermanos Grimm Fotografía Greig Fraser
Música James Newton Howard Intérpretes Kristen Stewart, Charlize Theron,
Chris Hemsworth, Sam Claflin, Sam Spruell, Bob Hoskins, Toby Jones, Nick Frost,
Ian McShane, Ray Winstone, Brian Gleeson, Eddie Marsan, Johnny Harris,
Vincent Regan, Noah Huntley, Liberty Ross, Lily Cole, Rachael Stirling
Estreno en España 1 junio 2012

Resulta sorprendente que los productores de esta película hayan confiado su multimillonaria inversión en un director absolutamente novato en cualquier disciplina cinematográfica. Tan sólo se le conoce como realizador publicitario, aunque en esta categoría está muy considerado, y eso se nota en el olor a perfume que expiden muchas de sus secuencias. De cualquier forma la empresa les ha salido redonda, porque guionistas y director han conseguido refundir universos tan reconocibles como Harry Potter, El señor de los anillos y Las crónicas de Narnia, con detalles de Juana de Arco, la reina Elizabeth y su romance con el Conde de Essex, e iconografías medievales que no veíamos casi desde las aventuras a todo color de Ivanhoe, Quintín Durward y Los caballeros del Rey Arturo. Y todo para adaptar el inmortal cuento de los hermanos Grimm desde una óptica novedosa pero sin traicionar en esencia su argumento, ahora que se cumplen doscientos años de la primera publicación de un cuento suyo. Pero la nueva Blancanieves es una mujer fuerte y decidida, que apenas necesita el apoyo de los hombres y mucho menos un beso de amor para volver a la vida. Se trata de un líder capaz de enfrentarse a la injusticia, coger las armas para liberar a su pueblo de la maldad de unos gobernantes miserables y despreciables. Vamos, prácticamente lo que necesitamos hoy en día para parar todo el atropello que estamos soportando y el que nos queda por sufrir. Y todo esto se nos cuenta con un evidente sentido del ritmo y la narrativa, una buena estructura dramática y unas solventes interpretaciones, especialmente Charlize Theron, pero también Chris Hemsworth, que se revela en algún momento aislado como perfecto aspirante a protagonizar algún drama shakespeariano, y los increíbles enanos, incorporados por un granado elenco de actores británicos convenientemente transformados por maquillaje y efectos visuales para la ocasión. Visualmente el film es extraordinario, con soluciones plásticas que evidencian el buen gusto de su realizador, haciendo especial hincapié en texturas oscuras y siniestras, y aprovechando el esplendor de paisajes naturales mezclados con espectaculares diseños de producción. Por todo ello la experiencia de revivir el cuento de la princesa de piel blanca como la nieve, labios rojos como la sangre y pelo negro como el azabache, se convierte cuanto menos en una satisfacción.