Dirección Clint Eastwood Guion N. Richard Nash y Nick Schenk, según la novela del primero Fotografía Ben Davis Música Mark Mancina Intérpretes Clint Eastwood, Eduardo Minett, Natalia Traven, Dwight Yoakam, Fernanda Urrejola, Horacio García Rojas, Marco Rodríguez Estreno en Estados Unidos 17 septiembre 2021; en España 24 septiembre 2021
En cierto modo la última película de Eastwood es un regreso al pasado, a esos mismos años setenta en los que se ambienta y en los que dirigía película tras película sin haber recibido todavía los elogios críticos que hoy han encumbrado su carrera y le han generado cierta responsabilidad para hablarnos siempre de temas trascendentes. Acompañado de un adolescente y de un gallo de pelea como si de aquel orangután de Duro de pelar se tratara, un lobo solitario tiempo atrás estrella del rodeo, a quien el actor y director en eterna retirada presta un físico con al menos veinte años más de lo que el personaje demanda, se reconcilia con la vida y encuentra el refugio perfecto para pasar el resto de una vida, allí donde tantas cosas han pasado pero ahora todo parece estar muy tranquilo.
Aparte de ser esa crónica sobre amistad y aprendizaje entre un joven y un viejo que anuncia, Cry Macho es sobre todo la del viaje interior de un viejo campeón, un hombre duro destinado con su mirada tierna y condescendiente a reconvertirse en un amable y reposado cachorro centrado en el amor y la generosidad. Cry Macho es además un homenaje a esa tierra tan ligada a Texas que es la frontera mexicana, sus gentes sencillas y amables en una época no tan agitada como la actual, en la que reinaba una mayor dosis de inocencia. Y es también una lección sobre paternidad responsable, así como en cierto sentido un retroceso a los orígenes de una leyenda del cine, que empezó también en tierras de habla hispana, travestidas del salvaje oeste americano como Nuevo México lo es ahora del país vecino, donde el exótico poncho es sustituido por una chaqueta mexicana bordada con figuras de vivos colores, y los perversos maleantes de la trilogía de Leone son ahora torpes mercenarios rendidos a los encantos de un nonagenario.
¿Qué importa si Mike Milo debiera tener veinte años menos, justificar así las fotografías de un pasado triunfante que no parecen esos principios del siglo XX para que salgan las cuentas, y sobre todo justificar ese amor otoñal que le una a una hermosa mujer latina de pasado doloroso y presente relajado? Como curiosidad, en la banda sonora de un recuperado Mark Mancina (Speed, Twister) se utiliza como leit motiv unos acordes ya presentes en la música que Eastwood compuso con ayuda de Lennie Niehaus para Space Cowboys, y que a su vez tanto recuerda al estribillo de aquel All of You que cantaron a dúo Julio Iglesias y Diana Ross en la década de los ochenta. Cry Macho es un Eastwood tan sentimental como consciente de que el paso del tiempo nos devora a todas las personas, y que solo la pérdida de los seres queridos y no de lo material nos marca para siempre, pero también podemos superarlo.