viernes, 10 de agosto de 2018

BLACKWOOD ¿Qué hacer con un material de encargo tan endeble?

Título original: Down a Dark Hall
España-USA 2018 96 min.
Dirección Rodrigo Cortés Guión Mike Goldbach y Chris Sparling, según la novela de Lois Duncan Fotografía Jarin Blaschke Música Víctor Reyes Intérpretes AnnaSophia Robb, Uma Thurman, Victoria Moroles, Isabelle Fuhrman, Noah Silver, Rosie Day, Kirsty Mitchell, Jodhi May, Taylor Russell, Jim Sturgeon, Rebecca Front, David Elliott, Josep Linuesa Estreno en España 3 agosto 2018; en Estados Unidos 17 agosto 2018

El director gallego Rodrigo Cortés se ha caracterizado hasta el momento por llevar a la pantalla empresas complejas y en cierto modo desafiantes. Concursante y, sobre todo, Enterrado lo demuestran. Precisamente esta última le abrió las puertas del cine americano con Luces rojas, donde dirigió entre otros nada más y nada menos que a Robert de Niro, un sueño para cualquiera de nuestros cineastas. Han pasado seis años desde entonces, en los que sólo ha dirigido un par de cortometrajes. Un encargo pretende ahora que consiga eso, un reto o una empresa compleja, que no es sino convertir en algo digno otro endeble material de la escritora Lois Duncan, autora de la inefable Sé lo que hicisteis el último verano, de la que actualmente se está rodando una nueva versión. A Cortés se le nota precisamente eso, que está haciendo una película de encargo, plagada de lugares comunes, situaciones y personajes arquetípicos, mil veces vistos en la pantalla, diálogos ridículos y efectos muy manidos. Pero al menos aprovecha para hacer un ejercicio seguramente muy respetado por él, crear un auténtico ambiente de novela gótica, algo que lamentablemente sólo consigue parcialmente. Una fotografía más oscura que tenebrista y unos acontecimientos que aunque curiosos, en los que se mezclan musas y médiums para hacer tesis sobre algo que tantas veces hemos lamentado cuando grandes artistas han fallecido activos, no acaban de cuajar en sus postulados y resoluciones, dan al traste con un trabajo que podría haber resultado más inquietante pero que se queda en flojo entretenimiento que no funciona ni siquiera frente al público adolescente al que parece ir enfocado. Crear atmósfera gótica no significa emular algunos de los pasajes más reconocibles de la legendaria Rebeca. Tan ridícula Uma Thurman y su forzado acento como su delirante personaje, y aún más la poco convincente protagonista adolescente, una vez más marcada por un trauma infantil y una pérdida irrecuperable, el nuevo trabajo de Cortés no supone ni de lejos un avance en su currículo, pero esperemos que no empañe posibles sorpresas futuras.

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