martes, 15 de octubre de 2024

EL HOYO 2 Secuela innecesaria

España 2024 99 min.
Dirección
Galder Gaztelu-Urrutia Guion Pedro Rivero, Galder Gaztelu-Urrutia, Egoitz Moreno y David Desola Fotografía Jon Sagroniz Música Aitor Etxebarria Intérpretes Milena Smit, Hovik Keuchkerian, Natalia Tena, Óscar Jaenada, Zorion Eguileor, Pedro Bachura, Bastien Ughetto, Ken Appledorn, Armando Buika, Hoji Fortuna, Iván Massagué, Antonia San Juan, Emilio Buale, Albert Pla, Gorka Zufiaurre Estreno en el Festival de San Sebastián 27 septiembre 2024; en Netflix 4 octubre 2024

El hoyo
supuso hace unos años un soplo de aire fresco para el cine de ciencia-ficción hecho en nuestro país con posibilidades de exportación, a pesar de ambientarse en un interno oscuro y sofocador. Planteaba una serie de preguntas trascendentales para entender la voracidad humana y la imposibilidad de lograr una convivencia solidaria y pacífica entre humanos. Cabe preguntarse, a la vista de los resultados, si era necesario hacerle una secuela, más allá de atraer el interés de quienes se rindieron a sus méritos. Vuelve a proponer las mismas preguntas, ahora con más personajes en liza y una rebelión como eje fundamental de la farragosa trama, pero sin aportar nada nuevo a lo que ya apuntaba el título que protagonizaban Iván Massagué, ahora presente de forma muy leve y reveladora, y Zorion Eguileor, que con su inquietante presencia potencia el carácter antipático de la función.

Pero quien protagoniza esta segunda parte es una Milena Smit a la que cuesta muchísimo seguir sus pautas de guion, tal es el defecto de vocalización que arrastra esta chica. Algo que también sucede, aunque en menor medida, a su compañero de reparto, Hovik Kauchkerian. En este sentido, quien mejor se defiende es Óscar Jaenada, que interpreta al principal enemigo de la pareja. Nada resuelve esta secuela, ni si sus personajes viven en un sueño, si hay redención, aunque el personaje de Antonia San Juan parece apostar que sí, qué hacen los personajes en esa suerte de prisión, y sobre todo, qué significa su misterioso final y a dónde nos conduce.

La tiranía de las leyes, la trampa, la lucha por la supervivencia... todo estaba de alguna manera ya tratado en aquel título que no pedía secuela. Así, al margen de su desagradable puesta en escena, poco hay que justifique el disfrute de esta película. Su director prepara para enero próximo otra distopía en la que los más ricos del mundo sufren un virus mortal, con el significativo título de Rich Flu. Otro buen punto de partida que esperemos disfrute de un mejor desarrollo.

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