martes, 31 de mayo de 2022

TOP GUN: MAVERICK Más aventura y menos chulería

USA 2022 104 min.
Dirección
Joseph Kosinski Guion Ehren Kruger, Eric Singer y Christopher McQuarrie, según los personajes creados por Jim Cash y Jack Epps jr. Fotografía Claudio Miranda Música Hans Zimmer, Harold Faltermeyer, Lady Gaga y Lorne Balfe Intérpretes Tom Cruise, Miles Teller, Jennifer Connelly, Jon Hamm, Glen Powell, Ed Harris, Val Kilmer, Lewis Pullman, Charles Parnell, Bashir Salahuddin, Monica Barbaro, Jay Ellis, Danny Ramirez Estreno en el Festival de Cannes 18 mayo 2022; en España 26 mayo 2022; en Estados Unidos 27 mayo 2022

Con ayuda de dos colaboradores habituales, el realizador Joseph Kosinski, que lo dirigió en Oblivion, y el guionista Christopher McQuarrie, que después de ganar el Oscar por Sospechosos habituales, se hizo responsable de los libretos de Valquiria, Al filo del mañana, Jack Reacher y algunos episodios de la saga Misión Imposible, incluida la próxima a estrenarse, Tom Cruise le ha quitado el polvo a uno de sus primeros y mayores éxitos de los ochenta, Top Gun, uno de esos blockbusters que tanto animaron las pantallas de aquella gloriosa década y tanta leyenda crearon a su alrededor. Aquella era una película sencilla, plagada de testosterona, situaciones y comentarios machistas, y escenas de acción resueltas con un nivel técnico algo por debajo de la media de entonces, que supuso además el lanzamiento de un estilo de hacer cine de acción, el que cultivaron el director Tony Scott y los productores Jerry Bruckheimer y Don Simpson.

Los tiempos cambian y Cruise sabe adaptarse a ellos, otorgando dignidad a la mayoría de los productos que protagoniza y, como en este caso, produce. El resultado es una considerable disminución del componente machista, con una mayor atención en valores como el trabajo en equipo, el sentido de la amistad, la educación de las nuevas generaciones y, sobre todo, la responsabilidad. En este sentido incluso la anécdota romántica enlaza con ese sentimiento de responsabilidad que el astro se empeña en desarrollar en esta película que, como no podía ser menos, mejora cuando se convierte en espectáculo circense, con batallas aéreas frente a un enemigo inventado con el fin de evitar susceptibilidades y rebajar el sentido patriótico de la función.

Con todo vuelve a sorprendernos que en su guion intervengan tantas manos, teniendo en cuenta la baja calidad de sus diálogos y la previsibilidad de su desarrollo, siguiendo patrones mil veces utilizados. La indismulada intención de entroncar con la película de 1986 se hace patente desde sus títulos de crédito y la reutilización de la música de Faltermeyer y la canción de Kenny Loggins, aunque en los treinta y cinco años transcurridos se han quedado en el camino Kelly McGillis, incapaz de incorporarse al nuevo reparto por su estado físico, y por extensión la canción ganadora del Oscar Take My Breath Away, que funcionaba como tema de amor entrambos. Treinta y cinco años dan para mucho y contar ahora con un amor emplazado en ese período ha ayudado a solventar el problema. Por otro lado Val Kilmer es objeto de un merecido homenaje, apareciendo sin complejos en el delicado estado de salud en el que se encuentra en la actualidad. Finalmente, a sus casi sesenta años, Cruise representa la última esperanza para encontrarnos con héroes románticos mucho más maduros de la media habitual y salir airoso.

CINCO LOBITOS Servidumbres de mujer

España 2022 104 min.
Guion y dirección
Alauda Ruiz de Azúa Fotografía Jon D. Domínguez Música Aránzazu Calleja Intérpretes Laia Costa, Susi Sánchez, Ramón Barea, Mikel Bustamante, José Ramón Soroiz, Amber Williams, Asier Valdestilla, Gloria Helguera Estreno en el Festival de Berlín 11 febrero 2022; en el Festival de Málaga 20 marzo 2022; en salas 20 mayo 2022

Con una comedia romántica, Eres tú, pendiente de estreno en Netflix, la joven cineasta vasca Alauda Ruiz de Azúa convenció y venció en Málaga con su ópera prima, una elocuente y eficiente mirada a la mujer como espejo y reflejo de cientos de años de cultura y educación machista. Un clarividente ejercicio tan íntimo y delicado como para no provocar dolorosas susceptibilidades y guiar con su fluida narrativa por la experiencia vital de una mujer ya no tan joven que se debate, como tantísimas otras, entre lo que se espera de ella como condición de género y lo que desea de la vida.

Retratada desde un principio como otra víctima de una maternidad no tan instintiva como se supone, que siente dolor físico y moral a pesar de no evitar el comprensible y natural aprecio por la criatura a la que acaba de dar a luz, que no cuenta con el apoyo suficiente de su pareja, más entregado, liberado y permitido a seguir con su vida profesional, y que sufrirá en un corto período de tempo el lazo con su hija y el que le une irremediablemente a su madre, provocándole tantas obligaciones como sinsabores y dilemas, siempre desde una mirada atenta, frágil y emocionalmente contenida.

Cuenta para ello con un soberbio guion, tan lleno de detalles y matices que engloba en sus apenas dos horas de duración todo un universo de experiencias femeninas a lo largo de varias décadas, con impagables diálogos y frases siempre divertidas que la extraordinaria Susi Sánchez convierte en dechado de ocurrencias y risas. También Laia Costa borda su papel, siempre al precipicio de la debacle emocional, consiguiendo entre todos y todas una película disfrutable y proclive al debate y la reflexión, con el aliciente de aumentar todavía más la sana y abundante nómina de mujeres realizadoras en nuestro país que tienen mucho que contar y una sensibilidad muy especial para hacerlo.

Estreno en salas de MEMORIA

Reseña de la película, estrenada en el Festival de Cine Europeo de Sevilla 2021
Estreno en salas 27 mayo 2022

martes, 17 de mayo de 2022

CUARTETOS CON PERSPECTIVA

Rasgando el silencio: Ciclo de mujeres compositoras. El cuarteto de cuerda (De la Italia de 1769 a la Alemania de 1840). Alexa Farré y Mariarosaria D’Aprile, violines; Francesco Tosco, viola; Israel Fausto, violonchelo. Programa: Cuartetos en Sol menor y en S bemol mayor, de Maddalena Laura Lombardi-Sirmen; Cuarteto Op. 14 en Sol menor, de Emilie Mayer; Cuarteto en M bemol mayor, de Fanny Hensel-Mendelssohn. Sala Manuel García del Teatro de la Maestranza, lunes 16 de mayo de 2022

Alexa Farré
Reservándose en esta ocasión la función de mera introductora e ilustradora de los perfiles de las mujeres compositoras convocadas para la ocasión, la pianista Carmen Martínez-Pierret pasó el testigo a cuatro excelentes profesionales para dar voz y forma a tres mujeres que en su vida dedicaron un considerable esfuerzo a la siempre estimulante creación de cuartetos de cuerda, entre otras muchas piezas generalmente de pequeño formato por aquello de que su música generalmente quedaba marginada al ámbito doméstico. Quizás sea esta la única perspectiva de género posible achacable al programa elegido, por cuanto desde el punto de vista estrictamente musical, de estilo y organización, se trata de piezas poco diferenciables de las que componían sus contemporáneos masculinos con mayor éxito y reconocimiento. Es este y no otro el emblema y el propósito de este ciclo que tendrá su continuación las dos próximas temporadas del Maestranza, tras las cuatro citas concentradas en la presente.

Dos instrumentistas de la ROSS, Alexa Farré y Francesco Tosco, otra cuyo nombre está habitualmente asociado a esta formación y la que integra la Barroca de Sevilla, Mariarosaria D’Aprile, y un cuarto que además de ser catedrático en el conservatorio es la otra cara de la organización de este ciclo, Israel Fausto, hicieron posible que la música de tres compositoras del período que abarca desde el Clasicismo al principio del Romanticismo, llegara a nuestros oídos en las mejores condiciones posibles, gracias al esfuerzo de compenetración y el sin duda arduo trabajo realizado para que sin tratarse de una formación fija, su entrega diera como resultado un trabajo de articulación y coordinación a la altura de los conjuntos más especializados. Dos trabajos realmente intrascendentes de la compositora italiana Maddalena Laura Lombardi-Sirmen, perteneciente al primer período, sirvieron como preludio a las otras compositoras programadas, de mayor peso dramático y musical. No parece que el Cuarteto en Sol menor de Lombardi-Sirmen revistiese especial dificultad para los intérpretes, sin más interés que su escucha en un ambiente distendido, quizás un salón de té. Algo más de enjundia reviste el Cuarteto en Si bemol mayor, que los cuatro músicos despacharon con idéntica profesionalidad que el resto del más comprometido programa.

Francesco Tosco
Más reconocimiento sin duda merece la compositora y escultora alemana Emile Mayer, autora además de numerosa música de cámara, de ocho sinfonías que quizás convendría recuperar. Su Cuarteto Op. 14 reviste una solidez y una dificultad no al alcance de cualquiera, que se manifiesta en cuatro movimientos que ponen prueba la versatilidad, el virtuosismo y la compenetración de sus intérpretes, con especial protagonismo de un primer violín que Farré defendió con fuerza y mucha garra, más meritorio teniendo en cuenta lo mucho que estos días debió estar comprometida con el Pierrot Lunaire que ofreció junto a Ruth Rosique y algunos de sus compañeros de orquesta el pasado fin de semana. El de Fanny Mendelssohn encierra un espíritu más lóbrego, con altas dosis de melancolía y pesar que el cuarteto defendió con trasparencia y de nuevo ejemplar sentido del diálogo y la colaboración. Solo un agitado y enérgico movimiento final permite a sus integrantes lucir su agilidad, aunque siempre dentro de una atmósfera de tristeza e inquietud que los artistas supieron comunicar a la perfección.

Artículo publicado en El Correo de Andalucía

lunes, 16 de mayo de 2022

LA SENSACIONAL VENA CABARETERA DE RUTH ROSIQUE

10º Concierto del XXXII Ciclo de Música de Cámara de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Ruth Rosique, soprano. Óliver Díaz, dirección. Programa: Pierrot Lunaire, Op. 21, de Schoenberg; Tres canciones de Kurt Weill. Espacio Turina, domingo 15 de mayo de 2022


No vamos a engañar a nadie, nos encanta Ruth Rosique. Consideramos sin embargo que todo su potencial, flexibilidad y amplio espectro de actuación no están suficientemente aprovechados en nuestra tierra, donde ha nacido y ha desarrollado gran parte de una carrera que le ha llevado por todo el mundo cosechando merecidos éxitos. La hemos visto y oído enfrentarse a todo tipo de géneros y estilos, siempre con una extraordinaria capacidad de adaptación, dándolo todo de sí y encandilándonos no solo con una voz bien colocada y de hermoso timbre, sino con una gracia escénica de la que no todos ni todas pueden presumir. En solo un año hemos pasado en Sevilla de apenas disfrutar de una página emblemática de la música vocal del pasado siglo como es Pierrot Lunaire de Arnold Schoenberg, a poder hacerlo en dos ocasiones, quedando esta segunda para el justo recuerdo, mientras en la versión que
Gohai Ensemble y Marta Knorr ofrecieron en este mismo Espacio Turina hace justo un año encontramos serios desajustes de estilo y dramatización que dieron al traste con la propuesta. Rosique y un inagotable Óliver Díaz, que con este concierto culminó satisfactoriamente su periplo de una semana junto a la Sinfónica en tres espléndidas citas, acertaron notablemente con su versión de la página, a la que añadieron tres canciones de Kurt Weill que contaron con los arreglos del propio Díaz para adaptarse a la instrumentación convocada para la ocasión.

Como preludio, Rosique atacó Youkali del maestro alemán con un amplio sentido del lirismo y un afortunado toque exótico, haciendo hincapié en un melodismo que no habríamos ya de encontrar en el difícil ciclo con el que Schoenberg puso música a los poemas de Albert Giraud en torno a las conversaciones del payaso italiano y la luna en la que vierte sus miedos, pesadillas, anhelos, traumas y vicios. Un glosario de emociones y caracteres que Rosique supo traducir a la perfección en ligeras pero muy expresivas inflexiones de la voz, con el toque justo de ironía, sarcasmo e ingenio que la página demanda, y un extraordinario y muy disciplinado trabajo de declamación (Sprechstimme) que dio como resultado una versión excitante de la pieza, donde la irreverencia (Madonna) se alternó con lo grotesco (Parodie) y la melancolía (O Alter Duft) de manera ejemplar y significativa, mientras los imprescindibles subtítulos iban arrojando algo de luz sobre esta misteriosa y enigmática obra de arte. Díaz por su parte sacó muy buen provecho de un conjunto instrumental de primera categoría, sobresaliendo el siempre idiomático piano de Tatiana Postnikova, y las muy atinadas intervenciones solistas de Dirk Vanhuyse al violonchelo, además de la responsabilidad a la cuerda de Alexa Farré Brandkamp. Solo cabría reprochar al director asturiano que no hubiera medido mejor las dinámicas y el equilibrio entre la formación y la soprano, con el fin de arroparla más que solaparla en la zona en la que su voz encuentra menos defensas, que suele ser la media, mientras sus agudos siguen siendo rutilantes y llenos de brillo.

El concierto, que la tarde anterior se ofreció como cuarta y última entrega del ciclo ROSS in Camera, terminó con Rosique volviendo al estilo melódico con el que Weill triunfó primero en los cabarets berlineses pre Entartete Musik (Música degenerada), y después en Broadway. De esta singular forma encaró con sutileza y mucha gracia un Nanna’s Lied que luego derivó en perfecto estilo canalla con una depurada versión con tintes operísticos del Mackie Messer que Bobby Darin inmortalizó para la posteridad en el célebre Mack el navaja.

Fotos: Guillermo Mendo
Artículo publicado en El Correo de Andalucía

viernes, 13 de mayo de 2022

SOLO ELLA ES YA UN GRAN ESPECTÁCULO

3er Concierto del Ciclo Noches del Lope de la Temporada nº 31 de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Leonor Bonilla, soprano. Óliver Díaz, director. Programa: Obras de Ramón Carnicer, Manuel García, Gerónimo Giménez, Federico Moreno Torroba, Wolfgang Amadeus Mozart, Jules Massenet y Léo Delibes. Teatro Lope de Vega, jueves 12 de mayo de 2022


Desde que se hiciera con el primer puesto en el Certamen Nuevas Voces Ciudad de Sevilla, la paisana Leonor Bonilla se ha ido haciendo fuerte no solo en nuestro país sino con una carrera ya internacional que ha ido afianzando su peso en la profesión. Un camino que entre nosotros se ha ido consolidando en el Teatro de la Maestranza y el Espacio Turina, junto a la Sinfónica en óperas como Lucia di Lammermoor, El elixir de amor y más recientemente Capuletos y Montescos, con la Barroca en su último concierto de Navidad, y en galas como la que presentó Pedro Halffter junto a la Orquesta Nacional de España en un ya lejano 2016, o la que celebró el treinta aniversario del coliseo junto a figuras como Ainhoa Arteta o José Bros, así como la que reabrió el Maestranza tras la pandemia en julio del 2020. Han sido peldaños en los que hemos ido descubriendo cómo su talento, su esfuerzo y dedicación, y sobre todo la madurez de su voz han ido cosechando triunfos y confianza, hasta alcanzar cumbres tan indiscutibles como la que nos brindó ayer en el Lope de Vega en su primer concierto en solitario junto a la ROSS.

Podría decirse que el de ayer fue un concierto diseñado a imagen y semejanza de los que antes saludaban la Feria de Abril, justo antes de que de la otra Maestranza comenzara el precioso desfile de carruajes, el domingo que antes preludiaba la fiesta sevillana. En el programa, maestros patrios y extranjeros celebraron la gracia de nuestra tierra, desde Mozart y las aventuras de Fígaro a la zarzuela que Gerónimo Giménez dedicó a uno de nuestros monumentos más emblemáticos, pasando por el concepto que de una sevillanas tenía Massenet o el dominio del bel canto que llegó a cosechar el tenor sevillano Manuel García. Todos fueron invocados en este particular concierto en el que luciendo de nuevo el que parece ser su color favorito, un rojo apasionado y seductor, cautivó al público con una voz extraordinaria, profunda y perfectamente colocada y timbrada, sedosa y rutilante a la vez, tan precisa y llena de confianza que es capaz de las más elaboradas ornamentaciones y control de la coloratura sin llegar a resultar en ningún caso ni estridente ni exagerada. Y lo que es mejor, con esa capacidad para conectar y enganchar al público que es exclusiva de los grandes artistas. Ella constituye por sí sola un gran espectáculo.

Músicas con olor a jazmín

Estos días se está confirmando aquello de que en Sevilla no existe primavera, que pasamos de repente y casi siempre sin previo aviso al rigor del calor veraniego, y sin embargo seguimos mitificando esa supuesta primavera sevillana como un fenómeno no solo atmosférico sino cultural. Así lo demuestra el programa de este último concierto de la temporada de la ROSS en el Lope de Vega, marcado por el aroma a jazmín que tanto caracteriza esa ficticia primavera, y así lo demostró Bonilla en sus interpretaciones de Manuel García, con un aria y cavatina de Don Quijote, sobre agudo incluido, que en la propina convirtió hábilmente en seguidilla con solo la incorporación de unas idiomáticas castañuelas tocadas por ella misma con el mismo arte que tilda su canto. Una gracia y un desparpajo que lució también en la famosa romanza Me llaman la primorosa de El barbero de Sevilla de Giménez, rebelde mantón incluido, o portando abanico en la habanera de la zarzuela de Moreno Torroba Monte Carmelo. El mismo encanto y generosa proyección, pero ya con otro estilo, que destiló con la aludida Sevillana de la ópera rara, como aquel sello que recuperaba títulos poco divulgados del teatro lírico, Don César de Bazán, y la encantadora Canción española de Las hijas de Cádiz de Delibes.


Decíamos a propósito del concierto de la ROSS Joven del pasado lunes que esta era una semana muy comprometida y fatigosa para el director asturiano Óliver Díaz, que el próximo sábado y domingo acompañará a la orquesta en formación camerística y a nuestra querida Ruth Rosique en una interpretación de Pierrot Lunaire de Schoenberg. Y de nuevo demostró anoche que es un nombre solvente y muy a tener en cuenta, logrando en todo momento interpretaciones muy en estilo, vivaces y entregadas de la Sinfónica en piezas como la rossiniana obertura de El barbero de Sevilla de Ramón Carnicer, el majestuoso y variopinto preludio de La torre del oro y la enérgica obertura de Las bodas de Fígaro mozartiana, como adelanto de la nueva temporada del Maestranza conocida apenas unas horas antes. Pero sobre todo Díaz demostró un respeto y una compenetración extraordinarias con quien protagonizaba la cita, la cada vez más imprescindible Leonor Bonilla, tan joven y llena de talento.

Fotos: Guillermo Mendo
Artículo publicado en El Correo de Andalucía

jueves, 12 de mayo de 2022

RED ROCKET Simpático caradura

USA 2021 130 min.
Dirección
Sean Baker Guion Sean Baker y Chris Bergoch Fotografía Drew Daniels Intérpretes Simon Rex, Bree Elrod, Suzanna Son, Brenda Deiss, Ethan Darbone, Judy Hill, Marlon Lambert, Brittney Rodriguez, Shih-Ching Tsou Estreno en el Festival de Cannes 14 julio 2021; en Estados Unidos 3 diciembre 2021; en España 6 mayo 2022 


Aunque activo desde principios de siglo, Sean Baker no ha empezado a conocer la gloria entre los circuitos más cinéfilos y comprometidos hasta hace unos años, con Tangerine y especialmente la muy reveladora The Florida Project como principales logros. El éxito en festivales y los circuitos aludidos le llevaron inmediatamente a ser tildado como el nuevo cronista de la América de las oportunidades robadas o perdidas, la que los políticos pretenden salvar con sus proclamas y promesas, pero no hacen sino hundirla cada vez en una mayor miseria. Claro que esto ni muchísimo menos es monopolio del país trasatlántico, de hecho este mundo de subsidios, dolce far niente, trabajos al margen de la ley, timadores y buscavidas se parece asombrosamente a nuestro país, y mucho nos tememos que también al resto de nuestro entorno. Habría que trasladarse a esos países nórdicos que parecen guardar el secreto del eterno bienestar y los grandes logros en educación, cultura, civismo y comercio, para evadirnos de todo este pesar y mediocridad al que nos hemos acostumbrado.

En este entorno Baker nos cuenta la historia de un caradura muy simpático, embaucador y seductor al que da vida con tanta convicción como sentido del humor el actor Simon Rex, desde antaño anclado en personajes secundarios en sagas como Scary Movie y otras veleidades cinematográficas. Curiosamente parece ser que su carrera empezó en el porno, como el personaje al que da vida, aunque este haya vivido más directamente y exitosamente del negocio y sea ahora, en el declive de su talento, cuando de vuelta a donde creció en el condado de Galveston, Texas, y más específicamente a la casa de su esposa y suegra, a las que hace tempo abandonó, intente reflotar ahora como productor su carrera, valiéndose para ello de nuevos contactos, algunos en forma de subyugante Lolita.

Cabe plantearse esta jovial película desde un punto de vista político, interpretando las intervenciones de Trump o Clinton en la televisión como esa tierra prometida que nunca emerge, o como simple comedia ocurrente y divertida en la que este personaje sin escrúpulos está tan bien interpretado y dirigido que a pesar de concitar nuestras simpatías, nunca llegamos a empatizar con él como para preocuparnos cuál pueda ser su suerte. Mención merecen también sus numerosos personaje secundarios, todos perfectamente diseñados y concebidos para recrear ese paisaje humano que tan bien se desenvuelve en ese otro paisaje rural en el que viven, jalonado de centrales eléctricas, pozos de petróleo, pastelerías llenas de indigesta bollería, y patios traseros tan apropiados para la relajación como para el negocio sucio.

miércoles, 11 de mayo de 2022

LA DRAMÁTICA SOLEDAD DE CARLOS MENA

La soledad del héroe. Carlos Mena, contratenor y dirección. Lucía Astigarraga, dirección escénica. Capilla Santa María: Lorea Aranzasti, violín; Lixsania Fernández, viola de gamba; Daniel Zapico, tiorba; Alejandro Casal, clave y órgano; Pedro Estevan, percusión. Programa: Música española e italiana del siglo XVII (obras de Mazzocchi, Gagliano, Sanz, Monteverdi, Cesti, Guerau, Hidalgo, Santa Cruz, Ferrari, Durón y Martín i Coll). Teatro de la Maestranza, martes 10 de mayo de 2022


No sería mucha la afición que acudió ayer tarde al Maestranza sabiendo a lo que se enfrentaba, acostumbrada a disfrutar del contratenor Carlos Mena en recitales convencionales, a pesar de que desde las páginas del teatro se anunciaba cierta dramatización escénica del programa propuesto. El desconcierto que debió provocar encontrarse con semejante proyecto semi teatralizado, con un Mena completamente expuesto en cuerpo y alma a una reproducción de los fantasmas del alma cuando la soledad y la melancolía atizan, no fue sin embargo impedimento para dejarse arrastrar por la belleza de las piezas seleccionadas y la subyugante interpretación que de ellas hicieron la voz y el distinguido conjunto instrumental convocado al efecto. Quizás sirviera como celebración del nacimiento de la ópera en esa transición del Renacimiento al Barroco de la que fue protagonista el siglo XVII, con exponentes como Claudio Monteverdi como creador universal y Juan Hidalgo, doméstico.

El resultado fue un drama musical en toda regla perjudicado por una narrativa confusa a la que el público nos fue prácticamente imposible acceder debido a la falta de textos impresos que relacionasen aunque fuera mínimamente las piezas seleccionadas con el movimiento escénico al que fue sometido el artista vasco. Quizás haberlos incluidos en el programa de mano publicado en la web del Maestranza, o mucho mejor haberlos proyectado sobre la pantalla de subtitulado, hubiera solucionado al menos parcialmente esta imperdonable laguna. Así las cosas, lo que parecía desarrollarse sobre el escenario es una suerte de La voz humana de Cocteau adaptado al hombre, víctima también de la soledad y el desengaño supuestamente amoroso, que se pasea, arrastra y hasta retuerce por el escenario mientras parece esperar algún remedio a su tristeza, quizás en forma de llamada telefónica. Lamentamos que la soledad se asocie siempre a esas connotaciones negativas, cuando tantas veces puede ser un remedio perfecto ante la miseria y mediocridad que a menudo nos rodea.

Ceremonia de la soledad

Asistimos así a una ceremonia laica en la que el protagonista pasa de la ducha a oscuras entonando a capella el soneto de Domenico Mazzocchi Amar a Dios por Dios, para acto después quitarse el albornoz, quedarse desnudo por un segundo mientras se calza muy nerviosa y rápidamente los calzoncillos que le acompañan prácticamente durante toda la función, hasta que al final acaba vistiéndose y mostrándose como estamos acostumbrados a verlo. Este ceremonial supone emborronar el carácter elegante y delicado de la propuesta con un efecto grotesco innecesario que no ayuda a deleitarse como merece con el contenido musical en toda su belleza y amplitud.

No cabe duda de que el trabajo de Carlos Mena en todo este proceso es extenuante, sometido a una presión y a un esfuerzo que merece todos los elogios, sin que su línea de canto se resienta por ello. Ya sea arrastrándose, de espaldas, en las posiciones menos convencionales, la proyección de su voz no decae, su tono permanece inmune y su registro milagrosamente homogéneo y perfectamente equilibrado, lo que unido a la belleza de su timbre no hace sino convencernos del talento de quien es el mejor contratenor español y uno de los más serios y comprometidos del panorama internacional. De esta forma llegó a conmovernos con páginas tan espirituales como las cantatas Era la notte de Antonio Cesti y Queste pungenti spine de Benedetto Ferrari, con las que alcanzó a lucir ornamentaciones y colores muy elaborados, siempre con la complicidad de un conjunto instrumental instalado en la suavidad del sonido, la delicadeza de los timbres y la discreción del acompañamiento, entre los que cabe destacar la elegante y contenida percusión de Pedro Estevan, la siempre ejemplar solvencia de Alejandro Casal al teclado y sobre todo el dulce y sobrecogedor fraseo de Lorea Aranzasti al violín, sin menospreciar la magnífica contribución al continuo de Daniel Zapico en la cuerda pulsada y Lixsana Fernández en la viola de gamba.

Foto: Guillermo Mendo
Artículo publicado en El Correo de Andalucía

martes, 10 de mayo de 2022

DEBUT CON PEDIGRÍ DE LA ROSS JOVEN

Proyecto Orquesta ROSS Joven. Óliver Díaz, dirección. Programa: Finlandia Op. 26, de Sibelius; Suite nº 1 de Peer Gynt Op. 46, de Grieg; Marte y Júpiter, de Los Planetas Op. 32, de Holst. Teatro de la Maestranza, lunes 9 de mayo de 2022


Podríamos considerar que existen en Sevilla y su entorno numerosas formaciones jóvenes de las que echar mano a la hora de renovar las plantillas de los conjuntos oficiales y más asentados. La Conjunta, la OJA, las orquestas de Bormujos y el Aljarafe, o incluso la más estandarizada Bética de Cámara podrían constituir plataformas ideales para saltar a las más icónicas de la ciudad, la Barroca y la Sinfónica. Sin embargo nunca es suficiente cuando de talento, especialmente el joven, se trata, y nunca serán bastantes las formaciones que sirvan para que los más aplicados y aplicadas estudiantes vayan acumulando aprendizaje y experiencia. Además, una formación que esté directamente controlada y tutelada por los propios maestros y maestras de la ROSS, asegura también que se perpetúe el modelo y su estética, procurando en la medida de lo posible que la excelencia acumulada a lo largo de estos años encuentre su debido legado y sigamos en un futuro próximo disfrutando de una orquesta solvente y digna.

La sesión de estreno de la Orquesta Joven de la Sinfónica de Sevilla tuvo ayer un marcado carácter humanista, por las connotaciones del proyecto y el evento en sí, y por las piezas programadas para la ocasión. No parece mera casualidad que el concierto arrancara con el poema sinfónico que Sibelius compuso justo al iniciarse el siglo XX para levantar los ánimos de una nación herida por la prepotencia imperialista que Rusia ejercía por aquel entonces sobre buena parte de la zona Báltica. Vivimos ahora una tesitura parecida, aunque más agresiva y dentro de una coyuntura global que la hace más inexplicable. Esta primera aparición en público de la orquesta tuvo a Óliver Díaz como maestro de ceremonias, que con este concierto inició una semana de trabajo duro e intensivo frente a la Sinfónica, con citas el próximo jueves en el Lope de Vega junto a la soprano Leonor Bonilla, y el sábado y el domingo en el espacio Turina con Ruth Rosique entonando a Schoenberg y Weill. Finlandia sonó en manos de Óliver y la ROSS Joven con un punto metálico excesivo, algunas entradas erráticas y metales poderosos solo puntualmente destemplados. Pero en general fue una interpretación más que correcta, dentro de lo esperable tratándose de una primera actuación en público, en la que se supo distinguir entre sus partes más fulgurantes y las más íntimas con pericia y profesionalidad.

Con un trabajo arduo y responsable por parte de los numerosos conservatorios de donde proviene el alumnado seleccionado para la ocasión, y un considerable número de horas de ensayo a las espaldas, nuestros más jóvenes intérpretes resolvieron de forma moderadamente aceptable la Suite nº 1 de Peer Gynt de Grieg, quizás algo morosa en La muerte de Ase, y un poco desequilibrada en La danza de Anitra, donde Díaz hizo hincapié en unos difíciles pianissimi que la cuerda abordó con mucha pericia y contención. Con La gruta del rey de la montaña la orquesta sonó equilibrada, sin los consabidos desajustes a los que son tan proclives estas páginas exacerbadas. No deja de sorprender que fuera con las dos piezas seleccionadas de Los planetas de Holst con las que el conjunto encontrara su momento más esplendoroso. La obra es muy compleja y requiere unos recursos sólidos y muy bien manipulados, que en Marte dieron como resultado una inusitada energía y absoluta habilidad para conjugar fuerzas, y en Júpiter una considerable alegría y un sentido de la majestuosidad muy bien desarrollado. Lo que empezó curando heridas, acabó reflexionando sobre nuestra propia alma, con estas piezas que aunque ofrecidas parcialmente conjuran nuestro ánimo y naturaleza, repasando el ciclo vital desde la juventud a la madurez. Los maestros y maestras de la ROSS pueden sentirse orgullosas y confiar en un futuro digno. Entroncando directamente con los aires marciales de Holst, el conjunto ofreció como festiva propina la Marcha Imperial de El imperio contraataca, del maestro Williams.

Foto: Guillermo Mendo
Artículo publicado en El Correo de Andalucía

lunes, 9 de mayo de 2022

DOCTOR STRANGE EN EL MULTIVERSO DE LA LOCURA Magisterio técnico y artístico para una propuesta muy trillada

Título original: Doctor Strange in the Multiverse of Madness
USA 2021 126 min.
Dirección
Sam Raimi Guion Michael Waldron, según el cómic de Steve Dikto y Stan Lee Fotografía John Mathieson Música Danny Elfman Intérpretes Benedict Cumberbatch, Elizabeth Olsen, Rachel McAdams, Xochitl Gomez, Chiwetel Ejiofor, Benedict Wong, Michael Stuhlbarg, Sheila Atim, Adam Hugill, Ako Mitchell Estreno en Estados Unidos y España 6 mayo 2022

El universo Marvel continúa su expansión sin freno, tanto como esos múltiples universos o multiverso que han inventado para justificar todo tipo de situaciones y circunstancias por disparatadas que sean, y de paso resucitar tantas veces como se quiera personajes que creíamos ingenuamente se habían ido quedando en el camino. El uso más significativo hasta el momento de este peregrino recurso lo encontramos hace apenas unos meses en la última aventura de Spiderman, con apariciones estelares de todos los hombres arañas más icónicos que han surcado la gran pantalla en las últimas décadas, incluido Tobey Maguire, que inició la saga a principios de siglo de la mano de Sam Raimi, aunque todavía sin el apadrinamiento directo de los Estudios Marvel nacidos a la sombra de esos primeros éxitos con la intención de controlar todo el proceso técnico y artístico de cuantas entregas fueran a producir en lo venidero, y que se acercan ya a la treintena, sin contar series de televisión y otras plataformas digitales.

Precisamente todos esos universos mediáticos paralelos son los que los y las fans más aplicadas de la marca deben dominar para entender cada giro argumental y cada relación de los personajes que aparecen en pantalla. Raimi, que se dio a conocer con otra saga muy distinta, la de Posesión infernal, hizo su primera incursión en el cine de superhéroes con Darkman, para después intentar no encorsetarse en un género concreto, con películas como Rápida y mortal, Un plan sencillo, Entre el amor y el juego y Premonición, antes de embarcarse en el proyecto Spiderman con tres películas, después de las cuales regresó a su estilo más icónico con Arrástrame al inferno y continuó por la senda de la fantasía aparatosa con Oz, un mundo de fantasía. Varas incursiones en el corto y la televisión preceden a esta espectacular nueva entrega de las barroquísimas aventuras del Doctor Strange en la piel de Benedict Cumberbatch. Con el personaje el reputado actor se asegura una vejez dichosa, mientras Raimi consigue dentro de la apabullante saturación de efectos visuales marcar su propio terreno y devolvernos el espíritu de ese Arrástrame al inferno con la que aparcó su mundo particular. Claro que guion y recursos mandan y no es posible que Raimi mantenga su propio estilo en toda su extensión, pero eso no quita para que aplaudamos el ingente esfuerzo de los y las numerosísimas técnicas que hacen gala de tanta creatividad artística y tecnológica a la hora de llenar la pantalla de imágenes, color y experiencias vertiginosas.

Esta vez en vez del villano habitual, se echa mano de una villana de lo más convencional, la sempiterna y socorrida bruja, claro que su extrema maldad viene provocada y hasta justificada por su instinto maternal, lo que le lleva a desear poder viajar por todos esos universos paralelos donde quizás poder saciarlo. Se trata de Wanda o La bruja escarlata, que tuvo su propia serie de televisión no hace mucho, mientras por ahí asoman otros personajes de la saga y uno nuevo, una adolescente que tiene la llave del peregrinaje por esos mundos distópicos. Con estos ingredientes solo cabe dejarse llevar por la catarata de ruidos y visiones que propone, sin pedirle mucho a cambio. Quienes no comulgamos con el género no llegaremos ni de lejos a interesarnos por sus descabelladas propuestas, aunque valoremos sus elaborados ingredientes, como la banda sonora de Danny Elfman, teñida inteligente y hábilmente de citas clásicas y populares.

jueves, 5 de mayo de 2022

EL SECRETO DE VICKY Un cariño terapéutico

Título original: Mystère
Francia 2021 84 min.
Dirección
Denis Imbert Guion Denis Imbert, Matthieu Oullion y Stéphane Vasseur Fotografía Fabrizio Fontemaggi Música Armand Amar Intérpretes Vincent Elbaz, Shanna Keil, Marie Gilain, Eric Elmosnino, Tchéky Karyo, Vincent Déniard Estreno en el Festival de Sevilla 6 noviembre 2021; en Francia 15 diciembre 2021; en España 29 abril 2022


Si no fuera porque está basada en un hecho real, diríamos que esta pequeña y entrañable película se parece mucho a E.T.. Su estructura, presentación, desarrollo y desenlace es prácticamente el mismo, solo que la criatura venida del espacio es sustituida por un lobito, igual de peligroso para los adultos no concienciados con el cariño que le profesa su pequeña protagonista, que lo era el carismático personaje de la película de Spielberg para científicos y autoridades empeñadas en estudiarlo hasta poner en peligro su integridad física.

Aquí la niña sufre un trastorno como consecuencia de la muerte de su madre, del que solo en compañía de su curiosa y juguetona mascota sabrá salir. Su director se esmera en dar al conjunto un aspecto de fábula combinada con drama y un poco de comedia que sirve perfectamente a sus cometidos, a la vez que nos permite disfrutar de unos hermosísimos paisajes, delicadamente potenciados con la música del veterano Armand Amar, y sin caer en el empalago ni el exceso a la hora de retratar esta bonita amistad teñida de mensaje ecológico y de sumo respeto a los animales, especialmente los que viven en libertad.

Su título original obedece al nombre del animal, mientras a la niña siempre la llaman por su nombre completo, Victoria, y no por el diminutivo del título español e internacional, lo que a su vez emparenta involuntaria e inconvenientemente esta con la anterior cinta de su realizador, llamada simplemente Vicky. Un mes antes de su estreno oficial pudimos verla en la sección Cine en familia del Festival de Sevilla.

miércoles, 4 de mayo de 2022

ENNIO: EL MAESTRO El mejor cine italiano y su prolífico ilustrador

Título orignal: Ennio: The Maestro
Italia-Bélgica-Japón 2021 150 min.
Guion y dirección
Giuseppe Tornatore Fotografía Giancarlo Leggeri y Fabio Zamarion Documental Estreno en el Festival de Venecia 10 septiembre 2021; en Italia 17 febrero 2022; en España 13 mayo 2022


Son muchas las celebradas colaboraciones que entre director y músico se han dado en el cine, pero pocas con un rendimiento de admiración, respeto y gratitud como la que le dispensó Giuseppe Tornatore a Ennio Morricone en los más de veinticinco años y once películas en las que trabajaron juntos, desde Cinema Paradiso a La correspondencia. Esa relación profesional y de amistad ha derivado ahora en un precioso y valioso documental, imprescindible para amantes de la música, del cine y, cómo no, del maestro, que no son pocos ni pocas. Un trabajo que naturalmente se gestó antes del fallecimiento del compositor, y que de esa manera se basa fundamentalmente en una larga y fructífera, además de reveladora y emotiva, entrevista al autor romano. Reveladora no solo por la cantidad de anécdotas, enseñanzas e impresiones que nos regala del admirado compositor, sino por la imagen nítida y emocionante que ofrece de él, persona sin duda enormemente sensible que no duda en emocionarse y dejar incluso escapar alguna lagrimita cuando la ocasión lo merece.

Emoción que emerge cuando recuerda a Goffredo Petrassi, que fue maestro suyo y a cuya altura siempre quiso acceder, pero de quien recibió no solo desaliento sino desprecio cuando se empezó a dedicar por entero al cine, pero también aplausos cuando su trabajo le convencía, y desde luego mucho aprendizaje, siempre tan de agradecer. Emoción también cuando recibe reconocimientos en forma de premios, o cuando reconoce la decepción que le causó que el merecido Oscar por La misión fuera a recaer en Herbie Hancock simplemente por adaptar canciones ya conocidas en la banda sonora de Alrededor de la medianoche. Emoción cuando recuerda a los grandes realizadores con los que trabajó, Sergio Leone, aunque también le reprocha impedirle trabajar con Kubrick en La naranja mecánica, Elio Petri, que solo pretendía contar con él para una película y acabó haciendo varias, Pasolini, que accedió a prescindir de sus discos de música clásica para ilustrar las películas en las que colaboró con Morricone, también Marco Bellocchio, los Taviani, Bertolucci y tantos otros. Y emoción que procuran también todos estos con sus testimonios, y muchos más, que no perdieron la oportunidad de ponerse ante las cámaras para glosar los indiscutibles méritos del autor de Novecento, algunos ya desaparecidos cuando el documental ve la luz.

No falta nadie en esta fiesta, ni Eastwood, ni Verdone, ni Tarantino, Argento, Joffé, Wertmüller, Stone, Cavani, Faenza, Montaldo… y tantos otros y otras que han firmado gloriosas páginas del cine italiano y mundial por extensión. Por eso el trabajo de Tornatore, que hace una década ya fijó su atención en el cine patrio a través del documental L’ultimo gattopardo: Ritratto di Goffredo Lombardo, supone no solo una carta de amor a su amado y añorado amigo, sino también a ese cine que tanto le enseñó a amar y a vivir, siempre bajo el influjo de su compositor más compenetrado. No faltan tampoco a esta celebración sus más fieles colaboradores, como Gilda Buttá, Ella dell’Orso, Gianni Morandi, Dulce Pontes, Joan Baez, Franco Piersanti o Alessandro Alessandroni, y otros compañeros de profesión como Hans Zimmer, Quincy Jones, John Williams, Franco Migliacci y Nicola Piovani, todo un gesto por su parte porque fue quien compuso la banda sonora del primer film de Tornatore, Il camorrista (El profesor), para inmediatamente después pasarle el testigo a Morricone y no recuperarlo jamás. Otros en su condición de admiradores, como Pat Metheny, Bruce Springsteen, Wong Kar-Wai o Zucchero, se unen a este homenaje que precisamente si en algo se excede es en esa sobreabundancia de testimonios y elogios que llegan a ser redundantes y no aportar todo lo que se pretende, más que engrosar una nómina lujosa que da mayor empaque al producto final. Con todo, este es un trabajo excelente, emocionante e imprescindible para entender el arte que más ha sobresalido en el último siglo y que más satisfacciones ha dado al ser humano en todo este tiempo.

martes, 3 de mayo de 2022

DÓNDE DE ESTÁ ANNE FRANK La memoria histórica como espejo del alma

Título original: Where Is Anne Frank
Bélgica-Francia-Países Bajos-Luxemburgo-Israel 2021 99 min.
Dirección
Ari Folman Guion Basado en las memorias de Anne Frank Fotografía Tristan Oliver, animación Música Ben Goldwasser y Karen O Voces (en versión original) Ruby Stokes, Emily Carey, Sebastian Croft, Michael Maloney, Skye Bennett, Ari Folman, Nell Barlow, Ralph Prosser Estreno en el Festival de Cannes 9 julio 2021; en Francia 8 diciembre 2021; en España 29 abril 2022

Ocho años después de su última película, El congreso, donde combinaba imagen real y animación, y tras el éxito internacional cosechado con Vals con Bashir, el israelí Ari Folman abandona quizás momentáneamente la animación experimental cultivada en aquellos títulos para ofrecernos su incursión más convencional en el género, pero sin renunciar en lo estético, y sobre todo en lo expresivo, a un estilo personal e identificativo. Responde en esta ocasión a un encargo de la Fundación Ana Frank, echando mano de ingenio y creatividad para, a través de unos muy estilizados y coloristas dibujos animados, tirar de las memorias de la desafortunada y muy homenajeada niña víctima del holocausto y paradigma del horror experimentado en tiempos modernos, y construir un universo paralelo, espejo de aquella situación vergonzosa y nauseabunda que corremos el peligro de repetir en una Europa que poco a poco parece volver a dejarse seducir por las políticas regresionistas y represoras de la extrema derecha.

Lo estamos comprobando con la guerra en Ucrania, con las recientes elecciones en Francia que por poco arrojan unos resultados suicidas, y sobre todo con los países de nuestro entorno que han abrazado gobiernos de ultraderecha. Kitty, la amiga imaginaria a la que Ana cuenta sus memorias, renace en un Amsterdam plagado de referencias a la joven heroína, pero solo como reclamo turístico. Allí busca denostadamente a su amiga solo para comprobar que murió en el campo de concentración y que su legado se ha ido evaporando poco a poco hasta converger en esta nueva e inexplicable situación que amenaza con comprometer los derechos y las libertades que tanto trabajo ha costado conseguir. La nueva realidad se traduce en las escasas oportunidades que gobiernos a todo lo ancho y alto del continente, y sin necesidad de que estos hayan abrazado políticas extremistas, han brindado a las legiones de gente refugiada de las múltiples guerras que asolan el planeta.

Gente incómoda y mal recibida que solo vemos como una amenaza a nuestra estabilidad económica y social, sin advertir que son las políticas que indirectamente apoyamos con esta actitud las que verdaderamente amenazan el progreso de la humanidad. Película por lo tanto necesaria, ingeniosa y estéticamente impecable que, sin embargo, no logra mantener el necesario y conveniente equilibrio con su farragosa estructura narrativa, lo que hace al producto poco atractivo de cara a las generaciones más jóvenes, que son precisamente las que tienen la llave para echar el cierre a estos peligros execrables que la cinta denuncia. Estrenada fuera de concurso en la sección oficial de Cannes, incluida en la sección oficial de Sitges y con una nominación a la mejor película de animación en los premios europeos del cine, llega ahora a nuestras pantallas.

lunes, 2 de mayo de 2022

EL MUNDO DE AYER Como un huevo a una castaña

Título original: Le monde d’hier
Francia 2022 89 min.
Guion y dirección
Diastème, según la novela de Stefan Zweig Fotografía Philppe Guilbert Música Valentine Duteil Intérpretes Léa Drucker, Denis Podalydès, Alban Lenoir, Benjamin Biolay, Emma de Caunes, Jacques Weber, Thierry Goddard, Jeanne Rosa, Frédéric Andrau, Yannick Renier Estreno en Francia 30 marzo 2022; en España 29 abril 2022


Bajo el peculiar nombre de Diastème se esconde un director que parece estar saludablemente obsesionado con el peligro que supone para el mundo el regreso de la extrema derecha al panorama político y social, como refleja su anterior film, Sangre francesa, protagonizado por Alban Lenoir, aquí responsable de la seguridad de la protagonista, una Lèa Drucker muy contenida e incluso hierática. En su país acaban de celebrarse unas elecciones que a punto han estado de dar la victoria a la representante de esa corriente antisocial y represiva, por lo que no puede resultar más puntual el estreno de esta película basada tan libremente en las memorias de Stefan Zweig reflejadas en su libro El mundo de ayer, que cas diríamos que la cinta se parece a la novela lo que un huevo a una castaña.

Sirve solo como pretexto para denunciar ese miedo al advenimiento de un nuevo orden que suponga una regresión en todos los aspectos de la sociedad del bienestar que se traduce no solo en políticas económicas desarrollistas sino en la consolidación de derechos y libertades que tanto han costado reivindicar y conseguir. En la película una presidenta de la República de izquierdas teme que las inminentes elecciones las gane la extrema derecha al haberse filtrado un escándalo de corrupción que afecta al nuevo candidato a la presidencia por su partido. La diatriba le lleva a tomar drásticas decisiones, a la vez que provocan una situación de desasosiego y ansiedad a su secretario de estado, magníficamente interpretado por Denis Podalydès, que a la postre se perfila como único referente del propio Zweig en tan intrincada trama, lo que quizás justifique su poco convencional y forzado desenlace.

El ambiente es sobrio y considerablemente elegante, las interpretaciones ajustadas y los diálogos contienen trazas interesantes, aunque una vez más se trate a las minorías como apestados susceptibles de las más intolerables represiones. Pero el conjunto resulta confuso y a menudo inexplicable, todo lo contrario de lo que cabe pedir a un producto como este, que reivindica la libertad y la justicia por encima de estigmas y amenazas que puedan acabar con los logros del pasado, lo que por otro lado sirve de justificación a otro aspecto forzado de la cinta, la relación entre la protagonista y su hija, algo indigesta e inoportuna salvo por explicar la importancia de dejar a las nuevas generaciones un mundo aseado y en progreso, jamás en regresión. Cabe al final preguntarse qué es mejor, si la corrupción política o la amenaza fascista, y si hay que elegir algunos lo tenemos claro.

domingo, 1 de mayo de 2022

AMOR DE MADRE Vacaciones pagadas

España 2022 110 min.
Dirección
Paco Caballero Guion Cristóbal Garrido y Adolfo Valor Fotografía David Valldepérez Música Lucas Vidal Intérpretes Quim Gutiérrez, Carmen Machi, Justina Bustos, Yolanda Ramos, Dominique Guillo, Juanjo Cucalón, Celia Freijeiro, Andrés Velencoso, Danny Bhowaneedin Estreno en Netflix 29 abril 2022

Igual que el personaje interpretado por Carmen Machi aprovecha la luna de miel ya pagada que su hijo, plantado en el altar, ya no tiene pretexto para disfrutar, el equipo de esta infame película parece aprovechar unas vacaciones pagadas en las Islas Mauricio como pretexto para hacer esta película o lo que sea.

El punto de partida es atractivo, y más cuando se estrena aprovechando la celebración del Día de la Madre. Pero la empresa naufraga desde el momento en que sus guionistas no saben explotar sus posibilidades cómicas ni dramáticas, y al timón se pone alguien que ya ha demostrado con creces su impericia con títulos tan vergonzosos como Perdiendo el este o Donde caben dos. La vena cómica de Gutiérrez está radicalmente perdida, mientras la de Machi apenas se mantiene a flote por culpa de un libreto desastroso que ni sabe conjugar talentos ni proponer situaciones mínimamente divertidas.

A todo eso hay que sumar la bochornosa colaboración de Yolanda Ramos exagerando acento catalán y sin apenas mordiente en su estrafalario personaje. Solo el mar, las playas y el paisaje logran justificar aunque sea mínimamente este despropósito hecho con muchos recursos pero muy poco talento.

DOWNTON ABBEY: UNA NUEVA ERA Ideal para gente enamorada

Título original: Downton Abbey: A New Era
Reino Unido 2022 125 min.
Dirección
Simon Curtis Guion Julian Fellowes Fotografía Andrew Dunn Música John Lunn Intérpretes Michelle Dockery, Maggie Smith, Tuppence Middleton, Hugh Dancy, Elizabeth McGovern, Hugh Bonneville, Dominic West, Robert James-Collier, Laura Haddock, Allen Leech, Imelda Staunton, Joanne Froggatt, Samantha Bond, Laura Carmichael, Raquel Cassidy, Sophie McShera, Penelope Wilton, Phyllis Logan, Jim Carter, Lesley Nicol, Brendan Coyle, Jonathan Coy, Kevin Doyle, Michael Fox, Sue Johnston, Harry Hadden-Patton, Nathalie Baye, Jonathan Zaccaï, Fifi Hart, Charlie Watson Estreno en Reino Unido y España 29 abril 2022

Repasando lo que ya dijimos de la anterior entrega cinematográfica de esta icónica serie televisiva, y primera en adaptarse al gran formato, comprobamos que las impresiones que nos causaron esa suntuosa adaptación son las mismas que nos ha suscitado esta continuación con la que parece ser se pretende dar por terminada la saga que combina hábil y magistralmente títulos tan emblemáticos como Arriba y abajo, Retorno a Brideshead y Gosford Park. Pero aquí la cantidad de personajes convocados es de récord, dedicándose además prácticamente a todos y todas un espacio considerable, más generoso o más reducido. El escenario se abre además a la siempre hermosa y luminosa Costa Azul, y en la trama la coyuntural visita real a la mansión de los Grantham se sustituye por la más atractiva de una troupe de cine mudo, comandada por un romántico director, que protagoniza junto a la nueva jerarca de la casa una historia de amor presidida por el respeto y la delicadeza, como todo el conjunto.

Un galán estilo Clark Gable, al que el ingenioso y cinéfilo guion le ajusta unas significativas cuentas, y una starlette prácticamente sacada del personaje de Jean Hagen en Cantando bajo la lluvia, son otras de las estimulantes incorporaciones de un reparto de auténtico lujo y mayor disfrute, en el que también destaca Nathalie Baye en el personaje quizás más antipático de una función en la que todo está tocado por la elegancia y la exquisitez británica, y que nos hace extrañar mucho la integración del Reino Unido en esta Europa que sin ellos ha quedado algo desmembrada. Hay también guiños a Bernard Shaw y su Pigmalión más tarde inmortalizado en My Fair Lady, mientras el extraordinario trabajo de los protagonistas, la inocencia con la que están retratados sus personajes y situaciones, tan propia de una época que supuso el inicio de la paulatina pérdida de ingenuidad del mundo hasta llegar a nuestros días, y ese humor inteligente tan del gusto británico, y que de nuevo regala las mejores frases a la impagable Maggie Smith, incluida su despedida de auténtico libro, hacen de esta película, lujosa, sentimental y luminosa, un auténtico disfrute para todos los sentidos.

Hoy que tan difícil se hace ver cine clásico, esta es una óptima oportunidad para reencontrarse con un estilo que parecía perdido, y se nota hasta en su elaborada y clásica banda sonora, en la que además destacan los números desgranados en una de esas fiestas tipo Gran Gatsby que tanto echábamos de menos. La operación de maridar aristocracia y estrellas de cine, con un ingenioso guiño al paso del cine mudo al sonoro y la magia del séptimo arte para convertir aristócratas en plebeyos y viceversa, podía resultar empalagosa o fuera de moda, sin embargo resulta espléndida, estimulante y tan atractiva para quienes siempre se han sentido atraídos por el papel couché. Pero no solo a ellos y ellas va dirigida esta película de nuevo escrita por el creador de la serie y ahora dirigida por el artesano Simon Curtis (Mi semana con Marilyn, La dama de oro, Adiós, Christopher Robin), sino sobre todo a la gente enamorada, sea de otra persona, del cine o de la vida misma.

X Ni sexo ni terror

USA 2022 105 min.
Guion y dirección
Ti West Fotografía Eliot Rocket Música Tyler Bates y Chelsea Wolfe Intérpretes Mia Goth, Jenna Ortega, Brittany Snow, Scott Mescudi, Martin Henderson, Owen Campbell, Stephen Ure, James Gaytyn, Simon Prast Estreno en Estados Unidos 18 marzo 2022; en España 29 abril 2022

De poco le sirve a la productora A24, responsable de las películas de Ari Aster Hereditary y Midsommar, el prestigio adquirido con ellas si no cuenta con un director y un libreto mínimamente digno para mantener su status, y el definitivamente mediocre Ty West, que no ha hecho nada mínimamente interesante ni en cine ni en televisión, no sirve a esos propósitos.

Mezclar cine porno vintage (está ambientada en 1979) con terror gore al estilo La matanza de Texas, donde se ambienta, suponía a priori una buena premisa. Pero si no hay verdadero sexo ni capacidad para generar tensión ni terror, ni un desarrollo dramático novedoso y convincente, poco queda. Con guiños continuos a Psicosis, como si la madre de Norman Bates bajara de sus aposentos, lo peor de todo este batiburrillo sin gracia es su carácter pretencioso. Analizar el poder de los charlatanes religiosos para prolongar el carácter puritano de la América profunda, o el de la belleza como puerta al sexo y el disfrute de la carne, no son premisas que su director sea capaz de desarrollar con un mínimo interés, provocando una película reiterativa e innecesaria, aun más lastrada por un nefasto maquillaje y una pésima caracterización de personajes.

Un coche hundido en la ciénaga y una misma actriz dando vida a dos personajes, como Bates era a la vez hijo y madre cadáver, no consiguen sino ruborizar incluso a la cinefilia menos comprometida, demostración palpable para su productora de que no hay prestigio posible sin un director con talento al frente.

ALCARRÀS Experiencia inmersiva en la familia y el desarraigo

España-Italia 2022 120 min.
Dirección
Carla Simón Guion Carla Simón y Arnau Vilaró Fotografía Daniela Cajías Música Andrea Koch Intérpretes Jordi Pujol Dolcet, Anna Otin, Xènia Roset, Albert Bosch, Ainet Jounou, Josep Abad, Montse Oró, Carles Cabos, Berta Pipó, Isaac y Joel Rovira Estreno en el Festival de Berlín 15 febrero 2022; en salas 29 abril 2022

Con un Oso de Oro bajo el brazo no hay quien le tosa a este segundo largometraje de Carla Simón (Verano 1993), ni falta que hace, porque nos encontramos ante un film insólito en la deriva habitual de nuestro cine. Una película que rezuma verdad, sinceridad y talento por los cuatro costados, lúcida, fresca y natural en torno a una familia de melocotoneros, centrándose sobre todo en el retrato coral de sus integrantes a través de una mirada tan limpia e inocente como lo sería la de una niña. El desarraigo y los problemas de mercado serían su motor, aunque lo que de verdad interesa a Simón es esa sucesión de estampas familiares que dan forma y estructura a su emotivo relato.

Los juegos de niños siempre dominados por la niña que no sabe que pronto perderá ese control en un mundo que continúa siendo fuertemente machista, el carácter permanentemente huraño del cabeza de familia que ve cómo su mundo se derrumba y no se convence frente a nuevas tecnologías y fuentes de energía que sustituyan su por otro lado poco rentable cosecha, o la mirada triste e incomprendida del abuelo que recibe más reproches que mimos después de una vida sacrificada por los suyos, no son sino episodios de un universo que conmueve y engancha desde el primer instante gracias a su capacidad inmersiva y al talento y el mérito de quien ha sabido conjugar un guion certero, al que no sobra ni una coma ni un fotograma, con unas interpretaciones sólidas y sinceras milagrosamente extraídas de gente corriente, la mayoría en su primera vez ante las cámaras profesionales.

Hablada casi entera en un catalán algo cerrado y a menudo castellanizado, Alcarràs nos lleva de la mano por tierras luminosas y estampas familiares en las que son los más pequeños y pequeñas quienes permiten que no se instale la decadencia, con una feliz alternancia entre desengaños, rencillas familiares, juegos en la piscina y bailes en las fiestas del pueblo. El cine español necesitaba una película así, diferente a todo lo demás, a las corrientes que tanto imperan buscando esa taquilla que siempre vencerán los superhéroes americanos; una película que nos hiciera reír, llorar y sobre todo sonreír, con la que sean pocos y pocas quienes no conecten con su universo humano y social y sean capaces de identificarse con su iconográfico mundo... una película redonda.