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| Ivo Pogorelich |
Lo que se prometía como un monográfico de Rachmaninov, con sus Concierto y Sinfonía número 2, acabó tras la irrupción del Festival Plácido Domingo, que eligió este concierto de abono para poner fin a su ciclo, en un mano a mano entre Chopin y el compositor ruso.
Y es curioso, porque el artífice de dicho cambio, Ivo Pogorelich, necesitó incluso partitura para acometer el concierto del autor polaco, lo que no impidió que ofreciera una versión brillante. El genial pianista se recreó, se ensimismó con cada nota, alargándola o comprimiéndola según su gusto sin en ningún caso malograr ni la gramática ni la literatura de la pieza. La suya fue una recreación fecunda en belleza formal y ágil en virtuosismo, en un estilo inconfundiblemente rapsódico y con la orquesta arropándole en todo momento con respeto y sin afán de protagonismo.
Halffter ha demostrado ya en varias ocasiones, hasta en una grabación de 2006 en Santander, su destreza y capacidad poética a la hora de abordar la Sinfonía nº 2 de Rachmaninov, prodigio sentimental y melódico donde los haya, inflado de personalidad propia y no de la de Tchaikovski como despectivamente se le suele achacar. Pero en esta ocasión fue aún más allá, acentuando el dramatismo, la tragedia del primer movimiento, el aire marcial del segundo, el lirismo melancólico del tercero y la fecunda jovialidad del último, con las prestaciones extraordinarias de una orquesta que merece viajar y grabar más, por si algún día tenemos lamentablemente que recordar lo grande que fue en una ocasión y lo poco que de ella se preocuparon quienes tenían que hacerlo.
Artículo publicado en El Correo de Andalucía el 3 de noviembre de 2012
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