domingo, 13 de junio de 2021

SUEÑOS DE UNA ESCRITORA EN NUEVA YORK Salinger, Allen y el diablo se cruzan en el Waldorf Astoria

Título original: My Salinger Year
Canadá-Irlanda 2020 101 min.
Guion y dirección
Philippe Falardeau, según la novela de Joanna Rakoff Fotografía Sara Mishara Música Martin Léon Intérpretes Margaret Qualley, Sigourney Weaver, Douglas Booth, Colm Feore, Seána Kerslake, Brian F. O’Byrne, Théodore Pellerin, Yanic Truesdale, Hamza Haq Estreno en el Festival de Berlín 20 febrero 2020; en Canadá y Estados Unidos 5 marzo 021; en España 4 junio 2021


El realizador canadiense Philippe Falardeau ha dirigido a Reese Withherspoon en La buena mentira y a Liev Schreiber y Naomi Watts en Chuck (The Bleeder), pero su mayor reconocimiento le vino de una película menos ambiciosa, Profesor Lazhar, en la que nos hablaba con naturalidad y sin estridencias dramáticas de la forma de afrontar la educación cuando sufrimos los problemas de la adolescencia. También con mucha amabilidad, según algunos incluso con demasiado edulcorante, se enfrenta ahora a una cinta en la que la escritora y novelista Joanna Rakoff nos cuenta su vida durante un año crucial en su carrera, cuando trabajó a mediados de los noventa como asistenta de la agente literaria de J. D. Salinger, Jerry para las amistades.

Después de abandonar su California natal y toda la vida que allí llevaba, incluso su novio y su carrera en la Universidad de Berkeley, seducida por la fama y la buena vida que podría acarrearle convertirse en escritora de éxito, representado en los suntuosos salones del Hotel Waldorf Astoria de Nueva York, la joven protagonista se emplea en una agencia literaria muy cercana al tótem de la literatura norteamericana, el autor de ese libro de referencia generacional que es Salinger y su Guardián entre el centeno. Falardeau y Rakoff optan por el camino fácil, ofreciendo una combinación del universo de Woody Allen – ya saben, Manhattan, ambiente intelectual, librerías, bohemia e incontinencia verbal – y la estructura dramática de El diablo viste de Prada, con Sigourney Weaver, desafiante y altiva pero no tan despiadada como Meryl Streep, dando una mordaz y eficaz réplica a la protagonista absoluta, una adorable Margaret Qualley a la que vimos como Ann Reinking, la amante bailarina de Bob Fosse en Fosse/Verdon y como joven y seductora hippy en Érase una vez en Hollywood, a las órdenes de Tarantino.

Lástima que lo que parecía ser un ingenioso ensayo sobre esta obra inmortal de la literatura universal, con fanáticos de Salinger dirigiendo a la protagonista sus arduas reflexiones y apasionadas identificaciones con y sobre las experiencias y emociones de Holden Caulfield, se convierte en una amable y sencilla comedia romántica con personaje femenino tomando decisiones importantes para su vida, renunciando al trabajo y el amor en alas a conseguir ese ambicioso propósito que le lleve por fin a bailar la danza de la vida en los lujosos salones del hotel de referencia. El conjunto se deja ver con agrado y facilidad, con un buen trabajo del elenco protagonista, música agradable, ambientes atractivos y una gramática exquisita y absolutamente digerible, pero decepciona por la sensación de que podría haber llegado a más si se hubiera atinado más a la hora de reflexionar concienzudamente sobre la novela del homenajeado.

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