Francia 2020 87 min.
Dirección Albert Dupontel Guion Albert Dupontel y Xavier Nemo Fotografía Alexis Kavyrchine Música Christophe Julien Intérpretes Virginie Efira, Albert Dupontel, Nicolas Marié, Jackie Berroyer, Philippe Uchan, Bastien Ughetto Estreno en Francia 21 octubre 2020; en España 10 septiembre 2021
Resulta difícil valorar la enorme decepción sufrida con esta película sin relacionarla con esos sorprendentes seis Premios César logrados en su última edición, incluidos los de mejor película, director y actor secundario para un histriónico Nicolas Marié incorporando a un surrealista archivero ciego. Aquí, como ya hiciera en su anterior Nos vemos allá arriba, Dupontel continúa emulando a su paisano Jean-Pierre Jeunet, especialmente a la legendaria Amélie, pero entroncando también con sus admirados Monty Python. Dedca la película al desaparecido Terry Jones, mientras Terry Gillian tiene una pequeña aparición como comercial de armas en televisión.
Bajo esa estética y estructura narrativa, Dupontel nos cuenta una ridícula y absurda historia a caballo entre el melodrama y la comedia, pero sin gracia ni sentido. Como si de Philomena se tratara, el personaje de la incombustible Virginie Efira busca al hijo que dio forzosamente en adopción cuando era una adolescente. Lo hace cuando se le diagnostica una enfermedad terminal, contando para la búsqueda con un genio de la informática denigrado en su empresa por su avanzada edad, lo que le hace adoptar tendencias suicidas, y el ya referido archivero ciego en el que el guion pretende hacer descansar buena parte de sus dudosos sketches cómicos. Como puede apreciarse tres desheredados de la sociedad perseguidos por una policía al servicio de los poderes establecidos, embarcados en una serie de aventuras sin gracia ni interés, y lo que es peor sin sensibilidad, desembocando en un desenlace tan ridículo como el resto de la empresa.
En definitiva, un título tonto en el que además su compositor, Christophe Julien, vuelve a tomar prestados temas de otros autores y otras películas, en este caso Alexandre Desplat y su Tan fuerte, tan cerca, como ya hiciera en Nos vemos allá arriba. Otro desacierto de Dupontel a la hora de abordar la maternidad, como ocurrió en la tosca 9 meses… de condena.
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