sábado, 31 de mayo de 2014

TODOS ESTÁN MUERTOS Análisis poco riguroso e ingenioso de un trauma

España-Alemania-México 2014 89 min.
Guión y dirección Beatriz Sanchís Fotografía Álvaro Gutiérrez Música Akrobats Intérpretes Elena Anaya, Angélica Aragón, Nahuel Pérez Biscayart, Cristian Bernal, Patrick Criado, Macarena García, Patricia Reyes Spíndola Estreno 30 mayo 2014

Aplaudida en el Festival de Málaga, donde logró los premios especiales del jurado y el jurado joven, además del de mejor actriz para Elena Anaya, que compartió con Natalia Tena por 10.000 km, el debut en el largometraje de la realizadora Beatriz Sanchís explota de manera algo indigesta corrientes de cine latinoamericano, como es el realismo mágico y ese culto a los muertos que se desarrolla especialmente en México, y hechuras de cortometraje donde la inexperiencia se da la mano con la inquietud por contar una historia que a la postre se antoja interesante. En este caso se trata de analizar la enfermedad de la agorafobia o miedo a los espacios abiertos, que generalmente se traduce en incapacidad para salir a la calle. Situando su origen en un trauma de juventud, como suele ser habitual cuando se analiza cualquier tipo de enfermedad o trastorno mental, la cinta pierde fuelle casi desde el principio, revelando una casi total incapacidad para tratar el tema con rigor y verosimilitud. Una voz en off se encarga innecesariamente de narrar los acontecimientos, muchos de ellos ajenos por cierto a su testimonio, mientras la trama se centra en las difíciles relaciones entre los integrantes de una familia sacudida por ese mismo trauma y por la enfermedad y la diferencia. Sin embargo que una suculenta tarta acabe en el suelo por la torpeza de su artífice acaba siendo lo más emotivo de la función. La falta de pericia cinematográfica y la indigesta amalgama de personalidades alternativas o diferentes, unido a un guión que pierde ocasionalmente el norte, consigue que el desinterés se adueñe de nosotros casi de inmediato y que lo más lamentable del espectáculo termine siendo que lo aguantemos hasta el final.

HERMOSA JUVENTUD Ni la ternura alivia la desesperación

España-Francia 2014 103 min.
Dirección Jaime Rosales Guión Jaime Rosales y Enric Rufas Fotografía Pau Esteve Birba Música Juan Gómez-Acebo Intérpretes Ingrid García-Jonsson, Carlos Rodríguez,
Inma Nieto, Fernando Barona, Juanma Calderón, Patricia Mendy, Miguel Guardiola Estreno 30 mayo 2014

El personal realizador Jaime Rosales, vencedor de los Goyas en su edición de 2007 con La soledad, y director también de Las horas del día, Tiro en la cabeza y Sueño y silencio, fija su mirada en la situación de un amplísimo sector de la juventud española actual. Esa que no ve futuro en el horizonte, cuyas esperanzas de una vida independiente y mejor se van desmoronando poco a poco, introduciéndola en una vorágine en la que botellonas, emigración, delincuencia y abuso, inmadurez, familias desestructuradas, paternidad prematura, abandono escolar y falta de oportunidades, forman un cocktail irreductible e invencible. Pero lo primero que nos preocupa es que no ha puesto su mirada en ese porcentaje elevadísimo de españoles que poseyendo una excelente preparación no encuentra oportunidades en un país a la deriva en el que sólo parecen encontrarlas los corruptos y los gobernantes, que han creado en esta coyuntura su particular paraíso. Jóvenes irresponsables, que sólo son capaces de darse cuenta de su equivocada línea de vida cuando empieza a ser tarde, han existido y existirán siempre. No son esas las principales víctimas de esta situación sobrevenida de crisis, aunque también ellas disfrutaran de otras esperanzas en un pasado de ladrillo en el que quienes carecían de preparación y apenas se habían esforzado conducían deportivos y pulverizaban la noche. En un discurso de tono semidocumental al estilo de los hermanos Dardenne, con excelentes hallazgos visuales, como el paso del tiempo a través del whatsapp, o esa pérdida irremediable de tiempo dedicado al ocio virtual y la lamentación, su ritmo sin embargo decae en varias ocasiones, llegando incluso a atascarse. Pero su aportación fundamental reside en la necesidad de ternura y apoyo que todos y todas necesitamos, y en cómo actúa de paliativo, aunque con limitaciones, en momentos tan duros como los que retrata esta crónica de la crisis en nuestro país, algo muy de agradecer en una filmografía que apenas se detiene en esta problemática para seguir insistiendo en fórmulas de humor socarrón y comedias y dramas de índole romántica. Se presentó en la sección Un certain regard del pasado Festival de Cannes, donde logró el premio del Jurado Ecuménico.

MADRE E HIJO La desoladora pérdida de un hijo

Título original: Pozitia copilului
Rumanía 2013 112 min.
Dirección Calin Peter Netzer Guión Razvan Radulescu y Calin Peter Netzer Fotografía Andrei Butica Intérpretes Luminita Gheorghiu, Bogdan Dumitrache, Ilinca Goia, Natasa Raab, Florin Zamfirescu, Vlad Ivanov Estreno en España 23 mayo 2014

En sus primeros diez minutos el realizador rumano Calin Peter Netzer nos presenta y define a su protagonista, una mujer madura y dominante de clase burguesa alta, que se lamenta de la mala relación que tiene con su hijo adulto y se codea con las más altas personalidades de la cultura y la política en la fiesta de su cumpleaños. Hechas las presentaciones surge el melodrama, al más puro estilo clásico pero con hechuras posmodernas de cámara nerviosa y cierto aire realista carente de ornamentos. El guionista Razvan Radulesco, uno de los más reputados de su país (La muerte del señor Lazarescu; 4 meses, 3 semanas, 2 días), se interesa en este libreto por plasmar el dolor por la pérdida de un hijo, sea física o intelectualmente. Lo estamos viendo en las crónicas de sociedad de nuestro país, cómo las ricas y famosas ven a sus hijos alejarse de ellas, del control, la sobreprotección y el espíritu de posesión que ejercen sobre los mismos. Prole que lo ha recibido todo de ellas, pero que se revelan incapaces de agradecerlo, necesitados de desaparecer y emprender un rumbo nuevo e independiente. Parece incomprensible pero tiene su lógica y merece su respeto. Planteado de forma clara y concisa, sin exhibir evidentes líneas de pensamiento, de hecho lo más recurrente parece ser ponerse del lado de esa madre luchadora, que se esfuerza infatigablemente por ayudar a su hijo en apuros, cuando en realidad se nos están dando las claves para intentar comprender a un hijo en principio tan egoísta y carente de sentimientos. Llega un momento que la fuerza desaparece y el ánimo de desmorona al ritmo de la desolación que provoca la pérdida de alguien o algo tan preciado. La cinta mereció en la edición del año pasado del Festival de Berlín el Oso de Oro, además de cosechar varios premios de la Academia del Cine Rumano; y su impagable protagonista, Luminita Gheorghiu, logró una nominación en los Premios Europeos.

viernes, 30 de mayo de 2014

BRUNO AXEL Y MÚSICA EN MOVIMIENTO: TALENTO JOVEN Y MUY EXIGENTE

Espectáculo musical, visual y dancístico. Ensemble Atlántida. Bruno Axel, director. Compañía Andaluza de Danza Muk-in-Mov. Pilar Pérez Calvete, coreografía. Ro Sánchez, artista visual. Fernando Brea, video proyección. Programa: Appalachian Spring, de Copland; La création du monde, de Milhaud; Jazz Suite no.1 de Shostakovich. Sala Manuel García del Teatro de la Maestranza, jueves 29 de mayo de 2014

Bruno Axel es un joven granadino inquieto, versátil y polifacético. Violinista, compositor y director de orquesta, se ha convertido en el ideólogo y arquitecto de un proyecto emocionante y multidisciplinar que ha denominado Música en movimiento. Destinado a un público restringido, personas relacionadas directa o indirectamente con las artes escénicas, pero con vocación de llegar al mayor número de espectadores posibles, Axel se labró la confianza del Maestranza, teatro con el que ha colaborado en numerosas ocasiones, para hacer la presentación de este singular espectáculo de música combinada con dibujo en directo, videocreación y danza.

La proyección de imágenes acompañando la música en directo genera frecuentemente distracción frente a la propia interpretación musical, pero en este caso se reveló tan ingeniosa como bien compenetrada, fundiéndose en una comunión perfecta con las disciplinas artísticas convocadas. La orquesta de cámara Ensemble Atlántida reafirmó el buen momento que está viviendo la juventud local, capaz de enfrentarse a programas tan exigentes como éste con tanta solvencia y pulcritud como confianza en el futuro, lo que añadido al entusiasmo generalmente imperante da como resultado experiencias tan redondas y emocionantes como ésta. Una interpretación en todo momento enérgica y disciplinada, generosa en cuerpo y color, con la que Axel logró captar la poesía intrínseca en la Primavera Apalache de Copland con cohesión, frescura y claridad, transmitiendo toda la belleza de esos paisajes amplios y salvajes retratados por el padre del sinfonismo americano, y que los dibujos de Ro Sánchez ilustraron con líneas sinuosas y ocasionales explosiones de color.

Tanto Axel como el videoartista Fernando Brea acertaron al entender La creación del mundo de Milhaud como una deconstrucción caótica del mundo en el que vivimos, más como destrucción que creación propiamente dicha. Un trabajo en la línea de Godfrey Regio con significativa presencia de Disney (Blancanieves, Fantasia 2000) se fundió con la dirección nerviosa, quebrada y retorcida de Axel y las excelentes prestaciones de los jóvenes músicos, alcanzándose un nivel alto de exigencia y calidad. Ocho espléndidos y motivados bailarines adornaron con reminiscencias de Pina Bausch, que luego derivaron en vertiginosas piruetas, alegres pasos a dos y un estimulante y sincronizado trabajo de conjunto, la excelente recreación que Axel y sus músicos hicieron de la Suite de Jazz nº 1 de Shostakovich. Tomen nota quienes interese porque este espectáculo merece ser disfrutado por mucha gente; yo volvería a verlo sin dudarlo.

Crítica publicada en El Correo de Andalucía el 31 de mayo de 2014

miércoles, 28 de mayo de 2014

LA FASCINACIÓN DEL PARÍS DE LA BELLE EPOQUE EN LA VOZ DE SARA ROSIQUE

Sara Rosique, soprano. Juan Escalera, piano. Programa: Piezas y canciones de Granados, Debussy, Fauré y Turina. Pabellón de Juventudes Musicales de Sevilla en el Parque María Luisa, martes 27 de mayo de 2014

A finales del siglo XIX y hasta bien entrado el XX, París ejerció una notable influencia sobre artistas de buena parte del Mundo. Los músicos españoles no fueron ajenos a esta fascinación, y volcados en su mayoría al ejercicio de un nacionalismo cultural miraron con curiosidad e inquietud los logros que en la capital francesa consiguieron autores como Debussy, Ravel o Fauré, así como más adelante compositores de otras nacionalidades, como Stravinsky, que tanta influencia ejerció en Falla y que irrumpió con fuerza en el escenario tan abierto como prejuicioso que ofrecía el público galo contemporáneo de esa época prodigiosa que se denominó acertadamente bella.
 
Alrededor de ese eje gravitaba el suculento programa diseñado por Sara Rosique y Juan Escalera para su cita en Juventudes Musicales, una plataforma en la que generalmente descubrimos nuevos talentos pero pocas veces, como ésta, nos reencontramos con artistas ya consagrados cuya carrera seguimos con deleite desde hace tiempo, como es el caso de la soprano gaditana. Sin embargo, la supresión de todo el bloque dedicado a Albéniz, de quien habríamos escuchado sus Rimas de Bécquer, desvirtuó la intención de ilustrar esa influencia que París ejerció en los compositores españoles, reducidos a una canción de Turina y dos breves piezas para piano de Granados, extraídas de su ciclo Escenas románticas, compuestas a principios de siglo en plena efervescencia de una aventura amorosa extramarital y en las que apenas se atisba ciertas reminiscencias de Debussy o Satie. Albéniz fue posiblemente el más cosmopolita de los compositores españoles de la época, capaz de componer en francés o en inglés, y atento a corrientes tan de moda y diferentes como el entonces incipiente Broadway.
 
Delicadeza, perfecta afinación y natural habilidad para frasear con gusto y agilidad, son características que acompañan a la voz y compostura de Sara Rosique, que tampoco defraudó en esta ocasión. Celebramos particularmente su capacidad y ambición para abordar géneros tan distintos, pues de la música fundamentalmente antigua con la que se nos dio a conocer, ha pasado al bel canto, la zarzuela y la música contemporánea con notable fluidez, así hasta esas Cinco canciones distintas de Jesús Sancho, violinista de la ROSS, que interpretó en la Sala Manuel García en febrero del año pasado, y ahora estas canciones francesas que se debaten entre el color y la armonía típicos de Debussy y la belleza melódica intrínseca a la música de Fauré. Lástima que la guapísima soprano apenas definiese esas virtudes musicales en orden a ofrecer un canto siempre entonado y generoso en proyección y modulación pero monótono en expresividad. Le falta algo más de interpretación para encarar estas preciosas canciones con más ahínco y convicción. Aun así se reconoce su esfuerzo y versatilidad y se le anima a profundizar en el género hasta ampliar con éxito sus ya numerosos registros. Juan Escalera, que ya protagonizó una cita de esta temporada de Juventudes Musicales, en diciembre junto al saxofonista Juan Pedro Luna, fue un más que digno pianista acompañante, atento a cada matiz y detalle, afín tanto a la melodía como la armonía y buscando siempre el punto de expresividad justo, incluso en sus solos de Granados y en la canción Olas gigantes de Turina que ambos artistas acometieron con el fuerte temperamento que requiere.

martes, 27 de mayo de 2014

BIG BAD WOLVES Lobos encerrados

Israel 2013 110 min.
Guión y dirección Aharon Keshales y Navot Papushado Fotografía Giora Bejach
Música Haim Frank Ilfman Intérpretes Lior Ashkenazy, Rotem Keinan, Tzahi Grad, Doval’e Glickman Estreno en España 21 mayo 2014

Publicitada con el nombre de Tarantino, por si alguien pica, aprovechando una supuesta sentencia suya que considera ésta como la mejor película del año (buen rédito le habrá sacado al uso de su opinión), esta película israelí sorprende en un principio por cultivar un género efectivamente muy relacionado con el director de Reservoir Dogs. Cine muy violento con pinceladas de humor; claro que pocos se atreverían a echar mano de tan mal gusto como para tomarse a broma la violación, tortura y decapitación de niñas de corta edad. Como si se tratara de una metáfora sobre la cultura basada en el odio y la violencia que se está imponiendo en Israel con respecto a sus vecinos palestinos, que también tienen su presencia en este pastiche, los protagonistas de esta película se comportan como auténticas alimañas, lobos salvajes sedientos de sangre mientras dan rienda suelta a sus fantasías más delirantes en un espacio cerrado como el que caracterizaba a la desagradabilísima ópera prima del realizador de Pulp Fiction. Sus directores hacen un buen trabajo de planificación, movimiento de cámara, ritmo y dosificación de la intriga y la tensión, en un ejercicio que se revela de auténtico estilo. Pero el guión falla constantemente, dejando cabos sin atar, intentando convencer sobre aspectos imposibles de asimilar, y malogrando en gran medida la credibilidad del espectáculo propuesto. Tampoco sus intérpretes alcanzan el nivel deseable, sobre todo la víctima de la venganza, incapaz de transmitir el sufrimiento que su tortura merece, ni Lior Ashkenazy (a quien hemos visto en películas como Caminar sobre las aguas de Eytan Fox, y más recientemente en Pie de página), empeñado en dotar de un inapropiado cariz cómico su papel de policía de métodos poco convenientes. Truculenta y sin gracia, no cuela ni como reflejo de un pueblo siempre envuelto en un halo de violencia, ni como cinta de humor negro con cuento de caperucita roja de fondo. Aún así la dirección y la envolvente banda sonora lograron premio en Sitges.

A 20 PASOS DE LA FAMA Las chicas del coro

Título original: Twenty Feet from Stardom
USA 2013 91 min.
Guión y dirección Morgan Neville Fotografía Nicola B. Marsh y Graham Willoughby Documental Estreno en España 21 mayo 2014

Hay poco que contar en este documental ganador del último Oscar en su categoría. La historia de una serie de cantantes que apenas pasaron de ser las voces acompañantes de grandes intérpretes, aunque naturalmente aspiraban a ser algo más, es tan insustancial como si la trasladamos a cualquier otra profesión. Prácticamente todos aspiramos a algo más en la vida; el talento, la suerte y la pericia hacen que algunos lo consigan y la mayoría no. De forma muy académica y convencional se van desarrollando las historias de mujeres que vivieron en persona la eclosión de la música rock y pop en Estados Unidos, desde el soul de los años sesenta hasta el rock de los ochenta, con artistas tan iconográficos como Stevie Wonder, Tina Turner, Elton John, Michael Jackson o Bruce Srpingsteen como referentes. Pero si al menos el material se hubiera centrado en ilustrar esas épocas tan determinantes para la música popular, con los condicionamientos políticos y sociales que las rodearon, el resultado hubiera sido más interesante. Por el contrario se opta por seguir las irregulares carreras de cantantes como Darlene Love, Tata Vega (cuyo punto más álgido en su carrera fue ponerle voz a Margaret Avery en El color púrpura), Lisa Fischer (que llegó a ganar un Grammy en su corta carrera en solitario), Merry Clayton o Judith Hill (quien cantó a dúo con Michael Jackson en algún que otro concierto). Sus historias no son diferentes de las de otras personas en otros ámbitos, y la forma en que se nos cuenta no logra aglutinar atractivos suficientes como para hacer del espectáculo uno inolvidable, fresco y original. Las apariciones estelares de Bette Midler, Springsteen, Wonder, Sting, Mick Jagger, Chris Botti, Sheryl Crow o los también aspirantes a estrellas que sólo lograron éxitos aislados, Patti Austin y Billy Preston, no consiguen elevar el tono mediocre de la función.

jueves, 22 de mayo de 2014

GRACE DE MONACO Armas de estrella

Título original: Grace of Monaco
USA-Francia-Bélgica-Italia 2014 103 min.
Dirección Olivier Dahan Guión Arash Amel Fotografía Eric Gautier Música Christopher Gunning y Guillaume Roussel Intérpretes Nicole Kidman, Tim Roth, Frank Langella, Paz Vega, Milo Ventimiglia, Derek Jacobi, Parker Posey, Robert Lindsay
Estreno en España 21 mayo 2014

La garantía como eficiente biógrafo que ofrecía Olivier Dahan tras su visión de Edith Piaf en La vida en rosa le hacía candidato ideal para retratar este otro icono de la cultura pop de mitad del siglo pasado que es Grace Kelly. Pero las biografías que se hacen ahora en Hollywood revisten un carácter muy distinto al de película río que ofrecía aquélla. Desde hace unos años la moda, pues es cuestión de eso, de moda, es fijar la atención en un hecho o capítulo concreto de la vida del homenajeado para trazar un retrato psicológico más o menos acertado del personaje en cuestión. Ocurrió con Hitchcock a partir del rodaje de Psicosis, con Marilyn a partir del de El príncipe y la corista o Disney con Mary Poppins. En el caso de la protagonista de Atrapa a un ladrón nos centramos en la época en que estuvo a punto de volver al cine de la mano del maestro del suspense y Marnie, la ladrona. El episodio derivó en un inconveniente a la hora de resolver una crisis diplomática que enfrentó al Principado de Mónaco con la República de Francia. Este telón de fondo sirve para acercarnos a una mujer de aspecto frágil y voluble pero temperamento fuerte y luchador, el mismo que le había llevado a convertirse en estrella del cine a contracorriente de su familia, una de las más adineradas de Filadelfia. Frustrada por su imposibilidad para volver al trabajo, aturdida por el protocolo, Gracia de Mónaco supera todo tipo de adversidades y saca a relucir la mujer fuerte y decidida que lleva dentro, y Dahan acierta en la diana al plasmarlo, a pesar de la fría acogida que la cinta ha tenido en Cannes, donde sirvió para inaugurar el certamen. Nicole Kidman vuelve a demostrar que es una extraordinaria actriz, soportando primeros planos imposibles y mimetizando gestos y andares, de forma que aunque físicamente no tiene mucho que ver con Kelly, acaba convenciéndonos de que ella es la protagonista de La ventana indiscreta . También destaca el resto del reparto, Tim Roth emulando con éxito al príncipe Rainiero, Paz Vega como aguerrida Maria Callas, Frank Langella dando vida al sacerdote que la princesa se trajo de Filadelfia para servirle de consejero, y Parker Posey dando la réplica a una especie de Sra. Danvers, licencia artística que sitúa a Grace Kelly frente al principado en la misma posición que la Sra. de Winter tenía frente a Manderley en Rebeca.

VIVA LA LIBERTÀ Tango con la canciller

Italia 2013 94 min.
Dirección Roberto Andò Guión Roberto Andò y Angelo Pasquini, según la novela del primero Fotografía Maurizio Calvesi Intérpretes Toni Servillo, Valerio Mastandrea, Valeria Bruni Tedeschi, Eric Nguyen, Andrea Renzi, Judith Davis, Anna Bonaiuto Estreno en España 21 mayo 2014

El intercambio de personalidades entre personas físicamente idénticas, gemelos o no, ha dado mucho juego en el cine y la literatura, desde Príncipe y mendigo de Mark Twain a Inseparables de David Cronenberg. Aplicarlo a la actual situación de descrédito y desconfianza frente a la clase política, prestándole una mirada crítica pero desde dentro, desde la propia cúpula del poder, es el atractivo punto de partida de este sobrio e inteligente drama con considerables dosis de humor y un marcado carácter emotivo. Adaptando su propia novela Andò exhibe los entresijos de la política, los juegos de poder y los pactos entre gobierno y oposición para mantener la alternancia; igual que aquí, sólo que nosotros aún seguimos mostrándonos incapaces de plasmar en nuestro cine la actual situación de desesperanza y desesperación del pueblo español ante una clase política tan mezquina y mediocre como la que nos gobierna. El tirón del actor Toni Servillo tras el descomunal éxito cosechado con La gran belleza sirve para atraer a un público que no se sentirá insatisfecho ante la invitación a la reflexión que propone esta excelente película. Italianos y franceses no han dejado pasar la crisis, política y económica, y lo han reflejado en un buen puñado de títulos más o menos memorables. Nuestro cine, enfrascado en comedias y dramas generalmente románticos, todavía no se ha hecho eco, y no será por falta de material. La necesidad de encontrar nuevos valores nos lleva a la paradoja de hallarlo en un filósofo psicológicamente inestable, aunque en la operación se realice más de una manipulación. El resultado sin embargo se antoja efectivo, con peajes emocionalmente tan gratificantes como ese Fellini en imagen de archivo quejándose ya en 1979 de la idiosincrasia del pueblo italiano y cómo lo aprovechaban sus despiadados y cretinos políticos, una situación muy similar a la que vivimos en este país. Galardonada con los David di Donatello al mejor guión y al mejor actor secundario (Mastandrea), el film nos deja además perlas tan estimulantes como ese usurpador de secretario general bailando el tango con la canciller alemana, un chiste impagable ante esta Europa del capital y la agonía de la política en la que nos hemos sumergido.

miércoles, 21 de mayo de 2014

10.000 KM Reflejos de una época

España 2014 98 min.
Dirección Carlos Marques-Marcet Guión Carlos Marques-Marcet y Clara Roquet Fotografía Dagmar Weaver-Madsen Intérpretes Natalia Tena y David Verdaguer
Estreno 15 mayo 2014

El debut en el largometraje del hasta ahora cortometrajista catalán Carlos Marques-Marcet es una apuesta arriesgada y moderna sobre la relación de pareja, planificada milimétricamente para no quedarse en la epidermis de lo que ya se ha denunciado mil veces y adentrarse en el carácter testimonial de los tiempos que nos han tocado vivir. Por eso su función no es hacer la clásica crónica sobre el amor y el desamor pero con parámetros de convivencia distintos a los habituales, sino plasmar los ingredientes que rodean nuestra existencia diaria, en términos de tecnología, economía y sociedad. Es lo que podríamos denominar un drama romántico con trasfondo socioeconómico ideal para el análisis y estudio de las próximas generaciones. Nuestra pareja protagonista aguanta perfectamente el cuerpo, especialmente en una casi primera media hora kamikaze sin cortes ni montaje, en el que los intérpretes y la cámara se mueven según una planificación minuciosa y ejemplar. A partir de ahí se entregan a un sofisticado juego en el que la cámara del ordenador personal, las redes sociales, los mapas de google, el whatsapp y el correo electrónico sustituyen a las personas y de forma paulatina también a los sentimientos. Pero aunque sólo los vemos a ellos, viven en sociedad y no pueden sustraerse a los problemas que ésta plantea. Con edad y preparación para planificar una vida convencional en su propio hábitat, la coyuntura político y social en el que se desenvuelven les obliga a buscar oportunidades fuera de nuestras fronteras, a la distancia marcada en el título, dificultando aún más la solidez de una relación sentimental que, conforme los tiempos corren, cada vez se hace más utópica, pero en la que las pocas oportunidades que nuestros protectores supuestamente democráticos nos brindan, el fracaso de la felicidad se hace más evidente. Por eso la película de Marques-Marcet se convierte en testimonio de los tiempos, apostando por una estética novedosa y atractiva y un discurso pesimista ante la adversidad que se nos avecina, y por eso se hizo merecedora de cinco premios en el pasado Festival de Málaga: película, director, actriz, guión y especial de la crítica.

martes, 20 de mayo de 2014

CARMIGNOLA Y LA BARROCA AL SERVICIO DE UN COMPOSITOR CONTROVERTIDO

Orquesta Barroca de Sevilla. Giuliano Carmignola, violín y dirección. Programa: El virtuosismo italiano (Sinfonía RV111, Conciertos a 4 RV128 y 118, y Conciertos para violín RV187, 281, 254 y 283 de Vivaldi). Sala Joaquín Turina de la Fundación Cajasol, lunes 19 de mayo de 2014

Vivaldi es hoy un compositor tan admirado como lo fue hace décadas despreciado. Pocos se atreven en la actualidad a negar sus virtudes y excelencias, de la misma forma que también eran pocos quienes durante la primera mitad del pasado siglo se atrevían a defenderlo. Y sin embargo no es una mera cuestión de modas, más bien de desconocimiento. El olvido del que fue pasto durante tanto tiempo propició que se desconfiara de su mérito, algo que se ha ido superando con el paulatino descubrimiento de piezas tanto instrumentales como vocales, aglutinando lo que hoy se nos antoja una obra inabarcable. Giauliano Carmignola ha cimentado su carrera apoyándose fundamentalmente en el estudio, el análisis y la interpretación de la música del prete rosso, lo que no le ha impedido especializarse también en otros compositores de la época como Locatelli o Tartini, e incluso adentrarse con éxito en el universo clásico de Mozart, Haydn y hasta unos jóvenes Schubert y Mendelssohn, como demostró en la 28ª edición del FeMÁS también junto a nuestra orquesta barroca. Su autoridad en Vivaldi resulta por ello incontestable, y sin embargo puede no resultar del agrado de todos y todas.

Su propuesta junto a la formación fundada por Ventura Rico se centró en una serie de conciertos no enmarcados ni en las famosas colecciones con título del compositor de Las cuatro estaciones (L’stravaganza, L’Estro armonico o Il cimento dell’armonia e dell’invenzione por poner algunos ejemplos) ni con las que se engloban con un número de opus. Una selección ciertamente insólita y rebuscada de entre la ingente cantidad de piezas creadas en su mayoría para el violín por el autor veneciano. En otras ocasiones hemos destacado el inconveniente de dedicar un concierto entero a un solo compositor, lo que en el caso de Vivaldi, en el que los esquemas armónicos y registros se repiten muy a menudo, acentúa su carácter monótono. Concebido con un tono teatral evidente desde la apertura con la Sinfonía RV111, el propio Carmignola potenció esa teatralidad exhibiendo su malestar por la fuerte iluminación y el calor que ello le provocaba. Personal y sinceramente creemos que se podía haber ahorrado ese exhibicionismo a veces incluso histriónico, por respeto al público y por no contagiar los resultados musicales del evento. En compensación puso la nota simpática al emular los acordes del Gran Vals de Tárrega que sirven de base para un conocido tono telefónico cuando éste sonó merced al despiste y falta de consideración de un asistente del público.

Carmignola atacó estos conciertos desde el virtuosismo técnico, alardeando de agilidad y flexibilidad en el fraseo y haciendo uso de ornamentaciones basadas en el buen gusto, el equilibrio y la creatividad. En cuanto a lo expresivo se decantó por una visión áspera y austera de las obras, perjudicando su belleza tímbrica y armónica, y supeditando en tal grado el trabajo del resto de los miembros de la orquesta que prácticamente la empobreció. Así fue al menos durante la primera parte, justo en la que más mostró su incomodidad ante unos focos que por otro lado ya debían serle familiares. Porque en la segunda emergió la orquesta que conocemos, con menos interrupciones entre movimientos para afinar y un mayor empuje incluso en la cuerda grave, que tan mermada nos pareció en la primera mitad, alcanzándose ese brillo al que nos tiene acostumbrados y al que por fin pareció plegarse un Carmignola que se lució especialmente doliente y moderadamente temperamental en los sentimentales largos. No es cuestión a estas alturas de discutirle su excelencia en el instrumento y el autor, pero confiábamos que nos dejara más satisfechos esta anhelada comparecencia.

domingo, 18 de mayo de 2014

EL LEGADO DE AYER Y DE HOY DE LA BÉTICA DE CÁMARA

Orquesta Bética de Cámara. Paula Coronas, piano. Michael Thomas, director. Programa: Divertimento K137, de Mozart; Noches en los jardines de España, de Falla; Vals triste, de Sibelius; Sinfonía de Cámara, de Brahms/Thomas. Sala Joaquín Turina de la Fundación Cajasol, domingo 18 de mayo de 2014

Seguimos celebrando la recuperación de la Bética de Cámara, aunque los resultados no siempre sean satisfactorios. La penúltima cita de esta temporada ofrecía a priori dos destacados atractivos relacionados con su propio patrimonio, durante largo tiempo custodiado con mimo y mucho respeto en sus itinerantes archivos. El primero data de su época fundacional y se trata del arreglo de las Noches en los jardines de España preparado para la propia orquesta por Eduardo Torres, entonces crítico musical y maestro de capilla de la catedral hispalense así como miembro fundador del conjunto junto a Falla y Segismundo Romero. El segundo nos lleva a la actualidad de la mano de su propio director, Michael Thomas, que con su transcripción del Quinteto de cuerdas nº 2 en Sol mayor Op.111 de Brahms, parece querer enmendarle la plana al compositor alemán.

Otras veces se han arañado mejores prestaciones de la joven plantilla de la orquesta. En esta ocasión sin embargo piezas como el Divertimento K137 de Mozart y el Vals Triste de Sibelius adolecieron de falta de mayor empuje y mejor compenetración entre las familias instrumentales, además de cierta inseguridad traducida en alarmante languidez en la cuerda, especialmente la aguda. Un Mozart tosco y plúmbeo, lejos de la ligereza que caracterizan estas serenatas o pequeñas sinfonías, se unió a un Sibelius más nostálgico que desolador, perjudicado por unos cambios de registro y color faltos de sutileza y naturalidad. Las escasas dos semanas que separan ésta de la interpretación que de la página de Falla realizó Achúcarro junto a la Sinfónica de Sevilla, perjudicó en cierta medida a la pianista y profesora malagueña Paula Coronas, a pesar de que la suya fue una ejecución técnicamente impecable y correcta en color y expresividad. La versión de Torres prescinde de trombones, percusión y celesta, y reduce las trompas a dos, aunque a juzgar por la dirección de Thomas diríamos que consiste más bien en inflar de decibelios la participación de la orquesta, sepultando en más de una ocasión el trabajo de la pianista, transmitiendo una inconveniente sensación de pesadez, y dejando cualquier atisbo de elegancia y sutileza fuera de juego.

Siempre se echa de menos en los programas de mano de esta orquesta información sobre las piezas a interpretar en lugar de insistir en la historia de la formación. Esta vez aún más merecía explicarse los detalles de esos arreglos de Torres para la obra de Falla, y sobre todo los del propio Michael Thomas sobre el Quinteto de Brahms aludido. Hasta que se dirigió al público no supimos qué pieza del autor se escondía tras la Sinfonía de Cámara con la que la ha bautizado el fundador y antiguo miembro del Cuarteto Brodsky. Parece ser que siempre que la interpretaba junto al resto de los miembros del cuarteto sentía que le faltaba cuerpo, por lo que decidió orquestarlo primero para cuerdas, añadiéndole más tarde metales y maderas, aunque a juzgar por la exhuberancia instrumental de la que la ha dotado más bien merecería una orquesta sinfónica; no en vano Brahms comenzó a concebir esta pieza de cámara como una quinta sinfonía. Lo cierto es que el espíritu de Brahms apenas se intuye tan sólo en su tercer movimiento, un poco allegretto, de carácter melancólico y encantador. El allegro non troppo ma con brio inicial evoca más bien el estilo épico de Strauss bajo su exuberante manto orquestal; en este punto conviene celebrar el excelente trabajo de los metales. Su segundo movimiento acierta en su carácter apasionado, aunque ni orquestación ni interpretación hicieron justicia a la delicadeza de la pieza. Y su final, danza zíngara incluida, recuerda más a Mendelssohn que a Brahms. De cualquier manera son licencias permitidas a un músico apasionado y entregado a su profesión, generoso y bondadoso, que afincado en nuestra tierra exhibe también una sana devoción por nuestro pueblo.

sábado, 17 de mayo de 2014

POR UN PUÑADO DE BESOS El amor tenía un precio

España-Venezuela 2014 98 min.
Guión y dirección David Menkes, según la novela “Un poco de abril, algo de mayo y todo septiembre” de Jordi Sierra i Fabra Fotografía Néstor Calvo Música Paco Ortega Intérpretes Ana de Armas, Martiño Rivas, Marina Salas, Megan Montaner, Joel Bosqued, Alejandra Onieva, Jan Cornet, Andrea Duro Estreno 15 mayo 2014

Hace cinco años que no rodaba nada, desde Mentiras y gordas, y vuelve ahora para mostrarse más cursi y pretencioso que nunca. David Menkes, que ya apuntaba maneras en la dulzona Sobreviviré, todavía junto a Alfonso Albacete, con el que se inició en la dirección con títulos más atrevidos y gamberros como Más que amor, frenesí y Atómica, ilustra con parámetros de publicidad una novela romántica en torno a la mentira y la enfermedad, en la que dos jóvenes se conocen y se enamoran a lo largo de varias citas planteadas como un retorno melancólico y sentimental al antiguo cortejo. Por supuesto son guapos y sensibles, de sus bocas salen pensamientos filosóficos tan profundos como pedantes y cursilones, y se rodean de un mundo ideal de diseño y belleza (las exparejas, los amigos y amigas y colegas de profesión son de portada de revista) que en la actual coyuntura suponen un insulto a la desorientada juventud española. Por si fuera poco, tenemos la omnipresente música relamida y machacona de Paco Ortega, regada con cancioncillas de buen rollo y tono insutancial. Las intenciones son buenas, y el proyecto en el que se enmarca de ayuda a los enfermos diabéticos “y otros cuya almohada es la enfermedad” encomiable, pero los resultados son falsos y empalagosos, aunque se deje ver por la lozanía y evidente belleza de sus protagonistas, Ana de Armas, que ya trabajó con Menkes en su anterior película, y Martiño Rivas, que ya coincidieron en la serie de televisión El internado, consagrándose él recientemente en Tres bodas de más.

GODZILLA Monstruos de otras épocas

USA-Japón 2014 123 min.
Dirección Gareth Edwards Guión Max Borenstein y Dave Callaham Fotografía Seamus McGarvey Música Alexandre Desplat Intérpretes Aaron Taylor-Johnson, Bryan Cranston, Ken Watanabe, Elizabeth Olsen, Juliette Binoche, David Strathairn
Estreno en España 15 mayo 2014

El cine de kaiju ega (monstruos gigantescos) nació en Japón en la década de los 50 como consecuencia de las heridas físicas y piscológicas sufridas por el pueblo a raíz de las bombas de Hiroshima y Nagasaki. En la misma época proliferaron en Hollywood desde la mítica serie B películas que reflejaban el pánico nuclear del pueblo estadounidense germen de la Guerra Fría. Monstruos de una y otra orilla del Pacífico ilustraron este horror universal de mitad del siglo XX. Sus postulados ideológicos y estéticos respondían por lo tanto a una inquietud tangible, real, aunque en la práctica tuvieran la apariencia de meros entretenimientos inofensivos. Desde entonces el rey de los monstruos gigantescos, Gojira o Godzilla, ha sobrevivido al envite cinematográfico durante siete décadas, siendo su más llamativa recuperación la que perpetró el megalómano y catastrofista Roland Emmerich en 1998. La actual proliferación de títulos apocalípticos aprovechando los extraordinarios avances en efectos visuales y tecnología digital han propiciado esta nueva incursión en el legendario personaje, encomendándosele la misión a Gareth Edwards, que hace unos años sorprendió a unos, no tanto a otros, con una cinta británica de ciencia ficción de bajo presupuesto sobre invasores alienígenas que se llamó precisamente Monsters. Sin embargo la empresa ha resultado una decepción tan grande como su protagonista, haciendo incluso deseable revisar la que hizo Emmerich en pleno apogeo de los efectos digitales. Hoy los miedos de la humanidad no son ni atómicos ni siquiera naturales o ecológicos como pretende apuntar este guión tan endeble como inútil. Hoy nuestros mayores monstruos son los políticos que nos gobiernan, y a esos no les hacen sombra ni los más terribles dinosaurios que lograran volver a poblar el planeta aunque sea a partir de explicaciones tan peregrinas y perentorias como las que apunta este rotundo disparate. Por otro lado para identificarse con los miedos de los protagonistas es necesario mostrar un objetivo inquietante, como el que tenía Tom Cruise en La guerra de los mundos. Luchar por volver a abrazar a los seres queridos, que por supuesto no pueden ser otros que la esposa y los hijos (la familia feliz), se nos antoja un fin tan trillado como poco interesante si no se adornan de otras consideraciones más inquietantes. En definitiva, el terror brilla por su ausencia; al final sólo cabe apreciar algunos destellos de parafernalia plástica, al margen del desastroso diseño de los bichos a los que se enfrenta Godzilla, en los que se evidencian cómo los cineastas americanos han aprendido a hacer caer rascacielos desde el atentado de las Torres Gemelas; todo ello enmarcado en un guión de plano desarrollo, lagunas de ritmo y tensión, en el que se apuntan temas como la arrogancia científica y el equilibrio de la naturaleza, aunque la concienciación queda muy desdibujada. A lo que hay que añadir un reparto que no se implica, desde un Watanabe con permanente cara de estupefacción a una participación de Binoche de un abrir y cerrar de ojos, pasando por la inexpresividad de Aaron Taylor-Johnson (Vronsky en la última Anna Karenina y John Lennon en Nowhere Boy) y las muecas de Elizabeth Olsen (Amor y letras, Martha Marcy May Marlene), que por cierto ya interpretaron a un matrimonio en la reciente Capitán América: El soldado de invierno, aunque no aparecieran acreditados.

viernes, 16 de mayo de 2014

PABLO VILLEGAS Y YARON TRAUB CON LA ROSS: ESTUDIO SENSORIAL DE LOS FLUIDOS

15º programa de abono de la XXIV temporada de conciertos de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Pablo Villegas, guitarra. Yaron Traub, director. Programa: Mar en calma y viaje feliz Op. 27, de Mendelssohn; Concierto del agua para guitarra y orquesta, de Tomás Marco; Sinfonía nº 7 en La mayor Op. 92 de Beethoven. Teatro de la Maestranza, jueves 15 de mayo de 2014

Pablo Villegas es un excelente guitarrista, como ya ha demostrado en sus dos anteriores comparecencias en el Maestranza. Su interpretación del Concierto del agua de Tomás Marco, que con su presencia en el teatro añadió categoría al evento, alcanzó niveles sensoriales y expresivos de gran magnitud. El tercero de los cuatro conciertos para guitarra del compositor madrileño, y no precisamente el más duro ni difícil, fluye según parámetros tonales y melódicos salpicado de disonancias y estridencias que lo acercan al universo posmoderno en el que desea enmarcarse. La presencia permanente del solista se resolvió con una extraordinaria habilidad, elegancia y sensibilidad en sus largas e intrincadas cadencias. El artista es, por su carisma y versatilidad, de los que se meten al público en el bolsillo, rematando con una excelente Gran Jota de Concierto de Tárrega como generosa propina.

Aunque israelí, Yaron Traub sólo tuvo que desplazarse desde Valencia, de cuya orquesta es titular desde 2005 sin que nadie haya calificado su proyecto como caduco, para hacerse cargo de la dirección de este concierto. Antes en el Maestranza había dirigido a la ROSS en febrero de 2001 en un programa también con guitarra solista, y a la Sinfónica de Bilbao en mayo de 2008 con la Fantástica de Berlioz. Sin bien con Marco se mostró muy contenido, revelándose como un acompañamiento flojo y un poco plomizo para la agilidad y la brillantez de Villegas, con el resto del programa desplegó una amplia capacidad para ilustrar y emocionar. La calma perturbadora con la que se inicia la obertura de Mendelssohn tuvo su contrapunto ideal en un allegro tan hábilmente desarrollado como perfectamente equilibrado, provocando toda la excitación y el drama que la página sugiere.

Tantas veces hemos escuchado la Séptima de Beethoven a la ROSS que poco esperábamos una lectura tan sorprendente como la que nos brindó Traub, musculosa, intensa, enérgica y atlética. El allegretto fue abordado con tal intensidad dramática que su crescendo se nos antojó asfixiante. Acometida sin pausas, la pieza transmitió sin complejos todo su espíritu gozoso, desarrollándose con eficacia su amplia gama de registros y dinámicas, añadiendo tanto vigor e ímpetu que llegó a sobrecogernos en una experiencia casi catárquica.

Versión extensa del artículo publicado en El Correo de Andalucía el 18 de mayo de 2014

jueves, 15 de mayo de 2014

3 DÍAS PARA MATAR y dos segundos para olvidar

Título original: 3 Days to Kill
USA-Francia 2014 117 min.
Dirección McG Guión Luc Besson y Adi Hasak Fotografía Thierry Arbogast Música Guillaume Roussel Intérpretes Kevin Costner, Amber Heard, Hailee Steinfeld,
Connie Nielsen, Richard Sammel, Eriq Ebouaney, Bruno Ricci, Tomás Lemarquis
Estreno en España 9 mayo 2014

Coincidiendo con otra producción suya en cartelera, Brick Mansions o La fortaleza, Luc Besson avanza en su conquista del mercado americano con este tipo de coproducciones de acción que llevan más su marca que la del director que contrata para la ocasión. En este caso se trata de McG, bajo cuya abreviatura se encuentra Joseph McGinty Nichol, el realizador que perpetró las dos entregas de Los ángeles de Charlie para la gran pantalla, así como la soporífera Terminator Salvation, y que ahora se encuentra preparando el remake americano de la serie española Los misterios de Laura. Aburrida se nos antoja también esta película sobre un asesino que trabaja para la CIA y, enfermo de cáncer terminal, tiene que conciliar su abandonada vida familiar con la última misión que se le encomienda. El humor escasea, y cuando aparece no convence, o al menos no lo hace ni muchísimo menos como surgía en aquella película de James Cameron de hace dos décadas que protagonizaban Schwarzenegger y Jamie Lee Curtis, Mentiras arriesgadas, y que también trataba el tema de la conciliación de la vida familiar y laboral pero en términos de comedia de acción espectacular. Un guión que avanza a trompicones, tendencia al lugar común y al disparate, y el poco interés que depositan sus protagonistas en sus personajes, hacen que la empresa naufrague provocando el desinterés del público. Costner lleva tiempo necesitando un papel que le devuelva al primer plano de la actualidad, y éste prometía, haciéndole aparecer incluso más atractivo que en ocasiones recientes, pero poco más le va a servir para ese propósito. Lo cierto es que era fácil adivinar que se trataría de un bodrio, pero algunos seguimos creyendo en dar nuevas oportunidades.

miércoles, 14 de mayo de 2014

YUJA WANG, UNA ENTRE UN MILLÓN

Yuja Wang, piano. Programa: Sonata nº 3 en La menor Op. 28 de Prokofiev; Sonata nº 3 en Si menor Op. 58, Nocturno en Do menor Op. 48 nº 1 y Balada nº 3 en La bemol mayor Op. 47 de Chopin; Variaciones para piano Op. 41 de Kapustin; Petrouchka: Tres movimientos para piano, de Stravinsky. Teatro de la Maestranza, martes 13 de mayo de 2014

La presencia de la joven, hermosa, carismática y muy aclamada pianista china Yuja Wang en nuestro templo de la música era sin duda alguna uno de los momentos más esperados de la temporada, de esos que hacen historia y confirman la excelencia en calidad y actualidad de cualquier escenario que se precie. Con su habitual aspecto sensual a la manera de un personaje manga, y bendecida con un talento sobrehumano que ella aprovecha con un ímpetu y un temperamento exacerbado, tan propio de su edad como portentoso precisamente para esa misma juventud, el suyo es un pianismo gimnástico, de esos que generalmente asociamos a los acróbatas del teclado. Eso no impide que encontremos muchos motivos de alborozo en una artista descomunal, de esas cuyas interpretaciones fluyen con tanta naturalidad que apenas se atisba esfuerzo, que se funde con el instrumento como si fueran una sola materia. De esta forma entusiasmó a un público asombrado e hipnotizado, atento a cada arpegio, cada movimiento y cada giro de una artista que pulveriza el piano, lo sobrecarga de notas y exhibe unas agilidades imposibles para cualquier otro ser humano.
 
La Sonata nº 3 de Prokofiev es un trabajo muy apropiado para la naturaleza de esta artista, en proceso de madurez, imbuido de espíritu juvenil y primaveral, virtuoso y enérgico sin descuidar el atractivo melódico de su tema principal. Así mismo domina el lenguaje jazzístico de falsa y muy metódica improvisación de Nikolai Kapustin, a través de unas variaciones en las que Wang se abandona con valentía y arrojo a una pautas estéticas muy alejadas del rigor clásico y romántico del resto del programa. Sin partitura en ningún momento de su actuación, transmite la impresión de haber digerido y asimilado cada acorde para a continuación expulsarlos según su particular manera de entenderlos y aplicarlos. Su versión de los Tres movimientos de Petrouchka resplandece ya desde la grabación que ofreciera hace algo más de tres años en su disco Transformation, y que mimetizó de forma muy satisfactoria en su comparecencia sevillana. Prácticamente logró contarnos desde el teclado la historia de esta marioneta con alma que se va paulatinamente convirtiendo en humana, enfatizando la expresividad de esta pieza retadora para el más disciplinado de los intérpretes, aprovechando al máximo la rica textura de la pieza con una rotunda claridad y un sentido dinámico y vívido del ritmo.
 

Apercibidos estábamos tras sus conciertos en Madrid y Zaragoza de que Chopin en sus manos incurre en ese exceso de afectación propio de épocas pasadas, hoy superado gracias a la clarividencia de tantos otros intérpretes que han sabido ver en la música del compositor polaco otras capas de expresividad que van más allá del mero sentimentalismo romántico. Al margen de cierto acompañamiento perturbador en los momentos más tormentosos, en los que la artista supo conjugar algunos aspectos disonantes con el virtuosismo demandado en gran parte de las páginas chopinianas, faltó en sus interpretaciones, especialmente en la Sonata nº 3, más acierto a la hora de combinar poesía y técnica, merced a un fraseo más relajado de lo conveniente para aliviar su excesiva seriedad. Wang exageró melodiosidad en el primer movimiento, atacó de forma muy dulzona el vigoroso y tajante scherzo, divagó mucho en su sereno nocturno, y se quedó corta a la hora de exhibir las sombras de su exultante final. Afortunadamente imprimió el Nocturno Op. 48/1 y la Balada nº 3 de suficiente cantabilidad y emotividad, aunque pecando de nuevo de falta de dramatismo. Sus generosas propinas le llevaron a atiborrar de notas y filigranas unos arreglos, desconocemos si fruto de sus improvisaciones o perpetrados por otros, de las seguidillas de Carmen de Bizet, la canción Tea for Two de Vincent Youmans y el Rondo alla turca de la Sonata nº 11 de Mozart; con el Vals Op. 64 nº 2 de Chopin fue más comedida y escolástica, si bien de ella no se puede decir que sea una artista muy académica; todo lo contrario, se trata de un fenómeno de la naturaleza con una visión muy personal de la interpretación musical, que quizás tenga que pulir su expresividad para llegar a emocionarnos sinceramente, o puede que sencillamente pase a la historia como lo que es, un asombroso espectáculo de esos que sólo se producen de vez en cuando y nacen una entre un millón.

martes, 13 de mayo de 2014

UNA NOCHE EN EL VIEJO MÉXICO Vidas rebeldes y absurdas

Título original: A Night in Old Mexico
España 2013 100 min.
Música y dirección Emilio Aragón Guión Bill Wittliff Fotografía David Omedes Intérpretes Robert Duvall, Jeremy Irvine, Angie Cepeda, Luis Tosar, Joaquín Cosío, Jim Parrack, James Hébért, Rene Rhi, Javier Gutiérrez, C.K. McFarland Estreno 9 mayo 2014

Para su segunda película como director Emilio Aragón cambia la posguerra inmediata española de Pájaros de papel por la frontera entre Texas y México, y los cómicos de carretera por los cowboys también on the road. Se atreve, cheque en mano, a dirigir al mismísimo Robert Duvall en el crepúsculo de su carrera, acompañado del joven jinete del War Horse de Spielberg, la guapísima Angie Cepeda y el malo oficial del cine español, Luis Tosar. Le escribe el guión el poco prolífico William Wittcliff, autor de los libretos de películas como El corcel negro, Country (otra de vaqueros contemporáneos protagonizado hace treinta años por la pareja Jessica Lange y Sam Shepard), Leyendas de pasión y La tormenta perfecta, además de la miniserie Lonesome Dove también protagonizada por Duvall. Pero ni el pase previo a las nominaciones a los Goya, del que sólo rascó un par de ellas y ambas en apartados musicales también dominados por el popular cómico y presentador echando mano de todos los tópicos tejanos, violín del omnipresente Ara Malikian incluido; ni su paso por el Festival de Málaga, han suscitado interés alguno ni por parte de la crítica ni del público, y su estreno en Estados Unidos está por confirmarse. Y es que aunque tiene un buen punto de partida, en el que se cruzan un viaje iniciático de autoconocimiento y reconciliación con una trama de cine negro, su desarrollo se va paulatinamente deshilachando hasta caer en el tópico, el lugar común y el desinterés más absoluto frente a lo que se nos está contando. La relación a tres entre el abuelo, su nieto y la joven pero digna cabaretera no funciona ni de lejos al nivel que lo hacían Gable, Monroe y Clift en el clásico de Huston Vidas rebeldes, por poner un ejemplo, por mucho que también aquí se nos quiera contar la historia de tres almas en fracaso dentro de un ambiente de rodeos y búsquedas de identidades. La convención, el disparate y la resolución facilona se van adueñando de la función, mientras todo se queda muy cortito en este drama sin chispa ni gracia, aunque su factura sea correcta y Aragón cumpla con ese sueño de todo gran amante del cine clásico que es rodar en Hollywood con leyendas de la interpretación y un sabor genuinamente americano, como el tabaco.

lunes, 12 de mayo de 2014

SNOWPIERCER (ROMPENIEVES) Imitación a la vida en marcha

Título original: Snowpiercer
Corea del Sur-USA 2013 126 min.
Dirección Bong Joon-ho Guión Bong Joon-ho y Kelly Masterson, según la novela gráfica “Le Transperceneige” de Jacques Lob, Benjamin Legrand y Jean-Marc Rochette Fotografía Hong Kyung-pyo Música Marco Beltrami Intérpretes Chris Evans, Song Kang-ho, Tilda Swinton, John Hurt, Ed Harris, Jamie Bell, Octavia Spencer, Ko Asung, Ewen Bremner, Luke Pasqualino, Alison Pill Estreno en España 9 mayo 2014

Quizás el estreno tímido de esta excepcional película se deba a su secuestro mediático por parte del distribuidor norteamericano Harvey Weinstein, empeñado en que el director de Crónicas de un asesino en serie y The Host realice un nuevo montaje de ésta su primera incursión en el cine norteamericano. Lo cierto es que desde su multitudinario y triunfante estreno en Corea del Sur el pasado mes de agosto, apenas un puñado de países, con Francia a la cabeza, ha podido acercarse al particular universo libremente retratado por Joon-ho en su película a partir de la novela gráfica que le sirve de base. Nacido con vocación de culto, el film retrata una imitación de la sociedad que lamentablemente conocemos, en la piel esta vez de un nutrido grupo de supervivientes de la gran catástrofe mundial acaecida como consecuencia del cambio climático y la congelación total del planeta. Viajan permanentemente en un tren cuyos vagones están dispuestos de tal forma que a la cabeza lo hacen los poderosos y quienes disfrutan de una excelente calidad de vida, con mucho ocio, lujo y bienestar general, y a la cola lo hacen los desprotegidos, oprimidos e indigentes. Algo así como los sempiternos hemisferios mundiales, ejes del balance y el equilibrio necesarios para garantizarnos a unos pocos nuestra posición privilegiada en la vida. Pero el entretenimiento no se detiene en reflejar este escenario sino que procura ir más allá, proponiendo un avance revolucionario en el que la desesperación y el desencanto emergen como motores tan poderosos como la máquina que consigue que el imponente tren marche sin fin. Metáforas que se van sucediendo en una iconografía que se inspira en la desdichada historia reciente el hombre, con peajes obligatorios en infamias como el holocausto nazi. Es verdad que la cinta se resiente de unos efectos digitales poco esmerados y que su ritmo se resiente de algunos episodios faltos de empuje, pero lo compensa con una suntuosa y desquiciante dirección artística y un reparto espectacular en el que el realizador ha encajado incluso a su actor fetiche Song Kang-ho. Y aunque sus premisas nos resultan harto familiares, el conjunto destaca por su vigor, rigor formal y pesimismo recalcitrante.

martes, 6 de mayo de 2014

ARPENDIZ DE GIGOLÓ Saber tratar y respetar a una mujer

Título original: Fading Gigolo
USA-Francia 2013 90 min.
Guión y dirección John Turturro Fotografía Marco Pontecorvo Música Abraham Laboriel y Bill Maxwell Intérpretes John Turturro, Woody Allen, Vanessa Paradis, Liev Schreiber, Sharon Stone, Sofia Vergara, Tonya Pinkins, Michael Badalucco, Bob Balaban, M’Barka Ben Taleb Estreno en España 30 abril 2014

John Turturro obtuvo cierto reconocimiento en los años noventa trabajando para gente como Spike Lee y los hermanos Coen. Como parece que su inquietud artística iba más allá de la interpretación, también en esa década decidió dedicarse a escribir y dirigir sus propios guiones, surgiendo películas como Mac, Illuminata, y más recientemente Romance and Cigarettes y Passione; ninguna de ellas alcanzó un nivel por encima de la mera discreción. Como quiera que le debe unir una buena relación con el sinpar Woody Allen, a pesar de que no constan trabajos del italoamericano a las órdenes del más famoso neoyorquino del cine, nos llega ahora esta comedia un punto extravagante y decididamente nostálgica. Lo es porque plantea una manera de hacer cine como no veíamos hace mucho tiempo, pausado y relajado, fotografiado en tonos ocres al mejor estilo Gordon Willis, y confiando en su nutrido equipo de actrices y actores el éxito de su empresa. Lo consigue con un sector del público hastiado de la degeneración de la comedia americana; fracasa desde luego con todos los demás, incondicionales del montaje frenético, el ritmo sin pausa y la propuesta de situaciones chabacanas sin límite. Turturro se erige en su película en un convincente gigoló maduro, merced a un físico generoso a pesar de tener un rostro difícil, como Vincent Cassel. Son sus maneras, elegante, discreto y sumamente caballeroso con las mujeres, las que le permiten afrontar ese rol de gigoló desdibujado del título original sin chirriar. Y son esas buenas maneras con una mujer cada vez más abnegada frente a la falta de galantería y el cortejo romántico que rodea su vida sentimental y sexual, las que se reivindican en esta película amable y nada pretenciosa en la que además se critica la comunidad judía y cualquier otra religión que castre o censure los placeres humanos, especialmente en lo que toca a la mujer, cada vez menos visible en tantas culturas repartidas por la tierra. Su papel se identifica con el de aquel buen samaritano, sólo que en esta ocasión su buena obra consiste en iluminar e ilusionar esa mujer cada vez más castigada en ciertas comunidades de nuestro planeta. Sharon Stone y Sofia Vergara aportan belleza y frescura, Vanessa Paradis candidez y Woody Allen es él y con eso basta y le divierte. Una buena selección musical al más puro estilo del director de Blue Jasmine completa la oferta.

sábado, 3 de mayo de 2014

AZUL Y NO TAN ROSA Celebración de la diversidad desde el cliché con espíritu de culebrón

Venezuela-España 2012 110 min.
Guión y dirección Miguel Ferrari Fotografía Alexandra Henao Música Sergio de la Puente Intérpretes Guillermo García, Ignacio Montes, Hilda Abrahamz, Carolina Torres, Alexander Da Silva, Sócrates Serrano, Elba Escóbar Estreno en España 25 abril 2014 (no en Sevilla)

La última ganadora del Goya a la mejor película hispana, por encima de las espléndidas Gloria y La jaula de oro, es un pastiche de mucho cuidado. Producida por el malagueño Antonio Hens, director militante de La partida y Clandestinos, la cinta está elaborada a partir del cliché más descarado y con nada disimulada intención de arrancar la lágrima fácil tanto como concienciar al público. Mete en la termomix a una pareja homosexual de manual (guapos, sofisticados y profesionales de éxito con buenas casas), el hijo de uno de ellos (con los complejos típicos de la adolescencia), la amiga esperpento a la que maltrata su pareja, y la transexual artista de verbo fácil y resultón. Y en el camino expone sin mucho análisis todos los traumas archiconocidos de la condición, desde el rechazo a la compasión, pasando por el comportamiento neonazi y tópicos de muchos más colores que los referidos en el título. Naturalmente está articulada hábilmente para que a pesar de lo dicho sea aceptablemente digerible, pero su vocación integradora se derrite en una puesta en escena más propia de culebrón y telebasura que de cine de auténtica denuncia social. Las influencias de Almodóvar son notables, mientras su emotivo final se revela absolutamente deudor de los magníficos finales de todos y cada uno de los episodios de esa gran serie que fue Mujeres desesperadas. Al final lo único que cabe celebrarle es provenir de un país donde las libertades están bastante marchitas y atreverse con un argumento así puede suponer toda una odisea. Además del Goya ganó también el premio a la mejor película en el pasado Festival de cine gay y lésbico de Andalucía celebrado en Sevilla en noviembre del año pasado.

THE LUNCHBOX Palabras de amor y un brevísimo encuentro

Título original: Dabba
India-Francia-Alemania-USA 2013 104 min.
Guión y dirección Ritesh Batra Fotografía Michael Simmonds Música Max Richter Intérpretes Irrfan Khan, Nimrat Kaur, Nawazuddin Siddiqui, Lillete Dubey
Estreno en España 30 abril 2014

Avalado por el prestigio que le ha reportado su paso por diversos certámenes, entre ellos Cannes y Sundance, y el apoyo incondicional de un público internacional que parece haber quedado hipnotizado por su propuesta, el realizador indio Ritesh Batra debuta en el largometraje, tras varios cortos, con esta fábula romántica en la que un hombre de edad madura y una joven mujer mantienen un idilio extraconyugal a través de mensajes escritos transportados en una multifiambrera de trabajo. Una historia muy parecida a la que nos han contado en multitud de ocasiones desde aquel famoso Breve encuentro de Noel Coward dirigido por David Lean, con sus propias variantes. Desde muy temprano se sabe cuál será la intención de sus creadores, y que a través de esta correspondencia epistolar los protagonistas exorcizarán algunos de sus temores y frustraciones y aprenderán a ser mejores personas, sobre todo él. Porque ella, además de reducir su experiencia vital a cuidar su hija, preparar ricos platos para seducir a su marido y hablar entrañablemente con su tía de ventana a ventana, no parece ejercitar otros estímulos; de ahí que resulte tan importante mantener este forzado idilio. Es él quien encontrará el vehículo ideal para derivar de persona huraña y poco generosa a todo lo contrario: se ve venir desde el principio, así que no reventamos nada. Lo malo es que su discurso se ancla en la parsimonia y la redundancia, dejando de interesar a los pocos minutos, con redenciones ocasionales merced a sus buenas interpretaciones y el encanto natural de su protagonista femenina. En cuanto a él no se sostiene que interprete a un señor en edad tan avanzada como para jubilarse y olerse a sí mismo como su abuelo. Suponemos que incluir como protagonista el nombre de Irrfan Khan, conocido por ejemplo por ser el protagonista de La vida de Pi en edad madura, era un peaje a pagar para dar vida comercial al producto. Ya es grave que de todo lo que pretende transmitir esta bienintencionada pero aburrida película, lo que más interese sea descubrir esa manera tan peculiar que parecen tener en la India para entregar las fiambreras preparadas por las mujeres a sus esposos en sus lugares de trabajo. No es de extrañar que sea objeto de estudio por parte de investigadores de Harvard.

viernes, 2 de mayo de 2014

JOAQUÍN ACHÚCARRO Y OKKO KAMU: REENCUENTRO Y DESCUBRIMIENTO FELICES

14º programa de abono de la XXIV temporada de conciertos de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Joaquín Achúcarro, piano. Okko Kamu, director. Programa: Cuatro cuadros de Murillo, de Manuel Castillo; Noches en los jardines de España, de Falla; Cuadros de una exposición, de Mussorgsky y Ravel. Teatro de la Maestranza, jueves 1 de mayo de 2014

Música con referentes pictóricos o naturales protagonizaron el decimocuarto programa de abono de la Sinfónica, que supuso el reencuentro con ese gran señor del arte pianístico que es Joaquín Achúcarro, tan querido como admirado por el público sevillano, así como el descubrimiento para nuestra orquesta y público de un director finlandés de extraordinario refinamiento y sutil expresividad. El aperitivo fue una de las obras más divulgadas del compositor sevillano Manuel Castillo, ya interpretada por la ROSS en el concierto de apertura del curso académico 2010-2011 de la Universidad de Sevilla en el Auditorio de Ingenieros bajo la dirección de Juan Luis Pérez. Haciendo honor al estilo del músico de la Generación del 51, neoclásico, introspectivo y espiritual, los Cuadros de Murillo, compuestos por encargo de la Diputación para celebrar en 1982 el tricentenario de la muerte del pintor también sevillano, supone una conservador ejercicio de contemplación de una determinada iconografía religiosa, que se mueve entre la contención mística en la línea de un Taverner, con ocasionales rupturas de tono y ritmo, que Okko Kamu defendió con delectación, sentido generoso de la espiritualidad y una cuerda sedosa de líneas perfectamente marcadas y definidas.

Achúcarro ofreció su particular versión del que muchos consideran el más importante concierto español para piano, Noches en los jardines de España, aunque en realidad se trata de una serie de nocturnos cuyo acompañamiento orquestal fue sugerencia de su dedicatario, Ricardo Viñes. Influido por el impresionismo francés de Debussy y Ravel y, como otros trabajos de Falla, por la música de Stravinsky, exige una lectura flexible y atenta al teclado, cuya gramática inspirada en la guitarra exige una gran capacidad para las filigranas, los trinos y los arpegios. Nada de eso se le resistió al excelente pianista, que no ha perdido nada de su talento y habilidad, y mucho menos de su sensibilidad. Su porte sincero, generoso y agradecido nos conmovió hasta casi hacernos saltar las lágrimas. Hay poca gente a la que poder admirar tanto como profesional, artista y ser humano, y Achúcarro pertenece al grupo de los que más lo merecen. Su ejecución de un nocturno de Scriabin para la mano izquierda fue portentosa en habilidad técnica, sensibilidad y emoción. La batuta supo adaptarse como un guante a la sutil paleta de colores que propone el delicado ciclo de Falla, consiguiendo imbuirlo de estremecimiento, brío y encanto.

Su lectura del archiconocido y achiprogramado Cuadros de una exposición de Mussorgsky, en su más recurrente versión orquestal de Ravel, fue apoteósica y ejemplar. Sólo la tuba y los fagots en Bydlo, descompasados de la cuerda, empañaron una interpretación perfecta. Por lo demás Kamo sobresalió en elegancia sin atisbo de esa exageración a la que es propicia la obra. El director supo combinar los pasajes más endiablados (Gnomo, Baba Yaga), los más ligeros (Las Tullerías, El mercado de Limoges), los más siniestros (El viejo castillo, Las catacumbas), y los cómicos (Los polluelos, Los judíos) con una especial atención al matiz y el detalle, paladeando cada nota y expresión hasta alcanzar el éxtasis épico y acústico en La Gran Puerta de Kiev. Puede que fuera la mejor interpretación de la pieza jamás oída en el Maestranza.

Artículo publicado en El Correo de Andalucía el 3 de mayo de 2014

jueves, 1 de mayo de 2014

CARMINA Y AMÉN El único futuro cierto es la muerte

España 2014 90 min.
Guión y dirección Paco León Fotografía Juan González Música Fran Martínez Cabeza de Vaca Intérpretes Carmina Barrios, María León, Paco Casaus, Yolanda Ramos, Estefanía de los Santos, Manolo Solo, Teresa Casanova, Mari Paz Sayago, Paqui Montoya, Alicia Cifredo Estreno 30 abril 2014

Paco León confirma su talento y confianza como director y promotor. Seguro de la valía de su producto, y con el fuerte apoyo de distribución con el que cuenta su segunda película impidiéndole estrenar por otros cauces que no sean los convencionales, se ha atrevido no obstante a proyectar gratis su película un día antes del estreno oficial en cines escogidos de cinco grandes ciudades. El boca a boca uniéndose a una fuerte campaña de publicidad y mediática que, unido al hecho de que nos encontramos ante una película notable en todos los sentidos, convertirán a buen seguro esta película en un nuevo éxito del cine español capaz de exorcizar ese miedo que nuestro público tiene al producto nacional. En esta segunda entrega de las llamémoslas aventuras de la sin par madre del protagonista de Aída, León profundiza más en la materia y se aleja del tono grotesco, socarrón y gamberril de Carmina o revienta para regalarnos una estimable reflexión sobre la vida y la muerte y adentrarnos en el universo de toda una Corleone sevillana. Una mujer que escucha con la misma facilidad que confabula, hace conjuros y arregla los asuntos de los seres queridos que tiene alrededor. Carmina es más humana en esta película que apunta los grandes problemas que sufrimos en la sociedad actual, y analiza con admirable lucidez el único futuro certero que tenemos todos los seres humanos, nuestra cita con la muerte. En el camino y casi exclusivamente en un único escenario, asistimos a toda una galería de curiosos personajes, unos atormentados por su suerte, otros subyugados por la fuerza y la espontaneidad de la protagonista, y otros contrapuntos cómicos a la auténtica esencia de esta nueva película, que no es sino la de pura tragedia. Pero tragedia con modos de comedia, hilarante hasta el punto de hacer imposible entender las líneas de diálogo que suceden a los continuos gags cómicos. Lo que en la anterior entrega era un episodio con accidente de tráfico por medio, aquí es la expulsión de unos ocupas, y lo que antes era una conversación surrealista con la vecina sobre la reina, ahora le toca el turno a una masajista heterocuriosa sobre los gozos del aparato genital femenino. Pero son episodios aislados en medio de un drama (de hartarse de reír) que reflexiona sobre la vida, la esperanza, las raíces y los lazos familiares y amistosos, y que para el espectador pasa como un suspiro. Entre las antológicas caracterizaciones de la película destacamos una María León inmensa, capaz de matizar cada detalle de su interpretación, del dolor auténtico al fingido con absoluta convicción y credibilidad. Sólo un reparo, que llegue a públicos tan amplios que muchos no estén preparados para digerir la sucia lengua de su protagonista y confundan esa manera de hablar con un estilo a imitar que legitime la escasa preparación de gran parte de nuestra población.