jueves, 29 de junio de 2023

INDIANA JONES Y EL DIAL DEL DESTINO La fuerza de las matemáticas

Título original: Indiana Jones and the Dial of Destiny
USA 2023 154 min.
Dirección James Mangold Guion Jez Butterworth, John-Henry Butterworth, David Koepp y James Mangold, según los personajes creados por George Lucas y Philip Kaufman Fotografía Phedon Papamichael Música John Williams Intérpretes Harrison Ford, Phoebe Waller-Bridge, Mads Mikkelsen, Antonio Banderas, Ethann Isidore, Boyd Holbrook, Shaunette Renée Wilson, Thomas Kretschmann, Toby Jones, Olivier Richter, John Rhys-Davies, Karen Allen Estreno en el Festival de Cannes 18 mayo 2023; en España 28 junio 2023; en Estados Unidos 30 junio 2023

Esta quinta entrega sobrevenida y hasta cierto punto inesperada de las aventuras del más famoso arqueólogo cinematográfico, es f
ruto evidentemente de la ambición disneyana, que desde que fagocitó empresas como Marvel o Lucasfilm no ha parado de sacar rédito a su operación comercial, estirando éxitos y banalizando sagas, igual que ha hecho ininterrumpidamente durante todo lo que llevamos de siglo con sus propios éxitos animados. Podría ser otro producto coyuntural y palomitero al más puro estilo de las películas de súper héroes, y sin embargo sus responsables han conseguido un producto con dignidad. No arranca sin embargo precisamente bien, echando mano de tanta creación digital, fundamentalmente para rejuvenecer al protagonista y situar el prólogo en su sempiterna lucha contra los nazis expoliadores en los estertores de la Segunda Guerra Mundial, y de paso rejuvenecer también a su contrincante, a quien da vida el actor danés Mads Mikkelsen, que pierde credibilidad y esa naturalidad que caracterizaba a la trilogía original, donde lo real era más palpable y los efectos visuales de Industrial, Light & Magic más creativos y sorprendentes. Se ha impuesto la infografía y la recreación virtual en menosprecio de la pura y latente realidad.

Superado ese prólogo poco halagüeño, surge la magia de nuevo cuando a finales de la década de los sesenta del pasado siglo, un anciano Indiana se alía con su ahijada, a quien da vida Phoebe Waller-Bridge (Han Solo), hermana de la compositora Isobel Waller-Bridge (Emma.) y a quien se agradece no representar los cánones de belleza actual, para recuperar un extraordinario artefacto inventado por el matemático Arquímedes más de dos mil años atrás (el mcguffin perfecto), con el que siguiendo fórmulas meramente matemáticas se puede dominar el tiempo y realizar viajes a través de él. Quizás en este punto la trama, que denota una vez más la pasión por el conocimiento y la ciencia que despliega el universo creado por Lucas y Philip Kaufman hace cuarenta años, se antoje cogida por alfileres, pero provoca un sinfín de secuencias más o menos memorables, con la persecución a caballo en pleno desfile neoyorquino con los héroes del primer alunizaje, y la sorprendente y emocionante batalla de Siracusa entre ellas, que son recibidas con cierto entusiasmo y una considerable dosis de nostalgia.

Curtido en todo tipo de géneros, el melodrama en Inocencia interrumpida, el terror en Identidad, el biopic musical en En la cuerda floja, el western en El tren de las 3:10, la acción en las calles sevillanas de Noche y día, las carreras automovilísticas en Le Mans’66 y los súper héroes en Lobezno inmortal y Logan, James Mangold se empeña a fondo en esta película, insuflándole la humanidad de la que carecen tantos productos similares actuales, y siguiendo a rajatabla las pautas spielberianas aunque sin prescindir de las suyas propias ni apoderarse de las señas de identidad del otrora llamado Rey Midas de Hollywood. Gran parte de esa humanidad se centra en Indy, con un trabajo inmenso de Harrison Ford y un tratamiento de respeto máximo y carácter inequívocamente nostálgico del personaje, que se trasluce en algunas líneas de diálogo ya imprescindibles para amantes de la saga, y un recorrido sentimental que nos lleva de la mano a quienes pudimos ver su primera entrega en pantalla grande, con algunas referencias a los títulos anteriores o recuperando incluso el personaje de Sallah, interpretado por John Rhys-Davies, a quien pudimos ver en El arca perdida y La última cruzada, así como el idilio conmovedor y épico entre el explorador y su siempre amada Marion.

A todo ello pone de nuevo banda sonora el inimitable John Williams, echando mano sobre todo de mucho oficio pero también de una inspiración notable, algo insólito para quien ya sobrepasa los noventa años, y regalándonos, quién sabe si como testamento, un precioso tema dedicado al personaje que interpreta Waller-Bridge, que en el disco aparece también bajo la interpretación de la célebre violinista Anne-Sophie Mutter, fiel aliada de Williams en sus últimos conciertos junto a la Sinfónica de Boston o la Filarmónica de Viena. Nos encontramos pues ante una fiesta para nostálgicos y para el público joven, que Mangold ha sabido combinar con ingenio, dignidad y sensatez, aunque no podamos evitar echar de menos la mano siempre magistral de Spielberg y un mayor control de Lucas. Pero sabiendo lo que verdaderamente importa a Disney, al menos esta vez ha sido respetuosa y consecuente. Que Antonio Banderas forme parte del elenco, con posición destacada en los títulos de crédito, nos colma de satisfacción, aunque su papel sea meramente anecdótico.

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