Guion y dirección Rodrigo Moreno Fotografía Inés Duacastella y Alejo Maglio Intérpretes Esteban Bigliardi, Daniel Elías, Margarita Molfino, Germán De Silva, Mariana Chaud, Gabriela Saidon, Cecilia Rainero, Javier Zoro, Laura Paredes, Adriana Aizemberg Estreno en el Festival de Cannes 18 mayo 2023; en Argentina 26 octubre 2023; en España 1 diciembre 2023; en Filmin 26 enero 2024
Activo desde principios de este siglo, el director argentino Rodrigo Moreno parte de una película de Hugo Fregonese de 1949 titulada Apenas un delincuente, para transformar la idea original hasta duplicar la duración del original y ofrecer un relato que no se atiene a una trama única ni mucho menos a un género específico. Aunque dividida en dos partes, nos encontramos en realidad ante una cinta dividida en un prólogo, tres partes y un epílogo, en la que se suceden géneros diversos que van del drama criminal con considerables dosis de intriga, al drama romántico salpicado de pequeñas concesiones al humor, e incluso el western en parajes incomparables de la Argentina rural. Estas cinco partes reconocibles fuerzan un diálogo a dos voces, apuntado en el intrigante prólogo en el que dos firmas auténticas complican la retirada de fondos de una anciana en el banco donde trabajan sus dos protagonistas.
Cómplices en una intriga criminal, se verán envueltos a su vez en otra de corte romántico, y así se van duplicando las historias y sus posibilidades, hasta llegar al verdadero objeto de tesis del director y guionista, que no es sino alcanzar la libertad utópica que sólo la liberación de ataduras sociales puede conseguir, a lo que se entregan cinco personajes cuyos nombres son el mismo pero con las letras cambiadas (Román, Ramón, Norma, Morna, Román), y a quienes acompaña en sus misteriosas y casi sonámbulas incidencias la música cuidadosamente seleccionada entre Piazzolla, Poulenc o Saint-Saëns, dando el conjunto cierto aire idílico no exento de reconocible onirismo.
Todo esto sería apasionante si no fuera por lo mucho que se resiente del conjunto su extremado largo metraje, habiendo pasado su director de la hora y media escueta del documental Una ciudad de provincias y la aún más recortada hora y cuarto de Reimón, a las más de tres horas de ésta, merendándose sólo los créditos finales nada más y nada menos que quince minutos. Este desmesurado metraje hace que su tercera parte acabe resultando tediosa y que nuestro interés decaiga considerablemente, a pesar de lo cual mereció cuatro nominaciones a los recientes premios Platino, a mejor película, guion, montaje y fotografía. Mención aparte merece el trabajo incisivo y delicado de Esteban Bigliardi, uno de sus protagonistas y actor fetiche en la filmografía de Moreno.
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