lunes, 10 de noviembre de 2014

XI FESTIVAL DE CINE EUROPEO DE SEVILLA (3)

THE KINDERGARTEN TEACHER (Haganenet)
Israel-Francia 2014 119 min.
Guión y dirección Nadav Lapid Fotografía Shai Goldman Música Michael Emet Intérpretes Sarit Larry, Avi Shnaidman, Lior Raz, Gilad ben David, Ester Rada, Guy Oren, Yehezkel Lazarov, Dan Toren. Sección oficial

Para su segundo largometraje el realizador israelí Nadav Lapid propone una película compleja e incómoda, tan banal en apariencia como intelectualmente profusa en su contenido, aunque para ello hay que hacer un esfuerzo y parangonar la propuesta con el ambiente político y social que se respira en aquel país y que parece condicionar cualquier manifestación artística que allí se desarrolle. Una profesora de guardería fija su atención en un niño prodigio, un poeta excepcional rodeado de inmundicia capitalista y funcional, incapaz de valorar el talento del infante. La mirada siempre condescendiente, dulce y misericordiosa de la mujer contrasta con su fuerza de espíritu y su capacidad visionaria, mientras manteniendo un tono entre la marcianada y lo grotesco, la película nos va dando claves para resolver un enigma que sólo tiene sentido en el ámbito de violencia y sinrazón en el que se desarrolla. Film por lo tanto difícil, que exige un gran esfuerzo por parte del espectador, pero que precisamente por eso muestra su valía a la hora de erigirse en producto tan estimulante como interesante.

Crítica de Pepe Serrano publicada en El Correo de Andalucía el martes 11 de noviembre de 2014

SAINT LAURENT
Francia-Bélgica 2014 150 min.
Dirección Bertrand Bonello Guión Bertrand Bonello y Thomas Bidegain Fotografía Josée Deshaies Intérpretes Gaspard Ulliel, Jérémie Renier, Louis Garrel, Léa Seydoux, Amira Casar, Aymeline Valade, Helmut Berger, Micha Lescot, Valeria Bruni Tedeschi, Dominique Sanda, Brady Corbet. Sección oficial

De vez en cuando surgen proyectos cinematográficos en paralelo y en un mismo año contándonos la misma historia. Ejemplos célebres son los de Las amistades peligrosas y Valmont, Wyatt Earp y Tombstone o Blancanieves. Los franceses han sentido la necesidad de hablarnos de diseñador Yves Saint Laurent, y si hace un par de meses veíamos la versión aseada y academicista de Jalil Lespert, ahora hemos podido ver el material de Bertrand Bonello, que se prometía más controvertido y polémico, pero que en realidad redunda en los mismos defectos que aquella y opta por el mismo corte de opinión y estilo. Se trata una vez más de desmitificar el personaje, fijándose más en los aspectos sórdidos y a la postre intrascendentes de su biografía que en los que en realidad interesan y le dan singularidad. Así pues no se trata de analizar su talento e ingenio creativo ni la génesis de su fulgurante e incomparable carrera; parece que son las drogas y el sexo lo que prevalece, eso que todavía se considera vicio y perversión en muchos círculos, incluido el del presuntamente subversivo Bonello. En la forma el planteamiento narrativo de la cinta apenas mantiene su interés y solo algunas secuencias inconexas, especialmente la habilidad con la que se ha recreado el mundo de las boite de los setenta, logran superar el tedio, algo que no extraña teniendo en cuenta la fijación del director hacia esa época icónica y las tribus que la poblaron, como ya demostró en Le pornographe a propósito del director porno Jacques Laurent. Sólo al final, mediante la presentación multipantalla de su famosa colección del 76, se sublima al personaje, sumido en el desconcierto entre sentirse incomparable o más bien acomplejado frente a sus admirados Proust, Callas o Matisse, quizás por representar artes más reconocidas o presuntamente dignas. Hubiera sido más interesante profundizar en esta contradicción, así como en el proceso creativo de quien es un indiscutible genio de la moda, o la superficialidad de la pasarela frente a otras inquietudes de nuestra cultura y sociedad. La recuperación de auténticos iconos de aquellos años, como Helmut Berger o Dominique Sanda, es uno de los pocos alicientes de una cinta fallida e innecesaria.

Artículo publicado en El Correo de Andalucía el lunes 10 de noviembre de 2014

BLIND
Noruega 2014 96 min.
Guión y dirección Eskil Vogt Fotografía Thimios Bakatakis Música Henk Hofstede Intérpretes Ellen Dorrit Petersen, Henrik Rafalesen, Vera Vitali, Marius Kolbentvedt. Selección EFA

Autor del guión de Oslo 31 de agosto, que se pudo ver también en este festival hace un par de ediciones, Eskil Vogt presenta ahora su primera película como director, un ambicioso proyecto con el que pretende analizar la vida interior de una invidente y transmitirnos sus sensaciones e inquietudes, una empresa que el realizador no consigue redondear. A pesar de ello su aparentemente ingenioso guión ha recibido premios en Berlín, Estambul, Sundance y Atenas, mientras la película cosechó premios Amanda de la cinematografía noruega en cuatro categorías, incluida la esforzada interpretación de su protagonista. Una mujer recientemente ciega esconde su presunta limitación entre las cuatro paredes de su apartamento, donde a través de su imaginación se crea una realidad paralela en la que pretende vivir sus frustraciones y represiones, especialmente de carácter sexual. Naturalmente todo esto para demostrar que la única limitación verdadera es su incapacidad para asumir su condición y vivirla con naturalidad. No es una novela de Saramago, pero sí pretende ser un ensayo sobre la ceguera, si bien la frialdad expositiva que le caracteriza malogra sus posibilidades, a pesar de la tendencia de los países nórdicos a rodar siempre en verano o primavera, para potenciar cuerpos y colores cálidos.

THE TRIBE (Plemya)
Ucrania 2014 130 min.
Guión y dirección Miroslav Slaboshpitsky Fotografía Valentyn Vasyanovych Intérpretes Grigoriy Fesenko, Yana Novikova, Rosa Babiy, Alexander Dsiadevich, Yarolsav Biletskiy. Selección EFA

Proyectada en Toronto y Cannes, donde obtuvo varios reconocimientos y se convirtió en toda una sensación, el primer largometraje del director ucraniano Miroslav Slaboshpitsky supone una propuesta de cine radical, brutal y salvaje, no apto para estómagos delicados y aficionados a lo convencional. Ambientado en un centro educativo para sordomudos, prescinde de la palabra hablada y se centra sólo en el lenguaje de signos aunque prescindiendo de subtítulos, lo que obliga al espectador a un mayor esfuerzo para comprender cada situación expuesta e identificarse con los personajes. Claro que cuando de lo que se trata es de iniciación al crimen y a la brutalidad más extrema, la prostitución, el proxenetismo, la extorsión y el robo con violencia, poco más hay que entender. Tan sólo dejarse llevar por el movimiento espasmódico de los personajes, su agresividad en los modales y su incontinencia verbal, a través de signos se entiende. Bizarra y bestial, su desarrollo se confía a largas escenas rodadas generalmente con cámara estática, sexo explícito, palizas y vejaciones de todo tipo, siendo una nada emotiva historia de amor no correspondido el eje alrededor del cual se teje la trama. El resultado es un museo del horror en el que unos jóvenes mafiosos campan a sus anchas en un centro en el que sólo al principio aparecen docentes y se reciben clases. Quizás se pretenda mostrar el caos imperante en la zona y la falta de esperanza de una juventud masacrada, pero lo cierto es que se trata de cine hecho para dar que hablar, procurar sorprender y olvidar como si de una moda pasajera se tratase.

Artículo publicado en El Correo de Andalucía el martes 11 de noviembre de 2014

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