lunes, 2 de agosto de 2021

DONDE CABEN DOS ¿Por qué lo llaman sexo...?

España 2021 108 min.
Dirección
Paco Caballero Guion Paco Caballero, Daniel González, Eric Navarro y Eduard Solá Fotografía David Valldepérez Intérpretes Ernesto Alterio, Luis Callejo, Pilar Castro, María Morales, Verónica Echegui, Raúl Arévalo, Melina Matthews, Jorge Suquet, Carlos Cuevas, Ana Milán, Anna Castillo, Miki Esparbé, Álvaro Cervantes, Ricardo Gómez, María León, Aixa Villagrán, Melina Olivares, Adriá Collado, Raúl Prieto, Ángela Cervantes, Alejandro Tous Estreno 30 julio 2021

Presten atención al cartel que reproducimos en esta página porque hay ahí más carne que en toda esta comedia coral presuntamente liberal y desinhibida y decididamente mojigata y conservadora, donde se folla con sujetador. El cartel oficial opta más por reproducir la estética de la celebradísima Ocho apellidos vascos, mutiplicando sus viñetas por cuatro y procurando así agenciarse parte del éxito ajeno. Paco Caballero, responsable de productos tan poco fiables como Perdiendo el este o la serie de televisión El vecino, demuestra que su sentido de la liberación sexual y el respeto a los nuevos modelos sexuales es digno de la derecha española, convirtiendo un club de sexo de esos que van proliferando en las ciudades españolas, en un centro de terapia donde encontrar el amor, y a su anfitriona, una por otro lado estupenda Ana Milán, en un cupido muy especial.

Hay sentido del ritmo y gags que funcionan, especialmente los picantes, frente a otros que lo hacen menos, pero en general a sus historias les falta interés y atractivo, tienden al lugar común, una incluso bebe directamente de la latosa Sentimental de Cesc Gay, y apenas aprovechan el potencial de su nutrido reparto, provocando que la función se dilate en exceso. El colmo de pretender ser una cinta sobre diversidad es que se ambiente en Barcelona y ninguno hable catalán. Al menos se agradece que no eche mano de la habitual astracanada, pero el conjunto se revela bastante deslavazado, yendo de una historia a otra con escaso sentido de la estructura. El apartado musical se resuelve fundamentalmente con canciones del pop nacional, destacando la sempiterna y simpática Revolución sexual de La Casa Azul, que se quedó a las puertas de Eurovisión al ser desbancada por ¡Chiquilicuatre!, y paradojas de la vida se ha convertido en un clásico imperecedero.

En el lado positivo siempre es agradable toparse con figuras tan atractivas como las de Anna Castillo, Carlos Cuevas y Verónica Echegui, pero hay más morbo, entretiene más y resulta más revelador y educativo First Dates que este producto coyuntural donde lo más transgresor es que María León le pida matrimonio a su prometido con la condición de poder acostarse con quien se le apetezca. Quizás si se hubiera encargado de la empresa su hermano Paco, que tanto tino y sentido de la emoción exhibió en Kiki, el amor se hace, otro gallo cantaría. No deja de ser paradójico que en plena pandemia, que tanto recomienda limitar los roces humanos, se potencien productos así, más cuando esta anómala situación mundial ni siquiera ha encontrado eco en el séptimo arte. Nuestro cine sigue empeñado en maquillar las crisis, sean políticas, económicas o sanitarias, con comedias, como si siguiéramos capitaneados por el Generalísimo, y si no comprueben una cartelera que este verano bate récords en el género. 

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