jueves, 15 de junio de 2023

UN BLANCO FÁCIL Una mujer en la lucha y en el calvario

Título original: La syndicaliste
Francia 2022 122 min.
Dirección
Jean-Paul Salomé Guion Fadette Drouard y Jean-Paul Salomé, según el libro de Caroline Michel-Aguirre Fotografía Julien Hirsch Música Bruno Coulais Intérpretes Isabelle Huppert, Grégory Gadebois, Pierre Deladonchamps, Yvan Attal, Marina Foïs, François-Xavier Demaison, Alexandra Maria Lara, Gilles Cohen, Aloïse Sauvage, Mara Taquin Estreno en el Festival de Venecia 2 septiembre 2022; en Francia 1 marzo 2023; en España 9 junio 2023

Lo mejor que se puede decir de esta película, otra lección magistral de interpretación de Isabelle Huppert aparte, es la claridad meridiana con la que su director expone los hechos que narra y denuncia, sin atisbo de pretenciosidad. Jean-Paul Salomé es un veterano realizador francés que se forjó una carrera con títulos eminentemente comerciales de puro entretenimiento, como Belphegur: La máscara del faraón, Arsène Lupin y Espías en la sombra, y regaló a Huppert un divertido papel en Mamá María. Su vertiente más seria y reivindicativa nos llega ahora con esta sobrecogedora historia real en la que una importante sindicalista del sector de la energía nuclear en Francia sufrió acoso por su lucha contra la fusión con el sector chino en detrimento de los puestos de trabajo pagados con dignidad y derechos en Europa.

La película de Salomé se divide en dos partes bien diferenciadas, con el caso con el que arranca como bisagra. Por un lado asistimos al trabajo apasionado y entregado de Maureen Kearney, en una crónica trasparente y emocionante sobre el trabajo hecho con sentido de la responsabilidad y la profesionalidad en cualquier sector y el afán por conseguir resultados y no decepcionarse ni a sí misma ni a nadie del entorno. En la segunda parte asistimos a un absorbente thriller en el que la víctima se pretende convertir en culpable dentro de un mecanismo perverso y manipulador en el que todos los elementos intervinientes muestran su cara más despiadada, incluida por supuesto una mediocre clase política.

Dentro de todo el conjunto subyace la enorme dificultad que siguen teniendo las mujeres para llevar a buen puerto sus postulados y retos, y cómo la violencia se ejerce sobre ellas en todos los campos, estigmatizando y procurando minar ánimos y voluntades. Se trata ni más ni menos que del mundo depredador y estresante en el que vivimos, un sistema en el que sólo impera el poder y el dinero, al que todos los países de nuestro entorno, y el nuestro también, se ven encaminados sin remedio, aniquilando derechos y progresos en favor de esa economía feroz y agresiva del sálvese quien pueda, y quien no que naufrague en nuestras costas y se convierte en un mero número que ya ni siquiera despierte nuestra compasión. El título en español sacrifica el original de La sindicalista en favor del internacional The Sitting Duck, una expresión que equivale al blanco fácil elegido aquí.

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