miércoles, 30 de septiembre de 2015

ACCIDENTADO ARRANQUE DE TEMPORADA DE LA ORQUESTA BARROCA DE SEVILLA

Temporada 2015/2016 de la Orquesta Barroca de Sevilla. Sergey Malov, violín y viola da spalla solista. Programa: Obertura en Sol menor TWV 55 :g1 «La Musette», de Telemann; Suite in Old Style, de Schnittke; Concierto en Re menor BWV1052, Selección de El Arte de la fuga BWV1080 y Concierto para viola da spalla según el original para órgano BWV593, de Bach. Teatro Lope de Vega, martes 29 de septiembre de 2015

El joven Sergey Malov y su viola o violoncello da spalla
Ilusionados con una nueva etapa, los integrantes de la Barroca mostraban preocupación por la calidad acústica de su nueva sede, y sin embargo desconocían que serían otros los factores que enturbiarían, aunque nunca lo suficiente, este arranque de ciclo. Se trata del virtuoso ruso Sergey Malov, invitado para la ocasión y que con una actitud algo irresponsable, desastrao como diríamos por aquí, que le llevó a extraviar de momento una de las partituras, motivó dilaciones en el comienzo, el intermedio y una de las pausas entre piezas, así como cambios en el programa que afectaron a su estructura interna.
 
Lástima porque la cita contaba con muchos alicientes, comenzando con un nuevo espacio, el precioso Lope de Vega, cuya acústica se encuentra a medias entre el efecto reverberante de las iglesias y la más seca y austera de la Sala Turina. La incorporación de la viola o violonchelo da spalla o de hombro, de atractiva sonoridad entre el agudo del violín y el grave del cello, así como de una pieza contemporánea aunque de aires clasicistas, además de diversos arreglos, muy especialmente una supuesta reconstrucción del concierto para violín de Bach que dio lugar a su célebre Concierto nº 1 para teclado, fueron otros de los atractivos de este arranque de temporada.
 
Malov redimió su despiste y aparente falta de respeto con una simpatía que se ganó al público, mientras como intérprete corroboró el virtuosismo técnico casi acrobático con el que los jóvenes músicos alcanzan hoy la gloria en el escenario, si bien en el apartado expresivo se queda a medias tintas, sin llegar a transmitir en exceso. Enérgica y rabiosa sonó la Obertura del inabarcable catálogo de Telemann. Después el conjunto resultó desangelado y desinflado en la Suite de Schnittke extraída de temas de algunas de sus bandas sonoras para el cine soviético. Malov exhibió facultades vertiginosas con el violín y especialmente la viola da spalla, instrumento del que es un abanderado, sobre todo en unos sublimes contrapuntos de El arte de la fuga en los que con el acompañamiento de Ruiz, Mercero y Navarro se rozó el cielo. Como propina una Jiga de la Suite nº 6 de Bach, muy adecuada si tenemos en cuenta a quienes apuestan que el ciclo fue compuesto para este exótico instrumento.
 
Artículo publicado en El Correo de Andalucía el 1 de octubre de 2015

lunes, 28 de septiembre de 2015

IRRATIONAL MAN Casi un brillante análisis del hombre de acción sometido a las reglas morales imperantes

USA 2015 96 min.
Guión y dirección Woody Allen Fotografía Darius Khondji Intérpretes Joaquin Phoenix, Emma Stone, Parker Posey, Jamie Blackley, Ethan Phillips, Julie Ann Dawson, Mark Burzenski, Gary Wilmes Presentada en el Festival de Cannes el 15 mayo 2015; estreno en Estados Unidos 17 julio 2015; en España 25 septiembre 2015

Uno de mis mejores amigos apuntaba hace años, a propósito de la muerte en accidente de un conocido nuestro, que el Mundo estaba mejor sin gente como él; y esa es la premisa argumental de esta nueva película del director más prolífico del panorama actual. En la línea de sus cintas criminales, como Delitos y faltas, Match Point, El sueño de Cassandra, y en menor medida Misterioso asesinato en Manhattan, cuya extraordinaria comicidad no tiene cabida en esta propuesta más cerca del melodrama, Woody Allen teje en esta su última película un perfil arrebatador y certero sobre un tipo de persona muy particular y concreto, el hombre de acción. Para eso imagina un profesor de filosofía, lo que le sirve de pretexto ideal para repasar algunas de sus teorías existenciales, morales y hasta criminales favoritas, desde Kant a Dostoievski pasando por Hannah Arendt, que atraviesa una preocupante depresión ante la falta de objetivos que otorguen algún tipo de razón a su existencia. Un hombre que realizó en el pasado todo tipo de trabajos peregrinos, de taxista a ascensorista, antes de lograr ser el reconocido filósofo, escritor y profesor de universidad en el que se ha convertido. Que colaboró en todo tipo de programas de ayuda internacional y se sintió en algún momento útil para el devenir del Mundo y sus moradores. El espléndido guión de Allen le pondrá en bandeja un motivo para recuperar ese ansia de vivir, esa plenitud existencial perdida en el abismo de la mediocridad, mientras mantiene reveladoras relaciones con una compañera académica, estupenda Parker Posey, otrora musa del cine indie y últimamente desaparecida de la pantalla, y una alumna, siempre extraordinaria Emma Stone en su segunda colaboración sucesiva con el director. El escenario se mantiene en Estados Unidos, pero desertando una vez más de su sempiterna Nueva York. Newport, entre Boston y la ciudad de los rascacielos, le sirve de paisaje ideal para tejer una trama sumamente atractiva en la que asoman también referencias a Extraños en un tren, y quizás por eso escenifica una de sus secuencias en un provinciano parque de atracciones. Sabiamente, Allen va desgranando detalles de la personalidad de su protagonista para que, llegado el momento, su comportamiento resulte creíble. Sin embargo, conforme nos vamos acercando al final, la irracionalidad del título hace presencia para dar un giro en el que los planteamientos éticos, valores y principios que desgranaba den paso a una mezquindad y miseria tan alarmante como poco plausible, hasta desembocar en un final abrupto, como si al director le faltasen recursos y metraje para dar al conjunto un desenlace más gradual y esmerado. Por eso podemos concluir que se trata de un título brillante, un análisis certero del hombre de acción, que lamentablemente decae y se desinfla cuando su desenlace adopta ribetes moralistas.

LA CAMARERA LYNN Alternativas taradas

Título original: Das Zimmermädchen Lynn
Alemania 2014 90 min.
Guión y dirección Ingo Haeb, según la novela de Markus Horts Fotografía Sophie Maitingneux Música Jakob Ilja Intérpretes Vicky Krieps, Lena Lauzemis, Christian Aumer, Steffen Münster, Christine Schorn Estreno en Alemania 28 mayo 2015; en España 25 septiembre 2015

Viendo esta soporífera película a medio camino entre el drama y la comedia, o en tierra de nadie, no se puede evitar pensar en el realizador austriaco Ulrich Seidl y el partido que le hubiera sacado a este material tan desquiciante como malsano. Una camarera de hotel, obsesionada con la limpieza y el orden, dedica su tiempo libre a espiar a los clientes escondiéndose bajo las camas, hasta que un día descubre algo y alguien que dan un vuelco a su estúpida y anodina existencia. Naturalmente para hacer esas cosas tan rarillas tenía que ser una perturbada, carne de psicoanálisis, porque parece ser que la diferencia algunas personas sólo la saben tratar desde la irracionalidad y la enfermedad mental. Hubiera sido más interesante prescindir de la tara y ahondar en la alternativa existencial, esa que hace que no todos seamos iguales y nos comportemos según los parámetros establecidos, que para eso somos millones y millones los que habitamos este planeta. Aséptica y colorista, como las películas de Seidl pero también como las de Almodóvar, la joven Vicky Krieps se mueve por escenarios limpios y vacíos hasta ir desembocando poco a poco en una historia más humana y emotiva de lo que habitualmente encuentra en su anodina vida. Pero el ritmo premioso y la artificiosidad con la que Ingo Haeb trata el material hacen que nos sintamos incapaces de acompañar a la heroína en este viaje de descubrimiento y placer.

EL DESCONOCIDO ¿Quién es Daniel de la Torre?

España 2015 102 min.
Dirección Dani de la Torre Guión Alberto Marini Fotografía Josu Inchaustegui Música Manuel Rivero Intérpretes Luis Tosar, Javier Gutiérrez, Elvira Mínguez, Goya Toledo, Fernando Cayo, Paula del Río, Marco Ruiz, Luis Zahera, Ricardo de Barreiro, María Mera, Antonio Mourelos Estreno 25 septiembre 2015

¿Quién es Dani de la Torre, este director gallego que apenas ha hecho alguna cosilla en televisión y algún que otro cortometraje, y debuta ahora en el largometraje, con casi cuarenta años, evidenciando una incuestionable pericia para generar tensión y mover la cámara a discreción? Del que sí sabemos algo es del guionista, Alberto Marini, que este mismo año se ha metido en un producto tan ambicioso como Extinction, y hace algunos se encargó del libreto de Mientras duermes, otro thriller protagonizado por el incombustible Luis Tosar. Pero no es el guión el punto fuerte de esta apasionante montaña rusa; sus referentes son claros e identificables, desde Con las horas contadas a Última llamada, pasando por Locke, Speed y A la hora señalada. Se trata del clásico suspense generado alrededor de un lapso de tiempo muy concreto, que juega a la contra. La actual crisis económica, el escándalo de las preferentes o incluso la crisis familiar y matrimonial no son más que unos clásicos mcguffin en un conjunto en el que lo que destaca es la capacidad técnica y artística para generar una descarga adrenalítica continua y casi insoportable, recorriendo las calles, nunca tan bien explotadas como ahora, de La Coruña con la misma intensidad emocional como lo hacen los sufridos personajes de la película, un inmenso Tosar junto a sus dos hijos en la ficción, interpretados con sorprendente convicción y naturalidad por los niños Paula del Río y Marco Ruiz. Por el camino también una excelente interpretación de Elvira Mínguez, protagonista además de una de las secuencias más fascinantes del espectáculo, su propia presentación a lo largo de un plano secuencia en un alarde técnico extraordinario. Apartado en el que apenas falla la clásica persecución automovilística a la española a la que se le notan las costuras en forma de retenciones descaradas para no rebasar el objetivo. Lástima que todo este conjunto perfecto como un mecanismo de relojería pierda fuerza cuando se aproxima su desenlace, convencional y forzado, incluida una moralina final demasiado obvia e impertinente. Pero en conjunto brillan las interpretaciones, la factura técnica y el descubrimiento de un realizador muy dotado para la acción y para generar esa descarga de adrenalina que sólo consiguen los buenos títulos del género.

viernes, 25 de septiembre de 2015

VOLODIN Y KOCHANOVSKY, SULTANES DEL SWING

XXV Temporada de Conciertos de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Alexei Volodin, piano. Stanislav Kochanovsky, dirección. Programa: Concierto para piano y orquesta nº 5 en Fa mayor Op. 103 «Egipcio» de Saint-Saëns; Scheherazade, de Rimski-Korsakov.
Teatro de la Maestranza, jueves 24 de septiembre de 2015

John Axelrod, el nuevo director artístico de la Sinfónica, no volverá a subir al pódium hasta bien entrado noviembre. Es el turno ahora de los directores invitados, y el primero ha sido el joven de San Petersburgo Stanislav Kochanovsky; toda una promesa, reconocido y laureado por doquier, comprensible a tenor de lo escuchado en el Maestranza en uno de los pocos conciertos convencionales de la temporada recién estrenada, en lo que a combinación de pieza concertante y obra sinfónica se refiere.
Su paisano, el pianista Alexei Volodin, realizó una interpretación nítida y estilizada del Concierto Egipcio de Saint-Saëns. En diciembre de 2012 en este mismo escenario, con las Variaciones Paganini de Rachmaninov junto a la Filarmónica de Málaga, destacábamos su virtuosismo técnico frente a una insuficiente dosis de lirismo; un escollo ahora superado gracias a una lectura estilizada, luminosa y cromática del concierto del autor de Sansón y Dalila. Volodin mantuvo un diálogo fluido con la orquesta, abundante en episodios efervescentes, mientras Kochanovsky acentuó la finura de la orquestación y su atmósfera exótica, especialmente en un andante misterioso, apacible y fuertemente expresivo. Como propina, una mazurca de Chopin corroboró la fuerza técnica y expresiva del pianista.
En la segunda parte, el joven y elegante director realizó una versión épica e impactante de la tantas veces programada y escuchada Sheherazade de Rimski-Korsakov. Una exhibición vistosa e imaginativa de este prodigio de destreza orquestal en la que el conjunto respondió con todas sus armas, lográndose una interpretación cálida, evocadora y sensual, beneficiada también por la melodiosidad y el exultante lirismo al violín de Paçalin Zef Pavaçi, nuevo concertino alternativo de la orquesta.
Artículo publicado en El Correo de Andalucía el 26 de septiembre de 2015

jueves, 24 de septiembre de 2015

B Duelo en las antípodas de la decencia

España 2015 78 min.
Dirección David Ilundain Guión Jordi Casanovas y David Ilundain, según la obra “Ruz-Bárcenas” del primero Fotografía Ángel Amorós Intérpretes Pedro Casablanc, Manolo Solo, Enric Benavent, Patxi Freytez, Eduardo Recabarren
Estreno 18 septiembre 2015

Curtido en la televisión, David Ilundain debuta en el largometraje con una adaptación de la obra que Jordi Casanovas escribió para el Teatro del Barrio de Alberto San Juan, a partir de la declaración de Luis Bárcenas ante el juez Pablo Ruz en la Audiencia Nacional el 15 de julio de 2013. En realidad se trata de una transcripción literal de aquella célebre declaración en la que el extesorero del PP se desdijo de todo lo anteriormente declarado, tras dieciocho días de reclusión, implicando en un escándalo de financiación ilegal y fuga de efectivos sin precedentes a altos mandatarios del partido como Rajoy, Cospedal, Acebes o Arenas, y empresas tan solventes y respetadas como Mercadona o Sacyr. Cine político cien por cien, pero también criminal y de intriga, que en una cinematografía como la nuestra tan poco proclive a denunciar la miseria y sinvergonzonería que nos rodea, sólo ha sido posible mediante el socorrido recurso del crowdfunding. La consecuencia es una película modesta formalmente, aunque ni se le noten las costuras ni necesite mayores costes de producción para lucir digna y brillante; y sobre todo, y esto sí que es preocupante, una limitación en la distribución que hará que uno de los títulos más convenientes y sobresalientes del reciente cine español apenas sea disfrutado por unos pocos y pocas, entre los que por una vez nos encontramos los y las residentes en Sevilla. Sorprende que unos hechos tan conocidos y asumidos por el pueblo aún sean capaces de generar sorpresa e indignación entre quienes asistimos como si fuésemos espectadores in situ a la referida declaración. Para eso Ilundain maneja con inteligencia y precisión los comentarios y gestos del personal presente en la sala de la Audiencia Nacional en la que se desarrolla el duelo, periodistas, abogados o incluso el Presidente de la ONCE. Pero el material dramático y la fuerza de la narración recaen en exclusiva en el trabajo actoral de Pedro Casablanc y Manolo Solo, repitiendo los papeles que interpretaron en el escenario. El algecireño Manolo Solo da vida con convicción y sobriedad al juez Ruz, pero es Pedro Casablanc quien más ocasiones de lucimiento disfruta gracias a un personaje carismático que el actor, nacido en Marruecos pero formado en Sevilla, borda con una precisión genial y absoluta, declamando testimonios rápidos, largos y contundentes con una naturalidad extraordinaria, por todo lo cual esperamos que el reciente Premio Ceres obtenido en el Festival de Teatro Clásico de Mérida no sea más que el aperitivo de una larga serie que debería recibir por el trabajo desempeñado en esta singular película. Un film necesario que debería despertar nuestras conciencias para hacernos asumir como pueblo que vive en democracia el papel decisivo que tenemos ante la mafia que nos gobierna, elegidos por nosotros para que acaben dilapidando nuestro esfuerzo en su favor, abandonando emergencias sociales y aplicando el recorte y la austeridad en nuestras humildes economías. Lo peor es que sigamos confiando en ellos. Ilundain no se posiciona sobre si las declaraciones de Bárcenas son o no ciertas, pero nosotros sabemos que algo, o mucho, apesta, y aun así recaemos. Sólo se permite una concesión final, una secuencia documental en la que volvemos a ser testigos de la satisfacción y el vitoreo que estos ladrones de guante blanco ejercen con impunidad y desagradable descaro.

martes, 22 de septiembre de 2015

EVEREST Gente intrépida en un marco extraordinario

USA 2015 121 min.
Dirección Baltasar Kormákur Guión Lem Dobbs, Justin Isbell y William Nicholson Fotografía Salvatore Totino Música Dario Marianelli Intérpretes Jason Clarke, Josh Brolin, Jake Gyllenhaal, Emily Watson, Keira Knightley, Sam Worthington, Robin Wright, Elizabeth Debicki, John Hawkes, Michael Kelly, Clive Standen, Martin Henderson, Vanessa Kirby, Thomas Goodman-Hill, Mia Goth Estreno en el Festival de Venecia 2 septiembre 2015; en España 18 septiembre 2015; en Estados Unidos 25 septiembre 2015

El realizador islandés Baltasar Kormäkur debutó con un drama protagonizado por Victoria Abril, 101 Reikiavik, y desde entonces ha alternado títulos en su país y en Norteamérica con escasa fortuna. ¿Quién se acuerda de Verdades ocultas, Contraband o la más reciente 2 Guns, aunque estén protagonizadas por estrellas de Hollywood? Su momento de gloria le ha llegado ahora con este drama catastrofista de aventuras rodado en los Alpes y en el Himalaya. Curiosamente las grandes cumbres del planeta no han sido apenas objeto de atención por el cine, exceptuando naturalmente el documental. El Kilimanjaro sólo era un escenario en la película protagonizada por Gregory Peck y Ava Gardner, Clint Eastwood realizó una trepidante película de intriga y aventuras en el Eiger, Licencia para matar, y K2 obtuvo una muy tibia respuesta de público a principios de los 90. En el ámbito estricto del cine de acción y aventuras encontramos cintas como Límite vertical o Máximo riesgo. Avalancha, Fuerza mayor y Viven tocaban el tema de forma tangencial, pero Everest adopta un enfoque distinto recreando la estructura y el envoltorio de las películas de catástrofes clásicas de los años setenta, y para contar una historia verídica en torno a un grupo de excursionistas de montaña que tuvieron que hacer frente a una devastadora tormenta justo cuando alcanzaban la cumbre más alta del Mundo y de esa forma también su sueño más anhelado. Un elenco de rostros muy conocidos y un enfoque de la tragedia sin profundizar mucho en los perfiles de los múltiples personajes, hace que su parecido con ese género setentero sea más que razonable, unido al hecho de que no se abusen de efectos visuales, procurando dar al acabado un enfoque mucho más natural y creíble. El sufrimiento de los personajes, su lucha por la supervivencia, el daño ocasionado a los seres queridos y el liderazgo, nunca heroico ni desfasado, de algunos de ellos, especialmente el guía de una de las expediciones implicadas, logran este efecto saludable de cine clásico de aventuras, y de paso así homenajear a una estirpe intrépida y adrenalítica de hombres y mujeres del planeta. La belleza de los paisajes y el excelente ritmo aplicado a la odisea completan la serie de atractivos de una cinta pensada para pasar un mal rato, pero también para disfrutar de una ejemplar experiencia cinematográfica y del incomparable marco natural seleccionado.

LA CABEZA ALTA El pequeño salvaje y los servicios sociales

Título original: La tête haute
Francia 2015 120 min.
Dirección Emmanuelle Bercot Guión Emmanuelle Bercot y Marcia Romano Fotografía Guillaume Schiffman Música Éric Neveux Intérpretes Rod Paradot, Catherine Deneuve, Sara Forestier, Benoît Magimel, Aurore Broutin, Ludovic Berthillot, Catherine Salée, Diane Rouxel Película inaugural del Festival de Cannes 2015; estreno en Francia 13 mayo 2015; estreno en España 18 septiembre 2015

Aunque la trama no es muy original, el tema de los niños imposibles, tan difíciles de educar como víctimas de un entorno hostil y terriblemente marginal, da mucho juego y se pueden extraer de él historias de superación muy interesantes e inspiradoras. Estableciendo un paralelismo con El pequeño salvaje de Truffaut podríamos destacar la falta de posibilidades en la Francia del siglo XIX frente al derroche de recursos existentes en la actualidad para regenerar jóvenes ineducados. No es el caso del nuevo trabajo de la directora de El viaje de Bettie aprovechar estas premisas. Catherine Deneuve tuvo en aquella una mejor oportunidad para lucirse y contarnos una sorprendente historia de ruptura con los convencionalismos. Precisamente ese es el mayor problema de esta larga y aburrida película, su tratamiento convencional y escandalosamente común. Y lo peor es que apenas logra desarrollarse; no existe un progreso narrativo que logre que la cinta se salga de la mera exposición de las continuas caídas en desgracia de un rebelde recalcitrante e incorregible, un adolescente con problemas enormes de adaptación. Todo lo cual desemboca en un desenlace aún más convencional y poco convincente como todo lo demás, con el amor funcionando como giro ineludible para lograr la redención. Entre rabietas y extremismos, el joven debutante con cara de ángel Rod Paradot es el único que se luce entre un reparto que incluye a los veteranos Deneuve como jueza de menores y el otrora también promesa Benoît Magimel (La pasión del rey, La pianista) como desesperado educador.

EDEN Sexo, drogas y techno house

Francia 2014 131 min.
Dirección Mia Hansen-LØve Guión Mia y Sven Hansen-LØve Fotografía Denis Lenoir Intérpretes Félix De Givry, Pauline Etienne, Laura Smet, Vincent Lacoste, Vincent Macaigne, Greta Gerwig, Golshfiteh Farahani, Brady Corbet, Hugo Conzelman, Roman Kolinka Estreno en el Festival de Toronto 5 septiembre 2014; en el de San Sebastián 24 septiembre 2014; en Francia 19 noviembre 2014; en España 18 septiembre 2015

La directora de Todo está perdonado se inspira en las experiencias de su hermano como dj de música dance electrónica para tejer un retrato generacional de principios de los años 90 a mitad de la primera década del nuevo siglo. La empresa le sale regular, limitándose a un muestrario de tópicos sobre la eterna adolescencia, la afición a drogas, sexo y alcohol, los fracasos sentimentales a propósito de una dedicación absorbente al oficio, y otros puntos comunes al género. Mientras tanto asistimos a las peripecias personales del joven músico, desde sus inicios por garajes y fiestas a su condición de celebrity, para desembocar en el olvido y la frustración. A su lado todo un desfile de personajes, la mayoría apenas esbozados, con los que ni nos identificamos ni apenas empatizamos, lo que hace que todo acabe resultando anodino e intrascendente. Lástima porque cuenta con una serie de nuevos rostros del cine galo, con el joven Félix De Givry a la cabeza realizando un trabajo meramente competente, y un par de bellezas que parecen estar reclamando el puesto que poco a poco irán dejando vacante famosas como Juliette Binoche o Marion Cotillard, parecidos razonables incluidos. Los distintos escenarios, desde París a Nueva York, y una excelente selección de música bailable, con los comienzos del grupo Daft Punk también como telón de fondo, son unos atractivos que se diluyen en un conjunto endeble y difuminado. Si al menos fiestas y discotecas se hubieran rodado con un poco más de sentido del espectáculo, pero ni siquiera eso. Tampoco la habitualmente estimulante presencia en el reparto de Greta Gerwig, aunque sea en un papel episódico, logra el milagro.

viernes, 18 de septiembre de 2015

KANSAS CITY Y SEVILLA, AXELROD Y LA ROSS

XXV Temporada de Conciertos de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. John Axelrod, director. Programa: Donde se forjan las quimeras, de Nuria Núñez Hierro; New Era Dance, de Aaron Jay Kernis; Sinfonía nº 9 « Del Nuevo Mundo » de Dvorák. Teatro de la Maestranza, jueves 15 de septiembre de 2015

La Giralda de Kansas City
La Avenida Kansas City de Sevilla responde al hermanamiento entre esta ciudad norteamericana y la nuestra en 1956, una iniciativa de Eisenhower motivada por la pasión del arquitecto estadounidense J.C. Nichols por la arquitectura española, que le llevó a proyectar una réplica de la Giralda y la Plaza de la Virgen de los Reyes en pleno corazón de la ciudad del blues y el jazz. La llegada del tejano John Axelrod a la dirección artística de la ROSS supuso un concierto inaugural que se tradujo en un nuevo hermanamiento entre el viejo y el nuevo continente, esta vez a través de la música. Dos conceptos muy distintos de enfocar la música contemporánea se apropiaron de una primera parte muy oportunamente iniciada con una joven compositora gaditana de proyección internacional, Nuria Núñez, ausente de la sala por disfrutar de una beca precisamente en Estados Unidos. Su música no es ajena al público sevillano, que ya ha podido, si así lo ha querido, escucharla en las interpretaciones que de ella han hecho Taller Sonoro de piezas como Alla ricerca disperata dell sole, Eclipse de mar, Imágenes desde el desierto o Kafka.
Nuria Núñez Hierro
Donde se forjan las quimeras responde a un encargo de la JONDE a partir del episodio nacional del asedio de las tropas napoleónicas a Cádiz, y fue estrenada en 2011 curiosamente por José Luis Estellés, director y clarinetista de quien hemos podido disfrutar estos días en el Festival de Música de Cámara Joaquín Turina. Se trata de una obra eminentemente atmosférica que exprime al máximo las posibilidades de timbre y color de la orquesta y experimenta con la proyección del intérprete sobre su propio instrumento, auténtico leit motiv en el estilo compositivo de la autora. Comienza amenazante con la cuerda en ostinato, para continuar cargada de intriga y misterio y desembocar con aires elegíacos en una llamada literal a la libertad. Axelrod mantuvo la tensión y el ritmo, sacando buen provecho de las familias instrumentales, incluida una imaginativa percusión y el uso de instrumentos étnicos para crear estimulantes efectos de sonido. El carácter desasosegante y dramático de la página de la gaditana contrastó con el más jovial y desenfadado del americano Aaron Jay Kernis, esa otra manera de entender la composición vanguardista al otro lado del Atlántico. New Era Dance es una página en la que es fácil adivinar la influencia de Leonard Bernstein tamizado por el minimalismo de John Adams, con un uso de la orquesta absolutamente espectacular y hasta delirante, pistoletazos incluidos. Una sucesión y amalgama de ritmos netamente americanos que en manos de Axelrod sonó un poco embarullado, haciendo fácil imaginar cómo en las de Halffter el resultado hubiera sido más detallista y cristalino. Aun así la breve experiencia resultó gratificante por el carácter alegre y optimista de la partitura y el goce palpable que produjo en los integrantes de la Sinfónica.

John Axelrod
La Sinfonía del Nuevo Mundo de Dvorák es una de esas composiciones que no importa cuántas veces se programe, y la ROSS lo ha hecho demasiadas, siempre agrada escucharla. Por eso resulta alarmante que en esta ocasión al menos a algunos se nos antojara pesada y aburrida. Axelrod dirige con aplomo y entusiasmo, marcando las dinámicas y prestando especial atención al equilibrio instrumental, pero sus continuas caídas de tensión y unas puntuales soluciones estéticas algo edulcoradas, especialmente en el Largo que Sarah Bishop defendió sensacionalmente, hicieron de su escucha una experiencia prescindible. La obra sirvió para conectar, a partir de un compositor checo inspirándose en el nuevo continente, las dos anteriores. Hay que agradecerle al carismático nuevo director que dignificara y diera carácter oficial a este primer concierto de la temporada con un breve pero agradecido discurso, algo muy habitual en los escenarios de su país pero lamentablemente no en el nuestro. Caso flagrante es el del concierto de apertura del Curso Universitario Hispalense, generalmente despachado como un concierto cualquiera, sin que ninguna autoridad académica se digne a pronunciar unas palabras de bienvenida e inauguración.

jueves, 17 de septiembre de 2015

LA VISITA El rencor produce monstruos

Título original: The Visit
USA 2015 94 min.
Guión y dirección M. Night Shyamalan Fotografía Maryse Alberti Intérpretes Olivia DeJonge, Ed Oxenbould, Deanna Dunagan, Peter McRobbie, Kathryn Hahn, Celia Keenan-Bolger, Samuel Stricklen, Patch Danagh Estreno en Estados Unidos y España 11 septiembre 2015

Shyamalan es un director mucho más interesante de lo que se le considera. Es cierto que sus dos últimos trabajos, Airbender y After Earth, los de mayor presupuesto de filmografía, no estaban a la altura de sus trabajos anteriores, quizás por tratarse de un género, ciencia-ficción tradicional, que no es el que le ha dado fama. Pero también es verdad que de su cine la mayoría apenas salva El sexto sentido y se enrosca en lamentar repetidamente que se trata de un cineasta perdido y desorientado. Lo cierto es que el realizador de origen indio ha cosechado un interesante ramillete de trabajos memorables, desde el título aludido a El incidente, forjando un estilo muy propio para contar historias y hacerlo con recursos muy reconocibles. Puede que no sean películas perfectas, pero dentro de su género hay más y mejor cine en ellas que en muchos sucedáneos e imposturas que nos llegan continuamente dentro del que es el más cinematográfico y seguido de los géneros, el terror. Shyamalan utiliza sus argumentos, de los que siempre es autor, para analizar y generar enseñanzas; sus películas se convierten así en proverbios, bien sea sobre la interpretación de las Señales, la solidaridad y el trabajo en equipo en La joven del agua, la relatividad de la fuerza en El protegido, o el poder de la información en El bosque. Al fin y al cabo lo que hace es contar cuentos, y los cuentos siempre tienen una moraleja final. La visita supone el reencuentro del director con el cine de terror e intriga, aliándose para la ocasión con el productor de Paranormal Activity e Insidious, motivo por el cual quizás recurra a las actuales fórmulas de falsos realities en los que una cámara subjetiva va supuestamente grabando todo lo que vemos en la pantalla. Afortunadamente esto no supone sucumbir a una estética feísta de video barato, sino que mantiene su estilo visual habitual, con encuadres intrigantes, iluminación esmerada y montaje meditado; es más, ni siquiera resulta riguroso a la hora de plantear la imagen en función de lo grabado, más bien se salta conscientemente las reglas del juego para no traicionar el espíritu cinematográfico, del que se revela una vez más experto conocedor. Cabe destacar en este sentido el retórico y muy estimulante uso que hace de los primeros planos y del paisaje. Hay además más humor en esta revisión de Hansel y Gretel que en otras películas suyas anteriores, especialmente en el personaje del niño rapero y las situaciones grotescas a las que se someten los insólitos abuelitos. Y es el rencor en esta ocasión el que, provocando la distancia entre seres queridos, genera una situación incómoda e incluso trágica. Advierte por lo tanto de la necesidad de perdonar y aceptar el perdón, evitar el distanciamiento y que la vanidad, la soberbia y el rencor puedan marchitar relaciones entrañables, productivas e inmarchitables. Podrá decepcionar a quienes buscábamos un producto más siniestro e inquietante, y a quienes de entre todas las posibilidades explicativas de la trama adivinen precozmente la que se guarda el director en la manga, pero constituye una nueva muestra de buen cine, entretenido, bien producido y realizado y que, al contrario de tantos filmes de género actuales, da para reflexionar.

miércoles, 16 de septiembre de 2015

UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD Gente con trastornos

Título original: En chance til
Dinamarca 2014 105 min.
Dirección Susanne Bier Guión Anders Thomas Jensen Fotografía Michael Keith Snyman Música Johan Söderqvist Intérpretes Nikolaj Coster-Waldau, Ulrich Thomsen, Maria Bonnevie, Nikolaj Lie Kaas, Lykke May Andersen Estreno en el Festival de Toronto 9 septiembre 2014; en el de San Sebastián 21 septiembre 2014; en Dinamarca 15 enero 2015

Tras el supuesto paso en falso que dio con su segunda incursión en el cine americano, Serena, Susanne Bier vuelve a su país y al tema que más le interesa, indagar sobre el comportamiento humano en situaciones muy particulares, generalmente extremas, y con relación al entorno más cercano. Para ello confía en su guionista habitual, que teje una truculenta historia de intriga en la que dos parejas de condición social muy distinta, y sus bebés, se verán involucrados en un caso criminal tan malsano como no exento de moralidad. Bier maneja muy bien los recursos, aunque éstos naden continuamente en el lugar común y el tópico nórdico, estupendas casas de diseño a la orilla de algún lago incluidas. La galería de personajes sin embargo resulta demasiado maniquea, con trastornos varios como la drogodependencia, la psicopatía, la ausencia de ánimo, el alcohol y las rencillas familiares. Por otro lado Bier rueda casi todo de noche, que en épocas frías, y en el norte abundan, supone casi todo el día, como si quisiera explicar su influencia en el estado de ánimo de los sufridos protagonistas. Por todo ello guión y dirección están muy afectados, provocando a fuerza de impostura unos acontecimientos que sin embargo mantienen viva la atención y el interés del espectador, a pesar de su dureza y alguna discutible resolución formal que raya en el mal gusto. Los intérpretes hacen lo que pueden en este batiburrillo de inadaptados y deprimidos, si hace falta echando mano de gritos e histerias. Queda lejos de la contundencia de En un mundo mejor y los aciertos de Hermanos, pero aun así consiguió en San Sebastián el Premio SIGNIS de la Asociación Católica Mundial para la Comunicación.

lunes, 14 de septiembre de 2015

CLAUSURADO EL QUINTO FESTIVAL TURINA, ¡A POR EL SEXTO!

Isa Gericke, soprano. Nicolas Dautricourt, Esther Hoppe, Kristof Baráti y Antonio Viñuales, violín. Yura Lee y Almudena Arribas, viola. Gary Hoffman, Dan Styffe e István Vardái, cello. Benedicte Palko, Aleksandar Mazdar y Beng Forsberg, piano. Programa: Cuarteto para cuerda y piano Op. 67, de Turina; 3 Canciones para voz, piano y viola, de Bridge; Fantasía de Carmen, de Milone; Quinteto para cuerda y piano “La trucha” D667, de Schubert; Canción de Marietta de “La ciudad muerta”, de Korngold.
Capitanía General, domingo 13 septiembre 2015

La bombonera de la Plaza de España
El Festival Turina volvió a tener el acierto de celebrar su clausura en el precioso y cada vez menos desconocido salón de actos de Capitanía General, una coqueta bombonera con una espectacular vidriera en el techo y motivos decorativos entre clásicos y modernistas, que Benedicte Palko consigue cada dos años que se abra al público melómano de Sevilla. Otro mérito de la directora del festival es su excepcional y delicadísimo pianismo, demostrado en cada edición, lo que nos hace preguntarnos por qué no se prodiga más como concertista en la ciudad que la acoge.

Sobre el escenario la plana mayor de los estupendos artistas reunidos en esta especie de convivencia bianual generosa en proyectos y talleres. En los atriles el Cuarteto Op. 67 de Turina, con su estilo rapsódico enriquecido por el ensoñador toque de Gary Hoffman al cello, mientras el melódico violín de Dautricourt captó la esencia y sensualidad de la pieza. Isa Gericke exhibió sensibilidad y elegancia en el fraseo con su melancólica interpretación de las canciones de Frank Bridge, elocuentemente acompañada por la viola de la joven Almudena Arribas. Otra cosa fue la Fantasía de Carmen perpetrada sin gusto ni ingenio por el compositor y violinista británico Julian Milone y que sólo sirvió para lucimiento virtuosístico de los cuatro violines convocados, muy especialmente el de Esther Hoppe.

Aleksandar Mazdar
En la segunda parte dudábamos si el Quinteto de Schubert sería La trucha o el más dramático sólo para cuerda. El programa confundía al nominar el primero pero con el número de catálogo y los movimientos del segundo; la plantilla convocada hacía confiar en que el elegido sería el célebre cuyo cuarto movimiento son variaciones sobre Die Forelle, y así fue. El resultado no pudo ser mejor, tan luminoso y desenfadado que sus tres cuartos de hora pasaron en un suspiro. Su aire de divertimento quedó tan bien captado, el ritmo perfectamente marcado por la cuerda y las aportaciones heroicas y enérgicas de Mazdar al piano, que sedujo de inmediato al público presente. Un significativo adiós con esperanza de reencuentro coronó el festival por medio del Aria de Marietta de La ciudad desnuda de Korngold, en una adaptación camerística con algunos arreglos discutibles de Bernt Forsberg, gran admirador del compositor, y que Gericke y los instrumentistas bordaron con emoción y elegancia. Clausurada la quinta edición, ¡a por la sexta!

Artículo publicado en El Correo de Andalucía el 15 de septiembre de 2015

domingo, 13 de septiembre de 2015

MA MA Del dolor a la felicidad a través de la generosidad

España 2015 111 min.
Guión y dirección Julio Medem Fotografía Kiko de la Rica Música Alberto Iglesias Intérpretes Penélope Cruz, Luis Tosar, Asier Etxeandía, Teo Planell, Silvia Abascal, Álex Brendemühl, Anna Jiménez Estreno 11 septiembre 2015

Si descontamos el episodio que dirigió para la película conjunta 7 días en La Habana, hacía cinco años que Julio Medem no ofrecía un nuevo largometraje, desde que estrenó Una habitación en Roma. Auspiciado por Penélope Cruz, también productora de la película, seguramente orgullosa y concienciada con su maternidad, la nueva propuesta del director vasco se nos antoja a algunos como una de las más redondas y eficaces de su filmografía, sólo superada por Los amantes del Círculo Polar y su rotunda poesía. Se trata de su película más convencional en términos narrativos, sencilla argumentalmente y corpórea en sentido emocional. Un homenaje sincero y directo a la maternidad, al amor más generoso posible y la transición del dolor más absoluto a la felicidad más plena a través de dicho amor infinito e incondicional. Para ello cuenta con una Penélope Cruz entregada al máximo, capaz de transmitir ese amor y esa generosidad a través de una interpretación luminosa, llena de ternura, en la que sus relaciones con los demás personajes de la cinta nos pone el corazón en un puño, gracias a unos diálogos puede que almibarados pero llenos de sentimiento y sensibilidad. No son ajenos al acabado de esta cinta de emociones a flor de piel la espléndida fotografía de Kiko de la Rica y la hermosa partitura de Alberto Iglesias, ausente del cine de Medem desde Lucía y el sexo; su música además del personaje de Penélope y algunos detalles de guión, como ese ginecólogo cantante al que da vida el poco aprovechado en nuestro cine Asier Etxeandía, acercan esta película como ninguna antes de Medem al espíritu de Almodóvar. Hay aquí sin embargo más elegancia natural y sensibilidad poética que en el cine del manchego, a pesar de que muchos y muchas quieran no ver más que impostura. Medem nos está contando un cuento utilizando una estructura narrativa simple y sencilla, buscando por supuesto la lágrima, pero sólo como recurso para llegar de forma más directa a nuestras almas, y todo a pesar de algunos adelantos de montaje que juegan con la preparación del público y le dan un toque muy especial a su acabado formal. El mayor acierto del film reside en contar una historia durísima y sin embargo conmover con la ternura, con los momentos felices, los diálogos entre madre e hijo, el apoyo al compañero desgraciado ejemplarmente interpretado por Luis Tosar en un registro más emotivo de lo habitual, el cariño del esposo fugado y el respeto de una enfermera agradecida, no en vano interpretada por Silvia Abascal. Todo un conjunto humano y espiritual que refleja a través de pequeños momentos de vida, algunos sin importancia, cómo se puede vivir el dolor a través de la esperanza, la generosidad y la felicidad, propia y especialmente ajena. Una película hermosa.

HOPPE, VARDÁI Y HOFFMAN: AMBIENTE SOLEMNE Y CONTENIDO EN EL FESTIVAL TURINA

5º Festival Internacional de Música de Cámara Joaquín Turina. Esther Hoppe, violín. István Vardái, cello. Benedicte Palko y Beng Forsberg, piano. Gary Hoffman, cello. Programa: Trío para violín, cello y piano en Si bemol D898, de Schubert; El Jueves Santo a medianoche Op.2, de Turina; Sonata para cello y piano en re menor H125, de Bridge.
Sala Joaquín Turina, viernes 11 septiembre 2015

Esther Hoppe
La oferta del Festival Turina del viernes incluyó la consabida pieza del compositor sevillano junto a dos monumentales obras de compositores en los extremos del romanticismo musical, el incipiente representado en Schubert y el tardío con injerencias modernistas de Bridge. Un ambiente recogido y contenido en el que la excelente calidad de los intérpretes convocados se vio reforzada por el magisterio y la personalidad del violonchelista canadiense Gary Hoffman.

El Trío con piano D898 de Schubert es una obra repleta de melodía y detalle, en la que la joven violinista suiza Esther Hoppe sometió su talento y habilidad a las exigencias de una pieza que combina lirismo y serenidad en su primer movimiento, para derivar en el scherzo en pura chispa y robustez merced al violonchelista húngaro István Vardái, quizás algo corto y menos contundente en los registros más graves. Una interpretación que se benefició de la ligereza y la fluidez que supieron insuflarle los artistas, a lo que no fue ajena Palko, que con su pianismo contribuyó al carácter amable y equilibrado de la obra, lográndose en general una muy adecuada sensación general de ensoñación. Los acordes familiares pero austeros que introducen el Jueves Santo a medianoche de Turina, encontraron en Hoffman el equilibrio exacto para no derivar en el postizo en que corre el peligro de convertirse. A partir de ahí el dechado de lirismo del violonchelista fluyó con acierto y generosidad para convertirla en una versión de referencia de la pieza.

István Vardái
La poco divulgada Sonata para cello y piano del compositor británico Frank Bridge fue abordada por Hoffman y Forsberg con un derroche de misticisimo sólo enturbiada con la incomodidad que evidenció el canadiense por falta de iluminación, sin que nadie en la organización se dignara a atender. La pieza transita entre la tonalidad del allegro inicial, resuelto con amplias dosis de lirismo, generoso sentido del romanticismo y un sonido denso y maleable, suave como el visón; y los tortuosos cromatismos del adagio que los intérpretes no acertaron a reflejar. Su estética continuó estando más cerca del lirismo romántico que del más indicado ácido y agitado de este segundo movimiento, no obstante acabar revelándose una interpretación suficientemente satisfactoria.

viernes, 11 de septiembre de 2015

FELICES COMBINACIONES EN EL CONCIERTO INAUGURAL DEL FESTIVAL TURINA

5º Festival Internacional de Música de Cámara Joaquín Turina. Nicolas Dautricourt, violín. Aleksandr Mazdar, Bengt Forsberg y Benedicte Palko, piano. José Luis Estellés, clarinete. Gary Hoffman, cello. Programa: Variaciones Clásicas Op.72, de Turina; Fantasía en fa menor para 4 manos D940, de Schubert; Sonata para violín y piano en Sol mayor, de Ravel; Trío para clarinete, cello y piano Op.114, de Brahms.
Casa Salinas, jueves 10 septiembre 2015

Gary Hoffman
La inauguración oficial del Festival Joaquín Turina volvió a celebrarse en la suntuosa Casa Salinas de la calle Mateos Gago, con un público atento y respetuoso presto a recibir la enorme intensidad de sensaciones que Benedicte Palko, oficiando como maestra de ceremonias, y cinco de los artistas convocados esta edición, estaban dispuestos a ofrecer. Como única pega a tan magnífico escenario, convendría en la medida de lo posible colocar a los intérpretes más próximos al centro del patio, evitando así que el piano quede tan arrinconado y los músicos semiocultos tras las columnas.

Palko y Forsberg clavaron una Fantasía para cuatro manos de Schubert de una intensidad emocional y una exquisitez formal extraordinarias, acentuando el contraste entre los pasajes más tumultuosos y su melancólica y delicadísima melodía central. Junto a Estellés y Hoffman, la directora del certamen firmó un Trío Op.114 de Brahms de líneas sencillas y bien articuladas y un tono inequívocamente amable que acentuó el fraseo elegante y el sonido sedoso y aterciopelado del chelista canadiense, mientras el clarinetista valenciano desplegó agilidad y brillantez, lográndose entre los tres una versión cálida y llena de aliento romántico.

Nicolas Dautricourt
Ravel compuso su Sonata para demostrar que violín y piano eran incompatibles; contrariamente la pieza triunfa cuando se pone en relieve su diálogo y compenetración, como así ocurrió en manos del francés Dautricourt y el serbio Mazdar. El primero lució en vigor, virtuosismo y expresividad, especialmente en un blues central trabajado y estilizado, con el que no cayó en amaneramientos superfluos, así como en el enérgico y nervioso final. Por su parte, el pianista brindó una lectura concienzuda y meditada de la pieza, complementándose a la perfección con su compañero. Esta feliz sinergia se produjo también en las Variaciones Clásicas de Turina, resueltas con enorme lirismo, sutiles cambios de registro y elegantes transiciones. Sólo así fue posible pasar de un lamento inicial rico en sentimiento, a unas alegres seguidillas y terminar evocando un final danzarín sin que los cambios de ritmo y registro resultaran bruscos, primando siempre la extrema delicadeza.

jueves, 10 de septiembre de 2015

JAN DEPRETER Y BENGT FORSBERG: LOS LUJOSOS APERITIVOS DEL FESTIVAL TURINA

5º Festival Internacional de Música de Cámara Joaquín Turina

Jan Depreter, guitarra. Programa: Sonata nº 1 BWV1001 de Bach, obras de Depreter y obras completas para guitarra de Turina. Casa de Pilatos, lunes 7 septiembre 2015

Beng Forsberg, piano. Isa Gericke, soprano. José Luis Estellés, clarinete. Nicolas Dautricourt y Kristóf Baráti, violines. Alberto Rodríguez Herrero, viola. Salvador Bolón Edo, cello. Programa: Piezas y canciones de Bach, Hurum, Rangström, Grainger, Sibelius, Schubert, Albéniz y Korngold. Sala Joaquín Turina, miércoles 9 septiembre 2015

Jan Depreter
El Festival Turina, imprescindible para paliar la alarmante escasez de música de cámara que hay en nuestra ciudad, logró alcanzar su quinta edición, no sin mucho empeño y dificultad. Como es habitual en esta celebración bienal, varios son los conciertos que preceden la inauguración oficial del certamen, algunos de ellos protagonizados por jóvenes músicos, y otros, los aquí reseñados, por artistas consagrados, auténticas perlas de la interpretación musical como el guitarrista belga Jan Depreter y el pianista sueco Bengt Forsberg, habitual acompañante de la mezzo Anne Sofie von Otter.

Bengt Forsberg
El primero compareció ante un público íntimo y atento con un cuarto de hora de retraso y una desafortunada presentación leída que poco dignificó al artista. Una transcripción completa de la primera de las suites de Bach para violín inició la velada, que Depreter convirtió en remanso de paz merced a una ejecución detallista que dejó admirar su extraordinaria riqueza polifónica. Varias piezas del propio intérprete, sentimentales, melancólicas y muy bien estructuradas, dieron paso a las obras completas para guitarra de Turina, coincidiendo con la edición hace sólo unos meses de su propia grabación. Apenas media hora condensada en cinco piezas de un color irresistiblemente andaluz, una gramática guitarrista imbricada gracias a las aportaciones (salvo en Ráfaga) de Andrés Segovia, su dedicatario, y una especial tendencia a universalizar su lenguaje musical y no quedarse en el mero folclore, todo lo cual supo extraer Depreter en una interpretación impecable y sensual, tanto técnica como expresivamente. Al final se atrevió incluso con Vicente Amigo en perfecto estilo, luciendo en las presentaciones un perfecto acento castellano. 

Isa Gericke
El de Forsberg y sus acompañantes fue uno de esos conciertos que justifican porqué nos gusta tanto la música, lo que hizo incomprensible lo desangelada que estuvo la sala. ¿Dónde estaban los melómanos sevillanos que dejaron pasar un programa tan variado y atractivo ejecutado con tanto cariño y sensibilidad? La soprano noruega Isa Gericke envolvió con una voz amplia y generosa un primer bloque de atmósfera nórdica, evocadora y romántica. Lástima que su timbre poderoso y brillante resultara algo estridente en pasajes que demandaban más intimidad y delicadeza. Destacó como el clarinetista José Luis Estellés en El pastor en la roca de Schubert y cumplió en la tercera de Las canciones del adiós de Korngold que dio paso al Quinteto del padre del sinfonismo cinematográfico, cuyo adagio se inspira en ella. Una obra de corte expresionista que contó con una interpretación enérgica y contundente por parte del cuarteto de cuerda creado ex profeso para la ocasión. Forsberg acompañó en todas las disciplinas con perfecto acoplamiento y atención al detalle; sin embargo como solista se reveló técnicamente imperfecto, si bien expresivamente profundo, emotivo y reflexivo, como demostró en To a Nordic Princess del popular Percy Grainger y especialmente en Almería de Albéniz.

Artículo publicado en El Correo de Andalucía

lunes, 7 de septiembre de 2015

UNA CHICA VUELVE A CASA SOLA DE NOCHE Tediosa metáfora sobre la liberación femenina

Título original: A Girl Walks Home Alone at Night
USA 2014 100 min.
Guión y dirección Ana Lily Amirpour Fotografía Lyle Vincent Intérpretes Sheila Vand, Arash Marandi, Dominic Rains, Marshall Manesh, Mozhan Marnó, Milad Eghbali Estreno en el Festival de Sundance 19 enero 2014; en el de Sitges 6 octubre 2014; en España (no en Sevilla) 4 septiembre 2015

En un preciosista blanco y negro y con una narrativa lenta y tediosa, la iraní afincada en Estados Unidos Ana Lily Amirpour debuta en la dirección con una historia de vampiros que amalgama todo lo que entendemos por Cine del Mundo o World Cinema, tan preciado en certámenes como el de Sundance, donde tuvo su presentación hace más de un año. Fusión de géneros, desde el terror al western pasando por el romántico y el social, con banda sonora repleta de influencias y estilos (atención a los temas morriconianos de Federale), la mirada puesta en directores de prestigio como David Lynch, y un paisaje de genuino sabor americano con unos personajes a medio camino entre la estética oriental y la vintage norteamericana. Amirpour, en clara referencia al habitual peligro de las jóvenes que vuelven solas de noche a casa, hace deambular a su protagonista, vampira inexpresiva e inerte, con un burka abierto y hambre de justicia más que de sangre, de otro modo no se explicaría que eligiese sus víctimas entre lo más depravado de la población, protegiendo siempre a la mujer oprimida y advirtiendo a los más jóvenes sobre las bondades de una buena educación en valores y principios éticos. Su ritmo premioso y la anécdota de su argumento hacen que se visione sin gran interés y el ojo más bien puesto en el reloj.

domingo, 6 de septiembre de 2015

MIENTRAS SEAMOS JÓVENES Hipócrita huida del cliché

Título original: While We're Young
USA 2014 97 min.
Guión y dirección Noah Baumbach Fotografía Sam Levy Música James Murphy Intérpretes Ben Stiller, Naomi Watts, Adam Driver, Amanda Seyfried, Charles Grodin, Brady Corbet, Maria Dizzia, Dree Hemingway, Adam Horowitz Estreno en el Festival de Toronto 6 septiembre 2014; en Estados Unidos 27 marzo 2015; en España 4 septiembre 2015

Reducto del cine independiente americano, Noah Baumbach se ha creado un perfil de culto entre algunos críticos, público y cineastas, cosechado a través de títulos como Una historia de Brooklyn, Margot y la boda, Greenberg (también protagonizada por Ben Stiller) y Frances Ha. Prescindiendo de su actriz fetiche, Greta Gerwig, quizás porque su edad no encaja en ninguno de los personajes protagonistas, ahora propone un análisis sobre el comportamiento de una pareja de cuarentones que tras conocer a una extravagante y vitalista pareja de veinteañeros, deciden volver a adoptar clichés propios de la juventud. La invasión cultural americana no se limita al cine, la música, la hamburguesa y la coca-cola, sino que se extiende también, y mucho, a patrones de vida en los que parece obligado estudiar en la universidad, casarse, tener muchos hijos y un buen plan de jubilación. Todo lo que se salga de ahí se convierte en proscrito y marginal, por eso se preocupan tanto, con perfiles incluso psicoanalíticos, de analizar otras posibilidades y alternativas, pero con una visión propia de maniáticos y conformistas, convencionales y borregos. La cuestión no tiene más alcance, pero si encima resulta que el devenir de los acontecimientos apunta lentamente a una asunción de responsabilidades y roles propios de la edad, entonces la empresa acaba resultando tan antipática y estéril como ver a Ben Stiller tan inerte como siempre y a Naomi Watts tan desubicada en una trama que deja de interesar a la primera de cambio y va paulatinamente haciéndose más aburrida y antipática.

ÁTICO SIN ASCENSOR Adivina quién sigue amándose después de tantos años

Título original: 5 Flights Up
USA 2014 92 min.
Dirección Richard Loncraine Guión Charlie Peters Fotografía Jonathan Freeeman Música David Newman Intérpretes Morgan Freeman, Diane Keaton, Cynthia Nixon, Claire van der Boom, Korey Jackson, Carrie Preston, Sterling Jerins, Josh Pais, Miriam Shor Estreno en el Festival de Toronto 5 septiembre 2014; en Estados Unidos 8 mayo 2015; en España 4 septiembre 2015

A priori no cabía esperar de una película como ésta algo tan agradable y emotivo. El director británico Richard Loncraine, responsable de títulos como Ricardo III (la versión protagonizada por Ian McKellen), Wimbledon, Firewall, el telefilm La relación especial sobre Clinton y Blair con guión de Peter Morgan (La reina) y la exitosa serie de televisión Hermanos de sangre, confía en sus intérpretes, un Morgan Freeman espléndido como es habitual en él y una Diane Keaton comedida y en estado de gracia, esta amable comedia romántica sobre una pareja crepuscular que tiene que mudarse de su hogar en Brooklyn para encontrar mayores comodidades y respuestas a sus necesidades físicas. La ciudad y la protagonista podrían haber devenido en un sucedáneo de Woody Allen, y eso que Keaton luce aquí más que nunca una imagen muy entroncada con su Annie Hall, y que sentarse en un banco frente al puente de hierro es una imagen forzosamente asociada a Manhattan. Sin embargo Loncraine sortea el escollo y plantea una película simpática y curiosa en la que resuenan más los ecos de Adivina quién viene esta noche. Freeman y Keaton son ahora la pareja a la que daban vida en el film de Stanley Kramer Sidney Poitier y Katherine Houghton, superados tras cuarenta años los problemas racistas, al menos en una gran y tolerante ciudad como Nueva York. Cuarenta años sobreviviendo a prejuicios y problemas sentimentales y económicos, reflejados en unos agradables y muy académicos flashbacks, para a pesar del camino recorrido juntos seguir queriéndose tanto o más como el primer día. Porque lejos de sus intrigas inmobiliarias, muy bien planteadas para mantener el interés del espectador, a pesar de unas incómodas casualidades entre los clientes, la cinta sobresale por el respeto, el cariño y la emoción que consiguen transmitir sus atribulados protagonistas, incluso en relación a una adorable perrita, y que hacen de su visionado una delicia, por mucho que a algunos y algunas les pueda parecer cursi o dulzona.

CORAZÓN SILENCIOSO Tras la pista de Ingmar Bergman

Título original: Stille hjerte
Dinamarca 2014 97 min.
Dirección Bille August Guión Christian Torpe Fotografía Dirk Brüel Música Annette Focks Intérpretes Ghita Nørby, Paprika Steen, Morten Grunwald, Danica Curcic, Jens Albinus, Pilou Asbaek, Vigga Bro, Oskar Saelan Halskov Estreno en el Festival de San Sebastián 20 septiembre 2014; en Dinamarca 13 noviembre 2014; en España 4 septiembre 2015

El Oscar recibido por Pelle el Conquistador y la Palma de Oro de Las mejores intenciones abrieron a Bille August las puertas del cine internacional. La segunda fue un espléndido drama familiar con guión de Ingmar Bergman en torno al romance imposible de sus abuelos, y a ese universo bergmaniano parece volver August ahora con este regreso al cine de su país, después de haber rodado títulos como La casa de los espíritus, Los miserables, Adiós Bafana o Tren de noche a Lisboa. Un Bergman rotundamente menor reconocible en la historia que cuenta, protagonizada por una familia de clase media con sus secretos, filias y miserias, así como en la fotografía de tonos ocres que tanto recuerda a Sven Nykvist, director de fotografía habitual de Bergman (Gritos y susurros, Cara a cara al desnudo) y cuyas texturas tanto supo aprovechar Woody Allen en sus dramas tributo al famoso director sueco, con o sin fotografía de Nykvist (September, Otra mujer, Interiores, Delitos y faltas). En esta ocasión un buen número de intérpretes famosos en Dinamarca y algunos vistos en películas americanas, dan vida a los integrantes de una familia que se reúne a celebrar una adelantada Navidad con fines luctuosos y reconciliatorios. Ni decir tiene que irán surgiendo desavenencias y reproches, con peaje para la nostalgia, la sorpresa y unos dosificados y amables toques de humor, cargando la responsabilidad del drama en unas eficaces interpretaciones, un ritmo comedido y a veces incluso lento, y una inusual concesión en este tipo de producciones nórdicas al afecto y la emotividad. Todo ello para construir una película aceptable aunque no consigue invitar a la reflexión tanto como pretende, convirtiéndose en su lugar en una cinta sobre cariños y segundas oportunidades. Mereció en San Sebastián el premio a la mejor actriz para la popular Paprika Steen.

ANACLETO: AGENTE SECRETO La vida privada de un agente de tbo

España 2015 87 min.
Dirección Javier Ruiz Caldera Guión Fernando Navarro, Pablo Alén y Breixo Corral, según el cómic de Manuel Vázquez Gallego Fotografía Arnau Valls Colomer Música Javier Rodero Intérpretes Imanol Arias, Quim Gutiérrez, Alexandra Jiménez, Carlos Areces, Berto Romero, Rossy de Palma, Emilio Gutiérrez Caba, Eduardo Gómez, Silvia Abril Estreno 4 septiembre 2015

Ruiz Caldera ha sabido conjugar en su cine talento y comicidad, parodiando géneros y títulos reconocibles, como Spanish Movie y su glosario de grandes éxitos del cine español más reciente, El club de los cinco en Promoción Fantasma y las comedias románticas con celebraciones nupciales en Tres bodas de más, todas realizadas con un evidente sentido de la profesionalidad y cosechando una estimable recaudación en taquilla. Ahora le toca el turno a los superagentes especiales, con Bond por supuesto a la cabeza; y para eso nada mejor que adaptar los cómics de Vázquez en torno al agente Anacleto, pero apartándose considerablemente del original para crear un universo propio y reconocible en el imaginario patrio a través de la caspa y las aventuras de Torrente. Aunque Anacleto no es ni mucho menos el personaje de Santiago Segura, ni la película ahonda en el mal gusto y la grosería como hace el agente más guarro del cine mundial. Curiosamente Caldera y sus guionistas hacen con Anacleto lo que Bill Condon acaba de hacer también con Sherlock Holmes, envejecerlo e inventarle una vida privada, de modo que aparezca en pantalla como nunca lo habíamos visto en el tebeo, hijo aventajado incluido. El resultado es un festín de acción e hilaridad, con una trama tan sencilla y simple que nada tiene que ver con lo que nos tienen acostumbrados los films del género, y una puesta en escena meticulosa y reflexiva para generar un microcosmos reconocible de la España más cutre y casposa. En el apartado técnico sobresalen las escenas de lucha, perfectamente coreografiadas y rodadas, y en el artístico el convincente y esmerado trabajo de los protagonistas, Arias y Gutiérrez, que ni chirrían ni molestan; mientras Areces y de Palma ponen su buen hacer cómico al servicio de algunas de las secuencias más hilarantes de la función. Un producto nacional por lo tanto competente, divertido y eficaz que esperamos cuente con secuela. De momento Caldera anda ya metido en la adaptación de otro personaje de cómic, el Superlópez creado en los setenta por Juan López Fernández “Jan”.

sábado, 5 de septiembre de 2015

CUARTETO BÉTICA: LUCES Y SOMBRAS DE BOHEMIA

XVI Noches en los Jardines del Alcázar. José Manuel Martínez y Alan Andrews, violines. Michael Thomas, viola. Israel Fausto Martínez, violoncello. Programa: Cuarteto nº 1 en mi menor «De mi vida» de Smetana; Cuarteto nº 12 en Fa mayor «Americano» op. 96 B.179 de Dvorak. Jardines del Real Alcázar, viernes 4 de septiembre de 2015

La flor y nata de la Orquesta Bética acompañó a su artífice y valedor, el incansable Michael Thomas, en este concierto en el que se dieron la mano los dos compositores checos seguramente más sobresalientes, con sus piezas de cámara más populares y reconocidas. Un evento en el que hubo más luces que sombras, si bien las primeras aparecieron antes, en el Cuarteto De mi vida de Bedrich Smetana.

En su vertiente más personal como compositor, el autor de Mi patria hizo en su Cuarteto nº 1, ya tardío, un recorrido autobiográfico desde la ilusión romántica de la juventud a la sordera que le afectó al final de su vida, pasando por su pasión por la danza, el amor de su esposa y la celebración de la creatividad. Un paisaje existencial que los integrantes del Bética tradujeron con vigor y entusiasmo, habilidad dramática y acento en los extremos emocionales, pero con una laxa seguridad en el diálogo y la compenetración, demasiada aspereza en el sonido, puntuales caídas de tensión e idas de tono y falta de contundencia en un final que exige además una coda más ahogada y prudente que la exhibida.

También bohemio, Dvorak encontró ecos de su tierra en su paso por la localidad americana de Spilville, donde además descubrió la música autóctona del país y los cantos espirituales negros, todo lo cual intentó plasmar en su antepenúltimo cuarteto. Una pieza cuya aparente espontaneidad y atractiva ligereza encontró eco en Thomas, melódico y contundente esta vez a la viola, José Manuel Martínez aportando lirismo y buen gusto muy bien secundado por Andrews, e Israel Martínez dando cuerpo y volumen al conjunto. Ágiles en sus frecuentes pasajes arpegiados y ostinatos, cautivadores y enérgicos, supieron extraer de la pieza una gran gama de detalles, exuberancia y optimismo. Quedó claro que también la Bética está preparada para ofrecer suntuosos programas de música de cámara, y que la orquesta puede perfectamente convivir con la Sinfónica y la Barroca en una Ciudad de la Música que lo único que necesita es más compromiso por parte de los agentes y responsables culturales. 

Nota final: Leonhardt pedía a menudo en sus conciertos que no se aplaudiese hasta el final; en el Alcázar los artistas deberían al menos atreverse a pedir que no se hiciese hasta terminar cada obra, en favor de la unidad y una  mayor comunión con los intérpretes.

Artículo publicado en El Correo de Andalucía