domingo, 30 de noviembre de 2014

CARLOS RAFAEL MARTÍNEZ ARROYO EN SEVILLA: CUADERNO DE TAREAS CUM LAUDE

Ciclo Jóvenes Intérpretes. Carlos Rafael Martínez Arroyo, violín. Ángel Andrés Muñoz Márquez, piano. Programa: Sicilienne de Locatelli; Sonata Op.30 nº7 de Beethoven; Poème de Chausson; Adagio de Corelli/Busch; Introducción y Rondó Capriccioso de Saint-Saëns; Fid'l de Cervelló; Introducción y Tarantella de Sarasate. Sala Manuel García del Teatro de la Maestranza, domingo 30 de noviembre de 2014

No hay duda de que Carlos Rafael Martínez Arroyo tiene un talento innato para la música. Es prácticamente un chiquillo que sólo dos años después de comenzar sus estudios ya se enfrentaba a públicos, premios y el concierto de Mendelssohn junto a la Orquesta de Córdoba. Con un agotador programa bajo el brazo para demostrar sus habilidades como si fuera un examen o un cuaderno de deberes, el joven superó la prueba y dejó constancia de su capacidad no sólo para interpretar sino para aprender y mejorar hasta alcanzar la excelencia absoluta y una actitud que refleje más entusiasmo y fusión con el instrumento en el futuro.

Tras una Sicilienne de Locatelli de mimbres ariosos y un marcado carácter melancólico, como también atacaría más tarde el breve Adagio de Corelli en versión romántica de Adolf Busch, el violinista se atrevió con una obra mayor como es la Sonata Op.30 nº 7 de Beethoven con resultados irregulares. Faltó brío, musculatura y vivacidad, así como sentido de la plasticidad en el Adagio cantabile; hasta que llegó un Allegro final cargado de ritmo, incisividad y clima heroico que nos predispuso para una segunda parte tan satisfactoria como sorprendente.

En ella ofreció una sucesión de piezas planteadas para el lucimiento, que abordó de memoria y con evidente dominio técnico, sobrado de virtuosismo y agilidad. Arpegios rápidos, staccati, saltos, adornos y complicadas articulaciones que salvó con matrícula de honor. Consiguió incluso evocar todos los referentes del Poème de Chausson, Tristán e Isolda y Debussy incluidos, alcanzando una atmósfera opresiva cargada de pasión. Se enfrentó a Saint-Saëns y Sarasate con equilibrio, brillantez y espontaneidad, e incluyó seguramente influido por su maestro Gonçal Comellas unas Variaciones sobre un tema hebreo de Jordi Cervelló impecables, incluso un difícil efecto silbante casi al final. Cuando como propina repitió junto a Muñoz Márquez, pianista también cordobés, polifacético aunque de escritura más bien gruesa, el scherzo de la sonata de Beethoven, había sobrepasado nuestras expectativas y ya sin prejuicios nos sonó mucho mejor.

Versión extensa del artículo publicado en El Correo de Andalucía el martes 2 de diciembre de 2014

COIN, SINKOVSKY Y LA BARROCA: DOS MAESTROS Y UN CONJUNTO REBELDE

2º concierto de la temporada 2014/2015 de la Orquesta Barroca de Sevilla. Christophe Coin, cello y director. Dmitry Sinkovsky, violín. Programa: Sturm & Drang (Obertura de 'Il Tobia' de García Fajer; Concierto para violín nº 4 de Facco; Conciertos para cello Wq. 170 y 171 de C.P.E. Bach; y Sinfonía Fm12 de Ordóñez). Sala Joaquín Turina, sábado 29 de noviembre de 2014

El virtuoso ruso Dmitri Sinkovsky
De regreso de una pequeña gira con el mismo programa que les ha llevado al Auditorio Hospería Fonseca de Salamanca y el Auditorio Nacional en Madrid, la Barroca desembarcó en la sala Joaquín Turina, donde afortunadamente continuarán su temporada de conciertos. Dos solistas de excepción le acompañaron, el ya familiar Christophe Coin, y Dmitry Sinkovsky, que a la larga se convirtió en el verdadero director, pendiente en todo momento de cada miembro del conjunto, sus entradas y ataques, y de que todo sonara con el equilibrio y empaste necesarios.

Centrándose de nuevo – ya lo hicieron en febrero pasado – en el trescientos aniversario del cada vez más imprescindible Carl Philip Emmanuel Bach, interpretaron dos de sus tres conciertos para violonchelo; en realidad se trata de transcripciones de conciertos para clave que luego adaptó también a flauta, de los que Coin ofreció unas versiones más cargadas de lirismo, elegancia y delicadeza que de verdadero drama. Casi sin rozar la cuerda, por puro magnetismo, el genial violonchelista extrajo un sonido sedoso del instrumento, con un meditado fraseo y provecho de la generosa inventiva en articulaciones y contrastes de la obra de este representante del Sturm & Drang que marcaría más adelante las pautas del Romanticismo. Sus cadencias fueron de un virtuosismo y una expresividad fuera de serie, mientras nuestra orquesta mostró ese carácter rebelde que identifica su sonido y su estilo independientemente de quien la dirija.

En el programa también disfrutamos de la alegría electrizante e idílica de la Obertura del Oratorio Il Tobia del compositor español afincado en Nápoles Francisco Javier García Fajer, Lo Spagnoletto, contemporáneo de Carl Philip aunque destilando todavía ecos del Barroco italiano y francés. Entre saltos y bailes, Sinkovsky se dejó seducir por la fuerza de un conjunto que destacó de nuevo en ímpetu, marcados contrastes y ataques enérgicos. El violinista se lució ampliamente con uno de los conciertos de Giacomo Facco, natural del Véneto pero afincado en la Corte de Felipe V; obras apenas descubiertas en México hace cincuenta años y que evocan a Vivaldi con ese estilo inquieto que dejó muy bien reflejado Sinkovsky, tan virtuoso como esteta. Una de las muchas sinfonías de Karl von Ordóñez, austriaco de ascendencia española y próximo a Haydn, completó la sesión; la orquesta la abordó con su proverbial personalidad y precisión, y con el habitual entusiasmo que les caracteriza.
 
Artículo publicado en El Correo de Andalucía el lunes 1 de diciembre de 2014

sábado, 29 de noviembre de 2014

PARÍS-MANHATTAN Woody Allen debió arrepentirse tanto

Francia 2012 77 min.
Guión y dirección Sophie Lellouche Fotografía Laurent Machuel Música Jean-Michel Bernard Intérpretes Alice Taglioni, Patrick Bruel, Marine Delterme, Michel Aumont, Louis-Do de Lencquesaing, Marie-Christine Adam, Yannick Soulier, Woody Allen Estreno en España 28 noviembre 2014

Woody Allen pasaba por ahí y aprovecharon para grabarle algunas frases de su repertorio y una secuencia en su hotel de París, se supone que con el fin de servir de apoyo sentimental y consejo a la protagonista de esta comedia romántica insulsa y vacía. Ella es una antipática y hermosa mujer reacia al amor en un ambiente familiar frívolo y elegante, de la que nada nos importa ni interesa. Ama el cine de Allen y todo lo que le rodea, hasta moja las bragas cuando escucha hablar de Cole Porter, aunque para los títulos de crédito la realizadora prefiere a Richard Rodgers y su Bewitched en la inconfundible voz de Ella Fitzgerald. Si al menos las películas del director americano sirvieran para dinamizar la trama, encajaran en su argumento y fueran pasto para analizar el particular universo del genial director, pero ni eso. A cambio sólo obtenemos la nada más absoluta y una rotunda irrelevancia. Como dice mi amigo Pepe, la directora, una tal Sophie Lellouche, se debió quedar en la gloria cuando parió este bodrio.

DEBUT DE JUAN GARCÍA, JUAN SIN MIEDO, ANTE LA ROSS

5º concierto de abono de la XXV temporada de conciertos de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Juan García, director. Programa: Bailando con elefantes (Sinfonía nº 1 de Beethoven, Circus Polka de Stravinski y Sinfonía nº 9 de Shostakovich).
Teatro de la Maestranza, jueves 27 de noviembre de 2014

Esperábamos con expectación el debut ante la mayor de nuestras orquestas del joven sanluqueño afincado en Sevilla Juan García Rodríguez. Unos por su vinculación a la música contemporánea a través del Zahir Ensemble del que es fundador, otros por el excelente trabajo que está desarrollando al frente de la Orquesta Conjunta del Conservatorio y la Universidad. Confiábamos en que su talante nervioso e inquieto se tradujera en el Maestranza en frescura y originalidad y no defraudó. La suya fue una batuta atrevida y hasta impertinente, sin complejos ni miedos, especialmente en Beethoven, donde se despachó a gusto con una versión posiblemente discutible pero sin duda notable y novedosa. Porque con Shostakovich simplemente estuvo soberbio, sobre todo a la hora de entender la intención y la estética de su sorprendente Sinfonía nº 9.

El nexo de unión entre ambas obras fue una breve y anecdótica marcha, más que polca, que Stravinski compuso a petición del coreógrafo Balanchine para que Vera Zorina la bailase sobre un elefante en un espectáculo circense. Obra singular, simpática y grotesca con la que García y la ROSS sólo tuvieron que exhibir brillo y disciplina para salir airosos. Antes el director se empleó a fondo en la primera del ciclo sinfónico más popular, extrayendo texturas densas y ampulosas, quizás incluso toscas y ásperas, de la partitura beethoveniana. Dinámicas muy forzadas y tempi rápidos que convirtieron el pegadizo perfil rítmico del segundo movimiento en una suerte de minueto exento de lirismo, ofreciendo soluciones electrizantes en el Allegro con brio y el Scherzo, así como una energía contagiosa en el Finale, no muy elegante pero sí calibrado y con un extraordinario trabajo de los timbales.

Aunque generalmente se asocia con la ligereza y el desenfado del clasicismo, hay en la Sinfonía nº 9 de Shostakovich elementos de sobra para tildarla de amarga, rebelde y siniestra, y García así lo entendió y transmitió. Atacó el Moderato inicial con sátira, agitación y ecos de la tiranía que denunciaba el autor, más dramático que mozartiano como algún despistado crítico creyó ver cuando se estrenó. El Largo resultó tenso, misterioso, muy intrigante, con graves toques de trompeta y mucha sensualidad en la cuerda, mientras el bloque final mantuvo la inquietud alternando el vigor con la tragedia y la turbulencia, siempre con un esmerado cuidado del detalle, los planos sonoros y las texturas. Hubiera sido un acierto completar tan breve concierto con el Fragmento Sinfónico raramente escuchado que Shostakovich compuso inicialmente cuando aún consideraba completar las sinfonías 7 y 8 con un gran monumento de guerra, coral y apoteósico.

Artículo publicado en El Correo de Andalucía el sábado 29 de noviembre de 2014

martes, 25 de noviembre de 2014

UN GESTO DESAFORTUNADO

Me ha costado unos días atreverme a escribir sobre este asunto. Toda persona que acaba de fallecer merece un respeto y una consideración que no estaba muy seguro de cumplir si vertía en este blog la opinión que me merecía el gesto que tuvo el pasado viernes 22 la dirección del Teatro de la Maestranza, coincidiendo con la inauguración de la temporada lírica y el estreno de Don Giovanni. Nos invitaron antes de la representación a guardar un minuto de silencio en memoria de la Duquesa de Alba, a lo que el público respondió poniéndose de pie. Es evidente que era una persona notoria; sus títulos y su permanente presencia en el mundo de la prensa rosa, con tanto peso en este desdichado país, lo ponen de manifiesto. Pero ¿cuáles son realmente los méritos de esta señora para que todo un teatro tuviera que rendir tal homenaje? En relación al mismo no nos consta que haya hecho nada de especial, ni grandes donaciones, ni ayudas de ningún tipo salvo ser abonada desde hace años, como muchos y muchas de quienes asisten fielmente a sus espectáculos. Podría ser quizás que por el mero hecho de ser aristócrata y muy popular algunas personas consideren que eso da notoriedad al coliseo y por lo tanto merezca tal reconocimiento: El honor de tener a alguien con más títulos que la Reina de Inglaterra entre su afición.

Es lo mismo que lo mucho que estos días se habla del papel de embajadora que desempeñó para nuestra ciudad. Nada más y nada menos que ochenta mil personas pasaron por la capilla ardiente que el Ayuntamiento colocó en el Salón Colón, con el dinero de todos los que vivimos aquí, estemos o no de acuerdo. Vestigios de un antiguo régimen de vergüenza y consternación, fecha de defunción incluida. Con los datos de que disponemos únicamente nos consta que exportara la misma rancia imagen de Sevilla de siempre, de folclore, feria y toros. Ella que tan moderna se consideraba no fue precisamente esa imagen de modernidad de Sevilla la que paseó por ninguna parte. Aquí disfrutó muchísimo de la ciudad y de sus políticos, siempre solícitos a hacerle la reverencia. Pintó, fue al cine (la vimos repetidamente en los circuitos de versión original), bailó, dio fiestas y celebraciones, y disfrutó en general de una ciudad que para eso y para rendirse a sus pies se pinta sola. Pero a la hora de la verdad siempre le ha dado la espalda en lo económico y cultural, salvo en lo que se refiere a su tan cacareada relación con la Hermandad de los Gitanos. Podría haber creado un buen museo, haber donado obras a los que ya existen (sólo en una ocasión "prestó" piezas de su inmenso catálogo al Bellas Artes, lo que se vendió como un acontecimiento merecedor de todos los agradecimientos posibles), o evitar que naufragasen algunas de las iniciativas culturales que ha ido despidiendo una ciudad sin presupuesto ni formación suficientes. No hará mucho la Fundación Casa de Alba cuando su agua suena tan poco.

En Andalucía ha seguido funcionando el caciquismo y el abuso que estos señores y señoras de la aristocracia rancia y trasnochada han infligido a sus supuestos súbditos. Mientras la Unión Europea le favorecía con ayudas y subvenciones millonarias para sus infinitos campos, herencia de un pasado de pillaje y usurpación, sus trabajadores han conocido todo tipo de privaciones y penurias. Hasta ahí es lo que sabemos. Y lo último es que sus herederos no tributarán por el impuesto de sucesiones en su queridísima ciudad, en relación a la ínfima parte de su riqueza que está sujeta a tributación, pues recordemos que su consideración como patrimonio histórico le exime de obligaciones con Hacienda. Se procuró en vida que lo hicieran en Madrid, donde tiene el domicilio fiscal, para así pagar un porcentaje muchísimo menor del que se paga aquí en Andalucía. Fiesta y jolgorio, disfrutar de la vida al máximo sin otra preocupación que mantener un patrimonio amasado a través del poder y el dominio ejercido sobre la pobre e ignorante gente de la tierra que tanto decía amar, y cuyos descendientes hoy le rinden pleitesía. No se trata de cortar cabezas, ni a ella ni a nadie; y mejor si tanto supo aprovechar los gozos que le brindó la vida; esa es la meta que deberíamos tener todas las personas, pero de ahí a ponernos de pie en su memoria, ¡venga ya!

lunes, 24 de noviembre de 2014

JIMMY'S HALL Historias que se repiten

Reino Unido-Irlanda-Francia 2014 109 min.
Dirección Ken Loach Guión Paul Laverty Fotografía Robbie Ryan Música George Fenton Intérpretes Barry Ward, Simone Kirby, Jim Norton, Francis Magee, Aisling Franciosi, Aileen Henry, Andrew Scott, Brian F. O'Byrne Estreno en España 21 noviembre 2014

Fiel a su equipo, en el que se incluyen el escritor Paul Laverty y el compositor George Fenton, y a su proverbial habilidad para remover conciencias, el director de Tierra y libertad o Buscando a Eric regresa al escenario en el que rodó hace algunos años El viento que agita la cebada, el entorno de la Guerra Civil Irlandesa, para contarnos la historia real de James Gralton, que fue deportado por las autoridades del país por incitar al libre pensamiento. Su crimen fue abrir un local social y cultural en el que las gentes, acuciadas por una crisis económica y un empobrecimiento paulatino, pudieran desarrollar su intelecto y su capacidad para solucionar problemas y necesidades. Acosado por la Iglesia Católica, en connivencia con el IRA, Gralton fue acusado de comunista, obligado a clausurar el local en el que se enseñaba arte y se acudía a bailar, y finalmente explusado al exilio por considerarse persona incómoda para los intereses de terratenientes y autoridades, a las que convenía más tener al pueblo adormecido y sometido. A nadie escapa que a Loach lo que le interesa no es tanto recuperar la memoria como adaptarla a la actual coyuntura social y política, la que estamos padeciendo en tantos países desarrollados del Mundo. Las conciencias están adormecidas, anestesiadas, sin lograr entender que quienes han corrompido nuestro bienestar y han ayudado a liquidar nuestros derechos son los mismos a los que se acude en masa a venerar en los altares de una supuesta modernidad cuando fallecen, y se les dedican obituarios generosos y minutos de silencio hasta en lugares públicos. En su primera mitad la cinta ofrece su lado más amable, las fiestas y bailes lugareños y la construcción de un sueño; la segunda acoge la pesadilla, la desilusión y la destrucción masiva de nuestras esperanzas. En el proceso Loach vuelve a mostrar sus cartas, agresivas y oportunistas, pero el resultado es eficaz y la empresa útil y necesaria. Una buena ambientación y algo más que correctas interpretaciones, dentro siempre de un contexto académico, clásico si se quiere, hacen el resto.

domingo, 23 de noviembre de 2014

2º CONCIERTO DE CÁMARA DE LA ROSS Transcripciones con encanto

2º concierto del XXV Ciclo de Música de Cámara de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Íñigo Sampil, piano. Anna Emilova y Susana Fernández, violines. Francisco Ainoza y José María Ferrer, violas. Sasha Louise Crisan, violonchelo. Programa: Mozart transcrito (Quinteto para cuerdas nº 2 K406, Quinteto para piano y vientos K452 transcrito para piano y cuerdas, Tres piezas de ópera). Sala Manuel García del Teatro de la Maestranza, jueves 2 de octubre de 2014

Íñigo Sampil
Una de las más destacadas virtudes que tienen estos conciertos matinales de cámara son sus exquisitos programas. Hay que celebrar el esfuerzo que supone trabajar estas piezas y que el resultado esté a la altura de conjuntos especializados; no hay que olvidar que los y las músicos de la Sinfónica trabajan en formación orquestal, sin la misma disciplina y complicidad que caracteriza a los conjuntos camerísticos, un género que sólo cultivan puntualmente y con distintas compañías.

Aprovechando la representación estos días de Don Giovanni, el programa giró sobre piezas del genio salzburgués transcritas para cuerda y piano, instrumento con el que tuvimos la oportunidad de comprobar la habilidad del director del Coro del Maestranza, Íñigo Sampil. Gracias a su oratoria supimos que en el cuarteto Non ti fidar, o misera de Don Giovanni las voces fueron oportunamente sustituidas por los timbres de la cuerda, dando como resultado una versión equilibrada aunque algo apagada. Completada con las otras dos óperas con libreto de Lorenzo Da Ponte, más enérgica y en estilo estuvo el aria Non più andrai de Las bodas de Fígaro, que también suena, como broma musical, en Don Giovanni. Mientras estas dos cumplían la tradición ambiental propia de las orquestas de salón, la adaptación de José Manuel Delgado, hecha ex profeso para este concierto, de Soave sia il vento de Cosí fan tutte, que Susana Fernández dedicó dulcemente a desearnos fortuna en nuestro devenir, merece más ser paladeada como obra singular e independiente, disfrutando además de una interpretación exquisita.

El mayor interés del programa residió en los dos quintetos elegidos, el primero transcrito por el propio Mozart a partir de su Serenata para ocho instrumentos de viento K388 para ofrecerlo en suscripción junto a sus dos grandes quintetos K515 y 516. Su tonalidad en Do menor da idea del sentido trágico y heroico de la partitura, que los músicos defendieron con sentido de la austeridad y del rigor contrapuntístico, aunque si bien confesaron recibir consejo del joven maestro ruso Maxim Emelyanychev que dirige estos días en el foso del Maestranza, evidenciaron haber ensayado con anterioridad, sin asumir del todo los rigores de la interpretación históricamente documentada, abuso del vibrato incluido. El carácter más amable y relajado del Quinteto K452, original para piano y viento, recibió un tratamiento refinado, con un perfecto diálogo concertante y una considerable variedad cromática.

Artículo publicado en El Correo de Andalucía el 24 de noviembre de 2014

NUNCA ES DEMASIADO TARDE Lástima de los que mueren en soledad

Título original: Still Life
Reino Unido 2013 92 min.
Guión y dirección Uberto Pasolini Fotografía Stefano Falivene Música Rachel Portman Intérpretes Eddie Marsan, Joanne Froggatt, Karen Drury, Andrew Buchan, Neil D'Souza, David Shaw Parker, Michael Elkin Estreno en España 21 noviembre 2014

A pesar de su apellido, Uberto Pasolini es sobrino de Luchino Visconti, y su mayor logro hasta el momento ha sido producir Full Monty. Está casado con la compositora Rachel Portman, y con ésta presenta su segunda película como director. Se trata de una fábula triste y desesperanzadora sobre un funcionario del Ayuntamiento de Londres que se encarga de encontrar familiares de gente que muere sola, y ofrecerles un funeral digno. Y como ese es su cometido también él tiene que ser gris y solitario, además de metódico, poco atractivo y chapado a la antigua. Con una mirada tan melancólica como su menester, Pasolini dedica casi todo su metraje a seguir las andanzas del pobre hombre, al que da vida el actor en alza Eddie Marsan, al que últimamente hemos visto en películas como Bienvenidos al fin del mundo y Filth, y que aunque lo hace muy bien, está muy condicionado por su físico. El asunto por lo tanto deviene un poco rutinario y aburrido, hasta que en el tercio final el encuentro con la hija de uno de sus desgraciados difuntos, a la que da vida Joanne Froggatt, que coincidió con Marsan en Filth, le proporciona algo de ilusión y esperanza. Claro que Pasolini, responsable también del guión, entiende, como tantos otros, que esas emociones no maridan bien con este tipo de personas marginales y poco adaptadas. Un final algo dulzón y patético remata la experiencia, válida si en definitiva de lo que se trata es de captar atmósferas y lanzar un grito a favor de tanta gente desfavorecida que puebla nuestro mundo. Ahorramos comentarios sobre la traducción del original Vida tranquila a un horroroso, maniqueo y difícil de retener título en castellano.

THOMAS VIVE Texto sobre la integridad, con comentarios

España 2013 105 min.
Dirección Antonio Cuadri Guión Claudio Crespo y Antonio Cuadri Fotografía Jorge Rodríguez Música Alejandro Cruz Benavides Intérpretes Moncho Sánchez-Diezma, Javier Centeno, Juan Motilla, Montse Rueda, Mery Delgado, Pablo Gómez Pando, Jorge Lora, Nacho Bravo, Néstor Barea, Juanfra Juárez, Cristina Carrasco, Fran y Álex García, Alejandro Cruz Estreno 21 noviembre 2014

Fred Zinnemann ganó en 1966 seis Oscar con Un hombre para la eternidad, film que adaptaba la obra de Robert Bolt sobre el infortunio sufrido por Thomas Moro cuando se negó a apoyar la posición de Enrique VIII contra la Iglesia Católica al pretender divorciarse de Catalina de Aragón para casarse con Ana Bolena. Casi cincuenta años después éste es el tema elegido también por Antonio Cuadri y Teatro Clásico de Sevilla para presentarnos esta singular y hasta rara película. Cuáles fueran las motivaciones de Moro para enfrentarse al Rey de Inglaterra es lo de menos cuando de lo que se trata es de mantener la integridad y la fidelidad a los propios principios y creencias. De igual modo poco importan cuáles hayan sido las motivaciones para que un realizador eminentemente comercial, que se dio a conocer con Al salir de clase y Cuéntame, y dio el salto a la gran pantalla con La gran vida, Eres mi héroe, La buena voz o El corazón de la tierra, se interese ahora por un proyecto tan aparentemente amateur y experimental. Un grupo de actores y actrices se reúnen en San Isidoro del Campo, en Santiponce, para ensayar una obra que narra las vicisitudes de Moro en sus últimos días a través de textos clásicos muy escogidos. La fuerza y la belleza de la palabra en manos de un grupo de aguerridos intérpretes, amantes de lo suyo y concienciados con lo que hacen. Sus propias vivencias o sus reflexiones sobre lo que están contando se van convirtiendo así, a los ojos del espectador, en acotaciones y comentarios al texto, contemporizándolos de tal manera que va enganchando e incluso emocionando a pesar de sus maneras algo rústicas y aparentemente despreocupadas, que pasan por una fotografía barata (prácticamente una cámara digital doméstica), una música apropiada pero sintetizada, y un montaje a menudo abrupto, además de cierto abuso del plano/contraplano. Y sin embargo emana fuerza, la que expiden sus textos y su intelectualidad subyacente, así como el buen trabajo de algunos de sus intérpretes, muy especialmente el muy matizado y elegante de Moncho Sánchez-Diezma dando vida al protagonista, y el puntualmente candoroso de Mery Delgado recreando el amor de una hija entregada y comprensiva. También aciertan Juan Motilla como el Cardenal Wolsey y Jorge Lora como Cromwell, curiosamente más que cuando incorporan a los actores que los encarnan. El resultado es una emotiva historia sobre la integridad dirigida a amantes del teatro y de las grandes emociones humanas.

sábado, 22 de noviembre de 2014

REPOSICIÓN DE DON GIOVANNI EN EL MAESTRANZA Un Mozart a medio Gas

Ópera de Wolfgang Amadeus Mozart con libreto de Lorenzo Da Ponte. Maxim Emelyanychev, dirección musical y clave. Mario Gas, dirección de escena. José Antonio Gutiérrez, reposición puesta en escena. Elisa Crehuet, ayudante de dirección de escena. Íñigo Sampil, dirección del coro. Ezio Freigerio, escenografía. Franca Squarciapino, vestuario. Juan Manuel Guerra, iluminación. Con Carlos Álvarez, David Menéndez, Yolanda Auyanet, Maite Alberola, Rocío Ignacio, David Lagares, José Luis Sola, Pavel Daniluk. Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Orquesta Barroca del Conservatorio Superior de Música “Manuel Castillo” de Sevilla. Coro de la A.A. del Teatro de la Maestranza. Producción del Teatro de la Maestranza. Viernes 21 de noviembre de 2014

Noviembre es el mes de los difuntos y de Don Juan, y nada mejor para celebrarlo que programando Don Giovanni para inaugurar la temporada operística de la ciudad, coincidiendo en cartelera con la versión que Blanca Portillo presenta de Zorrilla en el Lope de Vega. Pero aun siendo una producción propia del Maestranza – quizás la última en la que pudo embarcarse antes de estallar de pleno la crisis – no nos parece desde luego notable ni mucho menos memorable. Caracterizada por su indefinición, temporal y espacial así como conceptual, porque no acierta a ambientar la historia en ningún lugar concreto, a veces el sur (la mafia, palmerales a la luz de la luna, da igual si España, Italia o donde sea), otras Venecia (el vestuario se inspira ocasionalmente en ella), o la costa Brava o incluso la Azul (los toques modernistas de la escenografía), ni un tiempo cierto, deambulando entre unos años veinte que no aportan nada a la dramaturgia, y finales del siglo XVIII a fuerza de bailes de máscara y otras licencias. En cuanto a su ética, confunde libertad con libertinaje. Nada que reprochar a los hábitos lujuriosos del personaje, pero en cuanto a burlador y asesino no merece ese ridículo final que Mario Gas le reserva y que tampoco hace que la función resulte atrevida. La producción es ambiciosa, y con esta reposición más, pero no notable. No destacan ni siquiera el vestuario ni los decorados de los oscarizados Franca Squarciapino y Ezio Frigerio. Eso sí, con respecto a 2008 se ha reforzado el trabajo actoral de forma considerablemente positiva, y recurrido a soluciones tan divertidas y gozosas como hacer cantar a sus intérpretes a lo largo y ancho de la platea en varias ocasiones.
 
Estos días se ha creado cierta expectación en relación al jovencísimo director ruso Maxim Emelyanychev, reconocido apasionado del Barroco y el Renacimiento; una apuesta fuerte del Teatro de la Maestranza que se saldó con muy buenos resultados. La suya es una batuta inquieta, respetuosa con los modernos criterios historicistas pero sin estridencias ni salidas de tono. Un trabajo considerable, exquisito y equilibrado que hizo sonar Mozart con dinámicas muy estudiadas, refinados contrastes y elegantes transiciones, marcando perfectamente el ritmo y sin dejar caer en ningún momento la tensión. A todo ello respondió perfectamente, con mucha disciplina y empeño, tanto la orquesta en el foso como la Barroca del Conservatorio en sus breves apariciones sobre el escenario y bajo la tutela de Valentín Sánchez.
 
Lástima que semejante calidad no se apreciase en las voces, no por insuficientes sino por no acertar en general a traducir la fineza, la volatilidad y la elegante ligereza de la música de Mozart. Sea por la puesta en escena, el elenco tutto spagnolo o la tendencia a la sobreactuación, en el primer acto nos pareció vislumbrar inoportunos aires zarzueleros, lo que apunta poco sobre la presencia mozartiana en los atriles. La segunda simplemente resultó sosa, y en general el espectáculo plomizo. Fue debido a las razones estéticas apuntadas arriba, pero también al estilo canoro con el que fue abordada la extraordinaria partitura. Cabe reconocer al barítono malagueño Carlos Álvarez su capacidad para reponerse y ofrecer un trabajo convincente, por mucho que lo apreciáramos mermado en potencia y proyección, pero sobrado en calidad tímbrica y delicadeza en fraseo y modulación. No cabe decir lo mismo de sus compañeras, especialmente Maite Alberola, que dejó clara su capacidad torácica pero tendió frecuentemente a la estridencia, sin apenas sentimiento en sus incursiones, de Non ti fidar a Mi tradi, quell’alma ingrata. La sevillana Rocío Ignacio cantó bien y estuvo graciosa, atinando sobre todo en Batti, batti y demostrando que no es sólo una cara bonita. Y Yolanda Auyanet acertó en tono dramático pero acusando demasiada rigidez, prácticamente como todos y todas en el elenco, sin esa exquisitez que caracteriza a Mozart y sin la grandeza que demanda la partitura. Faltó emoción y sutileza, y ninguno de los memorables números del título llegó a lucir lo suficiente, aunque algunos, como José Luis Sola en Or che tutti, o mio tesoro, pusieran empeño en ello. El joven bajo David Lagares como Masetto mantuvo el tipo, siempre dentro de ese tono general de rigidez canora, no tanto actoral, que caracterizó al elenco. Desafortunada y ridícula fue la solución de sustituir la estatua del comendador por un ataúd de vampiro flanqueado por ciriales barrocos sevillanos y coronas de flores; dentro, Pavel Daniluk no fue capaz de descargar toda la autoridad y rotundidez que exige su personaje. Al final, como suele pasar, el más aplaudido, junto a Álvarez, fue el asturiano David Menéndez como Leporello, un rol agradecido y bufonesco con el que es difícil fracasar desde que a poco de empezar entona el catálogo de conquistas del Casanova español.

viernes, 21 de noviembre de 2014

MATAR AL MENSAJERO Droga legal no conviene a guerra ilegal

Título original: Kill the Messenger
USA 2014 112 min.
Dirección Michael Cuesta Guión Peter Lendesman, según los libros de Nick Schou y Gary Webb Fotografía Sean Bobbitt Música Nathan Johnson Intérpretes Jeremy Renner, Rosemary DeWitt, Ray Liotta, Andy García, Paz Vega, Oliver Platt, Robert Patrick, Barry Pepper, Michael Sheen, Mary Elizabeth Winstead, Tim Blake Nelson
Estreno en España 14 noviembre 2014

Desde siempre los americanos han sido unos artistas a la hora de denunciar sus propias miserias, aunque luego nunca pasa nada y todo sigue igual. El género periodístico como medio para evidenciar la corrupción de un sistema que no es todo lo perfecto que nos venden, ha dado muy buenos frutos a lo largo de la historia del cine, desde Un gran reportaje (y sus remakes) a Todos los hombres del presidente, el cine ha ido desgranando los problemas políticos y sociales de Estados Unidos, analizándolos y sometiéndolos a juicio. El género es apasionante por sí mismo, como lo es el periodismo de investigación que le sirve de base, y que tan poco desgraciadamente se realiza en nuestro país, donde lo más cómodo es acudir a ruedas de prensa y notas manipuladas, dando por cierto lo que pueden no ser más que artimañas y publicidad gratuita. Precisamente ahí radica el mayor valor de esta correcta película, académica y clásica, sin riego ni relieve, pero que retrata con respeto y admiración esa vertiente informativa tan interesante como absolutamente necesaria. Jeremy Renner da vida a uno de esos reporteros intrépidos, Gary Webb, que en los noventa del pasado siglo desveló la vinculación de la CIA con el narcotráfico sudamericano para financiar guerras ilegales e intervencionistas, con daños colaterales para la población más deprimida de los propios Estados Unidos. Michael Cuesta, que se curtió en series como A dos metros bajo tierra y Dexter, y realizó un par de interesantes películas, L.I.E. y El fin de la inocencia antes de ésta, dirige con oficio y profesionalidad, aunque el film interesa más en su primera parte, cuando se descubren los entresijos denunciados, que en .la segunda en la que asistimos a las consecuencias para Webb y su familia. En el camino se evidencia también la pasividad de los medios de comunicación, que en aquella época estuvieron más atentos a los escándalos sexuales de Clinton que a la mierda de su agencia de inteligencia y el deterioro paulatino de su sociedad. Renner hace un trabajo sobresaliente, acompañado en pequeñas intervenciones por un elenco solvente y atractivo, incluida Paz Vega luciendo palmito.

ORÍGENES Ciencia espiritual

Título original: I Origins
USA 2014 106 min.
Guión y dirección Mike Cahill Fotografía Markus Förderer Música Will Bates y Phil Mossman Intérpretes Michael Pitt, Brit Marling, Astrid Bergès-Frisbey, Steven Yeun, Cara Seymour, Archie Panjabi, Kashish Estreno en España 14 noviembre 2014

Mike Cahill y Brit Marling presentaron hace un par de años una interesante película titulada Otra Tierra, en la que se permitían filosofar sobre la existencia de los seres humanos a través de una historia que tenía como referente un duplicado de la Tierra divisible desde nuestro planeta. Ahora vuelven, aunque ella se limita a interpretar y deja el trabajo de guionista a su compañero sentimental, con otro trabajo enmarcado igualmente en la ciencia ficción como vehículo para plantear cuestiones de carácter trascendental para el sentido de nuestra vida. Utilizando la premisa y tesis del iris ocular como base genética del ser humano, Cahill propone un drama en el que mezcla hábilmente romance, fantasía y ciencia para establecer un nexo de esta última con el espíritu, generando una alternativa nueva a la clásica contraposición entre la fe y la razón, la religión y la ciencia. Gracias a una narración fluida y ágil y el atractivo de unos protagonistas que saben dar a sus personajes el toque de ambigüedad necesario para generar cierta fascinación, el producto avanza con generoso interés, atrapando paulatinamente y desplegándose ante nuestros ojos con habilidad y entusiasmo, a pesar de que maneja teorías que exigen del espectador una carga considerable de complicidad. Si cabe hacerle algún reproche es su tendencia a generar estéticas próximas a la publicidad, especialmente la de perfume, con personajes muy a la moda y a menudo en pose de pasarela. Obtuvo el premio a la mejor película en Sitges y también fue premiada en Sundance.

miércoles, 19 de noviembre de 2014

ESCOBAR: PARAÍSO PERDIDO Terror en estado puro

Título original: Escobar: Paradise Lost
España-Francia-Bélgica-Panamá 2014 120 min.
Guión y dirección Andrea Di Stefano Fotografía Luis David Sansons Música Max Richter Intérpretes Benicio del Toro, Josh Hutcherson, Brady Corbet, Claudia Traisac, Carlos Bardem, Ana Girardot Estreno en España 14 noviembre 2014

La vida del político y narcotraficante colombiano, artífice del Cartel de Medellín, Pablo Escobar, ha sido llevada al cine y la televisión en varias ocasiones; la última, La balada de Pablo Escobar, se prepara ahora y tiene como protagonista a John Leguizamo. Lo que nos propone Andrea Di Stefano, actor italiano al que hemos visto en películas como La vida de Pi y Nine, en su primera cinta como director, es una imagen del personaje desde el descubrimiento, respeto y cierta fascinación al principio, y puro terror más adelante, de alguien ajeno a su mundo. Un joven surfero se enamora de la hermosa sobrina del capo, y a partir de ahí entra en su mundo, inocente e ignorante de donde se mete y las consecuencias que ello traerá consigo. El realizador acierta al adoptar ese punto de vista y contagiarnos de la mirada y percepción del joven protagonista, mostrándonos ese personaje ambiguo que se gana a un pueblo miserable a través de limosna y caridad, atiende a los suyos con enorme cariño y consideración, y es incapaz de mostrar compasión alguna ante quienes considera sus enemigos u obstáculos tanto en los negocios como en su carrera política. A esa imagen fraternal y a la vez terrorífica de Escobar contribuye la excelsa interpretación de Benicio del Toro, que aunque no acapara toda la duración del film, se erige en su mayor atracción con un trabajo matizado y perfectamente interiorizado; mientras el joven Josh Hutcherson (Los juegos del hambre) hace un trabajo solvente y convincente. El pulso firme y seguro del director consigue dos horas de tensión y desasosiego casi sin pausa ni respiro, mientras va mostrando el horror más inimaginable en esta vorágine de terrorismo y ajustes de cuentas que escenifica en lo que es una nueva versión, moderna y macarra, del universo de El Padrino. Una fotografía luminosa y nítida y la inquietante música de Max Richter aderezan un producto tan entretenido como espeluznante.

EL AMOR ES EXTRAÑO La emoción de los sentimientos

Título original: Love Is Strange
USA-Francia 2014 94 min.
Dirección Ira Sachs Guión Ira Sachs y Mauricio Zacharias Fotografía Christos Voudouris Intérpretes Alfred Molina, John Lithgow, Marisa Tomei, Darren Burrows, Charlie Tahan, Eric Tabach, Cheyenne Jackson, Manny Perez, Christine Kirk
Estreno en España 7 noviembre 2014

Tras coquetear con la comedia romántica en películas como El juego del matrimonio, Ira Sachs ofreció lo mejor de sí hace un par de años con la película de temática gay Keep the Lights On, por mucho que a algunas personas no nos convenciera. Desde una situación ya más integrada en la industria norteamericana, como ocurriera en la primera de las películas citadas, donde dirigió a estrellas como Pierce Brosnan, Chris Cooper y Rachel McAdams, presenta ahora un nuevo trabajo enmarcable tambien dentro del tema homosexual, con un concepto y una intención netamente románticas. Como eje central cuenta las desventuras de una pareja gay madura tras contraer matrimonio en Nueva York. La madurez de los protagonistas constituye su primer acierto, hartos como estamos de los estereotipos de guapos y masculinos homosexuales, aunque de lo segundo no prescinde el libreto. La pérdida del trabajo y la dificultad para encontrar un hogar asequible a la nueva situación económica nos sitúan además en una coyuntura lamentablemente familiar estos días, la que nos ha dejado una crisis económica en la que como siempre las víctimas son los inocentes. Pero a su alrededor, en hogares siempre habitados en los que cada uno de los dos protagonistas se sienten extraños, surgen una serie de personajes, algunos de ellos tan secundarios como prácticamente figurantes, que personifican otros tipos de relaciones románticas, diversificando el abanico de posibilidades que el amor tiene en nuestra vida, y dándole juego al título propuesto por la película. Un matrimonio intelectual con poca relación pero mucha confianza, un adolescente que descubre mundo de la mano de su mejor y más espabilado amigo, o una típica relación en la que a más interés de una de las partes, menos de la otra. Lo mejor es el respeto y la elegancia con la que Sachs utiliza el material, sin extremismos ni aspavientos, sin caídas de ritmo ni tensión dramática, y con un mesurado sentido de la emotividad y la ternura que acaban haciendo de esta película un testimonio poético y maduro sobre las relaciones de pareja, el amor incondicional y el apoyo más generoso y entregado de un ser humano hacia otro. John Lithgow borda su papel, mientras Alfred Molina aporta fuerza y energía, y Marisa Tomei vuelve a demostrar lo buena actriz que es y lo desaprovechada que está.

DIPLOMACIA Estrategia dialéctica contra la debacle

Título original: Diplomatie
Francia-Alemania 2014 88 min.
Dirección Volker Schlöndorff Guión Cyril Gely y Volker Schlöndorff, según la obra del primero Fotografía Michel Amathieu Música Jörg Lemberg Intérpretes André Dussollier, Niels Arestrup, Burghart Klaussner, Robert Stadlober, Charlie Nelson, Jean-Marc Roulot Estreno en España 14 noviembre 2014

La larga trayectoria de Volker Schlondörff como director es bastante irregular. No ha logrado en cincuenta años sobrepasar la cota que supuso en 1979 El tambor de hojalata. Desde entonces ha errado más que acertado con títulos como El amor de Swan, El cuento de la doncella o El ogro, a falta de juzgar sus trabajos en Ulzhan y La mer à l'aube, sus últimos trabajos no estrenados en España. Sin embargo, en Diplomacia, que se ha alzado con los premios al mejor director y actor (Niels Arestrup) en la pasada Seminci, echa mano de una obra de teatro para contarnos con considerable fortuna la última noche de ocupación nazi en París. Un tema y unos personajes que ya aparecían en el clásico de René Clement ¿Arde París? y que ahora se centran en el gobernador militar alemán Dietrich von Choltitz (aquí Arestrup, allí Gert Fröbe) y el cónsul general sueco en París Raoul Nording (ahora Dussollier, entonces Orson Welles). Hitler había ordenado hacer saltar por los aires los monumentos más significativos de la ciudad y Choltitz debía ejecutar la orden. En esta ingeniosa obra teatral asistimos a los argumentos y artimañas esgrimidas por Nording para evitar semejante debacle. Schlöndorff utiliza el material con respeto y academicismo, siguiendo patrones clásicos de la adaptación cinematográfica, centrándose en un duelo interpretativo de notables reminiscencias escénicas, pero dejando respirar de vez en cuando la claustrofóbica situación para salir al exterior, mostrar imágenes de archivo o exhibir los movimientos de otros personajes secundarios, entre los que destacan soldados alemanes y colaboracionistas involuntarios franceses. El producto acaba resultando breve, didáctico e interesante, aunque no logra alcanzar el nivel de excelencia que el material demandaba, con todo ser lo mejor de este mítico realizador en mucho tiempo.

martes, 18 de noviembre de 2014

KAPLAN Mejores intenciones que resultados

Título original: Mr. Kaplan
Uruguay 2014 98 min.
Guión y dirección Álvaro Brechner Fotografía Álvaro Gutiérrez Música Mikel Salas Intérpretes Héctor Noguera, Néstor Guzzini, Rolf Becker, Nidia Telles, Nuria Fló, Leonor Svarcas, Gustavo Saffores, Hugo Piccinini

El joven realizador uruguayo Álvaro Brechner nos ofreció hace unos años una estupenda película sobre la amistad en Mal día para pescar. Ahora, y con la colaboración en el guión del protagonista de aquella, el español Gary Piquer, reincide en el tema pero con peores resultados. La poca química entre la pareja protagonista y la falta de interés en lo que cuenta, además de un pintorequismo recurrente, hacen que la película no funcione como debiera. Aún así compite en los festivales de Huelva y Mar del Plata y ha sido seleccionada por su país para acudir a los Goyas y los Oscar. Cuenta a modo de fábula las tribulaciones de un anciano para desenmascarar a un antiguo nazi refugiado en el país latinoamericano, para lo que se hace ayudar de un humilde fracasado que le presenta su familia con el fin de que le trabaje de chófer. Colorista y bien intencionada, la película cabalga entre investigaciones carentes de intriga y versimilitud; tampoco su pretendida emotividad encuentra salida satisfactoria, mientras la previsibilidad se va adueñando de la función y la empatía con los personajes va progresivamente perdiendo fuerza. Aunque sus protagonistas hacen un trabajo digno y solvente, las caídas de tensión son frecuentes y el interés de la narración va decayendo progresivamente, lo que convierte el producto final en una cinta tan amable como intrascendente y prescindible.

COHERENCE Gente multidimensional

USA 2013 89 min.
Dirección James Ward Byrkit Guión James Ward Byrkit y Alex Manugian Fotografía Nic Sadler y Arlene Muller Música Kristin Øhry Dyrud Intérpretes Emily Baldoni, Maury Sterling, Nicholas Brendon, Lorene Scafaria, Elizabeth Gracen, Hugo Armstrong, Alex Manugian, Lauren Maher Estreno en España 24 octubre 2014 (en Sevilla 14 noviembre)

De poco le sirvió a James Ward Bykrit haber sido uno de los creadores de Rango, el personaje que saltó a la fama en la película de Gore Verbinski y el videojuego del mismo título, a la hora de enfrentarse a su primer largometraje como realizador en lo que a presupuesto se refiere. Sin estrellas en el reparto ni apenas recursos para presentar un producto aseado, ha tenido que refugiarse en la mareante cámara en mano y una alarmante escasez de iluminación para contarnos una electrizante historia de sucesos paranormales y explicaciones metafísicas. Sin embargo la necesidad le ha venido bien y sirve precisamente para contribuir a generar esa atmósfera de inquietud y desasosiego que en última instancia es el objetivo de esta singular cinta. En ella el paso de un cometa va a provocar situaciones inexplicables y aterradoras en un grupo de amigos y amigas que se reúnen en una casa para cenar, tal como ocurriera un siglo atrás en Finlandia en circunstancias parecidas. Jugando con esa teoría siempre fascinante de cómo sería nuestra vida de haber tomado decisiones distintas a las realmente adoptadas, así como combinando las distintas personalidades que anidan en cada ser humano, Byrkit realiza una interesantísima película en la que los hechos inexplicables que se suceden se tornan convincentes gracias a correctas interpretaciones, buen sentido del ritmo y la narración, y una convicción general en el equipo que contagia al espectador. Podemos perdernos en la amalgama de posibilidades que propone, pero a la larga el producto se disfruta plenamente e impulsa con originalidad y frescura el a menudo anquilosado panorama del cine de terror y fantasía, género que gracias a sus millones de seguidores se erige en el más puro y cinematográfico por antonomasia. Mejor guión y Premio del Jurado Joven en Sitges 2013.

lunes, 17 de noviembre de 2014

INTERSTELLAR Ciencia, ficción y liturgia

USA-Reino Unido 2014 169 min.
Dirección Christopher Nolan Guión Jonathan y Christopher Nolan Fotografía Hoyt Van Hoytema Música Hans Zimmer Intérpretes Matthew McConaughey, Anne Hathaway, Jessica Chastain, John Lithgow, Mackenzie Foy, Michael Caine, Wes Bentley, David Gyasi, Matt Damon, Timothée Chalamet, Ellen Burstyn, Casey Affleck, Topher Grace Estreno en España 7 noviembre 2014

Cuando Christopher Nolan estrenó Memento muchos nos preguntamos si sería capaz de mantener una filmografía tan sorprendente e innovadora como aquel debut; pensamos entonces que tendríamos que calibrar su talento como director de cine a partir de un título más convencional. Sin embargo Nolan, haciendo gala de un ingenio sin precedentes, logró seguir haciendo carrera a partir de cintas cada vez más elaboradas y sorprendentes, sin bajar la guardia aunque mostrándose más y más pretencioso con cada nuevo título. Elevó a la categoría de ser atormentado y psicológicamente complejo a los hasta entonces frívolos y divertidos superhéroes, a través de la trilogía de El caballero oscuro, e intercaló estos títulos con otros de tanto ingenio tecnológico como dramático, caso de la desconcertante Origen. Por eso no cabía esperar otra cosa de este viaje intergaláctico suyo que otra vuelta de tuerca que no se asemejase mucho a lo visto hasta ahora. Su particular expedición a otros planetas y galaxias lo ha querido revestir de veracidad, de forma que se ha fijado más en la escenografía y acabado estético de cintas como Elegidos para la gloria y Apolo XIII que en otras de mayor depuración técnica y más sofisticados efectos visuales. A partir de ahí la odisea de Nolan vuelve a adoptar fórmulas religiosas, convirtiendo toda la pieza, con inestimable ayuda de la omnipresente a la vez que muy estimulante música de Hans Zimmer, en puro ritual litúrgico. Con él Nolan se atreve a filosofar sobre la raza humana y las relaciones afectivas desde un punto de vista místico y religioso. El suyo es un Universo que domina nuestro destino y mueve los hilos como si de un Dios se tratara. En él habitan sus apóstoles, y a la vez sus padres de la Humanidad, a imagen y semejanza de Adán y Eva, personajes bíblicos que son y seguirán siendo siempre más jóvenes que nosotros, las almas que han salvado. En sus casi tres horas de entretenimiento cabe de todo, épica fordiana en una tierra castigada por plagas y tormentas de polvo; parques temáticos en unas galaxias en las que agujeros de gusano, bucles y túneles negros sirven para impulsar y explicar una trama que exige mucha condescendencia por parte del público, mientras una barroquísima amalgama de datos seudocientíficos se encargan de poner el acento intelectual y complejo a un argumento que persigue hacer caja y a la vez intentar dar una explicación al sentido de la Humanidad y su instinto de supervivencia. No son gratuitas las comparaciones con Kubrick y 2001, pero donde ahí había sugerencia y magia aquí hay palabrería y determinismo, así como una grosera tendencia a la manipulación ideológica y religiosa en la que sólo tiene cabida el orden establecido, la familia, los superpoderes y la alabanza a Dios. El sello Nolan a la hora de crear espacios imposibles se concentra en una quinta dimensión tan fascinante como ininteligible, y que hace aparición casi al final del espectáculo. Por todo ello no cabe banalizar ni reducir esta propuesta, sin duda una buena película que no obstante merece no pocos reparos.

sábado, 15 de noviembre de 2014

IX FESTIVAL DE CINE EUROPEO DE SEVILLA (y 8)

LA FOSSA
España 2014 90 min.
Dirección Pere Vilà i Barceló Guión Laura Merino y Pere Vilà i Barceló Fotografía José Luis Bernal Intérpretes Josep María Domènech, Josefina Espinosa, Lluís Homar, Àlex Monner, Emma Vilarasau. Las nuevas olas

Vilà i Barceló debutó en el largometraje en 2007 con Pas a nivell, que se pudo ver en Gijón y San Sebastián pero no conoció estreno comercial. En su siguiente película, La lapidación de St. Étienne, nos habló del particular desahucio sufrido por un anciano, logrando el Premio Fipresci en el Festival de Valladolid de 2013; conoció una distribución muy limitada, sólo en nuestro país. Ahora vuelve a interesarse por la volubilidad de los ancianos en su nueva película, estrenada en Sevilla, donde aparece el dramático e insondable problema de la memoria histórica. Mucho nos lamentamos que tampoco llegue a un buen número de público. El problema es su falta de habilidad para contar una historia e involucrar con ella al espectador. Poca justicia han recibido en este país los represaliados de Franco y la Guerra Civil. Hace sólo unos días conocíamos la negativa de la Justicia española a entregar fascistas a Argentina para ser juzgados ante nuestra pasividad; así es fácil hacer una transición suave, a costa del dolor de los perdedores. Esta película en blanco y negro tiene tres partes; las extremas no funcionan a pesar del esforzado y entrañable trabajo de interpretación de Josep María Domènech, lo mejor de la cinta. Tomas largas, encuadres caprichosos y fueras de plano que no aportan nada a la dramaturgia. El sector central es todo lo contrario, mucha verborrea, gran lastre de nuestro cine, y sobreactuaciones, especialmente una hiératica Emma Vilarasau, además de continuos y bruscos cambios de humor en sus protagonistas. Lástima porque debía conmover y no lo consigue, más bien aburre e invita paulatinamente al desinterés más alarmante.

Artículo publicado en El Correo de Andalucía el sábado 15 de noviembre de 2014

WHITE GOD (Fehér isten)
Hungría-Alemania-Suecia 2014 119 min.
Dirección Kornél Mundruczó Guión Kornél Mundruczó, Viktória Petrányi y Kata Wéber Fotografía Marcell Rév Música Asher Goldschmidt Intérpretes Zsófia Psotta, Sándor Zsótér, Lili Horváth, Szabolcs Thuróczy, Lili Monori, Gergely Bánki, Tamás Polgár. Selección EFA

La naturaleza ha sido desde siempre fuente para generar traumas y fobias. El cine de terror se ha inspirado frecuentemente en el reino animal, desde las hormigas en Cuando ruge la marabunta a las arañas en Aracnofobia, pasando por las abejas en El enjambre, los mamíferos en La senda de los elefantes, o el más famoso de todos, el Tiburón. Salvo en este último más célebre, suelen protagonizar historias apocalípticas, de rebelión y ataque en masa, provocando la desolación a su paso. Y de eso trata esta película que se ha paseado por media geografía festivalera y promete llegar a las pantallas comerciales de un buen puñado de países. El realizador húngaro Kornél Mundruczó cosechó cierta fama en Europa con sus películas Johanna y Delta, y participó en la sección oficial de nuestro festival en 2010 con Tender Son, una aburrida y pretenciosa revisitación del mito de Frankenstein en la que el director se reservaba el papel protagonista, un director de cine padre biológico de la criatura. También aparece en White God, título internacional de su nueva película, aunque como sádico secundario. Una manada de perros comandada por un dócil perro de compañía que se rebela tras sufrir abandono, vejaciones y cruel adiestramiento como perro de pelea, siembra el terror en las calles de Budapest. Su título internacional hace un juego de palabras con el clásico de Samuel Fuller de 1982 en el que Kristy McNichol se las tenía que ver con un perro rabioso que mataba gente de color. Aquel perro blanco se ha convertido ahora en perro amo, dios o jefe, y sólo su jovencita dueña, estudiante de música, podría quizás pararlo. La cinta recorre varios géneros sin decantarse por ninguno en concreto. Mientras las correrías de Hagen, el can que le ha valido a sus intérpretes, Luke y Body, un simpático premio en Cannes, y una perrita amiga huyendo de peligros y persecuciones, recuerdan al universo de Disney, música emotiva incluida, los problemas en el entorno familiar de la niña rozan el melodrama, la intención del film se enmarca en la denuncia, y finalmente el estallido de rabia final entra de lleno en el terror apocalíptico, aunque su realizador se reprima a la hora de mostrar sangre y vísceras. Haber sabido combinar moderadamente la mezcla, insuflarle ritmo y un buen acabado técnico y formal, le ha valido convertir su película en una de las sensaciones europeas del año y lograr en Cannes el premio en la sección Un Certain Regard. La Rapsodia Húngara de Liszt, que la joven protagonista ensaya repetidamente junto a sus compañeros y compañeras de conservatorio, hace el resto.

Artículo publicado en El Correo de Andalucía el sábado 15 de noviembre de 2014

viernes, 14 de noviembre de 2014

XI FESTIVAL DE CINE EUROPEO DE SEVILLA (7)

BIRD PEOPLE
Francia 2014 127 min.
Dirección Pascale Ferran Guión Guillaume Bréaud y Pascale Ferran Fotografía Julien Hirsch Música Béatrice Thiriet Intérpretes Josh Charles, Anaïs Demoustier, Roschdy Zem, Taklyt Vongdara, Geoffrey Cantor, Camélia Jordana, Radha Mitchell.
Sección oficial

Quien más y quien menos ha soñado alguna vez ser un pájaro, y más específicamente un gorrión, el más pequeño, despreocupado, aparentemente feliz y, sobre todo, libre de cuantos conocemos en un ámbito más o menos vulgar. Cuando más encorsetados nos vemos, más presionados y con un mayor peso de nuestras obligaciones nos sentimos, observar un pájaro con su simpático movimiento nos provoca un sentimiento combinado de agrado y envidia. Una evasión parecida a la de un gorrión es lo que nos propone Pascale Ferran, realizadora que ya visitó el Festival de Sevilla hace unos años con su particular versión de El amante de Lady Chatterley, en esta extraña película que podríamos considerar una comedia romántica. Dotada de un prólogo, una introducción y dos capítulos, su película peca sin embargo de excesivo metraje, lo que lastra sus posibilidades y hace su discurso innecesariamente largo y farragoso. En el prólogo asistimos a la vorágine de la gran ciudad, ilustrada de forma tan recurrente como poco original, en trenes y metros, donde la gente parece encontrar un oasis de intimidad y aislamiento tan sólo en los cascos de música. Posteriormente en la introducción conocemos a los dos protagonistas de la función, dos personas en principio sin nada que ver más que comparten un mismo espacio, un impersonal hotel en las afueras de París, situado estratégicamente junto a un gran aeropuerto, paradigma de la huida y el cambio. Ella es camarera del hotel y él un huésped americano en viaje de negocios. En los capítulos asistiremos a dos formas distintas de escapismo, una convencional, de ruptura y trauma, pero de cualquier forma liberadora; la otra, mágica y literal. Ferran empeña sin embargo demasiado tiempo y parsimonia para contárnoslo, y aunque acierta al sorprender, se pierde en su discurso pretenciosamente poético y metafísico, a la vez que fuerza en exceso un desenlace no por muy esperado convincente. El reparto internacional y la duplicidad idiomática contribuyen a hacer el producto más atractivo, pero no a elevarlo por encima de la superficialidad e incluso de la ingenuidad. Las continuas alusiones al esclavismo en el que nos vemos inmersos son demasiado evidentes, como esa esposa abandonada y victimista que no ve horizonte más allá de lo que se espera tradicionalmente de la vida, o los continuos flashes publicitarios que nos agobian, en calles y televisiones, así como el sempiterno consumismo y el destino predeterminado en necesidades coyunturales, sin reflexionar sobre si otro estilo de vida es posible, si es posible encontrar la felicidad de una forma menos planificada y convencional.

Artículo publicado en El Correo de Andalucía el viernes 14 de noviembre de 2014

LA SAPIENZA
Italia-Francia 2014 100 min.
Guión y dirección Eugène Green Fotografía Raphaël O'Byrne Intérpretes Fabrizio Rongione, Christelle Prot, Ludovico Succio, Arianne Nastro, Hervé Compagne, Sabine Ponte, Gilles Tonnelé. Sección oficial

Resulta complicado volcar en tan sólo unas líneas, y con la premura de sentarse ante el ordenador inmediatamente después de la proyección y antes del cierre de la edición, lo que inspira y transmite una joya de orfebrería tan precisa como ésta. Nuestro protagonista es un arquitecto de gran reputación que observa desilusionado cómo todo aquello por lo que había luchado, y tras conseguir imponerse como artista, cae en manos de administraciones y empresas sin prejuicios ni principios, en un mundo en el que la destrucción se impone a la edificación, y en el que nada importa el pasado, nuestro legado. Es como si Howard Roark, el protagonista de El manantial, después de tanto luchar para ser reconocido y hacer valer su arte en libertad, volviera a sufrir la manipulación de la vulgaridad en favor del capital. Apenas encuentra consuelo en su esposa, hasta que en un viaje en Italia, la cuna del arte, la luz y la emoción, y tras conocer un par de ávidos e inquietos hermanos adolescentes, emprenderá un camino de descubrimiento tan enriquecedor como revelador. El suyo será el encuentro de una única religión basada en la satisfacción del conocimiento, de sentirse vivo a través de nuestra herencia cultural, y atrapar la capacidad para emocionarse y alcanzar la felicidad con la belleza alrededor. En la forma la película de Eugène Green recuerda a Oliveira, con gestos precisos y económicos, dicción perfecta y pausada, y cierta irrealidad de conjunto. En el fondo el discurso es más directo y sencillo, y por extensión resulta más fácil emocionarse con él. Podría ser cursi, lánguida, pretenciosa, y sin embargo está llena de vida, fuerza y energía, con una relación de colaboración entre jóvenes y adultos como pocas veces se ha visto en pantalla.

Artículo publicado en El Correo de Andalucía el viernes 14 de noviembre de 2014

AIMER, BOIRE ET CHANTER
Francia 2014 108 min.
Dirección Alain Resnais Guión Alain Resnais y Laurent Herbiet, según la comedia “La vida de Riley” de Alan Ayckbourn Fotografía Dominique Bouilleret Música Mark Snow Intérpretes Sabine Azéma, Hippolyte Girardot, Caroline Sihol, Michel Vuillermoz, Sandrine Kiberlain, André Dussollier. Sección oficial

Para su último film Resnais se fijó precisamente en una comedia en torno a la muerte, sobre tres parejas a las que la grave enfermedad de un séptimo amigo les provocará una serie de revulsivos relacionados con los celos, la envidia y el amor. Para el director de Hiroshima mon amour, El año pasado en Marienbad y Providence esta película no es gran cosa, pero como testamento cinematográfico tiene un considerable valor. Es la tercera vez que adapta al francés una obra de Alan Ayckbourn; antes fueron Smoking/No Smoking y Asuntos privados en lugares públicos, que también se pudo ver en este festival. Como en éstas, On connait la chanson y Las malas hierbas (otra cinta que tuvo su estreno español en Sevilla), realiza un particular ejercicio nostálgico en el que las relaciones sentimentales y sexuales en personas de edad madura tienen un protagonismo poco habitual en el cine actual. Habiendo decidido rodar en decorados en lugar de Yorkshire, donde se ambienta la trama, la falta de presupuesto parece haber obligado a unos sets austeros inspirados en una representación de La gaviota de Chejov que el director vio siendo muy joven, aunque sin renunciar al espléndido colorido que caracteriza sus últimas producciones y que también tiene su reflejo en el vestuario. El tratamiento dramático es el de típico vodevil, con interpretaciones pasadas de rosca y un ambiente decadente y aburguesado en el que cuesta integrarse. El resultado tendría que ser ligero y liviano, pero a causa de los factores apuntados resulta más bien grotesco y pesado, a lo que se añade su falta de habilidad para levantar el interés más allá de la discreción. Su título francés responde a un vals de Johann Strauss jr. que suena repetidas veces y que con letra Lucien Boyer fue popularizado en los años treinta por el tenor Georges Thill. Es evidente no obstante que el conjunto goza de una envidiable libertad, la que disfrutó Resnais hasta sus últimas días y que es la misma que le hizo ser impulsor de la Nouvelle Vague y sin embargo nunca integrarse en ella.

Artículo de Pepe Serrano publicado en El Correo de Andalucía el sábado 15 de noviembre de 2014

TONIGHT AND THE PEOPLE
Francia 2014 81 min.
Guión y dirección Neil Beloufa Fotografía Guillaume Le Grontec Música Arnaud Ledoux Intérpretes Joseph Bastian, Curtis Tyrone Scott, Sumiko Braun, J.T. Vancollie, Tony Audin, Cibi Boomer. Las nuevas olas

En su debut como director de largometrajes, el artista conceptual francés Neil Beloufa propone puro cine experimental para contarnos un acontecimiento, el que viven una serie de jóvenes en una California inventada, de decorado, mientras esperan el advenimiento de un nuevo orden en forma de cataclismo, invasión extraterrestre o inspiración celestial. Sus personajes deambulan por escenarios en los que van evidenciando su condición ideológica y de clase, mientras se lamentan de los problemas que acucian un planeta pervertido por las reglas sociales y económicas. Portan bandanas de color rojo, identificación imprescindible para conseguir la depuración que habrá de reportarles la tan anhelada revolución. Rodada como si se tratara del trabajo de fin de carrera de un grupo de alumnos y alumnas de una facultad de cine, sus personajes no paran de hablar, filosofar y adelantar la ilusión que sienten ante el nuevo orden anunciado, sólo para revelar al final que no hay posibilidad de cambio real y que las cosas seguirán igual mientras los humanos poblemos la Tierra. Ni que decir tiene que en su austeridad y planteamiento, tan conceptual como el trabajo de Beloufa, resulta difícil entrar en el juego que propone, lo que la convierte en una película difícil y poco agradecida, aunque mucho más elaborada y orientada que Pueblo, el cortometraje de Elena López Riera que precedió su proyección, ganador del último Premio Europeo Universidad de Sevilla al mejor proyecto de cortometraje, y que cuenta sin talento el regreso de un joven a su pueblo natal en plena Semana Santa. A juzgar por lo mal rodado, montado e iluminado que está, o el premio fue poco generoso o sus receptores lo han malgastado.

Artículo publicado en El Correo de Andalucía el sábado 15 de noviembre de 2014

jueves, 13 de noviembre de 2014

XI FESTIVAL DE CINE EUROPEO DE SEVILLA (6)

EL CAMINO MÁS LARGO PARA VOLVER A CASA (El camí més llarg per tornar a casa)
España 2014 95 min.
Dirección Sergi Pérez Guión Sergi Pérez, Eric Navarro y Roger Padilla Fotografía Julián Elizalde y Bet Rourich Intérpretes Borja Espinosa, Miki Esparbé, María Ribera, Sara Espígol, Silvia Esquivel, Mireia Gubianas, Pol López. Sección oficial

Defendemos el cine radical, nuevas formas de contar historias y, sobre todo, que nos hagan pensar, ser partícipes de manera activa de lo que se nos está contando. Todo eso podemos encontrar en el debut en el largometraje de Sergi Pérez, hasta ahora cortometrajista y videoclipero. Desde que Joel, el protagonista de esta ficción, se despierta por la mañana y encuentra al perro de su esposa enfermo, hasta que reflexiona en el portal de su casa sobre todo lo que le ha acontecido, vive seguramente si no el peor, uno de los peores días de su vida. El guión va salpicando detalles que nos pueden ayudar a montar una historia, pero siempre será nuestra historia, sin certeza de que sea la que pueda tener en mente el director. Y es que el protagonista vive su día como nosotros viviríamos el nuestro, con un pasado y un futuro que no son tangibles en relación con los acontecimientos presentes. Relaciones familiares, problemas laborales, un posible accidente... nada está claro, todo se intuye, despreciando el recurso a la elipsis para conseguir aún más realismo en la narración de este singular día en la vida de Joel. Tan sólo tendremos una certeza, que no podremos tenerle simpatía, a tenor de su comportamiento con el can, que sufre en sus manos un auténtico calvario; que no cunda la alarma, un maltrato perfectamente controlado por un equipo de rodaje respetuoso con la vida animal. El regreso a casa se convierte en metáfora de seguridad y control, aunque al final ya no se tenga tan claro que se necesite refugio. Naturalmente todo, hasta la música, está medido para causar inquietud e incomodidad.

Artículo publicado en El Correo de Andalucía el jueves 13 de noviembre de 2014

O VELHO DO RESTELO
Portugal 2014 19 min.
Guión y dirección Manoel de Oliveira Fotografía Renato Berta Música José Luís Borges Coelho Intérpretes Mário Barroso, Júlia Buisel, Luís Miguel Cintra, Diogo Dória, Ricardo Trêpa. Sección oficial fuera de concurso

A estas alturas lo milagroso no es que a su edad Oliveira siga trabajando y ofreciendo obras tan lúcidas y cultas como ésta, sino que sólo necesite veinte minutos para hacerlo. En el jardín de lo que parece un núcleo residencial moderno, Oliveira reúne a Luis de Camôes, poeta del Renacimiento autor de una de las obras fundamentales de la épica portuguesa, Las Lusiadas; Cervantes; Camilo Castelo Branco, uno de los más insignes escritores del Romanticismo tardío del país luso; y Teixeira de Pascoaes, impulsor en el siglo XX del Saudismo, corriente literaria que pretendía aunar espíritu y materia en comunión con Dios y la Tierra. A ellos se une la mirada nostálgica del centenario realizador, para hablarnos de memoria, quizás imaginación, seguramente ficción, la que ha nutrido una carrera artística tan prolífica y comprometida. Quizás Oliveira nos está así hablando del cine mismo, utilizando para ello secuencias de películas, algunas suyas propias, que ilustran las grandes gestas de la península Ibérica antes del declive, las batallas de Alcazarquivir y la derrota de la Armada Invencible. Nadie mejor que él para ver la Historia con perspectiva, esa misma que moldea y adorna la Historia convertiéndola en imaginación, la de Don Quijote luchando contra gigantes que en realidad son molinos de viento. La gloria del pasado frente a la incertidumbre del futuro personificado en ese Viejo de Belén de Las Lusiadas tan pesimista como actualmente vemos nuestro destino. Cada nueva película de Oliveira podría ser la última, y sin embargo cada vez es más fácil ver lucidez y emoción en ellas, ¿será la luz al final del túnel?

Artículo publicado en El Correo de Andalucía el jueves 13 de noviembre de 2014

MR. TURNER
Reino Unido 2014 150 min.
Guión y dirección Mike Leigh Fotografía Dick Pope Música Gary Yershon Intérpretes Timothy Spall, Paul Jesson, Dorothy Atkinson, Marion Bailey, Karl Johnson, Ruth Sheen, Sandy Foster. Sección oficial

El director de Secretos y mentiras y El secreto de Vera Drake vuelve al preciosismo estético que caracterizó su obra más lúdica, Topsy-Turvy, que también era una biografía, la de los compositores británicos Gilbert & Sullivan. Pero esta vez su tono es menos grotesco y mucho más amable, a pesar de que su protagonista sea el a menudo excesivo y cargante Timothy Spall. En este suntuoso fresco sobre la Inglaterra Victoriana, en la que interiorismo y paisajismo se integran con pasmosa elegancia, Leigh sublima y dignifica al artista, no exento de manías, malas costumbres y mal carácter, pero destacando siempre su faceta como pintor y humanista. Su entrañable relación con su padre, ese candoroso romance otoñal con la Sra. Booth, sus gruñidos, y sobre todo su genio creativo, su técnica, su respeto y admiración por su obra y la de otros, contemporáneos o pasados. La misma admiración y el mismo respeto que le profesa Leigh a lo largo de dos horas y media precisas y meditadas. Lo fácil hubiera sido recrear visualmente el estilo pictórico de William Turner, precursor del impresionismo y referente de las tormentas marinas. Leigh opta sin embargo por homenajear la imagen pero a través de otros genios, del costumbrismo de Vermeer y el claroscuro de Caravaggio al nuevo invento de la fotografía, sin firma pero con marca. Recital interpretativo de Spall, pero también de Marion Bailey, capaz de transmitir tanto encanto y amabilidad; y desfile de perlas como las críticas al también pintor Benjamin Robert Haydon mientras éste se pierde en el horizonte, o Turner amarrado al mástil de un barco para ser testigo directo de lo que luego ha de plasmar sobre el lienzo: la mirada del genio.

Artículo publicado en El Correo de Andalucía el jueves 13 de noviembre de 2014

A PIGEON SAT ON A BRANCH REFLECTING ON EXISTENCE (En duva satt pa en grenoch funderade pa tillvaron)
Suecia 2014 101 min.
Guión y dirección Roy Andersson Fotografía István Borbás y Gergely Pálos Música Robert Hefter Intérpretes Holger Andersson, Nils Westblom. Sección oficial

Lleva casi cincuenta años trabajando en el mundo audiovisual, pero no ha sido hasta ahora que ha recibido reconocimiento definitivo, con esta película ganadora del León de Oro en el pasado Festival de Venecia. Culmina una tetralogía sobre la existencia, que empezó en 2000 con Canciones del segundo piso – su único film estrenado en nuestro país – y continuó en 2007 con Du levande (Vosotros los muertos). Siguiendo un típico esquema de sketches humorísticos, que lo acerca al medio televisivo, el realizador sueco Roy Andersson comienza su función con tres breves encuentros con la muerte en los que avanza su particular sentido del humor, directamente entroncado con el mundo del absurdo. A partir de ahí inicia una discretamente hilarante sucesión de bromas ambientadas siempre en decorados de colores pastel y con la cámara colocada en un ángulo fijo, componiendo cuadros en los que evidencia los temas del sufrimiento humano: el amor no correspondido, el fracaso en los negocios, la guerra, el genocidio, la soledad, el capital... y en medio la niña Wilma que recita, o eso pretende, un poema sobre una paloma que está sentada en una rama reflexionando sobre la existencia, título inspirado en el cuadro de Bruegel Cazadores en la nieve. De vez en cuando alguien al teléfono se alegra de que las cosas les vaya bien a algunas personas, mientras otras se empeñan en acarrear sus problemas, quizás porque no han hecho la única reflexión, la de que la muerte nos llega a todos y a todas, tarde o temprano. No es mucho para un primer premio en Venecia, pero tiene su gracia, y no le podemos negar que es original.

Crítica de Pepe Serrano publicada en El Correo de Andalucía el viernes 14 de noviembre de 2014

HEAVEN KNOWS WHAT
USA-Francia 2014 94 min.
Dirección Ben Safdie y Joshua Safdie Guión Ronald Bronstein y Joshua Safdie, según el libro “Mad Love in New York City” de Arielle Holmes Fotografía Sean Price Williams Música Isao Tomita Intérpretes Arielle Holmes, Caleb Landry Jones, Necro, Buddy Duress, Yuri Pleskun, Eleonore Hendricks. Sección oficial

Lo que los jóvenes hermanos Safdie hacen en su primer largo de ficción, tras varios años dedicados al documental y el cortometraje, ya se hacía frecuentemente en la América de finales de los sesenta y principios de los setenta, en lo que se llamaba cine underground, cuyos exponentes más conocidos eran Paul Morrissey y la factoría Andy Warhol. Incluso la música electrónica de Isao Tomita utilizada para ilustrar las desventuras de Arielle Holmes en las calles de Nueva York, recuerda sobremanera a las bandas sonoras de aquellos filmes experimentales y caseros en los que, por ejemplo, seguíamos las andanzas como chapero de Joe D'Alessandro. El motivo de este docudrama lo tenemos presente diariamente en cualquier ciudad; se trata de esos pobres diablos colgaos que se pasan el día discutiendo, bebiendo y chutándose, que viven ridícula e intensamente sus miserables existencias entre gritos y aspavientos, corriendo de un lado a otro con prisas absurdas y un estrés autoimpuesto. A alguien se le ha ocurrido que una historia de amor desquiciado, el protagonizado por Holmes y un joven también muy alterado, en las calles de la Gran Manzana, intentos de suicidio y sometimientos varios incluidos, podría ser interesante; y lo ha plasmado en un libro y en esta película de escaso tirón, que se agota inmediatamente y no arroja apenas luz sobre estas desarraigadas criaturas sin techo. Lo más interesante, y lo que más aterra, hubiera sido indagar qué lleva a esa situación y por qué se acaba así. Pero los Safdie prefieren espiar a su trágico personaje en el día a día, sin plantear juicios de valor e insistiendo en ese trasnochado estilo underground, y la cosa así apenas interesa.

Artículo publicado en El Correo de Andalucía el viernes 14 de noviembre de 2014