lunes, 8 de abril de 2019

¡SHAZAM! Nostalgia por el pasado adolescente

Título original: USA 2019 132 min.
Dirección David F. Sandberg Guión Henry Grayden y Darren Lemke, según los personajes creados por C.C. Beck y Bill Parker Fotografía Maxime Alexandre Música Benjamin Wallfisch Intérpretes Zachary Levi, Asher Angel, Jack Dylan Grazer, Adam Brody, Grace Fulton, Michelle Borth, Faithe Herman, Meagan Good, Ian Chen, Ross Hunter, Jovan Armand, D.J. Coltrona, Mark Strong, Djimon Hounsou, Marta Milans, Cooper Andrews, John Glover, Caroline Palmer, Evan Marsh, Carson McCormac, David Kohlsmith Estreno en Estados Unidos y España 5 abril 2019

El escritor Bill Parker y el dibujante Clarence Charles Beck crearon al Capitán Marvel en 1939, DC Comics compró los derechos del personaje en 1972 pero Marvel se la adelantó cuatro años en registrar el nombre para otro personaje suyo, por lo que el que ahora nos ocupa se pasó a denominar Shazam, acrónimo de los principales Dioses del Olimpo y expresión que el niño protagonista ha de pronunciar para convertirse en superhéroe de marras, el más ingenuo e infantil de cuantos pueblan la pantalla de forma histérica y descontrolada desde hace ya un buen puñado de años.
 
Como si de Tom Hanks en Big se tratara, un mago convierte al niño Asher Angel en adulto, en este caso superhéroe, conservando la ingenuidad del adolescente. El problema es que no hay conexión alguna entre ambos personajes, por un lado un serio y melancólico niño en busca de la madre que perdió siendo casi un bebé, por el otro un jocoso, bromista y torpón superadulto que no mantiene el espíritu del niño que le da alma. El espectáculo funciona sin embargo como entretenimiento amable y distendido, y sobre todo como permanente homenaje al cine setentero y ochentero, muy particularmente el dirigido por Richard Donner, dos de cuyas más importantes películas son evocadas descaradamente en este film, Superman (guiño incluido a la secuencia del autobús en peligro) y Los Goonies (con los hermanos de adopción o acogida protagonizando uno de los mejores mensajes de la película, el de la familia alternativa unida más por lazos afectivos y de camaradería que por los sanguíneos, incluida una madre de acogida a la que da vida la española Marta Molins, que curiosamente protagoniza también uno de los estrenos de esta semana, Asher, junto a Ron Perlman).
 
Apuntes también al bullying y el abandono familiar, tratados con sencillez y efectividad. Guiños también por supuesto a Big con escena de piano de suelo en la juguetería, y a Rocky, con las escaleras del Museo de Arte de Filadelfia como metáfora del esfuerzo. Por lo demás se trata del habitual episodio piloto de la serie que vendrá, con los orígenes del personaje como leit motiv, y la presentación del resto del elenco, incluido el villano de turno, cómo no obsesionado con el dominio del mundo. Lástima que confíe su iconografía a las enseñanzas y el universo teológico católico cristiano de los pecados, simbolizados en monstruos execrables, Dios y los ángeles. Así las cosas, entre tanto infantilismo se agradecen secuencias como la carnicería en la oficina de los ejecutivos agresivos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario