martes, 28 de mayo de 2024

FURIOSA: DE LA SAGA MAD MAX Salvajes del desierto

Título original: Furiosa: A Mad Max Saga
Australia-USA 2024 148 min.
Dirección
George Miller Guion George Miller y Nick Lathouris Fotografía Simon Duggan Música Tom Holkenborg Intérpretes Anya Taylor-Joy, Chris Hemsworth, Tom Burke, Angus Sampson, Alyla Browne, Daniel Webber, Nathan Jones, George Shevtsov, Lachy Hulme, Charlee Fraser, Elsa Pataky, Josh Helman Estreno en España y Estados Unidos 24 mayo 2024

El director australiano George Miller saltó a la fama en 1979 gracias a una película de ciencia-ficción de bajo presupuesto y humildes expectativas, en la que exploraba la posibilidad de un mundo distópico y post apocalíptico, nos referimos a Mad Max: Salvajes de autopista. Tres años después regresó de nuevo con Mel Gibson de protagonista y un trabajo de producción más sofisticado, aunque no sería hasta 1985 con la tercera entrega que adoptaría definitivamente el aspecto que sigue luciendo todavía hoy, casi cuarenta años después y tras reflotar la franquicia hace casi una década. Regresa a ella sin el mismo entusiasmo ni la misma fuerza, y desde luego sin tanta originalidad, que la anterior entrega. Se trata del primer título de la saga en el que no aparece su principal protagonista, Mad Max, para centrarse en los orígenes del gran hallazgo que en Furia en la carretera personificó Charlize Theron. Interpretada en su primera mitad por la niña Alyla Browne y ya después por la estrella de la función, una Anya Taylor-Joy que fascina por su rostro y su mirada pero no tiene la presencia imponente y arrolladora de su personaje en edad adulta, Furiosa es secuestrada por Dementus, un excelente Chris Hemsworth tomándose la gesta muy en serio sin despreciar su evidente vis cómica, y a partir de ahí comienza a vivir su particular via crucis de sacrificio y venganza.

El resultado sigue siendo potente y hasta cierto punto impactante, pero en el camino se repiten clichés tan recurrentes en este tipo de cine, se abusa mucho más que en su precedente de la infografía y se potencia la violencia más extrema y sado masoquista en detrimento de la pura adrenalina que suscitaba la anterior película en su vocación de carrera infernal y vertiginosa sin fin. El desprecio absoluto por la vida humana, la desertización y la falta de los recursos más fundamentales, aunque son una constante de la saga, cobran aquí especial relieve, quizás como paradigma de la actual situación del planeta, comandado por fuerzas cada vez más fascistas, entregado sin cuartel a un cambio medioambiental extremadamente inconveniente para nuestra subsistencia, y acostumbrado a esa violencia inimaginable que cada día recibimos directamente en nuestro domicilios a través de informativos que se hacen eco del infierno sistemático en la que hemos convertido nuestra cada vez más imposible convivencia.

El producto se erige así en reflejo y a la vez consecuencia de todo lo apuntado, dado el altísimo índice de violencia que han ido experimentando las fuentes de entretenimiento que más atención mediática y mayor taquilla recaudan en el mundo entero. Como la pescadilla que se muerde la cola. En el camino abundan incongruencias y constantes más propias del cómic, como la facilidad con la que mueren muchos frente a la resistencia imposible de los más importantes, o esmerarse en encontrar una niña muy parecida a la protagonista, para que sin embargo ni su secuestrador repare en su parecido una vez crecida. La aportación cómica viene de la mano de los delirantes nombres de algunos de los personajes, como Scrotus, Rictus Erectus o el propio Dementus, mientras Elsa Pataky dobla su intervención en la película, como aguerrida compañera de la madre de la protagonista y desfigurada motorista sedienta de sangre. La descendencia del matrimonio Hemsworth-Pataky parece que se quedó en la mesa de montaje.

EL ÚLTIMO VERANO Instinto de conservación

Título original: L’été dernier
Francia 2023 104 min.
Dirección
Catherine Breillat Guion Catherine Breillat y Pascal Bonitzer, según el guion original de Maren Louise Kaëhne y May el-Toukhy Fotografía Jeanne Lapoirie Intérpretes Léa Drucker, Samuel Kircher, Olivier Rabourdin, Clotilde Courau, Serena Hu, Angela Chen Estreno en el Festival de Cannes 25 mayo 2023; en Francia 13 septiembre 2023; en España 24 mayo 2024

Diez años después de dirigir su última película, Abus de faiblesse, de tintes autobiográficos protagonizada por Isabelle Huppert, la veterana Catherine Breillat regresa a la temática que más ha cultivado en sus más de treinta películas como directora y/o guionista, incluida aquella mítica Bilitis de David Hamilton a la que puso texto. Para ello se ha servido de los supuestos defectos moralistas apuntados en la película danesa de hace apenas cuatro años, Reina de corazones, atreviéndose con un remake en el que la liberación de la mujer llega a través del deseo sexual y la superación de los convencionalismos burgueses, pero puliendo el original de cualquier exceso y bagaje melodramático para incidir más en el aspecto reflexivo de una situación incómoda y en cierto modo inexplicable.

Pero aquí el deseo incontrolado de la madura protagonista choca con la protección del menor seductor y seducido, cuyo aspecto chulesco y rebelde oculta unos sentimientos puros y reales con los que conviene no jugar. Por eso al final, por mucho celo que la veterana realizadora ponga en exhibir su trama desnuda y libre de los aspectos más sórdidos o decididamente escabrosos, acaba diseñando otro inconveniente personaje de femme fatale, quizás no tan manipuladora como la que diseñó May el-Toukhy, algo más vulnerable pero igual de miserable en su comportamiento, más despreciable incluso si tenemos en cuenta su dedicación profesional como abogada de jóvenes víctimas de agresiones sexuales.

Así las cosas, la película se convierte en una experiencia incómoda y hasta cierto punto incoherente en su afán de corregir los supuestos desatinos de su referente, cuando en realidad no está sino potenciando la mezquindad de su protagonista como paradigma del afán de conservación y decadencia burguesa que a la postre parece estar denunciando. Claro que siempre parece más fácil por recurrente hacer este tipo de críticas sacrificando a la mujer al convertirla en responsable de una situación no deseable. Tanto ésta como la película en la que se basan se pudieron ver en el Festival de Sevilla en sus respectivas ediciones, cosechando la de Breillat cuatro nominaciones a los César en su última edición.

domingo, 26 de mayo de 2024

SEGUNDO PREMIO Captar la grandeza

España 2024 109 min.
Dirección
Isaki Lacuesta y Pol Rodríguez Guion Isaki Lacuesta y Fernando Navarro Fotografía Takuro Takeuchi Música Ylia y Los Planetas Intérpretes Daniel Ibáñez, Cristalino, Stéphanie Magnin, Mafo, Eduardo Rejón, Chesco Ruiz, Jan Caplin, Julen Clarke, Sebastián Haro Estreno en el Festival de Málaga 5 marzo 2024; en salas 24 mayo 2024


De siempre a Isaki Lacuesta le ha gustado jugar con estilos y formas en sus películas, ya fueran cortos, documentales o largometrajes. Sólo así se explica la extrema abstracción de Los pasos dobles, su primera Concha de Oro en San Sebastián, frente a la narrativa más convencional de La próxima piel y el híbrido entre ficción y documental de su segunda Concha, Entre dos aguas. Su cine languideció con su última película, Un año, una noche, su particular visión del dolor tras el terrible atentado en la sala Bataclán de París. Ahora resurge, con ayuda no se sabe hasta qué punto del menos experimentado Pol Rodríguez, contándonos una historia que explora la grandeza y la miseria de la creación artística a través del proceso de gestación de un disco icónico de la música española indie de los noventa del siglo pasado, Una semana en el motor de un autobús.

Y ciñéndose a la premisa apuntada en el título del registro, intenta indagar en la psique de los dos principales artífices del grupo Los Planetas (estupendos Daniel Ibáñez y Cristalino), cuyos verdaderos integrantes todavía en activo aparecen salpicados entre los figurantes de la película. Y si no es una semana lo que vemos pasar ante nuestros ojos, sí que la representa a lo largo de un tiempo más dilatado, entre problemas de fidelidad amistosa, celos profesionales, adicciones varias y frustraciones artísticas, y mucho egocentrismo, hasta que un viaje a Nueva York canaliza sus neuras y paranoias convirtiéndose en elemento catártico entre Jota, el cantante, Florent, el conflictivo y personal guitarrista, y May, la bajista desertora que desata esa primera crisis que parece haber caído entre la leyenda del tiempo y el final que apunta esa otra leyenda que es Omega de Morente y Lagartija Nick.

En ese contexto nos será difícil conectar del todo con un grupo al que a priori muchos ni habíamos prestado atención, y sin embargo nos rendimos ante la capacidad de Lacuesta para captar la grandeza, con dos secuencias fundamentales que representan la mentira y la mágica realidad. Entre el playback despreciado en un show televisivo perfectamente orquestado, y la frescura desatada en una sala de fiestas granadina, capaz de emocionarnos hasta a quienes no profesamos esta religión. Ese segundo premio del título hace alusión al primer sencillo del disco homenajeado, pero quizás también a su eterno segundo lugar en las listas de los mejores discos de los noventa elaboradas por la revista Rockdelux. Biznaga de Oro y premios a la mejor dirección y al mejor montaje en el Festival de Málaga.

BOHEMIOS REVIVE GRACIAS AL ESFUERZO Y EL CARIÑO

Compañía Sevillana de Zarzuela. Bohemios. Música de Amadeo Vives. Libreto de Guillermo Perrín y Miguel de Palacios, adaptado por Alejandro Rull. Elena Martínez, dirección musical. Marta García-Morales, dirección escénica. Con Paula Ramírez, Francisco Sánchez, Amando Martín, Javier Sánchez-Rivas, Marta García Morales, Julia Rey, Lorena Ávila, Joaquín Caballero y Lorenzo Fernández. Coro y Orquesta Titular de la Compañía Sevillana de Zarzuela. Espacio Turina, sábado 25 de mayo de 2024


No tendrá que preocuparse Javier Sánchez-Rivas ni su hermosa compañía por la censura de algún concejal iliterato que valore una obra cultural o artística en función de lo que haya costado a las arcas públicas y lo que haya recaudado en taquilla. Hace más de doce años que lucha por mantener viva la zarzuela en nuestra ciudad, hacerlo de la mejor manera posible, sufragarse sus propios gastos con la ayuda inestimable de sus más de dos mil asociadas y asociados, y lograr que sus propuestas llenen el Lope de Vega, el Espacio Turina o cualquier otro de los espacios donde recalen sus propuestas. Esa asignatura la tiene más que aprobada, el resto mejora paso a paso con el tiempo, como los buenos vinos, hasta ir logrando una depuración artística más que notable. Pero lo más llamativo es que sin traicionar el espíritu original de los títulos ofrecidos, logra productos frescos, nada rancios. Hace poco comentábamos cómo algunas de las producciones del Teatro de la Zarzuela acusaban justamente lo contrario, resultar poco frescas a pesar de sufrir grandes cambios que supuestamente conecten con el nuevo público, siempre desde presupuestos holgados y recursos agradecidos.


La zarzuela de esta compañía sevillana cubre un espacio cultural muy solicitado por un público fundamentalmente mayor, a quienes con esta disciplina se les insufla un soplo impagable de felicidad. Bohemios quizás es más que una zarzuela, algo más parecido a una opereta o una comedia musical, donde el trabajo orquestal y la excelencia vocal resultan más evidentes, y sus cálidas e inspiradas melodías se ajustan más al gusto europeo de la época. Resulta sintomático que su recuperación por la compañía sevillana coincida con la celebración del centenario de la muerte de Puccini, cuya Bohéme se inspira en la misma fuente literaria que este título del autor de Doña Francisquita, como también lo hacen algunas de las adaptaciones para el teatro que se han hecho del musical de Minnelli Un americano en París, o el musical del malogrado Jonathan Larson Rent. Pero en Bohemios todo es más liviano, más cómico y ligero, libre de las ataduras dramáticas que influyen en Puccini y Larson, y así nos lo supieron transmitir los y las integrantes de la compañía, con el excelente trabajo de adaptación que del libreto obra de los mismos autores que La corte de faraón ha hecho Alejandro Rull, otro de los fundadores de la feliz agrupación, o deberíamos decir familia.

Otra divertida comedia musical

Destacábamos precisamente de aquella revista zarzuela que ofrecieron en octubre pasado su evidente vis cómica, y volvemos a repetirlo con el esmero desplegado en ésta. Todo funcionó a la perfección, a pesar de su complejidad. Los precisos e imaginativos decorados acartonados del primer acto dieron paso a la estrella escenográfica de la función, un telón representativo del París nevado y frío con Torre Eiffel al fondo elaborado por Irene Ugolini y Ana Rosa González, del Proyecto de Investigación de la Facultad de Bellas Artes de Sevilla. Y en el tercer acto una creativa cortina simula el elegante papel pintado de un salón de la Ópera Cómica parisina, con suntuosos elementos de atrezzo para acompañarla. Ni que decir tiene el sensacional trabajo de vestuario y de maquillaje y peluquería de Lucía Torrero, por mucho que inhóspitamente pasáramos de la belle époque de los dos primeros actos a los locos años veinte del tercero y último.


Como intérpretes teatrales y cómicos a Sánchez-Rivas y un intencionadamente mecánico y algo marciano Joaquín Caballero no se les puede hacer ningún reproche. Menos aún a las maravillosas Marta García-Morales y Julia Rey como Juana y Cecilia, muy solventes también en lo canoro. También merece destacarse el efectivo aunque comedido trabajo de Lorena Ávila, todos y todas además integrantes del espléndido coro que encontró en ese segundo acto embellecido con el telón nevado parisino, su gran momento de lucimiento en favor de la libertad. Del trío protagonista destacó la voz perfectamente afinada y proyectada de Paula Ramírez, capaz de sobreagudos refulgentes y de transmitir con su interpretación toda la candidez que su papel de Cosette exige. Francisco Sánchez cumplió eficazmente como el galán Roberto, aunque a veces la voz evidenciara no estar del todo bien colocada, forzando agudos ocasionalmente estridentes, pero logrando en general una actuación también solvente. Más sobreactuado resultó Amando Martín, aunque en sus breves solos de canto logró convencer con una voz potente y muy bien proyectada, siempre con la complicidad de Elena Martínez a la batuta, que en ningún momento eclipsó a las voces, y eso que su orquesta de apenas dieciocho maestros y maestras, todas jóvenes cuyos rostros a menudo vemos en otras formaciones como la Conjunta, sonó como si fueran el doble, y con afinación perfecta incluso en los temibles metales. Especialmente brillante resultó el famoso interludio musical y los diversos pizzicati obligados de la partitura.

El movimiento escénico ágil y atinado, una vez más tan bien resuelto por Marta García-Morales fue otro de los factores que influyeron en el éxito de la empresa, que como otro factor de profesionalidad de la compañía, fue la segunda función continuada sin atisbo de fatiga que se ofreció ayer sábado para completar las tres comprometidas con un Espacio Turina que cerró así sus puertas hasta una nueva temporada que esperemos sea tan espléndida y variada como la que acabamos de despedir.

EL SUEÑO SE HIZO REALIDAD

Christoph Eschenbach

Nos sumamos al entusiasmo general suscitado por la nueva temporada del Maestranza, añadiendo que no pudimos contener las lágrimas mientras la desglosábamos recién salida del horno. Y es que llevábamos muchos años esperando que Sevilla recuperase a través de su principal coliseo la categoría que merece la cuarta ciudad de España. Mirábamos con admiración y cierta envidia a Les Arts y el Palau de la Música de Valencia, y por fin este año podemos respirar tranquilos y tranquilas con una programación a la altura de la importancia a la que nunca debió renunciar nuestra ciudad.

Anna Netrebko
Ha sido seguramente fruto del esfuerzo de su actual director, Javier Menéndez, intentando recuperar ese prestigio devaluado tras varios años de crisis que hacía tiempo se habían quedado atrás. La de la presente temporada ha sido una buena anticipación de lo que habría de venir, especialmente por ese ciclo Gran Selección que tan buenas formaciones y batutas ha traído a la ciudad. Pero la de 2024-2025 supera con creces este aperitivo. No hace falta extenderse mucho porque para eso está la programación, que se puede consultar en la página web del teatro. Baste enumerar nombres. De la lírica, Sandra Radvanovsky y Piotr Beczala que homenajearán a Puccini junto a la ROSS en el centenario de su muerte; Mariana Monzó que protagonizará junto al celebrado guitarrista Pablo Sainz-Villegas, a quien hasta John Williams ha dedicado una pieza y lo ha invitado a algunos de sus conciertos, un recorrido por los más celebrados compositores españoles; Ismael Jordi, que con Rubén Fernández Aguirre, sólo unos días después de lucirse como artífice de la recuperación de la ópera de cámara de Manuel García I tre gobbi, interpretará canciones, arias y romanzas vinculadas con Sevilla; Nancy Fabiola Herrera y José Bros, que interpretarán algunos de los pasajes más sobresalientes de Carmen de Bizet en el espectáculo flamenco que abrirá la temporada de la mano de Israel Galván para celebrar el ciento cincuenta centenario del estreno de la ópera de Bizet. Y para terminar, dos platos fuertes, además muy asociadas en discos y recitales, Elina Garança, una de las mezzos más solicitadas para dar vida a Carmen, sólo cuatro años después de la última vez que este título imprescindible recaló en nuestra ciudad, y Anna Netrebko, que ofrecerá el Día de San Valentín un recital con los más celebrados compositores rusos.

Un panorama lírico que se completa con seis títulos en escena, Turandot y la citada Carmen, además del estreno en la capital de Ariadna en Naxos de Strauss e Ifigenia en Táuride de Gluck, ésta con dirección escénica del sevillano Rafael Villalobos, además de la última Verbena de la paloma del Teatro de la Zarzuela y la ópera de cámara de David del Puerto Marilyn en el espejo, con texto de Alfonso Zurro, que se estrena en julio en Madrid. Dos títulos en concierto, la ópera María Padilla de Donizetti, otra de las casi doscientas catalogadas que guardan relación con nuestra ciudad, y la opereta de El murciélago completan la oferta.

Martha Argerich

Grandes batutas se encargarán de sorprendernos esta temporada, como Marc Minkowski, que junto a Les Musiciens de Louvre ofrecerá la opereta de Strauss; Oksana Lyniv, dos años triunfando en Bayreuth con El holandés errante, que dirigirá la Orquesta de la Fundación Barenboim-Saïd; Andris Nelsons que hará una Cuarta de Mahler con la Leipzig Gewandhaus-orchester; y cierto aunque no lo parezca, el inimitable Christoph Eschenbach, que dirigirá a la 
Orquesta Joven de Andalucía en una Quinta de Bruckner. Nombres a los que se suman los de Yuja Wang, que vuelve a Sevilla esta vez para dirigir a la vez que tocar el piano a la Mahler Chamber Orchestra, que repite temporada; Javier Perianes, que interpretará junto a nada más y nada menos que la Philharmonia Orchestra el Concierto egipcio de Saint-Saëns; y el borche de oro, Martha Argerich, toda una leyenda del teclado en marzo. A elos y ellas se unen el Ensemble I Gemelli con los Vespro della Beata Vergine de Monteverdi, y la Freiburger Barockorchester y el coro Vox Luminis, que cerrarán el Femás con La pasión según San Juan.

Elina Garança
En el apartado de danza destacamos El corsario de Adolphe Adam, con el Ballet Nacional de Estonia y la ROSS en el foso, que también estará presente en la Carmen que abre la temporada. También destacamos por nuestra parte el homenaje a Ennio Morricone que le dispensará el Centro Coreografico Nazionale/Arteballeto de Reggio Emilia, y la fusión que con el Ballet Flamenco de Andalucía ofrecerá Accademia del Piacere dentro de justo un año. En cuanto a música de cámara, prosiguen los ciclos Rasgando el Silencio de la mano de Carmen Martínez-Pierret e Israel Fausto y Alternativas de Cámara de parte de Juventudes Musicales, a los que se añade uno nuevo, Diálogos concertantes, en el que nombres de la talla de Michael Barenboim, Eldar Nebolsin, Pablo Barragán, Juan Pérez Floristán o Joaquín Riquelme medirán fuerzas. O Sister! volverá a ofrecer el mejor y más en estilo swing, mientras Los niños cantores de Viena llenarán el coliseo con su leyenda. Precisamente a los niños estará dedicada La cenicienta de Pauline Viardot y completando las celebraciones de Carmen, una versión adaptada para ellos. Ya no hace falta soñar más, se ha hecho realidad.

sábado, 25 de mayo de 2024

HENKO. LA FUERZA DE ATRACCIÓN QUE ACOMPAÑA A LA FSO

Henko, La gira de la Film Symphony Orchestra. Anaís Sancruz, voz. Constantino Martínez-Orts, dirección. Programa: Temas y suites de Skyfall (Adkins & Epworth), Capitán Blood (Korngold), Espartaco (North), Apolo 13 (Horner), El padrino II (Rota), La roca (Zimmer, Gregson-Williams & Glennie-Smith), Mulan (Goldsmith), Ice Age 2: El deshielo (Powell), Harry Potter y el cáliz de fuego (Doyle), Desayuno con diamantes (Mancini), Las normas de la casa de la sidra (Portman), Siete años en el Tíbet, Obi-Wan Kenobi e Indiana Jones y el templo maldito (Williams), Star Trek (Courage, Goldsmith, Rosenman, Eidelman & Giacchino), Pocahontas (Menken). Auditorio FIBES, viernes 24 de mayo de 2024


Asistimos a la segunda y última sesión de la gira de la Film Symphony Orchestra de esta temporada en Sevilla, ante la imposibilidad de haberlo hecho el pasado diciembre, y lo primero que nos sorprende es que después de más de sesenta conciertos celebrados por toda España desde el pasado otoño, su director y la plantilla en su totalidad todavía tengan fuerzas y frescura para dar la impresión de la novedad de un primer concierto. Esto ya de por sí da la talla de profesionalidad, compromiso y disciplina que tan jóvenes intérpretes han asumido frente a un público fiel y enfervorizado que sabe que nunca saldrá defraudado de las sucesivas propuestas de tan magnífica empresa.
Buscamos sin embargo la razón que dé sentido al título elegido por Martínez-Orts para esta nueva aventura, Henko, una palabra proveniente del japonés que significa algo así como renovación y progreso continuo que impide dar marcha atrás. La propuesta esta vez se parece tanto a las anteriores, repite de tal manera el mismo esquema, que nos resulta complicado encontrar aquí esa razón de ser. El maestro lo justifica en los títulos elegidos, todos relativos a personajes que experimentan un proceso de modificación o renovación en sus vidas, pero en realidad pocos son los personajes cinematográficos que no lo hacen. Finalmente creemos encontrar un elemento que diferencia este programa de los once anteriores que la orquesta ha llevado de gira. Se trata del trabajo como arreglista de su director, más presente en esta gira que en otras anteriores. Quizás ahí resida el principal atisbo de renovación.

Martínez-Orts ha convertido en suntuosas suites, la mayoría con criterio muy acertado, la música compuesta por John Powell para Ice Age 2, la de Patrick Doyle para Harry Potter y el cáliz de fuego, y la de Rachel Portman para Las normas de la casa de la sidra. Las tres disfrutan en esta gira de unas muy depuradas y significativas suites en las que el director ha incluido los temas principales perfectamente ensamblados, dando una sensación de unidad realmente estimable, y logrando así una muestra perfecta del excelente trabajo de cada uno y una de los compositores convocados. En la otra cara, su trabajo para Apolo 13 de James Horner se nos antoja algo flojo y deslavazado, a pesar del magnífico trabajo de Carlos Conejero a la trompeta. Tampoco acaba de convencernos la suite de El padrino II del imprescindible Nino Rota, elaborada a partir de sus títulos de crédito finales pero insertando entre otros el tema de amor de la primera entrega, que fue precisamente el que impidió su nominación al Oscar, debido a que había sido compuesto para la película Fortunella dos décadas antes.

Los Oscar por cierto siguen siendo tema recurrente en sus vertiginosas y elocuentes ilustraciones, aunque por el camino se le escapara algún desliz, como que Jerry Goldsmith no fuera nominado al premio por Mulan, cosa que sí ocurrió, de hecho fue su última nominación. En la obertura de la película suenan temas de Goldsmith pero también de los autores de las canciones, Matthew Wilder y David Zippel, convenientemente arreglados por el muy querido compositor estadounidense. Y de los Oscars destacó también las quince veces que el gran Alex North fue nominado sin ganarlo ninguna en competición, aunque sí uno especial al conjunto de su carrera. Fue a propósito del tema de amor de Espartaco, del que Martínez-Orts eligió el arreglo de estudio incluido en la banda sonora pero que no suena como tal en la película, ofreciéndolo como cuota de ese Hollywood clásico al que también se adhirieron la famosa obertura de El capitán Blood, primera banda sonora íntegra de las dieciséis que compuso un refugiado Erich Wolfgang Korngold, y de la que FSO ofreció una versión épica y técnicamente impecable en su difícil integración de metales y cuerdas, a pesar del sonido enlatado que provoca la habitual amplificación de estos conciertos.


De Desayuno con diamantes se interpretó un arreglo de arranque épico y desarrollo edulcorado que se adjudica al propio Mancini pero que creemos él nunca llegó a grabar. De hecho fue Luis Cobos en el doble álbum que publicó sobre los Oscar en la última década del siglo XX, quien rescató esta versión. Rocío Fuentes recreó a la perfección el sonido del violonchelo en la partitura de Siete años en el Tíbet, hasta el punto de que apenas echáramos de menos al original Yo-Yo Ma, claro que la pieza se ofreció recortada a pesar de anunciarse como una suite. John Williams es el compositor fetiche de la formación, cuyos fans siempre acuden convenientemente ataviados, esta vez justo detrás de mi localización en sala y demostrando una pésima educación entre comentarios continuos y golpes de diversa índole. De él se ofreció también una suite que ensambló el tema principal de la serie de la insaciable Disney Obi-Wan Kenobi con los títulos de crédito convenientemente editados de la saga cinematográfica de Star Wars, y los inspiradísimos créditos finales de Indiana Jones y el templo maldito, un recorrido por sus temas principales que la orquesta y su dinámico director mimetizaron al detalle. De hecho, tal es el respeto y la fidelidad por las partituras originales, y el excelente nivel técnico de los intérpretes, que escucharles es como revivir sus bandas sonoras originales.

Una también inspirada suite con algunos de los temas más icónicos de la saga Star Trek, entre ellos el original de Alexander Courage y los que Jerry Goldmsith, Leonard Rosenmann, Cliff Eidelman y Michael Giacchino compusieron para la serie Voyager, la primera entrega cinematográfica, así como la cuarta y sexta, y las del nuevo siglo respectivamente, así como la extraordinaria, entonada y poderosa voz de la sevillana Anaís Sancruz dando sentido a la diversidad humana y ecológica del planeta en Colores en el viento de Pocahontas, completaron el programa. Por cierto, la cantante sobresalió también en Skyfall de Adele con el que se inició el viaje, y Reflejos intercalada en la suite de Mulan. Y con un jocoso tema, lleno de efectos sonoros, de Super Mario Bros: La película de Brian Tyler, y la inevitable Cantina Band como propinas, terminó un año más el obligado encuentro con Constantino Martínez-Orts y la Film Symphony Orchestra.

Fotos: Javier Bragado (FSO)
Reportaje y entrevista en El Correo de Andalucía

EL ÚLTIMO LATE NIGHT La audiencia manda

Título original: Late Night with the Devil
USA Australia 93 min.
Guion y dirección
Cameron y Colin Cairnes Fotografía Matthew Temple Música Glenn Richards y Roscoe James Irwin Intérpretes David Dastmalchian, Laura Gordon, Ian Bliss, Fayssal Bazzi, Ingrid Torelli, Rhys Auteri, Georgina Haig, Josh Quong Tart, Christopher Kirby Estreno en Australia 11 abril 2024; en España 24 mayo 2024


Con dos películas inéditas entre nosotros a sus espaldas, los hermanos Cairnes insisten en un cine de terror que pueda resultar sorprendente y diferente, con una buena dosis de comedia y un sentido bastante macabro de las situaciones que plantean. Después del abono con cadáveres perpetrado en 100 Bloody Acres y lo lejos que pueden llegar las bromas en un programa de televisión especializado en esa práctica (Scare Campaign), los australianos plantean su trabajo quizás más depurado hasta la fecha, y todo un festín para amantes del diablo y ávidos en general de experiencias diferentes y sumamente entretenidas. Late Night con el Diablo se estrena tras un largo periplo de prácticamente un año por festivales de todo el mundo, includio el de Sitges, donde logró el premio al mejor guion. Plantea el descalabro que se organiza en uno de esos programas nocturnos de televisión a base de entrevistas e interludios musicales, en una noche de Halloween.

Arranca con un brillante prólogo que nos pone en situación e incide en la guerra de audiencias de su presentador y principal artífice, ávido por escalar hasta el puesto en el que reina indiscutiblemente Johnny Carson. Estamos pues en la década de los setenta del pasado siglo, tres años después del éxito de El exorcista y sólo uno del de La profecía, títulos que dispararon el interés del público por los temas esotéricos. A partir de ahí asistimos al material de rodaje de un programa que sería retirado de la plantilla. Lo que queda del metraje restante es descubrir lo que dio lugar a tal decisión, en una escalada de tensión que hace que en cada momento esperemos que pueda pasar algo terrible e insoportable.

Con un alto componente de comedia y una puesta en escena minuciosa en el que destacan tanto las texturas como el vestuario y los decorados, así como el formato de cámara, e incluso las muy inteligentes y comprometidas interpretaciones, acabamos congratulándonos de descubrir por fin una película que renueve el tan amado género, plantee un tema tan inquietante como es el de las guerras de audiencias, todavía vigentes incluso en la televisión digital, y sobre todo marque una nueva variante sobre las peligrosas relaciones con lo demoniaco. Analizar las consecuencias puede acabar resultando un spoiler, por lo que evitamos hacerlo, dejando sólo claro que se trata de un conjunto que se ve con absoluto interés, capacidad de sorpresa y un sentido del espectáculo y el entretenimiento encomiables.

viernes, 24 de mayo de 2024

ALTERNATIVAS SINFÓNICAS DE JUVENTUDES MUSICALES

Concierto extraordinario de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla en colaboración con Juventudes Musicales de Sevilla y la Asociación de Fagotistas y Oboístas de España. Alejandro Gómez, violonchelo; Ana Gavilán Quero, oboe; Álvaro Toscano, guitarra; Daniel Fernández Caravaca, dirección. Programa: Concierto para oboe en Do mayor K314, de Mozart; Concierto de Aranjuez, de Rodrigo; Concierto para violonchelo nº 2 en Re mayor Op. 101, de Haydn; Idilio de Sigfrido, de Wagner. Teatro de la Maestranza, jueves 23 de mayo de 2024


Cuatro fueron las jóvenes promesas o ya no tanto que participaron en el concierto que cada año desde hace pocos celebra la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla en colaboración con Juventudes Musicales, una fiesta a la que este año se unió la Asociación de Fagotistas y Oboístas de España. Antes de llegar aquí cada uno y una ha experimentado ya un largo bagaje, pese a su juventud, que le ha llevado a frecuentar orquestas dentro y fuera de nuestro país, añadiendo retos y triunfos a su todavía poco abultado currículo. Y los cuatro llegan premiados, una por AFOES y los otros tres por Juventudes Musicales de España. Hasta treinta y cinco maestros y maestras de nuestra orquesta arroparon a los solistas en tan ilusionante experiencia, con todo el cariño y la sensibilidad que la empresa merecía.

Córdoba fue la mayor representada en este evento especial, con tres de los cuatro intérpretes nacidos allí. Ana Gavilán demostró ser una oboísta de gran categoría, afrontando el Concierto para oboe de Mozart (más conocido en su versión para flauta número 2, del que toma su número de catálogo) con una gracia y una soltura excepcionales. Se deslizó por toda la obra con un control absoluto de la respiración, sin fisuras ni pausas que malograran un extraordinario legato, y siendo capaz de exhibir todos los resortes de una página que combina virtuosismo, con agilidades extremas, y un elegante y sólido hilo melódico que dominó a la perfección. Su interpretación fue fluida y jovial en los movimientos extremos, llena de ternura en el adagio central. Lástima que un error de cálculo del público impidiera que tocase una propina, que a buen seguro tendría preparada y hubiera puesto un broche de oro a su actuación.


También Álvaro Toscano evidenció sensibilidad y elegancia en sus formas al atacar el Concierto de Rodrigo. Vivaz y animado en el allegro inicial, aportando elocuentes filigranas ligeramente aflamencadas y demostrando aptitudes para el color y el virtuosismo. Muy rítmico también en el allegro final, con recargados arpegios sin sobrepasar las buenas formas y esa elegancia apuntada. Sus cadencias fueron claras y meditadas, mientras exhibió ternura y compasión en el célebre adagio, potenciado por la siempre maravillosa aportación de Sarah Bishop al corno inglés. Toscano ya sabía lo que era tocar en el Maestranza, aunque fuera en la Sala Manuel García de la mano también de Juventudes Musicales. Como propina, embelesó con un Ojos verdes en clave serenata.

Un violonchelista muy expresivo y una batuta disciplinada

Sacar provecho de una página tan extremadamente difícil como el Concierto nº 2 para violonchelo de Haydn no está al alcance de cualquiera. El joven madrileño Alejandro Gómez, que ya colaboró con la ROSS hace un par de años en su ciclo de cámara, no ofreció quizás una interpretación impecable a nivel técnico, pero su pose y su entusiasmo se dejó entrever en todo momento, aflorando una expresividad contagiosa y una enorme capacidad para transmitir y captar nuestra atención. La cantidad de inflexiones, giros, dobles cuerdas y complicadas texturas que evidencia una página tan aparentemente grácil y distendida, hace muy difícil mantener una línea de canto homogénea, pero la convicción y el sentido musical de su intérprete lograron una exhibición altamente satisfactoria de la pieza, magníficamente arropada por la batuta de Daniel Fernández Caravaca. Gómez resultó tan fluido en los movimientos extremos como bucólico, sensual y un punto elegíaco en el central. Bach protagonizó una depurada propina, ¿qué sería de los violonchelistas sin él?


El encargado de arropar con atención al detalle y respeto a los solistas fue el también cordobés Daniel Fernández Caravaca, que demostró buen tino con el clasicismo, una capacidad extraordinaria para el diálogo y un trabajo muy reflexivo y arquitectónicamente depurado con el Idilio de Sigfrido, que en sus manos y las de la treintena de músicos convocados resultó una pura delicia, controlando cada matiz y plano sonoro y modulando la tensión de forma muy acertada. Sólo en el Concierto de Aranjuez percibimos algún desgaste que le llevó a realizar una lectura mecánica, quizás algo desmotivada y un poco desaborida de tan célebre obra.

Fotos: Marina Casanova
Artículo publicado en El Correo de Andalucía

jueves, 23 de mayo de 2024

LO QUE SUCEDE DESPUÉS Corazones bloqueados

Título original: What Happens Later
USA 2023 105 min.
Dirección
Meg Ryan Guion Steven Dietz, Kirk Lynn y Meg Ryan, según la obra del primero Fotografía Bartosz Nalazek Música David Boman Intérpretes Meg Ryan, David Duchovny y la voz de Hal Liggett Estreno en Estados Unidos 3 noviembre 2023; en España 17 mayo 2024


Reina de la comedia romántica en la década de los noventa del siglo pasado, aunque no se prodigó mucho durante el nuevo, no ha sido hasta que su debut en la dirección en 2015 que había sufrido un parón artístico tan continuado, que ahora interrumpe con su segundo largometraje como directora. Meg Ryan vuelve a confiar el material dramático a un soporte previo, que en el caso de Ithaca fue la novela del ganador del Pulitzer en 1943 William Saroyan, y ahora es una obra teatral contemporánea cuyo autor, Steven Dietz, colabora también en el guion. Y desde luego no puede disimular, ni lo pretende, su origen, manteniendo a sus dos únicos protagonistas encerrados en un aeropuerto (en realidad el Northwest Arkansas) durante una noche de nevada espesa que obliga a cancelar o demorar sus vuelos. Todo eso sirve para que la pareja, rota veinticinco años atrás, se reencuentre y analice los habituales estigmas que según la sociedad moderna atormentan a quienes hemos sobrepasado la cincuentena, y que no responden sino al ombliguismo imperante de quienes nos creemos protagonistas del universo.

No se trata sin embargo de una película desdeñable, pero tampoco memorable. Tiene mérito convertir en únicos protagonistas a dos personas rodeadas gran parte del metraje de una considerable cantidad de extras que no interactúan en ningún momento con ellos. Lo tiene también confiar en el realismo mágico y cierta tendencia hacia lo onírico para que sea la megafonía la única interlocutora ajena a la pareja, que a veces incluso dialoga con ella y él, y a la que pone voz el músico Eddie Vedder, aunque usando el seudónimo Hal Liggett, sospechosamente asociado a 2001, por la computadora y por el autor de Atmósferas, aunque no podríamos explicar el porqué de esta supuesta asociación. Y tiene mérito también dar al conjunto un aire de ensoñación y rareza al que contribuye sobremanera la etérea música del desconocido David Boman.

Ryan y el agente Mulder, David Duchovny están bien en sus cometidos, no caen en la sobreactuación ni en el ridículo, y desprenden cierta química en una cinta que ni destila comedia ni es especialmente romántica, sino más bien una sesión de psicoanálisis en la que surgen cuestiones como las frustraciones de la vida, las oportunidades perdidas, la relación con los hijos e hijas y la aceptación de ese deterioro vital que no nos permitirá ya dar marcha atrás ni volver a sentirnos como antes. Tiene mérito tratándose sólo de una segunda película, aunque no llegue a ser suficientemente interesante ni convincente, tratar todos estos temas y hacerlo de forma original, apartándose del estilo que le hizo famosa y por el que sigue pareciéndonos tan simpática.

miércoles, 22 de mayo de 2024

LOS BUENOS PROFESORES Poco o nada

Título original: Un métier sérieux
Francia 2023 101 min.
Guion y dirección
Thomas Lilti Fotografía Antoine Heberle Intérpretes Vincent Lacoste, François Cluzet, Adèle Exarchopoulos, Louise Bourgoin, William Lebghill, Lucie Zhang, Bouli Lanners, Léo Chalié, Théo Navarro-Mussy, Mustapha Abourachid, Hubert Myon, Bilel Souidi Estreno en Francia 13 septiembre 2023; en España 17 mayo 2024


No es casualidad que el personaje que sirve de eje a la nueva cinta de Thomas Lilti sea un ex estudiante de medicina metido a sustituto de ciencias en un centro de enseñanza. El director en sus tres primeras películas, Hipócrates, Un doctor en la campiña y Mentes brillantes, siempre tuvo a un profesional del rango como protagonista. Ahora, como en su prometedor debut, se trata de un híbrido entre comedia y drama coral, con el profesorado de un instituto público haciendo piña en lo que parece ser una apología de la profesión, cargada de presión y estrés sin la atención de la administración que merece
Surgen en este entramado los clichés habituales, incluidos romances forzados y una serie de problemas personales que no difieren de los de cualquier otro tipo de profesional, especialmente en relación a los hijos e hijas. Algo así como que ni pueden controlar a un alumnado cada vez más hostil y desmotivado, ni a su propia estirpe.

El tratamiento dramático es el esperable, a fuerza de montaje rápido y un toque casi documentalista, con una sucesión imparable de episodios inconexos y dramáticamente inservibles, que incluyen hasta una práctica surfera del colectivo, fiestas domésticas y almuerzos siempre dominados por un carácter festivo que llega a resultar cansino. Los problemas de cada uno y una en particular no encuentran desarrollo ni revisten suficiente interés, de forma que asistimos desilusionados a un insufrible ejercicio de camaradería en el que apenas luce algún atisbo de brillantez, quizás el incidente que sufre el personaje interpretado por el actor fetiche del director, Vincent Lacoste, con uno de sus alumnos y las consecuencias que acarrea.

El reparto se implica, y seguramente su director crea que está recreando una realidad sin juzgarla ni aportar soluciones, dejando que seamos los y las espectadoras quienes analicemos la situación, pero con la debilidad de los argumentos que utiliza, apenas consigue su objetivo. Mientras tanto un inevitable listado de canciones se encarga de hacer el visionado algo más llevadero. Hay buenas intenciones, algo de diversidad y contenido enciclopédico, pero el resultado sabe a poco, o nada.

martes, 21 de mayo de 2024

AMIGOS IMAGINARIOS Más colonización cultural

Título original: IF
USA 2024 104 min.
Guion y dirección
John Krasinski Fotografía Janusz Kaminski Música Michael Giacchino Intérpretes Cailey Fleming, Ryan Reynolds, John Krasinski, Fiona Shaw, Alan Kim, Liza Colón –Zayas, Bobby Moynihan y las voces de Steve Carell, Phoebe Waller-Bridge, Louis Gosset jr., Awkwafina, Emily Blunt, George Clooney, Bradley Cooper, Matt Damon, Bill Hader, Richard Jenkins, Blake Lively, Sam Rockwell, Maya Rudolph, Amy Schumer, Jon Stewart y Brad Pitt Estreno en España y Estados Unidos 17 mayo 2024

Con esta nueva incursión del actor John Krasinski en la dirección, después de las dos entregas que hizo de la sobrevalorada Un lugar tranquilo, partimos de la base en nuestro país de la escasa o nula entidad que tiene eso de los amigos invisibles, aunque vista la habilidad del país norteamericano para vendernos todo lo que les apetece, nuestros niños y niñas acabarán también teniéndolos, con todo lo que de neurótico significa. A partir de aquí el director, guionista y protagonista parece querer invitarnos sin demasiado éxito a revivir nuestra infancia y recuperar la inocencia perdida, si bien los pocos niños que aparecen, la joven protagonista de doce años y un niño asiático de algo menos, parecen como suele ser habitual viejos recortados.

Hay en el conjunto cierta tendencia a equipararlo con el mundo de Pixar sin demasiado éxito, a pesar del generoso abanico de personajes inventados a los que ponen voz lo más granado del Hollywood actual, incluido un Brad Pitt cuyo personaje ni se ve ni se oye, toda una broma con la que cabe preguntarse cuál habrá sido la aportación del carismático actor. Y hay también alguna pretensión de convertir este producto en algo similar a lo que debieron significar en su momento películas como Mary Poppins, cuya desafortunada secuela protagonizó precisamente la esposa de Krasinski, Emily Blunt.

Pero lo cierto es que falta auténtica magia para que esta aventura digitalizada, edulcorada y algo cursi remonte el vuelo. Entre lo mejor de la función destaca el prólogo en el que dos divertidos progenitores juegan sin parar con su pequeña hija, haciendo de su infancia ese lugar mágico que sin duda tanto nos marca y define. También destacan las secuencias estrictamente musicales, como el concierto de Tina Turner, el del parque de atracciones al son de Nat King Cole y la añoranza dancística de Fiona Shaw al ritmo del Espartaco de Khachaturian, capaz de emocionarnos por encima del todo el resto de su calculada parafernalia.

CAÍDA LIBRE Esperpento freudiano

España 2024 90 min.
Dirección
Laura Jou Guion Bernat Vilaplana Fotografía Marc Gómez del Moral Música Clara Peya Intérpretes Belén Rueda, Irene Escolar, Maria Netavrovana, Ilay Kurelovic, Manuela Vellés, Brays Efe Estreno 17 mayo 2024

Al margen de su debut en el largometraje, La vida sin Sara Amat, la directora catalana Laura Jou se ha curtido fundamentalmente en la televisión. Ahora, de la mano de J.A. Bayona, presenta su segundo y más ambicioso largometraje, otro retrato psicológico de mujer trastornada que tan poca falta hace, en la línea de aquella impresentable Tar que tanto dio que hablar el año pasado con Cate Blanchett como protagonista. Es verdad que de profesores exigentes y neuróticos el cine está lleno, por lo que el hecho de que esta vez sea mujer tampoco reviste especial inconveniente. Se trata de una entrenadora de gimnasia rítmica, una hiper maquillada Belén Rueda ya desde la secuencia inicial que parece mirar a la Glenn Close de Las amistades peligrosas, que vierte sus neuras y frustraciones de carácter fundamentalmente sentimental en una joven ucraniana refugiada de la guerra a la que da vida de forma casi autobiográfica Maria Netavrovana.

Lástima que a partir de aquí todo sea una sucesión de despropósitos en los que apenas se transmite la verdadera lucha de una y otra por lograr sus objetivos, con coreografías planas y resultados artísticos poco estimulantes. Por otro lado, todo lo que la protagonista desprende de dureza y exigencia, parece obviarlo en su relación de pareja, donde se muestra sumisa y entregada, potenciando el cliché rancio y anticuado de mujer enamorada incapaz de prescindir del recuerdo y la felicidad antaño vivida. Del guion se encarga el montador habitual de Bayona, Bernat Vilaplana, que ya colaboró en el de La sociedad de la nieve, revelándose incapaz de insuflar de verosimilitud y alguna dosis de fascinación una historia que progresa a fuerza de casualidades y golpes de guion, abundando la incoherencia y la ridiculez.

Una lástima porque cuenta con un buen presupuesto capaz de dar al conjunto la solidez artística que demanda, así como unas entregadas Belén Rueda e Irene Escolar, que protagonizan la única secuencia memorable de la película, y la mejor escrita, en el comedor del Centro de Alto Rendimiento donde ambas trabajan. El punto culminante de este esperpento con ínfulas freudianas se encuentra en una parte final ambientada en un hospital donde los disparates se suceden, la resolución llega de un plumazo poco convincente y una peluca fija se convierte en auténtico hazmerreir.

DISCO IBIZA LOCOMÍA Empieza la fiesta

España-México 2024 104 min.
Dirección
Kike Maíllo Guion Marta Libertad y Kike Maíllo Fotografía Marc Miró Música Camilla Uboldi Intérpretes Jaime Lorente, Alberto Ammann, Blanca Suárez, Alejandro Speitzer, Iván Pellicer, Albert Baró, Pol Granch, Javier Morgade, Gonzalo Ramírez, Eva Llorach, Llum Barrera Estreno en el Festival de Málaga 8 marzo 2024; en salas 17 mayo 2024

Planteada desde el acto de conciliación entre Xavi Font, creador del grupo Locomía, y el productor José Luis Gil, por hacerse con el control artístico del conjunto, todo en esta festiva película del director Kike Maíllo, curtido en géneros tan dispares como la ciencia ficción contemplativa (Eva) y el cine de acción puro y duro (Toro), sirve de pretexto para poner en pie un espectáculo alegre y desenfadado sin mayores complicaciones. 
De esta forma, quedarán decepcionados quienes busquen morbo o excesos en la historia de Locomía, el grupo de los grandes abanicos y mayores hombreras que revolucionó especialmente la escena latinoamericana, mientras ayudó a visibilizar el universo queer que tanto daño sufría desde mediados de los noventa a causa del sida.

No se trata por lo tanto de subrayar conductas aceleradas e insalubres ni choques morales y culturales con la sociedad del momento, sino de erigir una gran fiesta de color, música y coreografías en la que cabe percibir cierta influencia del Bohemian Rhapsody sobre Queen, no sólo porque Freddy Mercury tenga una aparición estelar en las fiestas ibicencas recreadas en la película, sino por el hilo narrativo de la película y la recreación de grandes y multitudinarios conciertos en estadios de México y Argentina.

Maíllo utiliza para ello un estilo muy ochentero, valíendose incluso de divertidas y muy dinámicas animaciones, todo al servicio de un espectáculo vitalista carente de prejuicios y orientado a la mera diversión. Cuenta además con las estimables interpretaciones de su trío protagonista, un comedido Lorente como Font, un irreconocible Ammann como Gil y una entregadísma Blanca Suárez, de quienes se denota una notable implicación en el proyecto. Cuenta tamboién con una suntuosa y ágil puesta en escena que da al conjunto un aire fresco y divertido.

viernes, 17 de mayo de 2024

UNA QUINTA DE PROKÓFIEV MARCADA POR EL DRAMA

10º Concierto de abono Ciclo Gran Sinfónico de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. José Luis Fernández Sánchez, clarinete. Marc Soustrot, dirección. Programa: Primavera, de Inmaculada Almendral; Concierto para clarinete en La mayor K. 622, de Mozart; Sinfonía nº 5 en Si bemol mayor Op. 100, de Prokófiev. Teatro de la Maestranza, jueves 16 de mayo de 2024

Foto: Marina Casanova

Se ha dicho muchas veces que el número cinco debe tener cierta magia en el universo sinfónico, y ahí están para corroborarlo sinfonías como la de Beethoven, la de Mahler o ésta frente a la que Soustrot decidió extraer toda su expresividad agónica y devastadora sin plegarse a sus aristadas líneas y demostrando entenderla mejor de lo que muchos todavía lo hacen apoyándose en esa falsa pista que dio el propio autor cuando aseguró que la suya representaba la grandeza del espíritu humano. Afortunadamente el maestro francés estuvo a la altura, y aunque no traicionó su habitual estilo basado en la elegancia y el sonido considerablemente sedoso, con la complicidad de una orquesta que sigue demostrando estar en magnífica condición, optó por una lectura terriblemente pesimista, muy en consonancia con estos siniestros y amenazadores tiempos que vivimos.

Donde tantos siguen leyendo en clave heroica, otros aciertan apostando por el desasosiego y la angustia. Es un alivio que Soustrot se encuentre entre los segundos. La suya fue una lectura con mucho peso y mucha vida sin perder cierto aliento épico, pero marcando más su espíritu dramático. Hubo solemnidad en el andante inicial, con aportaciones vigorosas de los metales y una atmósfera inquietante en maderas y cuerda grave. Con una claridad impoluta desembocó en toda una devastadora batalla sinfónica convenientemente reforzada por la percusión y los trémolos del piano.

La batuta se decantó en el scherzo más por sus inflexiones sardónicas y su carácter agitado que por insuflarle ese toque chispeante que otros no dudan en adjudicarle, ofreciendo un conjunto marcado por la agresividad. En el adagio, director y orquesta acertaron en teñir de una atmósfera desgarradora el lirismo que le caracteriza, mientras que en contra de lo que esperábamos, tampoco asomó atisbo de optimismo en el allegro final, donde ni percibimos carácter festivo ni alivio alguno por mucho que se suavizaran las formas. Más bien se aprovechó para machacar toda posibilidad de esperanza, sin abandonar en ningún momento la enorme solemnidad que sobrevoló toda la pieza.

Una suite primaveral y un merecido homenaje

El efecto primaveral que se perseguía con este décimo programa de la Sinfónica, estuvo presente sólo en la primera parte del concierto, especialmente en la obra de Inmaculada Almendral que disfrutó de su estreno absoluto. Se trata de una ecléctica y bastante híbrida sucesión de géneros e impresiones con la que su autora parece estar reivindicando la música aplicada que tan bien conoce. De hecho, Primavera parece una suite cinematográfica en la que se distinguen los principales temas de una supuesta película, que arranca sigilosa, casi en penumbra, con la cuerda susurrada y puntuales ráfagas de viento en las maderas, para derivar en un golpe de efecto en la percusión que más tarde tiene réplica étnica. Dejando atrás esos primeros acordes casi experimentales, va adentrándose en el sinfonismo romántico hasta eclosionar en un inesperado vals coronado con la brisa que anuncia el verano y el estallido definitivo de nuestro espíritu.

El homenajeado y su discípulo

El añorado clarinetista Piotr Szymyslik debía haber interpretado junto a su aventajado alumno, José Luis Fernández Sánchez, el Concierto para dos clarinetes de Krommer. Su inesperada desaparición el último día del pasado año, provocó que la pieza se cambiara por el popular Concierto para clarinete de Mozart. El onubense ofreció una lectura impecable, pulida y matizada de la pieza, que Soustrot y la Sinfónica arroparon con idéntico espíritu amable y evocador. El allegro resultó radiante y el adagio estuvo impregnado de ternura, pureza y serenidad. Sólo aquí atisbamos un evidente toque de personalidad, apianando hasta lo indecible en la repetición de ese motivo principal que todos y todas somos capaces de tararear.

Hubo alegría y desenfado en el rondó final, siempre con el solista dominando a la perfección todos los resortes del instrumento y exhibiendo un control de la respiración envidiable, así como un excelente buen gusto para la ornamentación. Como propina, se le unieron sus compañeros de orquesta, los clarinetistas Miguel Domínguez Infante y Félix Romero Ríos, para rendir sentido homenaje al compañero desaparecido, alternándose en los roles del galopante tercer movimiento de ese concierto de Franz Krommer apeado del programa.

Artículo publicado en El Correo de Andalucía

miércoles, 15 de mayo de 2024

LA PARTICULAR TERCERA VÍA DE BRAZO Y FERNÁNDEZ

Alternativas de cámara, en colaboración con Juventudes Musicales de Sevilla. Dúo Brazo y Fernández (Manu Brazo, saxofón; Pepe Fernández, piano). Programa: De inspiración barroca (Fanfarria barroca; Prelude et Allegro al estilo de Pugnani, de Kresiler; Lamento de Dido, de Purcell; Chaconne, de Vitali; Tambourin y Les Sauvages, de Rameau; Sarabanda de la Suite Inglesa nº 2, de Bach; El invierno, de Vivaldi). Sala Manuel García del Teatro de la Maestranza, martes 14 de mayo de 2024


En música barroca, se denomina tercera vía a la práctica de tocar con instrumentos modernos que no son de su época, pero procurando mantener su estilo. La que podríamos considerar tercera vía del dúo de los utreranos Manu Brazo y Pepe Fernández va más allá, y lo han puesto en práctica muchas veces. Por eso cuando nos convocan, de nuevo de manos de Juventudes Musicales, sabiendo que van a tocar un determinado repertorio sometiéndolo a variaciones y arreglos de diversa índole, no nos sorprende lo que encontramos, en este caso una especie de música ligera, amable y distendida no exenta de virtuosismo pero sin la complejidad expresiva ni el exacto deleite emocional que se espera de las páginas programadas. 
Brazo y Fernández intentaron con sus convencionales arreglos resultar lo más respetuosos posible con las partituras interpretadas, sus tiempos, sus modos y ritmos. Pero en el experimento todo acabó resultando bastante melifluo y poco trascendental. También es verdad que no se pretendía otra cosa más que entretener atreviéndose a jugar con un repertorio al que el instrumento de Manu Brazo no está invitado, extendiendo así su campo de actividad. Ellos ponen además su simpatía y atractivo, por lo que el resultado acaba siendo un breve híbrido ilustrado con unas didácticas explicaciones con las que a veces los atribulados intérpretes se acaban liando un poco.

El recorrido comenzó, sólo tres días después de la nefasta celebración del Festival de Eurovisión, con Charpentier, seguido de inmediato con un popurrí de fanfarrias barrocas en las que no faltaron Haendel ni Vivaldi. El Preludio y Allegro que Fritz Kresiler compuso para violín y piano en 1905 atribuyéndolo falsamente a un tal Pugnani del siglo XVIII, no reviste especial interés, pero en manos de los dos músicos sonó al menos agradable, sometiéndose a sus continuas inflexiones y cambios de registro con comodidad y suma elasticidad. Luego se pusieron muy serios para abordar el bloque central, con un Lamento de Dido previamente recitado, que Fernández mantuvo con ritmo pausado y apesadumbrado mientras Brazo cantaba con perfecto sentido del legato y la respiración su melancólica línea melódica. También la Chacona de Tomaso Antonio Vivaldi está concebida para violín y teclado, y aunque su autor es también muy dudoso ofrece grandes oportunidades para el virtuosismo así como una progresión armónica y dinámica tan difícil de mantener tanto si se interpreta con sus instrumentos originales como si se hace de forma menos ortodoxa con el saxo. Después Fernández desgranó la Sarabanda de la Suite Inglesa nº 2 de Bach con suma atención a cada detalle y matiz, recordándonos por qué la música del compositor alemán luce tanto también al piano, y cómo éste le proporciona una plasticidad diferente y muy atractiva.


El regreso a la fiesta y la jovialidad vino representado con Rameau, de quien se interpretó un Tambourin de sus piezas para clave con efecto añadido, justamente una pandereta introducida en la caja del piano que sonaba así percutida. Con Les sauvages de Las indias galantes, también de Rameau, los intérpretes extendieron el sabor a fiesta y jolgorio, siempre manteniendo el respeto por las líneas básicas de la pieza, hasta terminar con una igualmente amable versión de El invierno de Vivaldi, más reconocible en sus líneas melódicas y efectos instrumentales, como ese pizzicato del largo que Fernández resolvió con eficacia, que en la eclosión de emociones que la pieza provoca. Un arreglo de última hora de una de las sonatas para clave de Scarlatti sirvió para poner punto y final en idéntico estilo y forma, mientras un considerable número de móviles se encargó de empañar parte de tan distendida y desprejuiciada velada.

Fotos: Guillermo Mendo

martes, 14 de mayo de 2024

HASTA EL FIN DEL MUNDO Amor en el valle de los muertos

Título original: The Dead Don’t Hurt
USA-México-Canadá-Dinamarca 2023 129 min.
Guion, música y dirección
Viggo Mortensen Fotografía Marcel Zyskind Intérpretes Vicky Krieps, Viggo Mortensen, Solly McLeod, Atlas Green, Danny Huston, Garret Dillahunt, W. Earl Brown, Lance Henriksen, Shane Graham, Rafel Plana, Michael Weaver, Nadia Litz, Alex Breaux, Ray McKinnon Estreno en el Festival de Toronto 8 septiembre 2023; en España 10 mayo 2024; en Estados Unidos 31 mayo 2024


Tras el discutible interés de su ópera prima como director, Falling, Viggo Mortensen ha mejorado considerablemente su estilo estético y dramático en esta nueva obra en la que domina gran parte de sus resortes artísticos, desde la interpretación a la música, pasando por el guion y por supuesto la dirección. Los muertos no sufren, que sería la traducción literal de su título original, cuenta una historia muy habitual del western, y a la vez llena de significado para los nuevos tiempos que corren. Una historia en principio romántica en la que la villanía, la ambición y la corrupción hacen presencia para destrozar todo lo que hay de hermoso en la tierra y sus moradores más responsables, conscientes y decentes, los que saben que todo esto es efímero y que no merece tanto dolor y daño.

En este contexto, Mortensen echa mano de un estilo muy similar al empleado por Clint Eastwood en sus películas del género, deudor del clásico en sus modos pausados y relajados, tan difíciles para sintonizar con ese público joven acostumbrado al ritmo frenético y caduco que impera en las redes sociales. Un estilo que sin embargo agradecemos quienes somos partidarios de degustar una obra de forma equilibrada y a su debido ritmo. Hay sin embargo en el guion algunas incoherencias capaces de lastrar el nivel de convicción de una historia en la que una mujer absolutamente independiente, a quien da vida la actriz de moda en círculos cinéfilos, Vicky Krieps, se deja seducir hasta el punto de dejarse arrastrar a un abismo insondable, responsabilidad de quien no supo calibrar las dificultades de abandonarla en tan hostil ambiente. Tampoco convencen las explicaciones científicas de una enfermedad muy concreta y significativa.

Sirve sin embargo la operación para mostrar la importancia de la educación en cualquier ámbito, de la protección de los más inocentes y del combate de la injusticia. Todo ello sin abusar de la violencia más que en su justa medida, algo tan consustancial al cine contemporáneo. La preciosista fotografía, los hermosos paisajes y un uso de la narrativa a tres tiempos tan estudiado y logrado que conviven los vivos y los muertos con cierto aire melancólico, permiten saludar este western crepuscular con alivio y esperanza, en el que además su director muestra su compromiso con Latinoamérica, rodando con un equipo mayoritariamente hispano en zonas de Estados Unidos y Canadá.

lunes, 13 de mayo de 2024

NINA Discurso feminista en un envoltorio de intriga

España 2024 105 min.
Guion y dirección
Andrea Jaurrieta Fotografía Juli Carné Moartorell Música Zeltia Montes Intérpretes Patricia López Arnaiz, Darío Grandinetti, Aina Picarolo, Íñigo Aramburu, Mar Sodupe, Ramón Agirre Estreno en el Festival de Málaga 4 marzo 2024; en salas 10 mayo 2024

La directora navarra Andrea Jaurrieta sorprendió en el Festival de Málaga hace unos años cuando presentó su inclasificable y a la vez irregular ópera prima Ana de día. Con una arquitectura más férrea y una gramática más convencional, regresó a este mismo festival en su última edición, alzándose con el Premio de la Crítica. Se trata de un thriller feminista que trata un tema de candente actualidad con una literatura eminentemente intrigante que sin embargo malogra gran parte de sus posibilidades por culpa de un guion forzado y una serie de situaciones y personajes mayoritariamente impostadas.

El principal problema radica en el escaso relieve de sus protagonistas, de quienes apenas logramos saber mucho y cuyas motivaciones no quedan suficientemente aclaradas. Jaurrieta consigue sin embargo convencer en su discurso feminista, tocando con destreza y sensibilidad, sin estridencias, aspectos muy controvertidos del deseo femenino, su sexualidad y la tradición dominante del hombre en las relaciones sentimentales. Juega para ello en un doble plano temporal, brillando la naturalidad y la frescura de Aina Picarolo en su papel de la protagonista en edad adolescente, mientras Patricia López Arnaiz sigue demostrando por qué poco a poco se ha ido convirtiendo en una de las presencias más atractivas e interesantes del panorama actual español.

Muchos han querido ver en esta película un toque almodovoriano que nosotros sólo justificamos por el predominio del color rojo en su puesta en escena y la seductora música de Zeltia Montes en modo Alberto Iglesias. Hay también quien ha querido ver en esta meticulosa película alguna que otra influencia hitchcockiana, que nosotros sólo identificamos con Marnie, evidente en el clásico diseño sus títulos de crédito y en el perfil atormentado de la protagonista, que le lleva a adoptar una actitud criminal muy notoria.