viernes, 26 de abril de 2024

THE PALACE El baile del efecto dos mil

Italia-Suiza-Francia-Polonia 2023 100 min.
Dirección
Roman Polanski Guion Roman Polanski, Jerzy Skolimoski y Eva Piaskowska Fotografía Pawel Edelman Música Alexandre Desplat Intérpretes Oliver Masucci, Fanny Ardant, John Cleese, Joaquim de Almeida, Mickey Rourke, Milan Peschel, Luca Barbareschi, Browyn James, Fortunato Cerlino, Luisiana Kornuta Steffen, Danny Exnar, Irina Kastrindis, Ilia Volok, Felix Mayr, Sydne Rome Estreno en el Festival de Venecia 2 septiembre 2023; en Italia 28 septiembre 2023; en España 26 abril 2024

En su última película, Polanski se ríe de todo y de todos y todas, por eso sorprende tanto que haya calado tan mal en la crítica, que la ha vapuleado hasta la náusea. Hacía tiempo que el director de El oficial y el espía no realizaba una comedia, género que sólo ha cultivado en dos ocasiones anteriores, El baile de los vampiros y ¿Qué?, esta última por cierto protagonizada por Sydne Rome, que aquí tiene una pequeña intervención. Hay una tercera ocasión, pero combinada con aventuras, en Piratas. Entroncando más con el espíritu de la primera de las citadas, The Palace narra una fiesta de fin de año por todo lo alto en un hotel de lujo extremo, con la particularidad que recibe el año 2000 y su profético efecto convulso. Y cierto es que si los tan temidos efectos esperados no se produjeron, cabe a un cuarto de siglo del acontecimiento convenir que el siglo XXI ha venido cargado de desgracias y desatinos. Muchos de ellos se apuntan en esta delirante y a ratos divertidamente grotesca película.

La riqueza de los rusos, el advenimiento de Putin como sustituto nefasto de Yeltsin, la revolución de la cirugía estética y sus aterradoras consecuencias, los delirantes caprichos de los más ricos, la corrupción, el extremismo islámico, la afición por el porno y otras lindezas con las que hemos tenido que convivir en estas últimas décadas, se dan cita en una película que en realidad no quiere más que jactarse de todo, divertirse y entretener y ofrecer un desfile de freaks tan espeluznante como hilarante, y para eso están actores híper retocados como Mickey Rourke o personajes tan sorprendentes como el que interpreta John Cleese. La vena cómica de un Polanski que recupera el espíritu de El baile de los vampiros convenientemente actualizado, converge aquí con la fauna apuntada en El triángulo de la tristeza, mucho más grotesca y con bastante peor gusto y sin embargo catapultada al éxito por los mismos que defenestran ésta por idénticos motivos.

Con un guion co-escrito por Jerzy Skolimowski, el reputado director de cintas como la reciente EO, sesenta años después de firmar juntos en el guion de la primera película de Polanski, El cuchillo en el agua, cabe apreciar también en la cinta la estética heredada de Wes Anderson, con más propósito sin duda que casualidad. Pero sobre todo cabe divertirse y reír a gusto con los continuos toques de slapstick que rezuma el espectáculo, y una fiesta digna de Blake Edwards en la que suenan versiones excelentes de éxitos del momento a cargo de los grupos y solistas que amenizan los imperdonables comportamientos de una fauna harta de auténtico caviar ruso y envejecido champán francés.

RABOS: EL MUSICAL Una pamplina grosera y absurda

Título original: Dicks: The Musical
USA 2023 86 min.
Dirección
Larry Charles Guion Aaron Jackson y Josh Sharp, según su musical “Fucking Identical Twins” Fotografía Michelle Lawler Música Marius DeVries Canciones Aaron Jackson, Josh Sharp y Karl Saint Lucy Intérpretes Aaron Jackson, Josh Sharp, Nathan Lane, Megan Mullally, Megan Thee Stallion, Bowen Yang Estreno en el Festival de Toronto 7 septiembre 2023; en Estados Unidos 20 octubre 2023; en España 26 abril 2024


Después de echarle tantos laureles a la productora A24, no nos queda más remedio que mostrar nuestra enorme decepción ante su debut en un género tan querido por nosotros como es el musical. Esta absurda e infame película se basa en un espectáculo off Broadway estrenado en 2015 con Aaron Jackson y Josh Sharp como responsables absolutos, en el que partiendo de la trama familiar por antonomasia que ofrecía Disney en Tú a Boston y yo a California, se planteaba la disparatada odisea de dos hermanos supuestamente idénticos por conciliar a sus padre y madre divorciados, con obstáculos tan graves como que él era gay y ella tenía una vulva portátil y voladora.

Se erige como insolente y obsceno musical de celebración queer con mucho color y apuesta por el amor sin fronteras ni diferencias, del homosexual al incestuoso pasando por el más friqui hacia unos pequeños monstruos. Ya es indicativo de lo que vamos a encontrar en la cinta su propio título, si bien genitales y pechos es lo único que se ahorra, dado el habitual puritanismo norteamericano ante el cuerpo humano.

Pero aún lo es más que de la empresa se haya encargado el director de Borat, Bruno y El dictador, aunque también de un documental sobre Larry David, cómico archifamoso en Estados Unidos por crear Seinfeld y Curb Your Enthisasm, además de protagonizar Si la cosa funciona de Woody Allen. El resultado es una pamplina premeditadamente grosera con apenas un par de canciones dignas y unas aseadas coreografías, todo ello teñido de un mal gusto exagerado a propósito, lo que podría no impedir que en un futuro no lejano acabe convirtiéndose en una película de culto.

lunes, 22 de abril de 2024

LA QUIMERA El descanso eterno

Título original: La chimera
Italia-Francia-Suiza 2023 130 min.
Dirección
Alice Rohrwacher Guion Alice Rohrwacher, Carmela Corvino y Marco Pettenello Fotografía Hélène Lovart Intérpretes Josh O’Connor, Carol Duarte, Vincenzo Nemolato, Isabella Rossellini, Alba Rohrwacher, Lou Roy-Lecollinet, Giuliano Mantovani, Gian Piero Capretto, Melchiorre Pala, Ramona Fiorini Estreno en el Festival de Cannes 26 mayo 2023; en Italia 23 noviembre 2023; en España 19 abril 2024


En su línea habitual y con un sello ya inconfundible, la realizadora italiana Alice Rohrwacher vuelve a combinar realidad y sueño en una tan estimulante como entretenida fábula sobre esa conexión entre los vivos y los muertos que parece dar sentido a nuestra existencia. La quimera del título consiste en reencontrar el amor fenecido y lograr mediante el expolio de tumbas milenarias una riqueza que permita retirarse y disfrutar de una vida sin complicaciones. Todo ello en un entorno muy familiar a la personal directora, entre gente marginada y bohemia que sobrevive en espacios efímeros e inmuebles ocupados, creando así cierta reflexión sobre el concepto de bien común y bien patrimonial.

La cinta se bifurca de hecho entre los conceptos de usurpación y patrimonio, tráfico ilegal de obras de arte y profanación del sueño de los muertos, ocupación de bienes inmuebles abandonados y falta de un mínimo para subsistir, conservación de un patrimonio y rapiña del mismo por la familia… en lo que se revela como una suerte de análisis del capitalismo a ultranza y utilización del bien común como forma de paliar las consecuencias de una grave crisis económica y humanitaria. Pero nada de esto sufre un tratamiento panfletario, sino más bien de carácter poético, dirigido a convertir en cuento una realidad preocupante en la que las personas humildes buscan un espacio en un mundo deshumanizado. El rico muestrario de personajes que van de los ladrones de tumbas al vagabundo enamorado, pasando por la señora decadente pero generosa y la joven idealista, cruzan sus vidas e ideas para conformar un paisaje tan evocador como entrañable en el que las palabras fluyen de forma tan ingeniosa como divertida.

Habitual del Festival de Sevilla, la cada vez más interesante directora de El país de las maravillas y Lázaro feliz, logra su película más amable y distendida, donde la conexión entre la vida y la muerte se hace más poética y patente. Su trabajo le ha proporcionado la Espiga de Plata en Valladolid y el galardón al mejor diseño de producción en los Premios Europeos del Cine, tras su presentación en el Festival de Cannes del año pasado.

domingo, 21 de abril de 2024

CIVIL WAR La guerra en casa

Reino Unido-USA 2024 109 min.
Guion y dirección
Alex Garland Fotografía Rob Hardy Música Ben Salisbury y Geoff Barrow Intérpretes Kristen Dunst, Wagner Moura, Cailee Spaeny, Stephen McKinley Henderson, Jesse Plemons, Nick Offerman, Nelson Lee, Jefferson White Estreno en Estados Unidos 12 abril 2024; en España 19 abril 2024

Sólo una semana después de Sangre en los labios asistimos al estreno de una nueva e interesante producción de A24, esta vez centrada en los estragos de una guerra similar a aquellas de las que estamos siendo testigos en esta década, pero con la particularidad de desarrollarse en Estados Unidos. El país que más guerras provoca y en las que más se involucra, generalmente para dar salida a su primera industria y la que más le asegura su predominio en la economía y el control del mundo, la armamentística, se ve inmerso en esta fantasía bastante creíble en un conflicto en primera persona y en su propio territorio. Las causas y las consecuencias apenas importan a su director y creador, Alex Garland (Ex Machina, Men), que se limita a generar una serie de peripecias a cual más inquietante e incómoda, las que encuentran a su paso un grupo de periodistas y fotógrafas en camino a la Casa Blanca antes de que lleguen allí las fuerzas subversivas y beligerantes provenientes del oeste americano.

Está claro que Garland basa su idea en el asalto al Capitolio de hace unos años, que ni siquiera parece rendirle cuentas a su principal provocador, el que sin duda será de nuevo próximo presidente del controvertido país. Pero es aún más cierto que el realizador basa sus temores y su resolución estética en los informativos que a diario invaden nuestra vida doméstica, con escenas irrespirables e inexplicables en Gaza y Ucrania, con miles de civiles inocentes muriendo a diario. Por este motivo esta no es una película de destrucción masiva al estilo de Marvel y similares, sino una inasumible recreación de lo que la realidad trae hasta nuestros hogares a diario, mientras intentamos permanecer al margen y hacemos como si nada ocurriese, aunque en realidad estemos acelerando nuestras necesidades y anhelos por si no hay un mañana. Todo esto da a la película una entidad propia y una importancia relevante, mientras en cuestión de narrativa asistimos a una concatenación de episodios que ponen nuestra capacidad de resistencia al límite, por lo que si notamos que al salir del cine tenemos la cara enrojecida, probablemente sea de lo mucho que nos la hemos pellizcado.

Al buen resultado de la función contribuye el impecable trabajo de su cuarteto protagonista, con una Kirsten Dunst de expresión permanentemente agria y consecuentemente triste, el sufrimiento de sus compañeros, el brasileño Wagner Moura y el veterano Stephen Henderson, así como la avidez teñida de intrepidez y terror manifiesto de Cailee “Priscilla” Spaeny. La precisa puesta en escena, sus calculados efectos visuales concebidos para dar realismo más que espectacularidad a la empresa, y un buen puñado de canciones marca del espíritu de un pueblo que ve cómo sus peores pesadillas se hacen realidad, completan el buen acabado de esta implacable cinta.

jueves, 18 de abril de 2024

MANCINI CUMPLE CIEN AÑOS


El pasado martes 16 de abril cumplió cien años Henry Mancini, y el próximo 14 de junio  hará treinta que nos dejó. Por lo mucho que ha representado para nosotros, que hemos seguido su carrera con devoción y escuchado su música con deleite, no podíamos dejar la oportunidad de dedicarle unas palabras de sentido homenaje y sincero agradecimiento. Ya entonces, cuando falleció, le dedicamos cuatro programas en Radio Aljarafe, donde por aquel entonces realizaba un programa de cine con su gemelo sobre bandas sonoras. Repasamos toda su carrera cinematográfica con el material con el que por entonces contábamos, fundamentalmente el catálogo de RCA Victor con el que grabó muchas de sus bandas sonoras convenientemente arregladas para disfrute doméstico en discos de vinilo que apenas superaban los treinta minutos de duración. Empezaban también a proliferar por aquella época recopilatorios de su música grabadas por él mismo al frente de la Mancini Pops o la Royal Philharmonic, además de un impresindible disco en el que Erich Kunzel se contenía un poco para ofrecer lo mejor del compositor con toda la elegancia que su música requiere, dirigiendo la Cincinnati Pops y los coros del propio Mancini. Precisamente sus coros han sido marca de la casa, y aunque ese estilo armónico y contrapuntístico de entonar las canciones no lo inventó él, ya sonaban así por ejemplo en La colina del adiós de Fain y Webster o en El Álamo de Tiomkin y Webster, no cabe duda de que él les imprimió un estilo muy particular y perfectamente reconocible para cualquier aficionado o aficionada.


Desde aquel ya lejano 1994 son muchas las bandas sonoras de Henry Mancini que han conocido una edición más completa y fiel al original, de forma que las clásicas grabaciones de Desayuno con diamantes, Charada, Hatari o Dos en la carretera conviven hoy con sus ediciones extraídas directamente de las bandas de sonido de las películas, con mayor duración y los temas principales sometidos a un sinfín de variaciones. En este tiempo incluso se han editado bandas sonoras que permanecían inéditas, con sólo sus temas principales grabados por el propio Mancini y su orquesta. Es el caso de la imprescindible Días de vino y rosas o de Momento a momento, un mediocre thriller romántico de Mervyn LeRoy protagonizado por Jean Seberg del que sólo contábamos con su tema principal a piano y orquesta, y con coros sólo en la versión de Kunzel.

Otras bandas sonoras míticas de su catálogo permanecen inéditas, como Querido corazón o Su juego favorito, teniéndonos que conformar con sus temas principales regrabados para los recopilatorios que Mancini editaba frecuentemente alternando temas propios con otros de colegas de profesión como Francis Lai, Michel Legrand o Nino Rota. Pero el caso más flagrante es el de la canción Life in a Looking Glass, que casi cuarenta años después de ser nominada al Oscar por la película semiautobiográfica de Blake Edwards Así es la vida, la versión original cantada por Tony Bennett sigue inédita. El estilo Mancini, con esa proverbial forma de trabajar el contrapunto y la armonía, perceptible en la melodía acompasada con un toque melódico y tonal alternativo para potenciar la elegancia de la partitura, caló también en otros compositores como Neal Hefti, Quincy Jones e incluso un incipiente Johnny Williams, que había trabajado con Mancini en sus primeras grabaciones, antes de encontrar su propia voz inspirándose en el sinfonismo del Hollywood clásico.

Como tantos otros compositores, el estilo de Mancini fue resultado de su bagaje cultural y profesional. La escuela de composición ligera norteamericana, con Gershwin, Porter, Berlin, Kern y Rodgers a la cabeza, influyó considerablemente en el suyo propio, así como su trabajo junto a Glenn Miller y su orquesta, lo que le propició arreglar varios de sus temas para el biopic que protagonizó James Stewart en 1954, Música y lágrimas. Su trabajo para películas de terror y fantasía de bajo presupuesto que tanto proliferaron en el cine de los cincuenta inspirado por la amenaza nuclear, le permitió cultivar ese estilo sinfónico que también dominó pero que pronto abandonaría para adaptarse el lenguaje televisivo. Aquellos trabajos sinfónicos, a la sombra de los maestros resposables de los estudios Herman Stein y Hans J. Salter, en películas como La mujer y el monstruo o Tarántula, fueron recuperados en un disco titulado Mancini in Surround, mientras su estilo sirvió al autor para enfrentarse ya en los ochenta a trabajos tan exóticos como Lifeforce o Santa Claus.


Huelga decir lo mucho que representó para su carrera y reconocimiento conocer a Blake Edwards y entablar a raíz de esta colaboración una amistad inmarchitable con Julie Andrews. Ella y Audrey Hepburn definieron a la perfección su música y estilo, especialmente la protagonista de Mary Poppins, para quien compuso sus dos únicos musicales, Darling Lili y ¿Víctor o Victoria?. El fracaso del primero contrasta doce años después con el éxito del segundo, que propició incluso su único salto a la escena de Broadway. Por cierto, nuestra ciudad, que nunca logró que el compositor se asomara a ella aunque fuese a propósito de los añorados Encuentros de Música de Cine, inspiró The Shady Dame from Seville, que entonaba primero Julie Andrews y más tarde, en clave cómica, Robert Preston. Pero no fue la única ocasión en que el músico citó la ciudad, que un año después compondría unas sevillanas mal entendidas para La maldición de la pantera rosa.

Dicen que Blake Edwards se interesó por Mancini a raíz de la impresión que le causó su música para Sed de mal de Orson Welles, uno de los ejemplos más evidentes de la influencia del jazz en el cine, aunque la suya siempre fue en un tono tímido, ligero o quizás mestizo en consonancia con Un tranvía llamado deseo de Alex North o El hombre del brazo de oro de Elmer Bernstein, en lugar del más puro ejercido por Duke Ellington en Anatomía de un asesinato o Miles Davis en Ascensor para el cadalso. Mancini reinventó a su manera el foxtrot y la bossa nova en los sesenta y el soul en los setenta, con puntuales incursiones en el country. Lo cierto es que Edwards contó con él para sus series de televisión Peter Gunn y Mister Lucky, a las que siguió el largometraje de ambiente estudiantil protagonizado por Bing Crosby High Time. Pero los productores todavía no confiaban en el joven Mancini y encargaron la canción principal, The Second Time Around,  a Sammy Cahn y James Van Heusen, autores de las exitosas Love Is the Tender Trap, All the Way o High Hopes, a la mayor gloria de Frank Sinatra.

Mancini tendría que esperar a 1961 para encargarse de la partitura completa, canción incluida, de Soltero en el paraíso de Jack Arnold, y sobre todo Desayuno con diamantes, que le reportó dos Oscars a la mejor banda sonora y mejor canción por la icónica Moon River. Edwards sólo prescindiría de Mancini en cuatro ocasiones, Dos hombres contra el oeste, con música de Jerry Goldsmith, Diagnóstico asesinato de Roy Budd, La semilla del tamarindo de John Barry y Micki y Maude de Lee Holdridge con canción de Michel Legrand. El resto cuenta con puntales fundamentales, además de las ya mencionadas, como la saga de La pantera rosa, La carrera del siglo y El guateque. Sus colaboraciones con Howard Hawks, especialmente Hatari, para la que compuso el popular Baby Elephant Walk, Stanley Donen, precisamente centenario dos días antes que Mancini, con Arabesco intentando emular el éxito de Charada, y Vittorio de Sica contribuyendo en gran medida a hacernos llorar con la trágica historia de amor protagonizada por Sofia Loren y Marcello Mastroianni en Los girasoles, son otros de los trabajos memorables del compositor.


Nunca abandonó la televisión, para la que en los setenta ilustró las aventuras de Sam Cade, El caballero de azul, los detectives agrupados bajo el título de Misterio o el pequeño relato Traficantes de dinero. Y en los ochenta volvió a triunfar con la banda sonora de El pájaro espino y los glamurosos temas principales de Hotel y Remington Steele. Pero volvemos a 1979 para terminar con una secuencia inimitable, la de Dudley Moore conduciendo su Mercedes descapotable al son de He Pleases Me en la voz de Julie Andrews por las soleadas y costeras carreteras de Los Angeles, admirando la juventud circundante antes de reparar en la deslumbrante belleza de Bo Derek acudiendo en un Rolls Royce a la iglesia bajo el velo de novia, mientras el tema acentúa su potencia con un elocuente crescendo. Se trata por supuesto de 10, la mujer perfecta, trabajo que ejemplifica a la perfección el universo de Blake Edwards y su particular visión del sexo y la madurez, donde el Bolero de Ravel no conseguía eclipsar la magnífica banda sonora de Mancini, incluyendo otros dos temas estelares, It's Easy to Say y Don't Call It Love, el primero, como la banda sonora, nominado al Oscar. Un film excelente no suficientemente reconocido que ejemplifica a la perfección el mundo elegante y sofisticado al que Mancini puso música de la forma más extraordinaria y placentera posible.

miércoles, 17 de abril de 2024

SANGRE EN LOS LABIOS Excelente manifiesto anti heteropatriarcado

Título original: Love Lies Bleeding
Reino Unido-USA 2024 104 min.
Dirección
Rose Glass Guion Rose Glass y Weronika Tofilska Fotografía Ben Fordesman Música Clint Mansell Intérpretes Kristen Stewart, Katy O’Brien, Ed Harris, Dave Franco, Jena Malone, Anna Baryshnikov Estreno en el Festival de Sundance 20 enero 2024; en Estados Unidos 8 marzo 2024; en España 12 abril 2024

Hubo un tiempo, alrededor de los 60 y los 70 del siglo pasado, en que había una impresión generalizada de que hablar de una película de United Artists, la famosa productora que fundaron artistas como Charles Chaplin y Mary Pickford en los veinte, era sinónimo de calidad. Lamentablemente aquella productora hace mucho que desapareció. Hoy ocurre algo parecido con A24, que desde su apoyo a los muy personales trabajos de Ari Aster se ha labrado un halo de excelencia que poco a poco corroboran si no todos los proyectos en los que participa, sí un porcentaje muy significativo. Algo así sucede con este inquietante e intenso thriller romántico, segundo largometraje de la joven realizadora británica Rose Glass, curtida en el largometraje con personajes muy obsesivos y relaciones harto tóxicas, y bautizada en el largometraje con un trabajo que ya forma parte de ese cine de culto tan celebrado por algunos sectores del público y la crítica, Saint Maud.

Una estupenda y entregadísima Kristen Stewart protagoniza junto a la vigoréxica Katy O’Brien una trágica historia de amor y redención en la que la segunda representa la adicción y sus terroríficos resultados, mientras la primera es esa persona cuyo sentido de la responsabilidad y justicia le llevarán por caminos también muy marcados por el destino y la tragedia. Junto a ellas Ed Harris renace como villano de aspecto diabólico cuyo particular ejercicio de la paternidad marca todo el mensaje de una cinta que no oculta su vocación de análisis de una situación que igual se daba en esos finales de los ochenta en los que se ambienta la cinta que ahora, el heteropatriarcado y sus nefastas consecuencias para una mujer que si no toma las riendas y actúa según su instinto, acaba sucumbiendo a un sistema que la anula casi por completo.

Rodada en los alrededores de Alburquerque, no en vano una de las ciudades más violentas de los Estados Unidos, aquí la sangre, la muerte y la mutilación se justifican y dan sentido a una historia donde el placer de matar, el tráfico de armas, y el maltrato de género pertenecen al hombre, mientras la violencia generada por la mujer responde a un sentido de la supervivencia y la justicia que la hace más reconocible y de alguna manera justificada. Glass conoce el oficio de la narración y la gramática visual, mientras el guion manifiesta una precisión extraordinaria y sus personajes una solidez rotunda, a lo que la fotografía de Fordesman y la música de Mansell se ajustan como un guante, provocando que nos encontremos ante uno de los thrillers más absorbentes de la temporada.

lunes, 15 de abril de 2024

MONKEY MAN Con traje y a mamporros

USA 2024 120 min.
Dirección
Dev Patel Guion Dev Patel, Paul Angunawela y John Collee Fotografía Sharone Meir Música Jed Kurzel Intérpretes Dev Patel, Pitobash, Sharlto Copley, Vipin Sharma, Sikander Kher, Sobhita Dhuliwala, Ashwini Khalsekar, Adithi Kalkunte, Makrand Deshpande, Brahim Achabbakhe Estreno en Estados Unidos 5 abril 2024; en España 12 abril 2024

Con una fructífera filmografía como actor a sus espaldas, que incluye éxitos como Slumdog Millionaire, El exótico Hotel Marigold y Lion, Dev Patel salta a la dirección con esta violentísima película aplaudida por la nueva generación de críticos que parece poco o nada tenga que ver con quienes hemos sobrepasado la cincuentena y nos hemos educado con un tipo de cine más sensible y emocional. Y lo peor es que combina todo un arsenal de tremendas peleas cuerpo a cuerpo, tiroteos, explosiones y agresiones con arma blanca dirigidas a provocar grandes hemorragias, con un mensaje de denuncia y concordia que abarca la corrupción política, la especulación, la esclavitud sexual, la represión y la tremenda brecha económica entre los más poderosos y la gente más pobre y humilde en la que se pretende una moderna India. 

Pero lo cierto es que todo huele más a John Wick, como bien han apuntado algunos cronistas, personaje al que jamás hemos prestado el más mínimo aprecio, pero que vendido ahora como vengador de las clases sociales más oprimidas, no lo cuelan cuando en realidad se nos obliga a sufrir escenas destinadas a plasmar el más absoluto desprecio por la vida humana, con escenas de acción por supuesto magníficamente coreografiadas, aunque tan lejos de la realidad como lo pueda estar cualquier título sobre extraterrestres.

Entre sus lindezas y tópicos nos enfrentamos a una larga y difícil destrucción del villano por parte de quien apenas con un golpe es capaz de vencer a temibles contrincantes en el ring de la lucha libérrima, la recurrente lucha uno a uno con todo un ejército de mercenarios, y la impunidad de quien tras esconderse un tiempo resurge en el mundo de la lucha preparada sin que su libertad se resienta de ello. Menos mal que entre tanto despropósito, hay algún guiño simpático, como ese ejército de drag-queens luchadoras, todo ello siempre en inglés, que para eso se trata de una producción estadounidense y al fin y al cabo India fue durante mucho tiempo la más preciada colonia británica.

EL SALTO Lejos de la peste que dejamos

España 2024 90 min.
Dirección
Benito Zambrano Guion Flora González Villanueva Fotografía Álex de Pablo Música Pascal Gaigne Intérpretes Moussa Sylla, Edith Martínez Val, Nansi Nsue, Eric Nantchouang, Ali Useni, Vicenta N’Dongo, Vicky Peña, Mari Paz Sayago, Mariola Fuentes, Norberto Trujillo B. Estreno en el festival de Málaga 3 marzo 2024; en salas 12 abril 2024

Aunque sólo fuera por sus valores estrictamente cinematográficos, el sexto largometraje de ficción de Benito Zambrano ya merecería nuestro respeto. Está bien narrada, con un guion si se quiere didáctico pero muy preciso, con buenas interpretaciones de un elenco prácticamente novel y desconocido de quienes en su mayoría han sufrido las vicisitudes que se narran en la película, y trabajos extraordinarios de algunas de sus secundarias, especialmente Vicky Peña pero también Vicenta N’Dongo, y cuenta con una gramática fluida y bien orientada a provocar ese terror que hoy albergan estas historias y no las tan ingenuas que se empeñan en hacernos sufrir con demonios, fantasmas y antiguas maldiciones. Pero es en sus valores puramente humanitarios, en su denuncia de una situación insostenible y a todas luces injusta, donde parece escocer a quienes sistemáticamente se han entregado a vapulearla y estigmatizarla, que son mayoría.

Zambrano se lanza al espinoso tema de la inmigración ilegal proveniente de África, y muy concretamente al polémico salto criminal de la ignominiosa y vergonzante valla que separa Marruecos de Melilla, a través del drama de un sin papeles que es expulsado de España justo cuando está a punto de formar una familia y espera un hijo, lo que le obliga a probar el tan temido regreso con todas sus nefastas consecuencias. El director de Intemperie no cae en la tentación de poblar su película de personajes malvados y despiadados que potencien el sufrimiento de quienes buscan esa vida mejor que todas las personas merecemos. Más bien presta una especial atención a quienes ayudan, quienes dedican su vida a resolver los miles de problemas que acucian a estas personas que huyen del hambre, la guerra, la represión y todo aquello que germinó tras la semilla que dejó nuestro paso por sus tierras en favor de nuestro mayor provecho. Se trata de no mirar hacia otro lado, y todos los esfuerzos son pocos para lograrlo aunque sólo sea un poco.

Con su proverbial sensibilidad, el director sevillano nos pellizca el corazón con sus nobles personajes, también con sus atribulados letrados y letradas, médicos y religiosas que dedican todo su esfuerzo a paliar el sufrimiento de tanta gente inocente a quienes los informativos apenas dedican alguna atención sólo cuando la odisea acaba justamente en tragedia, ya sea a bordo de una patera o por las heridas infligidas por las terribles concertinas o los indiscriminados y crueles golpes de las fuerzas de seguridad. De nuestra seguridad, para mantenernos alejados de la peste que respiran los sufridos herederos de toda la basura que dejamos en las criminales colonias de antaño y que han posibilitado ese bienestar del que tanto presumimos y consideramos fruto de nuestro esfuerzo. Si sólo fuésemos capaces de compartirlo aún al precio de prescindir de parte del nuestro, la humanidad y la tan necesaria convivencia lo agradecería. Pero para eso son muchas las leyes que hay que cambiar, y alguien se empeña en convencernos de que no merece la pena hacerlo.

sábado, 13 de abril de 2024

DUELO Y MAGIA EN EL NOVENO DE LA ROSS

9º concierto de abono Ciclo Gran Sinfónico de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Marc Soustrot, dirección. Programa: Kindertotenlieder, de Mahler; Sinfonía nº 4 en Mi bemol mayor WAB 104 “Romántica”, de Bruckner. Teatro de la Maestranza, viernes 12 de abril de 2024


No podemos considerar que emparejar en un mismo programa a Mahler y Bruckner sea el colmo de la originalidad, pero es cierto que hay más de un punto de conexión entre ambos genios. El noveno programa de abono del ciclo Gran Sinfónico de la ROSS estuvo dedicado al segundo de estos compositores, cuando se cumplen doscientos años de su nacimiento, efemérides que en otras plazas se celebra de manera más generosa, pero que al menos no ha pasado desapercibida en la nuestra. Celebrarlo con la Cuarta se revela harto oportuno, tratándose de su pieza más popular, por encima incluso de la también recurrente Séptima
Cada genio suele ser un eslabón en la cadena del arte, consecuencia de otro anterior y precedente del que le sigue. En el caso de Bruckner, podríamos considerar a Wagner y Mahler esos dos extremos entre los que se sitúa su magnífica y opulenta música, majestuosa pero a la vez sensible y tan sincera. Maridar la Romántica con las tristísimas canciones que Mahler compuso a partir de los poemas que Rückert dedicó a los niños muertos, sirvió como perfecto contraste entre el dolor y la exaltación de la naturaleza y la vida, y Soustrot supo muy bien destacar estos aspectos antagónicos en una muy cuidada dirección de ambas partituras, contando para ello con una plantilla que sigue exhibiendo su mejor faceta en esta jubilosa temporada.

La soprano anglo germana Sarah Wegener acertó en proyección y sobre todo en expresividad, pero su voz aguda bien timbrada se quedó corta; le faltó peso y ese grosor que una voz de registro más grave es capaz de aportar a unas canciones tan desesperadas. Exhibió además una voz tremolante en algunos pasajes, pero se esmeró en dotar de una fuerte expresividad, siempre en tono muy apesadumbrado, a estas canciones con las que algunos no pudimos evitar pensar en la incomprensible e inasumible violencia vicaria que estamos sufriendo durante este todavía incipiente 2024. Niños enfermos y desaparecidos que en las letras del poeta alemán parecían vislumbrar aquellos otros asesinados por sus propios padres, y que dotaron la experiencia de un dolor extremo, acentuado por el muy delicado acompañamiento de Soustrot al mando de una orquesta nítida, de sonido aterciopelado y cierta tendencia a la contención sólo interrumpida por puntuales subidas de tensión. Wegener estuvo en todo momento muy concentrada, aunque sin llegar a provocar esa catarsis emocional que demandan los momentos más trágicos. Acusó además cierta dificultad en los cambios de registro, al carecer del color adecuado en los pasajes más graves. Aplaudimos que se proyectaran los textos para su conveniente seguimiento.

Una catedral con cimientos sólidos

Hubo magia desde el inicio en la versión que nos brindó Soustrot de la Sinfonía nº 4 de Bruckner, siempre desde la elegancia que caracteriza su forma de dirigir y de la claridad que supo imprimir a una orquesta de nuevo en modo solemne y espectacular. Tras la extenuante Novena de Mahler de la semana pasada, atreverse ahora con otra sinfonía mastodóntica y salir tan airosos, merece todos los elogios a una orquesta que sigue siendo motivo de orgullo para todos y todas las melómanas sevillanas. La magia brotó ya con el movimiento inicial y sus calladas y relucientes cuerdas abriéndose camino antes de resultar más distendida y afable que exactamente fúnebre en el andante, y desde luego que deslumbrar con unos metales resplandecientes en el popular scherzo, hasta llegar al imponente crescendo final sin síntomas de agotamiento, ni siquiera tratándose de la segunda entrega de tan comprometedor programa.


Soustrot logró que la orquesta mirase al pasado más con devoción que con nostalgia, erigiendo esta monumental obra con cimientos muy sólidos y una muy acertada cohesión orgánica, todo ello bañado con esa luz mística tan apropiada para la empresa. Una vez más tuvo mucho que ver en el éxito la robustez de la cuerda grave, con pasajes en los violonchelos y las violas absolutamente deslumbrantes y evocadores, y especial mención para unas trompas exultantes dentro de un trabajo técnicamente impoluto de los metales. Se nota que hay mucha conexión y compenetración con el maestro francés.

Fotos: Guillermo Mendo
Artículo publicado en El Correo de Andalucía

viernes, 12 de abril de 2024

MARTYNA PASTUSZKA Y UN PUÑADO DE JÓVENES INVITADOS DE LA BARROCA

Temporada 2023/2024 de la Orquesta Barroca de Sevilla. Martyna Pastuszka, violín y dirección. Programa: Suite nº 1 en Re mayor “Eusebia” y Sonatas nº 5 en Sol mayor y nº 4 en mi menor, de Muffat; Concerti Grossi Op. 6 nº 4 en Re mayor y nº 10 en Do mayor, de Corelli; Sonata Op. 5 nº 12 en re menor “La Follia”, de Corelli en arreglo de Concerto grosso de Geminiani. Espacio Turina, jueves 11 de abril de 2024


Ventura Rico sabe cómo celebrar cada ocasión y emocionar con su proverbial facilidad de palabra, aunque sus parlamentos alarguen de forma más o menos considerable la propuesta musical. Ayer explicó con lucidez la relación de cada concierto de esta temporada con un cuadro de Velázquez, aprovechando el cuarto centenario de la incorporación del pintor sevillano a la Corte de Felipe IV. Tras El aguador de Sevilla, que sirvió de ilustración para el concierto en el que la orquesta tuvo como invitada a la violinista Midori Seiler, llegó Dos jóvenes a la mesa, cuadro que comparte con el anterior exhibirse en el londinense Museo Wellington de Apsley House. En este bodegón de la primera etapa sevillana de Velázquez, dos jóvenes ebrios ocupan el extremo izquierdo de la escena, que el conjunto identifica con quienes disfrutaron en su día de las lecciones magistrales de quien a finales del siglo XVII era considerado el compositor más celebrado e influyente, Arcangelo Corelli. Se trata de George Muffat y Francesco Geminiani, aunque se duda de que este último fuera ciertamente alumno suyo, pero de lo que no cabe duda es que era uno de sus más fervientes admiradores.


Rico aprovechó también para destacar la presencia en los atriles de cinco jóvenes provenientes de la cantera de la Academia de la orquesta, uno de los imprescindibles proyectos de la Asociación de Amigos de la Barroca de Sevilla, todas y todos galardonados con alguno de los premios que otorga la institución anualmente. Una integración perfecta con los maestros y maestras de la formación, y el saludo de bienvenida emocionado y emotivo de su fundador, para quien resulta tan satisfactorio sembrar como disfrutar los resultados, marcaron uno de esos conciertos del conjunto sevillano que brillan por su excelencia y soberbia redondez. Tuvo mucho que ver en ello la mano firme y ágil de la directora invitada, la violinista polaca Martyna Pastuszka, nueva en la ya larga nómina de ilustres colaboradores y colaboradoras de la orquesta, y que lució un sonido brillante y un ritmo frenético, perfectamente contagiado al resto de sus colegas. No hubo en el programa ninguna pieza para su lucimiento exclusivo, pero su voz se dejó notar en muchos de los pasajes de las obras seleccionadas, inspirando al resto de convocados y logrando con ellos y ellas una simbiosis perfecta, aunque dándole réplica frecuentemente el violín de Ignacio Ramal, soberbio también en sus intervenciones.

Conviene redescubrir y revisar la música del excepcional Georg Muffat, alemán de origen escocés y formado en París, un bagaje que da a su música un carácter cosmopolita muy significativo y que se dejó notar especialmente en la Suite nº 1 del Floregium Primum que abrió el concierto. Tras una suntuosa obertura a la francesa en la que sin embargo se dejó notar algún desencuentro entre las voces graves y agudas que enturbió la exhibición, pronto resuelta en el air que le sigue, pero presente de nuevo en la sarabanda, después de la cual ya no hubo resquicio para el defecto o la irregularidad, el resto de la suite deambuló entre melancólicos paseos por la campiña y vertiginosas danzas de muy variado acento geográfico, resueltas con un sentido del equilibrio y del ritmo que se mantendría ya hasta el final del agotador concierto.


Los característicos pasajes fuertemente arpegiados, sus armonías suntuosas y polifonía clara y melodiosa, así como la atmósfera volátil que identifica la música de Corelli encontraron eco en una nutrida y disciplinada orquesta que brilló en los dos conciertos grossi del opus 6 elegidos para la ocasión. Pero fue la música elegante y exquisita de Muffat la que se benefició de los momentos más inspirados de la velada, con un excepcional y contenido diálogo entre el clave de Alejandro Casal y la cuerda en el adagio de la Sonata nº 5 de la colección Armonico Tributo, y la presencia elocuente y majestuosa del joven Guido García al órgano en la nº 4. El dilatado passacaglia final de la Sonata en Sol mayor y el arreglo como concerto grosso que Geminiani hizo de la famosa La Folia de Corelli, sirvieron con sus interminables variaciones para lucimiento de la invitada y el resto del elenco, que aprovechó para imprimir las páginas de una exuberante fantasía y generar ese contraste dinámico perfecto que merece la fascinación y admiración absolutas que nos inspira la Barroca de Sevilla en la mayoría de las ocasiones.

Fotos: Luis Ollero

jueves, 11 de abril de 2024

LA PRIMERA PROFECÍA Invento para reflotar un clásico

Título original: The First Omen
USA-Italia 2024 120 min.
Dirección
Arkasha Stevenson Guion Tim Smith, Arkasha Stevenson y Keith Thomas, según los personajes creados por David Seltzer Fotografía Aaron Morton Música Mark Korven Intérpretes Nell Tiger Free, Ralph Ineson, Sonia Braga, Tawfeek Barhom, María Caballero, Bill Nighy, Charles Dance, Nicole Sorace, Ishtar Currie-Wilson, Andrea Arcangeli Estreno en Estados Unidos, Italia y España 5 abril 2024

La joven directora Arkasha Stevenson, tras haber hecho algunos pinitos en la televisión, ha entrado en el cine por una puerta relativamente grande, encargándose de reflotar un clásico del cine de terror, La profecía, y sus secuelas en forma de trilogía. De la cuarta mejor olvidarse, rodada para la televisión en 1991, si bien su argumento entronca directamente con una de las variantes que podría seguir esta precuela o reboot del clásico que dirigió Richard Donner en 1976, antes de dirigir Supermán en 1978 y Los Goonies en 1985.

La nueva cinta está ambientada íntegramente en Italia en 1971, lo que da pie para coquetear con el giallo italiano seudoerótico en su primera mitad, con disparatada convivencia en piso de novicias y la valenciana María Caballero llevando a la protagonista norteamericana a una discoteca donde suenan temas todavía por componer en aquella época. Los homenajes a la primera entrega son continuos, sobre todo en las truculentas muertes a pie de iglesia o atropello por vehículo, pero el verdadero peso de la función reside en la ola de películas de terror con monjas de por medio que asola las pantallas, La monja como modelo y la próxima a estrenarse Immaculate como consecuencia.

El cóctel se completa con otro referente claro como es La semilla del diablo, pero el desarrollo se antoja tan esperpéntico y absurdo que apenas sirve el mimo depositado para que luzca merecedora de los títulos a los que Jerry Goldsmith prestó gran parte de su fuerza con sus imponentes partituras. Se agradece que para entroncar dignamente con la trilogía clásica, se haya prescindido de los habituales efectos visuales que adornan este tipo de producciones.

PÁJAROS Cicatrices en la carretera

España-Rumanía 2024 100 min.
Dirección
Pau Durá Guion Pau Durá y Ana M. Peiró Fotografía David Omedes Música Magalí Datzira Intérpretes Luis Zahera, Javier Gutiérrez, Teresa Saponangelo, Diana Cavallioti, Edgar Moreno, Sandra Pece, Alessandro Punturo, Logan Marquiz, Tina Silc, Cecilia Lewintal, Gabriel Jacovkis, Florin Kevorkian, Vlad Basarabescu Estreno en el Festival de Málaga 1 marzo 2024; en salas 5 abril 2024

Hace años que Pau Durá compagina la interpretación (Merlí, Un mundo normal) con la dirección (Formentera Lady, Toscana), con resultados irregulares en este segundo apartado, hasta ahora que ha conseguido un film estimable, rodado con cariño y atención al detalle. Cabe sin embargo observar cierta tendencia a la autoayuda y la contemplación en esta nueva variante de road movie y buddy movie con protagonistas masculinos y perdedores cuyos traumas y defectos se acentúan con la dificultad de uno de ellos, estupendamente interpretado por Luis Zahera, Biznaga de Plata en Málaga, para expresarse debido a una tartamudez congénita.

Los dos peculiares personajes, tan antagónicos al principio como previsiblemente colegas al final, viajan desde Valencia a Constanza, en el delta del Danubio en Rumanía, en calidad de observador de aves y su chófer, aunque rápidamente conoceremos otras motivaciones que nos llevan al terreno de la pérdida, el quebrantamiento de la moral y el sentimiento de la responsabilidad mal asumida.

Entre hermosos paisajes, ciudades emblemáticas y personajes pintorescos, especialmente parejas de policías eslovenos y rumanos y mujer italiana rompiendo con su pasado, demostrando el carácter práctico de ellas frente al melancólico e infantil de ellos, el film se deja ver con agrado, si bien denota cierta tendencia a la repetición que lastra su función de entretenimiento. La luminosa fotografía de Omedes y la afable partitura de Datzira contribuyen a esta atmósfera amable y distendida que respira la película, si bien su mayor peso reside en las interpretaciones de Javier Gutiérrez en modo canalla, y el galardonado Luis Zahera en un registro muy diferente al que nos tiene acostumbrados, demostrando su carácter todo terreno.

domingo, 7 de abril de 2024

EL SALARIO DEL MIEDO Armas y músculos dominan este descafeinado remake

Título original: Le salaire de la peur
Francia 2024 104 min.
Dirección
Julien Leclercq Guion Hamid Hlioua y Julien Leclercq, según el guion de Henri-Georges Clouzot y Jérôme Géromini basado en la novela de Georges Arnaud Fotografía Wim Vanswijgenhoven Música Eric Serra Intérpretes Franck Gastambide, Ana Girardot, Alban Lenoir, Sofiane Zermani, Bakary Diombera, Astrid Whettnall, Alka Matewa, Sarah Afchain, Ghita Berdai Estreno en Netflix 29 marzo 2024


En 1953 el director francés Henri-Georges Clouzot marcó un hito en el cine de acción y aventuras con El salario del miedo, donde la falta de los medios sofisticados con los que hoy cuenta el cine se suplió con una buena dosis de intriga y mucho suspense, a veces incluso irrespirable. Yves Montand encarnaba al duro mercenario arquetípico de la época, que tan buenos resultados había dado en el cine estadounidense con Humphrey Bogart y El tesoro de Sierra Madre como ejemplos más distinguidos. Casi un cuarto de siglo después William Friedkin, basándose en el mismo material literario, firmó su particular versión, cambiando los desérticos y ásperos paisajes de Méjico por las enrevesadas selvas amazónicas, y añadiendo un prólogo de generoso metraje en el que se explicaban los precedentes y motivaciones de los cuatro asalariados a los que se encomienda la imposible misión de transportar una buena carga de nitroglicenrina por caminos y carreteras nada recomendables. Roy Scheider cogía el relevo de Montand y le acompañaba como segundo protagonista Francisco Rabal. El director de French Connection y El exorcista lograba así con Carga maldita una estimable revisión del original francés, dejando incluso su huella particular y manejándose con éxito en secuencias de difícil digestión, como la del puente colgante.

Los tiempos cambian y hoy se impone la velocidad y el montaje frenético, por lo que las trampas que se acumulan en el difícil viaje son resultado de sumar a algunas de las más recordadas del clásico original otras proporcionadas por el nuevo paisaje, un país del norte de África acosado por la violencia y la corrupción, lo que provoca que sean las armas, casi ausentes en las dos películas precedentes, las que tomen protagonismo, restando totalmente cualquier resquicio de verosimilitud a la salvaguarda de tan delicado cargamento. El montaje rápido provoca que estas situaciones al límite planteadas con éxito en las otras películas que se tomaban su tiempo, aquí resulten meros episodios que no llegan a acumular la tensión requerida. Signo también de los tiempos, abundan los músculos y uno de los cuatro mercenarios se sustituye por una valerosa doctora. Las motivaciones económicas se sustituyen a su vez por otras de carácter humanitario y estrictamente familiar, por lo que aquello del salario deja de tener demasiada importancia. Y el pobre guion hace acopio de clichés y sobreabundancia de peleas y tiroteos que convierten a ésta con distancia en el más decepcionante remake imaginable.

Se estrena en internet y su consumo rápido se impone sin más interés. Al timón un aprendiz de Luc Besson que ha dirigido películas y series de acción así como uno de los últimos vehículos de lucimiento de Jean-Claude Van Damme, Lukas. El protagonista, una especie de Ving Diesel francés, resulta tan inexpresivo como el conjunto, entretenido pero absolutamente prescindible. Mejor sufran con el clásico original, y déjense deslumbrar con el glamour de su remake norteamericano. Quien sí se esfuerza en ofrecer algo con un poco más de brillo es el compositor Eric Serra, con una banda sonora enérgica y variada. La operación de innecesario rejuvenecimiento al que se somete la cinta de Clouzot deriva de la originalidad francesa a la globalización estadounidense, plegándose al cine de acción que nadie mejor que ellos saben hacer, dentro de las limitaciones a las que han sometido el género.

Estreno en salas de ANIMAL / HUMANO

Reseña de la película, estrenada en el 20º Festival de Cine Europeo de Sevilla. Estreno en salas 5 abril 2024

PEQUEÑAS CARTAS INDISCRETAS Buena conjugación de comedia e intriga

Título original: Wicked Little Letters
Reino Unido-Francia 2023 102 min.
Dirección
Thea Sharrock Guion Jonny Sweet Fotografía Ben Davis Música Isobel Waller-Bridge Intérpretes Olivia Colman, Jessie Buckley, Anjana Vasan, Timothy Spall, Joanna Scanlan, Gemma Jones, Malachi Kirby, Hugh Skinner, Eileen Atkins, Lolly Adefope, Alisha Weir, Paul Chahidi Estreno en el Festival de Toronto 9 septiembre 2023; en Reino Unido 23 febrero 2024; en España 5 abril 2024

Más interesante de lo que pueda parecer, la nueva comedia de la realizadora de la más blandita y romanticona Antes de ti, atesora ese buen hacer británico cuando de ofrecer productos amables se trata. En una pequeña localidad costera de Inglaterra, hace exactamente un siglo, convive una variopinta comunidad con una joven madre propensa al lenguaje soez y los comportamientos exagerados, ideal para que recaigan sobre ella todas las sospechas de enviar cartas obscenas a su vecina y otras mujeres del entorno.

La habilidad británica para no perder la compostura y la elegancia consigue que ninguna de estas procaces expresiones llegue en ningún momento a molestar ni incomodar, mientras logramos empatizar con una galería de personajes femeninos que sin sutilezas pero con acierto representan la desigualdad entre géneros incluso cuando de comportamientos de mal gusto se trata. Una lacra que todavía un siglo después no hemos alcanzado a superar, aunque lo ideal en este caso sería que fuésemos nosotros quienes corrigiésemos comportamientos, en vez de imitar ellas los nuestros.

La gracia del film hace que pasemos de la comedia simpática y amable, con humor en este caso más bien blanco, a una intriga al estilo de las novelas que Agatha Christie escribió con la Srta. Marple como protagonista, sin dejar de entretener en ningún momento y contando con unas interpretaciones inspiradas que aunque puedan parecer sobreactuadas, no dejan de complementar con gracia y acierto el carácter distendido y simpático del conjunto en general. A todo este engranaje contribuyen también la luminosa fotografía y la característica banda sonora de Isobel Waller-Bridge, en el tono justo de la atmósfera que su realizadora y resto del elenco han querido aportar a una cinta que sin ser nada especial, logra acaparar nuestra atención y nuestra confianza.

viernes, 5 de abril de 2024

AGÓNICA NOVENA EN MANOS DE SCHØNWANDT

8º Concierto de abono Ciclo Gran Sinfónico de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Michael SchØnwandt, dirección. Programa: Sinfonía nº 9 en Re mayor, de Mahler. Teatro de la Maestranza, jueves 4 de abril de 2024


Debió haber dirigido una Séptima de Mahler la pasada temporada, pero la huelga de la Sinfónica de Sevilla se lo impidió. Tampoco el adagio de la nº 10 (inacabada) pudo interpretarse por el mismo motivo, dejando la voluntad de interpretar el conjunto de las sinfonías de Gustav Mahler en el limbo, como parece demostrar el hecho de que esta temporada sólo se hayan programado un par de ellas. Pero Michael SchØnwandt se ha quitado la espinita dirigiendo esta vez una Novena radiante y espectacular, sin descuidar sus aspectos expresivos más sensibles e intrincados y sacando el máximo provecho de una orquesta reforzada con muchas caras nuevas y jóvenes, un centenar de maestros y maestras llevando a cabo un trabajo extenuante, agotador, y de una calidad indiscutible.

Lo primero que llamó la atención fue la disposición de las y los músicos, con la cuerda aguda en primer plano a un lado y otro del director, la grave detrás, con violonchelos a su izquierda y violas a la derecha, y ocho contrabajos ocupando el extremo izquierdo del escenario. Maderas, metales y percusión mantuvieron naturalmente su posición habitual, mientas el arpa de Iolkicheva sa pasó de un ala al otro. Algo de la celebrada rotundidad de la cuerda grave se perdió por el camino por esta decisión, pero ganó el diálogo y la apuesta por una mayor conjunción entre los instrumentos, provocando una sensación de compenetración extrema, especialmente difícil teniendo en cuenta la enorme cantidad de integrantes convocados.


La Novena de SchØnwandt superó la ya de por sí paladeada de Halffter de hace una década, y desde luego también la muy valiosa y valiente que ofreció la OJA un año antes en 2013. Aunque pareció optar en un principio por tempi rápidos, el ingenio y la habilidad con que la abordó hizo que sin darnos cuenta alcanzara casi la hora y media de duración, quince minutos por encima de la media, y muy próxima a la tan meditada que Bernstein grabó junto a la Filarmónica de Nueva York en la década de los sesenta del pasado siglo. Lo mejor es que esa lentitud que tanto nos costó apreciar, no supuso morosidad ni pesantez, sino todo lo contrario, una auténtica efervescencia de los sentidos puestos al servicio de una escucha atenta y entregada.

La batuta optó por no acentuar demasiado los contrastes, de forma que las transiciones entre los pasajes más reposados e intimistas del doliente primer movimiento, se fusionaron con mucha naturalidad con los más dramáticos y agitados, provocando una auténtica catarsis de pena y desesperación. SchØnwandt logró que los instrumentos cantasen de forma tan poética como lo hace la voz en otros trabajos de su conjunto sinfónico, incluida esa Canción de la Tierra a la que esta sinfonía parece seguir de manera casi mística y religiosa. Su sentido de la narración le llevó a construir una Novena sólida y compacta, como si sus cuatro movimientos, tan diferentes entre sí y en tonalidades distintas, se fundiesen como un todo siguiendo un hilo narrativo perfectamente perceptible, que nos lleva de la nostalgia al adiós a través del dolor y el sarcasmo.

La relación y alternancia entre el caos y lo organizado quedó perfectamente plasmada gracias a la arquitectura del director y las prestaciones de una orquesta en magnífico estado, sin deslices ni fisuras, todos y todas entregadas a la consecución de una obra majestuosa y conmovedora, como piezas de un engranaje imposible de quebrar, sin caída alguna de tensión y con mensajes muy precisos, donde la vida y la muerte se interrelacionan de idéntica forma como lo hacen los ländler y grotescos acordes de los movimientos centrales con los meditabundos y tan llenos de consuelo de ese movimiento final que se difumina con los largos acordes en pianissimo que ponen punto final a una obra descomunal en progresión agónica.

Fotos: Marina Casanova
Artículo publicado en El Correo de Andalucía

jueves, 4 de abril de 2024

REMANDO COMO UN SOLO HOMBRE Elogio del trabajo en equipo y el cine clásico

Título original : The Boys in the Boat
USA 2023 124 min.
Dirección
George Clooney Guion Jon Hartmere, Mark L. Smith y Chris Weitz, según el libro de Daniel James Brown Fotografía Martin Ruhe Música Alexandre Desplat Intérpretes Joel Edgerton, Callum Turner, Peter Guinness, Sam Strike, Hadley Robinson, Courntey Henggeler, Jack Mulhern, James Wolk, Alec Newman, Sam Douglas, Luke Slattery, Thomas Elms, Bruce Herbelin-Earle, Will Coban, Tom Varey, Joel Phillimore Estreno en Estados Unidos 25 diciembre 2023; en España (Amazon Prime) 29 marzo 2024


Con la última de sus nueve películas como director, posiblemente un trabajo de encargo, Clooney ha abandonado ese estilo pretencioso y pedante que le caracteriza, siendo el resultado  la cinta más encantadora y amable de cuantos títulos conforman esa filmografía. En cierto modo se trata de un sentido homenaje al cine clásico, con una narrativa sencilla y bien articulada, una galería de personajes sólida y un desarrollo emotivo enfocado hacia el trabajo en equipo, del que la nación estadounidense siempre se ha sentido orgullosa e identificada. 
Cuenta una de esas historias de superación que tanto gusta a la cultura norteamericana, basándose en el caso real de un grupo de universitarios en la pésima situación económica que les ha dejado la depresión económica del 29, que encuentran en la práctica del remo y la configuración de un equipo su modus vivendi y posibilidad de recuperar una vida más amable y placentera.

Como siempre en estos casos, hay una gesta, traducida en la participación del equipo primerizo de remo del estado de Washington en los Juegos Olímpicos del 36 en Berlín, con aparición incluida del legendario corredor Jesse Owens enfrentado no sólo a los prejuicios racistas nazis sino con más razón a los de su propio país. El camino paga todos los peajes de un producto de estas características, entrenador y seleccionador muy implicado, al que da vida el siempre eficaz Joel Edgerton, personaje central con el que sentirse identificado, Callum Turner en el papel más sólido y completo hasta ahora de su filmografía, el consabido romance y esa vista nostálgica al pasado a la que tanto contribuye, además de la pericia y profesionalidad de un Clooney contenido y adaptado, la hermosa fotografía y la encantadora partitura de Desplat.

Sus deslumbrantes tomas aéreas de las competiciones de remo que configuran sus puntos de inflexión, contribuyen sobremanera al hermoso acabado de la película. El deporte aparece así considerado, una vez más, como medio para la solidaridad, la camaradería y la felicidad personal plagada de reto, éxito y superación, y vuelve de esa manera a protagonizar un viaje tan entrañable como dulce que supone además un estímulo emocional.

martes, 2 de abril de 2024

COMESAÑA Y LA OJA, TALENTO PARA ECHAR A VOLAR

Gran Selección. Concierto para la celebración del 30 aniversario de la Orquesta Joven de Andalucía. Alejandro Posada, dirección. Javier Comesaña, violín. Programa: Concierto para violín en Re mayor Op. 61, de Beethoven; La consagración de la primavera, de Stravinski. Teatro de la Maestranza, lunes 1 de abril de 2024


Han pasado treinta años desde aquel primer concierto de la Orquesta Joven de Andalucía en el emblemático Hospital de Santiago de Úbeda, y la formación lo celebró el pasado domingo en Jerez y ayer lunes, primer día de abril ya con las aguas calmadas y los embalses llenos, en Sevilla. El concierto tuvo cierto aire de déja vu, pues el pasado febrero la ROSS interpretó el Concierto para violín de Beethoven con Sergei Dogadin como solista, y sólo una semana después convocó a Javier Comesaña para que se uniera al plantel con el que se abordó el Doble Concierto de Brahms. El joven alcalareño fue el encargado en este ya tradicional Concierto de Pascua de la OJA de liderar el mismo concierto beethoveniano en un evento que contó con un aforo algo mayor que el del año pasado, pero no con ese lleno absoluto que sin duda merece. Algo que no alcanzamos a entender, pues sólo con amistades, profesorado y familiares de los y las jóvenes intérpretes convocadas ya daría para una buena porción del Teatro de la Maestranza.

Tocar el Concierto op. 61 de Beethoven con la habilidad, la seguridad y la sensibilidad que Comesaña fue capaz de insuflar en tan insigne y revolucionaria pieza, le legitima para enfrentarse a cualquier página con éxito, convirtiéndole en violinista consumado y listo para echar literalmente a volar. Integrado desde las primeras notas junto al resto de compañeros y compañeras de instrumento, el joven al que seguimos la pista desde sus comienzos en Sevilla y Alcalá de Guadaíra, su ciudad natal, arrancó su parte solista con brillantez, procurando que el sonido fuese homogéneo y sedoso ya fuera en el registro más grave como el más agudo del instrumento. Su confianza se tradujo en una interpretación briosa, con un legato sin fisuras y capacidad para transmitir un sentimiento profundamente espiritual. En sus manos el allegro inicial exhibió toda su belleza arrolladora, llegando a exponer en las cadencias originales de Beethoven, incluido un sensacional diálogo con los timbales, un virtuosismo exacerbado y una especial sensibilidad para mantener la línea melódica en todo su esplendor.


Comesaña decidió afrontar el larghetto con dilatados pianissimi perfectamente controlados, potenciando la intensa expresividad de la pieza, mientras la orquesta acompañó con delicadeza y altas dosis de poesía. El director de origen colombiano Alejandro Posada se encargó de cumplir estas exigencias. Su dominio orquestal y amplio bagaje tanto en Latinoamérica como en Europa le facilitó llevar la empresa a tan buen puerto, especialmente en un saltarín y jubiloso allegro final resuelto con brillante impulso atlético, magistralmente acompañado del entusiasmado solista. A destacar del conjunto el poderoso y perfectamente entonado trabajo de los metales. Como propina, Comesaña deleitó al público con el tercer movimiento de la Sonata nº 2 de Ysaÿe, Danse des ombres.

Una orquesta consagrada

La consagración de la primavera es una de esas piezas que por mucho que se programe nunca se cansa uno de escuchar. Siempre hay matices nuevos y sensaciones diferentes para descubrir. La OJA cumplió con creces las exigencias de una página tan significativa cuando hablamos de renovación, como la que experimenta cada temporada esta orquesta surgida del eficaz e imprescindible programa andaluz de jóvenes intérpretes impulsado por administraciones que demostraron un compromiso y una sensibilidad de cara a la educación y la cultura que hoy corremos el peligro de perder debido a un sesgo político poco proclive a una cultura exquisita y debidamente informada.


Las prestaciones de cada una de las familias de la OJA con esta igualmente revolucionaria página fueron sobresalientes, atléticas y suculentas, sin llegar nunca al embarullamiento que su potencia devastadora corre el peligro de provocar. Posada se encargó de que La consagración sonara trasparente y cristalina, llena de matices, armonías disonantes y bruscos saltos perfectamente controlados, aunque por el camino evidenció alguna que otra brocha gorda y cierta falta de delicadeza en algunos de sus pasajes, especialmente los más íntimos. Con todo resultó una interpretación fascinante, llena de brillo y un calculado ritmo, con la que además los intérpretes parecieron sentirse muy cómodos y cómodas, e incluso divertirse de forma manifiesta.

Fotos: Guillermo Mendo

lunes, 1 de abril de 2024

THE BEAST (LA BESTIA) Cuando el destino nos alcance

Título original: La Bête
Francia-Canadá 2023 146 min.
Dirección
Bertrand Bonnello Guion Bertrand Bonnello, Guillaume Bréaud y Benjamin Charbit, según el relato de Henry James "La bestia en la jungla" Fotografía Josée Deshaies Música Bertrand y Anna Bonnello Intérpretes Lèa Seydoux, George MacKay, Guslagie Marlanda, Dasha Nekrasova, Martin Scali, Elina Löwensohn, Marta Hoskins, Julia Faure, Kester Lovelace, Felicien Pinot, Laurent Lacotte, Pierre-François Garel Estreno en el Festival de Venecia 3 septiembre 2023; en Francia 7 febrero 2023; en España 27 marzo 2024

Bonnello lo ha vuelto a hacer, irritarnos con un dilatado metraje y unas maneras a menudo caprichosas, además de unas líneas de diálogo frecuentemente discursivas y pretenciosas, a partir de una inquietante historia ajena que pierde así parte de su fuelle y su fuerza. Su cine es definitivamente diferente y lo ha vuelto a demostrar con esta cinta que se pudo ver en la última y descafeinada edición del Festival de Cine de Sevilla, después de que su protagonista, una esforzada y omnipresente Léa Seydoux, se alzara con el premio a la mejor actriz en la Seminci. Pero además Bonnello lo ha vuelto a hacer porque se ha fijado en una historia que a su vez ha servido de base argumental para otra película realizada el mismo año, La bestia en la jungla de Patric Chiha, también presente en el festival sevillano y en la cartelera reciente. Ya ocurrió en 2024, cuando tanto Bonnello como Jalil Lespert estrenaron simultáneamente sus particulares biografías de Yves Saint Laurent, el primero contando con Gaspard Ulliel, a quien parece dedicar esta Bestia por su temprano fallecimiento hace un par de años.

La idea metafísica y trascendental sobre el amor, la soledad, la fatalidad y la falta de compromiso que pareció inspirar al autor de Otra vuelta de tuerca, se vuelve aquí en un producto moderadamente insufrible en el que dos amantes platónicos se encuentran en tres épocas distintas, el París de la Belle Époque, Los Angeles más o menos en la actualidad, y un futuro distópico dominado por la inteligencia artificial. Con esto el director francés juega a la nostalgia, la crónica del presente y la fantasía futurista o la imaginación, mientras somete a sus personajes a una serie de infortunios que definen la imposibilidad de consumar su amor, y que relaciona cada época con un mal concreto de ella, sea una histórica inundación en París, la criminalidad obsesiva estadounidense o la incapacidad de la fantasía androide en un futuro próximo. La aparición de muñecas en cada uno de sus episodios dan cierta uniformidad al conjunto, a la vez que funcionan como burda metáfora de nuestro papel como marionetas a merced del destino. Elementos que podrían provocar más fascinación de la que logran insuflar en un público que ve cómo sus expectativas se desmoronan paulatinamente y van engrosando ese pozo de desinterés en el que acaban muchas de las propuestas de una cartelera cada vez menos creativa.

La bestia del título pierde ese significativo en la jungla, que hacía referencia a la espera de un hipotético infortunio, frente a un más directo La bestia que parece referirse a un ser incapaz de comprometerse e incluso de llegar a más haciendo daño. Ni que decir tiene que Bonnello no traiciona el ambiente exquisito, lujoso y atractivo del original, y que tan recurrente resulta en el cine aunque poco o nada tenga que ver con el público que con él se deja embaucar. Meritorio el trabajo de Seydoux, así como el del joven británico George MacKay (El secreto de Marrowbone, 1917), dialogando indistintamente en francés e inglés, así como de los responsables de vestuario, lamentablemente despreciados en los recientes César. No tienen desperdicio los títulos de crédito, para cuyo acceso resulta imprescindible tener el escáner del móvil preparado.