viernes, 12 de abril de 2013

TESIS SOBRE UN HOMICIDIO ¿Ángel o demonio?

Argentina-España 2013 106 min.
Dirección Hernán Goldfrid Guión Patricio Vega, según la novela de Diego Paszkowski Fotografía Rodrigo Pulpeiro Música Sergio Moure de Oteyza Intérpretes Ricardo Darín, Alberto Ammann, Calu Rivero, Arturo Puig, Fabián Arenillas, Mara Bestelli
Estreno en España 5 abril 2013

Aunque en un principio pudiera parecer que nos encontramos ante un típico duelo interpretativo que propone una intriga criminal que pretende ser tan hábil como intelectualmente ingeniosa, lo que nos haría pensar en películas como La huella de Mankiewicz o La trampa de la muerte de Lumet, se esconde en realidad un juego tan perverso como el que proponían aquéllas, y desde luego más ambiguo y engañoso, pues finalmente se puede llegar a la conclusión de que ni se trata de un duelo ni es tan hábil ni ingenioso. Falta humor y genio creativo para asemejarse a los títulos aludidos, pero no carece de interés. No es un duelo entre otras cosas porque la presencia de Darín en pantalla es permanente, triplicando la cuota de su joven compañero de reparto. Y es ambiguo porque su protagonista se nos presenta como un intelectual sutilmente machacado por el alcohol (el vaso de whisky aparece continuamente, sin embargo su comportamiento parece equilibrado, salvo que alucine y delire por momentos, que pudiera ser). Porque ésta podría ser más bien una tesis sobre los efectos del alcohol, trasplantados a un jurista que da clases en la Universidad y escribe sesudos libros de leyes; ha triunfado por lo tanto profesionalmente, de la misma manera que se apunta cómo en el aspecto sentimental ha naufragado repetidas veces, y algunas de ellas para dejarle huellas muy profundas, quizás con la madre de su presunto retador y objeto de sus sospechas criminales. El experimento se revela por lo tanto muy interesante, pero su guión, seguramente como consecuencia de su referente literario, es endeble, forzado y sin el ingenio intelectual que se requiere en una propuesta de estas características. Por otro lado, aunque su realizador demuestra habilidad para manejar la cámara y rodar de forma elegante y pulcra, manteniendo las constantes comerciales de su productor Gerardo Herrero, fracasa dotando al film de un ritmo irregular, con un interés inconstante y determinados momentos incluso de aburrimiento. Con todo una cinta apreciable por ese carácter ambiguo, su postura ante la alteración de la realidad que puede provocar la ingesta de sustancias altamente nocivas, y su vocación juguetona con el espectador.

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