jueves, 11 de abril de 2019

EL LEÓN DE ORO Y GRUPO VOCAL KEA: CANTOS LITÚRGICOS DE IDA Y VUELTA

36ª FeMÁS. El León de Oro. Marco Antonio García de Paz, director. Grupo Vocal Kea. Enrique Azura, director. Programa: Obras de Orlando di Lasso, Francisco Guerrero, Tomás Luis de Victoria, César Camarero y Sergey Khvoshchinsky; Misa para doble coro a cappella, de Frank Martin. Iglesia del Salvador, miércoles 10 de abril de 2019

El León de Oro
Hacía tiempo que no disfrutábamos de un concierto en la Iglesia del Salvador. La indisposición de la Catedral para albergar el concierto que tradicionalmente el Femás reserva a este emblemático espacio, hizo que la cita se desplazara al templo de la céntrica plaza sevillana. Allí pudimos apreciar su excelente acústica y disfrutar de su incomparable belleza al son de la depuración técnica y expresiva de los dos coros llegados de Asturias y el País Vasco para invitarnos a viajar del Renacimiento a nuestros días a través de la tradición musical litúrgica.

Un viaje de ida y vuelta perfectamente estructurado para pasar de los orígenes a la deconstrucción más osada, y a partir de ahí volver a endulzar la propuesta y terminar plegándose a la tradición con pequeñas señas más de contemporaneidad que de estricta modernidad.

Célebres polifonistas del Renacimiento

La manifestación comenzó de la manera más ortodoxa, invocando al más importante y reconocido polifonista del S. XVI, Orlando di Lasso, una de cuyas Lamentaciones sonó angelical en las depuradas voces de El León de Oro, todo un juego de timbres y modulaciones perfectamente armonizados gracias a la buena labor en la dirección de su creador, Marco Antonio García de Paz.

Una férrea disciplina y organización permitió que los y las cantantes se sustituyeran sin desconcierto en las tres siguientes composiciones, un homenaje al canto antifonal del último Renacimiento español, con Francisco Guerrero y Tomás Luis de Victoria a la cabeza, el primero como ejemplo de la aportación hispalense al género. Con igual excelencia y claridad, atención al detalle y al color, desplegaron sus modélicas voces y se prestaron a todo un alarde de conjunción y armonización, con puntos álgidos en Hei mihi, domine de Guerrero a seis voces y un sensacional Regina coeli de Victoria.

Estreno absoluto

Grupo Vocal KEA
Un presente César Camarero estrenó su pieza Un tren de imágenes deja una estrella fugaz sobre el horizonte, pocos días después de presenciar su Opus Sectile en manos del cuarteto de saxofones SQ4. En ella desplaza la loa a la divinidad para entregarse a la naturaleza de la mano del poeta Carlos Wamba, fallecido el año pasado. El Grupo Vocal Kea, menos numeroso, de voces muy afinadas y solistas espléndidos, se somete aquí a un continuo juego de calidades, suaves y equilibradas, con incursiones intermitentes de efectos y sonidos y un uso recurrente del diapasón. El resultado fue intrigante y misterioso, dentro de una estética muy habitual con inevitables referencias al incombustible Ligeti y un inconfundible aire místico.

A partir de ahí el viaje de regreso nos llevó por dos autores que manejan los recursos heredados de la liturgia ancestral para darle cierto aire contemporáneo más anclado en la melodía y la armonía que en la pura inventiva. Así el Grupo Kea ofreció una refinada versión del Bogorodise Devo del compositor bielorruso afincado en Minnesota Sergey Khvoshchinsky, con evidentes aires baptistas.

Ya en la segunda parte, fusionados con El León de Oro, construyeron una magnífica Misa para doble coro del suizo Frank Martin. La obra, oculta durante cuarenta años desde su composición en 1926, respeta los movimientos habituales, del Kyrie al Agnus Dei, con clara vocación tradicionalista pero actualizado ligeramente para ofrecer un mayor grado de amabilidad y unas armonías más acordes a las nuevas estéticas, que en las caudalosas y magníficamente entonadas voces del numeroso coro convocado, resultó una experiencia espectacular. El calendario cofrade obligó a despedir sin las reclamadas propinas.

Artículo publicado en El Correo de Andalucía

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