Guion y dirección Álvaro Díaz Lorenzo Fotografía Valentín Álvarez Música Pilar Onares Intérpretes Carlos Scholz, César Vicente, Xavi Caudevilla, Natalia Azahara, Cristina Kovani, Diego París, Paco Tous, Antonio Dechent, Joaquín Núñez, Boré Buika Estreno en el Festival de Málaga 17 marzo 2025; en salas 20 junio 2025
Tanto hacen huir del cine de Álvaro Díaz Lorenzo títulos como Señor, dame paciencia o Los Japón, como permiten confiar en él otros como La lista de los deseos. Por eso nos hemos animado a dar un voto de confianza a esta comedia veraniega, simplemente para darnos de bruces y convencernos de que hay más miseria en su filmografía que virtud. Salvando las distancias, lo que en la película de Todd Haynes Lejos del cielo suponía un ejercicio de pura nostalgia para introducir temas inconcebibles en la época en la que se ambientaba la cinta protagonizada por Julianne Moore, en esta comedia deliberadamente casposa podría parecernos que se aprovecha el estilo, la forma y la estética del cine del landismo para igualmente introducir cuestiones proscritas en la época.
Pero claro, el cine de Douglas Sirk o Vincente Minnelli que imitaba Haynes no es el de la interminable filmografía de Alfredo Landa antes de que alcanzara el status de gran actor que lograría en democracia. Lo peor es que Díaz Lorenzo no es capaz ni de emular el ya de por sí latoso e insufrible cine de finales de los sesenta, exagerándolo todo, el tono, las actuaciones, los insufribles diálogos y su indisimulado didactismo a propósito de los derechos y libertades, especialmente de los núcleos más desfavorecidos en la época, como mujeres y homosexuales, estos últimos víctimas además de la infame Ley de vagos y maleantes.
Todo esto, sin embargo, es tomarse demasiado en serio lo que no es sino una película olvidable, equivocadamente concebida, que tan sólo ofrece la oportunidad de descubrir lugares de Málaga y Sevilla, reírse con localizaciones como la Discoteca Holiday, aquí ubicándose en Torremolinos, donde sus calles más bien responden al encanto de Mijas, mientras se suceden contradicciones y errores de ambientación de diversa índole, como algunas de las canciones que suenan en la boite de Jesús del Gran Poder. Podríamos destacar el elenco de jóvenes intérpretes, ellas como entonces mejor paradas que ellos, pero no hay lugar ni para eso.
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