viernes, 26 de abril de 2019

GLORIA CAMPANER Y LA ROSS: PACTOS CON LA MÚSICA

10º concierto de abono de la XXIX Temporada de conciertos de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Gloria Campaner, piano. John Axelrod, director. Programa: Eine Faust Ouvertüre, de Wagner; Concierto para piano nº 2 Op. 18, de Rachmáninov; Sinfonía nº 2 Op. 61, de Schumann. Teatro de la Maestranza, jueves 25 de abril de 2019

Fausto de Goethe protagoniza el décimo programa de abono de esta temporada, aunque tratándose de un drama que ha inspirado tantas páginas célebres de la música clásica, solo una de ellas, y no precisamente de las más conocidas, subió a los atriles de la Sinfónica. El resto parece inspirarse en ese otro pacto que muchas personas realizamos a lo largo de la vida, el de la superación y la reposición de nuestro estado de ánimo, algo que muy bien comprendieron Rachmáninov de la mano de su terapeuta para resolver un conflicto anímico puntual, y Schumann para superar una de sus muchas crisis emocionales. El trabajo que a este respecto realizaron completó un concierto que contó con preludio wagneriano.
 
Una batuta ágil y de ímpetu generoso
 
Luciendo lazos rojos en sus atuendos, en solidaridad con la Orquesta Ciudad de Granada, que se había manifestado frente a la Junta reclamando garantías de futuro, los y las integrantes de la ROSS se mostraron muy cómodos frente a la dirección firme y vigorosa de Axelrod, que imprimió en todo momento de ímpetu y fuerza su particular lectura de las partituras convocadas. Al margen del Idilio de Sigfrido y las Wesendonck Lieder, la música no operística de Wagner atrae raramente a los programas sinfónicos, aunque cuente con atractivos suficientes como los de la Obertura a Fausto con el que arrancó éste. Influido por La condenación de Fausto de Berlioz, la pieza constituye un intento de componer una sinfonía en la línea de las que inspiraron a Mendelssohn o Liszt. Aquí encontramos alternancia entre pasajes tumultuosos, llenos de nervio y brío, y otros más reposados y líricos, a todo lo cual batuta e intérpretes se plegaron con ductilidad y considerable fuerza dramática.
 
La búsqueda de un estilo propio
 
La joven pianista italiana Gloria Campaner, que ha grabado junto a Axelrod el concierto de Schumann, realizó una lectura muy personal del celebérrimo e hiper transitado Concierto nº 2 de Rachmáninov; tanto que a algunos nos pareció hasta desagradable en su exagerada afectación tanto expresiva como gestual. Tras un primer movimiento de ritmo muy lento y a menudo descompasado, en el que los fuertes contrastes a los que sometió al teclado hizo que algunos acordes resultaran inaudibles, hasta el punto de que en su mayor parte la obra ni siquiera parecía concertante, su lectura del adagio se ciñó más a la partitura, aunque no dudó en introducir notas disonantes que no venían al caso. Ya en el allegro final su interpretación se volvió más convencional. Nada que objetar a su dominio técnico, pero su particular pacto con la música para encontrar un estilo propio solo sirvió para convencernos de que las genialidades deben reservarse para voces elegidas. Axelrod dirigió con aplomo y fuerte carga de lirismo. Como propina Campaner se relamió con un Träumerei de Schumann que quiso ser sublime pero solo resultó interminable.
 
Esta pieza de Kinderszenen sirvió de puente para ofrecer la Sinfonía nº 2 de Schumann, un viaje de la oscuridad a la luz, cuyo poder emocional y fuerte carga de tensión recibió de Axelrod una interpretación pujante y emotiva, respondida por la orquesta con soberbia solidez. Magníficamente articulada de principio a fin, este perpetuum mobile que es un auténtico desafío para cualquier sección de cuerda, encontró un vehículo decidido e inmejorable en manos de Axelrod y una aguerrida Sinfónica de Sevilla.
 
Artículo publicado en El Correo de Andalucía

martes, 23 de abril de 2019

LO DEJO CUANDO QUIERA Fuga total de cerebros

España 2019 98 min.
Dirección Carlos Therón Guion Cristóbal Garrido y Adolfo Valor Fotografía Ángel Iguacel Música Claudia Montero Intérpretes David Verdaguer, Ernesto Sevilla, Carlos Santos, Ernesto Alterio, Cristina Castaño, Miren Ibarguren, Amaia Salamanca, Mero González, Pedro Casablanc, Gracia Olayo, Luis Varela, Roger Berruezo Estreno 12 abril 2019

Los ingleses patentaron el humor negro, refinado e intelectual, mientras nosotros cada vez nos abandonamos más al humor negrísimo, zafio y descerebrado. El presente taquillazo ibérico es una auténtica fuga de cerebros, no en vano su director se encargó de la segunda parte de ese título, y luego perpetró el éxito comercial que fue Es por tu bien. Aquí se trata de hacer comedia sobre una base tan seria y preocupante como es el cada vez menor margen de prosperidad que representa la preparación académica y la sabiduría en un mundo dominado por el triunfo rápido y el enriquecimiento exprés, donde la mediocridad prevalece sobre el talento y el esfuerzo, como bien apostillan en una secuencia del film Verdaguer y Alterio.
 
El guion de Garrido y Valor, autores también de la inefable Cuerpo de élite y la más digna Promoción fantasma, además de la televisiva Fariña, se asienta también sobre lo grave que resulta ver una juventud narcotizada y al límite en todo lo que represente experiencia nueva y diversión sin tope. Cierto que la empresa se erige sobre un éxito italiano de hace cinco años, Smetto quando voglio, que a su vez parece deudor de la popular serie de televisión Breaking Bad, pero desaprovecha, no sé si en la original pero sí decididamente en este remake patrio, las posibilidades que ofrece, sin abandonar la comedia, tan alarmantes cuestiones. Ni los tres cerebritos de la función se comportan en ningún momento como tales, ni la atracción que ejercen sobre sus parejas parecen todo lo sanas que debieran en una sociedad que se pretende más justa e igualitaria, ni el narcotráfico y la intoxicación de los más jóvenes parece buen tema para la risa si no se hace con más tacto.
 
A pesar de todo lo apuntado, y de alguna otra muestra de pésimo gusto en un producto que se pretende liviano y banal, no podemos negar que Therón logra ritmo y encadenar gags visuales y verbales con cierta pericia y convicción, extrayendo de sus protagonistas la misma fiereza y convencimiento que exige el conjunto para conseguir lo que de hecho ha logrado, inflar la taquilla, no exenta por supuesto de una promoción machacona por parte de Mediaset, su productora, y hacer reír incluso a los más escépticos, entre los que nos incluimos.

LA LLORONA Fantasma inmigrante

Título original: The Curse of La Llorona
USA 2019 93 min.
Dirección Michael Chaves Guión Mikki Daughtry y Tobias Iaconis Fotografía Michael Burgess Música Joseph Bishara Intérpretes Linda Cardellini, Roman Christou, Jaynne-Lynne Kinchen, Raymond Cruz, Patricia Velasquez, Marisol Ramirez, Sean Patrick Thomas, Tony Amendola Estreno en Estados Unidos 19 abril 2019; en España 18 abril 2019

No hay género que siga despertando más expectación y provoque a la vez tanta decepción como el de terror. Sus incondicionales siguen de mala racha con este subproducto con aires de qualité que se enmarca en la inagotable franquicia del Expediente Warren, cuyo creador, James Wan, se erige aquí en productor, y de cuya tercera parte se encargará también Michael Chaves, realizador de este spin off, como Annabelle, y de un cortometraje sobre un agente inmobiliario empeñado en vender una casa encantada.
 
La protagonista en esta ocasión es una figura espectral en la línea del imaginario mexicano del Día de los Muertos, que asesinó a sus hijos por despecho de su infiel marido y luego se suicidó para volver periódicamente con el fin de apropiarse de los hijos de otros connacionales. Hasta ahí su única originalidad, lastrada como todos estos productos por una dramaturgia calcada de las demás, una narrativa y realización rutinaria y una total y absoluta falta de imaginación a la hora de manejar los recursos, que en este caso podrían haber sido buena base para analizar terrores cotidianos como la violencia de género o el bloqueo de inmigración sudamericana en el país de Trump.
 
Una sucesión de situaciones límite, al límite incluso de la lógica y la verosimilitud dentro de una propuesta a todas luces disparatada, sustos varios, música siniestra y machacona y espacios tan trillados como los sempiternos desvanes, convierten este film en un producto coyuntural concebido solo para hacer caja. Lo peor es que podía haber resultado una película muy perversa y diabólica, dado el carácter inocente de las víctimas, y se queda en nada, apenas un entretenimiento banal que no aprovecha ni la superchería local.

GRACIAS A DIOS Incontinencia sexual y verbal

Título original: Grâce à Dieu
Francia 2019 137 min.
Guión y dirección François Ozon Fotografía Manuel Dacosse Música Evgueni y Sacha Galperine Intérpretes Melvil Poupaud, Denis Menochet, Swann Arlaud, Eric Caravaca, François Marthouret, Bernard Verley, Josiane Balasko, Heléne Vincent, Frédéric Pierrot, Aurélia Petit, Julie Duclos, Amélie Daure, François Chattot, Martine Erhel Estreno en el Festival de Berlín 8 febrero 2019; en Francia 20 febrero 2019; en España 18 abril 2019

Boston, Granada o Lyon se convirtieron en la primera década de este siglo en centros de la polémica religiosa al descubrirse en el seno de sus diócesis a sacerdotes pederastas encubiertos cuando no justificados por las autoridades que les dieron mísero cobijo. Un problema que sin embargo se dilata mucho más en el tiempo y el espacio, y alcanza a cada generación aún superviviente. Quienes hemos estudiado en colegios de curas hemos sido directa o indirectamente testigos de nauseabundas prácticas emotivo-sexuales aprovechando la situación de autoritarismo y superioridad ejercida por los docentes sobre el alumnado. El estigma se ha producido más sobre varones que sobre mujeres, dado el alto porcentaje del sacerdocio que ha convertido una supuesta vocación en una tapadera para una homosexualidad reprimida.
 
La nueva producción de François Ozon (En la casa, Potiche, El amante doble) se centra en los delitos de pederastia cometidos por Bernard Preynat en campamentos de boy scouts y catequesis en los noventa del siglo pasado. El detonante es la denuncia que ejerce un padre de familia numerosa, católico y conservador, por los abusos a los que fue sometido cuando era un preadolescente, y que se extiende al arzobispo y cardenal de Lyon Philippe Barbarin por su encubrimiento durante décadas, un crimen quizás más execrable que el del propio pederasta, escudado generalmente en su condición de enfermo u obseso sexual. El silencio de la Iglesia sometido a análisis quirúrgico austero y preciso a través de los testimonios casi documentales de tres víctimas de distinta condición espiritual e ideológica, el católico conservador aludido (Poupaud), el ateo que ha superado el trauma, pero actúa movido por una férrea moral ideológica (Menochet), y la víctima total que arrastra un dolor que le ha impedido el desarrollo sano y convencional de su persona y entorno (Arlaud).
 
Tres personajes encarnados con convicción por sus protagonistas, que tejen un mosaico de situaciones y relaciones, entre las que destacan las solidarias esposas de los dos primeros y la ternura de la madre (una contenida Josiane Balasko) del tercero. Pero hay algo que molesta en el conjunto, y es su excesivo discurso, su incontinencia verbal ya desde unas primeras secuencias plagadas de citas epistolares que enfangan el discurso de la película y malogra llegar con mayor eficacia a un público que se acerca a la propuesta con sobrado conocimiento de la polémica expuesta. Más implicación emocional y una mayor capacidad para transmitir con la imagen más que con la palabra, hubieran conseguido quizás mejores resultados en esta por otra parte larga película, a pesar de lo cual su coraje y valor como mensaje y piedra para construir un futuro menos violento y dañino le ha valido el Gran Premio del Jurado en el Festival de Berlín.

LA ESPÍA ROJA Un aseado cuento de espionaje

Título original: Red Joan
Reino Unido 2018 103 min.
Dirección Trevor Nunn Guión Lindsay Shapero Fotografía Zac Nicholson Música George Fenton Intérpretes Sophie Cookson, Judi Dench, Tom Hughes, Stephen Campbell Moore, Tereza Srbova, Kevin Fuller, Ben Miles Estreno en el Festival de Toronto 7 septiembre 2018; en Reino Unido 19 abril 2019; en España 18 abril 2019

Aunque en activo cinematográficamente desde 1975, cuando dirigió a Glenda Jackson en Hedda, Trevor Nunn se ha dedicado mucho más al teatro, dejando el cine en un segundísimo plano en el que solo han emergido dos académicas producciones de época, Lady Jane y la shakesperiana Noche de reyes. Resurge ahora con esta cinta de espionaje basada en unos inquietantes hechos reales que ofrecen más posibilidades de análisis y denuncia de las que el director escénico es capaz de resolver.
 
Melita Norwood, cuyo nonbre muta en la película a Joan Stanley, fue una física británica que participó en la carrera atómica en plena Segunda Guerra Mundial, y que movida presuntamente por motivaciones éticas y humanitarias llegó a filtrar secretos gubernamentales a la Unión Soviética, propiciando la Guerra Fría que durante más de cuarenta años dividió al Mundo en dos grandes bloques. Su historia es narrada con un estilo eminentemente academicista en esta película digna y nada ambiciosa, más centrada en aspectos románticos que estrictamente históricos, en la que destaca el buen pulso narrativo y su solvente reparto, con una Judi Dench aportando su mirada limpia y tierna a la protagonista en edad avanzada, cuando en 2000 fue arrestada por su implicación en los hechos como espía al servicio de los comunistas.
 
Humilde y discreta incluso en su ambientación, firme y decidida al mejor estilo británico, el producto final sin embargo no traspasa los límites del mero entretenimiento, sin generar la inquietud que la gravedad de los hechos narrados debería provocar, aunque en el camino Nunn acierte a generar una serie de escenas protagonizadas por una cortante tensión que da buena idea de unas vidas marcadas por el peligro y la incertidumbre, quizás el mayor logro de esta aseada película.
 

EL DÍA QUE VENDRÁ Folletín entre ruinas

Título original: The Aftermath
Reino Unido 2019 109 min.
Dirección James Kent Guión Joe Shrapnel y Anna Waterhouse, según la novela de Rhidian Brook Fotografía Franz Lustig Música Martin Phipps Intérpretes Keira Knightley, Alexander Skarsgard, Jason Clarke, Kate Phillips, Anna Katharina Schimrigk, Flora Thiemann, Martin Compston, Jannik Schümann Estreno en Reino Unido 1 marzo 2019; en España 12 abril 2019

Folletín romántico ambientado en la post Segunda Guerra Mundial. Un escenario que debería ser fascinante, el de la Alemania que la conflagración dejó en ruinas, y los latigazos que aún provocaba entre la juventud hitleriana el hecho de haberla perdido. En ese ambiente un oficial británico recibe órdenes de participar en la reconstrucción de Hamburgo, a nivel físico y moral, para lo que se le asigna una mansión en la que vivir junto a su esposa. Los traumas de un pasado protagonizado por una guerra cruenta y despiadada, se dan la mano con la relación forzosa que ha de entablarse con los moradores del inmueble, derivando en un romance donde la infidelidad se combina con los sentimientos patrióticos encontrados y los traumas reseñados.
 
James Kent se ha curtido en la televisión, donde ha dirigido documentales y series. Hace años dirigió a la reciente ganadora del Oscar Olivia Colman y a Vanessa Redgrave en El cuento número trece, y hace menos a Alicia Vikander en otro romance ambientado en esta ocasión en la Primera Guerra Mundial, que tuvo poca repercusión mediática, Testamento de juventud. Ahora se encarga con oficio y pulcritud de la realización de este melodrama a mayor gloria de los mohines y vestuario de época de Keira Knightley, dejando en el camino las infinitas posibilidades que ofrecía la historia y su emplazamiento, que podría haber dado lugar a una más que interesante crónica sobre las consecuencias inmediatas de la guerra, sobre todo respecto a las huellas que deja en el corazón.
 
Pero lo cierto es que todo se queda en un ejercicio vacuo y meramente entretenido, con el único aliciente para los melómanos de la música, Camille Saint-Saëns o Debussy por ejemplo, como detonante de sentimientos nobles y en cierto modo reconciliadores.

miércoles, 17 de abril de 2019

LA PROFESORA DE PARVULARIO Un mensaje más explícito

Título original: The Kindergarten Teacher
USA 2018 96 min.
Guión y dirección Sara Colangelo, según la película de Nadav Lapid Fotografía Pepe Ávila del Pino Música Asher Goldschmidt Intérpretes Maggie Gyllenhaal, Paker Sevak, Rosa Salazar, Anna Baryshnikov, Michael Chernus, Gael García Bernal, Ajay Naidu, Samrat Chakrabarti, Daisy Tahan, Sam Jules Estreno en el Festival de Sundance 19 enero 2018; en USA (Netflix) 12 octubre 2018; en España 12 abril 2019

El Festival de Cine Europeo de Sevilla distinguió con el Giraldillo de Plata a la película israelí La profesora de parvulario en su edición de 2014. Su director, Nadav Lapid, se ha convertido en este remake americano en productor y ha trasladado el espíritu de su poética y enigmática película a la idiosincrasia del pueblo nortemaricano, con la complicidad de la realizadora Sara Colangelo, que a la vista de los resultados parece haberse tomado la empresa muy en serio. La diferencia entre las dos cintas reside fundamentalmente en la encantadora presencia de esa desaprovechada actriz que es Maggie Gyllenhaal, quien con ayuda del entrañable niño en quien descubre dotes artísticas, se gana el interés del público.
 
Su mensaje es también más directo y evidente, no tan sujeto a interpretación y explicación como lo estaba en su original israelí. La fuerza de la poesía, el talento, la diferencia y la singularidad que esta profesora encuentra en un niño de apenas seis años, y que tratará de preservar en un mundo que premia el poder y el dinero por encima de cualquier otra apreciación, encuentra en la película de Colangelo una caligrafía clara y concisa, con una estructura dramática y narrativa más clásica y digerible que la de su homónima, lo que convierte al producto final en más simpático y su mensaje más preciso y explícito, y por extensión más democrático.
 
Se presentó en el Festival de Sundance, donde obtuvo el premio a la mejor dirección de drama, aunque su intención era estrenarse en la plataforma digital Netflix, y sin embargo, al contrario que otras producciones similares, ha llegado a nuestras pantallas comerciales, después de verse también en el Festival de Gijón. Entre los secundarios destacan Gael García Bernal como profesor de poética, y la hija de Mikhail Baryshnikov en un papel episódico pero relevante.

martes, 16 de abril de 2019

A LA VUELTA DE LA ESQUINA Romance acústico-sensorial

Título original: In den Gängen
Alemania 2018 125 min.
Dirección Thomas Stuber Guión Thomas Stuber y Clemens Meyer Fotografía Peter Matjasko Intérpretes Franz Rogowski, Sandra Hüller, Peter Kurth, Henning Peker, Matthias Brenner, Ramona Kunze-Libnow Estreno en el Festival de Berlín 27 febrero 2018; en Alemania 24 mayo 2018; en España 12 abril 2019

Galardonada con la Espiga de Plata en el Festival de Valladolid, la cinta cuenta una original historia de amor imposible entre las paredes de un supermercado, microcosmos en el que desarrollan sus grises vidas un puñado de trabajadores y trabajadoras que no parecen tener otro horizonte que el de servir en sus correspondientes puestos. Una metáfora del mundo en el que vivimos, fuertemente capitalista, sometido a los dictados de la producción y la necesidad irrevocable de obtener ingresos para sobrevivir y poder seguir dando servicio a una sociedad diseñada por unos poderes fácticos que controlan nuestra existencia.

En ese desolador marco el director Thomas Stuber recurre el sonido, la música y el mar principalmente, para evocar estados del alma. Especialmente notorio es el sonido de este último, evocador de un paraíso, el que se le ha negado a la clase trabajadora, quizás echando mano de una licencia dramática extremista, domesticada para la resignación (en este sentido el paso por el reformatorio del protagonista es muy elocuente).

Franz Rogowski realiza una sorprendente caracterización del orden del autismo emocional, en las antípodas de su personaje de hijo salvaje y desquiciado de Isabelle Huppert en Happy End de Haneke, que le ha valido el reconocimiento como mejor actor en los premios del cine alemán. Mientras Sandra Hüller (Toni Erdmann) le da la réplica romántica, única posibilidad al parecer de huir a ese paraíso tan lejano y tan extraño a las asépticas y ordenadas paredes del supermercado, cúspide de la sociedad capitalista a la que también se ha rendido una Alemania una vez fragmentada por defender unos ideales utópicos. No recomendable sin embargo para alérgicos a la narrativa lenta y silenciosa.

domingo, 14 de abril de 2019

EL CANTO GLORIOSO Y DIVINO DE THE SIXTEEN

36ª FeMÁS. The Sixteen. Harry Christophers, director. Programa: Israel en Egipto HWV 54. Teatro de la Maestranza, sábado 13 de abril de 2019

Una imagen retrospectiva de Christophers y su conjunto
Es sin duda un lujo poder contar con el prestigioso Harry Christophers y su conjunto The Sixteen, con más de cuarenta años de experiencia y un gusto exquisito para la recuperación y divulgación de música imperecedera, en este broche final del Femás de este año. Una ocasión que ha propiciado que su paso por España no se reduzca al Auditorio Nacional en Madrid, donde actúan esta noche, y se haya extendido también a estas tierras del sur, que tan embebida en los fastos de su semana grande, no acertó a llenar el Teatro de la Maestranza, aunque la entrada fuera no obstante numerosa y la reacción del público, como no podía ser menos, entusiasta y agradecida.

Un oratorio singular

Tres años antes de El Mesías, y ante la imposibilidad de montar óperas basadas en la Biblia por prohibición eclesiástica, Haendel construyó este singular e insólito oratorio originariamente en tres partes en torno a Moisés y la liberación del pueblo judío del yugo egipcio. Uno de los episodios más sobresalientes, épicos y memorables del Antiguo Testamento convertido en música gloriosa y celestial, con esa inconfundible estética operística del autor combinada con la proverbial fuerza de sus pasajes corales que tanto parecen estar anunciando el célebre Aleluya.

The Sixteen nos trajeron la versión recortada en solo dos actos del propio Haendel, una vez suprimida una primera parte de algo más de media hora de duración en la que se describe la llegada de los hebreos al país africano y su rápido sometimiento al dominio de los faraones. Con una obertura añadida, que como tantos otros pasajes es un préstamo propio o ajeno, ésta es la versión que se suele interpretar y grabar, centrada en una primera parte que narra la huida de Egipto comandada por Moisés una vez desplegadas las siete plagas, y el triunfo sobre el ejército del faraón gracias a la intervención divina. Y una segunda titulada La canción de Moisés (Éxodo 15: 1-21) en el que se recogen salmos bíblicos que glorifican el poder de Dios.

Un oratorio singular porque se apoya fundamentalmente en los coros, algunos dobles, doblados y reforzados, limitando las intervenciones solistas a una en la primera parte y apenas media docena en la segunda, en la que destacan los cantos victoriosos y triunfantes. Según supe anoche no se programaba en Sevilla desde el mítico 1992, cuando John Eliot Gardiner y sus English Baroque Soloists y Coro Monteverdi interpretaron solo la primera parte en la Catedral; por lo tanto ésta ha sido una oportunidad única e irrepetible para acercarse a tan monumental página en una interpretación tan nítida y sobresaliente como la que ofrecieron Christophers y su conjunto vocal e instrumental anoche en el Maestranza.

Exquisita recreación musical

Un momento del concierto de anoche en el Maestranza
El entusiasmo de Christophers fue palpable desde el primer acorde, en sus ademanes y en la precisión de sus indicaciones, traducidas en ataques contundentes y una notable expresividad en la que destacaron también las delicadas entradas y las exquisitas transiciones que protagonizaron toda la recreación de la partitura. Una afinación total y una precisión milimétrica al toque de cada uno de los instrumentos, incluidos los portentosos metales entre trompetas y sacabuches, y la delicada percusión de Robert Howes a los timbales, y el buen oficio de Alastair Ross al órgano, consiguieron una interpretación deliciosa y entusiasta, con una cuerda elegante que logró plasmar entre arpegios y glissandos los efectos representativos de las plagas tan bien descritas en los primeros números de la obra.

En cuanto al coro primó la brillantez y claridad sonora, con frecuentes juegos armónicos maravillosamente resueltos, como ese Thy right hand, O Lord de La canción de Moisés en el que las voces se van desplegando de un extremo al otro en un efecto acústico estremecedor. El conjunto salvó con nota alta sus constantes juegos dinámicos y figuras retóricas, extrayéndose del mismo las partes solistas, entre las que destacaron la delicada soprano Katy Hill y el tenor Mark Dobell, de potente voz y holgada proyección. El resto, hasta ocho en total, cumplió también con solvencia y profesionalidad, a excepción del alto Daniel Collins, cuyas intervenciones fueron cuando menos ridículas y esquemáticas. Pero sin duda la sensación global fue altamente satisfactoria, celestial y de un alto contenido espiritual.

sábado, 13 de abril de 2019

ASIER POLO Y LA BARROCA CELEBRAN LA FUERZA DEL VIOLONCHELO

36ª FeMÁS. Orquesta Barroca de Sevilla. Asier Polo, violonchelo. Programa: Conciertos para cuerdas en sol menor RV 156, para dos violonchelos RV 531 y para violonchelo RV 401, de Vivaldi; Conciertos para violonchelo G 479 de Boccherini, y Hob. VIIb-1 de Haydn. Espacio Turina, viernes 12 de abril de 2019

Tras su triunfante regreso del Teatro Real, donde han representado la ópera La Calisto de Francesco Cavalli, la Barroca protagonizó su habitual intervención en el Femás, esta vez con la impagable colaboración del violonchelista Asier Polo, a quien hasta la fecha lo habíamos disfrutado en varias ocasiones junto a la Sinfónica, pero nunca con nuestro conjunto historicista. Como consecuencia tuvo que adaptar su maleable fraseo y estética desprejuiciada a los parámetros que exige una interpretación informada como las que nos suele ofrecer la orquesta, aunque estamos seguros de que no es la primera vez que lo intenta y que habrá tenido muchas ocasiones para afrontar estos dictados de la posmodernidad interpretativa.

Con el Espacio Turina abarrotado de público y su escenario convertido en estudio de grabación, disculpas del siempre dicharachero y simpático Ventura Pons mediante, ya que el concierto se está grabando en varias sesiones, las matinales en privado y las dos funciones programadas, solista y conjunto ofrecieron nada más y nada menos que cuatro conciertos para violonchelo de una sola tacada.

Del inabarcable catálogo de Vivaldi

Polo y Ruiz interpretan el Concierto para dos violonchelos de Vivaldi
El recital arrancó con un Concierto para cuerdas sin solista de Vivaldi, a modo de obertura dada su breve extensión y su vocación operística, con un elegante andante inicial, subrayado allegro, en el que destacaron los contrastes dinámicos que potenció el concertino Andrés Gabetta con más resultados de artificio e impostura que de sinceridad expresiva. Aún recordamos aquí el espléndido recital que dio su hermana, la violonchelista Sol Gabetta, hace más de una década cuando se celebraba el ciclo de cámara de Cajasol. Acompañando a otro grande, Asier Polo, el violinista argentino condujo un Concierto para dos violonchelos del prete rosso en el que Mercedes Ruiz midió fuerzas con el músico vasco, o más bien las unieron, dada la flexibilidad y el fraseo amplio y meditado de la violonchelista de la Barroca.

Polo se reservó los registros más agudos, aunque empezamos a atisbar en él cierta tendencia a cambiar puntualmente de tesitura y dar sensación con ello de falta de linealidad y entonación. El diálogo fluyó no obstante, dando paso a un concierto de Boccherini acaso seco y ocasionalmente estridente en el que al menos destacaron las voluptuosas cadenzas del compositor afincado en la Corte de Madrid. La orquesta apoyó de forma tímida, echándose en falta algo más de empuje y viveza, así como un mayor calado sentimental en su poético y melancólico adagio central.

Una agotadora exhibición

Andrés Gabetta
Conviene destacar el enorme esfuerzo que debió realizar Polo para poner en pie en una sola función tanta parte solista y de tal complejidad formal. Así ocurrió en un más maduro y complicado Concierto RV 401 de Vivaldi, con Polo instalado con mayor comodidad en el registro agudo que en el más grave asociado al instrumento, y en el que el diálogo con Gabetta se mostró endeble.

La siempre celebrada exhibición de virtuosismo llegó de la mano del Concierto de Haydn, redescubierto en 1961 y rápidamente convertido en un éxito gracias a Jacqueline Du Pré, que lo adoptó como uno de sus favoritos. Extenso y alegre, su brillantez formal y portentosa melodiosidad se vio recompensada con una interpretación ágil y desenfadada, con solista y orquesta bien conjugados y un sensual lirismo desplegado en el elegíaco adagio. Tras el desquiciado allegro molto final, que Polo defendió con matrícula de honor, el público aún demandó más, como si no hubiera sido suficientemente generoso.

Artículo publicado en El Correo de Andalucía

viernes, 12 de abril de 2019

Estreno de DOBLES VIDAS en salas comerciales

Reseña de la película, estrenada en el Festival de Cine Europeo de Sevilla el 9 de noviembre de 2018. Estreno en salas 12 de abril de 2019

GHINDIN, AXELROD Y LA ROSS: INTENSA CONMOCIÓN DEL ALMA

XXIX Temporada de conciertos de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Alexander Ghindin, piano. John Axelrod, director. Programa: Verklärte Nacht, de Schoenberg; Tod und Verklärung, de Strauss; Concierto para piano nº 3 en Re menor Op. 30, de Rachmáninov. Teatro de la Maestranza, jueves 11 de abril de 2019

Hemos de confesar que el programa propuesto para este noveno concierto de la presente temporada de la Sinfónica era muy de nuestro agrado, lo que se convierte en un arma de doble filo a la hora de exigir resultados y a la vez disfrutar con páginas tan admiradas como asumidas. Bajo el epígrafe Transfiguraciones, Axelrod convocó las dos páginas más célebres y acaso únicas que llevan el término en su título, ambas de fuerte impacto emocional y una estética posromántica considerablemente similar, aunque exijan prestaciones muy distintas del conjunto instrumental, más recogido e íntimo en el caso de Schoenberg, más voluptuoso en el de Strauss. A ellas se sumó el tan transitado como espléndido Concierto nº 3 de Rachmáninov, un desafío para cualquier pianista, aunque paradójicamente sean muchos los que saquen un buen partido de esta memorable página.
 
Estados anímicos y sentimentales
 
Original para sexteto de cuerda, Noche transfigurada, la que muchos consideran primera obra maestra de Arnold Schoenberg, aún en su período tonal, es una interpolación de estados anímicos y sentimientos humanos a partir de un poema de Richard Dehmel que describe el paseo de una pareja de enamorados interrumpido por una dramática confesión que se transforma en una eclosión de emociones bajo la radiante luz de la luna. Axelrod mantuvo una línea firme y constante, con frecuentes giros melódicos y tensiones armónicas, envolvente y atmosférica, con brillantes contrastes entre la cuerda grave y la aguda, optando por una gama de colores pastel que amortiguaron el dramatismo para instalarse en un bálsamo de emociones y cristalizar en una interpretación profunda y emotiva de la inspirada página. Aunque la respuesta del público fue en todo momento atenta y respetuosa, algunos impacientes rompieron la obligada respiración final con sus impertinentes aplausos.
 
Más convencional, dentro de una corrección formal y expresiva impecable, fue la versión que Axelrod y la ROSS ofrecieron de Muerte y transfiguración de Strauss. El poema sinfónico que compuso en 1889 en torno a un hombre en su lecho de muerte y su lucha por alargar hasta el último aliento, encontró eco en los frecuentes cambios de ánimo de una espléndida orquestación aprovechada al límite por los efectivos de la orquesta, llevando a buen término su tránsito de la desesperación a la liberación, de la amabilidad del recuerdo a la acritud del cuerpo enfermo, con pasajes encendidos alternándose con otros de carácter íntimo y desvaído, hasta desembocar en un final rapsódico de inmensa energía.
 
Pianismo sensible y a la vez musculoso
 
Que el Tercero de Rachmáninov sea un concierto complejo técnica y expresivamente es algo que no ha frenado a casi ningún o ninguna pianista a la hora de incluirlo en su repertorio, a menudo servido sin partitura como un gesto de aprehensión total. Desde sus primeros acordes, con ese primer movimiento tan fascinante y melódico, el pianista ruso Alexander Ghindin ofreció una lectura enérgica y musculosa, con una tendencia a martillear el teclado que no hacía presagiar una interpretación memorable. Pero su capacidad de convicción fue tan alta que rápidamente entramos en su juego y nos dejamos arrastrar por su fuerza y decisión a la hora de dejar impronta personal en una pieza tan trillada.
 
Fogoso y trepidante, Ghindin no tardó en seducirnos bajo la mirada atenta de un Axelrod tan empeñado en no ensombrecerlo que por unos instantes pareció que desaprovechaba las oportunidades de lucimiento que ofrece una obra tan bien orquestada. También ahí nos equivocamos, al comprobar instantes después que la suya era una versión tan bien medida como magistralmente acompasada, fusionándose con el piano y logrando calar en nuestro ánimo y consciencia. Tras la merecida ovación y puesta en pie, la propina en forma de Preludio Op, 23 nº 2 del autor de La isla de los muertos no se hizo esperar.
 
Artículo publicado en El Correo de Andalucía

jueves, 11 de abril de 2019

EL LEÓN DE ORO Y GRUPO VOCAL KEA: CANTOS LITÚRGICOS DE IDA Y VUELTA

36ª FeMÁS. El León de Oro. Marco Antonio García de Paz, director. Grupo Vocal Kea. Enrique Azura, director. Programa: Obras de Orlando di Lasso, Francisco Guerrero, Tomás Luis de Victoria, César Camarero y Sergey Khvoshchinsky; Misa para doble coro a cappella, de Frank Martin. Iglesia del Salvador, miércoles 10 de abril de 2019

El León de Oro
Hacía tiempo que no disfrutábamos de un concierto en la Iglesia del Salvador. La indisposición de la Catedral para albergar el concierto que tradicionalmente el Femás reserva a este emblemático espacio, hizo que la cita se desplazara al templo de la céntrica plaza sevillana. Allí pudimos apreciar su excelente acústica y disfrutar de su incomparable belleza al son de la depuración técnica y expresiva de los dos coros llegados de Asturias y el País Vasco para invitarnos a viajar del Renacimiento a nuestros días a través de la tradición musical litúrgica.

Un viaje de ida y vuelta perfectamente estructurado para pasar de los orígenes a la deconstrucción más osada, y a partir de ahí volver a endulzar la propuesta y terminar plegándose a la tradición con pequeñas señas más de contemporaneidad que de estricta modernidad.

Célebres polifonistas del Renacimiento

La manifestación comenzó de la manera más ortodoxa, invocando al más importante y reconocido polifonista del S. XVI, Orlando di Lasso, una de cuyas Lamentaciones sonó angelical en las depuradas voces de El León de Oro, todo un juego de timbres y modulaciones perfectamente armonizados gracias a la buena labor en la dirección de su creador, Marco Antonio García de Paz.

Una férrea disciplina y organización permitió que los y las cantantes se sustituyeran sin desconcierto en las tres siguientes composiciones, un homenaje al canto antifonal del último Renacimiento español, con Francisco Guerrero y Tomás Luis de Victoria a la cabeza, el primero como ejemplo de la aportación hispalense al género. Con igual excelencia y claridad, atención al detalle y al color, desplegaron sus modélicas voces y se prestaron a todo un alarde de conjunción y armonización, con puntos álgidos en Hei mihi, domine de Guerrero a seis voces y un sensacional Regina coeli de Victoria.

Estreno absoluto

Grupo Vocal KEA
Un presente César Camarero estrenó su pieza Un tren de imágenes deja una estrella fugaz sobre el horizonte, pocos días después de presenciar su Opus Sectile en manos del cuarteto de saxofones SQ4. En ella desplaza la loa a la divinidad para entregarse a la naturaleza de la mano del poeta Carlos Wamba, fallecido el año pasado. El Grupo Vocal Kea, menos numeroso, de voces muy afinadas y solistas espléndidos, se somete aquí a un continuo juego de calidades, suaves y equilibradas, con incursiones intermitentes de efectos y sonidos y un uso recurrente del diapasón. El resultado fue intrigante y misterioso, dentro de una estética muy habitual con inevitables referencias al incombustible Ligeti y un inconfundible aire místico.

A partir de ahí el viaje de regreso nos llevó por dos autores que manejan los recursos heredados de la liturgia ancestral para darle cierto aire contemporáneo más anclado en la melodía y la armonía que en la pura inventiva. Así el Grupo Kea ofreció una refinada versión del Bogorodise Devo del compositor bielorruso afincado en Minnesota Sergey Khvoshchinsky, con evidentes aires baptistas.

Ya en la segunda parte, fusionados con El León de Oro, construyeron una magnífica Misa para doble coro del suizo Frank Martin. La obra, oculta durante cuarenta años desde su composición en 1926, respeta los movimientos habituales, del Kyrie al Agnus Dei, con clara vocación tradicionalista pero actualizado ligeramente para ofrecer un mayor grado de amabilidad y unas armonías más acordes a las nuevas estéticas, que en las caudalosas y magníficamente entonadas voces del numeroso coro convocado, resultó una experiencia espectacular. El calendario cofrade obligó a despedir sin las reclamadas propinas.

Artículo publicado en El Correo de Andalucía

lunes, 8 de abril de 2019

¡SHAZAM! Nostalgia por el pasado adolescente

Título original: USA 2019 132 min.
Dirección David F. Sandberg Guión Henry Grayden y Darren Lemke, según los personajes creados por C.C. Beck y Bill Parker Fotografía Maxime Alexandre Música Benjamin Wallfisch Intérpretes Zachary Levi, Asher Angel, Jack Dylan Grazer, Adam Brody, Grace Fulton, Michelle Borth, Faithe Herman, Meagan Good, Ian Chen, Ross Hunter, Jovan Armand, D.J. Coltrona, Mark Strong, Djimon Hounsou, Marta Milans, Cooper Andrews, John Glover, Caroline Palmer, Evan Marsh, Carson McCormac, David Kohlsmith Estreno en Estados Unidos y España 5 abril 2019

El escritor Bill Parker y el dibujante Clarence Charles Beck crearon al Capitán Marvel en 1939, DC Comics compró los derechos del personaje en 1972 pero Marvel se la adelantó cuatro años en registrar el nombre para otro personaje suyo, por lo que el que ahora nos ocupa se pasó a denominar Shazam, acrónimo de los principales Dioses del Olimpo y expresión que el niño protagonista ha de pronunciar para convertirse en superhéroe de marras, el más ingenuo e infantil de cuantos pueblan la pantalla de forma histérica y descontrolada desde hace ya un buen puñado de años.
 
Como si de Tom Hanks en Big se tratara, un mago convierte al niño Asher Angel en adulto, en este caso superhéroe, conservando la ingenuidad del adolescente. El problema es que no hay conexión alguna entre ambos personajes, por un lado un serio y melancólico niño en busca de la madre que perdió siendo casi un bebé, por el otro un jocoso, bromista y torpón superadulto que no mantiene el espíritu del niño que le da alma. El espectáculo funciona sin embargo como entretenimiento amable y distendido, y sobre todo como permanente homenaje al cine setentero y ochentero, muy particularmente el dirigido por Richard Donner, dos de cuyas más importantes películas son evocadas descaradamente en este film, Superman (guiño incluido a la secuencia del autobús en peligro) y Los Goonies (con los hermanos de adopción o acogida protagonizando uno de los mejores mensajes de la película, el de la familia alternativa unida más por lazos afectivos y de camaradería que por los sanguíneos, incluida una madre de acogida a la que da vida la española Marta Molins, que curiosamente protagoniza también uno de los estrenos de esta semana, Asher, junto a Ron Perlman).
 
Apuntes también al bullying y el abandono familiar, tratados con sencillez y efectividad. Guiños también por supuesto a Big con escena de piano de suelo en la juguetería, y a Rocky, con las escaleras del Museo de Arte de Filadelfia como metáfora del esfuerzo. Por lo demás se trata del habitual episodio piloto de la serie que vendrá, con los orígenes del personaje como leit motiv, y la presentación del resto del elenco, incluido el villano de turno, cómo no obsesionado con el dominio del mundo. Lástima que confíe su iconografía a las enseñanzas y el universo teológico católico cristiano de los pecados, simbolizados en monstruos execrables, Dios y los ángeles. Así las cosas, entre tanto infantilismo se agradecen secuencias como la carnicería en la oficina de los ejecutivos agresivos.

domingo, 7 de abril de 2019

IDENTIDAD BORRADA Demasiado contenida para un tema tan irritante

Título original: Boy Erased
USA 2018 115 min.
Guión y dirección Joel Edgerton, según el libro de Garrard Conley Fotografía Eduard Grau Música Danny Bensi y Saunder Jurriaans Intérpretes Lucas Hedges, Nicole Kidman, Russell Crowe, Joe Edgerton, Xavier Dolan, Troye Sivan, Joe Alwyn, Britton Sear, Jesse LaTourette, David Joseph Craig Estreno en el Festival de Toronto 8 septiembre 2018; en Estados Unidos 2 noviembre 2018; en España 5 abril 2019

Coincide por causalidad el estreno de esta película con el descubrimiento en el obispado de Alcalá de Henares de prácticas terapéuticas para curar la homosexualidad. Curiosa promoción extra que está recibiendo esta modesta película con la que el actor Joel Edgerton se adjudica el mérito de denunciar este tipo de aberraciones educativas y dogmáticas en pleno siglo XXI. Toma para ello como base la experiencia del periodista y escritor Garrard Conley, obligado por su familia, de profundo sentimiento religioso (su padre además de regentar un fructífero concesionario de automóviles, ejercía como predicador baptista), a someterse a un riguroso programa de regeneración sexual para volver por el buen camino, enamorarse de la joven adecuada y contribuir a la expansión de la especie como Dios manda.

Como puede comprobarse se trata de un prometedor tema de arranque, susceptible de remover conciencias y provocar rabia, que Edgerton en su segundo largometraje como director tras la interesante El regalo, malogra precisamente por pretender ser sutil y huir de la consabida histeria que suele acompañar este tipo de manifestaciones. El problema es que la cuestión exige por una vez algo más de fuerza y agresividad, sin que todo parezca blandito como de hecho ocurre en esta película de errática narrativa y poca enjundia dramática. Más agresivas y dolientes resultan las grabaciones robadas a las incompetentes terapeutas que nutren el cruel e inhumano programa perpetrado por el prelado Juan Antonio Reig, paradigma de la intolerancia y la inquisición más recalcitrante, rancia y anacrónica imaginable. Edgerton decepciona a la hora de exponer de forma tan aséptica un problema que tanto hace sufrir a millones de jóvenes en todo el mundo, y no digamos en aquellos países donde la orientación sexual, que no es libre sino impuesta por la sabia naturaleza, es castigada con la pena capital, siendo Brunei el último en unirse a tan lamentable lista.

Los saltos en el tiempo se estructuran de forma caprichosa, mientras las técnicas de rehabilitación se muestran raquíticas y redundantes, confesiones y rezos continuos como arma recurrente. Así las cosas este producto con hechuras de telefilm se confía a sus intérpretes, entre los que destaca un Russell Crowe con el triple tamaño del que nos tiene acostumbrados, el propio Edgerton como malicioso director de terapia, reflejo de la propia represión como génesis de toda venganza y crueldad, el cantante y modelo Troye Sivan, que además canta el melancólico tema principal, Revelation, el director canadiense Xavier Dolan (Laurence Ayways, Mommy, Solo el fin del mundo) como militar atormentado por su condición, y Lucas Hedges, contenido y amansado en su rol protagonista, que disfruta de madres en la ficción tan sensacionales como Julia Roberts (El regreso de Ben) y ahora una Nicole Kidman que se come cada plano en el que sale como rubia platino entradita en años. El reparto y una sobresaliente consulta a la doctora en la que se expone con claridad meridiana el imposible equilibrio entre ciencia y maldita religión, justifican el visionado de una película que debería haber ofrecido más.

sábado, 6 de abril de 2019

ENSEMBLE S, DE GRANADA A SAN TELMO

Ciclo San Telmo Abierto, organizado por la Fundación Barenboim-Saïd. Ensemble S (Marta Castillo, flauta; Santiago Moya, oboe; Carlos González, clarinete; María Fernández, trompa; Miguel Carrillo, fagot; Rodrigo López, piano). Programa: Divertimento en fa mayor Op. 51, de Juon; Sexteto en do mayor, de Smit; Sexteto para quinteto de viento y piano FP 100, de Poulenc. Capilla del Palacio de San Telmo, viernes 5 de abril de 2019

Quince años lleva la Fundación Barenboim-Saïd funcionando en Andalucía, donde tiene su sede, y muchas son las personas, entre profesorado, programación, técnica y organización, que con su esfuerzo y su convicción han creado una de las infraestructuras más eficientes y potentes de la comunidad a la hora de fomentar el talento local y propiciarle una formación acorde.

Se anuncian malos tiempos para la Cultura, que esperemos se queden en mera amenaza, sepamos atajarla a tiempo y no llegue la sangre al río, como suele decirse. Pero lo cierto es que un proyecto como éste merece quedarse y seguir funcionando al menos como lo ha hecho hasta ahora. Lástima que por el camino se hayan quedado los conciertos a los que Daniel Barenboim y su West-Eeastern Divan nos tenían acostumbrados, y que esperemos recuperar en breve, por lógica y justicia.

Talento joven y disciplinado

Anoche se hacía difícil elegir entre la Sinfónica Conjunta y esta presentación en Sevilla de uno de los conjuntos que mejor representan el espléndido trabajo desplegado en el Real Conservatorio Superior de Música Victoria Eugenia de Granada. De cualquier modo de juventud se trataba, y para estimular su esfuerzo y talento lo mismo daba la elección. Al final nos decantamos por Ensemble S - cuando era muy joven una clasificación “S” en una película quería decir que hería la sensibilidad; quizás aquí se refiera a que la estimula -, por la novedad y por echar un vistazo a lo que se hace en otras provincias, así como, lo confieso, por el cariño que le profesamos a uno de sus integrantes, el clarinetista Carlos González, del que ya disfrutamos hace un mes en La Casa de los Pianistas junto a Ariadna Ruiz, con quien forma el Dúo Kahlo.

Disciplinados y entusiastas, así se presentó el conjunto frente al numeroso público que se congregó en la preciosa Capilla de San Telmo, excelente ocasión para visitarla, con un programa exquisito integrado por obras de corte neoclásico del primer tercio del siglo XX, todas concebidas originariamente para el conjunto de instrumentos convocado.

Un programa exigente y delicado

Evidencia del nivel técnico y expresivo alcanzado por nuestros y nuestras estudiantes de música, el Ensemble S logró unos resultados magníficos en páginas como el Divertimento Op. 51 del compositor de origen suizo nacido en Rusia Paul Juon, con empaste y dinámicas mimados al detalle, un ajustado trabajo de diálogo y compenetración y solos espléndidos como el que nos brindó el clarinetista, henchido de delicadeza y sensibilidad, en la Fantasía central de estética ligeramente impresionista.

Aires discretamente cabareteros y jazzísticos se dieron cita en el Sexteto de Leo Smit, otro motivo, además de su condición de judío, para engrosar la lista de Música degenerada del régimen nazi, y morir asesinado en un campo de concentración. Los jóvenes intérpretes ofrecieron de este trabajo una lectura dinámica y brillante, con especial mención para la trompa de María Fernández, que controló primorosamente el sonido y la afinación de este dificilísimo instrumento, aportando el carácter épico que demanda la segunda parte de la partitura.

Más comprometido aún se mostró el Sexteto para quinteto de viento y piano de Poulenc, en el que brillaron así mismo el estilo rapsódico, de amplio vuelo lírico, de Rodrigo López, la precisión tanto en notas picadas como sostenidas de la flautista Marta Castillo, el cuerpo que otorgó al conjunto el fagotista Miguel Carrillo y el color y la agilidad desplegada por el oboe de Santiago Moya. Razones de peso para sentir un profundo y sincero orgullo por lo mucho que en música hemos avanzado en este país. Próximo concierto de San Telmo Abierto, el viernes 26 de abril.

Artículo publicado en El Correo de Andalucía

viernes, 5 de abril de 2019

CEMENTERIO DE ANIMALES Otra decepcionante adaptación del malsano universo de Stephen King

Título original: Pet Semetary
USA 2019 101 min.
Dirección Dennis Widmyer y Kevin Kolsch Guión Matt Greenberg y Jeff Buhler, según la novela de Stephen King Fotografía Laurie Rise Música Christopher Young Intérpretes Jason Clarke, Amy Seimetz, Jeté Laurence, John Lithgow, Hugo y Lucas Lavoie, Pbssa Ahmed, Alyssa Levine Estreno en España y Estados Unidos 5 abril 2019

No nos engañemos, en América todo se hace y se calcula para hacer caja; es la cumbre del capitalismo y esa es la cultura que nos guste o no han exportado a todo el mundo que consideramos civilizado. La costumbre en su cine de volver una y otra vez a películas que tuvieron éxito tiene también aquí su razón de ser. No ven cine hablado en otra lengua que no sea inglés porque las estrenan subtituladas, y eso no les mola. Así que cuando ven en alguna la posibilidad de rentabilizarla, compran los derechos y le hacen el remake.

No ven cine clásico, de manera que para perpetuar las generaciones que sigan dejándose seducir por historias de demostrada solvencia, les hacen nuevas versiones, y Stephen King es garantía segura, así que en los últimos años hemos asistido, con peores resultados que sus predecesoras, a las nuevas versiones de Carrie, It (y eso que su predecesora era un telefilm) y ahora este Cementerio de animales que no parece poder competir con la pobretona Cementerio viviente que se estrenó en 1989. Para dirigirla se ha optado por un tándem especializado en el género con películas de serie B como Absence, Starry Eyes y Holidays, y que ahora preparan la segunda parte de Mamá. Y para escribirla se han confiado al autor de The Prodigy y las nuevas versiones que se estrenarán en breve de El grito y La escalera de Jacob.

Mucho refrito y muy poca sustancia, porque Cementerio de animales apenas logra explotar todos los malsanos ingredientes que tenía la novela de King, desde esa peligrosísima e insólita carretera plagada de camiones, al cementerio indio cuyos ancestros han maldecido para desesperación de sus actuales moradores. Widmyer y Kolsch no logran por lo tanto generar la atmósfera adecuada, que no se consigue con una aburridísima y constantemente plana banda sonora del otrora interesante Christopher Young, y se confían a los sempiternos sustos y situaciones recurrentes, sin lograr tampoco combinar adecuadamente esa realidad y fantasía que en el libro cocinaban una trama verdaderamente inquietante.

Al final solo merece la esforzada interpretación de la sufrida niña protagonista, Jeté Laurence, que habrá vivido sus cambios de registro y violencia desmedida con incómodas políticas de protección para rodar sin ser consciente de su intervención en un film que no resulta tan macabro como debiera, aunque sí extremadamente violento, para variar.

Estreno de LA SOMBRA DEL PASADO (OBRA SIN AUTOR) en salas comerciales

Reseña de la película, estrenada en el Festival de Cine Europeo de Sevilla el 13 de noviembre de 2018. Estreno en salas 5 de abril de 2019

SULTANES DEL MEDITERRÁNEO

36ª FeMÁS. Ensemble Andalusí de Tetuán (Youssef el Husseini, oud y voz; Fathi Ben Yakoub, viola; Muhsen Kourachi, def, panderos y voz; Khalid Ahaboune, darbouga, panderos y voz). Aziz Samsaoui, kanún y dirección musical. Programa: Romances & Moaxajas. Real Alcázar, jueves 4 de abril de 2019

En su afán por abrirse a otras músicas y otras estéticas, siempre que guarden cierta relación con el tema principal de su convocatoria, la música antigua que nos conecta con nuestra historia y civilización, el Festival de Música Antigua echó mano del prestigioso Ensemble Andalusí de Tetuán, habituales de la escena sevillana gracias a su recurrente participación en las Noches en los Jardines del Alcázar que cada verano nos brinda Actidea. En formación de cinco, y siempre bajo la atenta dirección de Aziz Samsaoui, el conjunto marroquí cambió esta vez el Pabellón de Carlos V por la Sala de las Bóvedas, donde un nutrido público, en parte integrado por historiadores y admiradores de Al-Ándalus, pudo disfrutar de la sensual oferta musical de estos virtuosos músicos y cantantes.
 
Con Samsaoui punteando minuciosamente el kanún, una suerte de salterio con sonido similar al de una cítara, y Fathi Ben Yakoub, todo un virtuoso de la cuerda frotada, definiendo a la viola las melodías e intrincadas ornamentaciones de cada pieza interpretada, el conjunto viajó desde nuestros orígenes musulmanes hasta los límites del antiguo Imperio Otomano, bordeando el Mediterráneo y visitando países como Marruecos, Argelia, Túnez y Egipto antes de regresar a orillas del país vecino en el norte del continente africano. Un interesante recorrido por varias ramas de la música andalusí, desde Al-Alá de Marruecos al Máaluf de Túnez pasando por Garnati en Argelia, siempre acompañados de ritmos frenéticos y cantos tan compenetrados como bien acompasados.
 
La voz de Youssef el Husseini, encargado también de rasgar y puntear el exótico oud o laúd árabe, surgió en varias ocasiones para dejar constancia de la influencia de estas músicas en nuestro propio folclore, materializado en el flamenco y las tonadillas tradicionales, y poniendo igualmente en evidencia lo mucho que nos une, más seguramente que nos separa y que sin embargo es lo que siempre ponemos en relieve. Músicas y tradiciones que abrazan toda la costa, incluyendo Sicilia o las islas griegas, e incluso se adentran en otros países, en principio más alejados pero en los que la huella islámica es capaz de apreciarse en vertientes bohemias y hasta gitanas. El concierto resultó por lo tanto un festín de ritmo y sensuales melodías, y una oportunidad para reencontrarnos con nuestro acervo cultural, las raíces que han ayudado a conformar nuestra tradición, en las expertas manos de un conjunto de hombres, a los que hay que sumar los percusionistas Muhsen Kourachi y Khalid Ahaboune, que lograron entre danzas y nubas una experiencia evocadora, dulce y delicada.
 
Artículo publicado en El Correo de Andalucía