jueves, 8 de junio de 2023

QUÉDATE A MI LADO La fuerza incondicional del cariño

Título original: Spoiler Alert
USA 2022 112 min.
Dirección
Michael Showalter Guion David Marshall Grant y Dan Savage, según la novela de Michael Ausiello Fotografía Brian Burgoyne Música Brian H. Kim Intérpretes Jim Parsons, Ben Aldridge, Sally Field, Bill Urwin, Nikki H. James, Jefferey Self, Antoni Porowski, Sadie Scott, Tara Summers, Brody Caines Estreno en Estados Unidos 2 diciembre 2022; en España 9 junio 2023

Reconforta comprobar cómo cada vez se va normalizando más la homosexualidad en el cine, dejando de ser un tema en sí mismo para alcanzar otros géneros, aunque siga siendo el romántico el más recurrente. El spoiler alert del título original (aquí nuestros creativos le han colocado el título de Quédate a mi lado, como aquel melodrama de Chris Columbus con Julia Roberts y Susan Sarandon que en realidad se llamaba Stepmom) hace referencia a esa emoción del amor que trasciende conocer de antemano cuál pueda ser su final. De eso va precisamente una película con hechuras de comedia y alma de tragedia, emparentada con aquel éxito de los ochenta que protagonizaban Shirley MacLaine y Debra Winger y al que esta película hace alguna que otra referencia explícita, La fuerza del cariño.

Su director, Michael Showalter, empezó a tener alguna repercusión con La gran enfermedad del amor, y más tarde su éxito se consolidó con Los ojos de Tammy Faye, que le reportó a Jessica Chastain un Oscar. Ahora reúne a Jim Parsons, el protagonista de la serie Big Bang Theory, y Ben Aldridge, a quien descubrimos en Llaman a la puerta de Shyamalan, en una adaptación de la novela de un tal Michael Ausiello, periodista especializado en televisión, en la que narra sus propias experiencias con el amor y el dolor como si de una amable sitcom ochentera se tratase, aunque en el camino compruebe que la realidad poco o nada tiene que ver con los decorados de estas comedias con risas enlatadas.

Un ejemplo sano, si bien nada original ni sorprendente, de cine para llorar y emocionarse, más sincero de lo que pudiera adivinarse, y con cuestiones bien abordadas como el amor parental, la normalización de la homosexualidad o el tratamiento trivial de los celos por encima del cariño verdadero. Sally Field, a quien Showalter dirigió en Hola, mi nombre es Doris, sigue demostrando lo buena y natural actriz que es, y al secundario David Marshall Grant, autor del guion, se reserva un pequeño papel evidenciando que ya no hacen falta armarios. Hemos luchado y avanzado mucho para conseguir un ambiente más decente y feliz, y conviene evitar cualquier paso atrás con el que amenazan las políticas de derechas, siempre alentadas por religiones intransigentes e intolerantes.

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