domingo, 15 de febrero de 2015

RED ARMY El deporte como propaganda ideológica

USA-Rusia 2014 76 min.
Guión y dirección Gabe Polsky Fotografía Svetlana Cvetko y Peter Zeitlinger Música Christophe Beck y Leo Birenberg. Documental. Estreno en el Festival de Cannes 16 mayo 2014; en España 13 febrero 2015

Las credenciales del joven realizador ruso afincado en Estados Unidos Gabe Polsky son una película con Dakota Fanning titulada Motel Life, un documental sobre el productor Jerry Weintraub y haber producido el remake de Teniente corrupto que dirigió Werner Herzog hace unos años. El contacto con estos dos últimos ha propiciado esta suerte de ajuste de cuentas con el antiguo régimen soviético a través del glorioso equipo de hockey sobre hielo, el Ejército Rojo del título, que lideró las marcas mundiales a lo largo de más de una década de dominación deportiva rusa sobre el resto de países entre los años setenta y ochenta. Los apoyos prestados por Herzog y Weintraub, productores de la cinta, le ha permitido llevar a buen puerto un documental enérgico, ágil y vigoroso que, sin embargo, apenas desvela nada que no supiésemos ya. Poco sorprende a estas alturas que los deportistas soviéticos sufrieran entrenamientos crueles y despiadados para mantener el nivel que permitiera al régimen una campaña propagandística de primera magnitud. Que no pudieran salir del país sin grandes controles de seguridad ni ser fichados por equipos extranjeros; que tuvieran que participar sin remedio en el control ideológico y cultural que procuró mantener el gobierno durante aquellos años de supremacía tecnológica y económica, según para qué. Ni sorprende ni interesa demasiado, salvo por el hecho de que los dos países protagonistas de aquella llamada guerra fría se alíen ahora para llevar a cabo este ajuste de cuentas. De hecho el personaje central de esta aseada crónica, Vyacheslav Fetisov, héroe nacional y más tarde considerado enemigo público, otra constante del régimen, es hoy ministro de deporte de la administración Putin, además de un sujeto bastante arisco y antipático. El derroche de imágenes de archivo y la enérgica música en la que no pueden faltar los coros militares, completan un producto que aunque no entusiasma, entretiene y refleja la huella de una época. Logró el Premio del Público en el Festival de Chicago.

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