viernes, 31 de agosto de 2018

EL TRÍO GOULD CON GLENN EN EL RECUERDO

19º Edición Noches en los Jardines del Real Alcázar. Mariana Todorova, violín. Rocío Gómez, viola. Israel Fausto Martínez, cello. Programa: Variaciones Goldberg BWV 988, de Bach (arr. Sitkovetsky). Jueves 30 de agosto de 2018

Israel Martínez volvió al escenario de los jardines, esta vez en formación de tres, acompañado por dos competentes intérpretes de cuerda estrechamente vinculadas a la Sinfónica de RTVE (Todorova es su concertino en activo). Lo hizo para ofrecernos el muy interesante arreglo que de las Variaciones Goldberg de Bach realizara el compositor, violinista y director ruso Dmitry Sitkovetsky en 1985, con motivo del tercer centenario del nacimiento del compositor de Leipzig. Una pieza que dedicó a Glenn Gould, a cuya memoria a su vez brindó el trío este particular concierto. Sitkovetsky, tío del joven y afamado violinista Alexander Sitkovetsky, alcanzó tal notoriedad con este arreglo y el que a su vez realizó para orquesta de cuerda, que desde entonces son muchas las trascripciones de otros autores que ha realizado para formaciones camerísticas, clásicos y contemporáneos.

Desde que se impusieron los criterios de interpretación historicista resulta delicado, y a veces hasta polémico, regresar al hábito de tocar al piano obras que fueron concebidas para el teclado de la época, el clavicémbalo. Sin embargo interpretaciones de piezas del barroco como las que grabó Glenn Gould continúan siendo pura delicia y experiencias irrepetibles. Sus dos grabaciones de este Aria con variaciones diversas que la leyenda rebautizó como Variaciones Goldberg, ocupan un arco de casi treinta años en el que la tecnología cambió lo suficiente como para tener que conformarse en una primera ocasión con unos cuarenta minutos de duración aptos para los discos de entonces. Algo parecido les ocurrió al Trío Gould, pero esta vez la limitación de tiempo vino impuesta por las condiciones que el Alcázar exige a Actidea para la celebración de estos refrescantes conciertos. La solución fue renunciar a todas las repeticiones, lo que tuvo como resultado una versión algo escuálida y tímida de esta sensacional página, en la que se denotó a menudo falta de volumen y relieve, lo que no sucede con el teclado, más apto para adaptarse a las miniaturas musicales que los conjuntos de cuerda.

Mariana Todorova y Rocío Gómez ya habían interpretado antes
las Variaciones Goldberg con Ángel Gª Jermann como chelista
El arranque fue desalentador, con la excelsa y melódica majestuosidad del aria exhibida sin gracia ni sustancia, algo que quedó sobradamente resuelto en el final da capo. La vibrante primera variación, retomada como bis con sus repeticiones, alivió esa primera sensación, ya con la cuerda suficientemente tensa y bien articulada, a pesar de lo cual fueron bastantes los desajustes entre los intérpretes que salpicaron la velada. Aunque el trío exhibió en todo momento buen oficio y dominio técnico, faltó en general una mayor compenetración y, sobre todo, aliento poético, no obstante alcanzarse en términos generales un estilo y estética muy acordes al universo bachiano, tal como logró Sitkovetsky en su celebrada trascripción para cuerdas. Un arreglo que tiene la virtud de destacar los complejos cambios de registro y juegos de armonía, contrapunto y dinámicas de la pieza original, lo que también encontró suficiente eco en la interpretación de Todorova, Gómez y Martínez.

Artículo publicado en El Correo de Andalucía

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