jueves, 29 de noviembre de 2012

LA MÚSICA ATEMPORAL DE RICHARD ROBBINS

Noviembre ha justificado como nunca su apodo de mes de los muertos y se ha llevado a varias de aquellas personas que con su trabajo y su buen oficio nos han acompañado a lo largo de nuestras vidas, como Miliki, tan querido especialmente para los niños de nuestra generación; el cómico Tony Leblanc, imprescindible para conocer la España del franquismo desde una óptica popular y costumbrista; Juan Carlos Calderón, cuyas preciosas canciones quién no ha tarareado alguna vez; o Larry Hagman, el inefable J.R. de Dallas, tan comentado en aquellos días en que descubríamos las intrigas de familias poderosas en la televisión. También nos dejó Richard Robbins, un compositor de bandas sonoras muy apreciado por quien le dedica estas palabras, por lo que será muy extrañado en lo venidero.

No pudo superar el parkinson que le afectaba desde hace años y murió el 7 de noviembre a los casi 72 años de edad. Nació un 4 de diciembre de 1940 en South Weymouth, Massassuchets, y desde los 5 años comenzó a disciplinarse en música, graduándose en el Conservatorio de Nueva Inglaterra, en Boston, y continuando sus estudios en Viena gracias a una beca. En 1976, siendo profesor en Nueva York, conoció a Ruth Prawer Jhabvala, la madre de una de sus alumnas, quien a su vez lo presentó a James Ivory, con quien la escritora trabajaba asiduamente. Nacería así una de las colaboraciones más fructíferas entre un director y un compositor, en esta ocasión además con el añadido de un productor, Ismail Merchant. Muchas son las relaciones entre directores y músicos que han proliferado a lo largo de la historia del cine, pero pocas tan condicionadas como ésta, hasta el punto de que Robbins apenas trabajó en el cine al margen de esta pareja de directores y productores. Aparte de sus trabajos para la pantalla, Robbins compuso una pieza en colaboración con su pareja, el pintor y también compositor Michael Schell. Se trata de Via Crucis, un espectáculo musical en forma de retablo representando las estaciones de la cruz, cuya grabación produjo Philip Glass, compositor con cuya música la de Robbins guarda algunos evidentes parecidos, sobre todo en su utilización de la orquesta y la tecnología para crear sonidos y ambientes nuevos y originales, y sobre todo en su estilo minimalista y repetitivo.  Este pretende ser un repaso por los trabajos de este autor, con audición de sus trabajos más relevantes añadida al final del artículo.

Los europeos (1979) marca el primer trabajo de Richard Robbins, ya en colaboración con Ivory como director y Merchant como productor. En ella Jhabvala adapta una novela de Henry James en la que aparecen temas constantes en la filmografía del realizador más británico de cuantos americanos existen. Especialmente se hace hincapié en el contraste entre dos mundos opuestos, en este caso el de dos hermanos criados en la cosmopolita Europa que visitan a sus parientes en la Nueva Inglaterra de mediados del siglo XIX, anclados en una vida marcada por el puritanismo. Robbins adapta junto a Stephen Forster temas clásicos y populares de la época, mientras Vic Flick, el legendario guitarrista del tema original de James Bond, se encarga de la dirección musical. En su siguiente película juntos, Jane Austen en Manhattan (1980), son dos compañías teatrales las que luchan por adaptar una obra de adolescencia de la popular escritora británica. Y en 1981 Ivory dirige Quartet, un drama ambientado en el París de los años 20 en el que se retrata la vida bohemia y pasional de un joven matrimonio. Isabelle Adjani ganó el premio de interpretación en Cannes y en la banda sonora destacan canciones tanto de la época como originales del propio Robbins, además de su elegante e intrigante música incidental, del que destacamos en el audio su tema principal.

En Oriente y Occidente (Heat and Dust, 1983) Julie Christie es una mujer contemporánea que adopta su particular visión de la India colonial a través de la investigación que realiza sobre la vida de una fascinante y apasionada antepasada, interpretada por Greta Scacchi. La música está impregnada de sonidos de la India, con la muy estimable participación del especialista Richard Horowitz. El contraste entre esos dos mundos y dos épocas es evidente incluso en el tema principal de la película.

Ruth Prawer Jhabvala volvió a adaptar a Henry James en Las bostonianas (1984), donde Vanesa Redgrave, nominada al Oscar, interpreta a una sufragista que se enamora de una joven feminista, Madeleine Potter, mientras ésta se interesa por el apuesto primo de la primera, Christopher Reeve. Ambientada también en Nueva Inglaterra, Robbins adopta un estilo muy enraizado en el folk americano del siglo XIX.

El gran reconocimiento de Ivory le llegó en 1986 con Una habitación con vistas, según la novela de E. M. Forster, autor también de Pasaje a la India. Helena Bonham Carter da vida a una joven inglesa del siglo XIX que viaja a Florencia, donde descubre la pasión, el amor y el color de la vida. De nuevo mundos opuestos, personificados entre otros por el brutal Julian Sands y el ridículo Daniel Day Lewis. En su banda sonora destacan dos arias de Puccini, especialmente O mio babbino caro, en la voz de Kiri Te Kanawa. En el corte In the Piazza Signoria se hace patente esa fascinación de la protagonista por la violencia latina y su explosión pasional, cuando observa una pelea mortal que acaba en desmayo de ella y rescate por parte del galán.

Tras dos películas menores, el drama My Little Girl (1986) sobre un hogar para jóvenes repudiadas por sus familias, y Sweet Lorraine (1987) una comedia de Steve Gomer, con quien volvería a colaborar en 1989 en un episodio de la serie de televisión American Playhouse, Robbins se embarcó en una nueva adaptación de Forster, esta vez la muy autobiográfica Maurice, que narra el despertar a la homosexualidad de un joven universitario en la Inglaterra de principios del siglo XX. James Wilby y Hugh Grant destacan en el reparto de una película que Robbins ilustró con una delicada y emotiva música que le valió el premio a la mejor banda sonora en el Festival de Venecia de 1987. De ella podemos escuchar en el audio el tema Prólogo. La lección.

Merchant produjo en 1988 el drama criminal ambientado en la India The Perfect Murder, también con música de Robbins, mientras en Esclavos de Nueva York (1989), un film de Ivory sobre la vida bohemia en el Soho de los 80, sus composiciones originales quedaron eclipsadas en la edición discográfica por las canciones de Maxi Priest, Neneh Cherry o Les Rita Mitsouko. A esta cinta siguió la comedia Bail Jumper (1990) y una nueva colaboración con Ivory y Merchant, Esperando a Mr. Bridge (Mr. and Mrs. Bridge, 1990), según la novela de Evan S. Connell sobre una familia adinerada en el Kansas de los años 40, liderada por un padre intolerante, puritano y prepotente. Paul Newman y Joanne Woodward interpretaron esta película en la que destaca la música como siempre intemporal de Robbins, junto a clásicos de Glenn Miller, Tommy Dorsey o Lena Horne. Sus brillantes créditos finales aportan una placentera audición.

Regreso a Howards End (1992) supuso una nueva adaptación de E. M. Forster por Ruth Prawer Jhabvala, que consiguió por ésta su segundo Oscar. En ella descubrimos a una radiante y devora escenas Emma Thompson en un drama sobre dos familias, una rica y la otra intelectual, cuyos destinos se cruzan permanentemente, siempre en torno a una magnífica mansión en las afueras de Londres. El trabajo de Robbins mereció una nominación al Oscar, mientras su suntuosa y fascinante banda sonora estaba salpicada de composiciones de Percy Grainger y el irremediable Beethoven, citado en el libro en las conferencias Música y significado. Con el tercer movimiento de la quinta sinfonía como punto de arranque, hemos seleccionado el corte Leonard’s Death.

Otro hito en la filmografía de Ivory, Merchant, Jhabvala y Robbins es Lo que queda del día (1993). Basada en una novela de Kazuo Ishiguro, cuenta las experiencias de un mayordomo y una ama de llaves en la majestuosa mansión Darlington Hall y sus relaciones entre ellos y con sus ricos propietarios. De nuevo con Emma Thompson y Anthony Hopkins como protagonistas, en ella Robbins despliega más que nunca su arte compositivo, regalándonos una banda sonora espléndida y exquisita, en la que hace presencia ese estilo minimalista y obsesivo, tanto como los comportamientos opuestos y contrastados del Sr. Stevens y la Sra. Kenton. Su tema principal resume toda la riqueza de una banda sonora en la que también destacan los temas que ubican temporalmente la trama, como Blue Moon de Richard Rodgers o la interpretación que Ann Murray hace del lied de Schubert Sei mir gegrüsst.

Jefferson en París (1995) tiene guión original de Jhabvala, y cuenta las experiencias sentimentales de Thomas Jefferson cuando era embajador de Estados Unidos para el primer gobierno revolucionario francés. Nick Nolte, Greta Scacchi y Gwyneth Platrow protagonizan una película en la que no falta la música de la época, especialmente la ópera Dardanus de Antonio Sacchini, interpretada para la ocasión por William Christie y Les Arts Florissants. Aunque la cinta no triunfó, la música de Robbins se revela aún más depurada y exquisita que las anteriores, con orquestaciones mágicas y fascinantes y una riqueza melódica subyugante, como podemos comprobar escuchando su tema final.

En la música de Sobrevivir a Picasso (1996), una crónica sobre la tortuosa relación sentimental entre Picasso (Anthony Hopkins) y la pintora Françoise Gilot (Natasha McElhone), según el libro de Arianna Huffington, no pueden faltar las referencias al origen español del genio, marcha procesional incluida, aunque enseguida se hace patente el estilo minimalista y melódico de Robbins. Lo comprobamos escuchando el tema Vallauris Corrida, End Credits.

Para Ismail Merchant como director compuso en 1996 La propietaria, la historia de una escritora francesa (Jeanne Moreau) que regresa a su hogar de infancia en París para comprobar que va a ser subastado. Y de nuevo la capital de Francia es el escenario de su siguiente película, esta vez a las órdenes de Ivory, La hija de un soldado nunca llora (1998), con Lelee Sobieski, Kris Kristofferson y Barbara Hershey dando vida a una familia de americanos que viven en el París de los 70, con los contrastes que de nuevo ello supone. En la banda sonora, junto al estilo intimista a ritmo de vals de Robbins, como se aprecia en su tema principal, destacan clásicos de Dalida, France Gall, Jane Birkin, David Bowie o Deep Purple.

Sin abandonar Francia, esta vez con su única aportación a una producción gala, trabajó para la actriz Nicole García ejerciendo como directora en Place Vendôme, en la que Catherine Deneuve interpreta a una mujer que investiga el extraño suicidio de su marido involucrado en el tráfico de diamantes. Ismail Merchant volvió a ponerse tras la cámara en Cotton Mary (1999), un drama ambientado en la India colonial, con Greta Scacchi y naturalmente la música de Robbins. Henry James volvería a ser adaptado por Ruth Prawer Jhabvala en La copa dorada (2000), ambientada a principios del siglo XX, con Uma Thurman, Nick Nolte, Jeremy Northam y Kate Beckinsale dando vida a dos parejas entrelazadas en un juego de traición, pasión y adulterio, con un regalo de boda, la copa del título, como objeto desencadenante de la trama. Debussy y Scott Joplin ilustran una cinta en la que la música de Robbins cobra un especial protagonismo para transmitir la sensación de sensualidad e intriga que requiere una película incomprendida en su momento. En su tema principal se intuye cierta influencia del Stravinsky de La consagración de la primavera que triunfaba en la época en la que se ambienta la cinta.

The Girl (2000), un drama de intriga y romance, The Mystic Masseur (2001), de nuevo con Merchant en la dirección y la India de los años 50 como telón de fondo, el cortometraje Par amour, y la comedia romántica Le divorce (2003) de Ivory, con Kate Hudson, Naomi Watts y Glenn Close paseándose de nuevo por París, dieron paso a la última película dirigida por el realizador de Howards End, cuando contaba 77 años, y el último trabajo de Robbins, La condesa rusa (The White Countess, 2005). Con guión original del autor de Lo que queda del día, Kazuo Ishiguro, cuenta una historia de amor pasional en el agitado Shangai inmediatamente anterior a la Segunda Guerra Mundial. Ella (la malograda Natasha Richardson) es una aristócrata rusa resignada a ganarse la vida como camarera y bailarina, y él (Ralph Fiennes) un diplomático ciego y especialmente sensible. Vanesa Redgrave coincidió con su hija por última vez en la pantalla, aunque la cuidada y exquisita ambientación del film y la preciosa música de Robbins no ayudaron a hacer de ella una película exitosa. En la banda sonora abundan los temas étnicos, pero nosotros nos despedimos con un breve y significativo vals del desaparecido y ya añorado compositor.


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miércoles, 28 de noviembre de 2012

EL PROFESOR Indiferencia chillona

Título original: Detachment
USA 2011 100 min.
Fotografía y dirección Tony Kaye Guión Carl Lund Música The Newton Brothers Intérpretes Adrien Brody, Marcia Gay Harden, Christina Hendricks, Bryan Cranston, William Petersen, Tim Blake Nelson, Betty Kaye, Sami Gayle, Lucy Liu, Blythe Danner, James Cann Estreno en España 31 octubre 2012

Tony Kaye es un realizador que se prodiga poco; en algo más de una década apenas ha dirigido un par de largometrajes, un documental y una serie para la televisión. De todo este trabajo sólo ha trascendido la muy violenta American History X, que protagonizó Edward Norton en 1998. Ahora nos ofrece una película atípica y caprichosa con la que parece querer hacer un análisis del desapego o la indiferencia, como muy bien han traducido nuestros amigos latinoamericanos, pues lo de los títulos españoles es cada vez más demencial, en esta ocasión por vulgar y poco original. Ciertamente cuenta las experiencias de carácter más sensorial que otra cosa de un profesor de instituto; un sustituto al que se supone menos apegado al entorno que sus compañeros de trabajo. Pero iremos descubriendo que éstos acusan más indiferencia por su alumnado que él mismo, y que los alumnos, ya se sabe, se llevan el premio a la indiferencia más absoluta. Se supone que con este experimento histérico y chillón se pretende criticar el sistema educativo americano, pero lo que le llega al espectador es una amalgama indigesta de imágenes, personajes y situaciones desordenadas, sin rumbo y sin interés, y eso sí que provoca auténtica indiferencia. Claro que no habrá quien la tache de genial, provocadora y no sé cuántas cosas más. Personalmente consideramos que se trata de la enésima demostración de un ego inquebrantable y un ejercicio pretencioso en el que naufragan el guionista (curiosamente un debutante para tratarse de un libreto tan irritante y pedante) y el lujoso reparto incorporando a unos personajes con los que no saben muy bien qué hacer, o quizás sí, tratarlos también con indiferencia. Y lo peor es que Kaye prepara ahora otra película, Attachment (apego), protagonizada por Sharon Stone, que como da vida a una esposa y madre que mantiene una aventura extraconyugal suponemos que nuestros distribuidores la bautizarán así, La adúltera.

martes, 27 de noviembre de 2012

HASTA LA VISTA Autopista hacia el cielo

Bélgica 2011 115 min.
Dirección Geoffrey Enthoven Guión Pierre De Clero, Mariano Vanhoof y Asta Philpot Fotografía Gerd Schelfhout Música Meuris y Papermouth Intérpretes Robrecht Vanden Thoren, Gilles de Schryver, Tom Audenaert, Isabelle de Hertogh, Kimke Desart
Estreno en España 23 noviembre 2012

Quienes esperasen ver en esta película galardonada con la Espiga de Oro de la Seminci del año pasado una especie de Nacional 7, aquella amarga y dura película francesa sobre un discapacitado con muy mal humor que desea colmar su apetito sexual, se sentirán muy defraudados. Los derroteros van por otro lado; donde allí se trataba de concienciar sobre las necesidades naturales de un grupo humano generalmente marginado y sobre el que apenas dirigimos nuestra mirada, aquí se convierte en un ejercicio sentimental y complaciente con el que generar una comedia dramática con unos personajes más apoyados en el arquetipo que en el análisis concienzudo y profundo sobre una realidad que molesta pero que podría afectarnos a cualquiera. La historia es la de tres jóvenes cuyas discapacidades condicionan un temperamento y una personalidad de manual que se embarcan en un viaje que les lleva de Bélgica a la Costa del Sol para perder la virginidad en un prostíbulo especializado en gente como ellos, de nombre El Cielo. Guiados por una enfermera y chófer que como ellos también sufre un tipo de marginación, en este caso por su obesidad, la trama deambula a través de la autopista entre discusiones motivadas por el mal carácter del tetrapléjico frente a sus compañeros ciego (feo y bonachón) y paralítico por un accidente (guapo y enrollao), pequeñas anécdotas sin mucha gracia ni relevancia y encuentros con unos padres que se muestran mucho más comprensivos y confiados de lo habitual. Se agradece que los belgas consideren a nuestro país tan avanzado socialmente como para ubicar en nuestra geografía un burdel con fines terapéuticos, pero la propuesta en general se queda muy corta, demasiado convencional y nada reveladora. Un desenlace apresurado, tópico e innecesario remata una faena poco graciosa y satisfactoria en general.

lunes, 26 de noviembre de 2012

GOLPE DE EFECTO Deuda de amistad

Título original: Trouble with the Curve
USA 2012 111 min.
Dirección Robert Lorenz Guión Randy Brown Fotografía Tom Stern Música Marco Beltrami Intérpretes Clint Eastwood, Amy Adams, Justin Timberlake, John Goodman, Matthew Lillard, Robert Patrick, Joe Massingill, Scott Eastwood, Jay Galloway, Peter Hermann Estreno en España 23 noviembre 2012

Clint Eastwood anunció a propósito de Gran Torino que nunca más se volvería a poner delante de una cámara; pero mucho debe apreciar a quien durante los últimos veinte años ha sido su asistente de dirección y uno de los productores de sus películas, como para incumplir su promesa en el que es el debut en la dirección de su colega. Ni siquiera le ha hecho desistir de esa muestra de lealtad y consideración un libreto tan endeble como el que propone el primerizo realizador, algo que a buen seguro no se le ha escapado al instinto del mítico cineasta. El guión de Randy Brown está repleto de las constantes del director de Mystic River, como son relaciones paternofiliales, infancia difícil, o cabezonería y mal humor del viejo protagonista (uno de esos americanos que se aferran al trabajo como único nexo posible a la vida, negando cualquier evidencia de envejecimiento y decadencia, seguramente algo de lo que también sufre un realizador que se empeña en presentarnos un trabajo casi al año, si bien con innegable éxito). Con un tratamiento plano de la narrativa y la dramaturgia, y un devenir complaciente de los acontecimientos, en el que todo queda bien y felizmente atado aunque los detalles de incoherencia son frecuentes, la cinta no tiene ni muchísimo menos la profundidad que Eastwood le hubiera impreso a estos que son los mismos ingredientes de su cine más reciente. El espléndido plantel de intérpretes poco puede hacer ante tan débil material, y a pesar de eso es con lo que más se disfruta, especialmente con las esforzadas interpretaciones del protagonista y Amy Adams, aunque a la vista de la escasa entidad dramática del conjunto, previsible y falto de interés, su esfuerzo queda también deslucido. Su título original, Problemas con la curva, hace referencia a una modalidad de lanzamiento del béisbol que será clave para resolver algunos de los problemas que plantea esta anodina película; lo de Golpe de efecto es otro capricho injustificado de la distribución nacional.

domingo, 25 de noviembre de 2012

PERSIGUIENDO MAVERICKS Una oportunidad perdida

Título original: Chasing Mavericks
USA 2012 116 min.
Dirección Curtis Hanson y Michael Apted Guión Kario Salem, Jim Meenaghan y Brandon Hooper Fotografía Oliver Euclid y Bill Pope Música Chad Fischer Intérpretes Gerald Butler, Jonny Weston, Elisabeth Shue, Leven Rambin, Abigail Spencer, Greg Long, Peter Mel, Zach Wormhoudt, Devin Crittenden, Taylor Handley, Cooper Timberline Estreno en España 23 noviembre 2012

Una indisposición de Curtis Hanson (La mano que mece la cuna, L.A. Confidencial) a mitad de rodaje de esta película, obligó a Michael Apted (Gorilas en la niebla, Nell, El mundo nunca es suficiente) a relevarle en la dirección. La combinación de ambos realizadores más el hecho de tratarse de un film sobre el windsurf, con todo lo que de espectáculo conlleva la causa, hacía presagiar si no una cinta sobresaliente sí al menos entretenida y visualmente impactante, más si tenemos en cuenta las técnicas de rodaje que, especialmente para documentales sobre el tema, se utilizan hoy en día en este tipo de empresas. Sin embargo ni una cosa ni la otra. Nos encontramos ante un producto hecho con absoluta desgana, sin ritmo ni interés, sin apenas espectáculo ni convicción en algo que se nos está contando con empeño sencillamente rutinario. La historia verdadera de un as del surf que falleció joven, como es Jay Moriarty, y su cruzada para superar una de esas enormes olas que se forman en la costa californiana, se revela como un cuento anodino en el que se pretende hacer hincapié en la relación paternofilial que se entabla entre dos hombres, el joven y su mentor, que se sienten frustrados por la ausencia en sus vidas de una verdadera figura paterna. Un rollo más apto para telefilm de sobremesa que para gran pantalla, rodado sin técnicas espectaculares que saquen todo el partido a su presumible espectáculo visual, y con pocos alicientes ni siquiera en su a priori atractivo reparto. El gran miércoles de John Milius sigue siendo la única película decente sobre un deporte que debería generar productos mucho más interesantes y atractivos.

8º FESTIVAL DE CINE GAI Y LÉSBICO DE ANDALUCÍA Comentarios críticos de algunas de las películas vistas en esta edición del festival organizado por Andalesgai

LEAVE IT ON THE FLOOR

USA 2011 101 min.
Dirección Sheldon Larry Guión Glenn Gaylord Fotografía Tom Camarda Música Kimberly Burse Intérpretes Ephraim Sykes, Andre Myers, Phillip Evelyn, Barbie-Q, Cameron Koa, James Alsop, Metra Dee, Demarkes Dogan

Lo que en la jerga del ambiente gay se denomina una comedia petarda, en este caso también musical, y llevada al extremo; basta saber que algunos de sus personajes adoptan nombres como Queef Latina, Princesa Eminente o Eppie Durall, que parecen directamente sacados de una comedia de Almodóvar de principios de los 80. Con música, coreografía y dirección musical de algunos de los colaboradores habituales de Beyoncé, la cinta cuenta la historia de un joven homosexual negro repudiado por su trastornada madre, que busca refugio en una curiosa comunidad con mucha pluma y lentejuela, regentada por un histrión despótico pero de buen corazón. Por supuesto surge el amor y los equívocos sentimentales, alternados con números musicales muy coloristas y buenas y vistosas coreografías, lo único que se salva de un conjunto excesivamente banal, histérico y burdo, sólo apto para muy militantes del ambiente gay más petardo y tópico.

THE NIGHT WATCH

Reino Unido 2011 89 min.
Dirección Richard Laxton Guión Paula Milne, según la novela de Sarah Waters Fotografía David Ketznelson Música Nina Humphreys Intérpretes Jodie Whittaker, Jenna Augen, Claudia Blakley, Tom Weston-Jones, Harry Treadway, Claire Foy, J.J. Feild, Kenneth Cranham

Drama televisivo que narra las vicisitudes de un grupo de personas involucradas y relacionadas a través de sus experiencias en el Londres de la 2ª Guerra Mundial, con sus anhelos sentimentales como motivo principal. Relaciones heterosexuales, homosexuales y, especialmente, lésbicas, rodadas con tanto oficio como frialdad emocional, sin que en ningún momento llegue a conmover, a pesar de su correcta factura y puesta en escena, así como ese aire a lo James Ivory que se palpa incluso en su omnipresente banda sonora. Pretende explorar sentimientos y frustraciones como lo haría un Terence Davies pero fracasa con su intrascendencia y absoluta indiferencia. En su reparto destaca una ya crecidita Jodie Whittaker, compañera de Peter O’Tootle en la excelente Venus. Su realizador tiene entre sus créditos haber dirigido a John Hurt en la película An Englishman in New York.

KEEP THE LIGHTS ON


USA 2012 101 min.
Dirección Ira Sachs Guión Ira Sachs y Mauricio Zacharias Fotografía Thimios Bakatakis Música Arthur Russell Intérpretes Thure Lindhart, Zachary Boot, Marilyn Neimark, Paprika Steen, Sebastian La Cause, Julianne Nicholson, Miguel del Toro Estreno en España 19 julio 2013

Galardonada con el premio Teddy del Festival de Berlín, y presente en el de Sundance, la cinta analiza, o eso pretende, una relación de amor tortuosa a lo largo de una década, sin apartarse un centímetro de los tópicos al uso, no ya en un drama homosexual sino de cualquier tendencia u orientación. La adicción al alcohol y las drogas lastran la felicidad de una joven pareja gay, a pesar de todo el empeño que pone una de las partes y que se traduce incluso en alguna de las secuencias más cursis y grotescas que se puedan imaginar, buscando siempre dotar al conjunto de un lirismo poético que realmente la película no posee. La sensación general es que la trama avanza y progresa poco, sucediéndose los años sin que ocurra nada especialmente relevante. Complacerá simplemente a quienes buscan en el cine un espejo en el que ver reflejado su colectivo, con sus sentimientos y emociones, pero realmente como película romántica no añade nada nuevo a la galería y su metraje se eterniza inconvenientemente. Su protagonista destacó hace unos años en la cinta bélica y de espionaje danesa Flame y Citrón, mientras el realizador dirigió a Pierce Brosnan entre otros hace cinco años en El juego del matrimonio. En un papel secundario, interpretando a la hermana del protagonista, encontramos a la actriz también danesa Paprika Steen, a quien vimos entre otras en Celebración de Vinterberg.

YOU SHOULD MEET MY SON!


USA 2010 88 min.
Guión y dirección Keith Hartman Fotografía Jeremy Grant Música David Paul Dorn Intérpretes Joanne McGee, Carol Goans, Stewart Carrico, Ginger Pullman, Steve Snyder, Acquah Dansoh, Matt Palazzolo, Chris Nolan, Brett Holland

¿A dónde fueron a parar aquellas películas de serie B que hacían las delicias de millones de espectadores en las salas de segunda categoría hace décadas? Muchas pasaron a estrenarse directamente en video y DVD, y otras han adoptado la forma de películas como ésta, que ni ha conocido estreno comercial ni edición para consumo casero, y su distribución se ha limitado a algunos, pocos, festivales temáticos. Y es una pena, porque se trata de una película sana, divertida y amable que, apoyada en un guión preciso y certero y unas interpretaciones sumamente simpáticas, y sin pretensiones de ninguna clase, aborda temas universales de la causa pero centrándose muy especialmente en el amor incondicional materno. Ligera, liviana, colorista y muy entretenida, habitada por personajes entrañables, con dos impagables maduritas dando vida a dos divertidísimas hermanas empeñadas en encontrarle novio al hijo de una de ellas, tras aceptar su homosexualidad con envidiable naturalidad. Cuando el cine gay se cruza con la comedia clásica, y da resultados como Una jaula de grillos o esta sencilla película, el resultado suele ser muy estimulante y satisfactorio.

BROTHERHOOD (Broderskab)


Dinamarca 2009 90 min.
Dirección Nicolo Donato Guión Nicolo Donato y Rasmus Birch Fotografía Laust Trier Mørk Música Jesper Mechlenburg Intérpretes Thure Lindhart, David Dencik, Nicolas Bro, Morten Holst, Hanne Hedelund, Lasr Simonsen, Anders Heinrichsen, Jon Lange

Una variante presuntamente dura del romance homosexual, con un ex militar que cae rendidamente enamorado de un skin head. Su amor resulta tan incondicional que cuesta trabajo creerlo, y desde luego no digamos sumergirnos en tan tortuosa relación. Se trata por lo tanto de fundir pasión gay con violencia racista; el problema reside en que aunque su realización pretende ser sobria y rigurosa, al guión le falta pulimento y el resultado acaba siendo tan vacuo como falto de emoción y sentimiento. La producción está cuidada, muy por encima de lo que es habitual en este tipo de películas orientadas a un público tan específico, resultando un film de acabado formal más que aceptable, pero lastrado por esa falta de convencimiento en lo que se cuenta y su total ausencia de emoción. Su protagonista estuvo presente también en el festival con la película Keep the Lights On.

CABALLEROS INSOMNES (Sleepless Knights)


España-Alemania 2012 82 min.
Guión y dirección Stefan Butzmühlen y Cristina Diz Fotografía Stefan Neuberger Intérpretes Raúl Godoy, Jaime Pedruelo, Ángel Muñoz Ruiz, Pepa Durán Sánchez, David Ruiz Miranda

Una propuesta radical y diferente para contar una historia de amor gay en un entorno tradicionalmente hostil como pueda ser un pequeño pueblo extremeño. La sorpresa viene de lo que sus realizadores parecen querer contarnos a través de su precisa e intencionada puesta en escena. Planos estéticos a veces de muy larga duración, escasez de diálogo, sucesión de secuencias en principio inconexas y a primera vista aportando poca información. Pero en realidad todo responde parece ser a un plan muy minucioso. Y es justamente lo contrario de lo que debiera esperarse, un entorno que se escandalice o ponga las cosas difíciles a sus enamorados protagonistas. Más bien se trata de un paraíso en el que nunca pasa nada y a nadie parece importarle que pase algo. Una televisión que divulga las concentraciones del 15M, una relación homosexual a las puertas, una grave enfermedad en la senectud… nada parece importar en un paisaje afable y espiritualmente relajante, en el que sólo las tradiciones ancestrales, en forma de procesión o de recreación de una hazaña de tiempos de moros y cristianos, o las canciones populares que entona un grupo de ancianos, tiene importancia. Su visionado puede resultar irritante, pero si se reflexiona suficientemente acaba teniendo mucho sentido, llegando a convencer por su sincera y nada pretenciosa intencionalidad. Un regreso a las cosas sencillas y a la contemplación y una huida definitiva de todo lo artificioso que nos rodea y esclaviza. Un entorno ideal para amarse y pasar desapercibido.

GIGOLA


Francia 2010 102 min.
Guión y dirección Laure Charpentier, según su propia novela Fotografía Giorgos Arvanitis Intérpretes Lou Doillon, Marie Kremer, Eduardo Noriega, Thierry Lhermitte, Ana Padrao, Rossy de Palma, Marisa Paredes, Virginie Pradal, Arly Jouer, Mark Antoine, Marisa Berenson

Las tribulaciones de Laure Charpentier, una pionera en eso de declarar públicamente su homosexualidad, a través de una cinta rancia, rodada al más puro estilo de los años 70 para tratar temas similares. Una sucesión sin interés de episodios más o menos plausibles en la vida de una “chulo” y su poco convincente capacidad de seducción con toda mujer que se le pone delante. Participación notable española, mujeres de Almodóvar a la cabeza, aunque sea para abochornarnos con personajes y actitudes como las que interpreta Marisa Paredes, que hace a uno preguntarse qué necesidad tenía de participar en este engendro y haciendo semejante ridículo. Film olvidable y execrable, que tenía que haber dirigido Volker Schlöndorff, pero que afortunadamente se apeó a tiempo de tan disparatado proyecto.

WEEKEND


Reino Unido 2011 97 min.
Guión y dirección Andrew Haigh Fotografía Urszula Pontikos Música James Edward Barker Intérpretes Tom Cullen, Chris New, Laura Freeman, Jonathan Race, Sarah Churm, Kieran Hardcastle, Vauxhall Jermaine

La trama es muy sencilla: dos hombres se conocen en un club gay con el fin de mantener sexo, pero la atracción va más allá y acaban manteniendo una tierna y dulce historia de amor que dura el fin de semana del título. A partir de ahí se desarrollan una serie de secuencias intimistas en las que se van desgranando diálogos en su mayoría insustanciales, apoyados por la extraordinaria química que irradian los protagonistas y por la ternura y la delicadeza con la que está tratada la relación. Lástima que el guión castigue y condene a los personajes no permitiéndoles que disfruten más que esos dos días cruciales en sus vidas. Para motivar un interés adicional, uno de ellos no afronta completamente su homosexualidad, especialmente de cara a su entorno habitual, por lo que este vuelco a su vida sentimental le hará naturalmente replantearse su actitud. Morosa en su deambular, intrascendente en su planteamiento global, se deja ver sólo por la ternura y naturalidad con la que está expuesta la situación. Su obligado peregrinaje por multitud de festivales alrededor del Mundo le ha reportado diversos galardones, en muchos casos por parte del público.

viernes, 23 de noviembre de 2012

ANTONIO RIPA EN CONCIERTO CON LA ORQUESTA BARROCA DE SEVILLA Händel en tiempos de Mozart

Proyecto Atalaya. Orquesta Barroca de Sevilla. Enrico Onofri, dirección; María Hinojosa, soprano. Luciana Mancini, mezzosoprano. Miguel Mediano, tenor.
Programa: Antonio Ripa: La música en la Catedral de Sevilla en tiempos de Mozart.
Iglesia de la Anunciación, 22 de noviembre de 2012

María Hinojosa
Una de las actividades más apasionantes del Proyecto Atalaya es la recuperación de música compuesta para nuestras catedrales. A la de Iribarren para Málaga, Rabassa para Sevilla o de la Puente para Jaén, se suma ahora la que compuso Antonio Ripa también para la Hispalense desde 1770 hasta su muerte en noviembre de 1795.

Nuestros oídos tuvieron el privilegio de escuchar su música por primera vez en doscientos años, gracias al rescate del musicólogo e historiador Juan Mª Suárez Martos de los archivos catedralicios. Flaco favor le hizo el título elegido para la ocasión, tratándose de una música que en el crepúsculo del S. XVIII se antoja anclada en el Barroco, con Händel, Corelli o Boccherini como referentes, si bien en el tratamiento vocal se denota una relajación en la ornamentación y un aumento considerable de expresividad.

No es fácil valorar en poco más de una hora de concierto la obra de quien compuso más de cien piezas, casi todas encorsetadas por el ritual litúrgico; pero sirve para reconocer su mérito e interés y aventurarse a situarlo entre los más elegantes y exquisitos de cuantos se han recuperado hasta el momento. De su estilo galante dio buena muestra la soprano María Hinojosa, una bellísima y delicada voz que goza además de una excelente técnica; Luciana Mancini volvió a seducirnos con su voz oscura y segura, aunque esta vez menos potente; nada nos convenció el tenor, que cantó con desgana y sin proyección. Onofri, una vez más frente a la orquesta, mantuvo un nivel más que correcto, con la formación sonando como siempre estupendamente aunque con puntuales desajustes e imprecisiones.

Artículo publicado en la edición impresa de El Correo de Andalucía el 24 de noviembre de 2012

martes, 20 de noviembre de 2012

ESPERANZA SPALDING Y MELODY GARDOT EN EL MAESTRANZA: UNA COMBINACIÓN PERFECTA DE JUVENTUD Y TALENTO

Ciclo Grandes Intérpretes “Dos Noches de Jazz”
Esperanza Spalding Radio Music Society. Domingo 18 de noviembre
Melody Gardot The Absence. Lunes 19 de noviembre
Teatro de la Maestranza

Concentrado en dos días consecutivos, el mini ciclo Grandes Intérpretes del Maestranza se ha rebautizado este año como Dos noches de Jazz, con dos incorporaciones recientes al blues y el jazz que difieren en temperamento pero coinciden en género, edad y una carrera meteórica; la que ha llevado a Esperanza Spalding de embelesarse con Yo Yo Ma y estudiar y a la vez enseñar en el Conservatorio de Berklee, a cantar ante Obama, ganar un Grammy e ilustrar con una voz angelical el tradicional recordatorio de fallecidos en los Oscar de este año.

La joven cantante y bajista vino para presentar su cuarto y último trabajo en solitario, Radio Music Society, arropada y en ocasiones ahogada por una espléndida Big Band en un alarde de producción digno del primer Quincy Jones. Con su pelo afro recogido y un vestuario juvenil e inocente, en su estilo se vislumbran ecos de Blossom Dearie y algo de Pat Metheny. En perpetuo estado de trance divagó ante un público desorientado sobre la capacidad de la radio para transmitir la emoción de la música, nuestro derecho a sentirnos reyes o la belleza de nuestra sonrisa, como introducción de temas como Radio Song, Crowned and Kissed o Smile Like That, a los que añadir su versión del sensual I Can’t Help It de Michael Jackson o el sensacional Black Gold. Del disco al directo sacrificó definición melódica a favor de una jam session permanente y a veces confusa, ruidosa en metales y percusión, a pesar de lo cual destacamos el piano de Leo Genovese, la trompeta de Igmar Thomas, la guitarra eléctrica de Jeff Lee Jonson y el estilo R&B de la voz de Chris Turner, mientras ella estuvo más enganchada al bajo eléctrico que al más atractivo acústico.

Por su parte Melody Gardot se presentó con un espectáculo sofisticado y glamoroso, ataviada como la mala de una teleserie o la protagonista de Sunset Boulevard, con sus imprescindibles gafas de sol y su hermosa cabellera rubia oculta por un misterioso turbante. Derrochando experiencia sobre las tablas, a pesar de su notoria juventud, quizás por el sufrimiento físico que le ha deparado la vida, la norteamericana fue desgranando temas de su último trabajo, The Absence, un recorrido por aquellos lugares que más le han inspirado y marcado como ciudadana del mundo que se considera. Arropada por cinco excelentes músicos, algunos de virtuosismo circense, la Gardot entusiasmó el público con bossa nova (Mira), balada (Goodbye, Lisboa), chanson (Les etoiles) y hasta bulería palmeando So We Meet Again My Heartache. Una estupenda coreografía lumínica fue caldeando el ambiente, cada vez más en sintonía con la propuesta embriagadora y sensual de esta cantante de voz elegante y susurrante, con episódicos derroches de potencia vocal.

Demostró una enorme generosidad prestando un especial protagonismo a sus músicos y esforzándose en hablar un castellano que confesó no dominar. Se echaron en falta algunos de sus éxitos, como Baby I’m a Fool o If the Stars Were Mine, despidiéndose con tres clásicos: Summertime, Fever y Over the Rainbow.

Artículo publicado en la edición impresa de El Correo de Andalucía el 20 noviembre 2012

lunes, 19 de noviembre de 2012

LA PARTE DE LOS ÁNGELES Cómo hacerse un hombrecito y ajustar cuentas con el mundo

Título original: The Angels’ Share
Reino Unido-Francia-Bélgica-Italia 2012 101 min.
Dirección Ken Loach Guión Paul Laverty Fotografía Robbie Ryan Música George Fenton Intérpretes Paul Brannigan, John Henshaw, Gary Maitland, Jasmin Riggins, William Ruane, Roger Allam, Siobhan Reilly Estreno en España 16 noviembre 2012

Cuando se acerca a los 80 y sin traicionar su inconfundible estilo de cine social, luchador y reivindicativo de un mundo más libre y justo, Ken Loach adopta ahora un tono amable y decididamente simpático para contarnos una extraordinaria historia de superación, redención y reinvención. Aunque en su desarrollo puede resultar convencional y poco creíble en algún aspecto, sus intenciones la justifican y los medios no provocan en el espectador más que una sensación de alivio y esperanza, más ahora que la justicia social es más delicada y endeble que nunca. La parte del título es la que corresponde legítimamente a los abandonados de esta sociedad capitalista y egoísta en la que nos hemos sumido ya desde tiempos inmemoriales, aunque sólo sea el desecho del producto de una especulación sin límites, la que hace que exista gente tan endiabladamente rica a costa de tanta opresión e injusticia. Y los ángeles son los que se cruzan en la vida de alguien que nació con mala suerte, en mal entorno y con malos antecedentes. La suerte puede cambiar en forma de una novia, un monitor o un grupo de amigos con falda escocesa, que te hagan la vida más sencilla, amable, dulce y, en definitiva, agradable, aunque para ello haya que cometer pequeños delitos. Quizás el film más amable, simpático y luminoso de la filmografía de Loach, y por qué no decirlo, también el más bonito.

domingo, 18 de noviembre de 2012

COSÍ FAN TUTTE UNIVERSITARIO: ÉXITO DE UNA EMPRESA COMPLICADA

Cosí fan tutte de Mozart. Coproducción de la Universidad de Sevilla, Conservatorio Superior de Música Manuel Castillo y Universidad de Música Fryderyk Chopin de Varsovia. Juan García Rodríguez, dirección musical. Ryszard Ciesla, dirección escénica. Vaujaus Teatro-Universidad de Sevilla, escenografía e iluminación. Zofia Lubinska, vestuario. Intérpretes: Joanna Wydorska, Young-Jun Schin, Elwira Janasik, Tomasz Kumiega, Karolina Ciwis, Kamil Kaznowski. Orquesta de la US-CSMS (Universidad de Sevilla-Conservatorio Superior de Música de Sevilla). Coro del CSMS.
Teatro Lope de Vega, 17 de noviembre de 2012

Un momento de la función de estreno, con el otro reparto
El proyecto liderado por Juan García Rodríguez nos ha deparado otra satisfacción a las muchas que ya disfrutamos la pasada temporada con la puesta de largo de una excelente orquesta integrada por jóvenes estudiantes y recién licenciados tanto de la Universidad como del Conservatorio Manuel Castillo. Atreverse con una primera experiencia en el foso en tan solo unos meses de andadura es como poco un atrevimiento y una temeridad, de la que han salido más que airosos. En colaboración permanente, hasta el momento, con la Universidad de Música Federico Chopin de Varsovia, nos han presentado su visión de una ópera tan aparentemente ligera y sencilla como Cosí fan tutte de Mozart, que encierra precisamente en esa apariencia su verdadera naturaleza compleja e intelectualmente prodigiosa. Y es que se trata de una ópera única y genial especialmente en su juego de equilibrios y simetrías, trasladable no sólo a la trama, la disposición de personajes y elementos escénicos y su particular estructura en arias, dúos y sucesivamente hasta sextetos, sino también al juego tan exquisito y complicado que hace con las voces y su significación dentro del total de la obra. Por eso nos sorprendió desagradablemente que se optara por reducir en algo más de treinta minutos su segundo acto, incluido el célebre aria de Ferrando Tradito, schrnito, rompiendo así de forma definitiva su estructura absoluta e intencionadamente simétrica. Y siguiendo con lo negativo, para resaltar luego, como más merece, sus aspectos positivos, lamentar también el fracaso con los subtítulos. Es curioso que triunfando en lo más difícil, como es lo musical y lo escénico, lo más sencillo fuese un absoluto fiasco. Si en la primera función nos consta que no funcionó el subtitulado, en esta segunda que comentamos funcionó de forma harto errónea, tardando mucho en arrancar para después aparecer y desaparecer a su antojo. Tampoco el programa de mano estuvo muy acertado, no porque fuera escueto, lo cual es perdonable en estos tiempos de crisis, sino porque contando con doble reparto no identificaba las voces de cada función, por lo que en nuestro caso hemos optado por el descarte a la vista de lo que hemos leído en prensa respecto al estreno.

Un momento del ensayo, con Jorge de la Rosa a la izquierda,
que interpretó a Guglielmo en el primer reparto
Flaco favor se hace así a unas voces que merecen una especial atención, sin olvidar el espléndido trabajo del coro en sus dos breves intervenciones. Observando sumo respeto por las tesituras vocales, que en el caso de esta ópera muchas veces no se respeta, aunque Fiordiligi y Ferrando siempre deben ser abordados por soprano y tenor por exigencias de la propia gramática de la partitura, confesamos que nos impresionaron más las voces graves. Dorabella fue encarnada por Elvira Janasik con voz segura y muy personal, de timbre atractivo y autoritario y una excelente modulación, mientras el barítono próximo a bajo Tomasz Kumiega interpretó a Guglielmo con un amplio registro que se lució especialmente en el aria Non siate ritrosi. Por eso no extraña que uno de los números más celebrados de la noche a nuestro juicio fuera el dúo Il cuore vi dono. Young-Jun Schin destacó por una voz dulce y sedosa de estilo anticuado que le dio una dimensión muy nostálgica a Ferrando, superando con nota sus momentos de lucimiento, como el célebre Un’aura amorosa; por su parte, la hermosa Joanna Wydorska como Fiordiligi destacó en potencia y proyección, pero denotó carencias en modulación y agilidades que posiblemente pueda ir ajustando con los años. Su Come scoglio, ciertamente un escollo para cualquier soprano, se perjudicó por unos agudos muy tirantes, como ocurrió también en otras intervenciones suyas. Todos estuvieron escénicamente muy divertidos y acertados, especialmente Despina, incorporada con mucho desparpajo y desvergüenza por Karolina Ciwis. El Don Alfonso de Kamil Kaznowski estuvo barnizado de suma elegancia, con una voz no muy amplia pero adecuada en su tesitura más baritonil que de bajo. A diferencia de otras representaciones líricas, algunas con mucho pedigrí, aquí sí que hubo dirección escénica, y de las buenas.

El inquieto y nervioso Juan García llevó la batuta con una agilidad y un brío extraordinario, acertando de pleno con una lectura decididamente mozartiana, con la que la orquesta volvió a demostrar sus habilidades, más en la cuerda que en lo metales, donde hubo algunos desajustes que deslucieron algo una interpretación que de cualquier modo fue excelente y hasta emocionante en algunos de sus pasajes, incluyendo alguna broma musical de propia cosecha. Y eso que ni la acústica del Lope de Vega, donde no se programaba una ópera desde el Don Giovanni de Gazzaniga de hace cinco años, ni la de Ingenieros donde interpreta generalmente esta joven orquesta, luce ni mucho menos como la del Maestranza, donde esperamos con impaciencia que hagan su debut estos jovencísimos maestros, que se lo merecen. La escenografía, manufacturada por los integrantes del grupo teatral Vaujaus, también de la Hispalense, acertó en su juego de puertas al más puro estilo de comedia de enredo o vodevil, si bien se hubiera agradecido un acabado estético más amable y distinguido, al margen de la habilidad demostrada en el reciclaje de material de desecho de la propia Universidad. El juego de luces y colores, así como el vestuario contemporáneo, estuvo  acertado y en el caso de la iluminación muy trabajado. El trasiego de figurantes, danzarinas incluidas (las cantantes de la primera función), también le dio al conjunto un toque decididamente festivo, sumando simpatía y encanto al espectáculo, un entretenimiento de primera categoría, disfrutable de principio a fin, lo que aún provocó que se echara más en falta esa media hora rebajada. En definitiva, no hay nada como hacer las cosas con entusiasmo y empeño, lo que sumado al talento da como resultado experiencias tan gratificantes e inolvidables como ésta.

martes, 13 de noviembre de 2012

EN LA CASA La puerta indiscreta

Título original: Dans le maison
Francia 2012 105 min.
Guión y dirección François Ozon, según la obra “El chico de la última fila” de Juan Mayorga Fotografía Jérôme Almerás Música Philippe Rombi Intérpretes Fabrice Luchini, Ernst Umhauer, Kristin Scott Thomas, Emmanuelle Seigner, Denis Mémochet, Bastien Ughetto, Jean François Balmer, Yolande Moreau, Catherine Davenier
Estreno en España 9 noviembre 2012

No cabe duda de que la última película del director de Potiche, La piscina y El tiempo que queda, es brillante, gracias en gran parte al material dramático del que parte, una obra del madrileño Juan Mayorga sobre la educación, una materia que éste conoce muy bien. Ozon la ha llevado a su terreno, en cuanto a estructura y ritmo narrativo y, sobre todo, en cuanto a su tratamiento emocional e intención. Lo que en la obra original podía ser un análisis sobre la situación actual de la educación, aquí se trata de la eterna confrontación entre la genialidad y la mediocridad, así como la posible inmoralidad e impertinencia de la literatura y el propio cine como vehículos para contar historias sobre la experiencia ajena. La relación entre un profesor de literatura y un alumno en el que ven atisbos de genialidad, a costa de la vampirización de dos familias, la del supuesto mejor amigo del joven y la del profesor mismo, sirve a Ozon para ofrecer la que podría ser su mejor película, resuelta con brío, convicción y un enorme interés, el personal del propio realizador en la cuestión que está sometiendo a análisis, y que le atañe directamente como observador de lo ajeno. Pero es también una película sobre la manipulación, la indiscreción y la condena de lo banal y lo mediocre. El joven protagonista, un portentoso Ernst Umhauer que cuida hasta el detalle cualquier gesto para convencernos de su ambigua caracterización como encantador de serpientes, es la piedra angular sobre la que gira una película hipnótica y avasalladora, a los que el gran Fabrice Luchini y la inmensa Kristin Scott Thomas añaden la dosis perfecta de elegancia y calidad interpretativa que exige tan compleja trama. Una historia en la que ficción y realidad se dan la mano de forma tan sutil y elegante que se hace difícil distinguir una y otra. Claude, el embaucador del profesor con sus ingeniosas redacciones escolares, se revela como un manipulador de emociones, alguien que quiere controlar la realidad y todo lo que contiene, un exasperante modelo que nos advierte de lo mediocres que somos, y un impertinente y descorazonador elemento de destrucción de entornos en los que deposita su objeto del deseo. Pero Ozon es lo que es y su tendencia al ritmo frenético y vodevilesco se hace presente también aquí, en una cinta que no lo requiere, que hubiera logrado ser aún más fascinante e hipnótica si hubiese contado con un ritmo más pausado con el que poder degustar mejor las excelentes interpretaciones del trío protagonista, y recrearse en sus perturbadoras intenciones. No le va a este estupendo ensayo sobre la mediocridad y la indiscreción este aspecto de comedia frenética, tan del gusto de su realizador. Las ventanas indiscretas lo son más si se fotografían con más dosis de maldad, ironía y contemplación. El estilo de Ozon es menos pernicioso que todo eso.

domingo, 11 de noviembre de 2012

9º FESTIVAL DE CINE EUROPEO DE SEVILLA 9ª Y ÚLTIMA JORNADA

CHERCHEZ HORTENSE
Francia 2012 100 min.
Dirección Pascal Bonitzer Guión Agnés de Sacy y Pascal Bonitzer Fotografía Romain Winding Música Aleksei Aigui Intérpretes Jean-Pierre Bacri, Kristin Scott Thomas, Isabelle Carré, Marin Orcand Tourrés, Claude Rich, Philippe Duclos

¿Habéis hecho alguna vez algo imposible? Le pregunta el protagonista a sus amigos; él intentará hacerlo por amor en esta película elegida para clausurar este festival; una comedia romántica francesa de estreno absoluto fuera de su país y de Bélgica, donde la cinta aterrizó en los cines el pasado 5 de septiembre, con notable éxito de taquilla. Su director destaca por haber escrito, entre otros, los guiones de las películas de Jacques Rivette La pequeña mentirosa (1991) y Vete a saber (2001). Con una historia que mezcla problemas de pareja con una trama de inmigración ilegal, su protagonista, Jean-Pierre Bacri, no convence como para atraer tanto a la siempre dulce y encantadora Isabelle Carré y a la impagable Kristin Scott Thomas, cada vez más seductora y atractiva. Abordada con el carácter amable que se supone a una clásica comedia francesa de costumbres, con personajes por supuesto burgueses e intelectuales, se echa en falta más mordacidad en sus planteamientos, así como aprovechar el contraste entre occidente y oriente que apuntan personajes anecdóticos y la profesión del protagonista. No llega a interesar en ningún momento, merced a una realización rutinaria y poco implicada, con resultados poco satisfactorios. Si acaso se deja ver con una sonrisa en la boca, la de estar viendo algo intrascendente y banal pero amable, que podemos añadir al muestrario de sonrisas que cultivan los personajes de Carré y Bacri en ciertas secuencias de la película.

TABU
Portugal-Alemania-Brasil-Francia 2012 118 min.
Dirección Miguel Gomes Guión Miguel Gomes y Mariana Ricardo Fotografía Rui Poças Intérpretes Teresa Madruga, Laura Soveral, Ana Moreira, Henrique Espírito Santo, Carlotto Cotta, Isabel Cardoso, Ivo Müller, Manuel Mesquita

Aunque su cine es todavía desconocido aquí, Miguel Gomes se ha forjado cierto prestigio como uno de los jóvenes realizadores más interesantes y prometedores de su país. Con premios en Berlín (Crítica Internacional), Las Palmas (Público) y Gante (Película), Tabu hace referencia al nombre del monte imaginario en África junto al que transcurre este drama de amor imposible, además de mantener su significado como algo prohibido e inconfesable. Tras una introducción enigmática protagonizada por un explorador en el corazón del continente negro, asistimos a la soledad de una anciana y su amable vecina en el Lisboa actual. Justo a la mitad una frase ya mítica, "Ella tenía una granja en África", relaciona indisimuladamente la historia de la primera con las legendarias experiencias de Karen Blixen en Memorias de África. Ambientada en Mozambique, antigua colonia portuguesa, y rodada en blanco y negro y sin diálogos, se desarrolla una larga y pesada narración de este difícil romance, con una voz en off permanente que nos distancia de las emociones que debiera despertar la crónica. Su correcta factura, la inclusión de elementos de la magia y cultura africanas y el hipnótico tratamiento narrativo hacen que la cinta resulte estimable, pero naufraga en su intento de reflejar el dolor de este amor imposible en un paraíso (felicidad) que se ha convertido en un concepto muy repetido en esta edición del festival.

CÉSAR DEBE MORIR
Título original: Cesare deve morire
Italia 2012 76 min.
Guión y dirección Paolo y Vittorio Taviani, según la obra de Shakespeare “Julio César” Fotografía Simone Zampagni Música Giuliano Taviani y Carmelo Travia Intérpretes Cosimo Rega, Salvatore Striano, Giovanni Arcuri, Antonio Frasca, Juan Dario Bonetti, Vincenzo Gallo, Rosario Majorana, Francesco De Masi

La gran triunfadora del Festival de Berlín de este año supone el regreso tras la cámara de los prestigiosos Hermanos Taviani, responsables de títulos ya legendarios del cine como La noche de San Lorenzo o Good Morning Babilonia, y que no hacían cine desde 2007 cuando dirigieron El destino de Nunik. Con esta nueva cinta se adentran en una cárcel de máxima seguridad de Roma, donde se encuentran encerrados asesinos y mafiosos de la peor calaña, para representar con ellos la tragedia de Shakespeare Julio César. En blanco y negro asistimos a las pruebas y los ensayos, mientras en color a algunos fragmentos de la obra. Lo que en principio podría parecer un disparate se convierte ante nuestros ojos, desde el mismo comienzo, en algo tan apropiado y natural como ver a estos personajes siniestros convertidos en alter ego de sus personajes teatrales, e intuimos cómo la vida en la cárcel es un microcosmos en el que no es difícil identificar las mismas motivaciones, traumas e inquietudes que definen a los caracteres diseñados por el genio inglés del s. XVII. Los Taviani consiguen con este ingenioso y sumamente intelectual ejercicio hacernos reflexionar sobre el papel que nos ha tocado vivir en este mundo que hemos diseñado y del que parece no podemos escapar. Porque podríamos ser nosotros quienes viviéramos entre rejas teniendo en cuenta lo artificioso que parece este orden social que nos hemos inventado y alrededor de cuyas reglas vivimos. Una vez nos han presentado a quienes interpretarán el drama, y hemos visto sus caras, nada diferentes de la gente común a la que estamos acostumbrados, nos chocan y sorprenden sus crímenes y condenas; algunos tendrán que vivir toda la vida encerrados. Sus delitos son execrables pero ellos no lo parecen, y como actores dan la talla sorprendentemente. Al final sus roles y sus vidas están tan íntimamente relacionadas que volver a la celda tras el triunfo teatral se convierte en algo tan irreal como la vida misma.

KILL ZOMBIE
Título original: Zombibi
Holanda 2012 90 min.
Dirección Martijn Smits y Edwin van der Eshof Guión Tijs van Marle Fotografía Joost van de Wetering Música Matthijs Kieboom y Martijn Schimmer Intérpretes Yahya Gaier, Mimoun Ouled Radi, Sergio Hasselbaink, Gigi Ravelli, Uriah Arnhem, Noel Deelen

Fin de fiesta con una comedia cuyo principal aliciente consiste en proceder de una cinematografía que no nos tiene acostumbrados a este tipo de cine de mero entretenimiento. Una película de zombies en Ámsterdam con protagonistas negros y musulmanes que aporta poco a lo que nos llega habitualmente del cine americano, al que imita descaradamente y sin complejos. Incluso sus soluciones formales más originales, que la acercan al gusto de un público más acostumbrado a videojuegos y televisión que al cine estrictamente, derivan de esa cultura visual importada de los Estados Unidos. No tiene apenas estructura narrativa, no consigue generar tensión en momento alguno y sus efectos visuales son discretos, su maquillaje espantoso y las salpicaduras de baba verde y sangre que visten todos los personajes no disimulan su origen acrílico. Su sentido del humor aporta momentos divertidos, pero en conjunto la cinta es cien por cien deficiente.

sábado, 10 de noviembre de 2012

50 ANIVERSARIO DE JAMES BOND 007. PROGRAMAS DE PANTALLA SONORA EMITIDOS EN RADIÓPOLIS - NOVIEMBRE 2012

6-11-2012 Con motivo del 50 aniversario de la primera aparición del agente secreto James Bond en la gran pantalla, en 1962 con Dr. No, y del estreno de Skyfall, su última aventura, este mes de noviembre lo vamos a dedicar a repasar la música de sus películas. En esta primera entrega escuchamos temas y curiosidades de la música de Monty Norman para esa primera película, así como de la de John Barry para los títulos siguientes, de Desde Rusia con amor a Al servicio secreto de su majestad.


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11-11-2012 En este segundo programa dedicado al más famoso agente especial del cine, escuchamos temas y curiosidades de Diamantes para la eternidad, Vive y deja morir, El hombre de la pistola de oro, La espía que me amó, Moonraker y Solo para sus ojos, con la música de John Barry, George Martin, Marvin Hamlisch y Bill Conti, y las voces de David McAlmont, Brenda Arnau, Alice Cooper, Shirley Bassey y Sheena Easton.


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18-11-2012 Continuamos nuestro repaso por las películas del agente 007 a través de su música, escuchando en esta ocasión temas compuestos por John Barry para Octopussy, Panorama para matar y Alta tensión, así como de Michael Kamen para Licencia para matar, y de Eric Serra para Goldeneye. Además incluimos también Nunca digas nunca jamás, un título no oficial de la saga con banda sonora de Michel Legrand.


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25-11-2012 Alguien debió pensar que porque Alfombra Roja se despidió unos días antes de las ondas de Radiópolis, este último programa de Pantalla Sonora, ya grabado, y último dedicado a James Bond, tampoco debía emitirse. De forma que aunque no llegara  a las ondas de la radio, ofrecemos aquí el final de nuestro particular repaso a las películas del agente 007 a través de su música, la que compuso David Arnold para El mañana nunca muere, El mundo nunca es suficiente, Muere otro día, Casino Royale y Quantum of Solace, y la de Adele y Thomas Newman para Skyfall.


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PÉREZ FLORISTÁN ENTUSIASMÓ EN EL CUARTO CONCIERTO DE ABONO DE LA ROSS

4º concierto de abono de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Juan Pérez Floristán, piano. Christian Arming, director. Programa: Cantos de Pleamar, de Antón Gª Abril; Concierto para piano y orquesta de Poulenc. Sinfonía nº 5 en Mi menor Op. 64.
Teatro de la Maestranza, viernes 9 de noviembre de 2012

La Sinfónica perdió la ocasión de coordinar su último concierto de abono con el Festival de Cine Europeo celebrado paralelamente, y sin embargo cuánto nos transportó el programa seleccionado al mundo del cine. Primero por el compositor elegido para abrirlo, Antón García Abril, una de las columnas vertebrales de nuestra música fílmica, con bandas sonoras tan significativas como Los pájaros de Baden Baden, La noche de Walpurgis o El crimen de Cuenca, o de series como Curro Jiménez, Fortunata y Jacinta o Anillos de oro, además de sintonías tan famosas como la de El hombre y la tierra. Su pieza, Cantos de pleamar, sonó a ilustración de varias secuencias de una película, con sus momentos de intriga y misterio, sus muchos de romanticismo, y un toque debussiano durante toda su generosa duración, que funciona como un bálsamo en el que la cuerda despliega toda su expresividad. La dirección del austriaco Christian Arming combinó a la perfección ritmos y contrastes, logrando de la obra una sonoridad sedosa, hipnótica y seductora.

El Concierto para piano de Poulenc, de calidad evidentemente inferior a su Concierto para dos pianos, no da muchas oportunidades de lucimiento al solista, pero hay que reconocer que su vistoso primer movimiento parece estar sentando la base sobre la que años después se fundaría un inconfundible estilo afrancesado de componer partituras para el cine, con autores como Michel Legrand y Francis Lai a la cabeza. Fue una lectura brillante, impecable de la pieza, con la que la ROSS desplegó todo su consabido esplendor. Hemos seguido de cerca la carrera de Pérez Floristán, desde aquel ya lejano concierto en la Sala Manuel García dentro del ciclo Jóvenes Intérpretes hasta esta ocasión, en la que a pesar de lo apuntado al principio, su sensibilidad, capacidad para acometer con ímpetu los pasajes más temperamentales, y su impoluta técnica, afloraron sin problema en este divertimento. Pero fue en las propinas, especialmente con la trascripción de Liszt de La muerte de Isolda de Wagner, un caballo de batalla para el joven pianista, con lo que brilló su estilo emocionado, entregado y sensible, con un excelente control de dinámicas y una enorme capacidad para comunicar toda la desesperación y melancolía inherente a la partitura.

Arming realizó una lectura musculosa de la 5ª Sinfonía de Tchaikovsky, prestando más atención a sus aspectos estéticos que a los puramente expresivos, con los que esta reflexión sobre la fatalidad del destino quedó algo deslucida. Su precioso y brahmsiano segundo movimiento no encontró en la trompa solista la emoción necesaria, mientras en general resurgió el fantasma de unos metales y maderas algo deficientes. El equilibrio para que la empresa finalmente no llegara al fracaso vino de la tersura de la cuerda y del entusiasmo de la batuta.