sábado, 25 de mayo de 2024

HENKO. LA FUERZA DE ATRACCIÓN QUE ACOMPAÑA A LA FSO

Henko, La gira de la Film Symphony Orchestra. Anaís Sancruz, voz. Constantino Martínez-Orts, dirección. Programa: Temas y suites de Skyfall (Adkins & Epworth), Capitán Blood (Korngold), Espartaco (North), Apolo 13 (Horner), El padrino II (Rota), La roca (Zimmer, Gregson-Williams & Glennie-Smith), Mulan (Goldsmith), Ice Age 2: El deshielo (Powell), Harry Potter y el cáliz de fuego (Doyle), Desayuno con diamantes (Mancini), Las normas de la casa de la sidra (Portman), Siete años en el Tíbet, Obi-Wan Kenobi e Indiana Jones y el templo maldito (Williams), Star Trek (Courage, Goldsmith, Rosenman, Eidelman & Giacchino), Pocahontas (Menken). Auditorio FIBES, viernes 24 de mayo de 2024


Asistimos a la segunda y última sesión de la gira de la Film Symphony Orchestra de esta temporada en Sevilla, ante la imposibilidad de haberlo hecho el pasado diciembre, y lo primero que nos sorprende es que después de más de sesenta conciertos celebrados por toda España desde el pasado otoño, su director y la plantilla en su totalidad todavía tengan fuerzas y frescura para dar la impresión de la novedad de un primer concierto. Esto ya de por sí da la talla de profesionalidad, compromiso y disciplina que tan jóvenes intérpretes han asumido frente a un público fiel y enfervorizado que sabe que nunca saldrá defraudado de las sucesivas propuestas de tan magnífica empresa.
Buscamos sin embargo la razón que dé sentido al título elegido por Martínez-Orts para esta nueva aventura, Henko, una palabra proveniente del japonés que significa algo así como renovación y progreso continuo que impide dar marcha atrás. La propuesta esta vez se parece tanto a las anteriores, repite de tal manera el mismo esquema, que nos resulta complicado encontrar aquí esa razón de ser. El maestro lo justifica en los títulos elegidos, todos relativos a personajes que experimentan un proceso de modificación o renovación en sus vidas, pero en realidad pocos son los personajes cinematográficos que no lo hacen. Finalmente creemos encontrar un elemento que diferencia este programa de los once anteriores que la orquesta ha llevado de gira. Se trata del trabajo como arreglista de su director, más presente en esta gira que en otras anteriores. Quizás ahí resida el principal atisbo de renovación.

Martínez-Orts ha convertido en suntuosas suites, la mayoría con criterio muy acertado, la música compuesta por John Powell para Ice Age 2, la de Patrick Doyle para Harry Potter y el cáliz de fuego, y la de Rachel Portman para Las normas de la casa de la sidra. Las tres disfrutan en esta gira de unas muy depuradas y significativas suites en las que el director ha incluido los temas principales perfectamente ensamblados, dando una sensación de unidad realmente estimable, y logrando así una muestra perfecta del excelente trabajo de cada uno y una de los compositores convocados. En la otra cara, su trabajo para Apolo 13 de James Horner se nos antoja algo flojo y deslavazado, a pesar del magnífico trabajo de Carlos Conejero a la trompeta. Tampoco acaba de convencernos la suite de El padrino II del imprescindible Nino Rota, elaborada a partir de sus títulos de crédito finales pero insertando entre otros el tema de amor de la primera entrega, que fue precisamente el que impidió su nominación al Oscar, debido a que había sido compuesto para la película Fortunella dos décadas antes.

Los Oscar por cierto siguen siendo tema recurrente en sus vertiginosas y elocuentes ilustraciones, aunque por el camino se le escapara algún desliz, como que Jerry Goldsmith no fuera nominado al premio por Mulan, cosa que sí ocurrió, de hecho fue su última nominación. En la obertura de la película suenan temas de Goldsmith pero también de los autores de las canciones, Matthew Wilder y David Zippel, convenientemente arreglados por el muy querido compositor estadounidense. Y de los Oscars destacó también las quince veces que el gran Alex North fue nominado sin ganarlo ninguna en competición, aunque sí uno especial al conjunto de su carrera. Fue a propósito del tema de amor de Espartaco, del que Martínez-Orts eligió el arreglo de estudio incluido en la banda sonora pero que no suena como tal en la película, ofreciéndolo como cuota de ese Hollywood clásico al que también se adhirieron la famosa obertura de El capitán Blood, primera banda sonora íntegra de las dieciséis que compuso un refugiado Erich Wolfgang Korngold, y de la que FSO ofreció una versión épica y técnicamente impecable en su difícil integración de metales y cuerdas, a pesar del sonido enlatado que provoca la habitual amplificación de estos conciertos.


De Desayuno con diamantes se interpretó un arreglo de arranque épico y desarrollo edulcorado que se adjudica al propio Mancini pero que creemos él nunca llegó a grabar. De hecho fue Luis Cobos en el doble álbum que publicó sobre los Oscar en la última década del siglo XX, quien rescató esta versión. Rocío Fuentes recreó a la perfección el sonido del violonchelo en la partitura de Siete años en el Tíbet, hasta el punto de que apenas echáramos de menos al original Yo-Yo Ma, claro que la pieza se ofreció recortada a pesar de anunciarse como una suite. John Williams es el compositor fetiche de la formación, cuyos fans siempre acuden convenientemente ataviados, esta vez justo detrás de mi localización en sala y demostrando una pésima educación entre comentarios continuos y golpes de diversa índole. De él se ofreció también una suite que ensambló el tema principal de la serie de la insaciable Disney Obi-Wan Kenobi con los títulos de crédito convenientemente editados de la saga cinematográfica de Star Wars, y los inspiradísimos créditos finales de Indiana Jones y el templo maldito, un recorrido por sus temas principales que la orquesta y su dinámico director mimetizaron al detalle. De hecho, tal es el respeto y la fidelidad por las partituras originales, y el excelente nivel técnico de los intérpretes, que escucharles es como revivir sus bandas sonoras originales.

Una también inspirada suite con algunos de los temas más icónicos de la saga Star Trek, entre ellos el original de Alexander Courage y los que Jerry Goldmsith, Leonard Rosenmann, Cliff Eidelman y Michael Giacchino compusieron para la serie Voyager, la primera entrega cinematográfica, así como la cuarta y sexta, y las del nuevo siglo respectivamente, así como la extraordinaria, entonada y poderosa voz de la sevillana Anaís Sancruz dando sentido a la diversidad humana y ecológica del planeta en Colores en el viento de Pocahontas, completaron el programa. Por cierto, la cantante sobresalió también en Skyfall de Adele con el que se inició el viaje, y Reflejos intercalada en la suite de Mulan. Y con un jocoso tema, lleno de efectos sonoros, de Super Mario Bros: La película de Brian Tyler, y la inevitable Cantina Band como propinas, terminó un año más el obligado encuentro con Constantino Martínez-Orts y la Film Symphony Orchestra.

Fotos: Javier Bragado (FSO)
Reportaje y entrevista en El Correo de Andalucía

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