miércoles, 14 de febrero de 2018

ESFUERZO CONSIDERABLE EN UNA VERSIÓN DOMÉSTICA DEL RÉQUIEM DE MOZART

Vandalia (Rocío de Frutos, soprano; Gabriel Díaz, alto; Víctor Sordo, tenor; Javier Cuevas, bajo), Coro de la Sociedad Musical de Sevilla, Joven Orquesta Barroca de Sevilla, Orquesta Barroca del C.S.M. Manuel Castillo, Solistas de la OBS. Martin Schmidt, director. Programa: Requiem KV.626, de Mozart. Teatro Lope de Vega, martes 13 de febrero de 2018

Martin Schmidt
Un resfriado de última hora y el consiguiente taponamiento de oídos durante el aterrizaje desde Valencia el pasado fin de semana, no son precisamente las mejores condiciones para valorar en su justa medida el concierto ofrecido por más de ciento veinte artífices, entre instrumentistas y voces, con el complejo y popular Réquiem de Mozart en los atriles. Un proyecto pedagógico, siempre merecedor de nuestro más incondicional reconocimiento, que convocó a los integrantes de la Joven Orquesta Barroca de Sevilla, con su principal valedor, Valentín Sánchez, interviniendo como concertino junto a otros cinco de los más destacados y destacadas solistas de la orquesta titular, la voluminosa Orquesta Barroca del Conservatorio Superior de Música Manuel Castillo, y el Coro de la Sociedad Musical de Sevilla, bajo la dirección del experimentado tanto en conjuntos jóvenes como en música barroca Martin Schmidt.

Sin duda un reto para todos y todas, rara vez convocados para un proyecto de tanta envergadura, y en su mayoría poco experimentados para afrontarlo. En este sentido podemos felicitar a cada uno y una de los participantes por su solvencia técnica, su indiscutible disciplina y la capacidad de trabajo en equipo, siempre tan saludable y aconsejable, sin lo cual el resultado hubiera sido la amalgama insufrible de ruido que ciertamente no fue. Digamos por ser breves que técnicamente todo funcionó bien, pero expresivamente la cosa quedó más corta. Y es que la obra maestra incompleta de Mozart fusionó en su momento la austeridad del barroco con armonías atrevidas y líneas melódicas sublimes que no encontraron suficiente eco en esta esforzada recreación del conjunto hispalense. No podemos responsabilizar del todo a la juventud e inexperiencia de los intérpretes convocados, por cuanto contaban con el respaldo generoso de acreditados solistas y profesorado cualificado, que podrían haber dotado al conjunto de la fuerza y el brío que faltó en todo momento. La batuta de Schmidt decepcionó también en este punto, intentando suplir con tempi rápidos el desapasionamiento general que imperó en todo momento, restando majestuosidad a la experiencia.

Vandalia
También el coro aprobó en técnica y empaste, pero sonó igualmente desangelado, sin esa combinación de fuerza y carisma con delicadeza estilística y agilidad en la interpretación que demanda la página. Las voces solistas recayeron en el solvente grupo Vandalia, que días antes ofrecieron en un estilo lógicamente muy distinto piezas del polifonismo español del seiscientos, con Juan Vázquez a la cabeza, a quien han dedicado un interesante y reciente registro. Su versatilidad quedó demostrada con una interpretación muy en estilo, holgada y maleable de esta pieza inmortal, si acaso algo esquemática en fraseo y modulación, pero resaltando la belleza tímbrica de cada uno y una de sus integrantes, sobre todo Rocío de Frutos y Gabriel Díaz, éste en su doble faceta de contratenor y director del coro. Su versatilidad quedó patente en las competentes notas al programa de la primera para el recital del jueves pasado en San Luis de los Franceses, y las muy poéticas del segundo para este concierto especial. La capacidad de diálogo a cuatro voces quedó inmortalizada en una hermosa recreación del Benedictus del trabajo póstumo del genio de Salzburgo.

3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Puntualizaciones estilísticas sobre su escrito:
    El dislate de las "portavozas".
    Muchas gracias por la atención dispensada.

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  3. Se equivoca usted. El concierto sí superó mis expectativas, sencillamente porque esperaba menos, lo que no quiere decir que me resultara del todo satisfactorio. Recalco mi respeto y admiración a semejante esfuerzo y me alegro de que el proyecto se llevara a buen puerto, lo que no impide hacer las puntualizaciones que se consideren oportunas, sin ánimo de ofender a nadie. En cuanto a sus críticas de estilo, hay una diferencia sustancial entre disparates como "portavozas" y similares y la solución que yo practico, espero que provisional hasta que la RAE subsane una injusticia milenaria, con el fin de honrar a millones de mujeres que, al contrario que usted, se sienten discriminadas. A mí no me cuesta nada, ¿a usted sí? Pues lo siento

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