viernes, 30 de junio de 2023

LA ROSS MARCA LA DIFERENCIA

12º concierto del ciclo Gran Sinfónico de la temporada nº 33 de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Andrea Lucchesini, piano. Valentin Uryupin, dirección. Programa: Concierto para piano nº 1 en Si bemol menor Op. 23, de Chaikovski; Sinfonía nº 2 en Do mayor Op. 61, de Schumann. Teatro de la Maestranza, jueves 29 de junio de 2023


La última noche de esta temporada de la Sinfónica de Sevilla estuvo presidida por un espíritu eminentemente romántico, palpable no sólo en las obras programadas sino también en la propina, el archifamoso Nocturno Op. 9 nº 2 de Chopin, con el que el pianista Andrea Lucchesini recalcó sus líneas maestras de interpretación, basadas en una exhaustiva ornamentación que no se corresponde con una expresividad sincera ni suficientemente emotiva. La ROSS, que durante todos estos años de andadura ha sufrido más de un altibajo, volvió a demostrar sin embargo el excelente estado técnico en el que se encuentra, y que ya hemos podido disfrutar en su intervención en la polémica Tosca y el estupendo Mahler que desgranó la semana pasada bajo la batuta de Soustrot.

No acabó de convencernos el ruso Valentin Uryupin a la batuta. Su dirección del recurrente Concierto nº 1 de Chaikovski resultó tan endeble como almibarada, lo que nos lleva a enjuiciar su particular visión de la sinfonía schumaniana quién sabe si como fruto de la casualidad, de esas excelentes prestaciones de la Sinfónica apuntadas, o de una mayor libertad a la hora de abordar la página, ya sin las injerencias del atribulado pianista, con quien puede no llegara a un buen entendimiento. La orquesta lo dio todo ya desde las arrolladoras fanfarrias iniciales del concierto, apasionadas y nobles, con unas rutilantes intervenciones de los metales que serían constantes a lo largo de toda la noche. Pero hay más exaltación y pasión romántica en esta célebre página de lo que fueron capaces de transmitir Lucchesini y Uryupin con su desvaída visión del conjunto. Echamos en falta algo más de énfasis al piano, pulsado con energía y sentido del ritmo pero de forma decididamente mecánica. La cuerda sonó demasiado flácida y ligera en algunos pasajes, como si su participación se redujera a música de ascensor, si bien pianista y batuta alcanzaron un aceptable nivel de diálogo, y el primero destacó como indiscutible virtuoso en las cadenzas del allegro inicial. El andantino resultó amable pero poco apasionante, mientras el temperamento ruso hizo su aparición en el allegro con fuoco final, donde la orquesta siguió brillando más que el piano, por mucho que el director decidiera rebajar considerablemente su volumen para no enturbiar el ya de por sí potente pianismo del italiano.


Otra cosa muy distinta fue la Sinfonía nº 2 de Schumann, donde la orquesta reafirmó su excelente buena forma y Uryupin convenció con una acertada combinación de lirismo y exaltación emocional sin crispación ni salida alguna de tono. Como tantas otras obras de Schumann, la nº 2 es un viaje de la oscuridad a la luz donde es imprescindible encontrar el punto exacto de tensión y la vena lírica que la recorre. Sin embargo Uryupin estuvo más centrado en la epidermis espectacular de la pieza, a lo que la plantilla se acopló de forma harto disciplinada. Las transiciones fueron en todo momento elegantes y sutiles, como pudo apreciarse en el primer movimiento, donde además el conjunto destacó en ritmo, el mismo que se convierte en carta de naturaleza en el scherzo, que el director guió con agilidad y una exultante energía a la que la plantilla se adaptó con naturalidad y habilidad técnica. El adagio estuvo acompañado en todo momento de mucha ternura y un punto melancólico muy adecuado, sin enfatizar el drama subyacente a la página, y con texturas claras y magníficas prestaciones a la madera. Hubo en todo momento cohesión y rigor en la construcción de la pieza, si acaso faltó algo más de dolor y resignación en su resolución, más atenta a destacar el brillo y el vigor de la página, especialmente en un allegro final que adoptó sabiamente la forma de un himno espiritual y triunfal.

Fotos: Marina Casanova
Artículo publicado en El Correo de Andalucía

jueves, 29 de junio de 2023

INDIANA JONES Y EL DIAL DEL DESTINO La fuerza de las matemáticas

Título original: Indiana Jones and the Dial of Destiny
USA 2023 154 min.
Dirección James Mangold Guion Jez Butterworth, John-Henry Butterworth, David Koepp y James Mangold, según los personajes creados por George Lucas y Philip Kaufman Fotografía Phedon Papamichael Música John Williams Intérpretes Harrison Ford, Phoebe Waller-Bridge, Mads Mikkelsen, Antonio Banderas, Ethann Isidore, Boyd Holbrook, Shaunette Renée Wilson, Thomas Kretschmann, Toby Jones, Olivier Richter, John Rhys-Davies, Karen Allen Estreno en el Festival de Cannes 18 mayo 2023; en España 28 junio 2023; en Estados Unidos 30 junio 2023

Esta quinta entrega sobrevenida y hasta cierto punto inesperada de las aventuras del más famoso arqueólogo cinematográfico, es f
ruto evidentemente de la ambición disneyana, que desde que fagocitó empresas como Marvel o Lucasfilm no ha parado de sacar rédito a su operación comercial, estirando éxitos y banalizando sagas, igual que ha hecho ininterrumpidamente durante todo lo que llevamos de siglo con sus propios éxitos animados. Podría ser otro producto coyuntural y palomitero al más puro estilo de las películas de súper héroes, y sin embargo sus responsables han conseguido un producto con dignidad. No arranca sin embargo precisamente bien, echando mano de tanta creación digital, fundamentalmente para rejuvenecer al protagonista y situar el prólogo en su sempiterna lucha contra los nazis expoliadores en los estertores de la Segunda Guerra Mundial, y de paso rejuvenecer también a su contrincante, a quien da vida el actor danés Mads Mikkelsen, que pierde credibilidad y esa naturalidad que caracterizaba a la trilogía original, donde lo real era más palpable y los efectos visuales de Industrial, Light & Magic más creativos y sorprendentes. Se ha impuesto la infografía y la recreación virtual en menosprecio de la pura y latente realidad.

Superado ese prólogo poco halagüeño, surge la magia de nuevo cuando a finales de la década de los sesenta del pasado siglo, un anciano Indiana se alía con su ahijada, a quien da vida Phoebe Waller-Bridge (Han Solo), hermana de la compositora Isobel Waller-Bridge (Emma.) y a quien se agradece no representar los cánones de belleza actual, para recuperar un extraordinario artefacto inventado por el matemático Arquímedes más de dos mil años atrás (el mcguffin perfecto), con el que siguiendo fórmulas meramente matemáticas se puede dominar el tiempo y realizar viajes a través de él. Quizás en este punto la trama, que denota una vez más la pasión por el conocimiento y la ciencia que despliega el universo creado por Lucas y Philip Kaufman hace cuarenta años, se antoje cogida por alfileres, pero provoca un sinfín de secuencias más o menos memorables, con la persecución a caballo en pleno desfile neoyorquino con los héroes del primer alunizaje, y la sorprendente y emocionante batalla de Siracusa entre ellas, que son recibidas con cierto entusiasmo y una considerable dosis de nostalgia.

Curtido en todo tipo de géneros, el melodrama en Inocencia interrumpida, el terror en Identidad, el biopic musical en En la cuerda floja, el western en El tren de las 3:10, la acción en las calles sevillanas de Noche y día, las carreras automovilísticas en Le Mans’66 y los súper héroes en Lobezno inmortal y Logan, James Mangold se empeña a fondo en esta película, insuflándole la humanidad de la que carecen tantos productos similares actuales, y siguiendo a rajatabla las pautas spielberianas aunque sin prescindir de las suyas propias ni apoderarse de las señas de identidad del otrora llamado Rey Midas de Hollywood. Gran parte de esa humanidad se centra en Indy, con un trabajo inmenso de Harrison Ford y un tratamiento de respeto máximo y carácter inequívocamente nostálgico del personaje, que se trasluce en algunas líneas de diálogo ya imprescindibles para amantes de la saga, y un recorrido sentimental que nos lleva de la mano a quienes pudimos ver su primera entrega en pantalla grande, con algunas referencias a los títulos anteriores o recuperando incluso el personaje de Sallah, interpretado por John Rhys-Davies, a quien pudimos ver en El arca perdida y La última cruzada, así como el idilio conmovedor y épico entre el explorador y su siempre amada Marion.

A todo ello pone de nuevo banda sonora el inimitable John Williams, echando mano sobre todo de mucho oficio pero también de una inspiración notable, algo insólito para quien ya sobrepasa los noventa años, y regalándonos, quién sabe si como testamento, un precioso tema dedicado al personaje que interpreta Waller-Bridge, que en el disco aparece también bajo la interpretación de la célebre violinista Anne-Sophie Mutter, fiel aliada de Williams en sus últimos conciertos junto a la Sinfónica de Boston o la Filarmónica de Viena. Nos encontramos pues ante una fiesta para nostálgicos y para el público joven, que Mangold ha sabido combinar con ingenio, dignidad y sensatez, aunque no podamos evitar echar de menos la mano siempre magistral de Spielberg y un mayor control de Lucas. Pero sabiendo lo que verdaderamente importa a Disney, al menos esta vez ha sido respetuosa y consecuente. Que Antonio Banderas forme parte del elenco, con posición destacada en los títulos de crédito, nos colma de satisfacción, aunque su papel sea meramente anecdótico.

martes, 27 de junio de 2023

UNA CONJUNTA "FANTÁSTICA" E ILUSTRADA

Concierto de clausura del curso 22/23 de la Universidad de Sevilla. Orquesta Sinfónica Conjunta Universidad de Sevilla y Conservatorio Superior de Música Manuel Castillo. Juan García Rodríguez, dirección. Programa: Sinfonía Fantástica de Berlioz, con proyección de “Una sinfonía en imágenes” de Morgancrea. Teatro de la Maestranza, lunes 26 de junio de 2023


El estudio creativo Morgancrea está detrás de importantes eventos culturales de las últimas décadas. Por ejemplo, el enorme panel que combinaba las pantallas en las que aparecían desde sus casas u hoteles las personas nominadas y demás invitadas en la mejor gala de los Premios Goya hasta ahora realizada, la que celebró Antonio Banderas en plena pandemia en un Teatro del Soho vacío, fue responsabilidad de este equipo vasco. Uno de sus grandes logros fue ilustrar hace exactamente veinte años una interpretación de la Sinfonía Fantástica de Berlioz a cargo de Víctor Pablo Pérez y la Sinfónica de Galicia en la Quincena Musical de San Sebastián, a fuerza de una exhaustiva combinación de secuencias de películas mudas con las que más o menos se pretende seguir el programa diseñado por el compositor para la que se considera la primera obra en su género y precursora del poema sinfónico que poco después desarrollaría en profundidad Liszt y más adelante perfeccionaría Strauss. Siempre ávido de experiencias nuevas y renovadoras, ha sido nuestro admirado Juan García Rodríguez quien para coronar otra extraordinaria programación de conciertos – con el punto cumbre que supuso el concierto que convocó a Natalia Labourdette y cuatro pianos en febrero pasado – ha decidido echar mano de este montaje que ya se ha paseado entre otras plazas por la Ópera de Sydney, el Auditorio de Tenerife, el Festival Estoril de Lisboa y el Palau de la Música Catalana.


Hubo un tiempo, cuando se celebraban en este mismo Teatro de la Maestranza los Encuentros de Música de Cine, que algunos echábamos de menos proyecciones de secuencias de las películas cuya banda sonora en forma de suites y temas se interpretaba. Pero fue en Gante, que celebra un festival de música de cine en el que se entregan unos prestigiosos premios relacionados con el género, donde apreciamos que esa solución estética funcionaba a medias, ya que nos obliga a mantener más atención en la imagen que en la música, que queda en un segundo plano. Otra cosa muy distinta es la costumbre extendida en las últimas décadas de proyectar grandes clásicos del cine con su música interpretada por una orquesta sinfónica en directo, y que constituye un espectáculo en sí mismo. Lo cierto es que algo parecido nos pasó en este concierto de la Conjunta celebrado ayer tarde, y aunque intentamos denostadamente centrar toda nuestra atención en las magníficas prestaciones de García y la orquesta, no pudimos evitar prestar una especial atención a la imagen, más cuanto consistía además en descubrir entre tal maremágnum de imágenes algunas cintas tan populares como El fantasma de la ópera, Metrópolis o Un perro andaluz, y estrellas como los hermanos Barrymore o Lon Chaney. No cabe duda de que se trata de un trabajo excelente, que mantiene en la medida de lo posible un enorme respeto por el argumento ideado por el propio Berlioz para su trabajo más popular y reconocido, y que la sincronización con el discurso orquestal fue ni más ni menos que ejemplar. Pero nos quedó ese sabor agrio de no haber apreciado en su totalidad la que nos pareció una interpretación ejemplar e impecable de la célebre página.

Madurez técnica y expresiva bajo una batuta vigorosa

A estas alturas no vamos a redundar en la excelencia milagrosa de una orquesta en prácticas, tan maleable y dúctil como exige el cambio de plantilla con cada nueva temporada. Ya nos hemos deshecho en elogios a lo largo de estos doce años de andadura que hemos seguido con tanto entusiasmo y admiración. La misma que merece su director titular, un García Rodríguez que a pesar de su excelente posición en el mundo musical hispalense, seguimos considerando como una figura desaprovechada. La ROSS sólo ha contado con él en una ocasión, mientras su trabajo frente a un conjunto tan valorado como Zahir Ensemble, y sobre todo su entrega total y absoluta a estos jóvenes integrantes de la Conjunta, lo avala como personalidad muy a tener en cuenta y capaz de suscitar las más incondicional admiración entre quienes lo hemos seguido de cerca. Pero aún no hemos dicho nada de la interpretación de la Fantástica por la Conjunta ayer en el Maestranza, salvo elogiarla con carácter general. Y ciertamente la de estos jóvenes fue una interpretación repleta de matices, impoluta técnicamente, sin desliz alguno, llevada con maestría por la batuta siempre responsable y comprometida de García, que logró trasladar al público, distracción cinematográfica mediante, todo ese desarrollo anímico in crescendo que caracteriza a la pieza.


La suya fue una dirección que aunó fuego, fantasía y una enorme flexibilidad para adaptarse a cada episodio, desde el ensueño melancólico del primer movimiento, jalonado de acentuaciones rítmicas, pasando por la elegancia del vals, resolviendo con brillantez su suntuosa coda y disfrutando de un trabajo excelente de las arpistas, y la atmósfera bucólica de la escena en el campo, presidida por un diálogo perfectamente diseñado y mejor interpretado entre el oboe y el corno inglés, y la estupenda aportación del violonchelo en la aparición (constante) de la idea fija, ese tema de la mujer ideal que atormenta al protagonista de este viaje psicodélico. Ya con más vehemencia y sentido del espectáculo, Conjunta y García desplegaron todas sus fuerzas, especialmente en unas rotundas maderas y unos tan equilibrados como impecables metales, en la Marcha al suplicio, perfectamente contrastada, con un cuidado extremo en las dinámicas y una violencia vertiginosa en toda su amplitud. Y tras ese estremecedor momento, el desarrollo final del aquelarre, febril y grotesco en algunos de sus pasajes, y una espectacular aceleración rítmica presidiendo todo su apocalíptico desarrollo. Si es así, aunando desarrollo anímico y una vigorosa orquestación, como debe interpretarse la Fantástica, los jóvenes de la Conjunta merecieron ayer un indiscutible sobresaliente, si no matrícula.

Artículo publicado en El Correo de Andalucía

lunes, 26 de junio de 2023

SIN MALOS ROLLOS Sexo y sentimiento

Título original: No Hard Feelings
USA 2023 103 min.
Dirección
Gene Stupnitsky Guion John Phillips y Gene Stupnitsky Fotografía Eigil Byrd Música Mychael Danna y Jessica Rose Weiss Intérpretes Jennifer Lawrence, Andrew Barth Feldman, Laura Benanti, Matthew Broderick, Natalie Morales, Scott MacArthur, Kyle Mooney, Hasan Minhaj, Aysia Joy Powell, Ebon Moss-Bachrach, Jordan Mendoza, Amalia Yoo, Matthew Noszka, Christian Galvis Estreno en España y Estados Unidos 23 junio 2023

Como creador de la serie The Office, director de Chicos buenos y guionista de la hilarante Bad Teacher, Gene Stupnitsky se perfila como uno de los más prometedores directores de comedia de la actualidad. Pero el estilo narrativo de la época le limita, constriñéndole a seguir las pautas habituales que obligan a convertir una comedia gamberra en un drama sentimental a mitad de metraje.

Esto es exactamente lo que ofrece su nueva película, donde una espléndida y seductora Jennifer Lawrence, auténtica y desinhibida devoradora de hombres, mide fuerzas con una nueva estrella proveniente de la televisión, Andrew Barth Feldman, que interpreta a un joven tímido y retraído cuyos padres deciden espabilarlo antes de entrar en la universidad, con la ayuda de una mujer sin escrúpulos ni prejuicios para seducirlo y llevarlo a la cama. Naturalmente surgirán los problemas morales habituales, cuando el joven revele ser un sentimental y moverse lentamente, lo que demuestra un retroceso en las relaciones sexuales de la nueva juventud con respecto a generaciones anteriores, quizás provocado por las redes, internet, los juegos adictivos frente a la pantalla y el aislamiento al que todo esto ha sometido a muchos y muchas jóvenes, tal como se aprecia en la muy lograda y reveladora secuencia de la fiesta juvenil, donde Lawrence no sólo desentona por edad.

Lástima que todo este análisis apenas quede cubierto en un guion que persigue meramente el entretenimiento fácil y simplón, que triunfe en la cartelera veraniega añadiendo, eso sí, frescura entre tanto superhéroe y remake disneyano. La intención indisimulada de que el conjunto recuerde a aquellas comedias juveniles ochenteras, se refleja también en una banda sonora en la que el tema Maneater de Hall & Oates, además de otros de la época, cobra una especial relevancia.

UNA VIDA NO TAN SIMPLE Educar en madurez

España 2023 107 min.
Guion y dirección
Félix Viscarret Fotografía Óscar Durán Música Mikel Salas Intérpretes Miki Esparbé, Álex García, Ana Polvorosa, Olaya Caldera, Julián Villagrán, Ramón Barea, Xabi Valcárcel Estreno en el Festival de Málaga 13 marzo 20223; en salas 23 junio 2023

No encuentra Félix Viscarret en su todavía corta filmografía el tono justo para transmitir lo que con sus presuntamente maduras historias quieren plasmar. Ni en Bajo las estrellas, ni en la supuestamente original y atrevida No mires a los ojos, ni ahora en esta su comedia dramática seguramente más madura y elaborada, consigue llegar más allá de la mera narrativa, de contar unas historias con unos personajes más o menos atractivos e identificables con esta sociedad moderna tan agrietada.

El objeto de su análisis es ahora la supuesta crisis de los cuarenta que afortunadamente no todos ni todas sufrimos tan inevitablemente como nos quieren convencer. Y si se es padre y se ha acostumbrado uno o una a la rutina, incluyendo el amor que tantas veces parece queramos confundir con la estabilidad y la huida de la soledad, todavía peor. Por esta tesitura deambula el protagonista, un Miki Esparbé que continúa escalando peldaños en su carrera, más lentamente de lo que suele ser habitual en nuestro cine, y que con gesto taciturno y pensativo recorre este estadio de su vida, cuando ha pasado fulminantemente del éxito al fracaso, su vida profesional se ha estancado y su vida familiar pende de un hilo por hastío o esa temible rutina apuntada. Lo vemos cuidar y educar a sus hijos, dos criaturas pequeñas que a la postre son lo más agradable y agradecido de la función, mientras asistimos a una realidad muy diferente, que quizás sea él, y por extensión, nosotros y nosotras, quienes necesitemos una educación que nos haga madurar en condiciones.

Claro que siempre desde el punto de vista de un director convencido de que todos y todas podernos identificarnos con este presunto decepcionado de la vida. Pero Viscarret, que cuenta su historia con elegancia y mesura, no alcanza a definir suficientemente bien ni a su protagonista ni mucho menos a un amigo, interpretado por Álex García, aún más desdibujado e inútil al conjunto, mientras unas relaciones amorosas sobrevenidas resultan demasiado impostadas y la metáfora de las jóvenes patinadoras con lentejuelas acaba resultando demasiado recurrente y evidente, como esa libertad inalcanzable que en esta sociedad moderna de comodidades, caprichos y frivolidades, todos estén empeñados en que anhelemos en general.

viernes, 23 de junio de 2023

SOUSTROT RESUCITA A LA ROSS Y A LAS ESPECIES

11º concierto del ciclo Gran Sinfónico de la Temporada nº 33 de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Coro Femenino Teatro de la Maestranza y Escolanía de Los Palacios. Astrid Nordstad, contralto. Marc Soustrot, dirección. Programa: Sinfonía nº 3 en re menor, de Mahler. Teatro de la Maestranza, jueves 22 de junio 2023


No fue la de ayer una jornada cualquiera para la Sinfónica de Sevilla. Por la mañana su director titular, el estupendo Marc Soustrot, nos convenció de su compromiso con una orquesta con cuyas reivindicaciones se siente solidario e identificado, empezando por una sala de ensayos en condiciones y siguiendo con la cobertura de plazas aún vacantes que eviten los enormes añadidos que por ejemplo necesitó la orquesta para acometer la mastodóntica Sinfonía nº 3 de Mahler con la que el conjunto reanudó sus conciertos de abono, tras dos meses y medio de huelga. Y terminando por supuesto con un aumento de apoyos financieros que le permitan abordar una programación como la que sin duda merece por todos sus atributos y los triunfos logrados a lo largo de estos más de treinta años de existencia. En una ciudad en la que el patrimonio inmaterial artístico se procura atender con todo el mimo que merece, parece mentira que sean las personas, en este caso la plantilla de nuestra magnífica orquesta, quienes sufran el desprecio, aunque sea parcial, de nuestras instituciones. Es evidente que reina una casi total y absoluta falta de humanidad y sentimiento a este respecto, que con sus aciertos y desaciertos han intentado remediar con un paro no del todo comprendido que le ha puesto al borde del precipicio y ha provocado que se hayan tenido que traicionar muchos de los postulados acariciados en esta casi extinta temporada. Entre ellos, el de programar la integral sinfónica mahleriana en dos temporadas. Frente a las dos citas malogradas por la huelga, con la séptima y el adagio de la décima como protagonistas, para la próxima sólo se cuenta con la novena, lo que deja fuera prácticamente la mitad del cuerpo sinfónico del aclamado autor.

Son muchos quienes consideran la más larga de las sinfonías de Mahler una continuación natural de la segunda, llamada Resurrección. Y aunque es cierto que la tercera es la única de todas las suyas que no está marcada por la muerte, su pasión por la vida y la naturaleza sólo se puede interpretar como condición indispensable para que exista un final, una extinción, dejando bien claro lo efímero de nuestra existencia, el respeto a nuestros orígenes, sean sagrados o científicos, y el que precisa nuestro entorno, una preocupación ya a principios del pasado siglo que se potencia ahora más con todos los avances tecnológicos a nuestro alcance. Por eso nos llamó la atención que fuera esta espectacular página la que sirviera para reanudar la temporada de abono, a falta ya de una sola cita, como si de una auténtica resurrección se tratara, y con ese saludo al verano que la introduce coincidiendo, esto sí que seguramente de manera premeditada, con las fechas en las que nos encontramos.


Una sólida arquitectura

Haciendo gala de una extraordinaria forma física e intelectual, Soustrot manejó sabiamente todos los resortes de esta página mucho más compleja de lo que pueda pensarse. Arrancó matizando al máximo todos los sonidos que la introducen de forma tan majestuosa como misteriosa, logrando una nitidez en las trompas no muchas veces disfrutada y con ello una sensación de himno a la naturaleza de sólida arquitectura. No le fue difícil conseguir así esa evolución de las especies que refleja la singular página, desde la entrada a ritmo de marcha del verano, con todo ese toque de vulgaridad que lo preside, para pasar en el segundo movimiento a un remanso de paz lleno de encanto y frescura, evocando fielmente el mundo vegetal que lo informa, con solos maravillosos, que se irían repitiendo a lo largo de la pieza, de Alexa Farré al violín y Miguel Herráez, en calidad precisamente de aumento, a la trompeta. En el tercer movimiento las trompas de postillón crearon una atmósfera mágica fuera del escenario, evocando el mundo animal antes de que la voz rotunda, armoniosa y de una belleza incontestable de la contralto noruega Astrid Nordstad, ampliamente curtida en el universo de Mahler, entonara los versos de Nitzsche extraídos de su célebre Así hablaba Zaratustra, con el fin de invocar esta vez al hombre.

El carácter místico de la pieza nos lleva después a los ángeles, en un estadio superior al nuestro, con los niños y niñas de la Escolanía de Los Palacios mezclando hábilmente sus blancas voces con las del coro femenino del Coro del Maestranza, y junto a unas campanas casi tubulares inspirar una visión ingenua del paraíso no exenta de cierta ironía. Así hasta llegar al sobrecogedor final que Soustrot logró resolver con un henchido sentido del lirismo y alguna que otra dosis de melancolía que no eclipsó el espíritu glorioso de este largo y apasionado adagio que culmina con uno de los diversos golpes de efecto, vigorosos y punzantes, que habitan en la obra, siempre desde la elegancia que la batuta de Soustrot sabe imprimir a todo lo que aborda. Si la duración estándar de esta sinfonía es de hora y media, pudiendo alcanzar hasta la hora y tres cuartos, la de Soustrot se dilató elocuentemente hasta casi las dos horas, aunque incluyendo pausas, entradas de artistas y aplausos más o menos inconvenientes.

Fotos: Marina Casanova
Artículo publicado en El Correo de Andalucía

jueves, 22 de junio de 2023

UN ALUMNADO MUY APLICADO

Concierto de cámara del Día de la Música. Alejandro Mateo González, piano. Programa: Sonata K466 en fa menor, de Domenico Scarlatti; Sonata nº 12 K332 en Fa mayor, de Mozart; Estudios Op. 25 nº 5 y 6, de Chopin; Ondine de Gaspard de la nuit, de Ravel. María del Mar Jurado Jiménez, violín. Darío Francesc García Garrido, viola. Álvaro Lozano Cames, violonchelo. Guillermo Ramírez Ortega, piano. Programa: Cuarteto para piano y cuerdas nº 3 en do menor Op. 60, de Brahms. Patio de la Montería del Real Alcázar de Sevilla, miércoles 21 de junio de 2023

Foto: Manuel Vaca

A las puertas mismas de una nueva edición de
Música en los Jardines del Alcázar para amenizarnos las noches estivales que acaban de arrancar, el Patio de la Montería de este irrepetible palacio sevillano sirvió por dos noches consecutivas como escenario para mostrar lo mejor de nuestra juventud. La más responsable, esforzada y aplicada posible, que prolonga así el florecimiento en la ciudad de tanta juventud comprometida con la música clásica a tan alto nivel, se exhibió el pasado martes en el concierto de presentación de la Joven Orquesta Internacional de Sevilla, heredera natural de la Sinfonietta San Francisco de Paula, y ayer Día de la Música con el que podríamos considerar trabajo de fin de curso de algunos de los más aventajados alumnos de la Escuela de Estudios Orquestales que preside la Fundación Barenboim-Saïd con sede en Sevilla.

Alejandro Mateo González en una imagen de archivo
El escenario es el preferido de la institución para celebrar sus progresos a nivel formativo, que pudieron hacerse evidentes con la concurrencia del joven pianista malagueño Alejandro Mateo González, que arrancó su participación, toda ella de memoria, con una de las más de quinientas sonatas en un solo movimiento que compuso, la mayoría en nuestro país, Domenico Scarlatti. La suya fue una mirada solemne, casi parsimoniosa, de la K466, leída lentamente, con grandes intervalos y alguna que otra elocuente disonancia, y con unos acentos muy marcados que en el piano moderno sonaron de forma además tan sincera como estimulante. Su lado más jocoso y divertido se hizo patente en la Sonata nº 12 de Mozart, de la que sólo interpretó su allegro inicial, dejando una buena impronta, la que se manifiesta en una gestualidad cómica y atrevida al compás de la distendida música, que en sus manos disfrutó de un inmenso colorido, permitiéndose incluso hacer guiños al fandango andaluz en una demostración de inventiva y falta de complejos muy saludable. Algo emborronado surgió el Estudio Op. 25 nº 5 de Chopin, de cuya zona central supo sin embargo extraer unas considerables dosis de lirismo. Mejor la nº 6, donde a la solidez técnica del pianista se unió un especial ingenio para aflorar sentimiento. Acertó también con Ondine de Ravel, primera de las tres escalas que dan forma a Gaspard de la nuit, que se deslizó con un envidiable sentido de la seducción y el misterio, aparejado a unas más que convincentes dotes técnicas y expresivas.

Álvaro Lozano Cames
El decidido y contundente arranque del Cuarteto con piano nº 3 de Brahms hizo presagiar una interpretación llena de fuerza y drama que sin embargo fue diluyéndose no por falta de preparación técnica, sino porque a tan temprana edad aún se echa en falta una mayor madurez y solidez interpretativa, más experiencia, para acometer con éxito una página tan complicada y conmovedora. Brahms inició su composición cuando todavía muy joven frecuentaba al matrimonio Schumann que tanto le influyó, pero no lo acabó hasta veinte años después, tras numerosas modificaciones y añadidos. En ella se combinan pasajes de mucho ardor con otros más serenos, lo que exige unos contrastes anímicos que tan jóvenes intérpretes no alcanzaron a plasmar, dotando al conjunto de cierta debilidad expresiva y una languidez nada acorde a los postulados de la pieza. Cabe destacar no obstante la excelente técnica de cada uno y una de los intérpretes, destacando especialmente la fluida articulación y sonido sedoso al violonchelo del también malagueño Álvaro Lozano, sin desmerecer a sus compañeros, que lograron momentos de considerable lirismo, manteniendo un control técnico impecable y una perfecta compenetración, destacando el virtuosismo del endemoniado scherzo, la nobleza de Lozano en el andante, y la delicadeza de la linaerense María del Mar Jurado y Darío Francesc García en el allegro comodo final, con el siempre eficiente contrapunto al piano de Guillermo Ramírez, todos los cuales pueden así confiar en un brillante futuro que ya ha sido reconocido con premios como el Intercentros Melómano.

Ahora sólo hace falta que el público sea también tan aplicado como el alumnado, y no interrumpa piezas como el cuarteto de Brahms con sus aplausos fuera de lugar y sin dejar respirar los finales de cada movimiento. Será conveniente también que dejen el móvil a un lado, que parecen más concentrados en lograr la mejor instantánea o video para compartir y demostrar que estuvieron allí, en lugar de dejarse seducir únicamente por lo que de verdad importa, la música y sus jóvenes y talentosos intérpretes.

Artículo publicado en El Correo de Andalucía

miércoles, 21 de junio de 2023

LUIS MISÓN VUELVE A SONAR EN EL PALACIO DE LEBRIJA

Las sonatas inéditas de Luis Misón aparecidas en el Palacio de la Condesa de Lebrija. Rafael Ruibérriz de Torres, flauta travesera; Cristina Bayón, soprano; Isabel Gómez-Serranillos, violonchelo; Santiago Sampedro, clave. Programa: Sonatas para flauta y bajo continuo en Sol mayor nº 1 (primer movimiento), nº 2, nº 4 y nº 3, de Luis Misón; Sonata para flauta y continuo en Sol mayor Wq 127, de Carl Philipp Emanuel Bach; Sonata en fa menor para clave K466, de Domenico Scarlatti; "El celoso enamorado y el torero", tonadilla a solo para voz y bajo continuo, de Luis Misón. Casa Palacio de la Condesa de Lebrija, martes 20 de junio de 2023


Tal como asevera el flautista Juan Miguel Illán, responsable de la edición crítica de las cinco sonatas encontradas en el Palacio de la Condesa de Lebrija, en las notas del disco que Ruibérriz, Gómez-Serranillos y Sampedro presentaron anoche in situ, Tras más de dos siglos en silencio, la música de Misón vuelve a sonar. Ya lo hizo en el Festival de Música Española de Cádiz del pasado año, y volvió a hacerlo en la pasada edición del Femás, también entonces en un edificio emblemático de Sevilla, la Iglesia de San Luis de los Franceses. Pero esta vez revestía una ocasión especial, al interpretarse en el lugar exacto donde fueron halladas estas sonatas hace apenas unos años y recuperadas definitivamente ahora con este disco de Brilliant Classics que sale a la luz un año justo después de su grabación también en nuestra ciudad. Como es habitual en estos conciertos organizados por la Asociación de Amigos de la Orquesta Barroca de Sevilla en espacios singulares como el Palacio del Marqués de la Motilla hace un año, o el Palacio de los Condes de Santa Coloma y la Iglesia del Convento de Madre de Dios el pasado otoño, el concierto estuvo precedido de una elocuente y didáctica contextualización arquitectónica de la mano de un experto en la materia, esta vez Teodoro Falcón, historiador de arte y catedrático de la Universidad de Sevilla.

La música efectivamente sonó allí donde estuvo custodiada por la coleccionista de arte y promotora cultural y así mismo competente pintora, Regla Manjón, Condesa de Lebrija en la transición de los siglos XIX y XX, concretamente en el salón acristalado contiguo al hermoso patio y circundado de los extraordinarios mosaicos extraídos de Itálica, así como de valiosas piezas de arte entre las que destaca el magnífico retrato que de la anfitriona hizo el este año homenajeado Joaquín Sorolla. Sensacional flautista en su época y digno compositor que destacó fundamentalmente como creador en cierto modo de la tonadilla escénica como la conocemos hoy en día, el inimitable Luis Misón, catalán de ascendencia francesa, triunfó como oboísta y flautista en la Capilla Real de Madrid, y ejerció también como prolífico compositor de un sinfín de tonadillas archivadas en el Conservatorio Superior de Música de Madrid, así como un buen número de sonatas para flauta y continuo que lamentablemente han desaparecido en su mayoría. Fue muy requerido por la Casa de Alba, lo que quizás justificase que sus partituras se encontrasen muy repartidas por las grandes casas españolas del momento, llegando así hasta la propiedad de Manjón.


Nueva vida para la música de Misón

El programa propuesto por Ruibérriz y sus jóvenes acompañantes, varió puntualmente con respecto al presentado en Cádiz y el Femás, por cuanto de la primera sonata sólo se interpretó el primer movimiento, añadiéndose dos piezas para contextualizar a Misón, una de C.P.E. Bach, prolífico también en el instrumento con estilo igualmente galante y ligado a la corte, en su caso la de Federico de Prusia, y otra de Domenico Scarlatti, cuyo generoso paso por nuestras tierras influyó en nuestros músicos tanto como éstos lo hicieron en él. Cristina Bayón además sólo interpretó en esta ocasión una tonadilla escénica, El celoso enamorado y el torero, con su habitual desparpajo, haciendo hincapié en los acentos y los ritmos, muy bien controlados por Santiago Sampedro al clave, y destacando tanto a nivel técnico, con voz muy bien proyectada, de tan bello timbre, y su línea de canto convenientemente homogénea y en perfecto estilo. Lástima que los textos resultaran difíciles de comprender, lo que no fue impedimento para apreciar la falta de frescura que evidencian sus tonos satíricos y su temática taurina. Sampedro por su parte acometió en solitario la difícil tarea de llevar a buen puerto una de esas sonatas de Scarlatti de tan ricas texturas y elegantes formas. La suya fue una digitación precisa y muy reflexiva, sin marcar excesivamente los acentos y procurando resultar en todo momento extremadamente delicado.


Del resto Rafael Ruibérriz dejó constancia de su dominio absoluto, notable fluidez y madurez expresiva tanto en la sonata de Bach que acometió con un esmerado control de la respiración y buen gusto en la ornamentación, y especialmente en las de Misón, ciertamente singulares en sus numerosas florituras, marcados acentos y continuos cambios de registro, especialmente a la hora de llegar al extremo grave de un instrumento dieciochesco no preparado para esa tesitura, y que el intérprete resolvió manejando con pericia su complicado juego de llaves. Especialmente hermoso lució el adagio de la Sonata nº 3, algo anclada en el barroco del Bach patriarca y con notas sostenidas de auténtico virtuoso, mientras los turbulentos allegros, especialmente el de la nº 5 que añadió como propina, evidenciaron la vertiginosa capacidad del flautista para acometer los pasajes más complejos de unas partituras especialmente propensas a ello y que parecen, al margen de ese estilo galante precursor del clasicismo que la caracterizan, mirarse en el espejo del barroco italiano. Sorprendente resultó el arranque de la primera sonata, con el instrumento solista ejerciendo de acompañante en una difícil conjunción de presteza y expresividad. Muy bien en todo momento el violonchelo de Isabel Gómez-Serranillos, dando cuerpo y forma tanto a las sonatas como a las réplicas a Bayón en la tonadilla. Y aplausos también para el personal de sala del Espacio Turina, que con su ejemplar servicio nos hicieron la velada aún más agradable.

Fotos: Luis Ollero
Artículo publicado en El Correo de Andalucía

UPON ENTRY (LA LLEGADA) La pesadilla americana

España 2022 77 min.
Guion y dirección
Alejandro Rojas y Juan Sebastián Vasquez Fotografía Juan Sebastián Vasquez Intérpretes Alberto Ammann, Bruna Cusí, Laura Gómez, Ben Temple, David Comrie, Gerard Oms, Colin Morgan Estreno en el Festival de Málaga 18 marzo 2023; en salas 16 junio 2023

Rara vez utilizamos estas páginas de reseña cinematográfica para contar anécdotas personales. Sin embargo lo que cuenta esta película me trajo a la memoria un episodio que viví cuando tenía diecisiete años, a mitad de los ochenta del pasado siglo, cuando volé a Canadá con el fin de pasar en Terranova todo un verano en casa de unos amigos y mejorar así mi inglés justo antes de emprender mi carrera universitaria, y que me gustaría compartir con quien me lea. En Montreal, donde debía hacer una escala de una noche, fui retenido durante varias horas en la comisaría del aeropuerto con el fin de que las autoridades portuarias se asegurasen de que el fin de mi viaje era estrictamente vacacional y no de inmigración
Tal era la concepción que de nosotros los españoles se tenía en aquel momento, y eso que mi padre ya me avisó, en un ejercicio de racismo involuntario hoy inadmisible, que me presentara siempre como español europeo para distinguirme de los latinos, todavía peor vistos. Son episodios lamentables que se dan en una sociedad tan presuntamente avanzada como la norteamericana y que tan celosamente guarda su status económico hasta el punto de no agredirlo con injerencias desde su punto de vista indeseables.

En mi caso no atisbé violencia ni maltrato alguno, ni físico naturalmente ni tampoco psicológico, si bien es verdad que me hizo perder la ayuda que una amable compañera de vuelo me había prometido para alojarme en las mejores condiciones en una ciudad en la que debía hacer noche para coger el vuelo a San Juan la mañana siguiente. A la pareja protagonista de este thriller dirigido con tan buen pulso, tanta profesionalidad y estupenda dirección de actores por los debutantes Alejandro Rojas y Juan Sebastián Vasquez, les ocurre algo parecido. Pero en la era Trump en la que se ambienta la trama, la animadversión hacia el extranjero, especialmente el inmigrante, se acentuó y amenaza con perpetuarse, y las consecuencias son más humillantes y perniciosas, hasta el punto de poder suponer un antes y un después en las vidas de sus víctimas, tal como muy bien se demuestra, con precisión y confianza, en esta milimétrica y despiadada película.

Apenas cuatro personajes y una habitación crean la atmósfera enrarecida y febril suficiente para generar la angustia y creciente ansiedad que entre todos y todas logran insuflar en el público. El resultado es el sueño americano convertido en auténtica pesadilla capaz de vulnerar los derechos y libertades más fundamentales, de los que precisamente esa poderosa nación se considera habilitadora y salvaguarda.

martes, 20 de junio de 2023

EL FANTÁSTICO CASO DEL GOLEM Madurando a ritmo latino

España 2023 95 min.
Guion y dirección
Burnin’ Percebes (Nando Martínez y Juan González) Fotografía Ion De Sosa Música Sergio Bertran Intérpretes Brays Efe, Bruna Cusí, Javier Botet, Luis Tosar, Anna Castillo, Roger Coma, Nao Albet, Roberto Álamo, David Menénez, Tito Valverde, Clara Sans, Mario Mayo, Vanessa Castaños, Héctor Abad Estreno en el Festival de Málaga 15 marzo 2023; en salas 16 junio 2023

Bajo el nombre artístico de Burnin’ Percebes, el tándem formado por Nando Martínez y Juan González llevan un buen puñado de años cultivando un tipo de cine muy personal y deliberadamente particular. En sus tres trabajos anteriores, mediometrajes de alrededor de una hora de duración, exploraban el canibalismo (Searching for Maritxell, protagonizada por una entonces desconocida Rigoberta Bandini), la relación de pareja (Ikea 2) y el amor interplanetario (La reina de los lagartos, con sus intérpretes fetiche Bruna Cusí y Javier Botet).

Ahora acometen su primer largometraje convencional (hora y media) para echar mano de la comedia del absurdo y el surrealismo más recalcitrante en una historia que reflexiona sobre la soledad y la madurez en clave de ciencia ficción en una realidad distópica donde abundan las empresas fundadas sobre la idea del algoritmo y la inteligencia artificial. El mayor acierto de la función radica en envolver y atrapar con su disparatado argumento, convenciendo hasta de lo más absurdo. Cuenta para ello con una puesta en escena deudora del sketch, unas interpretaciones convencidas y ajustadas y una sucesión de sorprendentes situaciones que componen un trabajo anclado sin embargo en la más absoluta tontería, un mero entretenimiento bien urdido y atrevido por no acatar las convenciones y procurar asirse a un lenguaje propio e impredecible, si bien toda su maquinaria no progresa sino a lo meramente anecdótico.

En el reparto sobresalen, además de un Brays Efe protagonista y en clave distinta a la habitual y la intervención incondicional de Cusí y un Botet delirante, la colaboración especial de Luis Tosar, Anna Castillo, Roberto Álamo y Tito Valverde, todos y todas muy implicadas en el asunto. A destacar su fresca y divertida banda sonora original a fuerza de ritmos latinos al más puro estilo Tito Puente, Esquivel o Xavier Cugat, con la que se reafirma el carácter de comedia vodevilesca de esta extravagante película.

ASTEROID CITY Estrellas en un agujero negro

USA 2023 104 min.
Dirección
Wes Anderson Guion Wes Anderson y Roman Coppola Fotografía Robert D. Yeoman Música Alexandre Desplat Intérpretes Jason Schwartzman, Scarlett Johansson, Tom Hanks, Jeffrey Wright, Tilda Swinton, Bryan Cranston, Edward Norton, Adrien Brody, Liev Schreiber, Hope Davis, Steve Park, Rupert Friend, Maya Hawke, Steve Carell, Matt Dillon, Hong Chau, Willem Dafoe, Margot Robbie, Tony Revolori, Jake Ryan, Jeff Goldblum, Grace Edwards, Aristou Meehan, Sophia Lillis, Ethan Josh Lee, Bob Balaban, Rita Wilson Estreno en el Festival de Cannes 23 mayo 2023; en España y Estados Unidos 16 junio 2023


A estas alturas a nadie engaña ya Wes Anderson. Tiene sus legiones de fans, que disfrutan con sus estéticas y marcianas propuestas, y quienes no lo soportan y le huyen. Y en medio estamos quienes queremos devorarlo todo, mantenernos a tono con la actualidad e incluso conservamos la esperanza de sorprendernos, sin que esto llegue a ocurrir. Anderson repite una y otra vez esquema, reúne a una cada vez más ingente cantidad de súper estrellas, que por otro lado parecen desvivirse por trabajar con él e incluso rebajar considerablemente su caché, como antaño hacían con Woody Allen, y todo su equipo baila al mismo son que marcaban sus anteriores producciones, incluida la fotografía preciosista, colorista y a menudo estática de Yeoman, la partitura cómica y distendida de Desplat y por supuesto la sofisticada dirección artística.

De poco sirve intentar descubrir en el conjunto algún mensaje constructivo o interesante, ni analizar sus propuestas desde el punto de vista intelectual; todo parece tan superficial y manifiestamente visual que no estimula realizar ningún tipo de análisis ideológico o argumental, por mucho que todo parezca girar en torno al duelo de un hombre (Jason Schwartzman, habitual del director) alrededor del cual surgen un sinfín de personajes reunidos con pretexto de un concurso de jóvenes científicos en un poblado inexistente, fruto todo de uno de esos programas televisivos de hace más de cincuenta años en los que se representaba en directo una obra de ficción teatral.

La aparición de ovnis y alienígenas (bajo la forma de Jeff Goldblum) no logra para quienes no comulgamos con Anderson elevar el interés de una propuesta que es más marciana que el bicho en cuestión. La nostalgia solo funciona a fuerza de estampas y postales, mientras disfrutar de su lujoso reparto y sus propuestas estético-pastelosas se convierte en el único aliciente y fin de un trabajo en el que la sobreabundancia de personajes hace que algunos ni siquiera sepamos qué hacen ahí, y lo peor, ni siquiera nos importe.

lunes, 19 de junio de 2023

LOS AMANTES DEL ENGAÑO Sólo frivolidad y sofisticación

Título original: Mascarade
Francia 2022 142 min.
Guion y dirección
Nicolas Bedos Fotografía Laurent Tangy Música Anne-Sophie Versnaeyen Intérpretes Pierre Niney, Marine Vacth, Isabelle Adjani, François Cluzet, Laura Morante, Emmanuelle Devos, Charles Berling, James Wilby Estreno en el Festival de Cannes 27 mayo 2022; en Francia 1 noviembre 2022; en España 16 junio 2023


Hay muchas formas de empoderar a la mujer en el cine, pero algunas resultan tan vacuas y frívolas que no convencen. Un reparto y unas localizaciones de lujo parecen ser el único reclamo posible de una intriga que se revela poco plausible y demasiado enrevesada casi desde el minuto cero. La presencia de dos protagonistas tan atractivos y seductores como Pierre Niney y la hermosa Marine Vacth, a quien descubrimos de la mano de Ozon en Joven y bonita, y su continuo ir y venir por los locales y ambientes más exclusivos de la Costa Azul, sostienen un endeble guion que presume sin embargo de ingenioso, y que el habitual actor Nicolas Bedos ha puesto en imágenes con elegancia y buen gusto, aunque con un ya preocupante pudor en las escenas de sexo muy mal avenido con la tradición gala.

Cabe disfrutar de una Isabelle Adjani en modo Gloria Swanson, que canta y cambia de peluca a discreción, y la siempre efectiva Emmanuelle Devos, pues en el apartado de actores, ellos están peor resueltos, más histriónicos y desabridos, o simplemente inexistentes, como un Charles Berling cuya participación en los hechos que se juzgan en un improbable tribunal no acaba de explicarse, o el inglés James Wilby, habitual de James Ivory (Maurice), al que hay que cazar al vuelo para saber cuál es su estado físico actual.

La extravagancia queda así en mera tontería, que se deja ver por sus atractivos ingredientes y sus bellas localizaciones, lo que milagrosamente consigue que sus casi dos horas y media de duración no se hagan interminables. Pero el resultado global da la sensación de que se tratara de un producto patrocinado por alguna marca de sofisticados perfumes, tal es el grado de frivolidad e irrelevancia que lo inunda todo, por mucho que pretenda en apariencia trazar un análisis crítico de las grandes fortunas y los negocios inmobiliarios.

viernes, 16 de junio de 2023

CRIATURAS DE DIOS El hijo pródigo

Título original: God’s Creatures
Irlanda-Reino Unido-USA 2022 94 min.
Dirección
Anna Rose Holmer y Saela Davis Guion Shane Crowley y Fodhla Cronin O’Reilly Fotografía Chaysie Irvin Música Danny Bensi y Saunder Jurriaans Intérpretes Emily Watson, Paul Mescal, Aisling Franciosi, Toni O’Rourke, Declan Conlon, Lalor Roddy, Brendan McCormack, Marion O’Dwyer Estreno en el Festival de Cannes 19 mayo 2022; en Irlanada 31 marzo 2023; en España 28 mayo 2023 (Movistar Plus+)

Las poco experimentadas realizadoras de esta cinta ponen interés y podría decirse que hasta entusiasmo en contarnos esta historia de machismo imperante en comunidades pequeñas y muy localizadas de la muy católica Irlanda, pero su empeño se queda a medio camino por una serie de razones que intentaremos exponer con claridad.

El regreso de un hijo pródigo a la pequeña comunidad de pescadores y criadores de ostras en la que residen sus padres, hermana y abuelo, se convierte con el paso de los días en una pesadilla especialmente para su madre, que se debate entre su amor incondicional al vástago y su deber como mujer y persona ante una justicia que da la espalda a las de su sexo y condición de trabajadoras, mientras se limita a exponer a las víctimas, ahuyentarlas y convertirlas en carne de chiste fácil. Todo esto está bien si no fuera por el carácter extremadamente abstracto de la narración, a lo que contribuye sobremanera la percutiva y planeadora música de Bensi y Jurriaans.

Mientras Emily Watson aporta su atractiva presencia pero abusa de expresión pasmada, mientras Paul Mescal, con su éxito por Aftersun todavía reciente, logra impregnar a su personaje de la ambigüedad suficiente que de sentido a la propuesta de estas jóvenes y comprometidas cineastas. Pero hay en el proyecto muchas buenas ideas, apoyadas sobre todo en el sentido de la tradición y el destino trágico, que no cuajan por falta de convicción y rigor en la narración y exposición de los hechos.

jueves, 15 de junio de 2023

UN BLANCO FÁCIL Una mujer en la lucha y en el calvario

Título original: La syndicaliste
Francia 2022 122 min.
Dirección
Jean-Paul Salomé Guion Fadette Drouard y Jean-Paul Salomé, según el libro de Caroline Michel-Aguirre Fotografía Julien Hirsch Música Bruno Coulais Intérpretes Isabelle Huppert, Grégory Gadebois, Pierre Deladonchamps, Yvan Attal, Marina Foïs, François-Xavier Demaison, Alexandra Maria Lara, Gilles Cohen, Aloïse Sauvage, Mara Taquin Estreno en el Festival de Venecia 2 septiembre 2022; en Francia 1 marzo 2023; en España 9 junio 2023

Lo mejor que se puede decir de esta película, otra lección magistral de interpretación de Isabelle Huppert aparte, es la claridad meridiana con la que su director expone los hechos que narra y denuncia, sin atisbo de pretenciosidad. Jean-Paul Salomé es un veterano realizador francés que se forjó una carrera con títulos eminentemente comerciales de puro entretenimiento, como Belphegur: La máscara del faraón, Arsène Lupin y Espías en la sombra, y regaló a Huppert un divertido papel en Mamá María. Su vertiente más seria y reivindicativa nos llega ahora con esta sobrecogedora historia real en la que una importante sindicalista del sector de la energía nuclear en Francia sufrió acoso por su lucha contra la fusión con el sector chino en detrimento de los puestos de trabajo pagados con dignidad y derechos en Europa.

La película de Salomé se divide en dos partes bien diferenciadas, con el caso con el que arranca como bisagra. Por un lado asistimos al trabajo apasionado y entregado de Maureen Kearney, en una crónica trasparente y emocionante sobre el trabajo hecho con sentido de la responsabilidad y la profesionalidad en cualquier sector y el afán por conseguir resultados y no decepcionarse ni a sí misma ni a nadie del entorno. En la segunda parte asistimos a un absorbente thriller en el que la víctima se pretende convertir en culpable dentro de un mecanismo perverso y manipulador en el que todos los elementos intervinientes muestran su cara más despiadada, incluida por supuesto una mediocre clase política.

Dentro de todo el conjunto subyace la enorme dificultad que siguen teniendo las mujeres para llevar a buen puerto sus postulados y retos, y cómo la violencia se ejerce sobre ellas en todos los campos, estigmatizando y procurando minar ánimos y voluntades. Se trata ni más ni menos que del mundo depredador y estresante en el que vivimos, un sistema en el que sólo impera el poder y el dinero, al que todos los países de nuestro entorno, y el nuestro también, se ven encaminados sin remedio, aniquilando derechos y progresos en favor de esa economía feroz y agresiva del sálvese quien pueda, y quien no que naufrague en nuestras costas y se convierte en un mero número que ya ni siquiera despierte nuestra compasión. El título en español sacrifica el original de La sindicalista en favor del internacional The Sitting Duck, una expresión que equivale al blanco fácil elegido aquí.

miércoles, 14 de junio de 2023

UNA TOSCA DESLUMBRANTE EN LO ESCÉNICO Y LO MUSICAL

2º reparto con Vanessa Goikoetxea, Mario Chang y Darío Solari.
Teatro de la Maestranza, martes 13 de junio de 2023


Resulta curioso que a veces, cuando tenemos la oportunidad de repetir título para hacer la crítica del segundo reparto, como es el caso, disfrutamos aún más con la propuesta escénico musical que vimos unos días antes por primera vez. Así, si antes vimos ocurrencias, anoche nos atraparon sus soluciones; donde observamos anacronismos, vislumbramos actualidad a través de conseguidas convenciones escénicas; y si antes encontramos forzados los paralelismos entre Pasolini y la ópera de Puccini, ahora sólo vimos poesía y sentimiento. Porque sólo así, con mucho sentimiento, un profundo conocimiento de los recursos y de los materiales teatrales y musicales, y un inusitado entusiasmo para conseguir convencer y comulgar con el público, se logra una función tan redonda como la que pudimos disfrutar anoche en el Maestranza. Queda claro de esta manera que no podemos fiarnos de las primeras impresiones, y eso que en este caso ya fueron buenas, pero quedaron algo eclipsadas por la polémica.

Los aberrantes, irrespetuosos e inadmisibles abucheos e insultos del estreno se tornaron esta vez en aplausos justo en la misma escena del escándalo y el desconcierto. Lástima que al coliseo volvieran las temidas toses, tan agresivas y molestas a su modo, porque el resto fue puro delirio. Conectamos aún más con la inteligente puesta en escena, con su magnífica concepción del teatro, preciso y meticuloso, traducido en gestos y matices que nos arrastraron hasta el punto de creernos todo lo que ocurría en escena, estremecernos con las emociones y los sentimientos de sus personajes e involucrarnos en sus alegrías y sus tragedias. Y lo que nos había parecido un único escenario, ante nuestros ojos se convirtieron en los tres de rigor, gracias al ingenioso artilugio en forma de jaula mutante y giratoria en la que consiste tan luminosa y hermosa escenografía. Definitivamente esto es buen teatro, una extraordinaria dirección de actores y toda una coreografía al servicio de la música en la que cada movimiento y cada gesto parecen bailar la excelsa música de Puccini, servida si cabe todavía mejor que el día del estreno, con una batuta pujante y comprometida sacando a relucir todo lo mejor de nuestra espléndida orquesta. Y de nuevo el coro, más coordinado aún, estremeciéndonos a todos y todas desde las alturas, invadiéndolo todo y haciéndonos olvidar que su lugar era el escenario. Viva el atrevimiento, la seguridad y la confianza en sí mismo que ha conseguido que la de Villalobos sea una Tosca diferente pero convincente e irrepetible y digna de pasearse por los mejores escenarios del mundo.


La Tosca del martes 13 fue bendecida por la suerte, o más bien por el mérito. El de Vanessa Goikoetxea, que ya protagonizó aquel Cosí fan tutte también de Villalobos, y que vivió ahora una de esas noches para el recuerdo, metiéndose a todo el público en el bolsillo merced a una voz preciosa, magníficamente entonada, con proyección holgada y un control absoluto de la respiración y los acentos, lo que se hizo patente en un Vissi d’arte largamente aplaudido y vitoreado. Pero además fue la actriz perfecta, tan convencida en su papel que nos metió a todos y todas en su piel. También convenció como cantante y como actor el tenor guatemalteco Mario Chang, quizás algo corto de proyección salvo cuando lanzaba sus rutilantes agudos, pero de voz aterciopelada y buen gusto canoro, especialmente al apianar y modular ateniéndose a las emociones. Es así como logró también el reconocimiento del público tras E lucevan le stelle. El dúo de los celos fue toda una delicia, lleno de encanto y candidez. Finalmente, el de Darío Solari fue un Scarpia perverso hasta la médula, si bien echamos en falta algo más de cuerpo y grosor en su voz, que a menudo se antojaba falta de unos graves contundentes. Pero en lo dramático no se le puede reprochar nada, también él colaboró en la magia, esa que nos hace salir del teatro tan conmovidos y felices. Y es que finalmente, después de varias reticencias a lo largo de la carrera del joven director de escena sevillano, tenemos que reconocer que quizás ésta haya sido una de las mejores funciones de ópera que hemos disfrutado en el Maestranza.

Fotografías: Guillermo Mendo
Artículo publicado en El Correo de Andalucía

martes, 13 de junio de 2023

DÚO MOLINA & UCHI, PODER SEDUCTOR Y COORDINACIÓN

XXXIII Festival de Primavera de Juventudes Musicales de Sevilla. Nanako Uchi y Mario Molina, piano a cuatro manos. Programa: Sonata en Re mayor K381, de Mozart; Variaciones sobre un tema de Conde Waldstein WoO 67, de Beethoven; Fantasía en Fa menor D940, de Schubert; Petite Suite, de Debussy; La Valse, de Ravel. Salón de los Carteles de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, lunes 12 de junio de 2023


El piano volvió a convertirse en principal protagonista de esta nueva edición del Festival de Primavera de Juventudes Musicales, tras el éxito de Jaeden Izik-Dzurko el pasado lunes, y con cuatro manos sobre un mismo piano éste. Los responsables fueron el soriano Mario Molina y la japonesa Nanako Uchi, que desde que se conocieron estudiando en Róterdam no han parado de recibir encargos y dar conciertos por toda la geografía española. Es evidente que para durar tanto tiempo como pareja artística es imprescindible una conexión total, mucha compenetración y una sincronización perfecta. Uchida y Molina cuentan con todos estos ingredientes y son capaces de llevar a buen puerto un concierto tan exigente como el que ofrecieron anoche en el Salón de Carteles de la Real Maestranza de Caballería.

El repaso por algunas de las páginas dedicadas a esta especialidad comenzó con Mozart y una de sus varias sonatas, la K381, compuesta en 1772 para ser interpretada por él y su hermana Nannerl. Una pieza en tres movimientos de clara inspiración juguetona, ágil y dinámica, que los intérpretes salvaron con buena nota pero con acordes aislados abruptos y algo estridentes. Además, el andante central sonó mecánico y abigarrado, sin la fluidez y la gracia que asociamos al genial compositor. Uchi se encargó del extremo agudo del piano, y por extensión de la parte melódica, mientras Molina se afanó en extraer ritmo y cuerpo de este divertimento. Por senderos parecidos, aunque con un fondo moderadamente más pesimista y trágico, deambuló la pieza de Beethoven, Variaciones sobre un tema de Waldstein, una obra de juventud de resortes igualmente clásicos, sin mucha complicación estructural pero exigente en algunos de sus pasajes en lo que se refiere a las articulaciones y pasajes fuertemente arpegiados. Tampoco aquí la interpretación se antojó demasiado comprometida, abundando los ataques deliberadamente vehementes. Los artistas, ahora con los roles cambiados, se limitaron a cumplir de manera eficiente, con discreción, destacando el colorido de las primeras variaciones frente a un velado sentido del contraste en las últimas.


Románticos e impresionados

Más cómodo y cómoda se sintieron con el romanticismo exacerbado que emana de la Fantasía D940 de Schubert, pieza icónica de esta especialidad que acumula emociones, sentimientos y una enorme expresividad llena de encanto y seducción. La más destacada de las muchas obras que para piano a cuatro manos compuso Schubert, encontró una digitación adiestrada y comprometida, con su inquietante melodía principal recorriendo la partitura de principio a fin, si acaso con puntuales faltas de cohesión cuando de cambiar de registro se trataba, pero con un acertado porte majestuoso dominando toda una interpretación vivaz y por momentos conmovedora. Con esta magistral pieza los pianistas exhibieron una compenetración sana y sincera, con mucha sintonía y el equilibrio justo sobrevolando toda la interpretación, aunque unos silencios demasiado largos afectaran parcialmente la fluidez de las transiciones.

En el último tramo, Uchi y Molina se dejaron seducir por la atmósfera inconfundible del impresionismo francés, primero de la mano de Debussy y su Pequeña Suite, un muestrario de encantadores acordes llenos de gracia y frescura que tradujeron con sencillez y nada de narcisismo, logrando transmitir toda la magia, la galantería y la fantasía que emana de sus cuatro movimientos. Después llegó una sensacional La Valse, pura fuerza, arranques rabiosos e inflexiones drásticas sin descuidar los múltiples pasajes delicados que describen esta fascinante página que frecuentemente disfrutamos en su versión orquestal. Un torbellino de drama encubierto que Molina y Uchi defendieron con ahínco, sus manos frecuentemente entrelazadas, y visiblemente agotados antes de tocar como propina una danza de La vida breve de Falla tan idiomática como colorista.

Artículo publicado en El Correo de Andalucía

ELS ENCANTATS La matemática de la dependencia

España 2023 108 min.
Dirección
Elena Trapé Guion Miguel Ibáñez Monroy y Elena Trapé Fotografía Pau Castejón Música Anna Andreu Intérpretes Laia Costa, Daniel Pérez Prada, Ainara Elejalde, Pep Cruz, Aina Clotet, Dèlia Brufau, Martí Atance Estreno en el Festival de Málaga 12 marzo 2023; en España (no en Sevilla) 2 junio 2023

Con un Goya bajo el brazo recién obtenido por
Cinco lobitos con un papel muy similar, Laia Costa se pone ahora en manos de Elena Trapé, cuya escueta filmografía se resume en dos interesantes películas que exploran el lado femenino de los sentimientos y los deseos, Blog y Las distancias. En Els encantats interpreta a una madre joven recién separada que se enfrenta a la primera vez que tiene que entregar su hija pequeña al padre, que ha obtenido la custodia compartida, y el vacío y consiguiente desarraigo que en ella genera este episodio novedoso.

Todo esto lo trata Trapé con suma delicadeza, dejando que seamos nosotros y nosotras quienes descubramos las sensaciones por las que pasa su protagonista, que para hacer más llevadera la separación decide huir a la casa familiar del campo que le permita conjugarse con la naturaleza, el Pirineo catalán que la película retrata con todo el cariño que merece. A partir de ahí el análisis que de esta situación realiza el inteligente guion, premiado en Málaga, nos lleva por dos caminos. Por un lado la paternidad compartida más con criterios matemáticos que puramente biológicos, teniendo en cuenta la gran diferencia de participación entre una madre y un padre, y el vínculo tan estrecho y excepcional que se genera entre la mujer y su descendencia. Pero por otro parece que nos esté hablando a un mayor sector de público, a todos y todas, cuando nos enfrenta al espejo de lo convencional, y dentro del mismo a la necesidad de borrar una mancha con otra, de superar traumas sentimentales ocupando el hueco que dejan aunque sea de forma mecánica y antinatural. En este contexto, la joven y herida madre conocerá realidades de una generación más joven que miran con mayor despreocupación y más dosis prácticas a una vida menos dependiente y por extensión considerablemente más madura.

La película se erige así en un hermoso e inquietante análisis de nuestra propia existencia, de la vida tal como nos la hemos planteado, nuestras ataduras y servidumbres y la necesidad de desembarazarnos de ellas. Planteada ingeniosamente como un drama in crescendo, la experiencia vital de la protagonista va derivando hacia una catarsis tan lógica como previsible y necesaria, para lo que Trapé cuenta con una extraordinaria interpretación de Laia Costa. No en vano, los títulos de crédito finales van acompañados de una canción de la entrañable Guillermina Motta titulada La soledad.