viernes, 25 de marzo de 2016

RESUCITADO Vanos intentos de resurrección

Título original: Risen
USA-España 2016 107 min.
Dirección Kevin Reynolds Guión Paul Aiello, Karen Janszen y Kevin Reynolds Fotografía Lorenzo Senatore Música Roque Baños Intérpretes Joseph Fiennes, Tom Felton, Cliff Curtis, Peter Firth, Stewart Scudamore, María Botto, Luis Calleja, Antonio Gil, Richard Atwill, Mish Boyko, Mark Killeen, Stephen Hagan, Stephen Greif, Andy Gathergood, Jan Cornet Estreno en Estados Unidos 19 febrero 2016; en España 23 marzo 2016

Lanzado a la fama de la mano de su amigo Kevin Costner, al que dirigió en Fandango al principio de su carrera, Kevin Reynolds obtuvo cierta notoriedad en la década de los noventa del siglo pasado con cintas como Robin Hood: Príncipe de los ladrones, Rapa Nui y Waterworld, un enorme fiasco que enturbió su carrera hasta que ya en el nuevo milenio intentó resucitarla con una errática adaptación de la leyenda de Tristán e Isolda. Vuelve ahora por la senda del cine histórico con una revisión del milagro de la resurrección de Cristo que pretende a su vez resucitar el cine bíblico y de romanos destinado a públicos aún capaces de emocionarse con la fascinación que habitualmente suscita la vida y pasión del Hijo de Dios. Tres resurrecciones en una, la de Reynolds, Cristo y el cine bíblico, que se quedan en una o ninguna, apenas la del Mesías que narra. Porque Resucitado es una cinta fallida que parte de una premisa prometedora, la investigación por parte de un tribuno romano de la supuesta resurrección de Cristo, germen del temor a una nueva oleada de conflictos entre sus partidarios, el Imperio y la hegemonía religiosa judía en Palestina. El proceso recuerda inevitablemente al sufrido por Richard Burton en La túnica sagrada, donde daba vida a otro tribuno testigo y verdugo de la crucifixión cuya vida da un vuelco tras la muerte del Señor y perseguido por la culpabilidad y el arrepentimiento va paulatinamente convirtiéndose a una nueva creencia. La prometedora investigación que inicia aquí el personaje interpretado herméticamente por Joseph Fiennes apenas genera intriga y está trazada con tan poco ingenio como imaginación, hasta que el film deriva hacia una crónica de la inevitable conversión, tantas veces vista en el cine y que aquí se limita a una improbable y ridícula persecución consentida del romano a los discípulos, que siguen a un Cristo resucitado que campa a sus anchas por paisajes abrumadores de Málaga y Almería. Un par de efectos visuales en secuencias oníricas, pequeños seísmos o bandadas de pájaros alrededor del místico Redentor, procuran dar a la película un empaque que lo aleje infructuosamente de los seriales televisivos que inundan nuestras pequeñas pantallas durante la Semana Santa. La aportación española al producto incluye algunos intérpretes, con María Botto retomando el papel de María Magdalena que Carmen Sevilla asumió en Rey de Reyes, artistas y técnicos en la elaboración de los decorados, y la esforzada y a ratos lírica música de Roque Baños. Pero Reynolds ha perdido la ocasión de analizar la figura de Cristo como héroe revolucionario, como hiciera Nicholas Ray en la citada superproducción de Samuel Bronston, y desde luego fracasa en su intención de hacer de ésta una intriga policial con pasaje bíblico de fondo. Al final nada se cuenta que no supiéramos ya, no se echa mano de la imaginación y se evidencia la nula capacidad para emocionar, quedando todo en una mera estampita, entretenida pero incapaz de generar el mínimo atisbo de inquietud o fascinación al respecto de la aún considerada Historia más grande jamás contada.

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