viernes, 5 de julio de 2013

EL VALOR AÑADIDO DE LA MÚSICA DE MICHAEL GIACCHINO EN LOS ATRILES DE LA ROSS

Real Orquesta Sinfónica de Sevilla y Coro de Ópera de Málaga. Fernando Velázquez, director. Programa: Música de cine de Michael Giacchino (temas y suites de Medal of Honor, Ratatouille, Monstruoso, Déjame entrar, Up!, Star Trek, Misión imposible: Protocolo Fantasma, Súper 8, Perdidos, John Carter y Star Trek : En la oscuridad).
Teatro de la Maestranza, jueves 4 de julio de 2013

Michael Giacchino y sus dos Grammys al mejor álbum
de música de cine, tv u otro medio y a la mejor
composición instrumental de 2010
Reencontrarse con la Sinfónica interpretando música de cine, gracias a los admiradores del género que forman Media Screen Music, provoca una gran emoción, a buen seguro incluso entre los maestros de la orquesta, que recordarán los tiempos en que sus atriles sostenían partituras de los más afamados compositores cinematográficos de las  últimas décadas. Entre quienes crecimos escuchando bandas sonoras y pudimos luego disfrutarlas en vivo de la mano de la ROSS en los injustificadamente desaparecidos Encuentros de Música de Cine de Sevilla, muchos acabamos apasionándonos con la Gran Música. La misma oportunidad tiene la inmensa cantidad de jóvenes entusiastas a quienes convocan estas manifestaciones y que jueves y viernes llenaron el Teatro de la Maestranza. Por eso y porque estos eventos hacen muy buena taquilla, reivindicamos más conciertos de este tipo.

Michael Giacchino es uno de esos compositores multimedia (videojuegos, televisión, cine) que como las películas del nuevo Hollywood a las que acompaña su música, mezclan lo aprendido de los grandes y lo agitan, pero no lo mejoran. Jerry Goldsmith o John Williams son perfectamente identificables entre los referentes del repertorio sinfónico coral con el que se presentó su música en este concierto, mientras Henry Mancini, Nelson Riddle o Neal Hefti constituyen sus influencias más evidentes en la vertiente jazzística que caracteriza también su música, y de la que Los increíbles de Pixar es una buena muestra. Por cierto que su exclusión del programa desautorizó el título dado al evento: De Misión Imposible a Los Increíbles. Hace tres años pudimos ver al mismo Giacchino dirigiendo a la Orquesta Filarmónica de Málaga en el Congreso de Cine que se celebraba en Úbeda y ahora lo hace en Córdoba y su provincia. En estos conciertos sevillanos su música sin embargo cobró un valor añadido gracias al espléndido y espectacular trabajo de nuestra orquesta y el Coro de Ópera de la capital de la Costa del Sol. Fernando Velázquez, también compositor cinematográfico (El orfanato, Lo imposible, Mamá, Los últimos días) y colega de Giacchino, además de otros autores tan reputados como Marco Beltrami, Mychael Danna, Alexandre Desplat o Patrick Doyle, dirigió con mucha energía y un gran dinamismo, así como una indisimulada tendencia a epatar, como dejó constancia por ejemplo en el tema Dubai de Misión Imposible: Protocolo Fantasma, en el que todos sus variados planos sonaron al mismo nivel, con un consiguiente efecto de confusión y falta de matices.

El compositor y director bilbaíno Fernando Velázquez
Su pericia a la batuta sin embargo la habíamos apreciado el pasado 9 de junio en el concierto en apoyo a los músicos de la Orquesta y Coro de RTVE celebrado en la Plaza de Oriente de Madrid, donde exprimió con éxito el carácter emotivo de su música para Lo imposible. Algo parecido ocurrió con los adagios de Déjame entrar, Perdidos o Súper 8, que gozaron de una evidente fuerza lírica contrastando con la espectacularidad impecablemente recreada de las dos entregas de Star Trek dirigidas por el gran amigo de Giacchino, J.J. Abrams. Las suites de grandes éxitos de Disney-Pixar a las que ha puesto música, como Up! o Ratatouille se antojaron demasiado episódicas, con transiciones poco elaboradas y una sensación general de excesiva dependencia narrativa, a pesar de ese celebrado vals de la película que le valió el Oscar, tan deudor de La vuelta al mundo en 80 días de Victor Young, y desde luego tan sospechosamente parecido melódicamente al que compusiera Alberto Iglesias varios años antes para el film de Julio Medem Lucía y el sexo. Con todo, lo peor fue la versión reducidísima y con coros añadidos a lo Carmina Burana con las que nos presentó su mejor página, Monstruoso, que quedó así desvirtuada frente a su original concepción como homenaje al cine de ciencia ficción de los 50. Ahora solo queda esperar que éste no sea un episodio aislado y podamos seguir disfrutando de acontecimientos como éste en nuestra ciudad, para sanear cuentas y cultivar aficionados.

Versión extendida de la crítica publicada en la edición impresa de El Correo de Andalucía el viernes 5 de julio de 2013

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