domingo, 9 de octubre de 2011

NUEVA EDICIÓN DEL CICLO DE MÚSICA DE CÁMARA DE LA ROSS

Eric Crambes y Alexandru Mihon violines Jacek Policinsky y Kiril Nikolov violas Sacha Crisan y Nonna Natsvlishvili violonchelos Lucian Ciorata contrabajo
Programa Quinteto para cuerda nº 2 de Do Mayor KV. 515, de Mozart; Metamorfosis (versión para septeto), de R. Strauss
Sala de Prensa del Teatro de la Maestranza, domingo 9 de octubre de 2011

Eric Crambes, concertino invitado
de la ROSS
Hay que agradecerle mucho a la Asociación de Amigos de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla la celebración, por vigésimo segundo año consecutivo, del Ciclo de Música de Cámara, más ahora que tan pocas oportunidades tenemos de escuchar este tipo de composiciones, desde la nunca suficientemente añorada desaparición del que celebraba la Fundación Cajasol. Sin desmerecer a los magníficos músicos de nuestra Sinfónica, el ciclo de Cajasol nos brindaba una oportunidad extraordinaria de disfrutar en nuestra ciudad de grandes solistas y conjuntos de primer nivel internacional.

Lo primero que nos llamó la atención en este reencuentro con la música camerística es que la mayoría de los integrantes de la orquesta siguen siendo extranjeros, lo que demuestra que si en el momento de su constitución aquí había muy poca competencia y las plazas fueron justamente ganadas por intérpretes más solventes venidos en muchos casos de países del antiguo telón de acero, tampoco ahora parece haber savia suficiente para reemplazar a estos insignes maestros y maestras. Nos llamó la atención también que aunque las prestaciones acústicas fueron muy satisfactorias, la sala de prensa del Maestranza no nos pareció lugar idóneo para disfrutar de la música, contaminada por una luz excesiva, deterioros de infraestructura notablemente perceptibles y una decoración poco evocadora para las magistrales páginas musicales elegidas.

En cuanto a la interpretación, constatada la solvencia de los siete integrantes de la ROSS reunidos para este concierto inaugural del ciclo, apreciamos sin embargo que aunque el Quinteto nº 2 para cuerda de Mozart (inicialmente estaba programado el nº 4), junto al nº 1 el más relevante de todos los que compuso, fue ejecutado con corrección académica, no atisbamos en él el entusiasmo alegre que destila esta excelente página, ni tampoco su amplia serenidad y majestuosidad, a lo que contribuyó el inadecuado estilo con el que fue abordado, exceso de vibrato incluido. Mucho mejor les quedaron las Metamorfosis, obra cumbre del arte straussiano y auténtico réquiem por la tradición cultural y musical germana, dinamitada por la guerra en la que la sumieron los nazis y ejemplificada en el bombardeo y devastación de la Ópera de Munich en 1943. Concebida para veintitrés instrumentos solistas, la versión escogida es una reducción para siete que, según el violín primero Eric Crambes, constituye el primer boceto original de esta monumental obra. Toda su intensidad dramática y su contundente expresividad fue expuesta notablemente por el conjunto, lo que apenas hizo añorar su versión para amplia representación de cuerda. Resultados por lo tanto desiguales en esta primera comparecencia, pero de cualquier manera una celebración motivo de regocijo para una época que nos tememos pueda ir aún a peor en lo que a cultura se refiere.

Obra de Francis Alÿs, de la serie "The Liar,
the Copy of the Liar (1995)
Nota: Tras el concierto, el mediodía soleado del domingo invitó a visitar una exposición de pintura contemporánea propiedad de la Colección La Caixa (obras de Basquiat, Polke, Gordillo, Francis Alÿs y Ferrán García Sevilla incluidas) en la sede que la Fundación Madariaga tiene en la Avenida María Luisa. Un lujo para nuestra ciudad, tanto el edificio magníficamente rehabilitado como la exposición, al nivel de las mejores capitales europeas, que los sevillanos y sevillanas no parecen saber apreciar, habida cuenta del escaso público. ¡Ay, esta Sevilla mía!

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