martes, 2 de abril de 2019

BOI Estimulante viaje al interior de un espíritu desorientado

España 2018 111 min.
Guión y dirección Jorge M. Fontana Fotografía Nilo Zimmermann Música Pablo Díaz-Reixa “El Guincho” Intérpretes Bernat Quintana, Adrian Pang, Andrew Lua, Man Mourentan, Miranda Gas, Fina Rius, Rachel Lascar, Pol López, David Sust, Jean-Claude Ricquebourg, Anatoly Chugunov, Macarena Gómez y la voz de José Sacristán Estreno 29 marzo 2019

Esperemos que Jorge Fontana no caiga en el olvido como muchos de sus compañeros y compañeras, tras realizar tan estimulante debut con este misterioso y en cierto modo desconcertante film condenado al desprecio merced a una distribución pobre e inadecuada. Con una promoción y exhibición generosa no dudamos de que lograría unos satisfactorios resultados de taquilla, pues se trata de un producto que cuenta con un público potencial considerable, ávido de historias en cierto modo surrealistas e intrigantes al más puro estilo davidlynchiano. El protagonista de la cinta es un joven desorientado profesional y sentimentalmente, que ejerce como conductor de VTC en Barcelona, nada más de actualidad, y descubre un mundo lleno de preguntas, respuestas, puertas, símbolos y peligros mientras realiza un servicio de varios días para un par de ejecutivos asiáticos que parecen inmersos en negocios mafiosos. Perfectamente articulada, moderna en su resolución formal, con una obsesiva banda sonora tecno, y meticulosamente trabajada también a nivel dramático y narrativo, la película entretiene desde el primer momento, haciendo uso de un conveniente sentido del humor, y mostrando escenarios y personajes con un generoso sentido del espectáculo. En cierto punto la trama se oscurece y la intriga se hace más espesa e incomprensible, lo que no hace sino potenciar su carácter inquietante y su inteligente propuesta, convirtiéndolo en hábil pretexto para plantearse cuestiones sobre la relatividad de la realidad, de nuestra existencia y de nuestro entorno, observado con tanta meticulosidad y rareza como el resto de los planteamientos de esta singular, desconcertante y a la vez gratificante película. A estos estimulantes resultados no son ajenos un reparto excelente y un tratamiento exquisito del detalle y la puesta en escena, contribuyendo al perfecto acabado estético y temático de una cinta original y diferente. Quizás tengamos suerte y se mantenga en pantalla en Sevilla gracias a la política de estrenos en analógico del cine en el que se exhibe, que a menudo obliga a perpetuar títulos al margen de su éxito comercial.

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