jueves, 10 de septiembre de 2015

JAN DEPRETER Y BENGT FORSBERG: LOS LUJOSOS APERITIVOS DEL FESTIVAL TURINA

5º Festival Internacional de Música de Cámara Joaquín Turina

Jan Depreter, guitarra. Programa: Sonata nº 1 BWV1001 de Bach, obras de Depreter y obras completas para guitarra de Turina. Casa de Pilatos, lunes 7 septiembre 2015

Beng Forsberg, piano. Isa Gericke, soprano. José Luis Estellés, clarinete. Nicolas Dautricourt y Kristóf Baráti, violines. Alberto Rodríguez Herrero, viola. Salvador Bolón Edo, cello. Programa: Piezas y canciones de Bach, Hurum, Rangström, Grainger, Sibelius, Schubert, Albéniz y Korngold. Sala Joaquín Turina, miércoles 9 septiembre 2015

Jan Depreter
El Festival Turina, imprescindible para paliar la alarmante escasez de música de cámara que hay en nuestra ciudad, logró alcanzar su quinta edición, no sin mucho empeño y dificultad. Como es habitual en esta celebración bienal, varios son los conciertos que preceden la inauguración oficial del certamen, algunos de ellos protagonizados por jóvenes músicos, y otros, los aquí reseñados, por artistas consagrados, auténticas perlas de la interpretación musical como el guitarrista belga Jan Depreter y el pianista sueco Bengt Forsberg, habitual acompañante de la mezzo Anne Sofie von Otter.

Bengt Forsberg
El primero compareció ante un público íntimo y atento con un cuarto de hora de retraso y una desafortunada presentación leída que poco dignificó al artista. Una transcripción completa de la primera de las suites de Bach para violín inició la velada, que Depreter convirtió en remanso de paz merced a una ejecución detallista que dejó admirar su extraordinaria riqueza polifónica. Varias piezas del propio intérprete, sentimentales, melancólicas y muy bien estructuradas, dieron paso a las obras completas para guitarra de Turina, coincidiendo con la edición hace sólo unos meses de su propia grabación. Apenas media hora condensada en cinco piezas de un color irresistiblemente andaluz, una gramática guitarrista imbricada gracias a las aportaciones (salvo en Ráfaga) de Andrés Segovia, su dedicatario, y una especial tendencia a universalizar su lenguaje musical y no quedarse en el mero folclore, todo lo cual supo extraer Depreter en una interpretación impecable y sensual, tanto técnica como expresivamente. Al final se atrevió incluso con Vicente Amigo en perfecto estilo, luciendo en las presentaciones un perfecto acento castellano. 

Isa Gericke
El de Forsberg y sus acompañantes fue uno de esos conciertos que justifican porqué nos gusta tanto la música, lo que hizo incomprensible lo desangelada que estuvo la sala. ¿Dónde estaban los melómanos sevillanos que dejaron pasar un programa tan variado y atractivo ejecutado con tanto cariño y sensibilidad? La soprano noruega Isa Gericke envolvió con una voz amplia y generosa un primer bloque de atmósfera nórdica, evocadora y romántica. Lástima que su timbre poderoso y brillante resultara algo estridente en pasajes que demandaban más intimidad y delicadeza. Destacó como el clarinetista José Luis Estellés en El pastor en la roca de Schubert y cumplió en la tercera de Las canciones del adiós de Korngold que dio paso al Quinteto del padre del sinfonismo cinematográfico, cuyo adagio se inspira en ella. Una obra de corte expresionista que contó con una interpretación enérgica y contundente por parte del cuarteto de cuerda creado ex profeso para la ocasión. Forsberg acompañó en todas las disciplinas con perfecto acoplamiento y atención al detalle; sin embargo como solista se reveló técnicamente imperfecto, si bien expresivamente profundo, emotivo y reflexivo, como demostró en To a Nordic Princess del popular Percy Grainger y especialmente en Almería de Albéniz.

Artículo publicado en El Correo de Andalucía

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