martes, 28 de julio de 2015

TODO SALDRÁ BIEN Dolor contenido y enmarcado en una estética envolvente

Título original: Every Thing Will Be Fine
Alemania-Canadá-Noruega 2015 118 min.
Dirección Wim Wenders Guión BjØrn Olaf Johannessen Fotografía Benoît Debie Música Alexandre Desplat Intérpretes James Franco, Rachel McAdams, Charlotte Gainsbourg, Marie-Josée Croze, Julie Sarah Stone, Patrick Bauchau, Robert Naylor, Lilah Fitzgerald, Jack Fulton Estreno en el Festival de Berlín 10 febrero 2015; en Alemania 2 abril 2015; en España 24 julio 2015

Con la excepción de la inédita en nuestras pantallas Palermo Shooting, Wim Wenders ha estado alejado de la ficción en estos últimos diez años, centrándose en el documental (La sal de la Tierra, Pina) y las cintas colectivas. Ahora regresa con un drama existencial rodado en Canadá y coproducido por Noruega, de donde proviene también su guionista, lo que da idea del ambiente frío y desangelado en el que se desarrolla este drama. La vida sentimental de un escritor en proceso de inspiración, influida por un accidente que genera una sensación de impotencia, dolor y culpabilidad, se erige en argumento de una película que busca más la implicación emocional a través de sensaciones y propuestas estéticas que de temperamento dramático y golpes de efecto. Unos espléndidos paisajes, un ritmo pausado y elegante y una evocadora banda sonora enmarcan una película que vale más por la experiencia estética y emocional que propone que por su carga dramática, a veces diluida y aparentemente intrascendente. La contención domina el conjunto, que triunfará más en función del estado de ánimo del espectador que de la intención del realizador de París, Texas y El cielo sobre Berlín. Por eso no sorprende que resulte aburrida para muchos y muchas, mientras otros nos dejemos arrastrar por su sensibilidad y un universo en el que lo fantasmagórico cobra una especial relevancia.

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